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Convento de Santa Clara (Cáceres)

Interior de la iglesia del Convento de Santa Clara

EL CONVENTO DE SANTA CLARA DE CÁCERES[editar]

Vista de la Plaza de Santa Clara de Cáceres
Fachada principal del Convento de Santa Clara en Cáceres
Tímpano superior de la portada del Convento de Santa Clara de Cáceres
Espadaña en el convento de Santa Clara en Cáceres
Escudo heráldico en remate esquina
Ventana decorada en fachada del convento de Santa Clara
Detalle de la espadaña vista desde la plaza

En la capital cacereña declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como Bien de Interés Cultural del patrimonio español con el código RI-53-000001, se encuentra el convento de Santa Clara que está situado en la plaza del mismo nombre y entre las calles de Damas y Fuentenueva, en la cuesta que baja al convento de San Francisco, ubicada en una zona extramuros y que linda también con la plaza de San Pablo[1]​, en el llamado Barrio de la Soledad, en las inmediaciones de una de las entradas al casco histórico, la ya desaparecida Puerta de Mérida.

La Puerta de Mérida, es el lugar en el que estuvo ubicada una de las cuatro puertas importantes de la ciudad a la que se accede por la calle Pereros y desde donde arrancaba el camino a la ciudad extremeña de Mérida. En esta zona se encontraba el herradero (lugar donde se marcaba el ganado con un hierro candente) llamado "Potro de Santa Clara", donde se juntaban las bestias de alquiler, bien para camino o para trabajo, y aquí acudían quienes las necesitaban, ya que era el centro de contratación de estos animales. [2]

Este edificio religioso, de estilo barroco manierista de los siglos XVI-XVII, fue construido entre 1593 y 1612 y fundado por Doña Aldonza Torres Golfín, viuda de Sancho de Paredes e hija de Hernando Álvarez Golfín y de Doña Gregoria de Torres. Para su fundación, en 1561, afectó las rentas de cuatro capellanías que tenía instituidas, una vez que hubieran fallecido los correspondientes capellanes. Ésta fue la causa de que su construcción no se iniciara hasta 1593. Señalado sitio por el Noble Ayuntamiento colocó la primera piedra de su fabrica Fr. Baltharán Pacheco Guardián de Cáceres. La obra la comienza Nufrio Martín y más adelante intervienen también Juan de Villoldo y Alvaro García canteros y albañiles vecinos de la noble y muy leal villa de Cáceres.[3]

En 1601 encontramos la alusión a una "casa en la plazuela de Ntra. Sra. de la Soledad, linde al Convento que estaba principiado de Sta. Clara".[4]

Se inauguró el 5 de noviembre de 1614[5]​, con la celebración de la Misa de Colocación por parte del Prior de Santo Domingo, después de vencer numerosos pleitos y otros obstáculos. Para ello fueron en procesión desde el convento de Jesús (situado en lo que es hoy Diputación Provincial), las monjas clarisas que habían de ocuparlo y que procedían de otro convento de la localidad de Toro, acompañadas del clero, nobleza y pueblo de la villa. Desde ese día, las puertas del convento se abrieron para recibir a la primera comunidad de franciscanas clarisas calzadas y, a partir de ese momento, no se ha interrumpido la vida entre sus muros, actualmente la comunidad de monjas clarisas de la Orden de San Francisco que lo habita está formada por monjas españolas y de otras nacionalidades como indias o africanas. Después de la Desamortización se le añade la comunidad del convento de San Pablo. Entre las religiosas que en este convento han resplandecido en virtud, se encuentra Dña. María Ana de la Presentación, natural de Cáceres, hija de D. Juan Bravo Flores, y Dña. Juana Berrocal Macotela que nació el 9 de abril de 1677, tomó el habito el 8 de septiembre de 1698 y falleció el 24 de marzo de 1751, y de la cual corren impresos tres sermones de sus exequias.[6]

Construcción[editar]

El edificio está realizado mediante de muros de carga de mampostería de pizarra, arcos de ladrillo cocido y elementos de cantería de piedra granítica como es el caso de la portada, ventanales, escudos, capiteles y columnas.

Según se lee en el Leg. 4353 correspondiente al año 1607, ante Juan Romero se describe el sistema constructivo y las condiciones de la escritura para la realización de una capilla en el convento de Santa Clara.

Destaca la sencillez y austeridad constructiva del conjunto en la que resaltan aún más los elementos decorativos de piedra granítica labrada tales como los blasones, la cantería de las esquinas y de la portalada, así como la escasez de huecos y la diversidad de ventanas abocinadas, alguna de las cuales está decorada con motivos geométricos y florales, sobre las que se aprecian arcos de descarga de ladrillo colocado a sardinel.

La cubierta de teja cerámica cubre el conjunto en diferentes planos dependiendo de la diferente altura de la edificación que se adapta a la topografía de manera escalonada. Destaca en la esquina principal dos cuerpos elevados de bajocubierta con grandes aberturas de celosía de madera y la espadaña de cantería de piedra granitica con dos campanas y remate de bolas graníticas y veleta central entre dichos cuerpos.

FACHADA[editar]

La fachada del convento de Santa Clara preside la plaza del mismo nombre. Fue realizada en el siglo XVII por Álvaro García y Juan de Villoldo, es de estilo manierista, con un frontón triangular partido por un templete coronado por la imagen de San Francisco. A los lados lucen los escudos de la familia de la fundadora, Aldonza de Torres Golfín en el ángulo izquierdo, sobre el que hay una figura de monja; y también a ambos lados de la bella portada adintelada, con entablamento, frontón y finísimas labores del Renacimiento en las molduras[7]​, que remata en templete, entre los escudos acuartelados con las armas de: Golfín (torres y lises), Torres (cinco castillos colocados en sotuer), Paredes (siete estrellas), Ribera (tres fajas)

LA IGLESIA CONVENTUAL[editar]

La iglesia es de una sola nave con una cabecera rematada por bóveda de cañón y en el altar mayor del siglo XVIII, destaca un bello crucifijo de marfil. Muy cerca, bajando por la calle de la Consolación, se encuentra la Ermita de las Candelas. Esta iglesia del siglo XVI, dedicada a San Pedro fue reconstruida en 1957. La imagen titular sale el día 2 de febrero en procesión hasta San Mateo; si vuelve con la vela encendida, es considerado presagio de buena cosecha.

EL RETABLO[editar]

El retablo mayor (rococó y datado en el año 1750) es el elemento más destacado en el interior de la iglesia conventual de Santa Clara, Las obras se iniciaron en 1593 por Nufrio Martín y se terminaron en 1614. En su realización intervinieron, entre otros, Juan de Villoldo y Alvaro García.

La configuración del retablo mayor es de dos cuerpos y tres calles flanqueadas por columnas corintias estriadas con rocallas y espejos a los lados. En esta singular decoración destaca en un expositor una talla de marfil de Jesús Crucificado; a sus pies la Virgen, ambos dorados y policromados.

El primer cuerpo del retablo está constituido por tres hornacinas, la central mayor de tipo palladiano, y decorada en sus bordes por secciones rectangulares de espejos. En el interior podemos contemplar una hermosa talla policromada de Santa Clara. Y a su lado sendas tallas representando a San Francisco y San Antonio.

El segundo cuerpo, con tres hornacinas; la central rectangular, cobijando una Virgen de la Inmaculada. El retablo se remata con otra muy bien dispuesta y coronado con un frontón triangular y recargadas decoraciones barrocas que van siguiendo los bordes de este retablo de forma piramidal. En el lado del evangelio hallamos un retablo clasicista bien dorado y datable hacia 1600. Consta de una sola caja con dos pilastras estriadas y frontón recto. Es de destacar un Crucificado moderno. En este mismo lado del Evangelio, contrastando con el estilo clasicista del anteriormente descrito, se puede contemplar ahora un retablo de estilo rococó, de traza parecida al que el retablo mayor, sin embargo el primero se dota de un dorado ligero y este colateral sin embargo es de un dorado intenso, bien dorado en la terminología retablística. Consta de un solo banco, un cuerpo y un remate, datable hacia 1750.

El visitante encontrará en el lado del la Epístola un retablo de medianas proporciones. Es de estilo barroco y arquitectura sencilla, con dos columnas corintias clasicista y estriadas y coronado con un frontón triangular quebrado en sus ángulos. En los tres ángulos del frontón se culmina con tres tipos de pináculos, formados por un pedestal, una bola y un cono puntiagudo. Sobre el banco y junto a las columnas sendas espirales que se enroscan hacia dentro rematando los laterales. En el mencionado banco destacan dos pequeños lienzos de 1625, uno representando a San Pedro de Alcántara y otro de un santo obispo (posiblemente San Buenaventura).

TRADICIONES[editar]

Las hermanas del convento de Santa Clara celebraron el 800 aniversario de la fundación de la orden el día de Santa Clara de Asís con una eucaristía en la concatedral de Santa María. La misa fue oficiada por el obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, y las religiosas estuvieron acompañadas por las hermanas del convento de San Pablo, también clarisas Con la temporada de bodas, bautizos y comuniones inaugurada y el riesgo de lluvia está arraigada la tradición que aún se mantiene de encomendarse a Santa Clara para que el agua no haga acto de presencia durante la celebración festiva. "Hasta los conventos de clausura de la ciudad llegan durante esta primavera ofrendas de huevos. Una novia, la futura suegra o la madre de un niño a punto de hacer la comunión entrega este donativo a cambio de que las religiosas dediquen oraciones a Santa Clara para ahuyentar la amenaza de lluvia.[8]​ La garantía, precisan las propias monjas, no está asegurada. En Cáceres hay dos sitios de referencia para entregar los huevos. Se trata del convento de Santa Clara, ubicado en la plaza homónima. Los huevos se destinan a la elaboración de dulces y al consumo propio. Las monjas de San Pablo y las jerónimas de la calle Olmos viven de la venta de repostería artesanal. Tienen fama sus tocinillos de cielo. No es el caso de las religiosas del convento de Santa Clara, que centran su actividad en la costura de túnicas y mantos para cofradías.

  1. ESCOBERO, T. Cáceres Monumental Turística León: Everest 2008
  2. BUENO FLORES, A. Cáceres, una maravilla a su alcance. Cáceres: García Plata, 1988 p.61
  3. MUÑOZ DE SAN PEDRO, M. «Sor Mariana de la Presentación». Revista de Estudios Extremeños. T. XIV. Año 1958. Nº III. p.497 «OCTUBRE, 11 DE 1593 Primera Piedra: «Estando abiertos los cimientos para començar el dicho convento y estando en el sitio que llaman la Puerta de Mérida... Nufrio Martín a cuyo cargo estaba el edificio y obra del convento puso y asentó una piedra larga que haze la esquina del coro e iglesia sobre la cual fue continuando la dicha obra».
  4. LOZANO BARTOLOZZI, Mª DEL MAR. El desarrollo urbanístico de Cáceres (siglos XVI-XIX) Cáceres: Universidad de Extremadura, 1980 p.159
  5. A.H.P. Archivo Histórico Provincial de la provincia de Cáceres. Leg. 4253. Año 1607. fol. 58, 375, 444.
  6. CARRILLO MARTÍN E. Noticias Históricas que la M.N.Y.L.V de Cáceres, Cáceres: Ciclón Ediciones 2009
  7. MUÑOZ DE SAN PEDRO, M. Extremadura, la tierra donde nacían los dioses, Madrid: España Calpe 1961
  8. «No sólo rezamos para que no llueva en las bodas; pedimos que el matrimonio dure toda la vida».«Pedimos para que los novios sean felices y el matrimonio dure toda vida». «Oraciones».