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Willy McKey
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Willy McKey retratado por Manuel Reverón, 2015
Información personal
Nombre de nacimiento Willy Joseph Madrid Lira
Nacimiento 11 de septiembre de 1980
Caracas, Venezuela
Nacionalidad Venezolana
Familia
Cónyuge Jennifer Gásperi (directora de teatro)
Información profesional
Ocupación Escritor Editor Semiólogo
Géneros Poesía, teatro, crónica, artículos, guiones y ensayo
Distinciones Premio de Poesía Fundarte 2007, Premio Nacional del Libro 2010, Premio de Poesía Joven Rafael Cadenas

Willy McKey (Caracas, 11 de septiembre de 1980) es un escritor venezolano, editor y semiólogo especializado en comunicaciones políticas.[1]​ Reside entre Caracas y Buenos Aires. Forma parte activa de Prodavinci[2]​, un portal web venezolano que provee distintos tipos de análisis y reseñas por parte de destacados académicos, historiadores, científicos y especialistas, tratando temas de interés de la cultura y la actualidad venezolana e internacional[3]​, que la revista Foreign Policy calificó como «una ventanilla única para análisis en español de la realidad venezolana»[4]​.

Formación[editar]

Entró a la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela en 1998. Su tesis de grado se tituló El estilo como asilo poético: lectura deleuziana y taxonómica de Los cuadernos del destierro de Rafael Cadenas[5]​, tutoreada por Rafael Castillo Zapata y con un jurado completado por la narradora y ensayista Gisela Kozak y la ensayista y poeta Gina Saraceni. Cursó también la Maestría de Estudios Literarios en la misma Universidad Central de Venezuela, con una investigación sobre la construcción del enemigo político a partir de herramientas de la ficción.

Vocado de orfandad[editar]

Archivo:Portada vocadodeorfandad copia.jpg
Portada de Vocado de orfandad (2008), con dibujo de Juan Calzadilla

Además de los textos contenidos en sus dos primeros libros, la poesía de Willy McKey se encuentra dispersa en diferentes formatos y publicaciones no tradicionales, tanto digitales como analógicas.

En la sexta entrega de una serie de entrevistas a autores jóvenes titulada Novísimos y publicada en 2008 por Papel Literario, el autor se refiere a Vocado de orfandad, su primer poemario, y explica su conformación de esta manera:

Me gusta ver Vocado de orfandad como un ejercicio de lectura que tiene una consecuencia en forma de poemario. Son, en primera instancia, apuntes poéticos sobre lectura de poesía, en específico poesía venezolana. Por eso la primera parte se llama Contagios, porque es el espacio de intoxicación poética (...), Mandamientos, que tiene mucho de presencia religiosa (...) como una voz que te ordena cuando escribes (...) y los poemas de Vivaques (que) son también sobre la relación con la poesía, pero desde otro punto de vista: todos los poemas que están ahí, menos uno, están dedicados a poetas que están escribiendo en los refugios, en los vivaques, porque ahí la poesía más que herencia es lugar»[6]

Sobre este mismo poemario, en el número 29 de la revista cultural catalana Guaraguao figura una reseña firmada por Eduardo Moga, en la sección dedicada a los nuevos títulos. Una cita del texto publicado en 2009:

Inquina y orfandad: condiciones, acaso constitutivas, de la condición humana, en las que McKey se sumerge; o que proclama, para purificarlas en el lenguaje, para que se disuelvan en la enunciación. La relación problemática con el Yo domina el poemario y lo inaugura: en su primer poema encontramos a una voz poética frente a un espejo vacío que se debate sobre los límites, el adentro y el afuera, de ese ser que se mira y se nombra.»[7]

Luego el poeta y ensayista venezolano Alfredo Chacón, en un breve texto crítico publicado en Papel Literario analiza este poemario junto a los también primeros libros de los poetas Miguel José Márquez Franco (1981) y Santiago Acosta (1983), siendo este último la yunta editorial de McKey en el proyecto hemerográfico El Salmón - Revista de Poesía, que publicó nueve entregas. Sobre Vocado de orfandad, dice Alfredo Chacón:

El impulso hacia el poema que lo singulariza se sostiene entre estos dos extremos inmanentes: "Hoy no pretendo salir de mí" y "Pasar la noche al raso del silencio: decir". Todo el libro es lo que sus poemas hacen acontecer dentro de este espacio hecho de límites y aperturas, como todo espacio, pero sobre todo el de la tierra en que nos hace habitar la poesía. Entre sus poemas hay por lo menos uno que dice esto de manera frontal y con firmeza tranquila: "Frente a un espejo/ vacío/ palabras/ vueltas/ hilo/ (surge de nuevo/ el sustituto)/ un trazo delicado/ nombra los límites,/ mis afueras./ Todo lo ajeno a esta figura altera/ temo su borde./ Mea culpa de todo el adentro»[8]

El Salmón - Revista de Poesía[editar]

El Salmón - Revista de Poesía fue un proyecto hemerográfico de crítica e investigación coeditado por Santiago Acosta y Willy McKey. Se autodefinía así:

El Salmón es una revista de poesía que tiene como objetivo principal la relectura y revaloración de lo que se entiende por tradición poética venezolana, mirando con especial atención aquellos temas y poetas que han quedado sepultados bajo los constantes olvidos de la crítica, las editoriales y la academia.»[9]

Su primera aparición se hizo de una manera atípica: la publicación de cinco artículos en el diario El Nacional durante noviembre de 2007. En ellos se discutió la situación actual de la poesía venezolana, a través de una lectura sintomática de los problemas responsables de una clara ausencia de espacios para la legitimación de la palabra poética. Dicha discusión conformó un conjunto de argumentos que agruparon como preámbulo hemerográfico y preparó el terreno[10]​ para la llegada de El Salmón - Revista de Poesía.

Se publicaron nueve de los diez números anunciados. Durante su Año I se editaron No. 1 Fluvial, No. 2 Vastedad y No. 3 Artefactos. Durante su Año II se editaron No. 4 Soldado, No. 5 Vulgar y No. 6 Desvarío. Fue el año en que recibieron el Premio Nacional del Libro en la mención hemerográfica, un proceso cuya postulación se hizo pública y marcó un hito significativo, ya que contó con el apoyo de escritores y figuras de la cultura que se identificaban como parte de los dos bandos de polarización política que se habían reflejado en Venezuela, en especial después del Golpe de Estado en Venezuela de 2002. En la versión digital de esa postulación puede corroborarse el apoyo de varias de esas figuras.'[11]​. Durante su Año III se editaron No. 7 Apocalipsis, No. 8 Trópico Uno y No. 9 En Haa. El décimo número de la revista, que fue anunciado como No. 10 Pasaporte y reseñaría la obra de poetas extranjeros que hicieron su vida literaria en Venezuela, no llegó a publicarse.

La última revisión pública del proyecto se hizo en la ya extinta Librería Lugar Común, el sábado 12 de enero de 2013. El encuentro se tituló ¿Y después de El Salmón qué?, fue moderado por la ensayista y poeta Gina Saraceni, estuvieron presentes tanto Santiago Acosta como Willy McKey y la invitación pública se hizo bajo estas premisas:

¿Qué tipo de alternativas editoriales pueden explorarse hoy en Venezuela para continuar debatiendo acerca del no-canon de la poesía venezolana? ¿Sigue existiendo la necesidad de explorar nuestro archivo poético? ¿Fue El Salmón (2007-2011) una aventura necesaria o una puerta equivocada?.»[12]

Necrohomenaje a la containerphilia[editar]

Entre las diferentes experiencias conceptualizadas por Willy McKey como una mezcla de performance, poesía y política, muchas llevadas a cabo entre 2007 y 2011 y firmadas de manera colectiva como El Salmón - Revista de Poesía, destaca la registrada por el académico Miguel Gomes, en el ensayo Umbrales, remediaciones y cultura material en la poesía venezolana contemporánea. Se trata de una acción de 2010 titulada Necrohomenaje a la containerphilia, llevada a cabo junto a Andrés Gonzalez Camino y, de nuevo, Santiago Acosta:

Una acción de arte realizada en 2010 por tres poetas jóvenes, Willy McKey, Santiago Acosta y Andrés González Camino —hijo de (Adriano) González León—, se inspira en una de las más famosas iniciativas de El Techo de la Ballena, titulada Homenaje a la necrofilia. Con motivo de una exposición de (Carlos) Contramaestre en 1962, los integrantes de El Techo desplegaron una campaña crítico-publicitaria que “llevó a cabo una de las primeras piezas performáticas venezolanas”, cuya intención primordial era evidenciar “las muertes por la violencia política, tomando como materiales huesos y visceras de animales y exhibiéndolos como gesto espinoso contra lo silenciado en los medios de comunicación”. Contramaestre, en efecto, buscó en mataderos los materiales de sus obras, lo que causó el escándalo necesario para que la Policía cerrara el homenaje por motivos de higiene. Lo que McKey, Acosta y González Camino realizan en 2010 es un Necromenaje a la containerphilia y el blanco al que se apunta es la corrupción e incompetencia que permitió que se pudrieran toneladas de alimentos importados en las instalaciones de la red de distribución del Gobierno Bolivariano, la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (PDVAL) —dependiente de la petrolera del Estado—, caso que coloquialmente se conoce en Venezuela como Pudreval. La puesta al día del legado ballenero tuvo variantes formales importantes: en un espacio cuadrado con un área de cuarenta metros cuadrados se dispusieron en el suelo cien bandejas con 250 gramos de carne cada una. A la izquierda, se proyectaba un texto que explicaba quién era Carlos Contramaestre y qué era El Techo de la Ballena. A la derecha había una silla de ruedas que perteneció a Alfredo Silva Estrada —poeta de obra muy intelectual y abstracta—, y dos patas de res que pendían de un nailon sobre los posapiés de la silla. Frente al texto proyectado había una cámara. Las personas que entraban debían leer ante ella un poema de Contramaestre, lo que les daba derecho a llevarse una bandeja de carne. Cada diez personas, se proyectaba la imagen de los recitantes encima de las bandejas. Esto hacía que la voz de aquellos grabados se colara en la de los nuevos recitantes, hasta que sumadas creaban un estruendo. Como explica McKey, los visitantes acababan “con una bandeja de carne gratis, pero sin saber bien qué hacer con ella”.»[13]

La acción fue revisada diez años después por críticos como Magdalena López, investigadora del Kellogg Institute for International Studies de la Universidad de Notre Dame y del Centro de Estudios Internacionales del Instituto Universitário de Lisboa, quien el 30 de marzo de 2020 publica en el portal Trópico Absoluto un estudio las experiencias cubana y venezolana como escenarios en los cuales ha sido posible evaluar la condición ambivalente de la carne en términos biopolíticos:

En el 2010 asistimos a la mayor pérdida de alimentos conocida en el país: se estima que entre 130 mil y 170 mil toneladas de comida guardadas en containers −principalmente huevos, leche y carne−, se pudrieron en diversos centros estales de distribución. Lo que se conoció como el escándalo de “Pudreval”, en alusión a los millonarios esquemas de corrupción de la empresa estatal PDVAL, llevó a que una nueva generación de escritores y artistas, organizase otra instalación, Necromenaje a la containerphilia, rememorando la de Contramaestre de 1962. Tal como aparece en el blog de Willy McKey, en una sala en penumbras: “se dispusieron más de cien bandejas de carne. Encima de estas bandejas reposaba un poema de Contramaestre: la acción poética consistía en leer el poema correspondiente a una cámara de video ubicada frente al texto de sala proyectado, a sabiendas que en pocos minutos ese video estaría reproduciéndose junto al de los otros asistentes a la acción poética en la pared principal de la sala. El pago de esta lectura era la bandeja de carne cruda, que era embolsada y obsequiada al lector.”

A diferencia del Homenaje a la necrofilia de los años sesenta, este necromenaje enfatizó el aspecto tanático de una política estatal cuyo resultado no era el consumo excesivo sino su restricción criminal. De allí que, en una dirección opuesta a la de los balleneros, la carne en esta exposición del 2010 no estaba destinada a alimentar a los gusanos, sino a las personas que asistieron a ella.

En el contexto chavista, el sacrificio nacionalista del socialismo se impone como carestía alejándose de los excesos de la democracia venezolana. El poder estatal instrumentalizó así formas disciplinarias a través del hambre.»[14]

Prodavinci[editar]

Sobre Prodavinci, se ha publicado en The Wall Street Journal que este portal se destaca por sus «análisis políticos serios».[15]​. Después de su creación en 2008, su fundador Ángel Alayón incorporó a Willy McKey como columnista[16]​, mientras se desempeñaba como director de la Sala Eugenio Montejo en la Biblioteca de Los Palos Grandes, en el municipio caraqueño Chacao. A los pocos meses, comenzó a fungir como editor adjunto, para luego pasar a ser el editor residente y ancla del segmento de radio en Circuito Éxitos. Actualmente es firma exclusiva del portal donde, además de crónicas, análisis, artículos y otros textos, suele escribir los obituarios del área cultural.

Paisajeno[editar]

Su segundo poemario, Paisajeno (2011), tuvo un desempeño distinto en el abordaje de los lectores. Además de haber sido el resultado de un proceso de autopublicación, en el cual el autor fue diagramador y editor, no se distribuyó en librerías ni espacios tradicionales, sino que cada ejemplar de la primera edición fue el resultado de un encuentro personal con el lector en bares y cafés de Caracas y otras ciudades de Venezuela, además de Ciudad de México, Guadalajara, Puebla, Barcelona, Madrid y Nueva York. Al respecto, dice el académico Miguel Gomes:

Una revisión cuidadosa de la historia venezolana que se entremezcla con la personal del hablante revela un talante crítico respecto del estentóreo patriotismo de los discursos estatales. La desacralización de la patria ensalzada por la oficialidad organiza el laberinto. Las profanaciones se consiguen con el movedizo neologismo del título —país ajeno; paisaje no (McKey, Paisajeno 20)— y con retazos flotantes de reflexión. Buena prueba la ofrece el juego con el referente once, repetido en poemas, materiales gráficos o videos. No cuesta percatarse de la imposibilidad de asignar acepciones a una palabra que parece reclamarlas. No basta con que captemos que se trata de un número español, una conjunción o un adverbio inglés y parte del nombre de una marca registrada (el Panqué Once-Once, que proustianamente conecta al personaje lírico con su infancia en la página 11 del libro). Más adelante, el once resurgirá, con la caída de un personaje desde un undécimo piso y lo que parece revelar el aura mágica de la palabra: “1980. Pude nacer once, ocho días antes de la licuefacción de la sangre de San Genaro” (14). Es decir: un indicador del nacimiento del sujeto poético vertebra este mundo de discursos.»[17]

De acuerdo con la edición de 2016, el libro está dividido en cuatro partes: Mal de abismo, Interjecciones, Kemo Sabe y No hay otro río. La tercera, Kemo Sabe, es un poema-cómic de apropiación que se presenta como un "hiper-poema infrarrealista"[18]​ y mezcla citas textuales del Primer Manifiesto Infrarrealista publicado por Roberto Bolaño en 1976 con citas gráficas de los dibujos de Timothy Truman para el guión de Joe R. Landale de El Llanero Solitario, concretamente el capítulo Se arrastra (1994). El poema ya había sido publicado sólo como texto en la revista literaria venezolana Babel un año antes[19]​.

El escritor catalán Jorge Carrión escribe en el prólogo a la edición española de 2016:

Hay que pensar desde otro lado. Desde la apertura del cerco. Dese la distancia que brindan Barcelona, Ciudad de México o Nueva York, mediante viajes o lecturas o gracias a vídeos de YouTube. Ir más allá del Ávila para regresar armado de argumentos, de estrategias retóricas, de imágenes, de versos. Porque Willy no se ha ido: ha escrito este libro desde el corazón del sistema literario y político venezolano. Lo veíamos ahí, en medio de la vorágine, hiperactivo, rodeado de soldados y activistas de uno y otro signo, y no podíamos sospechar que era capaz de estar, al mismo tiempo, cerca y lejos, propio y ajeno. El precio del libro es el del precio del barril: cambia cada día. La realidad es inestable. Pese a que el poeta podría haber accedido sin problemas a una editorial, el libro ha sido autoeditado y no está en las librerías, sino en la bolsa de Willy, que lo reparte manualmente, mediante el contacto directo, en cafés de la ciudad, en ferias literarias, en contactos propiciados por las redes sociales. La cultura también es inestable. Y el yo, que negocia su lugar físico y simbólico en la lucha cotidiana. Y que le roba tiempo al tiempo para construir, en su laboratorio, un platillo volante que no necesita despegar para inquietarnos con su fuerza centrípeta y centrífuga.»[20]

Otros textos poéticos[editar]

  • Pleistoceno: 18 cantos contra el petróleo (2015-2019)
  • Canto 14. Fragmento (2016)
  • Santa al vacío. Nuestra Señora del Jabillo[21]​ (2014)
  • Ciudad Jabillo (2013) «Versión del poema leída en la voz del propio autor, para un proyecto del percusionista venezolano Adolfo Herrera», 21.03.2018; acceso 19.03.2020</ref>
  • SANTO (a yoruba western). Fragmentos.[22]​ (2012)
  • CoMYK. Épica cuatricrómica (2013). Dos poemas: Ben (poema a La Mole)[23]​ y Reed (poema a Mr. Fantastic)[24]
  • Paisajeno (ExLibris, Caracas 2011 y reeditado en 2016[25]​ por EstoNoEsBerlín, en Madrid)
  • Megatherium not yet[26]​ (2009)
  • Vocado de orfandad (2008). Premio de Poesía Inédita Fundarte, 2007.

Teatro[editar]

Antologías y compilaciones que lo incluyen[editar]

Premios y reconocimientos[editar]

  • Premio mención Poesía de Fundarte 2007 por Vocado de orfandad
  • Premio de Poesía Joven Rafael Cadenas por Canto 14[27]
  • Premio Nacional del Libro 2010 por el proyecto hemerográfico El Salmón - Revista de Poesía[28]

Enlaces externos[editar]

  1. «Willy McKey», Banesco, 18.07.2017; acceso 19.02.2020
  2. «Prodavinci», 18.07.2017; acceso 19.02.2020
  3. «Acerca de Prodavinci». Prodavinci. 
  4. Nagel, Juan Cristóbal (2015). «An Online Refuge for Venezuela’s Intellectuals». Foreign Policy (en inglés). 
  5. «Los poetas del desvarío. Tensiones entre sentido y rostridad en la poesía venezolana del siglo XX» de Santiago Acosta en Investigaciones Literarias. Anuario IIL, no. 18 VI-II pp. 87-102 2010; acceso 08.01.2020
  6. «Entre la mudez y la palabra» en Papel Literario de El Nacional en Caracas, 16.02.2008; acceso 08.09.2019
  7. Reseña de Eduardo Moga para la revista catalana Guaraguao, republicada por bajo el título «Soledad y lenguaje» en Papel Literario de El Nacional en Caracas, 06.06.2009; acceso 08.09.2019
  8. Tres poetas nuevos y diversos de Alfredo Chacón para Papel Literario de El Nacional en Caracas, 06.02.2010; acceso 18.08.2019
  9. Un preámbulo hemerográfico; 13.01.2008
  10. Un preámbulo hemerográfico
  11. Postulación al Premio Nacional del Libro. Carta de El Salmón - Revista de Poesía, que compite en el renglón Revista Cultural que Difunda y Reseñe la Obra de Autores Venezolanos», del 17.03.2010; acceso 20.05.2020
  12. ¿Y después de El Salmón qué?'; 08.01.2013
  13. Umbrales, remediaciones y cultura material en la poesía venezolana contemporánea' de Miguel Gomes publicado por la Pontificia Universidad Javeriana en Cuadernos de Literatura, vol. XX, núm. 40, 2016; acceso 11.04.2020
  14. «De la carne y sus atributos. Carnofalogocentrismo en Cuba y Venezuela», por Magdalena López, 30.03.2020; acceso 19.05.2020
  15. Minaya, Ezequiel (2014). «Venezuela's Press Crackdown Stokes Growth of Online Media». The Wall Street Journal (en inglés). 
  16. «Willy McKey se incorpora a Prodavinci», 19.01.2010; acceso 21.03.2020
  17. Umbrales, remediaciones y cultura material en la poesía venezolana contemporánea' de Miguel Gomes publicado por la Pontificia Universidad Javeriana en Cuadernos de Literatura, vol. XX, núm. 40, 2016; acceso 11.04.2020
  18. Página 91 de la edición de Paisajeno de Willy McKey publicada por la editorial independiente madrileña EstoNoEsBerlín en 2016
  19. [Babel. Año XXII. No. 56. Caracas, 2010.
  20. Paisajeno: artefacto político y poético de Jorge Carrión. Prólogo a la edición de Paisajeno de Willy McKey publicada por la editorial independiente madrileña EstoNoEsBerlín en 2016
  21. «Experiencia poética digital del Oratorio de Nuestra Señora del Jabillo», 21.03.2018; acceso 19.03.2020
  22. «Experiencia poética digital del Oratorio de Nuestra Señora del Jabillo», 21.03.2018; acceso 19.03.2020
  23. CoMYK. Épica cuatricrómica (2013), 18.01.2013; acceso 22.03.2020
  24. «Experiencia poética digital del Oratorio de Nuestra Señora del Jabillo», 05.02.2013; acceso 22.03.2020
  25. «Edición española de Paisajeno», 21.03.2018; acceso 19.03.2020
  26. «Versión editada del poema Megatherium not yet en La Maja Desnuda», 21.03.2018; acceso 19.03.2020
  27. «Willy McKey gana Rafael Cadenas de Poesía Joven». Letralia. Consultado el 7 de diciembre de 2019. 
  28. «Premio Nacional del Libro». El Salmón - Revista de Poesía. Archivado desde el original el 23 de abril de 2010. Consultado el 7 de diciembre de 2009.