Usuario:Mcapdevila/Aliment

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Tres bótes francesas con aros de madera. De 228, 114 y 57 litros, respectivamente. Las bótes eran los sistema tradicional de llevar agua en un barco.
Muestra de galleta marina (bizcocho) de cerca de 1852, conservada al Museo de Kronborg (Dinamarca).

La alimentación en los barcos hace referencia a los víveres, enseres de cocina, combustible y accesorios relacionados que permiten las comidas de la tripulación en los viajes largos. Desde los orígenes de la navegación hasta épocas relativamente recientes (inicios del siglo XX concretamente), en las singladures largas la alimentación había que considerarla precaria, insuficiente e inadecuada. Con muchos ejemplos documentados de tripulaciones diezmadas por el hambre y la sed.

Agua potable[editar]

El agua potable es el elemento más importante para la supervivencia de la tripulación. (Veáis artículo principal).

Víveres[editar]

Los barcos clásicos tenían que navegar con una cantidad de alimentos relativamente reducida y con sistemas de almacenamiento técnicamente limitados. Había que usar víveres que se pudieran conservar (moderadamente) bien sin precauciones especiales: bizcocho, carne salada, pez salado, legumbres, queso, óleo, vinagre, vino, aiguardent,...

Escorbut[editar]

El escorbut es una dolencia provocada por una alimentación deficiente. Hay relatos antiguos de navegantes y misioneros que hablan de plantas de territorios explorados y colonizados que curaban los marineros enfermos que comían. Se trata de una alimentación curativa.

  • 1536. El amerindi iroquès Domagaya enseñó un remedio contra el escorbut a Jacques Cartier. A partir del árbol que los iroquesos denominaban “anneda” o “annedda”, en francés “épinette blanche”.[1]
  • 1603. Sebastián Vizcaino. Describió las propiedades curatives de “una frutilla que llaman Xocohuitzles”.[2][3]
  • 1767. El padre Miguel Venegas S.I. mencionaba las propiedades curatives de la planta pita-haya o pitahaya. La dolencia es citada como “escorbuto”, “mal de Loanda” o “vervén”.
  • 1772. James Lind menciona la “scurvy-grass”.

Combustible[editar]

Algunos víveres hace falta que sean cocinados. En otros casos, poder guisar o hacer sopas calientes mejora la calidad de la rutina alimentaria en un barco. Para cocinar se necesita un combustible.

Leña[editar]

Durante siglos la leña fue el combustible básico e imprescindible para cocinar a bordo de los barcos. Se trataba de un producto relativamente económico (cuando se cargaba al puerto de salida del barco) y que se podía conseguir, a veces, de forma sencilla y gratuita en ruta haciendo una escala a tierra firme. Los inconvenientes de la leña eran muchos: ocupaba mucho de espacio en un barco, hacía humo y su rendimiento era muy bajo (El fogón estaba dispuesto al aire libre y expuesto a los vientos. Las ollas y otros enseres a menudo estaban alejados de la fuente de calor).

  • Un hogar de fuego, o un fogón de barco, que queme leña produce brasas que pueden aprovecharse para cocinar. Las brasas no consumidas pueden ser apagadas y aprovechadas posteriormente. Un fuego de leña puede ser una manera de producir carbón vegetal complementario in situ. Este sistema era practicado por mucho panaderos y en muchos hogares familiares.

Cocinar con leña en la actualidad[editar]

El problema de cocinar con leña en los barcos antiguos se asemeja mucho al problema de cocinar con leña en la actualidad. Más de 3.000 millones de personas cocinan con leña. A menudo con hogares de fuego ineficientes o fogones poco eficientes. El simple hecho de comer caliente supone un grave problema de deforestación.

Carbón vegetal[editar]

Los fogones de carbón vegetal portátiles eran conocidos por todas partes en la antigüedad. En Egipto, en Grecia, a Roma,… El carbón vegetal es más caro que la leña, pero su rendimiento es (o puede ser) superior al de esta si se usa un fogón adecuado. El volumen de almacenamiento es inferior al de la leña.

  • Acumulado en grandes cantidades en la bodega de un barco puede encenderse por combustión espontánea.

No está documentado el uso probable de fogones de carbón vegetal en barcos antiguos para cocinar. Su utilización en fogones de barcos fue significativa a partir del siglo XIX. Otros tipos de carbón (carbón de coque, carbón mineral,…) tuvieron una importancia parecida para cocinar, antes de los barcos de vapor.

Fogones[editar]

vínculo=https://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:MuseAcrotiriItem160-6648-1.jpg|miniaturadeimagen|220x220px|Fogón-horno griego de barro portátil. Siglo XVII aC. vínculo=https://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:Edo_personal_stove02.JPG|miniaturadeimagen|220x220px|Shichirin. Fogón portátil japonés, para carbón vegetal, del periodo Edo. Museo Fukagawa Edo. El fogón, en los barcos, tiene el mismo significado que en tierra firme. Se trata de un fogar que permite hacer fuego, quemando un combustible adecuado, dispuesto para recibir varias vasijas para cocinar. Durante siglos, los fogones marinos iban asociados a la movilidad. Se @tractar dispositivos muebles, más o menos portátiles, que reposaban sobre la cubierta del barco. (En uno de los diccionarios de referencia se identifica “fogón de barca” con una “cocina portátil”). Hay fogones y hornos portátiles, de barro, conservados de la época de la Grecia clásica.

  • En época medieval y posteriores hay muchos ejemplos de fogones para el hogar portátiles. Como equipamiento único o auxiliar en las cocinas.
  • La fijación era muy importante. Los fogones tenían que ir muy firmes sobre el barco. De manera a resistir los vientos fuertes o eventuales golpes de mar sobre cubierta.
    • Hay documentados casos de fogones arrancados por vientos huracanados.
  • La misma presencia de los fogones y del fuego en barcos de madera era un peligro constante y muy conocido. En barcos de una cierta importancia, con tripulaciones sometidas a una disciplina, el fogón se apagaba a la puesta de sol y no se volvía a encender hasta el amanecer.
  • El fogón podía adoptar formas diversas. Los fogones más grandes iban sobre una plancha metálica que los separaba de la cubierta de madera y sobre una capa gruesa de arena para aislar el calor del fuego. Además del cocinero y los ayudantes (o de tripulantes autorizados a cocinar personalmente su comida o lo otras personas) había un responsable de vigilar la contención del fuego. Como medida de seguridad adicional había un par de cubos llenos de arena para apagar eventuales incendios provocados cerca del fogón.
  • Generalmente los fogones iban cubiertos por un entoldado y protegidos del viento por una pantalla o pantallas adaptables.

Ubicación[editar]

La posición que ocupaba el fogón dependía del tipo de barco considerado.

  • El fogón de una galera de los siglos XVI- XVII estaba situado a la banda de babor (izquierda) y ocupaba el espacio de un remo. Así, una galera de 51 remos armaba 25 remos a babor y 26 a estribor. En cuanto a la situación longitudinal iba situado a proa del árbol maestro o mayor. Algunos documentos indican las dimensiones de la caja del fogón: 8 x 4 pies y 8 pulgadas de estatura. La caja estaba hecha con tablones de madera de encina de 2 pulgadas de grueso y llena de tierra (“argile” en el original francés, un manuscrito de 1619).

Casos de mal tiempo[editar]

Cuando las condiciones de navegación eran demasiado malas, por mar (olas) o vientos excesivos, el fogón no se encendía. A veces durante muchos días. No se podía cocinar y había que comer frío.

Modelos diversos de fogones[editar]

Raciones[editar]

Desde el primer día de navegación las cantidades de agua y víveres estaban limitadas y determinadas para cada tripulante, formando el que se denominaba “ración”. La persona a cargo de distribuir y velar sobre los víveres era “el escrivà de ración” (en época medieval y moderna). Las raciones ordinarias eran suficientes para mantener el estado físico de la tripulación, pero por la ausencia de verduras y fruta fresca no permitían prevenir la escorbut. Si el viaje se alargaba, había que reducir la cantidad de las raciones. En muchos casos, a pesar de esta medida, el agua y los víveres carecían y había pérdida de vidas humanas.

Documentos[editar]

Las diversas épocas de la navegación, desde los orígenes hasta la actualidad, pueden representarse mediante ejemplos puntuales a partir de referencias documentadas.

Guerras del Peloponès[editar]

vínculo=https://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:Boat_Cdm_Paris_322_n2.jpg|miniaturadeimagen|Pentecòntera pintada en un cílix a la BNF. Una trieres tenía un aspecto parecido, con muchos más remos. Los barcos de guerra de la Grecia clásica, las trieres, no disponían de espacio para guardar víveres en cantidades sensibles. La práctica habitual en campaña era desembarcar y arrastrar los trieres a la arena y levantar un campamento. Aquel campamento era avituallat por una localidad próxima. Las comidas eran tres. Uno al amanecer, uno a mediodía y uno al atardecer.

  • En ocasiones especiales un barco corréis podía transportar víveres especialmente preparados para ser consumidos a bordo, sin tenerse que parar.

Batalla de Emporion. 197 aC.[editar]

Según testigo de Titus Livi , Cató el Censor, poco antes de la Batalla de Emporion va convencer los embajadores de los ilergetes con el estratagema de hacer cocer pan a un tercio de las tropas romanas para cargarlo en los barcos y embarcar una parte de los soldados al cabo de tres días. Los embajadores marcharon convencidos de recibir la ayuda de los romanos y Cató haced desembarcar las tropas prometidas.

  • Parece una referencia bastante clara del bizcocho como alimento adecuado para llevar en un barco.

El barco de carga romano Isis. Cerca del 150 aC[editar]

No hay información directa sobre la alimentación de la tripulación de los grandes barcos mercantes que, como la nave Isis, transportaban trigo y pasajeros. La gran capacidad de carga y los trayectos relativamente cortos permiten suponer que las personas importantes podían viajar con comodidad en los cambrots de popa y alimentarse casi como tierra firme. Las comidas de los marineros, libres y esclavos, debían de ser un chico más frugals.

Por contraste, la obra de Llucià de Samòsata explica las comidas lujosas que sueña uno de los interlocutores del diálogo: “Los ricos se moriràn de envidia cuando vean mis caballos, mis quadrigues y las chicas jóvenes y bonitas. Mi vajilla será de oro, la plata es demasiada trueque e indigna de mí. Tendré a tabla las salaons y el óleo de Hispania, el vino de Italia y mi propia miel, clarificada sin exponerla en el fuego y el humo. Tendré jabalíes, liebres y todo tipo de requisitos: faisanes, pavos reales del India, capós de África, ... muy guisados por los mejores cocineros, expertos en salsas sofisticadas”.

Ponç V de Empúries. Año 1310[editar]

Jaume el Justo nombró el conde de Empúries almirante de un estol de cinco galeras. Entre las condiciones del nombramiento había una donación de 32.000 sueldos de Barcelona y 2.000 quintars de bizcocho para panàtica del estol.

  • En el documento se habla de “Petro Hugonis Impuriarum Comiti”.

Coca Santo Climent. Año 1331.[editar]

vínculo=https://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:La_coca_de_Matar%C3%B3_-_Museum_of_the_History_of_Catalonia_-_Catalonia_2014_(3).JPG|miniaturadeimagen|330x330px|Maqueta de la coca de Mataró, al Museo de Historia de Cataluña, Barcelona. La coca Santo Climent debía de tener un aspecto parecido La coca Santo Climent fue una nave armada por particulares para practicar el coros contra barcos genovesos.

Enseres de cocina y víveres[editar]

El bienestar y la simple supervivencia de una tripulación que tenía que practicar el coros exigían víveres y enseres de cocina. En este sentido formaban parte de "el armamento" de una nave de guerra.

  • dos calderones de cuynar grandes ab una cuberta
  • un calderó de pega (una caldera de pega no es un enser de cocina)
  • dos ferres de cuynar
  • una loça (una losa?)
  • tres gavetes
  • una lanta de cocer (una llàntia de cocer?)
  • una corbeyleta hon ha haba (un cesto con habas?)
  • dos jarras olieres vuydes
  • ayls (ajos)
  • veinte cadafes è setriys de tierra (20 garrafas? y aceiteras de barro)
  • ducentas septuaginta sex escudeles de madera (275 escudillas de madera)
  • duodecim vernigats (12...?)
  • cuylers de boca (cucharas de boca)
  • un barrill de habas
  • sex sachs de canamás vuyts
  • un sach donde ha bescuyt pudrít
  • cuatro sachs de habas quienes no sueño de todo plenos
  • un sach de ciurons (un saco de garbanzos)
  • un sachet de lantíes (un saquet de lentejas)
  • una sierra arborera (tampoco parece un enser de cocina)
  • un odre de caviari
  • un payol de pan que suma á nuestro parecer de septuaginta ad octuaginta quintars de que menje la compañera
  • un tinell de sal

Libro del Consulado de Mar[editar]

Libro del Consulado de Mar. Manuscrito de Mallorca de 1320.
Capítol 145. De les viandes que deu donar lo patró als mariners.[4]

Encara es tengut lo senyor de la nau o de leny que sia cubert que deu donar a menjar a tots los mariners tres iorns de la setmana carn, ço es a saber en lo diumenge, e en lo dimarts , e en lo dijous, e en los altres iorns de la senmana cuynat. E quascun vespre de cada dia llur companatge. E axi mateix tres vegades per quascun mati los deu fer donar vi, e axi mateix los ne deu fer donar quascun vespre. E lo companatge deu esser tal com fe segueix : Ço es formatge o ceba o sardina o altra peix. Encara lo senyor es tengut de donar vi : en tro quel vi valega tres besants e mig. E si troba atzebib (Panses), o encara figues ell ne deu fer vi. E si no troba atzebib ne figues, o que li costas tot mes de trenta millaresos la millera feta , lo senyor de la nau o de lleny nols es tengut de donar vi, encara mes es tengut lo senyor de la nau o de lleny de doblar la recció als dits mariners a fest anyal. Encara deu haver servicials qui adoben de menjar als mariners.

.
Llibre del Consolat de mar. Capítol 145.

El documento anterior es bastante interesante y ofrece una primera lectura relativamente entendedora. Algunos detalles a destacar son los siguientes:

  • El término de “ración” (“recció” en el texto), con el sentido de cantidad diaria, figura de forma relativamente precisa.
  • Los marineros tenían derecho a comer carne tres golpes por semana. A pesar de no estar indicado, la carne solo podía ser fresca de forma excepcional.
  • Los marineros tenían derecho a beber vino si su precio no era demasiado caro.
  • El vino podía ser de confección casera a partir de pasas o de higos.
  • El concepto de fiambre está indicado. Se trata de un complemento alimentario: queso, cebolla, sardina u otro pez. El texto no especifica si este complemento servía para acompañar el pan o , más bien el bizcocho, muy documentado en otras referencias.
  • Los términos "millaresos" y "millera": La "millera" de la cita anterior es interpretada como "millerola", medida de vinos de Marsella. El millaresos indicarían el precio.

Primer viaje de Colom. Año 1492.[editar]

Entre las tareas de preparación para el viaje de vuelta, el 31 de diciembre ha anotada la carga de agua y leña.

Calaveras “San Juan” y “Santa Ana”. Año 1509[editar]

Para los dos barcos ha documentada la relación de víveres siguiente:

  • 22,5 quintars de bizcocho
  • 6 bótes de vino; 180 arrobas en total
  • 6 cerdos (“tocinos”), que pesaron 2 quintars y 3 libras
  • 6 arrobas de óleo en 12 “botijas”
  • 6 fanegas de habas
  • 6 fanegas de garbanzos
  • 2 arrobas de queso
  • 2 rasts de ajos (2 ristras de ajos)
  • 2 quintars de “bastina” (pez seco)
  • 6 "pipas para el agua"
    • Las raciones individuales subían a 1,25 libras de bizcocho y 1,6 litros de vino al día.

Pigafetta. Año 1520[editar]

Antonio Pigafetta escribió la situación penosa de su barco después de una larga singladura: “El bizcocho que comíamos ya no era pan, sino una pólvora mezclada de gusanos que hedía de forma insoportable, empapada de pixums de rata”.

Armada de Gil González de Ávila. Año 1521.[editar]

La lista de los víveres es la siguiente: “600 quintales de vizcocho, 209 arrobas de vinagre, 54 hanegas de garbanzos, 24 hanegas de habas, una hanega de lentejas, 10 arrobas de miel, tres botas de atun badaj, seis docenas de pescadas, 23 arrobas de arrayas, 2.000 caballas, 40 tocinos, 510 ristras de ajos, 40 docenas de tollos, dos hanegas de mostaza, dos quintales de arroz, dos quintales de pasas, una arroba de almendras, cuatro arrobas de alcaparras, 12 cahices de sal, seis almudes de aceitunas de las menudas, un cuarto de carne salada para de aqui á Canaria...”

Expedición comandada por Álvaro de Saavedra Cerón. Año 1527[editar]

Hernán Cortés organizó una expedición para explorar las islas de la “Especieria”. La relación de gastos de aquella empresa da algunos detalles de la alimentación en los barcos de la época.

Espigando entre la relación hay los puntos siguientes:

  • ítem costaron veinte e cinco arrobas de aceite , é doce otras que entraron en henchir estas botijas, doscientos cincuenta pesos.
  • ítem se compraron para dicha armada cuatro cántaros de cobro, y una sarten, y dos frascos de estaño, y cuatro asadores y un cazo, que costó todo diez y ocho pesos.
  • ítem se dieron á Manuel Francisco doce pesos para comprar cierto azúcar rosado.
  • ítem costaron seiscientos quintales de bizcocho dos mil cuatrocientos pesos.
  • ítem costaron mil puercos, que se hicieron tocinos, dos mil pesos.
  • ítem costaron cincuenta arrobas de manteca, ciento y cincuenta pesos.
  • ítem costaron trescientas hanegas de frisoles, novecientos pesos.

Antonio de Guevara, obispo de Mondoñedo.[editar]

Autor de la obra “Arte del Marear y de los inventoras de ella: cono muchos avisos para los que navegan en ellas”. (Valladolid 1539). Se trata de una descripción satírica de la vida a bordo de una galera. Incluyendo los aspectos de comer y beber.

La Stolonomie. Año 1547-1550[editar]

La Stolonomie es un tratado en francés, manuscrito, sobre la construcción de galeras y el mantenimiento de un estol de guerra. Hay una parte dedicada a los gastos en la alimentación de los tripulantes.

  • El manuscrito puede consultarse y descargarse a Gallica. La letra es fácil de leer.

Enseres de cocina[editar]

  • En una galera hacen falta 8 ocho bótes para llevar vino, con una capacidad de 8 milleroles cada una. A 7 sueldos por millerola de vino, supone un total de 22 libras y 8 sueldos.
  • Dos carretells de 4 milleroles de capacidad cada uno para el óleo y el vinagre. Total 2 libras dieciséis sueldos.
  • Una manga de cuero de vaca para posar el vino a las bótes: 6 libras.
  • 150 barriles para llevar agua: 13 libras y 10 sueldos.
  • 50 sacos gordos de canemàs para llevar el pan o bizcocho: 20 libras.
  • 4 calderas de cocer con sus tapaderas, dos de grandes y dos de medias: 40 libras.
  • Media docena de cucharas de hierro o latón: 17 sueldos.
  • Dos pares de capfoguers, dos parrillas y dos brocas (ast): 12 libras.
  • Dos paellas de acero: 1 libra y 10 sueldos.
  • Un bote gordo calentador de cocer: 1 libra y 10 sueldos.
  • Un cassot de cocer: 12 sueldos.
  • Un bote de cocer para llevar agua a la gente de popa: 2 libras.
  • Un quintar de vajilla de estaño por la gente de popa: 20 libras.
  • Por galera y día hacen falta 500 quintars de bizcocho ( que cuestan 216 libras al mes).
  • Cada día hacen falta dos milleroles de vino.
  • (Para los Oficiales) Los domingos, lunes y martes hacen falta cada día 80 libras de carne (40 de buey y 40 de carnero)
  • (Para los oficiales). Los viernes y sábados, 40 libras de pez
  • (Para los remers voluntarios). Lunes, miércoles y viernes sardinas saladas o queso.

Cada mes[editar]

  • Manteca
  • Queso de Cerdeña.
  • Un barril de anchoas
  • Tres barriles de sardinas
  • Un quintar de arroz
  • Cuatro quintars de legumbres (guisantes, habas, ...)
  • Dos “sondas” de óleo, para quemar a las llànties y para comer.
  • Dos milleroles de vinagre.

NOTA: Millerola. El término que usa La Stolonomie es “maigerole”. Se @tractar la millerola de Marsella, una medida de capacidad de unos 64 litros. Una millerola hace 4 sondas. (1 sonda = 16 litros).

“Leyes de Indias” de Felip II. Año 1573.[editar]

Para excusar los gastos y embarazos de comprar en las Indias bastimentos y otras cosas, tenemos mandado que nuestras armadas y flotas quitan provisión para ida, estancia y vuelta de todos los géneros que se puedan conservar, como sueño bizcocho, vino, aceite, vinagre, menestras, hachotes, pipería para aguada, medicinas, pólvora y municiones, lienzo para toldos y lo demás que se acostumbra, miedo lo cual solamente se tiene que comprar en Indias carnes frescas y saladas, pescado, leña , sal y rehacer las aguadas; excepto que en las flotas y navíos que fueron à la Nueva España , no se tiene que quitar cortijo bizcocho que para el viaje de ida, y en la Veracruz se tiene que comprar para la estancia y vuelta; ...

Nicolaas de Graaff. Año 1668.[editar]

Nicolaas de Graaff fue un cirujano naval holandés que realizó varias exploraciones y escribió sobre sus viajes. En una traducción al francés de su expedición en India, se explica la rutina alimentaria de las tripulaciones de los barcos holandeses de la época.

Rutina holandesa:

  • A comienzos del viaje cada persona recibe 5 quesos holandeses.
  • Cada día se hacen tres comidas. El primero después de la plegaria de la mañana, en el que se libra la ración diaria de aiguardent: un vaso ordinario. Cada sábado todos reciben 5 libras de bizcocho, una medida de óleo de oliva, dos medidas de vinagre y media libra de mantequilla. No hay ninguna más ración hasta el sábado próximo. Pero se sirven tres comidas con carne guisada y manteca.
  • Mientras dura la cerveza la gente bebe cerveza. Cuando se acaba la cerveza cada persona recibe un bote de agua al día. Cuando hace falta racionar el agua la cantidad diaria es menor.

Marina británica. Año 1858.[editar]

Un diccionario francés, en la edición de 1858, hablaba de la alimentación de los tripulantes de los barcos de guerra británicos.

Le matelot a la mer fait trois repas par jour : le matin il déjeune avec du café, du biscuit et 6 centilitres d'eau-de-vie ; à midi il reçoit une ration de viande salée, des légumes, du pain frais et 23 centilitres de vin; le soir il a une soupe faite avec une assez grande quantité de légumes, du biscuit et une ration de riz. Quant à l'eau douce, grâce à l'emploi des caisses de fer et aux appareils distillatoires, le marin a toujours à sa disposition une bonne eau ...
El mariner a la mar fa tres àpats al dia: pel matí esmorza amb cafè, bescuit i 6 cl d’aiguardent; al migdia rep una ració de carn salada, llegums, pa normal i 23 cl de vi; al vespre té una sopa amb moltes llegums, bescuit i una ració d’arròs. Pel que fa a l’aigua potable, mercès als dipòsits de planxa de ferro i als aparells de destil·lació, el mariner sempre disposa d’aigua adequada...Dictionnaire de médecine, de chirurgie, de pharmacie, des sciencies accessoires et de l'art vétérinaire. Pierre Hubert Nysten, Émile Littré, Charles Robin.
  • El texto citado se reproduce exactamente en otras obras francesas. Implícitamente, esto indica en algunos casos que la marina de guerra francesa seguía el mismo sistema. Aspecto que habría que confirmar.

Alimentación de los barcos mercantes españoles. Años 1879-1883[editar]


De las siete a las ocho de la mañana la tripulación toma café con galleta; al medio día una olla o cocido abundante, con ración de carne o bacalao con patatas, y a la caída del sol, cena un guisado de carne o de pescado salado, también con patatas. En algunas embarcaciones catalanas y valencianas toma la marinería su correspondiente ración de vino en la comida, pero en las demás provincias no se hace este gasto, y solamente cuando el excesivo frío, o la rudeza de los trabajos ejecutados podría llegar a quebrantar las fuerzas o la animación de la gente, se les sirve un vaso de vino o una copa de aguardiente.[5]
Información sobre las consecuencias que ha producido la supresion del Derecho Diferencial de Bandera y sobre las valoraciones y clasificaciones de los tejidos de lana: Derecho Diferencial de Bandera. Imprenta de Manuel Minuesa de los Rios, 1879.

Submarinos[editar]

Segunda Guerra Mundial[editar]

Según los estudiosos del tema, en los submarinos de esta época (alemanes o americanos), la alimentación era la mejor de toda la marina.

  • En los submarinos alemanes el almuerzo consistía en café, sopa de leche, galletas, bizcocho con mantequilla y miel, y huevos. Para comer había sopa, patatas, carnes guisada, verduras y fruta. A la hora de cenar había embutidos o pez de lata, queso, pan y café, tiene o chocolate.
    • La cocina, eléctrica, tenía tres fuegos y dos pequeños hornos. había una nevera, un servidor de sopa calentado eléctricamente y una pica con agua potable fría y caliente, y agua salada caliente.

Submarinos actuales[editar]

Según testigos, la comida en los submarinos norteamericanos es el mejor de toda la marina. Casi todos los alimentos son cocinados en el momento, la calidad es excelente y las cantidades más que generosas. Cada tripulante puede comer el que quiera. Sirviéndose en forma de bufete libre.

  • Para una misión de tres meses cada persona dispone de 110 libras de víveres.
  • Al acabar la misión, cada marinero se habrá engordado unas 10 libras de media.

Temas complementarios[editar]

Reconstrucción de un dodo al Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford.

Alimentos exóticos[editar]

Los barcos europeos que exploraban mares lejanas entraron en contacto con alimentos muy diferentes de los que estaban acostumbrados. En varias ocasiones la supervivencia de los exploradores fue debida a poder disponer de aquellos alimentos.

Dodos[editar]

Mandioca[editar]

La documentación sobre la mandioca como alimento a bordo de barcos está relacionada con los términos castellanos “caçabe”, “caçabi”, “cazabe”, “casabi” y otras variantes parecidas.

Nuevos de coco.[editar]

Huevos de aves silvestres[editar]

Pemmican[editar]

Pilav[editar]

Pinole[editar]

El pinole de la época de los exploradores era una harina. Básicamente de maíz, pero que podía ser de varias entonces de algunas especies vegetales o mezclas, molida y tostada. Podía comerse mezclada con agua en forma de papilla (conocidas como "atole"). O, en forma más diluida, se podía beber. En la expedición de Joan Josep Perés, con la fragata Santiago (año 1774), se menciona que los marineros se estimaban más no tenerla que consumir cada día para almorzar.

Sagú[editar]

Taro[editar]

Tortugas de mar y de tierra[editar]

Referencias[editar]

  1. Michèle Villegas-Kerlinger. Sur les traces de nos ancetres: chroniques de l'Amerique du Nord francophone. PUQ, 2011, p. 146–. ISBN 978-2-7605-3116-1. 
  2. Vicente de Lardizábal. Consideraciones politico-medicas sobre la salud de los navegantes, en que se exponen las causas de sus mas frecuentes enfermedades, modo de precaverlas, y curarlas .... por Don Antonio Sanz, 1769, p. 64–. 
  3. Esteban Terreros y Pando ((S.I.)). Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina é italiana: P-Z. en la imprenta de la Viuda de Ibarra, Hijos y Compañia, 1788, p. 833–. 
  4. Consolat de Mar (1645). Llibre de Consolat dels fets maritims: ara nouament corregit y emendat ab algunes declaracions de paraules als margens. en la estampa administrada per Sebastia de Cormellas. pp. 29-. 
  5. Información sobre las consecuencias que ha producido la supresion del Derecho Diferencial de Bandera y sobre las valoraciones y clasificaciones de los tejidos de lana: Derecho Diferencial de Bandera (856 p.) 1880. Imprenta de Manuel Minuesa de los Rios. 1879.