Usuario:Marsilio/Maria

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Apariciones de María[editar]

Virgen de Guadalupe (siglo XVI) Basílica de Guadalupe, México

Las llamadas "apariciones" o manifestaciones de la Virgen María son fenómenos que aparentemente suceden a lo largo de la historia de la Iglesia, sobre todo durante el siglo XX. La Iglesia Católica ha reconocido muy pocas, y aún éstas son consideradas "revelaciones privadas", dejando a los fieles en libertad de creer en ellas o no.

La primera es la de la Virgen del Pilar al Apóstol Santiago en Zaragoza, en torno al año 40 d. C. Luego aparece la Virgen del Carmen a través de San Simón Stock. En la Edad Media aparece en Puy. Aproximadamente en 1400 se aparece bajo la advocación de Virgen de la Candelaria a dos pastores guanches en Canarias, España. En el siglo XVI la aparición a San Juan Diego en México bajo el nombre de Guadalupe, la llamada Virgen del huerto se le apareció al joven Sebastian descalzo (en la mitad del siglo del 1700). En el siglo XIX aparece en La Salette a los pastores Melanie Calvat y Maximin Giraud (1846), en Lourdes (1858) a Santa Bernadette Soubirous y en Fátima (1917) a los pastorcitos Lucía dos Santos y Francisco y Jacinta Marto, también el 13 de julio de 1945 se le aparece a Pierina Gilli en Montichiari, Italia, llamándose Maria Rosa mística.

Otro ejemplo lo encontramos con las apariciones en la región de la ex Yugoslavia, en el pueblo de Medugorie en Citluk, Bosnia y Herzegovina, donde 6 niños, desde el día 24 de junio de 1981, aseguran que se les aparece la virgen (o como ellos le llaman en su lengua "gospa") de manera frecuente y donde actualmente los videntes - hoy ya adultos - dicen que continuan teniendo las visitas. A pesar de ser la aparición moderna más famosa no tiene aprobación eclesiástica.

Prácticamente cada santuario mariano tiene como origen una revelación o un fenómeno extraordinario vinculado a María. La actitud de la Iglesia Católica ante estos fenómenos ha oscilado entre la aceptación, luego de un proceso de investigación y análisis intenso del caso, o de rechazo. Muchas apariciones, especialmente sucedidas en el siglo XX, no cuentan aún con este veredicto formal. Benedicto XV fijó las normas a seguir para estudiar estos casos, en los que participa también la ciencia.

La era de la aceptación fácil de las mariofanías en la Iglesia finalizó aproximadamente con la era de las grandes madres espirituales, como Santa Gertrudis y Santa Matilde. A partir del siglo XIV, la teología se hace mucho más racionalista y se construye, sobre todo desde la obra de Jean de Gerson (s. XIV), la opinión dominante muy restrictiva en la práctica eclesiástica, cuyo máximo ejemplo negativo será la condena a Juana de Arco.

La praxis de los favorecidos con las mariofanías, incluidos fundadores de órdenes religiosas, ha sido el secretismo de las supuestas comunicaciones de María, por temor al malentendido y el miedo a que la obra de fundación se viera perjudicada.

Los contrarios a las mariofanías las asocian a movimientos marginales en la Iglesia, a expresiones excesivas de la piedad popular o incluso a alucinaciones colectivas, y desde fuera de la Iglesia se las atribuye a veces a manipulaciones de la ignorancia popular por los eclesiásticos o por los mismos Gobiernos.