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Epioúsios[editar]

Papyrus 75 (Hanna 1): Epiousion en el evangelio de Lucas (c. 200 d. C.

Epioúsios (ἐπιούσιος) es un adjetivo griego utilizado en el versículo del Padrenuestro "Τὸν ἄρτον ἡμῶν τὸν ἐπιούσιον δὸς ἡμῖν σήμερον”. [1]​ Su significado es dudoso porque no aparece en ningún otro texto, y el interés del estudio de dicho significado desborda el ámbito académico y se reafirma en lo religioso.  

Como es una palabra del griego Koiné que se encuentra sólo en el Nuevo Testamento (aparece dos veces: en Mateo 6, 11 y en Lucas 11, 3) su interpretación se basa en el contexto y el análisis morfológico. Se traduce tradicionalmente como “de cada día”, aunque la mayoría de los especialistas rechaza dicha interpretación. Lo hacen,  entre otras razones, porque en todos los pasajes del Nuevo Testamento con la traducción “diario” o “de cada día”, se encuentra la palabra hemera (ἡμέρᾱ, ‘día'). [2]

La dificultad en traducir epioúsios se registra ya en el año 382 d. C.. San Jerónimo recibió entonces del Papa Dámaso I, el encargo de renovar y consolidar las distintas colecciones de textos bíblicos en vetus latina (“Latín antiguo”) que hasta entonces utilizaba la iglesia. Jerónimo lo hizo recurriendo a los originales en griego del Nuevo Testamento y traduciéndolos al latín de su época; traducción que vino a conocerse como La Vulgata. Para contextos idénticos de Mateo y Lucas —esto es, describiendo el Padrenuestro— Jerónimo tradujo epioúsios de dos formas diferentes; en Mateo 6, 11 como ‘supersubstancial’ (supersubstantialem) y en Lucas 11, 3 como ‘cotidiano’ (quotidianum).

El Catecismo de la Iglesia Católica [3]​ dice sobre ‘epiousion’: “Tomada en un sentido temporal, es una repetición pedagógica de “hoy” (cf Ex 16, 19-21) para confirmarnos en una confianza “sin reserva”. Tomada en un sentido cualitativo, significa lo necesario a la vida, y más ampliamente cualquier bien suficiente para la subsistencia (cf 1 Tm 6, 8). Tomada al pie de la letra (epiousion: “lo más esencial”), designa directamente el Pan de Vida, el Cuerpo de Cristo, “remedio de inmortalidad” (San Ignacio de Antioquía, Epistula ad Ephesios, 20, 2) sin el cual no tenemos la Vida en nosotros (cf Jn 6, 53-56) Finalmente, ligado a lo que precede, el sentido celestial es claro: este “día” es el del Señor, el del Festín del Reino, anticipado en la Eucaristía, en que pregustamos el Reino venidero.”

Ocurrencia y singularidad[editar]

En el Padrenuestro no hay otro adjetivo que epiousion. Es masculino, acusativo, singular, y se corresponde en género, número y caso con el nombre al que califica, ἄρτον, arton (pan).  Se encuentra ya en el Papiro Hanna 1 “Mater Verbi” (Madre de La Palabra), del siglo III --ver imagen anterior-- que es el testigo sobreviviente más antiguo de ciertos pasajes del Nuevo Testamento. [4]

En una glosa interlineal:

Τὸν   ἄρτον   ἡμῶν     τὸν   ἐπιούσιον   δὸς   ἡμῖν         σήμερον”

El       pan   nuestro     el    epiousion    da   nosotros     hoy

“Danos hoy nuestro pan epiousion

Según el Novum Testamentum Graece compendio de fuentes para las traducciones actuales del Nuevo Testamento, y norma para los trabajos académicos relacionados— ἐπιούσιος aparece sólo dos veces en la literatura; en Mateo 6, 11 y en Lucas 11, 3, como parte del Padrenuestro. También aparece en la Didaché como cita textual de Mateo.

Una nueva ocurrencia de ἐπιούσιος pareció descubrirse a principios del siglo XX, en un papiro egipcio del siglo V d. C [5]​. Contiene una lista de compra donde una palabra transcrita entonces como epiousios aparece junto a los nombres de varios alimentos. Se supuso que se utilizaba en el sentido de “suficiente para hoy”, “suficiente para mañana”, o “necesario”. Posteriormente se perdió la pista del papiro, que fue redescubierto en la Biblioteca Yale Beinecke en 1998 [6]​. En un nuevo examen del papiro se encontró “elaiou” (aceite), en lugar de “epiousios”. Además se corrigió la datación del papiro, que en lugar del siglo V d. C, procede del siglo primero o siglo segundo d. C.

Traducciones e interpretaciones[editar]

La traducción de epioúsios es un desafío excepcional por varias razones. No se encuentra en los documentos en griego antiguo conocidos, sino que aparece por primera vez en el Nuevo Testamento, por lo que pueden haberla compuesto los autores del mismo. Es importante advertir que el término epioúsios no solo aparece en el evangelio de Mateo, sino también en el de Lucas; lo que podría explicarse bien porque Lucas conoció el texto del evangelio de Mateo y lo siguió en ese punto, o bien porque epioúsios ya aparecía en un texto anterior en el cual se inspiraron ambos autores, o se utilizaba en la tradición oral de su época. [7]

Jesús no predicó el Padrenuestro en griego, sino en su idioma nativo (el arameo o el hebreo). No obstante, la opinión general es que el Nuevo Testamento se escribió originalmente en griego koiné, lo que introduce en la transmisión del texto la dificultad de la transición del arameo hablado, recibido de la tradición oral, al griego escrito. Es un verdadero desafío determinar el significado de cualquier palabra nueva que se introduzca en este proceso: al no poder utilizar referencias cruzadas hay que recurrir en primera instancia al análisis morfológico.

El análisis morfológico más extendido ve la combinación del prefijo ‘epi’ y la palabra polisémica ousía, aunque esa combinación no siga la forma griega habitual para construir palabras compuestas. Generalmente, la iota al final de la epi se perdería en una composición cuya segunda palabra comienza con una vocal, aunque esta no sea una regla absoluta: Jean Carmignac ha recopilado 26 palabras compuestas que no la cumplen [8]​ Alternativamente, la palabra puede analizarse como participio femenino de dos verbos diferentes. [9]

En resumen, los especialistas antiguos y modernos en textos bíblicos han propuesto diferentes traducciones para epioúsios. Incluso Jerónimo —el traductor más importante de la Biblia al latín— tradujo esta palabra —en un mismo contexto— de dos formas diferentes. Tampoco hay consenso hoy en día sobre su significado preciso. A continuación se revisan las principales alternativas de traducción:  

De cada día[editar]

Biblia Prealfonsí c. 1250, Mateo 6

En el idioma inglés, la traducción más común de epioúsios ha sido desde hace mucho tiempo daily, (equivalente a “diario”, “cotidiano” o “de cada día” en español). “Daily” se utiliza en la Biblia Tindale (siglo XVI), la versión King James (siglo XVII) y las versiones modernas en inglés más populares.

En el manuscrito E6 de El Escorial, correspondiente a una parte de la Biblia Prealfonsí (c. 1250), en Mateo 6, 11 se lee (ver imagen): “Nuestro pan cutidiano nos da oy.”

De la Biblia Alfonsina (General Estoria) que data de 1.280 [10]​, no nos ha llegado el texto correspondiente al evangelio de Mateo.

Martín de Lucena, c. 1400, Mateo 6

En el Nuevo Testamento de Francisco de Enzinas, de 1.543, se traduce la cuarta petición del Padrenuestro como “Da nos oy el pan nuestro quotidiano”.

En la traducción de Casiodoro de la Reina (1.569) (conocida como Biblia del Oso o Biblia Reina-Valera) la cuarta petición del Padrenuestro se traduce también como “Danos oy nueštro pan quotidiano”. La Biblia Reina-Valera fue prohibida en España por la Inquisición, que no permitió traducciones de la Biblia al español hasta finales del siglo XVIII. [11]

En la popular traducción bíblica de Petisco-Torres Amat (1.825) la cuarta petición se traduce como “Danos hoy el pan de cada día”. [12]​ Esta ha sido la fórmula empleada, con pequeñas variaciones, por muchas —si no todas— las ediciones posteriores del Nuevo Testamento en español.

Como ya se ha indicado al principio del presente artículo, La Vulgata es una traducción de la Biblia al latín realizada a finales del siglo IV por San Jerónimo a partir de los textos originales en hebreo y en griego. En ella, para traducir “epioúsiosJerónimo utilizó tanto “quotidianum” (Lucas 11,3) como “supersubstantialem” (Mateo 6, 11). La traducción quotidianum prevalece en el texto en latín de la misa Católico-Romana, aunque la misma liturgia siga en todo lo demás la versión del Padrenuestro en Mateo 6.

Algunos traductores han propuesto ligeras variaciones a “de cada día” por considerarlas más precisas. Así en el “Weymouth New Testament” (1903), la cuarta petición (Mateo 6, 11) se traduce como “give us to-day our bread for the day” (danos hoy nuestro pan para el día). Otra opción es ver en epioúsios una alusión a Éxodo 16,4, donde Dios promete dar cada día una porción de maná: “Mira, voy a hacer llover pan del cielo para vosotros. El pueblo saldrá todos los días a recoger la ración diaria” [13]​. Por analogía con Éxodo 16,4, el “Τὸν ἄρτον ἡμῶν τὸν ἐπιούσιον” de la cuarta petición del Padrenuestro en el evangelio de Mateo, podría ser un intento de traducir al griego una hipotética frase en arameo o hebreo, que contuviera “la ración diaria de nuestro pan”.

La palabra epiousei (ἐπιούσῃ) se encuentra en Hechos 7,26; 16,11; 20,15; 21,18; y 23,11. Se considera típicamente que significa “próximo” en el contexto de “el próximo día o noche” [14]​. Se ha sugerido que epioúsios es una versión masculinizada de epiousa [15]​.

Actualmente, la mayor parte de los expertos rechazan la traducción de epioúsios como “diario” o “de cada día”. Dicha acepción tiene sólo una conexión muy débil con cualquiera de las etimologías propuestas para epioúsios. Además en todos los restantes casos de “diario” o “de cada día” en el Nuevo Testamento se encuentra la palabra hemera (ἡμέρα, “día”), lo que no ocurre en este caso [16]​. Dado que hay otras palabras griegas que significan “diario” basadas en hemera, no parece razonable utilizar para el mismo fin una palabra tan extraña como epioúsios. Por otra parte, la traducción “de cada día” o “diario” es redundante con “hoy” o “este día” (σήμερον), término que deja suficientemente claro que el pan se pide  —cada día— para cada “hoy”.

Supersubstancial[editar]

En la Vulgata Jerónimo tradujo el término epioúsios de Mateo 6, 11 como supersubstantialem, acuñando una nueva palabra nunca vista en Latín [17]​. Tal interpretación se basa en el análisis del prefijo epi como super y ousia en el sentido de substancia. Como el latín carece de una forma gramatical para el substantivo “ser”, en la transliteración de epioúsios al latín se llega a “supersubstantialem

El término ousia era de gran relevancia en la Filosofía griega. Aristóteles lo emplea repetidamente en las Categorías [18]​ y en la Metafísica [19], en el sentido de “substancia” o “entidad”, según la traducción al español que se consulte. Al principio del capítulo 2º (1028b10) del libro VII de la Metafísica escribe Aristóteles: “Por otra parte, parece con total evidencia que el ser (substancia) corresponde a los cuerpos, por eso decimos que son (substancia) los animales y las plantas y sus partes, y los cuerpos naturales como el fuego, el agua la tierra y los demás de ese tipo..”. En el capítulo 4º del mismo libro (1029b0) se dice: “Hay acuerdo general en que ciertas realidades sensibles son (substancias)” [20]. Otras afirmaciones semejantes se encuentran en diversas partes de la citada obra.

A favor de supersubstancial[editar]

Agustín de Hipona, Cirilo de Jerusalén, Cipriano de Cartago y Juan Casiano interpretaron epioúsios como “supersubstancial[21][22]

En el códice Evangelios y Epístolas Paulinas de Martín de Lucena (c. 1400), se traduce Mateo 6, 11 como: " E nuestro pan sobre sustancial da nos oy".

La interpretación “supersubstancial” es seguida por algunas Biblias en inglés, como la Douay–Rheims —que es una traducción al inglés de la Vulgata— en la que se lee "give us this day our supersubstantial bread."

En 1979 la Santa Sede publicó la Nova Vulgata como la versión latina actual de la Iglesia Católica para su uso en el rito Romano contemporáneo. No es una reedición de la Vulgata histórica, sino un texto revisado con la intención de adaptarlo a las versiones críticas actuales de los textos textos hebreos y griegos y de seguir un estilo más próximo al latín clásico. La Nova Vulgata retiene la misma correspondencia de la Vulgata, para las traducciones de epioúsios en Mateo 6, 11 (supersubstantialem) y Lucas 11, 3 (quotidianum).

Supersubstancial como metáfora eucarística[editar]

El término “supersubstantialem” se ha conectado a menudo con la eucaristía. El pan necesario para la existencia es el pan de la comunión de la Última Cena. Para Eugene LaVerdiere (1996) [23]​ los redactores de los evangelios necesitaban una palabra para poder significar algo nuevo: comer el pan de la comunión en la Última Cena es un concepto nuevo que creó la necesidad de una nueva palabra.

Supersubstantialem fue la traducción al latín del epioúsios de Mateo durante muchos siglos después de Jerónimo e influyó en el ritual de la Iglesia. Fue la base para el argumento que la comunión debe ser diaria, propuesto por teólogos como Cipriano de Cartago [24]​. En la argumentación contra el Ultraquismo, el que sólo se mencione el pan en Mateo 6,11 justificó la práctica de dar a los laicos solo el pan de la eucaristía y no el vino.

Joseph A. Ratzinger (Benedicto XVI) escribe [25]​: “….los Padres de la Iglesia han interpretado casi unánimemente la cuarta petición del Padrenuestro como la petición de la Eucaristía”.

En contra de supersubstancial[editar]

Son destacados críticos de esta interpretación los estudiosos bíblicos Raymond E. Brown [26]​, Jean Carmignac  [27]​ y Nicholas Ayo [28]

Ninguna fuente conocida en arameo o del hebreo, los idiomas nativos de Jesús, permite traducir inversamente del griego la palabra epioúsios. Que se sepa, no hay en esos idiomas palabra alguna que equivalga a epioúsios, lo que no es extraño dada la dificultad que existe para determinar con certeza el significado de epioúsios en cualquiera de las lenguas conocidas. [29]

M. Eugene Boring, teólogo protestante de la Texas Christian University, sostiene que la práctica eucarística se desarrolló posteriormente a la redacción del evangelio de Mateo, y que este evangelista no parece tener interés en la eucaristía ni conocimiento de la misma [30]​. De la misma opinión es Craig Blomberg, también experto en el Nuevo Testamento, quien sostiene “(estos) conceptos no existían cuando Jesús pronunció originalmente su oración, y no podían por consiguiente ser parte del significado original[31]​. A este punto de vista, cabe objetarle que se sustenta en la hipótesis oculta que Jesús tenía una naturaleza exclusivamente humana y puramente material, y que por ello su mensaje estaba estrictamente dirigido a su entorno geográfico y a su tiempo.

Necesario para la existencia[editar]

Orígenes, (c. 184-c. 253), que era de habla griega, consideró epioúsios como un neologismo. Opinaba que el el significado mas probable para “pan epiousion” es “pan necesario para la existencia”, relacionándolo con la acepción verbal “ser” de ousía [32]​.

George Ricker Berry tradujo en 1.987 la palabra epioúsios simplemente como “necesario”. La filósofa Raïsa Maritain escribió que en la década de los 1940 la traducción “necesario” era la preferida de los expertos. Ella coincidía con Teodoro de Mopsuestia en traducir el versículo como “el pan que necesitamos”, expresión suficientemente vaga para abarcar los tres significados posibles etimológicamente: (1) literal —-el “pan de mañana o el pan del día de hoy”—, (2) analógico —el “pan necesario para la subsistencia”—, y (3) espiritual/mística —el “pan que está sobre toda substancia” (i. e. supersubstancial). [33]

Joseph Fitzmyer traduce el versículo como “danos este día nuestro pan para la subsistencia”. Lo justifica con las versiones targumicas [34]​ de Proverbios 30, 8 al arameo.

Ocurre con esta interpretación lo mismo que con “de cada día”: que hay en el griego  koiné palabras bien conocidas que podrían haberse utilizado, sin necesidad de componer una nueva. [35]

Para el futuro[editar]

Actualmente la traducción que prefiere la mayoría de los expertos es “para el futuro”. [36]

Entre los primeros proponentes de esta traducción están Cirilo de Alejandría y Pedro de Laodicea, que relacionaban epioúsios con el verbo epienai : “de mañana”. [37][38]​ Según el teólogo judío Herbert Basser, San Jerónimo tomó nota en su comentario a Mateo, que el Evangelio de los Hebreos utiliza en el mismo versículo el término ma[h]jar (para mañana), aunque él desechara finalmente esa interpretación. [39]​ El médico y teólogo luterano Albert Schweitzer reintrodujo esta traducción —en referencia al uso del término epiousei en Hechos 7, 26 [40]​.

Raymond E. Brown sostiene que antiguas fuentes coptas —en Bohairico y Sahidico—  apoyan la citada interpretación y añade que todos las frases restantes del Padrenuestro son escatológicas, por lo que sería incongruente que la cuarta petición consistiera en una prosaica petición de pan como comida. [41]

La interpretación “pan para el futuro” permite otras traducciones relacionadas, como “pan para mañana” y “pan para el próximo día”. Y se puede interpretar no solo literalmente, sino como una petición escatológica. Así, Joseph A. Ratzinger escribe [42]​: “La referencia al futuro sería más comprensible si se pidiera el pan realmente futuro: el verdadero maná de Dios. Entonces sería una petición escatológica. Algunas traducciones antiguas apuntan en esa dirección , como la Vulgata de san Jerónimo, por ejemplo”.

El teólogo católico Brant Pitre reconoce que la interpretación “para el futuro” tiene el apoyo de la mayoría de los expertos actuales, pero no el de los interpretes cristianos antiguos [43]​, añade que en el griego antiguo existe la forma adjetival “para mañana”, αὔριον en Mateo 6, 34, que podría haberse utilizado en lugar del uso singular de ἐπιούσιον. [44]

Otro problema potencial de la traducción “para el futuro”, es que si se interpreta literalmente introduce una contradicción en el relato evangélico. En Mateo 6, 31 y 6, 32 —tan solo veinte versículos después de la cuarta petición del Padrenuestro— Jesús dice a sus seguidores [45]​ “No os inquietéis diciendo: ‘¿qué comeremos?’ o '¿qué beberemos?’ ….Por todas esas cosas se afanan los paganos. Vuestro Padre celestial ya sabe que las necesitáis”. En el versículo siguiente, Jesús pone las necesidades materiales en segundo lugar: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura”; y por último en Mateo 6, 34, donde se lee “..no os inquietéis por el día de mañana, que el mañana traerá su inquietud. A cada día le bastan sus problemas”. Sin embargo los investigadores W. D. Davies y Dale Allison, no ven tal contradicción puesto que interpretan que la razón por la que la persona piadosa no tiene que preocuparse por sus necesidades materiales, es porque se las pide a Dios. [46]

Que no se acaba[editar]

Kenneth E. Bailey, profesor de teología y de lingüística, propone como traducción correcta “danos hoy el pan que no se acaba”. [47]​ Las versiones siríacas del Nuevo Testamento destacan entre las primeras traducciones del Evangelio desde el griego koine. Realizadas alrededor del año 170, sus traductores estaban relativamente próximos al tiempo evangélico y además el idioma siríaco se asemeja al arameo que hablaba Jesús.  La proximidad de los traductores siríacos a Jesus, en tiempo y en idioma, les facilitaría  la intuición de los significados originales. En siríaco epioúsios  se tradujo como ameno, que significa duradero, perpetuo, constante, fiable, incesante, sin fin, o siempre.

Cabe objetar a la traducción “que no se acaba” —lo mismo que a “de cada día” y a “necesario para la existencia”— que hay en el griego koiné palabras bien conocidas que podrían haberse utilizado, sin necesidad de componer una nueva.

Abundante[editar]

El erudito luterano Douglas E. Oakman indica [48]​que en la literatura contemporánea ousía puede significar “substancia”, pero tiene también el significado de “gran patrimonio”. Añade que epioúsios, como palabra afín a perioúsios, podría significar “de sobra” o “abundante” y propone como interpretación “danos hoy pan en abundancia”. También señala que fuentes contemporáneas traducen ousía como patrimonio real o imperial y propone como sentido original de la cuarta petición: “danos la ración de pan real para hoy”.

Que le corresponde[editar]

Davies y Allison sostienen que el versículo se ha traducido también como “danos este día el pan que le corresponde", aunque admiten que esta interpretación tiene poca aceptación entre los expertos modernos. [49]


  1. Transliteración: Tòn árton hēmôn tòn epioúsion dòs hēmîn sḗmeron
  2. Mateo 20:2, Lucas 9:23, Hechos 6:1, Hechos 17:11, Hechos 17:17, Hechos 19:9, 2 Corintios 11:28, Hebreos 3:13, Hebreos 10:11
  3. Catecismo de la Iglesia Católica, Aprobado en la Carta Apostólica ‘Laetamur Magnopere’, el 15/08/1997. Cuarta Parte, Segunda sección, artículo 3, IV, 2837.
  4. «Imágen de la Izquierda, línea 9, Papiro Hanna 1». 
  5. Preisigke, F. Sammelbuch griechischer Urkunden aus Ägypten 1.5224:20  
  6. «Discussion on the B-Greek mailing list». 
  7. «Evangelio». 
  8. Theological Lexicon of the New Testament. Hendrickson. 1994. ISBN 978-1-56563-035-2
  9. Nolland, John (24 April 2018). Luke 9:21-18:34, Volume 35B. ISBN 9780310588566
  10. «Biblias romanceadas». 
  11. «Bible translations into Spanish». 
  12. Sagrada Biblia: Edición Popular Católica, Traducción del P. José Miguel Petisco S.J. Versión Kindle , p.1904
  13. La Santa Biblia, Evaristo Martín Nieto, 1.989, ISBN 84-285-1275-2, Ediciones Paulinas, 3ª Edición, Exodo 16:4
  14. Strong’s Greek: 1966. ἐπιούσα (Epiousa) —following, next”
  15. Meyer, Ben (2009). The Early Christians: Their World Mission & Self-Discovery. Eugene, Oregon, USA: Wipf and Stock. pp. 20–21. ISBN 978-1606083703.
  16. Mateo 20:2, Lucas 9:23, Hechos 6:1, Hechos 17:11, Hechos 17:17, Hechos 19:9, 2 Corintios 11:28, Hebreos 3:13, Hebreos 10:11
  17. Pitre, Brant (23 November 2015). Jesus and the Last Supper. Wm. B. Eerdmans Publishing. p. 172. ISBN 978-1-4674-4404-0
  18. Marc Cohen – Aristotle’s Metaphysic – Stanford Encyclopedia of Philosophy, Capítulo 2: The Categories
  19. Aristóteles – Metafísica.-Tomás Calvo Martínez. Ed. Gredos (2.003). ISBN 84-249-1666-2
  20. Aristóteles – Metafísica.-Tomás Calvo Martínez. Ed. Gredos (2.003). En esta cita, se ha sustituido el término original “entidad” por “(substancia)”, por coherencia con la traducción de ousia seguida tanto en el presente artículo como en la mayoría de las traducciones de la Metafísica.
  21. Ayo, Nicholas (2002). The Lord's Prayer: A Survey Theological and Literary. Rowman & Littlefield. p. 59. ISBN 978-0-7425-1453-9.
  22. Pitre, Brant, (23 November 2015), op. cit. p. 159
  23. LaVerdiere, Eugene (1996). The Eucharist in the New Testament and the Early Church. Liturgical Press. p. 9. ISBN 978-0-8146-6152-9
  24. Luz, Ulrich. Matthew 1-7 A Continental Commentary. 1992. pg. 381
  25. Ratzinger, Joseph A. “Jesús de Nazaret”, p. 190, La Esfera de los Libros, 2007, ISBN 978-84-9734-636-8
  26. Brown, Raymond E. "The Pater Noster as an Eschatological Prayer." Theological Studies 1961
  27. Carmignac, Jean, (1969). Recherches sur le "Notre Père.". Letouzey & Ané.
  28. Ayo, Nicholas (2002). The Lord's Prayer: A Survey Theological and Literary. Rowman & Littlefield. p. 59. ISBN 978-0-7425-1453-9.
  29. Pitre, Brant (23 November 2015), op. cit. p.172
  30. Boring, Eugene "Gospel of Matthew." The New Interpreter's Bible, volume 8 Abingdon, 1995
  31. Blomberg, Craig L. (5 March 2015). Neither Poverty nor Riches: A Biblical Theology of Possessions. InterVarsity Press. p. 131. “…concepts had yet to be introduced when Jesus gave his original prayer and therefore could not have been part of his original meaning.” ISBN 978-0-8308-9933-3.
  32. Brown, Colin (1975). The New International Dictionary of New Testament Theology. Zondervan Publishing House. p. 251. ISBN 978-0-310-33230-5.
  33. Maritain, Raïsa. Notes on the Lord’s Prayer, Capítulo III, 4. Descargado el 31 de Diciembre de 2022
  34. Trevijano, Ramón. Orígenes del Cristianismo, Plenitudo Temporis, Publicaciones Universidad Pontificia de Salamanca, Capítulo V, pp. 153-157, ISBN 84-7299-338-8
  35. Luz, Ulrich. Matthew 1-7 A Continental Commentary. 1992. pg. 381
  36. Pitre, Brant 2015, op. cit.  p. 175
  37. Maritain, Raïsa. op. cit.
  38. Oakman, Douglas E. (1 January 2008). Jesus and the Peasants Wipf and Stock Publishers. p. 217. ISBN 978-1-59752-275-5
  39. Basser, Herbert y Cohen, Marsha B. (13 March 2015). The Gospel of Matthew and Judaic Traditions: A Relevance-based Commentary. BRILL. p. 185. ISBN 978-90-04-29178-2.
  40. Aune, David Edward.  (2013). Jesus, Gospel Tradition and Paul in the Context of Jewish and Greco-Roman Antiquity: Collected Essays II. Mohr Siebeck. p. 88. ISBN 978-3-16-152315-1.
  41. Brown, Raymond E. (1 May 1961). "The Pater Noster as an Eschatological Prayer". Theological Studies. 22 (2): 175–208. doi:10.1177/004056396102200201. S2CID 170976178.
  42. Ratzinger, Joseph A; 2007, op. cit. pp. 189-190,
  43. Pitre 2015, op. cit. p. 175.
  44. "The New American Bible - IntraText Concordances: "tomorrow"".
  45. La Santa Biblia,1.989, op. cit. p. 1.410
  46. Davies, William David y Allison(Jr.), Dale C. (1988). Matthew. Clark. p. 608. ISBN 9780567094810.
  47. Bailey, Kenneth E. (20 August 2009). Jesus Through Middle Eastern Eyes: Cultural Studies in the Gospels. InterVarsity Press. p. 120. ISBN 978-0-8308-7585-6.
  48. Oakman, Douglas E. (30 April 2015). Jesus, Debt, and the Lord's Prayer: First-Century Debt and Jesus' Intentions. James Clarke & Co. p. 64. ISBN 978-0-227-17529-3.
  49. Davies, William David y Allison(Jr.), Dale C. (1988). op. cit.