Usuario:Juan Pablo Arancibia Medina/Opinión/9 de octubre de 2008 20:35

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OPINIÓN

Hola a todos. Ahí les va mi comentario. No entiendo que algunos, como Fopitzkunz, digan que la obra (la propuesta de Niemeyer) se parece a un ovni. Tengo que recordarles que los platillos voladores tienen forma de… platillo (obvio). O sea, son bien redonditos, bien diferentes a la forma que tiene el edificio diseñado por don Oscar. Tal vez les falta salir más, unos cuantos años luz lejos de la Tierra (para ver si de verdad se dan cuenta cómo es un ovni).

Quiero, además, como había prometido, referirme a la seguridad en el recinto. Me interesa, sobre todo, lo que tiene que ver con el exterior del edificio, que puede ser víctima de vándalos y grafiteros. Es de esperar que en el sector perimetral se construyan buenas rejas que impidan que los delincuentes puedan dañar la obra.

Comparto con don Daniel que Niemeyer no se merece tanto insulto. Además, por lo que puedo ver, la discusión se da más por la forma del edificio que por quién lo diseñó. Tal vez si el brasileño le hiciera caso a todas las ideas de los porteños (lo cual sería casi imposible), su propuesta terminaría siendo aceptada. Yo comparto que en Barón es preferible un parque al mall (es como que si en el Parque Inés de Suárez se construyera una nueva torre de departamentos) porque se está previlegiando al comercio, pero el arte no tiene nada de malo y si los habitantes de Valparaíso y el arquitecto se ponen de acuerdo, tal vez se pueda lograr algo.

Como ya expliqué, me encanta el Auditorio de Oviedo y, a pesar de algunos defectos que pueda tener mi propuesta, quiero explicar CON QUÉ CARACTERÍSTICAS lo adaptaría a Valparaíso. Primero, como ya escribí, la fachada debería ser concava para imitar la forma de anfiteatro de la ciudad, con ventanales que den vista a la bahía. Luego, el techo y el suelo deberían tener una inclinación de unos 20 grados, estando la parte de los ventanales más abajo que el extremo contrario del edificio, lo que también ayudaría a dar la forma de anfiteatro. Las paredes laterales deberían abrirse, la de la derecha 20 grados hacia la derecha y la de la izquierda 20 grados hacia la izquierda con respecto al eje de simetría mayor (que sería perpendicular a la fachada). O sea, la parte opuesta a los ventanales termina siendo más ancha que la fachada y su forma es conveza, es decir que sobresale del edificio hacia el exterior contrariando a la fachada. Pero en realidad, la fachada no sería el lugar de acceso al edificio. Considero que la entreda debería estar por detrás y allí, donde están los ventanales, en el interior de la estructura, debería haber un lugar de comidas (algo sobrio, como una cafetería, para que después no se construya algo como un food court y digan que la cosa se está comercializando) desde donde se pueda apreciar la bahía a través de los ventanales. Después de la cafetería, separado por una pared, vendría el escenario de la nave central y el auditorio principal. Desde la cafeteria podrían haber pasillos laterales que conectaran al acceso principal desde donde se podría entrar al auditorio, y podrían haber también accesos secundarios a través de los mencionados pasillos laterales. La inclinación del techo y el piso, además de ayudar a imitar el anfiteatro, sirve por el ángulo que debe tener el sector donde se ubican las butacas. Faltaría definir donde colocar las demás dependencias del Centro Cultural. Tal vez sea un desafío, dada la inclinación del edificio.

Comentario publicado originalmente el 9 de octubre de 2008 a las 20:35 GMT-4
en el artículo Centro Cultural Ex-Cárcel: ¿El copy-paste de Niemeyer? de Plataforma Urbana

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