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Usuario:Ppaldaya/Taller

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Biblioteca del Congreso de la Nación Argentina[editar]

Historia[1][editar]

Con motivo de celebrarse el "Congreso de Paraná", que fue la primera Asamblea Legislativa nacional, las cámaras de Senadores y Diputados consideraron necesario contar con un repositorio bibliográfico que ayudara a los legisladores a evacuar dudas y consultas durante su trabajo. Es así que en 1856 el Diputado por la provincia de Mendoza, Lucas Gonzaléz pidió una modificación presupuestaria para la compra de libros. Pero recién el 23 de agosto de 1859, bajo la presidencia confederal de Justo José de Urquiza, la Ley N.º 212 posibilitó la primera compra de libros de la BCN, que tuvo su sede en Entre Ríos. Tras la batalla de Pavón y con el traslado definitivo de la Capital a Buenos Aires se sucedieron diversas leyes y resoluciones que consolidaron el crecimiento del catálogo bibliográfico de la Biblioteca del Congreso sienndo sus primeros documentos de índole jurídica, principalmente en francés e inglés.

Luego de la batalla de Pavón la Confederación Argentina decidió trasladar las sedes de los tres poderes a la provincia de Buenos Aires, y con ellos el acervo documental de la Biblioteca. Desde entonces, el Parlamento comenzó a aprobar partidas presupuestarias para ampliar su material. Con la inauguración del actual Palacio Legislativo en 1906[2]​, la Cámara de Diputados cedió un espacio para uso exclusivo de la BCN. El crecimiento de su fondo continuó siendo una prioridad, y así fue que en 1908 se aprobó la compra de la biblioteca y archivo personal del Doctor Juan María Gutiérrez, integrado por una importante colección bibliográfica y un epistolario donde se encuentran cartas intercambiadas con eminentes hombres públicos y de letras de su época tales como Juan B. Alberdi, Domingo F. Sarmiento, Vicente F. López, entre otros. Estos documentos constituyen hoy uno de sus más valiosos archivos.

En el año 1917 se legisla sobre la estructura orgánica de la Biblioteca, designándose una Comisión Administradora Bicameral[3][4]​ entre la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, pero no es hasta 1923 que se establece la autarquía de la BCN.

El 18 de octubre del año 1917 se inaugura la primera Sala Pública de Lectura en el Palacio del Congreso. Asimismo, hacia mediados de los años 20, organizó la hemeroteca y creó el sector de traducciones como nuevo servicio al Congreso.

En 1930, sume la presidencia de la Biblioteca el senador socialista Alfredo Palacios. Durante su gestión, la Biblioteca mantuvo su objetivo de crecimiento, profesionalización y apertura a la población, habilitando la puerta de acceso exclusivo para el público al Palacio Legislativo. Asimismo, en 1933 se sancionó la Ley de Registro Nacional de la Propiedad Intelectual [5]​- vigente hasta el día de hoy- que establece que la BCN debe recibir un ejemplar de cada obra publicada en la República Argentina, conocido como deposito legal.

Durante el gobierno de Juan Domingo Perón, en el año 1950 se dispuso la ampliación del horario de atención al público desde las 8 a las 24 horas con “el propósito de beneficiar a dos sectores importantes de la población: estudiantes y obreros… por tratarse de factores potenciales y constructivos del progreso nacional…” (Resolución BCN 1950[6]​). En 1955 asumió la Presidencia de la BCN la Senadora Juana Larrauri, una de las primeras mujeres que ingresaron al Parlamento. Durante su gestión la BCN comenzó a trazar vínculos las bibliotecas populares de todo el país, y la Organización de Naciones Unidas designó a la BCN como depositaria de sus publicaciones.

El golpe de estado del 16 septiembre de 1955, derrocó con el gobierno constitucional y como consecuencia se dictaminó el cierre del Congreso. El entonces vicepresidente de facto, Isaac Rojas, ordenó, mediante el decreto reunir documentos y publicaciones oficiales producidas durante los dos gobiernos peronistas para sacarlos de circulación[7]​. El material fue recolectado y depositado en el edificio del Congreso. Años más tarde, esos documentos fueron ingresados a la Biblioteca y puestos a disposición del público. Hoy, la colección, denominada Biblioteca Peronista[8]​, es una de las más importantes sobre el período consultada por investigadores argentinos y de todo el mundo.

En 1974, inauguró una nueva Sala Pública de Lectura en la calle Adolfo Alsina, con mayor capacidad de lectores pero en 1976, con el inicio de la última dictadura cívico-militar, la Biblioteca fue intervenida nuevamente y muchos de sus trabajadores fueron cesanteados, perseguidos y cuatro de ellos detenidos desaparecidos[9]​. El regreso de la democracia planteó el desafío de reorganizar la institución y reincorporar a quienes habían sido despedidos. También fue el inicio de una importante etapa de modernización que comenzó con la incorporación de nuevas máquinas para los talleres de encuadernación e impresiones y la informatización para el procesamiento técnico de las obras.

  1. «Editorial» (2). 2019. p. 5. Consultado el 10/04/2020. 
  2. «El Palacio- Historia». 
  3. «Comisión Bicameral». 
  4. «Comisión Bicameral». 
  5. «Ley de Registro Nacional de la Propiedad Intelectual.». 1933. Consultado el 10 de abril de 2020. 
  6. «Dossier Legislativo- Biblioteca del Congreso de la Nación Argentina». 
  7. Gómez, Noelia (24 de enero de 2020). «“Los prohibidos”: un documental sobre los libros censurados, recuperar la memoria y proteger el futuro"». Infobae. Consultado el 20 de abril de 2020. 
  8. Colección Perón. Consultado el 10 de abril de 2020. 
  9. «EL OBSERVATORIO DE DDHH DEL SENADO DE LA NACIÓN PARTICIPÓ DEL HOMENAJE A LOS TRABAJADORES DESAPARECIDOS DEL CONGRESO». 18 de junio de 2014. Consultado el 10 de abril de 2020.