Usuario:Las Pokacosa

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Clasificación de Psicologia[editar]

Trastorno depresivo mayor, episodio único o recidivante También conocida como depresión mayor, depresión unipolar o depresión clínica, se da en el paciente que tiene uno o más episodios depresivos mayores. Si el episodio es único, el diagnóstico es trastorno depresivo mayor de episodio único, mientras si ha habido más de un episodio, se diagnostica trastorno depresivo mayor recurrente. El término depresión unipolar se opone al de depresión bipolar o trastorno maníaco-depresivo, e indica que el estado de ánimo se mantiene en un solo polo emocional, sin existencia de períodos de manía. Los criterios que establecen tanto el DSM-IV como el CIE-10 para el trastorno depresivo mayor son:[1]

  • Criterio A: La presencia de por lo menos cinco de los síntomas siguientes, durante al menos dos semanas:
  • Criterio C: El cuadro repercute negativamente en la esfera social, laboral o en otras áreas vitales del paciente.
  • Criterio D: Los síntomas no se explican por el consumo de sustancias tóxicas o medicamentos, ni tampoco por una patología orgánica.
  • Criterio E: No se explica por una reacción de duelo ante la pérdida de una persona importante para el paciente.

Trastorno distímico[editar]

Los criterios para este tipo de trastorno depresivo son:

  • Criterio A: Situación anímica crónicamente depresiva o triste durante la mayor parte del día y durante la mayor parte de los días, durante un mínimo de dos años.
  • Criterio B: Deben aparecer dos o más de estos síntomas:
    • Variaciones del apetito (trastornos en la alimentación)
    • Insomnio o hipersomnio (es decir, dificultades para descansar, ya sea porque se duerme menos de lo que se acostumbraba o porque se duerme más; véanse los trastornos en el dormir)
    • Astenia
    • Baja autoestima
    • Pérdida de la capacidad de concentración
    • Sentimiento recurrente de desánimo o desesperanza
  • Criterio C: Si hay periodos libres de los síntomas señalados en A y B durante los dos años requeridos, no constituyen más de dos meses seguidos.
  • Criterio D: No existen antecedentes de episodios depresivos mayores durante los dos primeros años de la enfermedad. Si antes de la aparición de la distimia se dio un episodio depresivo mayor, éste tendría que haber remitido por completo, con un periodo posterior al mismo, mayor de dos meses, libre de síntomas, antes del inicio de la distimia propiamente dicha.
  • Criterio E: No existen antecedentes de episodios maníacos, hipomaniacos o mixtos, ni se presentan tampoco los criterios para un trastorno bipolar.
  • Criterio G: No hay criterios de enfermedades orgánicas.
  • Criterio H: Los síntomas originan malestar y deterioro de las capacidades sociales, laborales o en otras áreas del funcionamiento del paciente.

Causas La depresión puede ser una respuesta a muchas situaciones y factores de estrés en los adolescentes. En ellos, el estado anímico depresivo es común debido a: El proceso normal de maduración y el estrés que se presenta con éste. La influencia de las hormonas sexuales. Los conflictos de independencia con los padres. También puede ser una reacción a un suceso perturbador, como: La muerte de un amigo o pariente. La ruptura con la novia o novio. El fracaso en la escuela. Facebook podría causar deprecion en los adolecentes existen aspectos únicos de Facebook que podrían convertirlo en un ambiente de socialización particularmente difícil de transitar para adolescentes con problemas de autoestima. Las páginas de Facebook pueden hacer que los chicos se sientan incluso peor si éstos creen que no están a al altura de sus amigos debido al número de visitas, mensajes actualizados y fotos de personas felices que la están pasando muy bien.

Cuidado! La depresión constante Puede llevar a pensar en quitarse la vida en los adolescentes

¿Llora, se aísla, no habla? Para los adolescentes, existen problemáticas que pueden llevarlos a experimentar diversas situaciones, entre ellas la depresión, que a su vez, puede llevarlos, incluso, a pensar en quitarse la vida. Esto no quiere decir que todos los problemas o dificultades que vivan sean causas de suicidio. Sin embargo, pueden ser situaciones que los trastornen al punto de pensar en él, sobre todo, si en un breve periodo de tiempo sufren la suma de situaciones adversas, conflictivas o traumáticas. Algunas de estas situaciones pueden ser: • Embarazo no deseado. • Adicción a las drogas. • Víctimas de abuso sexual o físico. • Fallecimiento de un amigo cercano o un miembro de la familia. • Rompimiento con la pareja. • Víctimas de violencia familiar y/o de pareja. • Bajo rendimiento escolar. • Cuando no pueden estudiar en la escuela de su preferencia. • Cuando no encuentran trabajo. Hablar con algún familiar o amigo puede dar alivio a quien padece un problema que piensa sin solución. Para algunas personas, es más fácil hablar con alguien que no los conoce; para esto existen centros de atención que cuentan con profesionales, quienes ofrecen apoyo a personas en crisis. Lo importante es pedir ayuda y hablar acerca de lo que sucede, para tratar de encontrar la solución. Existen signos y advertencias que avisan que un joven piensa en el suicidio. Algunas de las señales son verbales como: “ya nada me importa”; “no encuentro la salida a esto”; “no puedo seguir adelante”; o “prefiero morir que vivir así”. Todos los comentarios que denoten tristeza, ansiedad o soledad, hay que escucharlos sin el prejuicio de amenaza, por el contrario, hay que asumirlos como un aviso. Es recomendable poner atención a otras señales como: • Irritabilidad constante. • Aislamiento. • Trastornos en el sueño. • Pérdida o ganancia notable de peso en poco tiempo. • Tristeza y llanto constante. Depresión que dure más de 1 mes. • Repentinos cambios de ánimo. • Comentarios frecuentes alrededor de la muerte y/o suicidio. • Regalar objetos personales con un alto valor estimativo sin razón alguna. • Cuando dejan de tener una rutina y dejan de asistir a la escuela o al trabajo. No hay problemas menores o pequeños cuando no se encuentra apoyo, solución y alivio. Cuando creen que todo está perdido y que no hay más opción que quitarse la vida, los regaños y los gritos no funcionan. Hay que buscar que la persona platique lo que le sucede, garantizarle que será escuchado sin juicios y con respeto. Quien se encuentra en una situación de crisis, necesita a alguien que lo escuche con interés y atención, no que aproveche la situación para hacer valer su autoridad por medio de sermones, castigos o insultos. En el momento que un adolescente decide compartir lo que le sucede es importante evitar que sienta rechazo o lástima por su condición. No es suficiente decirles “todo saldrá bien”, “ya verás como mañana ves mejor las cosas”, “échale ganas” o “arriba ese ánimo”. Hay que pedir ayuda profesional, no dejarlo solo y hacerle saber que siempre hay una solución y que la pueden buscar juntos. Muchos adolescentes piensan en el suicidio es como la única opción para poner fin a lo que padecen. El tiempo, pero sobre todo el amor, son factores importantes y decisivos; no hay amenazas sólo advertencias.

  1. American Psychiatry Association (1994). DSM-IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. 3a. ed. Washington: APA.