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Altvater: A crise de 1929 e o debate marxista sobre a teoria da crise vol 8

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Charles Coughlin - Huey Long - Emmett Till

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Parti Communiste Internationaliste[editar]

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Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional[editar]

Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional

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Crisis del Morenismo[editar]

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Poder obrero: una historia de trotskismo kitsch

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Cisão[editar]

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Posiciones de las organizaciones internacionales trotskistas[editar]

A pesar de pretender tener varios escritos como fundamentos teóricos comunes, las diferentes organizaciones trotskistas internacionales han defendido posiciones, a veces antagónicas, ante diversos acontecimientos.

La Revolución Iraní[editar]

El Secretariado Unificado y la Revolución Iraní[editar]

A principios de 1979, momento culminante de la Revolución Iraní, había dos organizaciones trotskistas activas en Irán:

  1. El Partido Socialista Obrero Iraní (HKS), fundado por estudiantes iraníes que se habían afiliado al Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (SU-CI) mientras estudiaban en Gran Bretaña, que estaba alineado con la dirección europea del SU-CI en torno a Ernest Mandel; y
  2. El Partido Obrero Revolucionario (HKE), formado por estudiantes iraníes que habían estado en Estados Unidos y estaban más próximos al Socialist Workers Party, la sección fraternal estadounidense del SU-CI, cuyos dirigentes empezaban a romper con el programa de la revolución permanente (aunque no dieron este paso públicamente hasta unos años más tarde).

Estas dos tendencias diferían en cómo relacionarse con el movimiento antiimperialista que había sido cooptado por los mulás. El HKE estaba dispuesto a abandonar cualquier principio socialista para mantener su apoyo al nuevo régimen. Incluso dio un apoyo crítico al decreto que exige que las mujeres usen vestimenta islámica.[1]​ El apoyo de HKE continuó incluso cuando el régimen tomó medidas enérgicas contra la izquierda, incluidos los trotskistas.

El HKS, por el contrario, negó que Jomeini representara un “antiimperialismo real”: declaró, proféticamente, que “el antiimperialismo real significa... el establecimiento de una economía planificada”.[2]​ El HKS logró ganar cierto peso político, particularmente entre los trabajadores árabes de la provincia de Juzestán, que luchaban por sus propias demandas nacionales y sociales. Sin embargo, este peso atrajo la atención del régimen, y los miembros de HKS fueron arrestados y condenados a muerte ya en 1979.

Lo cierto es que ambas organizaciones, fundadas por exiliados que regresaron a Irán cuando estalló la revolución, no estaban lo suficientemente organizadas para resistir la represión cada vez más asesina. Así, antes de finales de 1983, ambas organizaciones ya no estaban activas en territorio iraní, por lo que sus militantes se marcharon al extranjero como exiliados.

En 1983, los miembros del SU-CI elaboraron un balance criticando el apoyo de su tendencia a las posiciones pro Jomeini, ya que el HKE era una sección oficial.[3][4]

El Comité Internacional y la Revolución Iraní[editar]

En 2019, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional publicó un artículo[5]​ en el que afirmó que:

  1. la Revolución Iraní derrocó a la dictadura del sha, un régimen instalado por un golpe militar en 1953;
  2. el levantamiento popular fue la culminación de un año de crecientes protestas y huelgas masivas. Amplios sectores de la clase trabajadora, los pobres urbanos y la clase media participaron en la lucha contra la dictadura monárquica. Pero fue la huelga de los trabajadores petroleros de Irán la que rompió la espalda del régimen absolutista patrocinado por Estados Unidos;
  3. Los paralelismos entre la Revolución Iraní de 1979 y la Revolución Rusa de 1917 fueron sorprendentes y muy comentados, incluso en los medios capitalistas de la época. Pero, en Irán, a través de la represión salvaje de la izquierda y todas las formas de organización independiente de la clase trabajadora, un nuevo régimen capitalista consolidó su control del poder durante los siguientes tres años.

La International Communist League y la Revolución Iraní[editar]

En enero de 2010, la International Communist League (Fourth Internationalist) (ICL-FI, anteriormente conocida como la International Spartacist Tendency) publicó un artículo en el que afirmó que:

  1. La “revolución” de 1979 fue una derrota, por la que las masas iraníes están pagando el precio hasta el día de hoy. Eso fue un movimiento basado en la mezquita y el bazar, que fue aplaudido por grupos pseudosocialistas en el extranjero, que afirmaban que había que apoyar a las fuerzas religiosas porque estaban “liderando un movimiento de masas”. No importa que Jomeini et al. dejaron claros sus objetivos desde el principio: esclavizar a las mujeres, apedrear hasta la muerte a homosexuales y “adúlteros”, perseguir a minorías religiosas como los bahá'ís, revertir las reformas agrarias parciales que habían debilitado el poder de la mezquita;
  2. En 1979, la International Spartacist Tendency advirtió que el triunfo de las fuerzas de Jomeini conduciría a un régimen no menos sangriento y despótico que el del Sha, con los siguientes lemas: “¡Abajo el Sha! ¡No os inclinéis ante Jomeini! ¡Por la revolución obrera! ¡No al velo! ¡Por la liberación de la mujer mediante la revolución socialista!”[6]

El Comité por una Internacional de los Trabajadores y la Revolución Iraní[editar]

El 27 de febrero de 2009, el Comité por una Internacional de los Trabajadores, publicó un artículo en el que afirmó que:

  1. En febrero de 1979, la dictadura monárquica de Mohammed Reza Shah fue barrida por un movimiento de masas un movimiento de masa, en cuyo centro se encontraban los trabajadores petroleros de Juzestán, en el suroeste de Irán. Millones de manifestantes salieron a las calles de Teherán y otras ciudades iraníes;
  2. Pero a diferencia de la Revolución Rusa de 1971, la clase trabajadora iraní carecía de un partido de tipo bolchevique y de una dirección que pudiera actuar de manera independiente y decisiva para la clase trabajadora, y de un programa socialista que pudiera mostrar un camino a seguir. Sin ese liderazgo, un movimiento religioso pasó a primer plano para dirigir la oposición política al Sha y tomar el poder.[7]

La Cuarta Internacional Lambertista y la Revolución Iraní[editar]

En abril de 1979, la Cuarta Internacional Lambertista publicó un artículo en la revista "La Vérité", en el que se elogiaban diversos aspectos de la Revolución iraní y se defendían algunas banderas para que esta revolución adquiriera un carácter socialista.[8]

La Liga por la Quinta Internacional y la Revolución Iraní[editar]

El 09 de abril de 2006, la Liga por la Quinta Internacional publicó un artículo[9][10]​ en el que afirmó que:

  1. en 1978 se formó una gran coalición de fuerzas para derrocar al Sha. Fue en las etapas finales de este proceso cuando surgieron las principales fuerzas de la izquierda. Los muyahidines y los fedayines eran organizaciones guerrilleras secretas con poco contacto con el movimiento de masas. Salieron a la luz y obtuvieron un amplio apoyo organizando y dirigiendo el levantamiento popular que derrocó a Bahktiar en febrero de 1979;
  2. sin embargo, las principales organizaciones de la izquierda iraní carecían de una estrategia basada en la independencia de la clase trabajadora y en el liderazgo de la clase trabajadora;
  3. los muyahidines mezclaron el Islam chiíta con el populismo y el socialismo. Su objetivo era una república islámica armoniosa basada en el concepto de Towhidi (integración divina). Así, su enfrentamiento con Jomeini nunca fue por la defensa de la clase trabajadora y sus organizaciones. Se convirtió en un enfrentamiento sobre quién era el guardián del verdadero Islam;
  4. Por otra parte, los fedayines, a pesar de estar libres de la influencia islámica, estaban sometidos a la presión del estalinismo, esto los llevó a ver la revolución bajo Jomeini como una etapa inevitable y progresiva de la “revolución democrática popular”. En este esquema, los intereses independientes de la clase trabajadora y su papel dirigente estaban subordinados a la lucha unida contra el imperialismo y esto llevó a los fedayines en la fatal creencia de que podrían coexistir pacíficamente con Jomeini hasta la siguiente etapa de la revolución. El partido Tudeh, bien entrenado en este juego, porque en 1953 habían colaborado con el nacionalista burgués Mohammad Mosaddeq;
  5. en el primer período revolucionario (de marzo a agosto de 1979), la izquierda no logró convertir a los shoras en organizaciones de lucha obrera independientes. No lograron convertirlos en organismos de tipo soviético (consejos de trabajadores) que fueran más allá del lugar de trabajo y ejercieran control en todas las esferas de la vida social. Además, no lograron armar a los trabajadores ni crear una milicia obrera;
  6. En abril, la confianza de Jomeini estaba creciendo. Se instalaron nuevos gerentes en las industrias nacionalizadas (alrededor del 70% de toda la industria) y en mayo el Consejo Revolucionario Islámico aprobó una ley que facultaba al Ministro de Justicia para “impedir la interferencia de personas o instituciones no autorizadas en los lugares de trabajo”. Al mismo tiempo se creó un Centro Unido de Shoras Islámicas. Este organismo inició el proceso de purgar a la izquierda de los shoras; y
  7. En 1980, el régimen aceleró su ataque contra las organizaciones de trabajadores al establecer un organismo especial para purgar los consejos: el Heyat-e-Paksazi. Finalmente, en la primavera de 1980, la propia Unión de Shoras Islámicas fue declarada ilegal y en todas partes se establecieron Anjoman-e-Eslami (Sociedades Islámicas 100% pro Jomeini);

La Corriente Marxista Internacional y la Revolución Iraní[editar]

El 09 de febrero de 1979, Ted Grant, que más tarde se convertiría en el líder de la Corriente Marxista Internacional, publicó un artículo en el que comentó la llegada del Ayatolá Jomeini del exilio: "La semana pasada, en una de las mayores manifestaciones de la historia de la humanidad, más de tres millones de iraníes salieron a las calles de Teherán para dar la bienvenida al regreso del líder religioso Ayatolá Jomeini. La semana anterior se habían visto barricadas y trabajadores peleando con el ejército. En escenas que recuerdan a la Revolución de febrero de 1917, los soldados que debían respaldar al antiguo régimen guiñaron un ojo a la multitud y gritaron: "Estamos con el pueblo"."[11][12]

El 11 de febrero de 2009, la Corriente Marxista Internacional publicó un artículo en el que afirmó que la Revolución Iraní fue una auténtica revolución obrera que fue secuestrada por los reaccionarios ayatolás debido a la falta de una auténtica dirección revolucionaria.[13]

La Intervención Soviética en Afganistán[editar]

El Comité Internacional y la Intervención Soviética en Afganistán[editar]

El 30 de diciembre de 2009, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional publicó un artículo[14]​ en el que afirmó que: la invasión soviética era en sí misma una respuesta a un intento deliberado de Estados Unidos de establecer un nuevo frente militar contra la URSS en Afganistán. Incluso antes de la invasión soviética, Washington ayudaba en secreto a los muyahidines, con el objetivo de provocar una intervención soviética y atrapar a la URSS en un atolladero sangriento. El objetivo final del establishment de la política exterior estadounidense al aplicar esta política era destruir a la URSS y promover una expansión del poder estadounidense en Asia Central, estratégicamente ubicada y rica en petróleo.

La Cuarta Internacional Posadista y la Intervención Soviética en Afganistán[editar]

El 20 de enero de 1980, Juan Posadas publicó: "Afganistán y el debate por el Progreso de la Historia", en el que defendió la intervención soviética en Afganistán [15]

La International Communist League y la Intervención Soviética en Afganistán[editar]

En el verano de 1980, la International Communist League (Fourth Internationalist) (ICL-FI, entonces conocida como: International Spartacist Tendency, publicó un artículo en el que afirmó que:

  1. El ejército soviético y sus aliados nacionalistas de izquierda están luchando contra una mezcla anticomunista y antidemocrática de terratenientes, prestamistas, jefes tribales y mulás comprometidos con el analfabetismo masivo;
  2. La respuesta visceral de todo izquierdista radical debería ser la máxima solidaridad con el Ejército Rojo soviético;
  3. la intervención soviética en Afganistán tiene un contenido mucho más progresista que la acción de Stalin en Finlandia en 1940, donde el Kremlin simplemente quería una porción de territorio con fines militares defensivos, además, en el contexto de una alianza con la Alemania nazi. Una victoria de la insurgencia islámica-feudalista en Afganistán no sólo significará un estado hostil y aliado del imperialismo en la frontera sur de la URSS. Significará el exterminio de la izquierda afgana y la reimposición de la barbarie feudal: el velo, el precio de la novia. Además, la ocupación militar soviética plantea la posibilidad de una revolución social en este país miserablemente atrasado, una posibilidad que antes no existía.[16][17][18]

La Tendencia Cuartainternacionalista y la Intervención Soviética en Afganistán[editar]

En junio de 1980, la Tendencia Cuartainternacionalista publicó un artículo en el que afirmó que: "Los trotskistas no somos neutrales ante esta batalla y nos colocamos en el campo de la defensa incondicional de la URSS frente al imperialismo y de las masas afganas frente a la reacción."[19]

La Liga Internacional de los Trabajadores y la Intervención Soviética en Afganistán[editar]

En marzo de 1985, Nahuel Moreno, durante el Primer Congreso Mundial de la Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (LIT-CI), concluyó su discurso sobre la cuestión afgana diciendo que:

"Esa guerrilla pegó el salto cualitativo: de ser progresiva, nacionalista, de resistencia al Ejército Rojo, ha pasado a ser una guerrilla manipulada por la CIA. Ese es el punto que hay que discutir: la caracterización política de esa guerrilla. Y si hoy en día gana esa guerrilla, gana Estados Unidos. Por eso estamos en contra de plantear “Retiro ya, inmediato, del Ejército Rojo”, y sí [estamos a favor de] plantear el problema del derecho a la autodeterminación, denunciar su crimen, etcétera, etcétera. Porque el retiro inmediato del Ejército Rojo significa el triunfo de una guerrilla manipulada por el imperialismo. Y el Ejército Rojo, ¿qué es? Es el ejército burocrático, pero de un Estado obrero. Si en Afganistán viene un gobierno tipo Pinochet o tipo Marcos en Filipinas, se debilitaría la revolución en el mundo. Y si gana [la guerrilla], si se retira el Ejército Rojo, eso es lo

que va a pasar en Afganistán. Es la impresión que yo tengo."

Para comprender mejor la forma en que Nahuel Moreno entiende la cuestión afgana, también es importante decir que, antes de llegar a esta conclusión, dijo que:

  1. Yuri Andropov, Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética desde noviembre 1982 hasta su muerte 15 meses más tarde, dio la línea de que el gran aliado de la URSS, en la guerra civil afgana, es la gran burguesía terrateniente, por lo que el gran baluarte de la ocupación soviética en Afganistán son los grandes terratenientes y notables. Esto provocó que la guerrilla se vaya transformando cada vez más en una guerrilla de los campesinos pobres y de los trabajadores. Además, la URSS lleva los hijos de los grandes terratenientes y de los notables a educarse a la URSS; y que
  2. las guerrillas afganas, en su amplia mayoría, están pagadas y ya totalmente controladas por la CIA.[20]

La Corriente Marxista Internacional y la Intervención Soviética en Afganistán[editar]

El 15 de enero de 1980, Ted Grant, que más tarde se convertiría en el líder de la Corriente Marxista Internacional, publicó un artículo en el que dijo que:

"Si consideráramos la intervención rusa de forma aislada, deberíamos darle a esta medida un apoyo crítico. Pero debido al efecto reaccionario que tiene en la conciencia de la clase trabajadora mundial, que es mil veces más importante que los acontecimientos en un país pequeño como Afganistán, los marxistas deben oponerse a la intervención rusa."[21]

El Solidaridad (Polonia)[editar]

El Comité Internacional y el Solidaridad[editar]

El 9 de diciembre de 1980, poco después de que los tribunales reconocieran y registraran a Solidaridad como sindicato independiente, la dirección del Workers Revolutionary Party, que, en su momento, fue la pieza central del Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CI-CI), publicó una declaración sobre los acontecimientos en Polonia, en la que afirmó:

“En la lucha por crear sindicatos independientes y establecer el derecho de huelga, el movimiento polaco 'Solidaridad' está actuando enteramente en línea con la política de Lenin y Trotsky, quienes lucharon en todo momento por la defensa de los derechos de la clase trabajadora contra la usurpación burocrática. Todas las mentiras, distorsiones y calumnias de los estalinistas no pueden ocultarlo.
Como afirma el Programa de Transición de la Cuarta Internacional: 'La lucha por la libertad de los sindicatos y de los comités de fábrica, por el derecho de reunión y la libertad de prensa, se desarrollará en esta lucha por la regeneración y el desarrollo de la democracia soviética. '
“Independientemente de su política y liderazgo inmediatos, la clase trabajadora de Polonia está ahora empujada a la vanguardia de la revolución socialista mundial”.

Sin embargo, posteriormente, el CI-CI criticaría esta declaración, ya que ignoraba un aspecto fundamental del Programa de Transición, que afirma que la lucha por la revolución política en los Estados Obreros burocratizados sólo podría tener éxito si la dirigía la Cuarta Internacional.

En esta crítica, el CI-CI recuerda que: Trotsky en su artículo “La URSS en guerra”[22]​ subraya:

“No debemos perder de vista ni por un momento el hecho de que la cuestión del derrocamiento de la burocracia soviética está para nosotros subordinada a la cuestión de la preservación de la propiedad estatal sobre los medios de producción en la URSS; que la cuestión de la conservación de la propiedad estatal de los medios de producción en la URSS está subordinada para nosotros a la cuestión de la revolución proletaria mundial”.[23]

La International Communist League y el Solidaridad[editar]

El 11 de mayo de 2007, la International Communist League (Fourth Internationalist) (ICL-FI), publicó un artículo en el que afirmó que:

  1. lo que existía en la República Popular de Polonia (PRL) no era socialismo, sino que Polonia era un estado obrero deformado, dado que Polonia no estaba gobernada por consejos de trabajadores elegidos democráticamente, sino por una casta burocrática parasitaria;
  2. a lo largo de la década de 1970, los estalinistas hipotecaron la riqueza de Polonia a favor de los banqueros occidentales y subsidiaron masivamente a los campesinos terratenientes, arruinando la economía polaca;
  3. en septiembre de 1981, Solidarność se había consolidado en torno a un programa de contrarrevolución capitalista, como lo demostraban sus llamamientos a favor de “sindicatos libres” (un grito de guerra del antisovietismo de la Guerra Fría) y de “elecciones libres”, lo que habría significado la restauración capitalista, bajo la apariencia de un gobierno parlamentario;
  4. la predecesora de la ICL-FI, la International Spartacist Tendency (IST), describió en ese momento a Solidarność como un sindicato empresarial de la CIA y los banqueros, y lanzó el llamamiento "¡Alto a la contrarrevolución de Solidarność!", enfatizando que la clase trabajadora polaca necesitaba un partido trotskista;
  5. en diciembre de 1981, cuando el general Wojciech Jaruzelski reprimió la aspiración al poder de Solidarność, la IST apoyó esta medida. Al mismo tiempo, advirtió que los estalinistas eran capaces de vender el estado obrero polaco al capitalismo, lo que finalmente hicieron en 1989-90;
  6. La posición de la IST fue una aplicación directa del programa trotskista de defensa militar incondicional de los estados obreros burocráticamente deformados contra la contrarrevolución interna y externa y de una revolución política proletaria para expulsar a las parasitarias castas burocráticas estalinistas y reemplazar su gobierno con el de consejos obreros democráticamente elegidos basados ​​en sobre la defensa de las formas de propiedad colectivizada, la economía planificada y una perspectiva internacionalista.[24][25][26][27][28][29]

La Cuarta Internacional Lambertista y el Solidaridad[editar]

En octubre de 1980, la Cuarta Internacional Lambertista publicó una una declaración en la revista La Vérité, en el que apoyó incondicionalmente al proletariado polaco y la formación de sindicatos independientes.[30]

La Tendencia Cuartainternacionalista y el Solidaridad[editar]

En diciembre de 1980, el Secretariado Europeo de la Tendencia Cuartainternacionalista (TCI) publicó un artículo llamado: "Polonia: La revolución política está en marcha" en el que:

  1. calificó los "Acuerdos de Gdansk", de 09 de septiembre de 1980, como un formidable victoria de la clase obrera polaca;
  2. afirmó que: ha comenzado la revolución política porque los obreros, en un movimiento por su emancipación enfrentan como clase a la burocracia dando un salto cualitativo en su movimiento al dotarse de un instrumento organizativo que les permitirá aparecer como clase frente a los que dominan.[31]

En agosto de 1981, la TCI publicó otro artículo llamado: "Un año de revolución proletaria en Polonia", en el que aclaraba aún más su opinión sobre los acontecimientos de Polonia, afirmando que:

  1. En los acuerdos de Gdansk, junto al reconocimiento de los sindicatos independientes, se ha incluido el reconocimiento por los huelguistas del “rol dirigente del PC en el Estado”. Esto tiene el significado de que el movimiento de los obreros contra la burocracia, que comienza por la liquidación de los sindicatos oficiales, no debe plantearse la liquidación de la burocracia, es decir, que se plantea la coexistencia y la colaboración. En última instancia, la integración;
  2. Esta concesión fue a cambio de otras importantes reivindicaciones en el acuerdo de los sindicatos libres: el reconocimiento del derecho de huelga, del acceso de los nuevos sindicatos a los medios de comunicación y su derecho a editar sus propias publicaciones, la escala móvil de salarios, pero que son todos postergados hasta la elaboración de leyes que los reglamenten por parte del Estado;
  3. Al día siguiente de la firma de los acuerdos (el 28 de agosto de 1980) los mineros de Silesia entran masivamente en huelga en la que reivindican la liquidación de los sindicatos oficiales y la cesión de sus bienes a los sindicatos independientes, en este proceso: los locales de los sindicatos oficiales son ocupados y la burocracia stalinista queda, de hecho, expulsada del movimiento obrero em Silesia;
  4. Por todas partes surgen comités de huelga que barren a los sindicatos oficiales. La burocracia pierde todo punto de apoyo formal en el movimiento obrero;
  5. en su primer pronunciamiento post Gdansk, el Kremlin acusa a los “líderes del movimiento” de querer quebrar los lazos del partido con la clase obrera, principal fuente de fuerza del partido y del Estado en Polonia”;
  6. A principios de Septiembre, 18 mil obreros de Mielec reclaman sindicatos independientes y exigen la renuncia del secretario del PC de su distrito (conocido represor antiobrero), y la renuncia de 70 gerentes y subgerentes las fábrica de la ciudad, eso fue un ataque directo a la casta burocrática y a su representación política. En las semanas sucesivas, ese tipo de reivindicación se extenderá nacionalmente, y colocará en diciembre a Varsovia al borde de la huelga general;
  7. En este contexto, la burocracia tuvo que hacer nuevas concesiones y entre 20 y 30 mil funcionarios fueron destituidos en los meses sucesivos (incluidos 3 mil dirigentes partidarios). El “rol dirigente» de la burocracia, estipulado en los Acuerdos, fue cuestionado y desbordado en los hechos;
  8. 12 de Noviembre de 1980, burocracia aceptó la legalización del Solidaridad, a cambio que éste adjunte los acuerdos de Gdansk a los estatutos;
  9. La progresión del Solidaridad es fulminante: a fines de Octubre ya agrupa a 8 millones de trabajadores, en Diciembre ya agrupa a 10 millones. La burocracia ha sido exilada de la clase obrera;
  10. La perspectiva del imperialismo para Polonia y Europa Oriental no es la instauración de la democracia, sino la recolonización (y en este momento, el apoyo a la burocracia para evitar la revolución);
  11. Sólo el derrocamiento de la burocracia abre la perspectiva de la obtención de la democracia en Polonia, que se tratará de una democracia soviética, que aceptará al pluralismo político basado en un régimen de Consejos Obreros. Pero el primer paso hacia esa única democracia posible en Polonia es la toma del poder por Solidaridad;
  12. La Iglesia Católica, que representa directamente al imperialismo, aprovecha la crisis para acrecentar su rol de arbitraje, aunque unida a la burocracia en evitar un derrumbamiento del Estado y en contener al movimiento obrero. La perspectiva de restauración capitalista se va pavimentando con la creciente dependencia de la economía polaca respecto al capital financiero internacional, y de su régimen político respecto de la Iglesia. Sin embargo, la revolución política de los obreros por lo que para el imperialismo una eventual invasión soviética sería finalmente un “mal menor” frente al triunfo de la revolución, que no sólo abatiría a la burocracia sino que cortaría de raíz los proyectos restauracionistas;
  13. La burocracia del Kremlin presiona para que el Partido Obrero Unificado Polaco (POUP) utilice los órganos represivos del Estado contra el movimiento obrero. Ha venido denunciando a “Solidaridad” como organización “antisocialista”, y ha hecho la apología del Ejército polaco como el único sector que no se dejó ganar por la “agitación”. Una fracción pro URSS, en el POUP, reclamó al Estado medidas represivas contra los “elementos antisocialistas”, y criticó a su dirección por sus vacilaciones en aplicarlas; y
  14. El desarrollo de la revolución política en Europa Oriental plantea la liquidación de la división artificial del proletariado europeo operada con los acuerdos de Yalta (1945), en los que el imperialismo y la burocracia se dividieron Europa en áreas de influencia, colaborando para evitar el estallido de revoluciones proletarias en la inmediata postguerra; y
  15. A la convergencia del imperialismo y la burocracia, es necesario oponer la unidad de todo el proletariado de Europa Oriental y Occidental, bajo el programa de los Estados Unidos Socialistas de Europa.[32]

En el primer semestre de 1982, la TCI publicó el tercero artículo sobre el conflicto entre el Estado Polaco y el Solidaridad llamado: "La victoria de la contrarrevolución en Polonia", en el que hace balance de la victoria de la represión estatal sobre el Solidaridad, afirmando que:

  1. Casi un año y medio después de las formidables huelgas encabezadas por los astilleros del Báltico, que impusieron el reconocimiento de las organizaciones obreras independientes a la burocracia, la única institución de ésta que quedaba en pie -el Ejército- lanzó el golpe antiobrero destinado a inaugurar su contraofensiva;
  2. El general Jaruzelski y su irónicamente llamado "Consejo Militar de Salvación Nacional" no fueron más que la fachada de un golpe teledirigido por el Kremlin;
  3. En las semanas previas al golpe, en nombre del "entendimiento nacional" los dirigentes sindicales contuvieron a duras penas una impresionante ola huelguística que se dirigía a la completa erradicación de la burocracia del aparato económico, lo cual dio un respiro fundamental al Ejército para lanzar el operativo golpista;
  4. En 26 provincias, las direcciones regionales del Solidaridad habían organizado una “Coordinación de Consejos Obreros” para implantar la gestión obrera en las fábricas, en la línea de las resoluciones del Congreso de Solidaridad. En algunos sitios, las autoridades habían literalmente cedido su lugar al sindicato y los consejos. La clase obrera se orientaba objetivamente hacia la toma del poder. sin embargo, la dirección nacional del Solidaridad se oponía a que diese este paso;
  5. Si el Solidaridad hubiera tomado el poder, su gobierno sería el más democrático de los gobiernos que haya tenido Polonia, ya que el Solidaridad representaba a la totalidad de la clase obrera y a la gran mayoría de los oprimidos (campesinos, estudiantes, etc.);
  6. La dirección nacional del Solidaridad se esforzó por mantener una coexistencia pacífica con el régimen, creyendo que podía continuar indefinidamente en esa situación hasta implantar la “autogestión” en fábricas y municipios, ahorrándose un enfrentamiento final con el poder burocrático, dejándolo como una mera formalidad inocua para satisfaces a la URSS;
  7. Para el imperialismo: el golpe era preferible a una invasión rusa, sólo porque éste podía precipitar una guerra civil. Pero aún una invasión era preferible al derrocamiento de la burocracia por el Solidaridad, que era el peligro mayor (en primer lugar, por el impacto revolucionario que el triunfo de la revolución obrera en Polonia tendría sobre las masas de Europa Occidental);
  8. Mucho banqueros occidentales (acreedores del Estado polaco) han aplaudido el golpe porque piensan que la acción del ejercito va a terminar con el impasse político que se desarrolló entre el gobierno y el Solidaridad, y que ha paralizado la economía [...] ven la toma del poder por los militares como una oportunidad para Polonia de comenzar un proceso completo de recuperación económica.[33]

La Liga Internacional de los Trabajadores y el Solidaridad[editar]

En Septiembre de 2018, se publicaran artículos de Nahuel Moreno, fundador de la Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (LIT-CI) sobre la "Revolución Política Polaca", publicados originalmente entre 1980 y 1982, en los que el autor afirmó que:

  1. el aparato del Estado Polaco es además de burgués, totalitario. Es un trágico remanente de la época del fascismo, cuyo hermano gemelo es el estalinismo; es decir que, en un marco económico-social diametralmente opuesto, han edificado un régimen político con numerosos puntos de similitud: es totalitario y emplea métodos implacables de guerra civil contra sus adversarios, en especial contra la clase obrera y los campesinos;
  2. debido a la crisis económica, a su incapacidad criminal y a su terror ante el movimiento obrero, la burocracia no ha vacilado un instante en someterse al imperialismo, facilitando así la profunda penetración del capital imperialista en la economía del Estado Obrero. Ante la crisis económica y política, se ve cómo la burocracia es, en última instancia, agente del imperialismo. Ante un peligro mortal y sin salida recurre a él como a un salvador; así lo hizo ante la crisis económica;
  3. la burocracia no es tan solo un agente histérico del imperialismo, así como: es la única que garantiza el pago de las deudas e intereses al imperialismo. La lucha contra la miseria y los bajos salarios es ya una lucha contra la entrega gradual de la economía polaca al imperialismo por la burocracia. Los sufrimientos económicos de las masas son producto inmediato no sólo de los privilegios burocráticos sino también del endeudamiento con el imperialismo. Sólo la revolución política triunfante frenará el curso burocrático de entrega cada vez mayor de las bases sociales de la economía polaca al imperialismo;
  4. Por el momento, no existen ni rastros de un partido revolucionario, así que cuanto más tiempo ganemos, evitando los enfrentamientos decisivos, mejor. En vista de nuestra debilidad, debemos evitar posiciones que se vuelvan ‘ultraizquierdistas”, por más justas que parezcan. Por ejemplo, "derroquemos inmediatamente al gobierno!!!", o "construyamos soviets ya!!!";
  5. El eje de nuestra actividad, nuestro lugar y nuestro programa es el Solidaridad. Partiendo de allí, nuestro objetivo es liquidar el gobierno de la burocracia. Pero ese objetivo no puede ser inmediato. Debemos ser muy prudentes para plantear nuevas formas organizativas, como los soviets, si no existen condiciones inmediatas para ello;
  6. Hoy, en Polonia, el punto de referencia del movimiento de masas, y también el nuestro, es el poder del Estado burocrático. Exagerando un poco, podemos decir que todo lo que va contra ese Estado es positivo. En este momento, en todos los Estados Obreros, el enemigo principal de los trabajadores es ese poder y esa casta burocrática. Del carácter totalitario del régimen se desprende, en principio, el carácter democrático de la mayor parte de las tareas planteadas. Abajo el régimen burocrático. Viva la democracia. Esas son las dos grandes consignas, planteadas no por nosotros sino por la realidad. Lo que hacemos nosotros, es sacar la conclusión de esta movilización, levantando la consigna político institucional adecuada: "Asamblea Constituyente" es la única síntesis positiva de "Abajo el régimen totalitario!!!" y "Viva la democracia!!!";
  7. La Asamblea Constituyente es la mejor forma de desenmascarar a la Iglesia Católica en Polonia, y en general en todos los Estados Obreros donde las corrientes restauracionistas se apoyan en las masas, aprovechando justamente sus ilusiones democráticas;
  8. En Polonia, toda corriente de masas o de vanguardia que se plantee, frente al gobierno burocrático, al voltearlo por medios violentos, se está inclinando hacia el trotskismo, aunque no lo sepa. Estas son las corrientes que tenemos que unir o sobre las que tenemos que trabajar para construir el gran partido de la revolución política;
  9. La razón de la derrota parcial y el retroceso de la revolución polaca se debe justamente a que la dirección de Solidaridad no preparó, alertó ni organizó políticamente a las masas para el inevitable enfrentamiento armado con el ejército;[34]
  10. Si a los procesos revolucionarios inconscientes que se abren en los estados obreros burocratizados los llamamos “revoluciones de febrero”, también llamamos korniloviano al intento de la contrarrevolución de frenarlos y aplastarlos por medio del golpe militar. También lo denominamos de ese modo porque, a diferencia del putsch fascista o semifascista, carece del más mínimo apoyo popular. La intervención del Ejército polaco en el último caso y del Ejército Rojo en los otros, no contó con otro apoyo que el de la burocracia, aislada y acosada por el movimiento de masas;
  11. Si el golpe korniloviano era casi inmediato y prácticamente inevitable, su denuncia y el llamado a abordarlo o a enfrentarlo debía ser el eje de nuestra política. El contenido debió ser: “¡Evitemos el golpe contrarrevolucionario de la burocracia organizando a los soldados en Solidaridad! ¡Evitemos el golpe promoviendo los derechos democráticos de los soldados, entre ellos el de elegir a los oficiales! ¡Organicemos la confraternización entre los obreros, campesinos y soldados para que apunten sus fusiles contra la burocracia y la oficialidad, que están preparando el golpe militar contra los trabajadores! ¡Organicemos miles y miles de piquetes armados del movimiento obrero y campesino para enfrentar el putsch militar que prepara la burocracia!” Y también debíamos agregar como posible peligro inmediato la invasión del Ejército Rojo;
  12. En Polonia se enfrenta la revolución proletaria con la contrarrevolución burguesa imperialista, actuando esta última por intermedio de la burocracia. Ante la profundización de la revolución proletaria se estrecha el frente único contrarrevolucionario de la burocracia y el imperialismo, y esto es así por más que la demagogia imperialista y sus órganos de prensa traten de enmascararlo u ocultarlo;
  13. La restauración capitalista nunca se podrá producir como consecuencia del ascenso revolucionario, aunque éste, por el bajo nivel de conciencia del movimiento obrero y por la tradición de sus direcciones pueda levantar o aprobar por un momento programas restauracionistas, como la autogestión por empresas o la autonomía de éstas contra el monopolio estatal;
  14. Sólo la contrarrevolución burocrático-imperialista puede ser restauracionista; jamás las masas revolucionarias en su ascenso y con sus organizaciones de enfrentamiento a la burocracia;
  15. El Solidaridad no es para nosotros un sindicato más, sino de tipo específico, excepcional. Es expresión del ascenso revolucionario, un sindicato de las masas revolucionarias, ultrademocrático, como lo fue en su momento la Central Obrera Boliviana (COB), con una dirección claramente contrarrevolucionaria, proburguesa, correa de transmisión de la Iglesia Católica;
  16. La conquista del poder por el Solidaridad significaba la conquista del poder por las masas revolucionarias. No por la Iglesia Católica sino por las masas, a través de la movilización revolucionaria y la democracia obrera, expresada en ese sindicato masivo. La derrota militar del aparato y el derrocamiento de la burocracia por la clase obrera, con todas sus contradicciones y los nuevos problemas que plantea, eran mucho más importante en ese momento, para el proceso histórico y la lucha de clases mundial, que una hipotética y abstracta defensa de las bases económicas del Estado obrero;
  17. No interesaba que el Solidaridad fuese dirigido por la Iglesia, que quieran restaurar el capitalismo. Lo decisivo era que las masas, por medio del Solidaridad, hubieran conquistado el poder, única forma de combatir y de derrotar a la contrarrevolución y a los propios dirigentes contrarrevolucionarios del Solidaridad;
  18. La conquista del poder por el Solidaridad hubiera significado la transformación de la dictadura proletaria burocrática en una dictadura proletaria no burocrática, transicional, encabezada por una dirección oportunista y contrarrevolucionaria, como la de Walesa. Habría sido altamente contradictorio, dinámico, inestable, progresiva en relación a la dictadura burocrática: una dictadura de las organizaciones obreras democráticas y revolucionarias, con una falsa conciencia obrera y una dirección contrarrevolucionaria;
  19. Solidaridad debía organizar a los soldados para destruir a las fuerzas armadas desde adentro y a la vez crear sus propios cuerpos armados, preparando así a las masas para el inevitable enfrentamiento con la fuerza armada de la contrarrevolución burocrática. Alertamos que, en caso contrario, las masas y el propio Solidaridad serían derrotadas por aquélla. Los revisionistas no plantearon ésta ni ninguna otra política para enfrentar al putsch, y con ello completaron su traición a la revolución polaca.[35]

La League for the Fourth International y el Solidaridad[editar]

El 6 de abril de 2019, activistas de la League for the Fourth International (LFI) distribuyeron un folleto en el que se afirmaba que:

  1. Durante 1981, el Solidaridad adoptó un programa de contrarrevolución abierta, llamando a desmantelar la economía planificada y a crear un “consejo de salvación nacional” que incluiría a la Iglesia Católica y se aliaría con los banqueros del Fondo Monetario Internacional;
  2. En septiembre de 1981, la entonces trotskista Spartacist League (SL)[36]​ advirtió: “El tiempo se acaba en Polonia – ¡Alto a la contrarrevolución de Solidaridad!”;
  3. Solidarność abrió una oficina en las oficinas de Nueva York de la Federación Unida de Maestros (FUM), encabezada por Albert Shanker, un rabioso guerrero frío socialdemócrata que pensaba que Richard Nixon era blando con el comunismo, propugnaba un primer ataque nuclear contra la Unión Soviética y recibió Financiamiento de la CIA a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional;
  4. El 24 de septiembre de 1981, mientras Solidarność celebraba su conferencia de prensa inaugural en la FUM, los espartaquistas realizaron una manifestación afuera, proclamando “Agentes polacos de Solidarność de la contrarrevolución” y “Socialdemócratas, Frente AFL-CIO para la CIA en Polonia, también”;
  5. La protesta fue denunciada en un editorial del Wall Street Journal (29 de septiembre de 1981), titulado “Los comunistas y la AFL-CIO”, que defendía la colaboración de los dirigentes de la AFL-CIO con la CIA contra el comunismo;
  6. El diario de los banqueros emitió una siniestra amenaza: “Cualquiera que busque deslegitimar el desempeño [de la AFL-CIO] en este ámbito debería ser consciente de cuán serio es el ataque que está lanzando”;[29]
  7. Si bien los trotskistas genuinos dijeron la verdad sobre Solidarność desde el principio, prácticamente todo el medio pseudotrotskista proclamó “Solidaridad con Solidaridad”, uniéndose a la campaña patrocinada por los imperialistas.[37]

La Caída de los Estados Obreros[editar]

El Comité Internacional y la caída de los Estados Obreros[editar]

El 09 de noviembre de 2019, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CI-CI) publicó un artículo[38]​ en el que afirmó que:

  1. Desde un punto de vista social, el fin de la República Democrática Alemana (RDA) no fue una revolución, sino una contrarrevolución. Junto con el regreso del capitalismo, el desempleo, la explotación burda, la desigualdad social y la pobreza abyecta regresaron al este de Alemania;
  2. La bien desarrollada industria de la RDA, que garantizaba el pleno empleo y la seguridad social, quedó prácticamente arrasada. El Treuhandanstalt, encargado de privatizar las industrias estatales, se deshizo de 14.000 empresas nacionalizadas. Algunos fueron vendidos; la mayoría fueron cerradas. En tres años, el 71 por ciento de todos los trabajadores se habían visto obligados a buscar nuevos empleos o permanecían desempleados. Hoy en día, el número de empleos manufactureros en el este es apenas una cuarta parte del total que había en 1989;
  3. El resultado es la despoblación de regiones enteras, dejando una preponderancia de personas mayores. En 1989 vivían en la RDA 16,7 millones de personas. En 2006, el número de habitantes de la antigua Alemania Oriental había caído a 14,6 millones, una disminución del 13 por ciento. Dado que más del 60 por ciento de los que emigraron tenían menos de 30 años y la tasa de natalidad cayó dramáticamente, la edad promedio de la población ha aumentado marcadamente;
  4. El bien desarrollado sistema educativo y de bienestar social de la RDA, así como su densa red de instituciones culturales, fueron destruidos. Sólo en el estado federado de Sajonia, que tiene alrededor de 4 millones de habitantes, se han cerrado más de 1.000 escuelas desde 1989;
  5. Contrariamente a los mitos oficiales, la iniciativa para restaurar el capitalismo en la Unión Soviética, Europa del Este y la RDA provino de la propia burocracia estalinista gobernante. Esta casta privilegiada había usurpado en la década de 1920 el poder político de la clase trabajadora soviética al reprimir y eventualmente liquidar físicamente a la oposición marxista;
  6. En 1938, León Trotsky escribió, en Programa de Transición: “O la burocracia, convirtiéndose cada vez más en el órgano de la burguesía mundial en el estado obrero, derribará las nuevas formas de propiedad y hundirá al país nuevamente en el capitalismo, o la clase trabajadora aplastará la burocracia y abrirá el camino al socialismo”;
  7. El movimiento que llevó a la extinción de la RDA y que había comenzado como una huida hacia Occidente, era socialmente heterogéneo y políticamente confuso. No tenía un objetivo claramente definido ni una comprensión de las fuerzas sociales que enfrentaba. Por este motivo, podría ser fácilmente manipulado;
  8. Desde 1989, la sección alemán del CI-CI: la Bund Sozialistischer Arbeiter (BSA - Liga Socialista de los Trabajadores), actualmente conocida como Partei für Soziale Gleichheit (PSG - Partido Socialista por la Igualdad) previó esta situación nn numerosas declaraciones, artículos y folletos, que luego se publicaron en forma de libro como: "El fin de la RDA". Pero la BSA no tenía suficiente influencia política en la RDA para detener la restauración del capitalismo.

La International Communist League y la caída de los Estados Obreros[editar]

El 09 de enero de 2015, la International Communist League (Fourth Internationalist) (ICL-FI), publicó un artículo[39]​ en el que afirmó que:

  1. El 03 de enero de 1990, la ICL-FI pronunció un discurso un gran un mitin en el Monumento de Guerra Soviético en Berlín Oriental, contra la profanación fascista del monumento a los soldados del Ejército Rojo caídos en la Segunda Guerra Mundial, en el que defendió el gobierno de los consejos de trabajadores y soldados en toda Alemania. Fue la primera vez desde la expulsión de Trotsky de la URSS y el aplastamiento de la Oposición de Izquierda a finales de la década de 1920 que los trotskistas pudieron hablar ante una audiencia masiva en un estado obrero deformado;
  2. Sin embargo, en pocas semanas, la República Democrática Alemana (RDA), dejó de existir. Esta derrota abrió la puerta a la contrarrevolución en la Unión Soviética, donde la clase trabajadora estaba atomizada y desmoralizada por décadas de mal gobierno estalinista. En dos años, la Unión Soviética también había caído;
  3. El tejido social de la ex Unión Soviética y de los estados obreros deformados que habían estado en su órbita se desgarró y el capitalismo se restauró, provocando una agonía sin precedentes: desempleo y pobreza, el colapso de la atención sanitaria y otras infraestructuras básicas, y guerras nacionalistas fratricidas;
  4. Con la eliminación de su némesis soviética, el triunfante imperialismo estadounidense logró una supremacía militar indiscutible, liberando sus manos para llevar a cabo una guerra depredadora tras otra. Los capitalistas de todo el mundo han logrado apretarle los tornillos a la clase trabajadora en sus respectivos países, con la Alemania reunificada tomando la iniciativa para extraer su libra de carne de los trabajadores del Este y del Oeste y dictar austeridad al resto de Europa;
  5. La ICL-FI luchó con todas sua fuerzas, contra la contrarrevolución capitalista en la RDA, el resto de Europa del Este y la Unión Soviética;
  6. En China y los demás estados obreros deformados que quedan, la cuestión volverá a plantearse crudamente: o la clase trabajadora tomará el control de su propio destino, abriendo el camino al socialismo, o será presa de la esclavitud capitalista y la subyugación imperialista. Para la victoria de los trabajadores combativos será crucial la forja oportuna de un partido leninista-trotskista, es decir, animado por el programa bolchevique del internacionalismo proletario revolucionario;
  7. En 1989, la Unión Soviética había dejado de subsidiar la venta de petróleo y otras materias primas vendidas a los estados obreros burocráticamente deformados de Europa del Este y empezó a exigir precios en el mercado mundial pagaderos en monedas convertibles, por lo que la situación económica en la Europa del Este empeoró considerablemente;
  8. León Trotsky, desde su lucha, como principal líder de la Oposición de Izquierda, contra la burocracia soviética, encabezada por Stalin, llegó a la conclusión de que la burocracia gobernante no constituía una clase, sino una casta frágil que no poseía ninguna función económica independiente y que había expropiado políticamente a la clase trabajadora;
  9. En el invierno de 1989-90, la ICL-FI publicó el nº 14 de la edición alemana del "Spartacist", con el título “Trotskismo: ¡lo que no es y lo que es!”, que explicaba los objetivos de varios grupos que invocaban falsamente a Trotsky para ayudar a los trabajadores y a los izquierdistas de la RDA a separar el trigo de la paja. En esta publicación, la ICL caracterizó al BSA y al “Comité Internacional de la Cuarta Internacional” –dirigido por Gerry Healy hasta 1985 y hoy por David North– como “bandidos políticos”, término acuñado por Lenin para describir a aquellos que adoptan posiciones políticas tremendamente incongruentes que resultan ser encajar con sus apetitos oportunistas egoístas del momento. Eso es porque ellos equiparaban regularmente al estalinismo con el capitalismo, lo cual es fundamentalmente falso;
  10. Eso es porque, el estalinismo significa el gobierno político de una burocracia parasitaria (una casta frágil y contradictoria) que, a diferencia de la burguesía, no puede hacer valer ningún derecho de propiedad de los medios de producción, que no le pertenecen a ella sino a la sociedad. Ningún burócrata de la RDA pudo transmitir a sus descendientes la fábrica que administraba. En la RDA, la producción se organizaba para la sociedad y no en aras del beneficio individual.

Comité por una Internacional de los Trabajadores y la caída de los Estados Obreros[editar]

El 17 de julio de 2009, el Comité por una Internacional de los Trabajadores (COT), publicó un artículo[40]​ en el que afirmó que:

  1. En 1986/87, Gorbachov, líder de la ex Unión Soviética, inició el proceso de Glasnost y Perestroika, introduciendo reformas y rompiendo la centralización de la economía soviética. Esto propagó la esperanza de que ocurriera un proceso similar en la RDA. Sin embargo, el régimen de la República Democrática Alemana (RDA) afirmó que no tenía intención de seguir este camino;
  2. A principios de 1989 el malestar iba en aumento y los debates se desarrollaban por todas partes, en los lugares de trabajo, en las universidades y en los pubs. El 7 de mayo, las elecciones municipales fueron amañadas; al día siguiente, el partido gobernante, el Partido Socialista Unificado de Alemania SED, obtuvo una mayoría del 98%. Cientos de miles de personas empezaron a abandonar la RDA cuando la burocracia justificó el Masacre de Tiananmen;
  3. Sin embargo, los activistas de la oposición permanecieron para construir un movimiento que comenzó con una pancarta exhibida en Leipzig con el lema: “Nos quedamos aquí; ¡No dejaremos que los estalinistas arruinen nuestros hogares!” Se arrestó a activistas, pero el proceso se hizo más y más grande cada semana;
  4. Las protestas se extendieron por todo el país y el 20 de octubre decenas de miles de personas se reunieron en Berlín. La policía reaccionó con cañones de agua pero pronto fue rodeada por los manifestantes. El aparato estatal comenzaba a desmoronarse. Erich Honecker, líder de la RDA, se vio obligado a dimitir cuando un millón de personas salieron a las calles de Berlín;
  5. En todas partes se crearon comités, en los lugares de trabajo, en las fábricas y en las escuelas e incluso en los zoológicos. Existían consejos de estudiantes y aprendices, así como consejos dentro de los órganos del Estado, incluidos la policía y el ejército;
  6. Los militantes del CIT argumentaron que todos los consejos deberían unirse a nivel local, regional y nacional y que se implementara un plan socialista democrático. Lamentablemente, las fuerzas del socialismo genuino eran demasiado pequeñas para tener efecto en el movimiento;
  7. El 9 de noviembre, cayó el Muro de Berlín y los alemanes orientales vieron en los estantes de Berlín Occidental los productos que, durante tanto tiempo, les habían mentido el régimen de la RDA, que se había vuelto incapaz de producir consistentemente las necesidades de la gente. Esto reforzó las ilusiones sobre la restauración del "libre mercado";
  8. La clase capitalista de Alemania Occidental se hizo cargo de la economía y la industria de Alemania Oriental. Esto tuvo un gran costo. En Alemania Oriental, tres cuartas partes de la industria fueron destruidas;
  9. También fueron desastrosos los resultados de la restauración del capitalismo en la ex Unión Soviética. Las masas han sufrido 20 años de guerras civiles, conflictos éticos, pobreza, profundos problemas económicos y una dramática reducción de la esperanza de vida;
  10. En el Kazajstán y en la Ucrania la situación económica es peor que la de Rusia;
  11. Peter Taaffe, el principal dirigente del CIT, señaló que, al igual que 1917, 1989 fue un punto de inflexión en la historia. Sin embargo, 1917 marcó el comienzo de un período de revolución mundial después de que la clase trabajadora tomó el poder en Rusia y comenzó a construir una sociedad socialista. 1989 vio el comienzo de la catástrofe económica y social de la restauración del capitalismo en países de toda Europa del Este;
  12. Los movimientos de masas de 1989 vieron enormes manifestaciones, huelgas generales y mítines masivos. Aunque desde el principio, hubo elementos en estos movimientos que se movían en la dirección de defender la democracia de los trabajadores dentro de la economía planificada en lugar de un retorno al mercado, la falta de una fuerza política capaz de plantear estas demandas y organizar acciones masivas significó que estas ideas fueran relegadas a un segundo plano por otras fuerzas que difundieron ilusiones en el llamado "mercado libre". Si estos movimientos hubieran tenido lugar en la década de 1930, cuando el recuerdo de la Revolución Rusa era fuerte, la revolución política habría sido más probable;
  13. El impacto del colapso del estalinismo el impacto negativo tuvo en la conciencia de la clase trabajadora debido a la ofensiva ideológica de la clase dominante. Este período también vio el giro hacia la derecha de los partidos de ex trabajadores y las direcciones sindicales;
  14. Hace veinte años llegó la desaparición no del socialismo sino del estalinismo. La lucha por el socialismo democrático de la clase trabajadora continúa.

La Cuarta Internacional Lambertista y la caída de los Estados Obreros[editar]

En enero de 1990, la Cuarta Internacional Lambertista publicó un número especial la revista "La Vérité", dedicado a la Revolución Rumana de 1989.[41]

En noviembre de 1990, la Cuarta Internacional Lambertista publicó un artículo en la revista "La Vérité", con un balance de un año del proceso político que condujo a la caída del Muro de Berlín.[42]

La Liga por la Quinta Internacional y la caída de los Estados Obreros[editar]

El 11 de mayo de 2009, la Liga por la Quinta Internacional publicó un artículo[43]​ en el que afirmó que:

  1. El 04 de septiembre de 1989, se publicó un “Llamamiento a una izquierda unida de la República Democrática Alemana (RDA)”, que rechazaba explícitamente la idea de que la reforma democrática significara la restauración del capitalismo o el desmantelamiento del Estado pero, con igual claridad, se limitó a reformas dentro del Estado existente. La plataforma decía que "la burocracia ha llevado la economía a un callejón sin salida, las relaciones de propiedad poscapitalistas deben mantenerse, sólo el socialismo democrático basado en el gobierno de los consejos de trabajadores puede realizar el potencial de la economía planificada";
  2. También el 4 de septiembre, una reunión de oración en Leipzig se convirtió en una manifestación exigiendo libertad de movimiento y elecciones democráticas;
  3. El 9 de septiembre, varios disidentes conocidos asociados con el movimiento por la paz publicaron la “Iniciativa 89”, que proponía la formación de una organización política nacional llamada “Nuevo Foro”, comprometida con la reforma democrática y la “remodelación” de la sociedad. Cuando los miembros de Nuevo Foro solicitaron registrarlo ante las autoridades el 19 de septiembre, la solicitud fue rechazada por ser “antiestatales” y “desleales al pueblo”. Esta acusación fue inmediatamente refutada por manifestantes de todo el país que levantaron pancartas que decían “¡Somos el pueblo!”;
  4. El primer fin de semana de octubre, "Izquierda Unida" celebró su primera conferencia nacional en Berlín. Dos días después, Mikhail Gorbachev llegó a Berlín para la celebración oficial del 40º aniversario de la fundación de la RDA y aprovechó su visita para dejar claro que no habría ninguna intervención soviética para mantener el status quo como había ocurrido en Checoslovaquia en 1968;
  5. Tras la publicación de la declaración de Gorbachov, tuvieron lugar las primeras manifestaciones masivas de protesta en el propio Berlín. Las multitudes en las calles sintieron un cambio en el rumbo de los acontecimientos; La crisis política revolucionaria estaba llegando a su punto máximo;
  6. A los pocos días, Erich Honecker dimitió como líder del partido y fue sustituido por Egon Krenz. En un vano intento de ganarse apoyo, criticó a los dirigentes anteriores y reveló algo de su opulento estilo de vida;
  7. El 9 de noviembre, cuando el portavoz oficial anunció que el Comité Central del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) acordó que “en el futuro” se permitiría a los ciudadanos de la RDA viajar a Occidente, esto se entendió que significaba que las restricciones de viaje se levantaron inmediatamente y fue esto lo que provocó la famosa “Caída del Muro”, cuando miles de berlineses orientales acudieron a los puntos de cruce y los guardias fronterizos, ahora sin cualquier cadena de mando efectiva, levantó las barreras;
  8. La avalancha de gente que llegó a Berlín Occidental se vio intensificada por la oferta del Helmut Kohl de 100 marcos alemanes como “regalo de felicitación” para todos los ciudadanos de la RDA. El efecto combinado no fue sólo reforzar la imagen de Alemania Occidental como una “tierra de abundancia”, sino también socavar aún más la legitimidad del régimen de Alemania Oriental. Reconociendo esto, el Comité Central del SED nombró a Hans Modrow nuevo Primer Ministro y le asignó la tarea de formar un gobierno de coalición;
  9. Especialmente en el Sur, organizaciones políticas recién formadas como "Despertar Democrático" y "Democracia Ahora" pedían abiertamente el desmantelamiento del régimen, la apertura permanente de la frontera, el pluralismo político y elecciones libres. Tales demandas inevitablemente plantearon la cuestión de la continuidad de la propia RDA y, a partir de entonces, la “cuestión nacional” fue cada vez más la cuestión definitoria en la política de la RDA.
  10. Sin embargo, para la gran mayoría de la izquierda, la unificación nunca podría ser otra cosa que un proyecto reaccionario. Por el contrario, en la "conferencia de trabajo" de Izquierda Unida el 25 de noviembre, la organización hermana de Workers Power propuso un programa que vinculaba la lucha por el control obrero en las fábricas y la formación de una milicia obrera con el derrocamiento de la maquinaria estatal existente de la RDA, y también reconoció que "es casi inconcebible que la continua crisis política en la RDA no vea el surgimiento de la unificación como una posible solución a la debilidad e inestabilidad económicas. Por lo tanto, la demanda de la reunificación revolucionaria de Alemania no es una subordinación o simplemente táctico sino más bien un componente central del programa.";
  11. Aunque este programa formó la base para construir un sector de nuestra tendencia internacional en la RDA, el resto de la izquierda de la RDA rechazó totalmente cualquier demanda de unidad nacional, y esto aseguró que la derecha fuera indiscutible como fuerza que defendía esta demanda crucial de gente de la RDA;
  12. A principios de diciembre, para tratar de restaurar algo de apoyo popular, Modrow convocó a los líderes de los principales grupos de oposición, incluido el anteriormente prohibido Nuevo Foro que ahora contaba con 200.000 miembros, a una mesa redonda. Este aprobó su propuesta para las elecciones parlamentarias del 6 de mayo, pero también afirmó su lealtad a la RDA. El hecho de que esto condujera a una división en el Nuevo Foro entre sus fundadores y líderes y una base que ahora pedía la reunificación con Occidente es una medida de hasta qué punto había cambiado la política. En las manifestaciones el lema ahora era '¡Todos somos UN solo pueblo!'
  13. Dos acontecimientos polarizaron aún más la opinión. Helmut Kohl habló en un mitin electoral en Dresden, promocionando un bloque electoral, la Alianza por Alemania, dominado por su propio partido demócrata cristiano. Dejó absolutamente claro que su objetivo estratégico era la reunificación, y que esto no significaba ningún tipo de paridad de estatus sino simplemente la absorción de Alemania Oriental en la República Federal existente. Esto no sólo fortaleció al ala derecha del movimiento de protesta al darle un objetivo claro y el respaldo abierto del gobierno de Bonn, sino que también galvanizó a la izquierda;
  14. El 3 de enero de 1990, en respuesta a la profanación de los monumentos de guerra soviéticos por parte de neonazis, el gobierno convocó una manifestación de la izquierda, efectivamente en defensa de la RDA. El objetivo de Modrow era vincular a todos los oponentes de la restauración capitalista al mantenimiento de su propio régimen. En esto, pareció tener un éxito inesperado. Unas 200.000 personas acudieron bajo un frío glacial y dejaron claro que la Alianza pro-Occidental no era la única fuerza de masas. El tamaño de esta manifestación pareció estabilizar la escena política;
  15. Sin embargo, Modrow malinterpretó la situación. Sintiéndose más seguro, propuso la formación de una nueva fuerza de seguridad para reemplazar a la odiada policía secreta, la Stasi. Esta propuesta electrizó a la sociedad. De forma espontánea, se produjeron manifestaciones masivas en todo el país. Sobre todo en Berlín las masas irrumpieron en el cuartel general de la Stasi. La polarización ya era completa; una izquierda muy reducida pidió “orden”, lo que significaba la defensa del régimen e incluso, tal vez, de la Stasi. Mientras tanto, la derecha, con su ecuación de reunificación con restauración del capitalismo, asumió el liderazgo de las masas en las calles;
  16. Modrow propuso un “Gobierno de Responsabilidad Nacional”, que incluyera tanto a la izquierda como a la derecha, y adelantó las elecciones al 18 de marzo. La campaña electoral tomó ahora el lugar de las manifestaciones; Kohl prometió un intercambio 1:1 de marcos de Alemania Oriental por marcos de Alemania Occidental y una unión económica en un plazo de tres meses; el partido gobernante, ahora rebautizado como Partido del Socialismo Democrático y propuso reformas de mercado para reactivar la economía en la RDA;
  17. En las elecciones, la Alianza por Alemania, dominada por los demócratas cristianos, obtuvo la mayor cantidad de escaños en lugar de una mayoría general, pero pudo formar una coalición con los socialdemócratas con el líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Lothar de Maiziere, como primer ministro. Ambas alas de este gobierno estaban comprometidas con la restauración del capitalismo y la reunificación con Occidente y su establecimiento marcó el fin de la RDA como estado obrero degenerado;
  18. Al cabo de unas semanas, el 18 de mayo, el Parlamento adoptó el Tratado de Estado que preveía la abolición de la planificación, la eliminación de todos los controles sobre los movimientos de capital, la introducción del marco alemán como única moneda, la imposición de la legislación laboral de Alemania Occidental y la primacía del Ministerio de Finanzas de Alemania Occidental a partir del 2 de julio de 1990. Después de eso, fue, literalmente, sólo una cuestión de formalidad completar el desmantelamiento de la RDA y la integración de su territorio y su pueblo en la República Federal el 9 de noviembre de 1990;
  19. Hoy en día, los comentaristas suelen señalar la extraordinaria velocidad con la que la RDA "colapsó" y concluyen que esto demuestra que la reunificación en los términos de Kohl siempre fue inevitable. Sería más exacto decir que el fracaso de la izquierda a la hora de luchar por una reunificación revolucionaria, vinculando el llamamiento a una lucha para derrocar tanto al régimen burocrático del Este como a los capitalistas del Oeste, fue el legado final del estalinismo alemán. Lo que comenzó como un movimiento de la clase trabajadora por la revolución política en la RDA, terminó como una contrarrevolución social y la restauración del capitalismo. En ésta, como en todas las demás batallas de clases, la crisis de dirección de la clase trabajadora fue la clave.

La Fracción Trotskista y la caída de los Estados Obreros[editar]

El 13 de noviembre de 2009, la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI) publicó un artículo[44]​ en el que afirmó que:

  1. Los 20 años transcurridos desde la caída del Muro de Berlín, se caracterizaron por una ofensiva ideológica y política contra el marxismo. El pase de la burocracia estalinista a las filas de la restauración, fue acompañada por un giro neoliberal de las direcciones reformistas de la clase obrera. Una parte importante de la izquierda cayó en el desconcierto y la desmoralización. Se desacreditó la idea de la revolución social y se instaló como sentido común la falta de alternativa al capitalismo. Francis Fukuyama proclamó su tesis del “fin de la Historia”, que significaba la universalización inevitable y sin obstáculos de la economía de libre mercado y la democracia liberal;
  2. Después de la Segunda Guerra Mundial, las potencias vencedoras pactaron el reparto del mundo. En ese reparto, a la Unión Soviética le tocó controlar las zonas que estaban bajo ocupación del Ejército Rojo, que comprendían Europa del Este y el sector oriental de Alemania, mientras que Gran Bretaña y Estados Unidos se hicieron cargo de Europa occidental;
  3. El estalinismo jugó un rol profundamente contrarrevolucionario que resultó fundamental para estabilizar el capitalismo en la inmediata posguerra. En los países occidentales, los partidos comunistas ayudaron a desarmar los movimientos de resistencia y colaboraban con la reconstrucción burguesa, apoyando incluso la restitución de viejas monarquías. En los países del este europeo, las tropas soviéticas se encargaron de restablecer el orden y sostuvieron a los gobiernos formados por antiguos fascistas reciclados, como en el caso de Rumania y Bulgaria;
  4. Una vez desaparecida la posibilidad de revolución en occidente, en 1947 Estados Unidos lanzó el Plan Marshall, una ayuda millonaria para la reconstrucción capitalista de Europa, con el que buscaba disminuir la influencia de la Unión Soviética. Este fue el inicio de la Guerra Fría;
  5. En esta tensa relación Stalin utilizó los países de Europa del Este como una zona de amortiguación entre el Occidente capitalista, bajo dominio norteamericano, y la Unión Soviética. Después de casi tres años, decidió transferir el gobierno de estos estados a manos de los partidos comunistas, además de nacionalizar los principales medios de producción y la tierra en los países ocupados de Europa del Este. Las excepciones a este proceso de “revolución en frío” fueron principalmente la República Federativa Socialista de Yugoslavia, donde se desarrolló una revolución obrera y campesina, y parcialmente Checoslovaquia;
  6. Como resultado, se liquidaron las relaciones de producción capitalistas y fueron reemplazadas por la propiedad nacionalizada de los medios de producción, aunque sin participación activa de los trabajadores y los campesinos pobres, ni órganos de democracia obrera, como habían sido los soviets rusos en los primeros años de la Revolución de 1917. Por estas características los trotskistas de la época definieron a esos estados como “estados obreros deformados”. Esta definición expresaba que, a diferencia de la Unión Soviética donde la contrarrevolución estalinista había liquidado el carácter revolucionario del estado obrero, los de Europa del Este eran estados obreros que ya habían nacido burocratizados, es decir que el estalinismo había implantado una dictadura burocrática que comandaba según sus necesidades e intereses la economía. Esto estaba en contradicción con el hecho de que la expropiación de las antiguas clases poseedoras y la nacionalización de la economía eran importantes conquistas para los trabajadores y los campesinos;
  7. Para los marxistas revolucionarios, los estados obreros deformados surgidos en la segunda posguerra y la Unión Soviética no fueron “estados socialistas” ni representaron el “comunismo”. La casta burocrática que se había apropiado del estado en la Unión Soviética y gobernaba los países del Este, mantenía un régimen de partido único, apoyado en un aparato de vigilancia, que garantizaba sus privilegios extraídos de la administración de la propiedad nacionalizada. Por lo tanto, como en el caso de la Unión Soviética, lo que estaba planteado entonces era una revolución política que basándose en las relaciones de propiedad derribara a la burocracia gobernante y diera lugar a un estado obrero revolucionario, basado en órganos de autodeterminación de masas con un régimen de pluralidad de partidos reconocidos por estos órganos de democracia obrera;
  8. Entre agosto y diciembre de 1989 los regímenes estalinistas fueron barridos como piezas de dominó de los países de Europa del Este. En su gran mayoría las movilizaciones fueron pacíficas, a excepción de Rumania donde el proceso fue más violento y culminó con miles de muertos y posteriormente con la ejecución del dictador Nicolae Ceaucescu y su esposa, en la navidad de 1989;
  9. En verdad, el éxito fácil de estos movimientos se explica porque el prolongado dominio de la burocracia había carcomido las bases de la economía planificada que respondía a las necesidades e intereses de la casta gobernante y no de la mayoría de la población. Esto hacía que cada vez menos “las relaciones de propiedad vivieran en la conciencia de las masas”;
  10. En la década de 1970, después de algunos años de crecimiento de la economía soviética, que asistía además al resto de los países de su bloque, incluido Cuba, la economía de los estados obreros estancó. Entonces, los países del este europeo optaron por ir abriendo parcialmente su economía y endeudarse con occidente para tratar de conseguir financiamiento, por lo que fueron acumulando una deuda que se volvió insoportable;
  11. En la década de 1980 la economía soviética entra en una profunda crisis. En 1985, asume Mijail Gorbachov como presidente de la URSS y comienza a implementar un programa de reformas económicas procapitalistas conocido como Perestroika, junto con una gradual apertura política, la Glásnost;
  12. La degradación de la planificación llevaba a momentos de escasez extrema lo que obligaba a la gran mayoría de la población, que no tenía acceso a los privilegios de la burocracia, a hacer colas interminables para adquirir bienes de consumo básicos. Sectores de la burocracia gobernante especulaban con esta situación y sacaban provecho por su rol en la distribución de los bienes. Así se fue gestando en el mercado negro y la economía ilegal una protoclase capitalista, surgida de las filas de la propia burocracia;
  13. Otro factor determinante en la crisis de la URSS fue la política agresiva del imperialismo norteamericano, que bajo Ronald Reagan había lanzado una exorbitante carrera armamentista, que obligaba a la URSS a priorizar el gasto militar. El tiro de gracia fue la retirada de tropas soviéticas de Afganistán derrotado por las milicias islamistas armadas por Estados Unidos;
  14. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, León Trotsky escribió sobre la posibilidad, que consideraba improbable, de que la casta burocrática, que controlaba la Unión Soviética, mantuviera por un período prolongado el poder del Estado, en ese caso, como agente interno de la restauración capitalista, tarde o temprano iba a buscar las bases materiales de su poder transformando las relaciones de propiedad. Hipótesis que, sin embargo, se vería confirmada por los hechos en décadas posteriores.

La Corriente Marxista Internacional y la caída de los Estados Obreros[editar]

El 09 de noviembre de 2009, la Corriente Marxista Internacional (CMI) publicó un artículo,[45]​ en el que afirmó que:

  1. Lo que fracasó en Rusia y Europa del Este no fue el comunismo o el socialismo, en el sentido en que lo entendieron Marx o Lenin, sino una caricatura burocrática y totalitaria. Lenin explicó que el movimiento hacia el socialismo requiere el control democrático de la industria, la sociedad y el Estado por parte del proletariado. El socialismo genuino es incompatible con el gobierno de una elite burocrática privilegiada, que inevitablemente irá acompañado de una corrupción colosal, nepotismo, despilfarro, mala gestión y caos;
  2. Las economías planificadas nacionalizadas en la URSS y Europa del Este lograron resultados sorprendentes en los campos de la industria, la ciencia, la salud y la educación. Pero, como Trotsky predijo ya en 1936, el régimen burocrático finalmente socavó la economía planificada nacionalizada y preparó el camino para su colapso y el retorno del capitalismo;
  3. En la década de 1980, la URSS tenía más científicos que Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña y Alemania juntos y, sin embargo, no pudo lograr los mismos resultados que Occidente. En los campos vitales de la productividad y los niveles de vida, la Unión Soviética iba a la zaga de Occidente. La razón principal fue la colosal carga impuesta a la economía soviética por la burocracia: los millones de funcionarios codiciosos y corruptos que dirigían la Unión Soviética sin ningún control por parte de la clase trabajadora;
  4. El dominio asfixiante de la burocracia acabó provocando una fuerte caída de la tasa de crecimiento en la URSS. Como resultado, la Unión Soviética se estaba quedando atrás de Occidente. Los costos de mantener altos niveles de gasto militar y los costos de mantener su control sobre Europa del Este impusieron nuevas tensiones a la economía soviética. En 1985, la llegada al poder de Mijaíl Gorbachov, marcó un giro importante en la situación;
  5. Gorbachov representaba la ala de la burocracia soviética que defendía la reforma desde arriba para preservar el régimen en su conjunto. Sin embargo, la situación se deterioró aún más bajo el gobierno de Gorbachov. Esto condujo inevitablemente a una crisis que tuvo un efecto inmediato en Europa del Este, donde la crisis del estalinismo se vio exacerbada por la cuestión nacional;
  6. En 1989, de una capital a otra, se extendió una oleada de revueltas que derrocaron uno a uno a los regímenes estalinistas. En Rumania, Nicolae Ceausescu fue derrocado por una revolución (Revolución Rumana de 1989) y enviado al pelotón de fusilamiento. Un factor clave en el éxito de los levantamientos populares fue la crisis en Rusia. En el pasado, Moscú había enviado al Ejército Rojo para aplastar los levantamientos en Alemania Oriental (1953), Hungría (1956) y Checoslovaquia (1968). Pero Gorbachov comprendió que esa opción ya no era posible;
  7. Las huelgas masivas en Polonia en la primera parte de la década de 1980 fueron una expresión temprana del impasse del régimen. Si este magnífico movimiento hubiera sido dirigido por marxistas genuinos, podría haber preparado el terreno para una revolución política, no sólo en Polonia sino en toda Europa del Este. Pero en ausencia de esa dirección, el movimiento fue descarrilado por elementos contrarrevolucionarios como Lech Walesa;
  8. En noviembre de 1989, la población de la República Democrática Alemana (RDA) se vio invadida por estados de ánimo emocionales: una sensación de liberación acompañada de un sentimiento general de euforia. Era como si toda una nación estuviera experimentando una ebriedad generalizada y, por tanto, estuviera abierta a sugerencias e impulsos repentinos. Derrocar al antiguo régimen resultó mucho más fácil de lo que nadie se había atrevido a imaginar. Pero, una vez derribado, ¿qué se pondría en su lugar? Las masas que habían provocado el derrocamiento del antiguo régimen sabían muy bien lo que no querían , pero no tenían muy claro lo que querían y nadie les ofrecía una salida;
  9. Se daban ahora todas las condiciones objetivas para una revolución política. La gran mayoría de la población no quería la restauración del capitalismo. Querían socialismo, pero con derechos democráticos, sin la Stasi, sin burócratas corruptos y sin un Estado dictatorial de partido único. Si hubiera existido una dirección marxista genuina, esto podría haber conducido a una revolución política y al establecimiento de una democracia obrera;
  10. Sin embargo, la caída del Muro de Berlín no resultó en una revolución política sino en una contrarrevolución en forma de unificación con Alemania Occidental. Esta demanda no ocupó un lugar destacado al comienzo de las manifestaciones. Pero ante la falta de un programa claro por parte de la dirección, se introdujo y poco a poco llegó a ocupar un papel central;
  11. La mayoría de los líderes de la oposición no tenían ningún programa, política o perspectiva clara, más allá de un vago deseo de democracia y derechos civiles. Como la naturaleza, la política aborrece el vacío. Por lo tanto, la presencia de un Estado capitalista poderoso y próspero al lado jugó un papel determinante para llenar el vacío;
  12. Helmut Kohl, el canciller de Alemania Occidental, fue un representante agresivo del imperialismo. Utilizó el soborno más descarado para persuadir al pueblo de Alemania del Este a aceptar una unificación inmediata, ofreciéndoles cambiar sus marcos orientales por marcos alemanes uno a uno. Pero lo que Kohl no le dijo al pueblo de Alemania Oriental fue que la unificación no significaría que tendrían niveles de vida alemanes occidentales;
  13. El pueblo de la RDA había sido engañado. No se les dijo que la introducción de una economía de mercado significaría desempleo masivo, cierres de fábricas y la virtual destrucción de gran parte de la base industrial de la RDA, o un aumento general de los precios y la desmoralización de un sector de la juventud, que serían menospreciados como ciudadanos de segunda clase en su propio país. Estas cosas no les fueron dichas, pero las descubrieron a través de amargas experiencias;
  14. La reunificación precipitó un colapso desastroso del PIB real de Alemania Oriental, con caídas del 15,6 por ciento en 1990 y del 22,7 por ciento en 1991, que se acumularon en una caída de un tercio. Se perdieron millones de puestos de trabajo. Muchas fábricas orientales fueron compradas por competidores occidentales y cerraron. A partir de 1992, Alemania del Este experimentó cuatro años de recuperación, pero a esto le siguió un estancamiento;
  15. Antes de la Segunda Guerra Mundial, el PIB per cápita de Alemania oriental estaba ligeramente por encima del promedio alemán, y tanto en ese momento como en la RDA, Alemania oriental era más rica que otros países de Europa oriental. Pero 20 años después de la unificación, los niveles de vida en Alemania Oriental todavía están por detrás de los de Occidente. El desempleo duplica los niveles occidentales y los salarios son significativamente más bajos;
  16. En la RDA el desempleo era prácticamente desconocido. Pero el empleo disminuyó en 3,3 millones de personas entre 1989 y 1992. El PIB real de Alemania Oriental apenas ha superado su nivel de 1989, y el empleo languidece al 60 por ciento de su nivel de 1989. Actualmente, el desempleo en Alemania en su conjunto ronda el 8%, pero la cifra en Alemania Oriental es del 12,3%. Sin embargo, algunas estimaciones no oficiales lo sitúan en un 20%, y entre los jóvenes incluso en un 50%;
  17. Las mujeres, que alcanzaron un alto grado de igualdad en la RDA, como en otros países de Europa del Este, son las que más han sufrido. Los datos del Panel Socioeconómico Alemán correspondientes a mediados del decenio de 1990 indican que el 15 por ciento de la población femenina del este y el 10 por ciento de la población masculina estaban desempleados;
  18. En julio de 1990, Helmut Kohl prometió: “En un esfuerzo conjunto pronto convertiremos Mecklemburgo-Pomerania Occidental y Sajonia-Anhalt, Brandeburgo, Sajonia y Turingia (las regiones de Alemania Oriental) en paisajes florecientes”. Quince años después, un informe de la BBC admitió que “las estadísticas son sombrías”. A pesar de la inyección de capital de aproximadamente 1,25 billones de euros (843 mil millones de libras esterlinas, 1.550 mil millones de dólares), la tasa de desempleo del Este todavía era del 18,6% en 2005 (antes de la actual recesión) y en muchas regiones es superior al 25%;
  19. Halle, en Sajonia-Anhalt, que alguna vez fue un importante centro para la industria química con más de 315.000 personas, ha perdido casi una quinta parte de sus ciudadanos. Antes de la caída del Muro de Berlín en 1989, el “triángulo químico” Leuna-Halle-Bitterfeld daba empleo a 100.000 personas; ahora quedan 10.000 puestos de trabajo. Gera alguna vez tuvo grandes industrias textiles y de defensa, y algo de minería de uranio. Han desaparecido, y lo mismo ha sucedido en la mayoría de las demás industrias estatales desde 1989;
  20. El PIB per cápita del Este mejoró del 49 por ciento del nivel occidental en 1991 al 66 por ciento en 1995, momento desde el cual la convergencia ha dejado de avanzar. La economía crecía aproximadamente un 5,5% anual, pero no creaba muchos puestos de trabajo nuevos. Como resultado, el Este se está vaciando. Desde la unificación, alrededor de 1,4 millones de personas se han mudado a Occidente, la mayoría de ellos jóvenes y bien educados. La emigración y una fuerte caída de la fertilidad han provocado que la población oriental disminuya cada año desde la unificación;
  21. Una encuesta de Der Spiegel afirma que el 73% de los alemanes orientales cree que la crítica de Karl Marx al capitalismo sigue siendo válida. Otra encuesta, publicada en octubre de 2008, en la revista Super Illus afirmaba que el 52% de los habitantes de Alemania del Este piensa que la economía de mercado es “inepta” y “deteriorada”. El 43% preferiría un sistema económico socialista porque “protege a los pequeños de las crisis financieras y otras injusticias”. El 55% rechazó los rescates bancarios por parte del Estado.

La Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores y la caída de los Estados Obreros[editar]

Según la Resolución aprobada, en 2008, en el Congreso de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores - Cuarta Internacional (UIT-CI)[46]​:

  1. La realidad ha demostrado que en China, Rusia, al ex URSS, Europa del Este y la ex Yugoslavia se ha restaurado el capitalismo;
  2. Con la caída del Muro de Berlín y de la dictadura totalitaria estalinista, se produce el triunfo de la Revolución Política. La caída del aparato estalinista ha sido un triunfo histórico. Los aspectos positivos de la revolución política del 89, han sido: a) la caída del aparato estalinista, que profundiza la revolución política mundial en el movimiento obrero; b) caen los acuerdos de Yalta y Potsdam entre el imperialismo y la burocracia soviética, con lo cual el imperialismo queda sin un fuerte aliado contrarrevolucionario para derrotar el ascenso revolucionario, lo que lo debilita y obliga a actuar directamente como el caso de Irak, Afganistán, etc., y origina una crisis de dominación política, económica y militar del imperialismo y c) aumenta el vacío de dirección, por el debilitamiento de los aparatos reformistas y crea nuevas condiciones para la pelea por superar la crisis de dirección revolucionaria;
  3. Al no contar con una dirección revolucionaria, la revolución política tuvo límites que le impidieron liquidar la restauración capitalista. Esto profundizó las confusiones en la conciencia de las masas y siguió sin resolverse la crisis de dirección revolucionaria, el problema central de la época;
  4. La restauración capitalista fue una derrota, pero no revirtió el ascenso mundial ni la crisis económica capitalista mundial;
  5. El proceso restauracionista en Rusia y en toda Europa del Este venía desde antes del triunfo de la revolución política. La crisis de la burocracia soviética, cada vez más repudiada por las masas en la década de los ochenta, se fue combinando con una brutal crisis económica y la política del imperialismo de penetración capitalista y semicolonización de los países obreros, iniciada en los 70 y fue apretando cada vez más a la decadente URSS. El frente burocracia-imperialismo se fue consolidando a favor del imperialismo, con un socio burocrático cada vez más debilitado, que iba perdiendo poder en toda Europa del Este, y que se lanzó a la restauración que fue un largo proceso de reformas procapitalistas;
  6. La crisis económica de los estados obreros y las medidas restauracionistas agudizaron la caída del nivel de vida y de sufrimiento de las masas, que ya vivían bajo la opresión del régimen estalinista;
  7. La restauración capitalista es un retroceso respecto a la liquidación de la propiedad burguesa en un tercio de la humanidad. Lo que significa una derrota objetiva, que no se puede negar ni minimizar;
  8. Fue tan devastador el efecto de los 70 años de perversión del socialismo y de represión burocrática que el retroceso en la conciencia dio lugar a tremendas ilusiones en el capitalismo y el mercado. Con la crisis económica en los estados obreros burocráticos fue entrando en total descrédito la propiedad estatal y se fueron introduciendo ilusiones, y medidas concretas, bajo distintas formas, de propiedad privada individual capitalista, bajo la forma de «devolución de las fábricas a los obreros», las cooperativas, la «propiedad social»;
  9. Todo esto es importante para explicar una característica que viene teniendo la nueva etapa, que es la ausencia o debilidad del surgimiento de corrientes inconscientemente revolucionarias o trotskizantes, lo que, combinado con la crisis del trotskismo, que dificulta la resolución de la crisis de dirección revolucionaria. Aunque la caída del estalinismo debilitó a las direcciones reformistas y abrió mejores condiciones para pelear por construir partidos revolucionarios;
  10. El llamado «socialismo real» no fracasó por el «exceso de estatismo», como quieren hacer creer las distintas vertientes de los neoreformistas, ex estalinistas, socialdemócratas, el castro-chavismo, etc. La explicación de la desaparición de los estados obreros tiene aspectos económicos, pero los fundamentales son políticos. Stalin encabezó una contrarrevolución política que liquidó el partido de Lenin y se pasó a aplicar la teoría del «socialismo en un solo país«. Las orientaciones económicas y políticas contrarrevolucionarias y represivas del estalinismo fueron hundiendo las conquistas revolucionarias de Octubre y de la expropiación de la burguesía en Europa de Este y Alemania Oriental. Manteniendo durante décadas sus dictaduras, fueron matando las convicciones socialistas y abriendo lugar a las ilusiones procapitalistas y la decepción entre las masas sojuzgadas por la burocracia soviética y pro Moscú;
  11. No se dieron las dos etapas en la revolución política que era la hipótesis de Nahuel Moreno y de nuestra corriente. Barajamos la posibilidad que la revolución política se diera en un proceso único con dos etapas: un «febrero» y un «octubre» que derrotaba al frente restauracionista. Es un hecho que esta hipótesis no se dio. Triunfó la revolución política pero no surgió una dirección revolucionaria y no se dio la etapa del «octubre» que derrotara el proceso de restauración del capitalismo.
  12. Trotsky desde la década del treinta alertó sobre el inevitable vuelco a la restauración y la entrega al imperialismo de los burócratas. Esos trazos gruesos del enfoque de Trotsky nos permiten entender correctamente el fin del «socialismo real»: «El pronóstico político tiene un carácter alternativo: o la burocracia se transforma cada vez más en órgano de la burguesía mundial dentro del Estado Obrero, derriba las nuevas formas de propiedad y vuelve el país al capitalismo; o la clase obrera aplasta a la burocracia y abre el camino al socialismo» (Programa de Transición). En otro texto señalaba que «el inevitable colapso del bonapartismo estalinista cuestionará inmediatamente el carácter de estado obrero de la URSS. El destino de la URSS como estado socialista dependerá del régimen político que surja para reemplazar al bonapartismo stalinista» (Escritos. Tomo VI, Volumen I, pag. 279);
  13. No se dio el pronóstico de Nahuel Moreno, que también era de Trotsky, de que era imposible que se restaurara el capitalismo sin una derrota aplastante de los trabajadores;
  14. La restauración capitalista en Rusia, la ex URSS, China y Europa del Este no ha hecho más que agudizar los padecimientos de las masas, por eso los trabajadores de esos países, con sus desigualdades, avanzan en sus luchas (huelgas obreras en Rumania, Hungría, Polonia o Rusia). También en China, aunque el proceso está más atrás por el Masacre de Tiananmén, hay distintas formas de resistencia obrera y campesina. La tarea central en esos países es impulsar la movilización obrera y popular para realizar una revolución social que liquide a los nuevos estados capitalistas e imponga gobiernos obreros que construyan el Socialismo sobre nuevas bases y con democracia obrera.

Disolución de Yugoslavia[editar]

El Comité Internacional y la disolución de Yugoslavia[editar]

El 07 de mayo de 1994, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CI-CI) publicó un artículo[47]​ en el que afirmó que:

  1. Los regímenes de Washington, Bonn, Londres y París buscan promover sus propios intereses estratégicos y económicos mediante el desmembramiento violento de Yugoslavia;
  2. Los ex burócratas estalinistas Slobodan Milosevic en Serbia, Franjo Tudjman en Croacia y Milan Kucan en Eslovenia se han unido a políticos comunalistas como Alija Izetbegovic en Bosnia para avivar deliberadamente el chovinismo étnico. Su objetivo ha sido impedir que los trabajadores yugoslavos lleven a cabo una lucha unida contra la pobreza cada vez más profunda y el creciente desempleo creado por las propias políticas económicas capitalistas de la burocracia;
  3. Los marxistas deben desarrollar una perspectiva para ayudar a los trabajadores de los Balcanes a encontrar una salida al pantano actual. Es necesario revivir las fuertes tradiciones internacionalistas del proletariado yugoslavo sobre la base de un análisis científico y un programa revolucionario;
  4. La alternativa es el programa internacionalismo socialista, el único que puede proporcionar una solución progresiva a la crisis producida por el capitalismo;
  5. La tarea de la Cuarta Internacional es luchar intransigentemente contra el veneno nacionalista propagado por el capitalismo y sus agentes, los ex estalinistas y los demagogos pequeñoburgueses. Debe levantar la bandera del internacionalismo proletario, confiando en que la respuesta revolucionaria de las masas de trabajadores y oprimidos será aún más decisiva como resultado de los monstruosos ataques a los que ahora están siendo sometidas.
  6. Es errónea, la postura del Workers Revolutionary Party (WRP) (Reino Unido) y de otras organizaciones izquierdistas de apoyar a Bosnia no conflito contra a Sérvia, porque se basa en la tesis de que el nacionalismo tiene un papel inherentemente progresista que desempeñar en la región;
  7. Lenin no defendió el derecho a la autodeterminación como un principio atemporal, sino con un objetivo histórico definido en mente; es decir, combatir las influencias nacionalistas sobre la clase trabajadora y las masas oprimidas y derribar las barreras étnicas y lingüísticas características de regímenes con un desarrollo capitalista tardío;
  8. El enfoque histórico-materialista de Lenin sobre esta cuestión quedó indicado en su división del mundo en "tres tipos de países con respecto a la autodeterminación de las naciones";
  9. El primer tipo, afirmó, incluía "los países capitalistas avanzados de Europa occidental y Estados Unidos. En estos países, los movimientos nacionales burgueses progresistas llegaron a su fin hace mucho tiempo";
  10. "En segundo lugar", continuó Lenin, "Europa del Este: Austria, los Balcanes y especialmente Rusia. Fue el siglo XX el que desarrolló particularmente los movimientos nacionales democrático-burgueses e intensificó la lucha nacional. Las tareas del proletariado en estos países, tanto para completar sus reformas democrático-burguesas y prestar asistencia a la revolución socialista en otros países, no puede llevarse a cabo sin defender el derecho de las naciones a la autodeterminación;
  11. "En tercer lugar, los países semicoloniales como China, Persia y Turquía, así como todas las colonias, que en conjunto suman 1.000 millones de habitantes. En estos países los movimientos democrático-burgueses apenas han comenzado o aún les queda un largo camino por recorrer. Los socialistas no sólo deben exigir la liberación incondicional e inmediata de las colonias sin compensación -y esta demanda en su expresión política no significa otra cosa que el reconocimiento del derecho a la autodeterminación-, sino que también deben brindar un apoyo decidido a los elementos más revolucionarios en los movimientos democrático-burgueses para la liberación nacional en estos países y ayudar a su levantamiento -o guerra revolucionaria, en el caso de una- contra las potencias imperialistas que los oprimen";
  12. En los países incluidos tanto en la segunda como en la tercera categoría definida por Lenin, se han producido transformaciones de gran alcance, así que las relaciones sociales que existen en estos países en la era actual no pueden compararse mecánicamente con las que prevalecían en 1915;
  13. Lenin describió un mundo en el que la gran mayoría de la humanidad vivía bajo un dominio colonial directo. Las masas de Asia y África han pasado por el ascenso de los movimientos nacionales burgueses y la experiencia de la descolonización. Este episodio histórico ya ha proporcionado una prueba concluyente de que los pueblos oprimidos del mundo no pueden lograr la liberación mediante el establecimiento de nuevos estados nacionales bajo la dirección de la burguesía nacional;
  14. Ni siquiera en aquella época Lenin era un defensor del separatismo nacional. Desarrolló sus concepciones a la sombra de las Guerras de los Balcanes de 1912-13 y absorbió muchas de las amargas lecciones del sometimiento de esa región por parte del imperialismo mediante el fomento de divisiones nacionales.
  15. Lenin vio la autodeterminación nacional en los Balcanes como una cuestión de unir a la población de la región en una república federada que derribaría las fronteras económicamente irracionales de los pequeños estados manipulados por el imperialismo.
  16. En su folleto Socialismo y guerra , escrito en 1915,[48]​ Lenin explicaba: "La defensa de este derecho, lejos de alentar la formación de pequeños Estados, conduce, por el contrario, a la formación más libre, intrépida y, por tanto, más amplia y universal de grandes estados y federaciones de estados, que son más ventajosos para las masas y más acordes con el desarrollo económico";
  17. A los movimientos nacionales que surgieron en países como India y China a principios de siglo se les planteó la tarea históricamente progresista (irrealizable bajo el liderazgo de la burguesía) de unificar grupos lingüísticos dispares y deshacerse de las divisiones feudales mantenidas por el imperialismo;
  18. Esta característica progresista y unificadora de los movimientos nacionales de la época en que Lenin planteó la consigna de la autodeterminación de las naciones tenía un profundo contenido económico. En "El derecho de las naciones a la libre determinación", Lenin explicó el impulso objetivo de tales movimientos en el desarrollo del capitalismo: "En todo el mundo, el período de la victoria final del capitalismo sobre el feudalismo ha estado vinculado a movimientos nacionales. Para lograr la victoria completa de la producción mercantil, la burguesía debe capturar el mercado interno, debe tener territorios políticamente unidos con una población que hable una sola lengua y deben eliminarse todos los obstáculos al desarrollo de esta lengua y a su consolidación en la literatura.";
  19. En política, los términos que tenían un contenido social y de clase definido en un período a menudo pasan a representar algo muy diferente en el siguiente. Éste es el caso del lema de "autodeterminación". Vastos cambios en las relaciones económicas y políticas mundiales han creado cambios correspondientes en el carácter de los movimientos nacionales.
  20. ¿Se puede argumentar seriamente que el resurgimiento del chovinismo étnico en los Balcanes, o en la antigua URSS o en el subcontinente indio, expresa un esfuerzo por poner fin al legado de dominación imperialista y feudal?
  21. Por el contrario, estos nuevos movimientos etnocéntricos buscan la balcanización de los Estados existentes. En lugar de proponer la creación de un mercado interno, desean vínculos económicos más directos con el imperialismo y el capital globalmente móvil. Se invoca el "derecho a la autodeterminación" como medio para promover los intereses de pequeños sectores de la burguesía local;
  22. En los antiguos países coloniales, muchas de estas tendencias chovinistas representan los restos que surgen del naufragio de los viejos movimientos nacionalistas burgueses. Habiendo abandonado las estrategias de desarrollo nacional promovidas durante el período inicial de descolonización, las camarillas burguesas rivales buscan una distribución más ventajosa de recursos limitados agitando a favor del separatismo nacional;
  23. En Europa del Este y en la ex Unión Soviética en particular, el nacionalismo surge hoy como parte de una tendencia retrógrada que busca restaurar tanto la dominación imperialista directa como las relaciones de propiedad capitalistas;
  24. En Yugoslavia, esto comenzó con el impulso de las burguesías emergentes en Croacia y Eslovenia (repúblicas que disfrutaban de una concentración de riqueza mucho mayor que el resto del país) para aislarse de las regiones más pobres y consolidar sus propias relaciones con el mercado mundial capitalista;
  25. Una forma similar de separatismo también ha surgido en Italia, donde la Liga Lombarda surgió como un movimiento que luchaba por la separación del norte más rico del sur más atrasado y empobrecido;
  26. La autodeterminación, en la medida en que esta consigna conserve el contenido democrático y progresista originalmente pretendido por Lenin, significa poner fin a todas las formas de opresión nacional. Este objetivo no puede lograrse en el período actual mediante la división de Yugoslavia o de cualquier otro país en un conjunto de estados enanos de base étnica;
  27. Los acontecimientos han demostrado que tales estados nunca pueden ser más que protectorados y semicolonias de las potencias imperialistas, que reproducen e intensifican las formas de opresión económica y social que existían antes de su creación;
  28. Después de todo, el movimiento marxista se opuso a la partición de India y Pakistán según criterios étnicos y religiosos en 1947 y luchó para unificar a la clase trabajadora contra los demagogos chauvinistas. Una vez más la India se enfrenta a la amenaza del desmembramiento. ¿La orientación anterior no es válida? ¿no debemos aceptar también el separatismo en Cachemira, Punjab o el noreste como históricamente progresista?
  29. ¿Debemos ponernos del lado de los azeríes o de los armenios en la lucha por Nagorno-Karabaj? ¿Qué pasa con la miríada de conflictos regionales y tribales en África? ¿O, de hecho, las demandas de "autodeterminación" planteadas en los países imperialistas por partidos burgueses como el Bloque Quebecois, la Liga Lombarda, el Partido Nacional Escocés o por los nacionalistas negros en Estados Unidos?;
  30. Quienes promueven la demanda de autodeterminación a través del separatismo nacional y el gobierno burgués son responsables de las consecuencias globales de tales consignas. Este "derecho" será defendido por las potencias imperialistas y respaldado por sus fuerzas militares en otras partes de los Balcanes y en todo el mundo;
  31. Todos estos conflictos demuestran que no hay respuesta a los problemas de las divisiones nacionales creadas por el imperialismo y sus agencias fuera de la lucha por unir a los trabajadores de todas las nacionalidades en la lucha por la revolución socialista;
  32. Alija Izetbegović, el presidente da Bosnia, es un líder comunalista que comenzó su carrera como defensor de un Estado islámico, que, en 1946, fue encarcelado, poco después de que el régimen de Josip Broz Tito tomara el poder, por agitación comunalista. En 1983, fue nuevamente arrestado y juzgado por promover el fundamentalismo islámico y el anticomunismo y por abogar por la expulsión de todos los serbios y croatas de Bosnia-Herzegovina;
  33. Izetbegovic fue elegido en 1990 como parte de un gobierno de coalición formado por tres partidos de base comunal: su propio Partido Musulmán de Acción Democrática, el Partido Democrático Serbio de Radovan Karadzic y la Unión Democrática Croata;
  34. Con la desintegración de Yugoslavia y la decisión de declarar independiente a Bosnia, esta coalición también se desintegró. Los serbios de Bosnia, que representan casi un tercio de la población, se opusieron a la medida. Boicotearon un referéndum sobre la secesión en 1992 y los líderes serbios locales dejaron claro que romperían con el régimen bosnio y buscarían una unión con Serbia si se declaraba la independencia. Los croatas de Bosnia apoyaron la independencia sólo como una forma de romper con Serbia y orientarse hacia Zagreb;
  35. El gobierno de Izetbegovic sirve a los intereses de clase definidos de un estrato emergente de propietarios capitalistas, gánsteres y funcionarios estatales que ven el separatismo nacional como el mejor medio para erigir una sociedad basada en la economía capitalista y explotación del trabajo asalariado;
  36. A pesar de la omnipresente inclinación antiserbia de los medios de comunicación, se ha visto obligado a informar sobre relatos de tropas del gobierno bosnio participando en una "limpieza étnica" contra las poblaciones croata y serbia;
  37. Defender la "supervivencia de la sociedad bosnia", en el contexto de la Guerra de Bosnia, es defender de un gobierno capitalista que lucha por labrarse un nicho territorial y comunal con la ayuda del imperialismo;
  38. si, según el WRP, los trabajadores serbios no son más que un grupo de "guardias de campos de concentración", ¿quién podría oponerse a que la OTAN lance ataques aéreos contra los serbios de Bosnia o contra el propio Belgrado?
  39. El partido revolucionario debe luchar con uñas y dientes contra las tendencias chovinistas, promoviendo la perspectiva de que la clase trabajadora es una clase internacional que es la única que puede resolver estos conflictos mediante el derrocamiento del capitalismo y la creación de un sistema social nuevo y superior;
  40. Los trabajadores bosnios deben unirse a sus hermanos de clase en Croacia y Serbia para oponerse a la guerra fratricida;
  41. La defensa de una federación socialista de los Balcanes ha constituido el eje principal de la política socialista en la región desde finales del siglo XIX;
  42. La defensa de una federación socialista de los Balcanes es correcta, porque es la única vía para poner fin a la división de los Balcanes entre imperios rivales y pequeños estados y al continuo fomento del chauvinismo y la guerra tanto por parte de las potencias extranjeras como de las clases dominantes nativas;
  43. No se puede empezar a elaborar una política socialista respecto del actual conflicto en la ex Yugoslavia sin una asimilación crítica del centenario debate marxista sobre la compleja cuestión nacional en los Balcanes;
  44. Son hipócritas las declaraciones de apoyo a la "autodeterminación" y la "soberanía nacional" de Bosnia;
  45. De 1815 a 1915, la "Cuestión Oriental" fue la principal manzana de la discordia en los asuntos europeos y, en última instancia, proporcionó la chispa de la Primera Guerra Mundial imperialista. Las grandes potencias europeas (Gran Bretaña y Francia, Austria-Hungría y Rusia, así como en algunos casos Prusia) compitieron por el control de esta región altamente estratégica y el destino de los territorios pertenecientes al Imperio Otomano en desintegración;
  46. Gran Bretaña, y hasta cierto punto el Imperio austrohúngaro de los Habsburgo, apoyaron la integridad territorial de los territorios otomanos como contrapeso a la expansión rusa en el Cercano Oriente. Rusia y Francia tendieron a perseguir sus intereses simpatizando, en ocasiones, con los movimientos nacionalistas de la región;
  47. La dominación sobre el pequeño territorio de Bosnia y Herzegovina ha sido impugnada repetidamente por las diferentes nacionalidades de la región y manipulada por potencias imperialistas que buscan enfrentar a un grupo contra otro;
  48. En 1875, estalló una revuelta de campesinos en Bosnia y Herzegovina, entonces posesiones del Imperio Otomano. Los esfuerzos combinados de los gobernantes turcos y las grandes potencias resultaron incapaces de someter al campesinado, y un año después Serbia y Montenegro aprovecharon la oportunidad para lanzar una breve e infructuosa guerra contra el Imperio Otomano;
  49. Al año siguiente, Rusia declaró la guerra, consiguiendo una rápida victoria sobre los ejércitos otomanos e imponiendo sus propios términos en el Tratado de San Stefano. Gran Bretaña, Alemania y el Imperio Habsburgo se opusieron a esta alteración del equilibrio de poder en los Balcanes y, por lo tanto, Organizaron el Congreso de Berlín en 1878 para volver a dividir la región;
  50. Las grandes potencias se quedaron con la mayor parte de los territorios que el Imperio Otomano había perdido a causa de la rebelión y la guerra campesinas. A Austria-Hungría se le concedió el derecho de ocupar y administrar Bosnia y Herzegovina, así como el Sanjacado de Novi Pazar, una franja de tierra que separaba Montenegro de Serbia. Rusia recuperó el sur de Besarabia, mientras Gran Bretaña ocupaba Chipre. El Congreso de Berlín no resolvió ninguna de las demandas nacionales de los propios estados balcánicos y sólo sirvió para sembrar divisiones y futuros conflictos entre ellos;
  51. La toma de Bosnia-Herzegovina por parte de los Habsburgo sólo podría llevarse a cabo superando la amarga resistencia de las poblaciones musulmana y serbia. Los austriacos enviaron el Decimotercer Cuerpo de Ejército croata para ocupar el territorio y dotaron su nueva administración de funcionarios croatas. Tanto la asamblea legislativa de Croacia como su gobernador solicitaron al emperador Habsburgo que anexara el territorio al suyo.
  52. Serbia también reclamó el territorio, cuya población era al menos un 40 por ciento serbia. La monarquía dual se opuso a la unión de Bosnia-Herzegovina con Serbia, temiendo que esto fortalecería el movimiento nacional en la zona y serviría como polo de atracción para los pueblos eslavos del sur que vivían en los territorios de los Habsburgo. Al mismo tiempo, no tenía intención de añadir provincias a Croacia por miedo a fomentar el nacionalismo croata;
  53. La cuestión se complicó aún más por la preocupación de que la adición del territorio a Austria o Hungría alteraría el equilibrio establecido por la monarquía dual entre Viena y Budapest. Como resultado, las provincias quedaron bajo el control directo de la corona y administradas por el ministro adjunto de finanzas;
  54. Huelga decir que la cuestión de la libre determinación de Bosnia-Herzegovina nunca fue una consideración del régimen de los Habsburgo. Además, ni siquiera existía ningún movimiento nacional bosnio o musulmán separado. Fue el Ministro de Finanzas de los Habsburgo quien más tarde intentó, sin mucho éxito, fomentar el nacionalismo musulmán bosnio como medio para intensificar y explotar la rivalidad entre serbios y croatas;
  55. En 1908, se produjo la anexión austrohúngara de Bosnia-Herzegovina, que nominalmente seguía siendo una posesión otomana y que trastornó el equilibrio de poder en la región. Esta acción unilateral enfrentó tanto a Serbia como a Rusia, que vieron la anexión como un golpe a sus ambiciones en la región. Fue una señal para la reapertura violenta de la Cuestión Oriental;
  56. Esto estalló en la Primera Guerra de los Balcanes de 1912, que tomó la forma de una alianza de los estados balcánicos (Serbia, Bulgaria, Grecia y Montenegro) contra el Imperio Otomano. El ejército turco se derrumbó ante las fuerzas balcánicas superiores, que invadieron los territorios albaneses y macedonios;
  57. En mayo de 1913, las grandes potencias intervinieron, obligando a poner fin a los combates y dictando una vez más los términos del acuerdo en el Tratado de Londres (1913). El principal objetivo de Austria-Hungría, apoyado por Italia, era negar a Serbia su objetivo de conseguir un puerto en el mar Adriático. Con ese fin, insistieron en la formación de un Estado albanés independiente con fronteras nacionales fuertes;
  58. Frustrados por su planificada división del territorio albanés, Serbia y Grecia exigieron como compensación el territorio macedonio que había sido entregado a Bulgaria. Esto preparó el escenario para la Segunda Guerra de los Balcanes, que resultó en una derrota para Bulgaria. Grecia y Serbia dividieron Macedonia entre ellos, mientras que Serbia y Montenegro dividieron el Sanjacado de Novi Pazar, estableciendo así por primera vez una frontera común entre los dos países;
  59. Los imperialistas designaron a Albania como un protectorado que sería gobernado por las grandes potencias encabezadas por los británicos. Trazaron fronteras que dejaron áreas con grandes poblaciones albanesas, sobre todo Kosovo, fuera de esta nueva entidad. Los holandeses se encargaron de organizar las fuerzas de seguridad y una Comisión Internacional de Control, compuesta por representantes de cada una de las grandes potencias y un albanés, redactó una constitución. Se eligió a un príncipe alemán para ocupar el trono de una monarquía constitucional. Este acuerdo provocó un levantamiento campesino generalizado y sostenido, que continuó durante la Primera Guerra Mundial, haciendo que el territorio fuera ingobernable;
  60. El término "balcanización" fue acuñado para describir esta continua política imperialista de divide y vencerás. Las diversas potencias manipularon los conflictos nacionales y étnicos para subyugar a los pueblos de la península y asegurar sus propios intereses estratégicos frente a sus rivales;
  61. Tras el colapso del Imperio Otomano, la opresión nacional en los Balcanes encontró su expresión más aguda en la partición de grupos nacionales por fronteras estatales. La población serbia, por ejemplo, se encontraba en cinco países diferentes;
  62. Los elementos más progresistas dentro del movimiento nacionalista burgués plantearon la unificación de los pueblos eslavos del sur (serbios, croatas, eslovenos y musulmanes por igual) como el camino hacia la liberación nacional;
  63. El movimiento nacionalista croata estaba dividido sobre este tema. Un ala se basó en el particularismo croata y pedía la unificación de todas las tierras croatas (entre las que se incluían Croacia, Eslavonia, Dalmacia y Bosnia-Herzegovina) en un Estado separado asociado con Austria y Hungría. Otra ala apoyó la unidad de serbios y croatas y se opuso a los asiduos intentos del Imperio de los Habsburgo de enfrentar a unos contra otros;
  64. De manera similar, el movimiento nacional serbio estaba dividido entre quienes abrazaban la unificación de todos los serbios, croatas y eslovenos en una sola nación, y quienes pensaban simplemente en términos de una Gran Serbia y una expansión a todas las tierras habitadas por serbios;
  65. Así, no sólo los marxistas sino incluso los nacionalistas más previsores de los Balcanes a finales del siglo XIX y principios del XX entendían la "autodeterminación" como una lucha para unir a los eslavos del sur en un solo Estado, no como su separación en una hueste de estados más pequeños;
  66. En el caso de los croatas y los serbios, se trataba de pueblos que no se distinguían por el idioma, sino simplemente por la religión, herencia de su dominación por los Imperios Habsburgo y Otomano, respectivamente;
  67. A partir del siglo XIX, los marxistas tuvieron la costumbre de distinguir entre nacionalidades genuinas, por un lado, y grupos religiosos o raciales, por el otro;
  68. Las antiguas dinastías balcánicas y la burguesía emergente resultaron incapaces de llevar a cabo la tarea de unificación. Dependían del capital extranjero y de la diplomacia imperialista, por un lado, y de las relaciones e instituciones semifeudales, por el otro. Dentro de sus propios estados, buscaron legitimar su gobierno propagando el chauvinismo y el provincianismo;
  69. El movimiento marxista inició la concepción de una federación balcánica como medio para superar la opresión de la región por parte del imperialismo;
  70. En la década de 1870, Svetozar Markovic, el fundador del movimiento socialista serbio, propuso el concepto de una federación socialista de los Balcanes;
  71. En enero de 1910, se reunió en Belgrado, el primer congreso de partidos y grupos socialdemócratas del sudeste de Europa, que adoptó resoluciones en defensa de la liberación económica y política de los pueblos de la península, la abolición de todas las fronteras que los dividían y la creación de una federación balcánica mediante de la lucha de clases proletaria;
  72. La declaración redactada por el congreso afirmaba que tal federación proporcionaría el único medio: "Liberarnos del particularismo y la estrechez; abolir las fronteras que dividen a pueblos que son en parte idénticos en lengua y cultura, en parte unidos económicamente; finalmente, barrer las formas de dominación extranjera, tanto directa como indirecta, que privan al pueblo de su derecho a determinar su destino por sí mismo";
  73. Karl Kautsky y otros destacados socialdemócratas de la época también escribieron sobre esta cuestión. La exposición más clara –y más profética- del programa socialista para una federación de los Balcanes fue formulada por León Trotsky;
  74. En 1910, Trotsky escribió un artículo titulado: "La cuestión de los Balcanes y la socialdemocracia", redactado en 1910,[49]​, en el que afirmó que: "La única salida al caos nacional y estatal y a la sangrienta confusión de la vida en los Balcanes es la unión de todos los pueblos de la península en una única organización económica". y entidad política, sobre la base de la autonomía nacional de las partes constituyentes. Sólo dentro del marco de un único Estado balcánico pueden los serbios de Macedonia, los sankjak, Serbia y Montenegro unirse en una única comunidad nacional-cultural, disfrutando al mismo tiempo tiempo las ventajas de un mercado común balcánico. Sólo los pueblos balcánicos unidos pueden dar un verdadero rechazo a las descaradas pretensiones del zarismo y del imperialismo europeo; [...] "La unidad estatal de la Península Balcánica se puede lograr de dos maneras: o desde arriba, ampliando un Estado balcánico, el que resulte más fuerte, a expensas de los más débiles; este es el camino de las guerras de exterminio y opresión de las naciones débiles, un camino que consolide el monarquismo y el militarismo; o desde abajo, a través de la unión de los propios pueblos: este es el camino de la revolución, el camino que significa derrocar a las dinastías balcánicas y desplegar la bandera de una república federal balcánica";
  75. La formación de tal federación, dejó claro Trotsky, sólo podría lograrse a través de las luchas revolucionarias unidas de la clase trabajadora. "La burguesía balcánica", escribió, "como en todos los países que han llegado tarde al camino del desarrollo capitalista, es políticamente estéril, cobarde, carente de talento y completamente podrida de chauvinismo";
  76. Aunque deliberadamente enterrados por ex estalinistas y etnocomunistas que hoy gobiernan los fragmentos de Yugoslavia, existe una larga tradición de internacionalismo socialista en los Balcanes;
  77. Con el estallido de las Guerras de los Balcanes en 1912-1913, la perspectiva del Partido Socialdemócrata Serbio de una federación balcánica se puso a prueba. Se opuso a los objetivos bélicos del régimen serbio. Aunque había un cierto contenido progresista en la lucha por liberar a los Balcanes del dominio otomano, los socialistas serbios no depositaban ninguna confianza en los objetivos bélicos depredadores de la clase dominante;
  78. En 1913, Dimitrije Tucovic, líder del partido, denunció la invasión serbia de Albania y sus intentos de asegurar una salida al mar mediante la conquista. Asimismo, denunció los planes serbios, griegos y montenegrinos de dividir Albania y exigió una "unión política y económica de todos los pueblos de los Balcanes, sin excluir a los albaneses, sobre la base de la plena democracia y la plena igualdad". Si bien el Partido Socialdemócrata Serbio apoyó la unificación de los serbios sobre la base de una política internacionalista de la federación balcánica, se opuso sistemáticamente a los intentos de anexión y conquista por parte del gobierno serbio;
  79. En octubre de 1912, Lenin y el Partido Bolchevique se solidarizaron con la posición de los socialistas serbios. Los bolcheviques emitieron un manifiesto dirigido a los trabajadores y campesinos rusos, oponiéndose a la guerra de los Balcanes y, sobre todo, a la pretensión del régimen zarista de apoyar la "liberación" eslava en los Balcanes: "En Europa del Este -los Balcanes, Austria y Rusia-, junto con áreas de capitalismo altamente desarrollado, encontramos a las masas oprimidas por el feudalismo, el absolutismo y miles de reliquias medievales. Al igual que decenas de millones de campesinos en Rusia Central, los campesinos de Bosnia y Herzegovina, en la costa del Adriático, siguen siendo arrasadas por los amos terratenientes. Las dinastías piratas de los Habsburgo y los Romanov apoyan esta opresión medieval y tratan de atizar la hostilidad entre los pueblos en un esfuerzo por fortalecer el poder de la monarquía y perpetúan la esclavitud de una serie de nacionalidades. En Europa del Este, los monarcas todavía se reparten los pueblos entre ellos, intercambian y comercian con ellos, reuniendo diferentes nacionalidades en estados mosaicos para promover sus propios intereses dinásticos, ¡Muy parecido a como los terratenientes bajo el sistema de servidumbre solían dividir y mezclar las familias de sus campesinos sometidos! [...] "Una república federal balcánica es el grito de guerra que nuestros hermanos socialistas de los países balcánicos han lanzado a las masas en su lucha por la autodeterminación y la completa libertad de los pueblos, para allanar el camino a una amplia lucha de clases por el socialismo";
  80. En 1914, el Partido Socialdemócrata Serbio fue el único partido socialista fuera de los bolcheviques que rechazó los créditos de guerra. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, ningún partido fue sometido a mayor presión patriótica nacional que los socialdemócratas serbios. Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia en represalia por el asesinato del archiduque Fernando, heredero al trono de los Habsburgo, a manos de un joven nacionalista serbobosnio. Este incidente aparentemente menor desató el polvorín de las rivalidades entre grandes potencias, arrastrando al mundo a una masacre imperialista;
  81. Se podrían haber presentado argumentos persuasivos a favor de una política defensista nacional. Serbia vio su propia independencia amenazada por la invasión del Imperio Habsburgo y en 1915 estaba bajo la ocupación de las Potencias Centrales. Fue desangrada en la guerra, perdiendo una mayor proporción de su población, una quinta parte, que cualquier otra nación del mundo para luchar contra las bajas y las enfermedades;
  82. Sin embargo, en julio de 1914, cuando la Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia, los dos diputados socialistas, Lapcevic y Kaclerovic, rechazaron el llamamiento del gobierno a la defensa nacional y en su lugar propusieron la propia solución del SSDP: "Serbia... debería respaldar una política balcánica que lograr una federación... Para lograr esto, debería tomar inmediatamente medidas para concluir una unión arancelaria, establecer medios de comunicación conjuntos... formar un parlamento común para todos los Balcanes, descontinuar el ejército permanente y establecer una milicia popular común que nos defendería... de cada ataque de las grandes potencias";
  83. Lapcevic continuó advirtiendo que los Balcanes no eran más que otro campo de conquista por parte de los imperialistas, declarando que: "Me temo que el gobierno serbio está siendo manipulado ahora mismo como un peón de las grandes potencias" [...] "Cuando se evalúen los costos de la guerra, las grandes potencias, por supuesto, tratarán a las pequeñas naciones de los Balcanes y Asia como meros objetos que se entregarán como compensación";
  84. El heroico ejemplo dado por los socialistas serbios durante la Primera Guerra Mundial proporciona una reprimenda adecuada a aquellos que hoy se justifican y se postran ante el chovinismo étnico;
  85. Poco después de que se declarara el armisticio en 1918, la evaluación de la guerra hecha por los socialistas serbios se confirmó. A pesar de su retórica democrática, los aliados vencedores no estaban interesados ​​en la autodeterminación de las naciones, sino en el reparto del botín, principalmente los antiguos territorios otomanos y las colonias alemanas;
  86. El imperialismo volvió a trazar las fronteras de los Balcanes, dejando una vez más a sus pueblos divididos por fronteras nacionales arbitrarias y sujetos a una dura represión a manos de los nuevos regímenes. Rumania, por ejemplo, incluía a más de cinco millones de personas no rumanas. En Transilvania se concentraba una gran minoría húngara, mientras que en el sur de Dobrudja la población era predominantemente búlgara. Besarabia y Bucovina tenían grandes poblaciones ucranianas;
  87. Grecia y Turquía buscaron una "solución" brutal al problema nacional organizando un intercambio forzoso de poblaciones en el que masas de personas fueron empujadas a cruzar la frontera recién trazada en un intento de lograr naciones étnicamente homogéneas;
  88. El nuevo Estado yugoslavo fue el hijo ilegítimo del regateo de grandes potencias que siguió a la guerra. Como todos los demás estados y fronteras creados en los asentamientos imperialistas, no logró realizar ninguna de las aspiraciones democráticas y nacionales de los pueblos balcánicos;
  89. Su establecimiento se llevó a cabo en gran medida por iniciativa de las clases dominantes croatas y eslovenas. Con el colapso del Imperio Habsburgo, se enfrentaron a la elección de unirse en un único estado eslavo del sur o ver una posible partición de sus territorios entre Italia, Serbia y tal vez incluso Austria y Hungría;
  90. Además, las élites gobernantes de los Balcanes temían que la victoriosa Revolución Rusa de octubre de 1917 fuera respondida con levantamientos revolucionarios entre la clase trabajadora y las masas oprimidas de la región. Por estas razones, los gobernantes croatas y eslovenos recurrieron al Estado serbio, más fuerte y centralizado, en busca de protección;
  91. El 1 de diciembre de 1918 se fundó el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que, en 1929, pasaría a llamarse oficialmente Yugoslavia. El nuevo estado surgió como una extensión del dominio de la monarquía, la burocracia estatal y el ejército serbios sobre todos los nuevos territorios. Eliminó las instituciones previamente existentes en el antiguo Imperio de los Habsburgo y disolvió las unidades militares croatas. Los serbios ocuparon prácticamente todos los altos cargos gubernamentales.
  92. La oposición política, incluidos individuos o movimientos que exigían autonomía nacional, fue duramente reprimida. A medida que las clases dominantes croatas llegaron a ver su pacto con el Estado serbio como un trato fáustico, surgieron nuevas formaciones nacionalistas. El más destacado entre ellos fue el Partido Campesino Republicano Croata de Stjepan Radić;
  93. Después de la guerra y el establecimiento del Reino de los serbios, croatas y eslovenos, el revivido Partido Socialdemócrata Serbio emitió su primera proclama titulada "A los trabajadores y socialdemócratas". Defendió la unidad yugoslava, adoptando la posición de que "los serbios, croatas y eslovenos son un solo pueblo", cuya "unificación en un estado-nación es una importante necesidad política, económica y cultural";
  94. Continuó instando a la destrucción de todas las organizaciones separatistas. El partido advirtió que la cuestión de la nacionalidad sólo podría resolverse mediante la abolición de la propiedad privada y la organización de la producción socialista. Reafirmó la consigna de una federación de repúblicas balcánicas como único medio para satisfacer las demandas de los pueblos de la península y liberarse del yugo de la dominación imperialista;
  95. En abril de 1919, el Partido Socialdemócrata Serbio celebró su "Congreso de conclusión", en el que votó a favor de disolverse y unirse con las otras organizaciones socialistas del nuevo reino en el Partido Comunista Yugoslavo (PCY) y afiliado a la Internacional Comunista;
  96. Los comunistas fueron la única tendencia que surgió como una formación política "totalmente yugoslava". En los primeros años de su existencia, el PCY obtuvo un amplio apoyo sobre la base de un programa revolucionario. Denunció al nuevo Estado yugoslavo y expuso a la burguesía gobernante como una marioneta del imperialismo aliado;
  97. Al oponerse al chovinismo nacional propugnado por todos los demás partidos (serbios, croatas, eslovenos y musulmanes por igual), sólo el PCY atraía a todos los grupos étnicos y nacionalidades, lo que quedó demostrado en los votos que recibió en una serie de elecciones;
  98. En 1920, el partido obtuvo la mayoría de los escaños en las elecciones municipales tanto en la capital croata de Zagreb como en la capital serbia de Belgrado. Al participar en las elecciones a la Asamblea Constituyente, quedó tercero, obteniendo 58 escaños. Si bien el régimen excluyó al PCY de la asamblea, los comunistas se opusieron activamente a la nueva constitución impuesta por Belgrado;
  99. Temiendo el amplio apoyo obtenido por el PCY, la burguesía yugoslava impulsó una "Ley de Protección del Estado" que preveía la pena de muerte por participar en propaganda comunista. La policía expulsó a los comunistas de los ayuntamientos para los que habían sido elegidos. Las huelgas organizadas por el partido fueron prohibidas y disueltas. El régimen juzgó, encarceló y, en algunos casos, ejecutó a dirigentes del partido;
  100. Como todos los nuevos partidos comunistas formados inmediatamente después de la Revolución de Octubre, el PCY se vio empujado a la labor revolucionaria sin haber pasado por la preparación política e ideológica necesaria y sin haber saldado plenamente las cuentas con la socialdemocracia. En su Segundo Congreso, la Internacional Comunista tomó nota de los problemas encontrados por el joven PCY, atribuyéndolos a la tarea incompleta de forjar una dirección autorizada y a la incapacidad de combatir adecuadamente las ilusiones parlamentarias dentro del partido. Ambas tendencias dejaron al partido vulnerable a la salvaje represión desatada por la burguesía;
  101. La lucha por la federación socialista de los Balcanes siguió siendo la perspectiva de la Internacional Comunista durante sus primeros cuatro Congresos;
  102. En 1924, fue celebrado el Quinto Congreso Mundial de la Internacional Comunista, que aprobó políticas de separatismo nacional;
  103. Yugoslavia se convirtió en uno de los principales escenarios en los que la facción burocrática liderada por Stalin desarrolló la política que Trotsky denominó "descenso del centro-derecha";
  104. Esta facción instó y finalmente impuso al PCY una orientación hacia el campesinado y el nacionalismo. Esta línea fue parte integrante de un cambio oportunista tras la derrota de las revoluciones de 1923 en Bulgaria y Alemania (Octubre alemán). Frustrado por las dificultades que enfrentaba la Internacional Comunista para ganar el liderazgo de la clase trabajadora mundial y extender la revolución socialista, la sección del partido dirigida por Stalin optó por una alianza con otras fuerzas de clase;
  105. La burocracia emergente buscó transformar en una virtud la Nueva Política Económica, descrita por Lenin como una "retirada" impuesta al Estado soviético por el retraso de la revolución mundial. Adoptó el lema de Bujarin de "volverse hacia el país" y buscó cada vez más consolidar su poder apoyándose en capas de campesinos más ricos. Para defender esta política, la burocracia lanzó una lucha contra la "revolución permanente" y denunció a Trotsky por su supuesta "subestimación del campesinado";
  106. La dirección de Stalin extendió esta nueva orientación a la Internacional Comunista. Este fue el período en el que el Kuomintang nacionalista burgués chino fue proclamado "partido simpatizante" de la Internacional Comunista; el "Comité Anglo-Ruso" se fundó con la burocracia del Congreso de Sindicatos Británicos; el Partido Comunista de los Estados Unidos apoyó Robert M. La Follette y en Alemania el apoyo del Partido Comunista de Alemania a la "revolución nacional" compitió con la consigna de los fascistas;
  107. Como parte de este proceso, la facción de Stalin planteó la propuesta totalmente antimarxista de que el nacionalismo en los Balcanes era inherentemente revolucionario ya que descansaba sobre una base campesina. Intentó descarrilar al PCY de su orientación internacionalista proletaria hacia una de bienvenida a los movimientos separatistas nacionales y étnicos como aliados en una lucha por destruir el Estado yugoslavo;
  108. Por otro lado, Sima Markovic, el líder del PCY, defendió la tradicional demanda socialista de una federación balcánica y se opuso al llamamiento a promover el separatismo nacional, manteniendo eso: "No se puede esperar fortalecer la solidaridad de clase y al mismo tiempo alentar fuerzas centrífugas a lo largo de líneas nacionales dentro del movimiento de la clase trabajadora";
  109. Sin embargo, la facción Stalin-Zinoviev hizo todo lo posible para sembrar confusión dentro del partido yugoslavo sobre este tema, presentando a Markovic y sus seguidores como una tendencia parlamentaria de "derecha". La dirección de Moscú promovió las opiniones de los oponentes de Markovic, que se orientaban hacia los movimientos separatistas nacionales burgueses, designándolos como "izquierdas";
  110. En condiciones en las que Markovic y otros dirigentes del PCY fueron encarcelados y se ejerció presión desde Moscú, la política de apoyo al separatismo nacional burgués ganó predominio;
  111. Dmitri Manuilski argumentó que: en que el apoyo al secesionismo era un principio básico del bolchevismo desarrollado por Lenin y exigió que el partido yugoslavo buscara frentes unidos con los movimientos separatistas burgueses y así: ordenó al PCY que abandonara la perspectiva de la revolución socialista en favor de un programa nacional democrático burgués. Atacó específicamente aquellas secciones del programa del PCY que derivaban la actitud táctica del partido hacia los movimientos nacionalistas de su objetivo estratégico de la revolución proletaria;
  112. La "Resolución sobre Europa Central y los Balcanes", del Quinto Congreso de la Internacional Comunista, dijo: "La consigna 'el derecho de toda nación a la autodeterminación, incluso hasta el punto de la separación', en el actual período prerrevolucionario debe expresarse en el caso de estos estados imperialistas recién surgidos en el lema más definido: "la separación política de los pueblos oprimidos de Polonia, Rumania, Checoslovaquia, Yugoslavia y Grecia";
  113. Esta fue una grave distorsión de la posición de Lenin. Lenin defendió el "derecho" a la autodeterminación como medio para superar las divisiones nacionales y unir al proletariado; nunca fue un apóstol del separatismo nacional;
  114. Sobre la cuestión yugoslava en particular, la Comintern instruía ahora que "la consigna general del derecho de las naciones a la autodeterminación, lanzada por el PCY, debe expresarse en la forma de separar a Croacia, Eslovenia y Macedonia de Yugoslavia" y crear repúblicas independientes a partir de ellas";
  115. La línea impuesta por la Internacional Comunista tuvo resultados catastróficos para el Partido Comunista Yugoslavo;
  116. Stjepan Radić, líder del Partido Campesino Croata, fue llevado a Moscú para el Quinto Congreso de la Internacional Comunista y admitido como miembro de la Internacional Campesina;
  117. Mientras que la dirección de Stalin aclamó el pacto con Radic como una gran victoria, Trotsky lo desestimó con disgusto. Poco más de un año después, Radic se convirtió en ministro del gobierno del Rey Alejandro I;
  118. Un sector del PCY emitió una declaración condenando la línea de la Comintern y advirtiendo que "no se puede dar tanta importancia a la cuestión nacional como para relegar a un lugar secundario los intereses socioeconómicos y de clase". Uno de los líderes de esta facción fue Zivota Milojkovic, una figura destacada del movimiento obrero de Belgrado, que denunció esta política como colaboración con la burguesía croata y una traición al marxismo y, junto con varios otros, dimitió del partido;
  119. La desorientación dentro del PCY alcanzó tal nivel que vio a la Ustacha, la organización terrorista croata inspirada en el fascismo de Mussolini, como una tendencia progresista, aunque confusa. Una parte importante del trabajo del PCY se convirtió en la búsqueda de una alianza con los fascistas croatas;
  120. En 1929, año en que se proclamó una dictadura real en Yugoslavia, el PCY había quedado destrozado internamente por la liquidación de su programa proletario y socialista. Bajo la presión de la represión estatal, colapsó rápidamente;
  121. En 1933, con la llegada de Hitler al poder, la burocracia estalinista de Moscú abandonó toda mención de la autodeterminación e impuso al PCY una política de frente popular basada en el apoyo al gobierno de Belgrado y a la unidad de Yugoslavia, eso es porque: una Yugoslavia unificada llegó a ser vista como un contrapeso necesario a la expansión alemana en los Balcanes;
  122. En los años 1930, el PCY se reorganizó, bajo el liderazgo de Josip Broz-Tito;
  123. La reorganización del PCY incorporó, a la estructura del partido, el separatismo nacional. Se crearon partidos comunistas nacionales en Croacia y Eslovenia como medio para consolidar alianzas con sectores locales de la burguesía a fin de promover mejor la nueva política de frente popular;
  124. Este enfoque federado de la organización del PCY representó un repudio a los métodos desarrollados por los bolcheviques en Rusia;
  125. Trotsky señaló los bolcheviques lucharon contra todas las formas de opresión nacional, pero, "de ninguna manera emprendieron un evangelio de separación". Añadió que la actitud del partido ante el problema de las nacionalidades tiene otra cara relacionada con la organización de la lucha del partido en la clase obrera: "Dentro del marco del partido y de las organizaciones obreras en general", escribió, "el bolchevismo insistía en un centralismo rígido, luchando implacablemente contra toda mancha de nacionalismo que pudiera enfrentar a los trabajadores unos contra otros o desunirlos. Al negar rotundamente a los estados burgueses el derecho a imponer una ciudadanía obligatoria, o incluso un idioma estatal, a una minoría nacional, el bolchevismo al mismo tiempo convirtió en una tarea verdaderamente sagrada unir lo más estrechamente posible, mediante la disciplina de clase voluntaria, a los trabajadores de diferentes nacionalidades";
  126. La decisión de adoptar una forma federada de organización para el PCY se basó en la concepción de una solución democrática burguesa, más que internacionalista proletaria, al problema nacional de los Balcanes;
  127. Este período de degeneración estalinista del PCY merece un estudio cuidadoso. La promoción del separatismo nacional por parte de los estalinistas en las décadas de 1920 y 1930 ha tenido un impacto duradero en la lucha de la clase trabajadora yugoslava. Esta política, que tuvo resultados tan trágicos para el PCY en los años 1920, se está repitiendo, aunque no, como en el famoso aforismo de Marx, en forma de farsa, sino con consecuencias aún más trágicas;
  128. La fuerza del liderazgo de Tito surgió de su perspectiva de unir a todos los oprimidos de Yugoslavia en una lucha común, independientemente de su origen nacional o étnica. Esta dirección tuvo que combatir despiadadamente el tipo de provincialismo nacional que personifica Hoare. Sobre esta base, el Partido Comunista Yugoslavo, en la forma de movimiento partisano, atrajo un amplio apoyo de todas partes de Yugoslavia;
  129. No hay duda de que Tito se inspiró en Stalin e intentó recrear en Yugoslavia las formas estatales burocratizadas existentes en la URSS. Sin embargo, al hacerlo inevitablemente entró en conflicto con Stalin y los acuerdos de posguerra en los que la burocracia de Moscú había suscrito con el imperialismo mundial;
  130. En octubre de 1944, Churchill se reunió con Stalin en Moscú para discutir los planes para la Europa de posguerra. Churchill recordó el encuentro en sus memorias de la siguiente manera: "El momento era propicio para los negocios, así que dije: 'Resolvamos nuestros asuntos en los Balcanes. Sus ejércitos están en Rumania y Bulgaria. Tenemos intereses, misiones y agentes". "No permitamos que lleguemos a propósitos opuestos en aspectos menores. En lo que respecta a Gran Bretaña y Rusia, ¿qué le parecería a usted tener un noventa por ciento de predominio en Rumania, que nosotros tuviéramos un noventa por ciento de predominio y llegar al cincuenta por ciento? cincuenta sobre Yugoslavia.";
  131. El acuerdo cincuenta-cincuenta sobre Yugoslavia tomó inicialmente la forma de un gobierno de frente popular, incorporando a tres miembros de un régimen de exilio en Londres respaldado por el imperialismo. El más destacado entre estos políticos burgueses fue Ivan Subasic, del Partido Campesino Croata;
  132. Cuando quedó claro que los partisanos liderados por el PCY tendrían todo el poder real, los representantes burgueses dimitieron y, en noviembre de 1945, se proclamó la República Federal Popular de Yugoslavia;
  133. A mediados de 1947, la mayor parte de la industria, el comercio y el transporte fueron nacionalizados y puestos bajo control estatal. Durante estos primeros años, Tito inició negociaciones con Bulgaria sobre una federación balcánica y apoyó un levantamiento revolucionario en la vecina Grecia;
  134. Yugoslavia entró en un conflicto armado con las fuerzas militares estadounidenses, y el liderazgo de Tito entró en una confrontación pública y cada vez más amarga con la burocracia estalinista en Moscú;
  135. La Cuarta Internacional tomó nota del contenido progresista de la Revolución Yugoslava, viendo en ella el potencial para romper el control del estalinismo sobre el movimiento obrero internacional y hacer avanzar la causa del socialismo internacional;
  136. Así que, la Cuarta Internacional lideró una defensa de principios de la revolución yugoslava contra las amenazas tanto del estalinismo como del imperialismo. Los trotskistas entendieron que esta revolución sólo podría sobrevivir si se extendía a través de la lucha por la federación socialista de los Balcanes basada en la perspectiva de la revolución socialista mundial;
  137. La revolución yugoslava se enfrentó a un auténtico dilema. Tito había llegado al poder tras una ola de levantamientos revolucionarios que arrasaron los Balcanes después de la Segunda Guerra Mundial. Las clases dominantes estadounidense y británica estaban decididas a sofocar este movimiento y contaron con la colaboración de la burocracia estalinista de Moscú para hacerlo;
  138. En julio de 1948, en medio de crecientes amenazas por parte de la burocracia estalinista de Moscú contra Yugoslavia, la Cuarta Internacional dirigió una carta a los miembros del PCY. Declaró que la revolución yugoslava se encontraba en una coyuntura crítica y se enfrentaba a la elección de tres direcciones posibles. Los dos primeros –una adaptación a la burocracia de Moscú o al imperialismo– representarían el aborto de la revolución y una traición. El tercero era el camino de la revolución socialista mundial, basando el destino de Yugoslavia en la lucha por extender la revolución y confiando en la fuerza de la clase trabajadora internacional;
  139. Esta perspectiva se resumió en el análisis de la división Stalin-Tito publicado por el Partido Socialista de los Trabajadores (EE.UU.) menos de un mes después: "Las alternativas que enfrenta Yugoslavia, por no hablar del régimen de Tito, son capitular ante Washington o ante el Kremlin... o emprender un camino independiente. Este camino sólo puede ser el de una Yugoslavia Socialista Independiente de Trabajadores y Campesinos, como primer paso hacia una Federación Socialista de las Naciones Balcánicas. Sólo puede lograrse mediante un llamamiento a la clase trabajadora internacional y su unidad con ella. Es decir, sólo puede lograrse uniendo a Yugoslavia bajo la bandera de la Revolución Socialista Europea, y pidiendo a la clase trabajadora internacional que la ayude en la lucha contra la oligarquía del Kremlin y el imperialismo estadounidense.";
  140. Sólo la Cuarta Internacional presentó un programa y una perspectiva capaces de llevar adelante la revolución yugoslava. Su enfoque de principios estaba firmemente arraigado en la lucha por resolver la crisis internacional de la dirección proletaria sobre la base del internacionalismo socialista;
  141. La Cuarta Internacional condenó a la burocracia de Tito no por no haber fomentado el nacionalismo mezquino, sino por no romper con la perspectiva nacionalista básica del estalinismo: la insistencia ideológica en la viabilidad de un régimen nacionalsocialista aislado y autosuficiente y la renuncia al programa de la revolución socialista mundial;
  142. Bajo la presión de Moscú, Tito abandonó el llamamiento a favor de una federación socialista balcánica. En su lugar, los dirigentes de Tito intentaron cultivar un nuevo nacionalismo yugoslavo. Posiblemente, un nacionalismo sucedáneo de este tipo podría haber desempeñado un papel transicional al unir a los diferentes grupos étnicos y nacionales de Yugoslavia como parte de la lucha por extender la revolución a través de los Balcanes e internacionalmente. Pero una perspectiva basada en el desarrollo socialista independiente de Yugoslavia era inviable;
  143. En primer lugar, la economía atrasada del país no podía proporcionar una base suficiente para el desarrollo de la producción socialista. En segundo lugar, la aceptación del sistema estatal nacional existente en los Balcanes en su conjunto -que dejó a diferentes pueblos todavía divididos por fronteras estatales- hizo imposible lograr una resolución genuina de la cuestión nacional dentro de la propia Yugoslavia;
  144. Ante los crecientes problemas económicos y las amenazas directas de Moscú, Tito se adaptó al imperialismo. En 1950, la Cuarta Internacional denunció públicamente al régimen yugoslavo por su apoyo al imperialismo estadounidense en la Guerra de Corea. Condenó nuevamente al régimen por su pérfido bloque con la burocracia estalinista de Moscú contra la Revolución Húngara de 1956;
  145. A pesar de la euforia de posguerra por la victoria de los partisanos y el apoyo abrumador del que disfrutó el régimen de Tito en su enfrentamiento con Moscú, sin una base económica suficiente, el nacionalismo yugoslavo inevitablemente se disipó, mientras surgían tensiones regionales y étnicas;
  146. En un intento por superar estas tensiones, el país fue dividido en seis repúblicas: Bosnia-Herzegovina, Croacia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Eslovenia, y dos provincias autónomas adscritas a Serbia: Kosovo, de mayoría albanesa, y Vojvodina que tinene una población mixta de serbios (serbios), húngaros, rumanos, croatas, eslovacos y otros pueblos;
  147. La propia Bosnia se estableció como una república separada en un intento de lograr un equilibrio entre los dos grupos nacionales más prominentes (los serbios y los croatas) y no como resultado de ningún esfuerzo de independencia por parte de la población musulmana de la región;
  148. Tito presidió este sistema como una figura bonapartista, equilibrando fuerzas nacionales y regionales en conflicto, alentando o reprimiendo alternativamente a una u otra para estabilizar su gobierno. Al mismo tiempo, el estado federal que encabezó sirvió para brindar a cada uno de los grupos étnicos una medida de seguridad de que la guerra fratricida y las atrocidades del pasado reciente no se repetirían;
  149. No obstante, los problemas nacionales no resueltos y el atraso económico dieron lugar a tendencias económicas centrífugas que la burocracia finalmente resultaría incapaz de controlar;
  150. Bajo las consignas de "socialismo descentralizado" y "autogestión obrera", el giro hacia el capitalismo comenzó en el contexto de las nacionalizaciones y la regulación estatal impuestas después de la Segunda Guerra Mundial. La devolución del poder por parte de la burocracia a las empresas locales representó un cambio hacia políticas de mercado. A esto se unió la creciente integración de Yugoslavia en el mercado capitalista mundial. En la década de 1960, Belgrado fue admitido como miembro de pleno derecho del GATT;
  151. Los intereses económicos subyacen al resurgimiento del nacionalismo étnico en la Yugoslavia de Tito. El rápido crecimiento posible gracias a la nacionalización de la industria sólo sirvió para aumentar la brecha entre las repúblicas económicamente más desarrolladas de Croacia y Eslovenia y las más empobrecidas como Macedonia. En Macedonia, por ejemplo, el ingreso per cápita cayó de un 31 por ciento por debajo del promedio yugoslavo en 1947 a un 36 por ciento por debajo en 1963. Durante el mismo período, en Eslovenia, el ingreso per cápita aumentó de un 62 por ciento por encima al doble del promedio nacional;
  152. El nacionalismo provincial surgió con mayor intensidad en las repúblicas más ricas. Encontró su base social en la dirección del partido, los directivos de empresas y la intelectualidad. Tenía sus raíces en gran medida en el resentimiento por la riqueza creada por las industrias de la república que se utilizaban para subsidiar el desarrollo de las regiones más empobrecidas;
  153. Además, la descentralización de la planificación económica puso mayor poder en manos de los partidos locales y comunistas de las diferentes repúblicas. Predominó cada vez más una política de particularismo y autarquía económica, en la que cada república buscaba desarrollar sus propias industrias, servicios y mercados, con muy poca integración económica entre las regiones vecinas;
  154. Se desarrollaron formas extremas de competencia entre repúblicas e incluso entre gobiernos locales. En 1961, Eslovenia formó su propia aerolínea en competencia con JAT, la aerolínea nacional yugoslava. Cuando Croacia intentó montar un esfuerzo similar, solicitando una empresa conjunta con Pan American, los opositores al acuerdo señalaron que incluso los diferentes países escandinavos podían cooperar en la gestión de una única compañía aérea, SAS. No obstante, en 1963, el plan fue aprobado;
  155. Todo el sistema se volvió cada vez más irracional a medida que cada república e incluso los municipios buscaban desarrollarse como unidades económicas autónomas. Cada república tenía su propio banco central y toda la actividad bancaria se realizaba a nivel republicano. Cada uno de ellos siguió sus propias políticas de desarrollo, tributación y fijación de precios, con poca o ninguna coordinación;
  156. Vladimir Bakarić, uno de los dirigentes del partido croata, escribió desesperadamente sobre este crecimiento del nacionalismo mezquino y del chauvinismo impulsado por intereses económicos: "Aquí aparecen, entre otras cosas, ejemplos de antagonismo, de luchas sin escrúpulos con tintes nacionalistas por las inversiones; existe la tendencia encerrarse en estrechos límites territoriales administrativos, que dificultan el desarrollo económico normal; se dan casos de presentación distorsionada de las condiciones y de utilización de índices inexactos para demostrar cómo "nuestra nación" es "saqueada", "amenazada" ', cómo 'todos obtienen más y aprueban mejor que nosotros'";
  157. Surgieron divisiones dentro del partido sobre la "reforma" económica; es decir, la imposición de políticas de mercado capitalistas, mientras las repúblicas más prósperas (Eslovenia y Croacia) exigen una implementación más rápida de estas políticas;
  158. A mediados de la década de 1960, surgió en Croacia un amplio movimiento separatista nacional basado en la intelectualidad, la administración y la burocracia estalinista, y alentado por la Iglesia Católica. En 1971, esto culminó en manifestaciones estudiantiles que pedían la independencia y la virtual ruptura del partido croata con Belgrado;
  159. Sin duda, estas protestas expresaron, al menos parcialmente, sentimientos populares contra el trato de mano dura de la burocracia de Belgrado. Sin embargo, el programa de este movimiento "Croacia primero" era burgués y se basaba en el nacionalismo cultural y el particularismo económico. Además, tenía amplios vínculos con antiguas organizaciones ustashes exiliadas en Alemania y otros lugares;
  160. Una de las principales demandas de los nacionalistas croatas durante ese período era la partición de Bosnia-Herzegovina y la anexión de la mitad occidental a Croacia. También buscaron la anexión de áreas de Vojvodina habitadas por croatas;
  161. La década que precedió a la muerte de Tito en 1980 fue una de desintegración económica acelerada en Yugoslavia, seguida por la política. La constitución redactada en 1974 declaró específicamente que las repúblicas eran económicamente soberanas y alentó el desarrollo independiente de las repúblicas y provincias autónomas;
  162. La transferencia de capital y mano de obra entre las repúblicas y los países extranjeros había llegado a ser mucho mayor en volumen que entre las propias repúblicas. En la década de 1980, aparte de los fondos de desarrollo obligatorios que se aplicaban a las repúblicas más ricas para ayudar a las más atrasadas, casi no había flujo de capital entre las distintas repúblicas. El valor de las inversiones interrepublicanas no representó más del uno por ciento de todas las inversiones de capital en Yugoslavia en su conjunto;
  163. En la década de 1970, la irracionalidad de estas políticas quedó oculta por los préstamos masivos que el régimen de Tito obtuvo del capital financiero occidental. Yugoslavia, al igual que América Latina, se convirtió en uno de los receptores de petrodólares reciclados. En 1980, cuando Tito murió, Yugoslavia estaba aplastada por una carga de deuda cercana a los 20 mil millones de dólares;
  164. A mediados de la década de 1980, el 44 por ciento de las tenencias de divisas del país iban a cubrir el costo del servicio de la deuda externa. Se instituyeron continuos programas de austeridad del FMI y los niveles de vida de la clase trabajadora fueron diezmados por el aumento de los precios y el aumento del desempleo. En el otoño de 1986, la tasa de inflación alcanzó el 100 por ciento y 1,2 millones de trabajadores yugoslavos quedaron sin trabajo;
  165. La clase trabajadora respondió con una creciente ola de huelgas masivas, desafiando las leyes de la burocracia que prohíben cualquier lucha obrera independiente. En respuesta a este crecimiento de la resistencia de la clase trabajadora, los funcionarios estalinistas gobernantes en cada una de las repúblicas se volvieron cada vez más hacia el chovinismo nacional como medio de desviar la ira de las masas;
  166. Cualquier examen serio de la historia yugoslava demuestra que la erupción del nacionalismo en el período actual no es la expresión inevitable de algún antiguo esfuerzo por la "autodeterminación" croata, eslovena, musulmana o macedonia, sino el resultado de políticas económicas definidas aplicadas por Tito y sus sucesores a lo largo de cuatro décadas;
  167. Para los socialistas, la autodeterminación no significa nada más que oposición al uso de la coerción estatal para obligar a las minorías nacionales a permanecer dentro de los límites de un Estado determinado. Éste era el contenido democrático esencial de la demanda cuando se planteó a principios del siglo XX y sigue siéndolo hoy;
  168. Las llamadas fronteras legales establecidas entre estas repúblicas se trazaron en condiciones en las que Yugoslavia era una federación unificada. Con las declaraciones de independencia de Eslovenia, Croacia y luego Bosnia, grandes minorías se encontraron viviendo en Estados que de repente eran extranjeros;
  169. Una vez desatado el separatismo en general, y el chovinismo serbio y croata en particular, difícilmente se podía esperar que las antiguas fronteras republicanas contuvieran la reacción en cadena resultante. La idea de que estas fronteras puedan conciliarse con una concepción de "autodeterminación" basada en el separatismo es ridícula;
  170. ¿Qué pasa con las poblaciones albanesas en la provincia de Kosovo y en la recién declarada Macedonia independiente? Ambos han expresado su deseo de separación y "autodeterminación";
  171. Es justo apoyar la autodeterminación de Kosovo, sobre la base de que fue reconocido como una unidad administrativa separada de Yugoslavia y se oponerse a la "opresora" Serbia, mientras que la rechaza para Macedonia occidental, con el argumento de que esto representaría una "representación étnica"? ¿Cantonización", la violación de las "fronteras legales" y una infracción del derecho de la "oprimida" Macedonia a la "autodeterminación"?
  172. La demanda de la federación socialista de los Balcanes sigue siendo la única salida al continuo derramamiento de sangre en la región;
  173. Si los acontecimientos yugoslavos no representan más que un aborto de la tarea de completar la "revolución democrática nacional" y formar un grupo de estados independientes gobernados por "democracias burguesas modernizadoras", entonces es obvio que la burguesía todavía tiene un papel progresista que desempeñar y no sólo en la península de los Balcanes;
  174. Después de todo, la "revolución de 1989-91" no se limitó a los Balcanes. Fue parte de un proceso general de derecha que vio el colapso de las burocracias estalinistas y el surgimiento de regímenes burgueses en toda Europa del Este y culminó con el colapso de la propia Unión Soviética;
  175. Los imperialistas inevitablemente avanzarán hacia la explotación de los conflictos nacionalistas y el lanzamiento de intervenciones militares en la ex Unión Soviética como medio para profundizar la restauración capitalista.

La Cuarta Internacional Lambertista y la disolución de Yugoslavia[editar]

En octubre de 1992, la Cuarta Internacional Lambertista publicó el artículo: "La question nationale dans le miroi de La Youguslavie" (La question nationale dans le miroi de La Youguslavie)[50]​ en la revista "La Vérité".

La Liga por la Quinta Internacional y la disolución de Yugoslavia[editar]

El 05 de marzo de 2009, la Liga por la Quinta Internacional publicó un artículo[51]​ en el que expresó posturas favorables a los musulmanes durante la Guerra de Bosnia.

La Corriente Marxista Internacional y la disolución de Yugoslavia[editar]

El 24 de Enero de 2006, la Corriente Marxista Internacional publicó un artículo[52]​ en el que afirmó que:

  1. El derramamiento de sangre que tuvo lugar en toda la ex Yugoslavia en la última década ha sido interpretado de muchas maneras diferentes por muchos teóricos burgueses diferentes. En un intento de explicar la guerra en curso, los medios de comunicación la calificaron de “étnica”, “religiosa”, “civil” y, en algunos casos, incluso “tribal”. Como marxistas luchamos contra estas malas interpretaciones que surgen de una mala comprensión básica de las causas y la naturaleza de la ola de violencia que azotó los Balcanes en los años noventa;
  2. Entendemos que la cuestión nacional en los Balcanes fue sólo una excusa para las guerras que desgarraron a Yugoslavia, guerras que fueron ante todo guerras de clases. Representaron un esfuerzo colectivo de las burocracias estalinistas locales y del imperialismo contra la clase trabajadora yugoslava en su conjunto, un esfuerzo que no tenía raíces reales en la religión o la nacionalidad;
  3. Los Balcanes son una zona diferenciada en Europa con un patrimonio cultural, una historia, gente y costumbres relativamente similares. Por otro lado, esta zona geográfica está marcadamente atravesada por numerosas fronteras estatales creadas artificialmente, diferentes religiones y chovinismos locales;
  4. Esta región del sureste de Europa tuvo un desarrollo histórico particular que la separa de los países industrializados de Europa occidental. A pesar de la lógica económica del capitalismo, esta región nunca logró desarrollar un mercado común unificado;
  5. Los Balcanes eran atrapados entre el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Otomano (y más tarde la Rusia zarista), dos bastiones de la reacción en una Europa revolucionaria que mantenía su sureste bajo el control del atraso feudal;
  6. A principios del siglo XIX, con los primeros signos de deterioro del poder del otrora poderoso Imperio Otomano, comenzaron los primeros intentos de crear estados nacionales independientes en los Balcanes. Las burguesías locales, sin embargo, eran, en comparación con sus hermanos occidentales, una clase muy débil formada por pequeños comerciantes conectados orgánicamente a la oligarquía feudal y completamente dependientes del apoyo de las fuerzas imperialistas, ya fueran del este o del oeste;
  7. La Rusia zarista estaba especialmente preocupada por el destino de sus “hermanos eslavos” después de la retirada del Imperio Otomano. Desempeñó un papel importante como “protector” de los eslavos. Por otro lado, el Imperio Austrohúngaro llevó a cabo su colonización disfrazado de ilustración cultural y con la misión histórica de liberar la península del atraso turco;
  8. León Trotsky pasó parte de su vida viajando por los Balcanes como corresponsal de guerra para el diario ruso “Kievskaya Mysl” y describió la astuta política austriaca con estas palabras: "La política de Austria en los Balcanes combina naturalmente la depredación capitalista, la obtusidad burocrática y la intriga dinástica. El gendarme, el financiero, el misionero católico y el agente provocador se reparten el trabajo entre ellos. Todo esto en conjunto se llama el cumplimiento de una misión cultural ”;
  9. Las Guerras de los Balcanes (1912-1913), en las que la joven burguesía balcánica unió fuerzas para hacer retroceder a Turquía más hacia el este, fueron guerras tardías de liberación nacional y, al mismo tiempo, conquistas miniimperialistas depredadoras en las que las burguesías locales bajo el patrocinio de las potencias imperialistas Intentó apoderarse de territorios y pueblos más pequeños que Turquía dejó atrás. Los principales participantes en esta conquista fueron Serbia, Bulgaria, Montenegro y Grecia, los cuales, como buitres, se apoderaron de algunas partes del antiguo Imperio Otomano;
  10. Serbia, por ejemplo, “recuperó” el control sobre la zona denominada “Vieja Serbia” –hoy Kosovo– y entró en el norte y centro de Macedonia mientras el ejército de Montenegro tomaba Sandzak y llegaba a Albania. Una vez que terminaron con Turquía, Las clases dominantes serbia y búlgara comenzaron a luchar entre sí por el control de los territorios recién “liberados”. Durante esta época de fronteras nacionales en continuo cambio, los ejércitos nacionales cometieron las llamadas limpiezas étnicas en un intento de crear estados nacionales artificialmente;
  11. Sin embargo, en el contexto europeo, las clases dominantes de los Balcanes todavía eran enanas. Las potencias imperialistas utilizaron nuevos Estados balcánicos como peones para ahuyentar al decadente Imperio Otomano y al mismo tiempo controlaron estrictamente el crecimiento de cada uno de ellos. Tan pronto como parecía que uno de ellos podía convertirse en una potencia regional, cortaban sus aspiraciones de raíz y reorganizaban las fronteras a su propia voluntad;
  12. Como marxistas, y basándonos en el materialismo histórico, no vemos a la nación como un “estado de espíritu eterno” de un determinado grupo de personas. La “nación” y por tanto el nacionalismo son categorías históricas y productos de las revoluciones burguesas y la creación de estados nacionales. En contraste con una percepción metafísica, nos damos cuenta de que en el fondo lo que une a diferentes personas en una misma nación con el mismo idioma y cultura es un período más largo de convivencia en común bajo la misma formación económica capitalista;
  13. Los numerosos ocupantes, la falta de un mercado común duradero, los territorios fragmentados y las fronteras en constante cambio impidieron que se desarrollara un proceso similar en todos los Balcanes y, por lo tanto, crearon las condiciones previas para las divisiones, el atraso económico y las matanzas étnicas por las que esta región se haría famosa. Al igual que en Medio Oriente, las fronteras en los Balcanes son creaciones artificiales creadas en las salas de conferencias llenas de humo de las potencias imperialistas que dividieron a la gente de una manera perversa. Los Balcanes fueron y siguen siendo una semicolonia dentro de Europa;
  14. Después de la retirada de Turquía, la política económica de Austria se canalizó conscientemente para impedir cualquier desarrollo de una base industrial independiente en los países balcánicos vecinos. Los bajos aranceles para los productos agrícolas y ganaderos aseguraron que las economías de estos países siguieran vinculadas y dependientes de Austria y sus productos industriales terminados. Las condiciones comerciales desfavorables y las concesiones otorgadas por la obediente aristocracia y burguesía balcánica sobre los recursos naturales locales convirtieron a esta región en una paralizada económica que quedó rezagada respecto del resto de Europa. Toda la región representó sólo el 2,5% de la producción industrial europea total a principios del siglo XX. La mayor parte de la industria que existía estaba relacionada con el procesamiento básico de productos agrícolas y se concentraba en las partes occidentales de la región;
  15. La lógica económica del desarrollo capitalista llevó a las clases dominantes de los estados balcánicos hacia la creación de un mercado más amplio que rompería la configuración provinciana impuesta y permitiría un mayor crecimiento de las fuerzas productivas. Esta tendencia, reflejada en los intentos de crear una “Gran Bulgaria” o una “Gran Serbia”, fortaleció los chovinismos locales y provocó enfrentamientos sangrientos. Por otro lado, la idea del “paneslavismo” estuvo difundida y fue popular durante un cierto período, pero en realidad era sólo una tapadera para la fea cara de la Rusia zarista y sus intereses en la región. Los intereses encontrados de las diferentes fuerzas imperialistas también influyeron en la inestabilidad de la estructura estatal. Con constantes golpes de estado, dinastías derrocadas, asesinatos, etc.;
  16. En la Primera Guerra Mundial, los pueblos de los Balcanes se encontraron nuevamente en bandos opuestos. Bulgaria se alineó con las potencias del Eje en un intento de recuperar los territorios perdidos en las conferencias de paz después de las Guerras de los Balcanes, mientras que Serbia apoyó a los Aliados y salió del matadero como un “ganador” con un precio terrible pagado con sangre. Con el colapso de la monarquía austrohúngara surgió la cuestión de qué se debía hacer con los territorios que surgieron bajo su dominio en los Balcanes occidentales. Como premio por sacrificar a su propia población, la monarquía serbia tuvo que desempeñar el papel de gendarme en la nueva creación Frankenstein del imperialismo: el Reino de Yugoslavia. En un intento de resolver de alguna manera la cuestión nacional en la región, las potencias victoriosas decidieron construir una nueva nación en el corazón de los Balcanes;
  17. Por supuesto, esta tarea histórica era imposible de lograr con un decreto desde arriba y el Estado recién formado no logró resolver ninguno de los conflictos nacionales candentes ni alejar a la región de su herencia de la Edad Media. La burguesía serbia demostró ser absolutamente incapaz de hacer avanzar las fuerzas productivas y unificar a los diferentes pueblos que viven en la zona, por lo que fue incapaz de cumplir la misión histórica que le asignó el imperialismo. El Reino de Yugoslavia fue justamente calificada de “mazmorra de los pueblos” por los socialistas de aquella época;
  18. En tiempos de crisis económica mundial, y con una mala posición inicial, las perspectivas para el desarrollo de una democracia parlamentaria burguesa moderna eran escasas. La monarquía serbia se vio obligada a gobernar de manera autoritaria, prohibiendo los partidos políticos y suprimiendo las diferentes nacionalidades y sus derechos culturales. En este tipo de atmósfera creció la resistencia de las burguesías croata y eslovena que, apoyándose en las masas campesinas dentro de sus repúblicas, comenzaron a desarrollar tendencias chauvinistas en un intento de contrarrestar a Belgrado y su impulso hacia la centralización del poder. El rearme y las renovadas ambiciones de la clase dominante alemana en los años treinta sólo empeoraron la situación;
  19. Durante la Invasión de Yugoslavia (Segunda Guerra Mundial), la burguesía demostró ser completamente incapaz y poco dispuesta a defender el territorio que controlaba del ejército nazi invasor. Una parte de la burguesía junto con la familia real hicieron las maletas y escaparon a Occidente, donde les esperaban sus cuentas bancarias. La capa más reaccionaria de la clase dominante se puso con entusiasmo al servicio de las fuerzas de ocupación. Las Fuerzas Armadas Yugoslavas fueron aplastadas y la ocupación se completó en 11 días.;
  20. Partes de la clase dominante de cada nacionalidad formaron sus propias unidades armadas que estaban directa o indirectamente bajo el mando de los nazis. Una vez más se desató el caos de la limpieza étnica. Al ver que el proyecto de una Yugoslavia burguesa unificada se hundió, Las burguesías locales comenzaron a intentar establecer sus propios pequeños estados nacionales bajo protección extranjera. Con el respaldo de los fascistas italianos y alemanes, se estableció en Croacia un régimen fascista títere que inmediatamente comenzó a llevar a cabo un genocidio contra los judíos, los romaníes (gitanos), los serbios y los comunistas croatas;
  21. En Serbia, el gobierno de Milan Nedic y los escuadrones militares de Dimitrije Ljotic, bajo la excusa de “salvar a la nación serbia”, ayudaron a los nazis a reunir judíos y participaron abiertamente en el genocidio. Belgrado fue la primera ciudad de Europa declarada “judenfrei”. Por otro lado, una parte de la casta de oficiales del ejército serbio decidió formar una fuerza armada independiente, el llamado movimiento Chetniks, que supuestamente representaría a la parte “antifascista” de la burguesía serbia y leal al rey en Londres;
  22. La única alternativa a toda esta locura llegó en la forma del movimiento partidista bajo la dirección del Partido Comunista Yugoslavo (PCY). El movimiento obrero tenía profundas raíces en los Balcanes. Junto a la masa del campesinado, en las ciudades se desarrolló la joven clase trabajadora, que rápidamente adoptó el pensamiento más progresista de Occidente, por lo que ya a principios del siglo XX se fundaron los primeros partidos socialdemócratas. La Revolución de Octubre en Rusia encontró un gran eco entre la juventud, los trabajadores y el campesinado de los Balcanes;
  23. El rápido avance económico entre guerras mundiales, la reforma agraria y el progreso cultural y social más amplio en la Unión Soviética promovieron la economía planificada como una alternativa atractiva a la depresión capitalista y el atraso feudal;
  24. Inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial, el Partido Comunista ganó gran popularidad en Yugoslavia. En 1920 el partido contaba con 60.000 miembros y obtuvo el tercer lugar en las elecciones, con el 12% del voto total. Sin embargo, en el período de represión que siguió, el partido se vio obligado a funcionar ilegalmente. Los comunistas fueron perseguidos, sus dirigentes encarcelados, liquidados o exiliados;
  25. No fue sólo la presión de la clase dominante yugoslava lo que cambió el partido. El fortalecimiento de la capa burocrática privilegiada en Rusia en los años veinte y treinta, encarnado en la persona de Joseph Stalin, convirtió a la Internacional Comunista y a todas sus secciones en obedientes seguidores de órdenes;
  26. No había una línea política clara y constante. En lugar de promover las perspectivas de revolución en todos los países, los partidos nacionales fueron utilizados para manipulaciones de acuerdo con los intereses de la política exterior estalinista y la construcción del socialismo en la “Patria”. El partido yugoslavo no escapó a este proceso de degeneración política y experimentó purgas periódicas y la pérdida de la democracia interna;
  27. El propio Josip Broz Tito llegó a la cabeza del partido en una de estas purgas estalinistas tras la liquidación del anterior líder Milan Gorkic. A pesar de todo, bajo la dirección de un organizador talentoso como Tito, el partido logró mantener una sólida red clandestina y varios cuadros experimentados. Al comienzo de la ocupación se encontraba con 12.000 miembros clandestinos y alrededor de 30.000 jóvenes comunistas organizados en una sección juvenil separada: SKOJ;
  28. Poco después de la invasión se crearon unidades armadas. Sin embargo, a pesar del sentimiento popular entre los miembros y la voluntad de luchar, la decisión de iniciar una lucha activa se prolongó una y otra vez. El papel que Moscú asignó inicialmente a los partisanos yugoslavos fue el de una pequeña fuerza guerrillera cuyo deber era frenar el avance del ejército alemán, y no comprometerse con la liberación nacional y no hablar de revolución social;
  29. Stalin todavía tenía su pacto con Hitler y estaba tratando de evitar la inevitable invasión alemana. Sólo después del ataque a la Unión Soviética se dio luz verde para lanzar una lucha abierta. De acuerdo con la orientación de la Internacional en aquel momento, se aplicó la táctica del Frente Popular en la que se suponía que los comunistas lucharían contra el fascismo junto con el sector “progresista” de la burguesía;
  30. Entonces, os partisanos debían luchar unidos con el movimiento chetnik del general Draza Mihailovic y junto con ellos llevar a cabo la lucha de “liberación nacional”. La “liberación nacional”, en este contexto, significaba expulsar al ocupante sin ningún cambio en las relaciones socioeconómicas dentro del país;
  31. Durante toda la guerra, Moscú reconoció oficialmente al gobierno provisional yugoslavo en Londres y a la corona como representantes oficiales de la población yugoslava. Radio Moscú solía dar crédito a los chetniks por las acciones partidistas exitosas, de acuerdo con la línea oficial aliada de reconocer el movimiento chetnik como el movimiento antifascista oficial dentro de Yugoslavia;
  32. Los Chetniks contaron con el apoyo político, financiero y logístico de Washington, Londres y Moscú. Hasta 1944, la Unión Soviética se negó a dar ayuda material a las unidades de Tito. El imperialismo mundial, la burocracia soviética y Tito mantuvieron un entendimiento silencioso. Después de la liberación, el rey y su banda de políticos regresarían al país y continuarían con sus actividades como de costumbre, mientras que Tito y Moscú estarían satisfechos con el fin de una existencia ilegal y una fuerte influencia del PCY en el parlamento yugoslavo;
  33. Sin embargo, el movimiento partidista resultó extremadamente popular. Al propagar la igualdad nacional y explotar el ambiente antifascista generalizado, las unidades partidistas atrajeron como un imán a masas campesinas de todas las nacionalidades, especialmente a los jóvenes. A finales de 1942, el ejército partisano ya contaba con 150.000 combatientes. Un año después, esa cifra se duplicó. ¡Al final de la guerra había 800.000 personas en armas en el corazón de los Balcanes!;
  34. Los partisanos se habían convertido en un movimiento social masivo. Cientos de miles de personas, oprimidas durante décadas bajo la dictadura, finalmente ganaron la autoestima y la sensación de que podían cambiar la sociedad con sus propias manos. Este tipo de presión desde abajo cambió inevitablemente la línea política de la dirección del partido;
  35. Paso a paso, la batalla por la liberación nacional se convirtió en una revolución social. Al apoyarse en las masas, la dirección del partido empezó a sentirse lo suficientemente fuerte como para ignorar los dictados de Moscú en ciertos aspectos. De acuerdo con la orientación general de las tácticas del Frente Popular, en lugar de soviets de trabajadores y campesinos formados según criterios de clase, el partido estableció comités antifascistas compuestos por cualquiera que estuviera dispuesto a unirse a ellos, incluidos los representantes de los partidos burgueses de antes de la guerra. Sin embargo, resultó que Tito estaba persiguiendo aliados fantasmas en la forma de la “burguesía progresista”, que estaría dispuesta a luchar decididamente contra los fascistas. Los que tenían cuentas bancarias en el extranjero habían desaparecido hace mucho tiempo, los que se quedaron preferirían apoyarse en el ejército invasor, por muy opresivo que fuera;
  36. En tal vacío, sin la participación real de la burguesía en estructuras de poder paralelas, los partisanos tenían un camino abierto para limpiar, en el espacio de unos meses, todas las reliquias de la Edad Media que los burgueses no pudieron eliminar. El 29 de noviembre de 1943, el máximo órgano representativo de los comités antifascistas (AVNOJ) proclamó la fundación de la República Democrática Federal de Yugoslavia. En los territorios libres se aprobaron leyes que aseguraban la nacionalización de las propiedades de los “colaboradores fascistas”, lo que en la práctica significaba la expropiación de los capitalistas y kulaks locales. Las fábricas renovaron su producción para el frente y quedaron bajo control obrero. Las mujeres rompieron vínculos patriarcales centenarios al unirse en masa a las filas partisanas y participar activamente en los combates;
  37. Por primera vez, las minorías nacionales también tuvieron la oportunidad de participar en la vida política en igualdad de condiciones. Se abrieron escuelas y se iniciaron las primeras campañas de alfabetización para las masas campesinas en territorios bajo control partidista;
  38. A Moscú no le entusiasmaron estas medidas tomadas por los partisanos. La máxima prioridad de Stalin en ese momento era mantener una coalición con los aliados y no quería ahuyentarlos con ninguna señal de “exportar” la revolución. Por ejemplo, en una carta que la Internacional Comunista envió a Tito en 1942 se afirma: “¿Por qué has creado esta 'brigada proletaria'? En el momento actual, nuestro principal deber es unificar todas las tendencias antifascistas”;
  39. Sin embargo, las tácticas de Moscú resultaron ser un completo desastre en el terreno. La cooperación con los chetniks era imposible en la práctica. Las unidades del general Dragoljub Mihailovic se mostraron pasivas y desorganizadas;
  40. Desde diciembre de 1941, los chetniks llevaron a cabo ataques regulares contra los partisanos. Mihailovic sobreestimó mucho la disposición de la burguesía serbia a luchar contra el ocupante. Ante la falta de un respaldo sólido por parte de la clase dominante o de la monarquía, lo único que podían contar era el atraso del campesinado y una pequeña capa de kulaks. En 1943, la gran mayoría de la actividad chetnik se basaba en la eliminación de los partisanos con la abierta colaboración de los fascistas y la limpieza étnica de la población no serbia en zonas mixtas;
  41. Dividido en numerosas fracciones, sin una línea de mando centralizada clara, los chetniks degeneraron hasta el punto de que la burguesía mundial se vio obligada a abandonarlos y comenzó a apoyar a la única fuerza que se oponía efectivamente a los fascistas. Este hecho sigue siendo hasta el día de hoy una espina clavada en el ala derecha de la burguesía serbia, cuyos ideólogos suelen explicar este giro histórico con diferentes teorías de conspiración. Sin embargo, la verdad es mucho más simple y dolorosa para ellos. Ante la amenaza del fascismo, la burguesía mundial abandonó a sus hermanos serbios degenerados y respaldó pragmáticamente a sus enemigos naturales;
  42. Los partisanos se convirtieron en una fuerza imposible de ignorar. A pesar del liderazgo estalinista, el movimiento partidista fue el fenómeno más progresista jamás visto en los Balcanes. Por primera vez en la historia apareció en el corazón mismo de los Balcanes un movimiento que reunió indiscriminadamente a todas las nacionalidades, a todas las religiones y arrastró incansablemente a la sociedad hacia adelante;
  43. En 1945, en la Conferencia de Potsdam, Stalin, Roosevelt y Churchill confirmaron su acuerdo de dividir Europa. Según este plan, Yugoslavia fue etiquetada como una zona de influencia al cincuenta por ciento;
  44. Aún siguiendo ciegamente la escuela estalinista y el Frente Popular, los comunistas yugoslavos tomaron a la burguesía por las mangas y la arrastraron hacia el llamado gobierno Tito-Subasic, a pesar de que fácilmente podrían haber tomado el poder completo. Este equilibrio de clases no podría durar. La burguesía no estaba dispuesta a sentarse en esta silla caliente con masas armadas pisándole el cuello. Los representantes burgueses abandonaron el gobierno y los trabajadores y campesinos sintieron que el país estaba en sus manos. El PCY estableció el monopolio estatal sobre el comercio exterior y la mayoría de las industrias fueron nacionalizadas;
  45. En el barrio también ocurrían cosas similares. En Albania, un movimiento partidista popular similar al de Yugoslavia llevó a cabo una revolución. En Bulgaria, el Ejército Rojo y las fuerzas de resistencia locales tomaron el control. En Grecia e Italia, movimientos comunistas armados de masas estaban a punto de tomar el poder. Con una derrota total de las débiles clases dominantes balcánicas, se crearon las condiciones por primera vez en la historia para la desaparición de las fronteras y la formación de una federación balcánica más amplia y unificada sobre una base socialista;
  46. Ésta era una opción realista y de sentido común. De hecho, fue tan sencillo que los líderes locales del PCY, a pesar de sus antecedentes estalinistas, consideraron seriamente esta posibilidad y tomaron medidas concretas en esa dirección. tito, Georgi Dimitrov y Enver Hoxha discutieron la posibilidad de que Bulgaria y Albania se unan a la “nueva Yugoslavia”. Sin embargo, lo último que la burocracia de Moscú quería ver era la creación de una Federación Socialista en los Balcanes que pudiera servir como alternativa a la “cuna del socialismo” y sacudir sus posiciones privilegiadas;
  47. Con la Guerra Fría calentándose y una ofensiva imperialista a escala mundial, el Ejército Rojo se vio obligado a responder y llevar a cabo las nacionalizaciones no planificadas en Europa del Este, creando así satélites soviéticos en estos países. Los dirigentes yugoslavos, al ver cómo la “madre patria” trataba a estas naciones en su “esfera de influencia”, rompieron con Stalin y se apoyaron en las masas y, en parte, en el imperialismo mundial;
  48. Grecia e Italia quedaron fuera de la línea trazada por Roosevelt, Stalin y Churchill en las conferencias de Yalta y Potsdam. Por tanto, el destino de las revoluciones en estos países estaba echado. Siguiendo el catastrófico consejo de Moscú, los comunistas italianos entregaron las armas y entregaron el poder a la burguesía. En Grecia, los comunistas cometieron el mismo error al principio, para luego dar un giro ultraizquierdista al iniciar un levantamiento tardío;
  49. En esta situación, Tito cerró la frontera yugoslava con Grecia y se negó a ayudar a los partisanos griegos pro Moscú. Albania y Bulgaria, bajo la presión de Moscú, rompieron sus relaciones con Belgrado y cada partido de la región se volvió hacia adentro y hacia la construcción del socialismo en su propio patio trasero. Tito abandonó la idea de una federación más amplia y comenzó a crear un "camino yugoslavo hacia el socialismo", la llamada "autogestión";
  50. Al mantener la revolución dentro de las fronteras yugoslavas, Tito básicamente hizo un compromiso y decidió llevar a cabo las tareas que la burguesía no era capaz de realizar. Se suponía que el nuevo Estado se basaría en la “hermandad y la unidad”, es decir, la creación de una nueva nación yugoslava unificada como alternativa al odio y las divisiones étnicas;
  51. Durante mucho tiempo pareció que Tito lo había hecho. La Nueva Yugoslavia era una formación cualitativamente diferente de la anterior. La abolición del mercado, la economía planificada, así como la expropiación de la propiedad privada y el monopolio del comercio exterior crearon las condiciones para el avance económico más dinámico de la historia de los Balcanes. Sin embargo, este Estado fue deformado desde el principio en el sentido de que nunca se estableció una verdadera democracia obrera y todas las decisiones importantes se tomaron a puerta cerrada basándose en el juicio de la burocracia del partido;
  52. La historia nos muestra que el potencial de un auge económico sobre esta base es limitado. Sin posibilidad de libre flujo de información o de toma de decisiones democrática, pronto surgen problemas de asignación y distribución;
  53. Sin embargo, hay que decir que hasta finales de los años setenta este marco logró hacer avanzar las fuerzas productivas. A pesar de los abusos burocráticos, las inversiones perdidas y la falta de democracia obrera, la “Yugoslavia socialista” logró alcanzar tasas de crecimiento impresionantes en las primeras tres décadas de su existencia. Una sociedad campesina se convirtió en una economía industrializada moderna;
  54. Sin embargo, el progreso real no se midió únicamente por el crecimiento del PIB. Los yugoslavos disfrutaban de altos niveles de protección social, escolarización y legislación laboral. La economía planificada permitió al gobierno prestar especial atención a las regiones históricamente más subdesarrolladas, como: Kosovo, Macedonia y Montenegro. En pocos años, gran parte de estas comunidades dieron el salto de una estructura de clan feudal y patriarcal a la del proletariado urbanizado;
  55. En estas tres primeras décadas de progreso, el PCY gozó de un apoyo abrumador en todos los estratos de la sociedad. Por lo tanto, estaba en condiciones de garantizar un cierto nivel de libertad de expresión que no se veía en otros países del Bloque del Este. Liberada de los dogmas del realismo socialista, la cultura floreció y a varias minorías nacionales que históricamente no tuvieron la posibilidad de expresión autónoma se les concedió autonomía cultural y religiosa;
  56. En esta atmósfera y progreso económico, la nacionalidad como categoría política perdió todo significado. Las migraciones de trabajadores y estudiantes entre centros urbanos de diferentes repúblicas y los matrimonios mixtos se convirtieron en la norma. Las etiquetas nacionales y religiosas desaparecieron de la mente de la gente;
  57. En la primera década de la posguerra, la capa privilegiada no era tan obvia. En las décadas de 1940 y 1950, los privilegios de que disfrutaban los burócratas del partido estaban de acuerdo con el subdesarrollo general del país. Lo máximo que un burócrata del partido podía obtener de su puesto era un apartamento ligeramente mejor, un chófer personal y la oportunidad de pasar los veranos en la costa del Adriático. Además, el espíritu revolucionario colectivista desarrollado durante los años de la guerra se mantuvo en buena parte del partido y entre los ex combatientes;
  58. La mayoría de los miembros comunes y corrientes del partido que llevaban la revolución sobre sus espaldas detestaban cualquier tipo de privilegio y sentían disgusto moral por cualquier tipo de abuso de posición para beneficio personal. En una cultura partisana de posguerra, la aspiración de enriquecerse era lo más vergonzoso;
  59. Sin embargo, los principios éticos y la moral revolucionaria son una cosa y la realidad material, otra completamente diferente. A medida que crecieron las fuerzas productivas de la sociedad, también creció la base de los privilegios de la capa superior de la dirección del partido. Ya en la década de 1960, esta capa creciente comenzó a sofocar el desarrollo posterior de la economía yugoslava. Al sofocar la asignación adecuada del capital y la producción, así como la distribución de bienes basada en las necesidades de la vida real, esta capa burocrática sirvió como un sello único en la economía;
  60. La mala gestión de las capacidades de producción y la corrupción sofocaron aún más el crecimiento saludable. A finales de los años 60 ya estaba claro que el camino hacia el socialismo no era tan seguro. Como siempre, los estudiantes, que actúan como barómetro, son la primera capa que indica el fermento dentro de la sociedad. Las manifestaciones estudiantiles de 1968 fueron el primer grito contra esta tendencia. Las consignas contra la “burguesía roja” y los llamados a regresar al marxismo genuino reflejaban claramente la profunda insatisfacción que sentía la gente común con la creciente polarización de la sociedad;
  61. Ante las crecientes contradicciones dentro de la sociedad, la burocracia, en lugar de regresar al marxismo genuino como exigían los estudiantes, giró hacia la liberalización de la vida económica. Sin una línea política clara, la posición independiente frente a la URSS acercó a la burocracia titoísta al imperialismo;
  62. El PCY estableció relaciones con organizaciones financieras imperialistas como el FMI y el Banco Mundial, antes que cualquiera de las otras nomenklaturas en Europa del Este. En los años 1960, el PCY introdujo una serie de reformas económicas, en un intento por luchar contra la ineficiencia. Estas reformas se profundizaron, con la nueva Constitución de 1974;
  63. La liberalización del comercio exterior, del mercado laboral y del plan centralizado se llevaron a cabo bajo el disfraz de perfeccionar la “autogestión”. – que se suponía daría más derechos de toma de decisiones a los trabajadores. Los comités de trabajadores autogestionados existentes fueron presa fácil para la manipulación de la futura tecnocracia empresarial. La liberalización les brindó oportunidades sin precedentes para la corrupción y el enriquecimiento personal;
  64. Las grandes empresas estatales se dividieron en pedazos, triplicando así la burocracia. La descentralización de la vida política y económica llegó a tal punto que cada parte autónoma de una empresa podía ofertar libremente para obtener créditos en los mercados de capitales extranjeros. El FMI se vio frustrado en un intento de asignar la responsabilidad por los numerosos créditos que se tomaron. En este tipo de situación, la rivalidad entre las burocracias de las repúblicas creció naturalmente, ya que tendían a entablar negociaciones de forma independiente con instituciones financieras imperialistas y a mantener tanto como fuera posible en su propia república;
  65. En la década de 1980, el creciente déficit exterior y la creciente inflación comenzaron a desgarrar las ya delicadas relaciones económicas. En un intento por reducir el déficit y pagar la deuda, el gobierno decidió recortar el consumo general y llevó a cabo los primeros programas de restricción impuestos por el FMI. Las regiones económicamente más atrasadas del país fueron las primeras en sentir las repercusiones de esta política;
  66. La clase trabajadora de Kosovo y Macedonia, y eventualmente de otras, comenzaron a sentir el impacto de las “reformas”. La nacionalidad volvió a escena como factor político y la burocracia se vio obligada a aplicar medidas más despiadadas para sofocar la desobediencia;
  67. En 1981, una ola de protestas se extendió por todo Kosovo. Ante el levantamiento de la minoría albanesa, Belgrado se vio obligada a purgar las estructuras locales del partido y del gobierno y disolvió sin piedad las protestas;
  68. Con la muerte de Josip Broz Tito, se produjo una mayor desestabilización. Durante décadas, Tito gobernó de una manera típicamente bonapartista, apoyándose en diferentes capas dentro de la sociedad yugoslava y en las burocracias de las diferentes repúblicas en los momentos críticos, logrando así lograr el equilibrio;
  69. Bajo su autoridad absoluta, las contradicciones de clase y los conflictos entre las burocracias regionales quedaron encubiertos y permanecieron bien ocultos. En la década de 1980 se establecieron las condiciones para la explosión final de las contradicciones que habían ido acumulándose durante décadas. Después de cuarenta años de relativa estabilidad, la sociedad yugoslava entró una vez más en una fase revolucionaria;
  70. Desde principios de la década de 1980, el nivel de vida en Yugoslavia había comenzado a disminuir drásticamente, cayendo un 40% al final de la década, lo que lo devolvió al nivel que tenía a mediados de la década de 1960. La clase trabajadora yugoslava respondió a esta presión con una serie de huelgas en los años 1980. En los primeros nueve meses de 1987 se organizaron más de 1.000 huelgas en todo el país en las que participaron unos 150.000 trabajadores de todas las nacionalidades. ¡En 1989, el número de trabajadores en huelga ascendió a 900.000!;
  71. La clase obrera yugoslava tenía dos alternativas: o seguiría adelante con una revolución política y crearía las condiciones para un mayor crecimiento económico y mantendría intactos los logros revolucionarios rompiendo el control de la burocracia; o sería quebrantada y arrastrada al derramamiento de sangre y al capitalismo;
  72. Los años 80 fueron los años en que las diferencias entre los trabajadores comunes y corrientes y la élite del partido y la tecnocracia gerencial se volvieron drásticas. Con el tiempo, las aspiraciones de la capa burocrática alienada se hicieron mucho mayores. La casta titoísta desarrolló una cultura interna y un sistema de valores con los que imitaba a las clases dominantes de Occidente;
  73. Parte de esta capa ya tenía relaciones bien establecidas con diferentes mentores occidentales y tenían cuentas bancarias en el extranjero en las que almacenaban dinero obtenido a través del abuso de sus cargos y de los privilegios de los que disfrutaban. La burocracia se convirtió en una correa de transmisión sobre la cual el imperialismo presionaba a la clase trabajadora yugoslava;
  74. La clase trabajadora perdió todas las ilusiones y comenzó a abandonar el partido en masa. Ya en 1985 se calculaba que sólo uno de cada 11 trabajadores semicalificados y uno de cada cinco calificados estaba afiliado al partido. Hasta 1987, sólo el 30% del partido y el 8% del Comité Central estaban formados por trabajadores;
  75. Por otro lado, el 95% de los directivos de empresas y el 77% de la intelectualidad eran miembros del partido. La gente corriente empezó a ver el Partido Comunista como un lugar para arribistas y directores, no como un instrumento a través del cual podían expresarse;
  76. Sin embargo, fuera del partido tampoco había mucho espacio de expresión. La tradición de organización sindical independiente había dejado de existir en la década de 1940. La burocracia estalinista estaba aterrorizada de que los trabajadores se organizaran independientemente de la estructura estatal;
  77. El papel de los sindicatos en la “autogestión” yugoslava consistía en organizar eventos culturales, vacaciones y distribución de alimentos. Generaciones enteras de trabajadores crecieron sin ninguna experiencia real en la lucha de clases. La clase trabajadora yugoslava era “ingenua” y tenía un bajo nivel de conciencia de clase y, por lo tanto, era una presa relativamente fácil;
  78. Al principio, estas protestas tenían un carácter espontáneamente progresista. Aunque las principales demandas no iban mucho más allá del campo económico, los trabajadores estaban casi instintivamente a favor de Yugoslavia y en contra de la burocracia. Trabajadores de todas las nacionalidades marcharon juntos con fotografías de Tito y banderas yugoslavas;
  79. Horrorizada por el movimiento de la clase trabajadora, la burocracia gobernante en todas las repúblicas no tuvo otra opción que tratar de capear esta ola de insatisfacción y aprovecharla. La forma más fácil de hacerlo era jugar la vieja carta del chauvinismo, y así la burocracia dejó escapar el germen del nacionalismo. Al construir conflictos étnicos y utilizar la propaganda mediática para difundir el odio;
  80. De este modo, las burocracias de las diferentes repúblicas pudieron dividir el movimiento según líneas nacionales. Con el nacionalismo, las burocracias salvaron sus propias cabezas en una situación prerrevolucionaria. De repente, los responsables del desempleo y la caída de los estándares en Serbia no fueron los peces gordos del parlamento serbio, sino los croatas y los albaneses;
  81. El mismo escenario se desarrolló en cada república donde la responsabilidad recayó en personas de otra nacionalidad. Los dirigentes de las diferentes repúblicas abandonaron fácilmente la “hermandad y la unidad” y comenzaron a emplear la histeria nacionalista. Todos querían abandonar el barco que se hundía;
  82. El imperialismo, por supuesto, recibió a estas fuerzas con los brazos abiertos y las alentó. La burocracia de cada república tenía como ángel guardián a sus aliados burgueses occidentales;
  83. Cuando eliminemos toda la basura que nos distrae, como el nacionalismo, los líderes carismáticos, la religión, los generales renegados, la limpieza étnica, los muyahidines, los ustaches, los chetniks, la mafia y las teorías de la conspiración;
  84. Está claro que la desintegración de Yugoslavia y las guerras que tuvieron lugar pueden explicarse por una transformación socioeconómica básica. La propiedad colectiva de los medios de producción y la economía planificada simplemente se convirtieron en camisas de fuerza para los crecientes apetitos de las castas burocráticas, que, durante décadas imitaron el estilo de vida de las clases dominantes de Occidente y, una vez que se enfrentaron a una economía estancada, un sector de la burocracia decidió “dejar sus ideales” y “ir a por ello”;
  85. El proceso subyacente es la transformación de exburócratas en capitalistas que aprovecharon un momento histórico para convertirse en la clase dominante en sus propias repúblicas. Milosevic, Tudjman y compañía eran sólo representantes de esta capa ambiciosa y el reflejo de esta capa en la cima del PCY. Eran políticos que utilizaron la situación revolucionaria para dar golpes de estado en sus propias repúblicas, purgar a los viejos cuadros titoístas que todavía tenían ilusiones en una Yugoslavia unificada y comenzaron a navegar hacia la tierra prometida del capitalismo;
  86. Toda contrarrevolución es sangrienta y Yugoslava no fue la excepción. Las clases dominantes en formación tuvieron que llevar a cabo la acumulación inicial de capital y dividir las zonas de influencia con métodos gangsteriles, pero sobre todo tuvieron que destruir la idea de una Yugoslavia unificada;
  87. Los monstruosos crímenes cometidos en los años noventa en la ex Yugoslavia no fueron una coincidencia ni simples estremecimientos de mentes enfermas. Hubo que dividir la sangre para enterrar la última esperanza de una república unificada. Hoy en día, si se le pregunta a un trabajador medio de cualquiera de las antiguas repúblicas qué piensa sobre la antigua Yugoslavia, le dirá que es una idea noble pero imposible;
  88. Un gran Estado con una economía planificada en el corazón de los Balcanes fue una espina clavada para el imperialismo después de la desintegración de la Unión Soviética. El nacionalismo fue un arma perfecta para su destrucción y para enterrar todos los logros del movimiento partidista;
  89. Yugoslavia tuvo que ser crucificada. Su pueblo tuvo que ser castigado por la herejía que cometió hace cincuenta años cuando se atrevió a abolir el capitalismo y trató de tomar el destino en sus propias manos. El ejemplo de Yugoslavia tenía que ser horrible para que todos los demás pueblos de los Balcanes y de todo el mundo pudieran ver de una vez por todas que el socialismo era “imposible”;
  90. No fue posible construir el socialismo en un solo país. Como marxistas defendemos la Yugoslavia unificada y su economía planificada, pero sólo como un buen punto de partida para una Federación Socialista Balcánica mucho más amplia. Por supuesto, nuestra tarea es defender la ex Yugoslavia y sus logros contra todas las mentiras y distorsiones de los elementos procapitalistas y nacionalistas, pero al mismo tiempo no debemos caer en la trampa de convertir este Estado en un fetiche;
  91. Porque al fin y al cabo eso es lo que era Yugoslavia: un Estado nación. Es cierto que ese Estado era mucho más progresista que los actuales, enanos y semicoloniales Estados nacidos de la sangre de las matanzas étnicas. Pero cuando miramos las cosas desde este ángulo, los procesos que se desarrollaron en la década de 1990 se vuelven mucho más claros;
  92. Nacionalismo yugoslavo, ese camino único y “autogestionado” hacia el socialismo del que todos los yugoslavos deberían haber estado orgullosos, fue simplemente cambiado por caminos nacionales hacia el capitalismo;
  93. Dado el estado mental de los burócratas o de algunos de los trabajadores con baja conciencia de clase, no fue inusualmente difícil cambiar y comenzar a sentir orgullo como macedonios o eslovenos en lugar de yugoslavos. De todos modos, a los albaneses, turcos, rumanos y otros pueblos no eslavos que viven dentro de ese estado siempre les resultó difícil sentirse como “eslavos del sur”;
  94. Las cosas empezaron a ir mal, no en 1991, sino mucho antes, cuando Tito y los demás líderes balcánicos decidieron construir muchos “socialismos” nacionales diferentes, cada uno en su propio país. Dado el estado mental de los burócratas o de algunos de los trabajadores con baja conciencia de clase, no fue inusualmente difícil cambiar y comenzar a sentir orgullo como macedonios o eslovenos en lugar de yugoslavos;
  95. Hoy, después de 15 años, la “balcanización de los Balcanes” aún no ha terminado. Quizás al imperialismo le gustaría “estabilizar” la zona por el momento, pero ya es demasiado tarde. Se ha abierto la Caja de Pandora. Las divisiones y el derramamiento de sangre no cesarán hasta que los trabajadores de los Balcanes se separen completamente de los partidos nacionalistas procapitalistas y comiencen a construir su propia organización que no reconocerá las fronteras estatales;
  96. El Movimiento Partidista es un hito histórico gigantesco que las clases dominantes no pueden difamar y esconder debajo de la alfombra por mucho más tiempo. La clase trabajadora de la ex Yugoslavia, con una herencia de lucha tan rica, redescubrirá su historia y comenzará una nueva lucha;
  97. Debemos mirar más allá de la “hermandad y la unidad” hacia el “internacionalismo de los trabajadores”. La clase es lo que nos conecta y nos pone del mismo lado de la barricada, no ancestros eslavos. En la lucha que tenemos por delante dividimos a la gente sólo sobre una base: capitalistas y trabajadores; todo lo demás simplemente está fuera de nuestro interés.

https://www.marxist.com/curse-nationalism-war-yugoslavia.htm

Guerra de Kosovo[editar]

El Secretariado Unificado y la y la Guerra de Kosovo[editar]

En septiembre de 1999, el Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (SU-CI), publicó una declaración[53]​ en el que afirmó que:

  1. La guerra que los gobiernos de la OTAN han lanzado contra Serbia forma parte de una nueva etapa de la crisis que desgarró la antigua Yugoslavia y de los reordenamientos geoestratégicos que están afectando a las relaciones entre las grandes potencias, en particular la Unión Europea y los Estados Unidos, así como a sus instituciones (ONU, OTAN, etc.) desde la caída del Muro de Berlín;
  2. Por eso, este conflicto, suscitó dos tipos dominantes de reacciones en los círculos de izquierda: el primer tipo era el rechazo a la represión ejercida por la potencia serbia desde 1989 en Kosovo y, más ampliamente, de las políticas de limpieza étnica que devastaron Croacia y Bosnia, desde 1991. Los defensores de esta línea apoyaron la guerra de la OTAN obtuvo como guerra "moral", explotando abusivamente analogías históricas inadecuadas. El segundo tipo relacionó la guerra de la OTAN en el contexto del “nuevo orden mundial”, a su hipocresía y a sus cuestiones geoestratégicas internacionales;
  3. Aunque el rechazo de la OTAN y el del régimen de Milosevic no están evidentemente al mismo nivel, este doble rechazo de ambos rompió el falso dilema de tener que elegir un "lado" reaccionario. Lejos de atenuar la resistencia a las políticas imperialistas, el eje crítico hacia el régimen serbio permitió encontrar oídos entre quienes percibían el impasse y el carácter contraproducente de esta guerra desde el punto de vista de sus objetivos declarados (contra la limpieza étnica);
  4. El hecho de que Milosevic lidere un partido que se autodenomina "socialista" exige, más explícitamente que en el caso de Irak, que nuestra crítica a su política se exprese con total claridad, al mismo tiempo que condenamos la guerra de la OTAN;
  5. Por eso estos dos ejes críticos y la defensa del derecho de autodeterminación de los kosovares ofrecieron puntos de referencia progresistas. Sin embargo, no dieron a los kosovares una respuesta sobre cómo defender el derecho a la autodeterminación frente a la violencia agresiva del Estado serbio;
  6. Ante la necesidad de no caer en una posición "pacifista" e indiferente al destino del pueblo kosovar, apoyamos el derecho de autodefensa de los kosovares negándonos a equiparar el terrorismo del Estado serbio con el ejército de lucha del Ejército de Liberación de Kosovo. Pero su orientación política tras el derrocamiento de Adem Demaci y su debilidad orgánica no nos permitieron confiar en él en la doble lucha contra la limpieza étnica y contra la guerra de la OTAN. Por lo tanto, nos vimos obligados a luchar por el fin de los bombardeos y a buscar un acuerdo que permitiera principalmente el regreso de las poblaciones expulsadas, protegidas por tanto por una fuerza multinacional;
  7. El fin de la guerra y el regreso de los refugiados se lograron como parte de un compromiso que reinsertó a la ONU y Rusia en el procedimiento, al tiempo que permitió que las tropas de la OTAN ocuparan Kosovo. Un acuerdo así, establecido entre el poder de Belgrado y las grandes potencias y excluyendo la resistencia kosovar, tiene necesariamente un contenido conflictivo y reaccionario que debemos analizar y combatir apoyando el derecho de los pueblos yugoslavo y kosovar a tomar el control de su destino;
  8. El acuerdo, que detuvo los ataques de la OTAN y permitió la retirada del ejército y la policía serbios, condujo a una ocupación militar de Kosovo principalmente por tropas de la OTAN y al establecimiento de un protectorado por parte de las grandes potencias bajo mandato de la ONU;
  9. El retorno masivo y rápido de las poblaciones albanokosovares expulsadas dio una legitimidad inicial a la presencia de la fuerza de interposición internacional, aunque sea la menor de las reparaciones por una guerra que catalizó (y no evitó) las peores limpiezas étnicas cometidas por las fuerzas serbias. Ciertamente, desde el punto de vista de los albanokosovares, el protectorado rompe el yugo serbio. Pero es el polo opuesto de lo que los Acuerdos de Paz pretenden establecer ("un Kosovo multiétnico y tolerante") y no prevé reconocer el derecho de la población kosovar a decidir sobre su propio destino;
  10. La KFOR (fuerza multinacional de interposición en Kosovo) se declara incapaz de proteger a las minorías no albanesas que huyen masivamente de la provincia: todo esto puede alimentar dudas crecientes en la opinión pública sobre los verdaderos objetivos (o al menos sobre "la eficacia" en relación a los presuntos fines) de la guerra y del protectorado. Esto es conflictivo tanto con Belgrado como con las fuerzas independentistas kosovares. Por un lado, mantiene formalmente la soberanía serbia sobre la provincia y las fronteras yugoslavas, lo que está asociado con la posibilidad del regreso de las fuerzas armadas de Belgrado; pero, en la práctica, formaliza el uso del marco en Kosovo, en detrimento del dinar yugoslavo;
  11. Por otro lado, el poder de las grandes potencias choca con las aspiraciones independentistas del Ejército de Liberación de Kosovo y su deseo de controlar las instituciones de la provincia; nombra un “administrador” de Kosovo como en la época de las colonias y prevé que la presencia de sus tropas durará sin duda “años o incluso décadas”. Semejante protectorado excluye por el momento la división étnica. Pero la entrada y reorganización de las milicias paramilitares serbias vinculadas a Belgrado, en el norte de Mitrovica, bajo control francés, todavía puede conducir a un ciclo de partición étnica. Las diversas fuerzas políticas de la resistencia kosovar exigen que, en un Kosovo pacífico, se cree una fuerza policial y un ejército basados en la decisión de los propios kosovares;
  12. La presencia duradera de tropas y organizaciones extranjeras será el origen, como en Bosnia, de enormes desigualdades sociales, corrupción y dependencia, al mismo tiempo que la aceleración de las privatizaciones, fuente de los mismos desastres mafiosos que en la vecina Albania;
  13. Nuestro objetivo es ayudar a la sociedad civil kosovar y, en particular, a sus jóvenes y a sus trabajadores, hombres y mujeres, a hacerse cargo de su futuro, de su defensa y de sus instituciones, lo más rápidamente posible, en un marco democrático. En este contexto será esencial el desarrollo de vínculos internacionales, particularmente a nivel sindical, en la continuación de la Ayuda Internacional a los Trabajadores para Bosnia;
  14. La renuencia a defender este derecho se basa en el temor de que conduzca a una creciente fragmentación y a la construcción de Estados étnicamente puros. Pero el enfoque selectivo del derecho a la autodeterminación o su rechazo implica necesariamente la aceptación de la ley del más fuerte y de las elecciones arbitrarias de las grandes potencias;
  15. Nuestra defensa intransigente del derecho de los pueblos a la libre determinación no significa la adhesión a una solución universal que sería “para cada pueblo su propio Estado”. Pero significa que son las propias personas quienes deben juzgarlo en un contexto determinado y en evolución. La defensa de este derecho es inseparable de la lucha por el pluralismo político y étnico, contra todas las políticas de limpieza étnica y por la igualdad de trato de todas las comunidades;
  16. Los albaneses constituían el 80% de la población de Kosovo. En 1989, Milosevic eliminó el estatus autónomo del que gozaba Kosovo en la Federación Yugoslava. En cambio, se instituyó un verdadero régimen de apartheid. Se estableció para los serbios un sistema de “preferencia nacional” en la contratación;
  17. La única solución política y democrática está en manos del pueblo de Kosovo: la autodeterminación, decidiendo mediante consultas democráticas el destino que elijan: la independencia, si lo desean. El pueblo kosovar debe poder autodeterminarse, es decir, redefinir libremente por sí mismo su régimen interno, sus relaciones con otros pueblos, su estatus, su futuro, sus relaciones con el poder de Belgrado, mediante un acto de libre consentimiento. decisión, una consulta democrática;
  18. Una federación sólo puede ser viable si es libremente aceptada por cada una de las partes contratantes: independencia o autonomía, la decisión corresponde al pueblo de Kosovo en su conjunto, incluida la garantía de los derechos de las minorías dentro de Kosovo (serbios, turcos, romaníes);
  19. Un proceso así es la única garantía para que todas las comunidades definan reglas e instituciones para vivir juntas y en igualdad, mientras que la exacerbación de las tensiones y el deseo de imponer el poder de una minoría conduce ciertamente a la guerra y la purificación;
  20. En septiembre de 1991, las autoridades clandestinas de Kosovo organizaron un referéndum. La participación de la población alcanzó el 87% y el 99% de los electores votaron a favor de una república soberana, dejando abierta la cuestión de los vínculos con los estados vecinos. Esta elección se confirmó en todas las elecciones posteriores organizadas por la sociedad paralela albanokosovar;
  21. Ibrahim Rugova, el presidente electo, se pronunció a favor de la independencia, aunque discrepó sobre los medios para lograrla. Después de la deportación masiva de albanokosovares organizada por Milosevic, está claro que la demanda de un Kosovo independiente es hoy abrumadoramente deseada por los kosovares. Apoyamos esta aspiración legítima. Nadie tiene derecho a imponerles que permanezcan en una federación yugoslava dirigida por el régimen que organizó la purga;
  22. Es a escala de los Balcanes donde se pueden lograr soluciones equitativas y derechos recíprocos para todos los pueblos interesados. Por eso defendemos tanto el derecho de autodeterminación de los kosovares con respeto a todas las minorías como la necesidad de vínculos entre los pueblos y trabajadores de esta región para que se establezcan relaciones de solidaridad, de igualdad social, cultural, política y de cooperación;
  23. Sin embargo, la guerra de la OTAN no resolvió en modo alguno, sino que más bien agravó, los riesgos de explosiones en los Balcanes (que era su principal preocupación). Lejos de facilitar el derrocamiento de Slobodan Milosevic sobre la base de una clarificación política y una crítica progresista de sus políticas, la guerra de la OTAN ha enturbiado las aguas más que nunca y ha facilitado el surgimiento de una oposición coherente y progresista;
  24. Milosevic consolidó su poder jugando con todos los hilos: la convocatoria de movilizaciones antiburocráticas que inicialmente le permitieron fortalecer su poder frente a sus rivales - y el apoyo a mecanismos burocráticos y clientelistas para controlar las empresas; la referencia al pasado titoísta, antifascista y yugoslavo, y la ruptura radical con este pasado en la alianza con las corrientes nacionalistas serbias de tradiciones anticomunistas; apoyo a las aspiraciones y políticas secesionistas de las minorías serbias de Croacia y Bosnia, apoyándose en el ultranacionalismo de extrema derecha y sus milicias paramilitares; luego, apoyo a los "planes de paz" que rompen con sus exaliados;
  25. Milosevic no es ni Hitler ni antifascista. Su alianza política y programática con el Partido Radical Serbio y sus milicias es criminal. También es criminal la incorporación de corrientes y orientaciones de extrema derecha al régimen de Tudjman en Croacia y las asimetrías en los medios de comunicación y el tratamiento político de Milosevic y Tudjman, que reflejan en gran medida la complacencia hacia aquellos que dicen ser liberales y anticomunistas;
  26. Adoptar la visión opuesta de esta asimetría hipócrita y apoyar a Milosevic como “progresista” ya no es relevante. Solo y desarmado, el pueblo kosovar fue víctima de una auténtica limpieza étnica llevada a cabo por las milicias ultraserbias, siniestramente famosas en Bosnia;
  27. En 1998, los abusos de las fuerzas serbias expulsaron a unos 200.000 kosovares de sus hogares y, en una semana, tras la intervención de la OTAN, 400.000 kosovares fueron deportados a las fronteras. A la sombra de la intervención de la OTAN, Milosevic intensificó su agresión contra los albanokosovares. No podemos decir que no sabíamos, que no conocíamos la naturaleza del régimen de Milosevic, después de años de guerra en Croacia y Bosnia, después del Masacre de Srebrenica;
  28. Hay que luchar contra el régimen de Milosevic por sus prácticas bárbaras y su ideología basada en la separación o la dominación étnica, tan peligrosa como todas las ideologías racistas y xenófobas del mismo tipo. Para mantener el poder, este régimen se montó en el caballo del nacionalismo gran serbio, cuyo objetivo era reunir a todos los serbios en un mismo estado mediante la limpieza étnica de los territorios. Estos actos constituyen crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Los responsables deben ser llevados ante la Corte Penal Internacional de La Haya;
  29. Corresponde a la población yugoslava, en particular a la población serbia -y no a la OTAN- hacer la evaluación final de las tragedias a las que ha conducido la política de Milosevic. La acusación contra Milosevic y el condicionamiento de la ayuda económica empujan a muchos antiguos partidarios de la "Gran Serbia" a "blanquearse" con campañas "radicales" en favor de la dimisión de Milosevic, que sustituyen a un programa. Pueden confiar en la aspiración de paz y de recibir créditos occidentales para reconstruir un país destruido, así como en las desilusiones acumuladas con el régimen de Milosevic. Pero el resentimiento hacia las políticas de la OTAN también es profundo, lo que hace que los resultados electorales sean inciertos;
  30. Denunciamos cómo la población serbia fue doblemente secuestrada, primero por la guerra y luego por el estrangulamiento económico (la población de Montenegro también fue sometida al estrangulamiento por parte de Belgrado). Asimismo, debemos combatir el carácter selectivo -y por tanto político- de las acciones de la la Corte Penal Internacional. No rechazando el TPI o la acusación de Milosevic, sino exigiendo el procesamiento de todos los criminales y la extensión de las acciones criminales del derecho internacional hacia la OTAN, es decir, los gobiernos imperialistas;
  31. Los mecanismos generales de privatización que aceleraron la desintegración de la federación titoísta pero también el mantenimiento de una fuerte coalición en el poder entre el partido de Milosevic y el Partido Radical Serbio seguirán produciendo sus efectos disgregadores, particularmente en Montenegro. La pérdida de Kosovo refuerza la ofensiva política de Milosevic, el mayor de Vojislav Šešelj, hacia Bosnia. Podría conducir al relanzamiento de una acción militar con el objetivo de dividir Bosnia-Herzegovina, propuesta a cambio de un abandono definitivo de toda ambición sobre Kosovo;
  32. Al mismo tiempo, los riesgos de una desintegración de Macedonia persisten mientras no haya respondido satisfactoriamente a las demandas de su población albanesa. Por lo tanto, es a escala de los Balcanes donde debemos desarrollar solidaridad y vínculos sindicales, asociativos y feministas contra las políticas reaccionarias dominantes para preparar desde abajo una recomposición progresiva de los vínculos entre los pueblos;
  33. La creciente conciencia de estos riesgos, de los desastres no reconocidos de la guerra y de la superposición de cuestiones nacionales en toda la Europa balcánica está en el origen de la propuesta de "Pacto de Estabilidad" firmado en Sarajevo el 31 de julio de 1999 con los gobiernos de la región. - excepto el de Serbia;
  34. Los gobiernos de la OTAN ofrecerán a sus multinacionales los medios para reconstruir la infraestructura que fue destruida por su guerra. Como en Bosnia y en otras partes del universo liberal, los sobornos para obtener contratos de privatización acompañarán este "Pacto" con objetivos de "estabilización" que serán contradichos por la lógica socialmente desagregadora y la política de austeridad social de la construcción liberal europea;
  35. La expansión de la OTAN, con su neocolonialismo "humanitario" y su militarismo es el resultado desastroso de esta guerra. Sin embargo, incluso en una escala aún limitada, también puede surgir una “conciencia ciudadana” antimilitarista y antiimperialista sobre la base de la demanda de control de las políticas gubernamentales, pero también de igualdad en el poder y respeto por las personas.

El Comité Internacional y la Guerra de Kosovo[editar]

El 09 de noviembre de 1999, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CI-CI) publicó un artículo[54]​ en el que afirmó que:

  1. Han surgido pruebas sustanciales que refutan la justificación central de la guerra de la OTAN contra Serbia: la afirmación de que el régimen de Milosevic estaba llevando a cabo un "genocidio étnico" contra los albaneses en Kosovo;
  2. Durante el conflicto, las potencias de la OTAN afirmaron que entre 100.000 (según el Secretario de Defensa estadounidense, William Cohen) y 500.000 (según una declaración del Departamento de Estado de EE.UU. de abril de 1999) los albanokosovares habían sido asesinados por las fuerzas serbias. Afirmaciones tan descabelladas ya estaban siendo descartadas al final de la guerra en junio pasado;
  3. Pero ahora la muy reducida estimación oficial de 10.000 muertes kosovares ha sido desacreditada por los resultados de las investigaciones llevadas a cabo por el Tribunal de Crímenes de Guerra de La Haya y otras agencias. La mayoría de las encuestas de posguerra estiman que el número real de muertes atribuibles a las fuerzas serbias es de menos de 2.500;
  4. El Sunday Times de Londres del 31 de octubre informó que un comité de parlamentarios de todos los partidos había pedido al Secretario de Asuntos Exteriores británico, Robin Cook, que respondiera por haber engañado al público sobre la magnitud de las muertes de civiles en Kosovo. La parlamentaria laborista Alice Mahon, que preside el comité de los Balcanes, dijo: "Cuando se considera que 1.500 civiles o más murieron durante los bombardeos de la OTAN, hay que preguntarse si la intervención estaba justificada";
  5. El Toronto Star del 3 de noviembre publicó un artículo de Richard Gwynn que llegaba a la siguiente conclusión: "Ningún genocidio significa que no hay justificación para una guerra infligida por la OTAN a una nación soberana. Sólo la certeza de un genocidio inminente podría haber justificado legalmente una guerra que ni siquiera fue discutida". por el Consejo de Seguridad de la ONU.";
  6. El Departamento de Estado de Estados Unidos afirma que se han recuperado unos 1.400 cadáveres en el 20 por ciento de los lugares sospechosos de masacre. Pero se dio prioridad a aquellos sitios que se suponía contenían la mayor cantidad de cadáveres. La publicación Stratfor, con sede en Texas, señaló el mes pasado que "todavía no se han materializado pruebas de asesinatos en masa en la escala utilizada para justificar la guerra". Esto a pesar de que hay equipos de 15 países realizando investigaciones;
  7. Stratfor afirma que de los 150 sitios sospechosos examinados, "los cuerpos generalmente se encuentran en cantidades muy pequeñas, mucho más pequeñas que las encontradas después de la guerra de Bosnia". De los civiles muertos encontrados hasta ahora, un buen número aparentemente fueron ejecutados, pero otros murieron como resultado de los combates entre las fuerzas serbias y el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) respaldado por la OTAN, y algunos murieron por bombas de la OTAN;
  8. Durante la guerra, el complejo minero de Trepca, supuestamente el centro de las operaciones de limpieza étnica serbia, fue comparado en la prensa británica con los campos de exterminio nazis. La OTAN y el ELK afirmaron que hasta 1.000 cadáveres por día habían sido arrojados por los pozos, incinerados o disueltos en ácido clorhídrico. Sin embargo, después de la guerra, los investigadores que inspeccionaron el complejo minero no encontraron evidencia de ejecuciones;
  9. En dos viajes a Kosovo desde el final de la guerra, el FBI estadounidense ha encontrado un total de 30 lugares que contienen unos 200 cadáveres. Un equipo español que investigó una zona de Kosovo no encontró fosas comunes y sólo 187 cadáveres, todos enterrados en fosas individuales. Un miembro del equipo, Emilio Pérez Pujol, dijo: "Nunca hubo un genocidio en Kosovo. Fue deshonesto y equivocado que los líderes occidentales adoptaran el término al principio para darle autoridad moral a la operación".
  10. Los medios occidentales, en su mayoría, han ignorado estos informes. Pero ha habido un intento de contraataque por parte de algunos partidarios de la guerra de la OTAN. El London Times publicó un artículo que decía que "el número real de civiles asesinados" era "irrelevante". La "prevención de asesinatos en masa y limpieza étnica, en cualquier escala, sigue siendo un objetivo de guerra del que la OTAN puede estar orgullosa", declaró el periódico. La columnista de The Guardian, Frances Wheen, acuñó el término "revisionistas de Kosovo", equiparando a quienes cuestionan las afirmaciones de genocidio de la OTAN con los historiadores de derecha que niegan el holocausto nazi contra los judíos;
  11. Tales declaraciones equivalen a una racionalización anticipada de cualquier intervención militar que Estados Unidos, Gran Bretaña o la OTAN puedan decidir emprender, basándose en presuntos abusos contra los derechos humanos, contra cualquier país soberano. Si los autoproclamados policías mundiales (que resultan ser las naciones más ricas y militarmente más poderosas) ni siquiera están obligados a demostrar que el país objetivo es culpable de asesinatos y represión a escala masiva, tienen licencia para ejercer una dominación al estilo colonial, no visto desde los días de la “carga del hombre blanco” a finales del siglo pasado;
  12. El ataque de Frances Wheen a los “revisionistas de Kosovo” es una inversión de la realidad. Al ignorar los hechos establecidos con fines políticos definidos (y reaccionarios), está, de hecho, imitando el enfoque de los apologistas nazis que restan importancia a los crímenes de Hitler;
  13. Los comentaristas que intentan desestimar la creciente evidencia de las mentiras de la OTAN, generalmente atribuyen a sus oponentes los motivos más despreciables. Describirlos como personas personas que exigen una rendición de cuentas de los gobiernos de la OTAN por sus acciones, indiferentes a la difícil situación de los albanokosovares y políticamente cómplices de Milosevic y sus crímenes contra las minorías étnicas;
  14. Pero si la escala de las supuestas atrocidades no es importante, ¿por qué la OTAN decidió falsificar sistemáticamente la realidad en Kosovo? O si se afirma que los informes tremendamente inflados sobre ejecuciones, violaciones, etc., fueron simplemente el resultado de errores inocentes, ¿cómo se explica el hecho de que los errores implicaran indefectiblemente estimaciones exageradas de la violencia serbia?;
  15. En general, los defensores de la guerra de la OTAN exhiben un talento notable para adaptar su indignación moral a las necesidades de política exterior de sus respectivos gobiernos. Se muestran curiosamente apaciguados respecto de la actual guerra de Turquía contra los kurdos, las depredaciones del régimen de Sri Lanka contra los tamiles, la represión israelí que dura décadas contra los palestinos y lo que sin duda es un auténtico crimen contra la humanidad: la actual destrucción de Irak en en manos de Estados Unidos y Gran Bretaña;
  16. La oposición al bombardeo de la OTAN sobre Kosovo y Serbia propiamente dicha no implica en modo alguno indiferencia ante el sufrimiento de los albanokosovares a manos de las fuerzas de Milosevic, ni apoyo a las políticas del régimen nacionalista de Belgrado. El CI-CI insistió, sin embargo, en que las afirmaciones grotescamente exageradas hechas contra Serbia por la OTAN eran indicativas de objetivos políticos ocultos, que no tenían nada que ver con las pretensiones humanitarias de Estados Unidos, Gran Bretaña y las demás potencias en guerra;
  17. En un artículo del 25 de junio, el CI-CI señaló: “Para que el público aceptara la destrucción provocada por las bombas de Estados Unidos y la OTAN, tenía que estar convencido de que la guerra se emprendió para evitar otro Holocausto. La invención del número de muertos fue un componente esencial de una campaña de propaganda que buscaba desorientar a la opinión pública, distorsionar el trasfondo de la guerra y ocultar los objetivos políticos reales y los intereses materiales subyacentes a la decisión de ir a la guerra contra Yugoslavia”;
  18. La decisión de Estados Unidos de ir a la guerra contra Serbia (tomada con el pleno respaldo de Gran Bretaña) se basó en cálculos geopolíticos definidos de gran potencia. La afirmación de estar luchando contra la limpieza étnica se utilizó para justificar una campaña de guerra para paralizar a Serbia, considerada por Washington un obstáculo para los intereses económicos y políticos estadounidenses en la estratégicamente vital península de los Balcanes y las regiones del Cáucaso y el Caspio, ricas en petróleo, al este;
  19. La guerra fue provocada deliberadamente por Estados Unidos, utilizando como pretexto acusaciones exageradas de violaciones serbias de los derechos humanos contra los albanokosovares. En 1998, Estados Unidos había pasado de denunciar al separatista Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) como terrorista a una política de armarlo, al tiempo que imponía sanciones a Serbia y reforzaba las capacidades militares de la OTAN tanto en Albania como en Macedonia. A mediados de julio, Estados Unidos y la OTAN habían completado planes de contingencia para una intervención militar en Kosovo, incluidos ataques aéreos y el despliegue de tropas terrestres;
  20. El 15 de enero de 1999, la noticia de una masacre serbia en la aldea de Racak, cuya veracidad aún se discute, sirvió de pretexto para el ataque de la OTAN contra Serbia. En las conversaciones de Rambouillet de febrero, se presentó al régimen de Milosevic un ultimátum que no podía aceptar, que incluía el estacionamiento de una gran fuerza de largo plazo de la OTAN dentro de Kosovo y el libre acceso de las fuerzas militares de la OTAN a todas las partes de Yugoslavia. El 24 de marzo se lanzaron las primeras bombas de la OTAN;
  21. Una vez que comenzaron los bombardeos y los serbios respondieron con su ofensiva en Kosovo, Estados Unidos tuvo que aumentar las apuestas en la guerra de propaganda. A medida que las bombas estadounidenses y de la OTAN caían sobre Belgrado y otras ciudades y pueblos, golpeando fábricas, hospitales, escuelas, iglesias, puentes, refinerías de petróleo, instalaciones de suministro de agua y electricidad e incluso estaciones de televisión, se intensificó la campaña mediática para demonizar al enemigo serbio;
  22. Una serie de espantosos bombardeos contra civiles serbios y kosovares, incluida la destrucción de trenes de pasajeros y ataques a refugiados albaneses, seguidos por el bombardeo de la embajada china en Belgrado por parte de la OTAN, alimentaron la preocupación pública y la desconfianza hacia las afirmaciones de la OTAN. Las relaciones con Rusia y China se deterioraron. Las divisiones entre las potencias de la OTAN se ampliaron en torno a la escala de los bombardeos y la posible introducción de tropas terrestres: Estados Unidos y Gran Bretaña generalmente se encontraban de un lado de la discusión, y Alemania, Francia, Italia y Grecia del otro;
  23. A finales de mayo, para mantener a raya la oposición pública y alinear a sus recalcitrantes aliados de la OTAN, Estados Unidos y Gran Bretaña volvieron a elevar el nivel de decibelios de la propaganda antiserbia. Milosevic y otros cuatro líderes serbios fueron acusados ​​de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Cada vez más, los funcionarios occidentales y los expertos de los medios de comunicación culparon de las atrocidades contra Kosovo al pueblo serbio en su conjunto, a quien se consideró cómplice debido a su supuesta tolerancia hacia el “nuevo Hitler”: Slobodan Milosevic;
  24. Después de la guerra, los pretextos oficiales se han vuelto cada vez más gastados. La violencia del ELK contra los serbios de Kosovo y sus métodos despóticos y corruptos de gobierno sobre los habitantes albaneses de la provincia han desacreditado los intentos occidentales de presentar a la organización como una fuerza para la democracia y la liberación nacional. Ahora las acusaciones de genocidio también han quedado al descubierto;
  25. La campaña de propaganda de la OTAN encontró una audiencia receptiva entre una capa de antiguos liberales, ex radicales y antiguos manifestantes pacifistas, que aceptaron acríticamente las afirmaciones de la OTAN y los medios de comunicación y describieron la acción militar contra Serbia como un punto de inflexión en el mundo: la primera guerra de las principales potencias llevada a cabo por razones “humanitarias”;
  26. En el número de verano de 1999 de la revista Dissent, por ejemplo, Bogdan Denitch, el representante de los Socialistas Democráticos de América ante la Internacional Socialista, justificó su apoyo a la guerra con referencia a la “naturaleza genocida de la campaña del ejército yugoslavo en Kosovo”, diciendo que: "Y genocidio no es una palabra demasiado fuerte";
  27. Aún más abierta y entusiastamente que en la época de la Guerra Civil en Bosnia, estas fuerzas aprovecharon la guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Serbia para hacer las paces con el imperialismo de manera demostrativa y pública.

La International Communist League y la Guerra de Kosovo[editar]

El 21 de abril de 1999, la International Communist League (Fourth Internationalist) (ICL-FI), publicó un declaración[55]​ en el que afirmó que:

  1. La guerra imperialista contra Serbia es ya la mayor conflagración militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Después de haber golpeado a Serbia durante semanas con bombas y misiles de crucero, hay un creciente crescendo entre los imperialistas occidentales en favor de una invasión a gran escala de lo que queda de la república yugoslava dominada por los serbios. Una vez más los Balcanes se han convertido en el polvorín de Europa, acercándonos un paso más a una nueva guerra mundial. Como internacionalistas proletarios que luchan por construir un partido mundial de revolución socialista, la Liga Comunista Internacional (Cuarta Internacionalista) dice: ¡Derroten al imperialismo mediante la revolución obrera! ¡Defienda Serbia contra el ataque de EE.UU. y la OTAN! ¡Abajo las sanciones económicas de las Naciones Unidas! ¡Fuera todas las tropas de EE.UU., ONU y OTAN de los Balcanes!;
  2. La destrucción del degenerado Estado obrero soviético marcó el comienzo de un fuerte aumento de las guerras regionales y de las aventuras militares imperialistas, a medida que un nuevo nacionalismo virulento se convertía en el martillo de la contrarrevolución. La lucha interimperialista, anteriormente controlada por la necesidad de una alianza antisoviética común, estalló de nuevo. Justo debajo de la superficie de la actual unidad de los “aliados” de la OTAN por el bombardeo de Serbia se encuentran rivalidades interimperialistas fundamentales y crecientes expresadas en la creciente guerra comercial entre Estados Unidos y Europa, así como Japón. El mundo postsoviético se parece cada vez más al mundo anterior a 1914. Fueron las maquinaciones imperialistas que avivaron los odios nacionalistas en los Balcanes las que condujeron directamente a la Primera Guerra Mundial;
  3. La denuncia de la Rusia capitalista del ataque militar de Estados Unidos y la OTAN contra Serbia está en línea con su ambición de afirmarse como potencia imperialista regional;
  4. La guerra de la OTAN contra Serbia no tiene nada que ver con los “derechos humanos” ni con la defensa de la población albanesa de Kosovo contra la “limpieza étnica”. Esta guerra no se trata de los albanokosovares. Es una guerra de dominación destinada a hacer realidad los planes estadounidenses de larga data de insertar una presencia militar sustancial de Estados Unidos y la OTAN en Serbia sometiendo o, si fuera necesario, desalojando a Milosevic. ¿Desde cuándo los imperialistas se preocupan por los pueblos oprimidos? Cientos de miles de inmigrantes son deportados cada año por los gobiernos europeos. De hecho, esos mismos gobiernos entraron en un virtual frenesí ante la idea de tener que abrir sus fronteras a los refugiados de Kosovo;
  5. La LCI sigue la tradición de Lenin, cuyo “Socialismo y guerra” (1915),[56]​ enseña: “El punto de vista del socialchovinismo es compartido por igual tanto por los defensores de la victoria de sus gobiernos en la guerra actual como por los defensores de la consigna de 'ni victoria ni derrota'. Una clase revolucionaria no puede dejar de desear la derrota de su gobierno en una guerra reaccionaria, y no puede dejar de ver que los reveses militares de este último deben facilitar su derrocamiento”;
  6. Lenin enfatizó que en el caso de una guerra imperialista contra una nación pequeña o un pueblo semicolonial, es deber de la clase trabajadora no sólo luchar por la derrota de su “propio” gobierno sino defender a las víctimas de la agresión imperialista. En la guerra actual, estamos a favor de la defensa militar de Serbia, sin darle al régimen de Milosevic ni una pizca de apoyo político;
  7. Defendemos el derecho a la autodeterminación de la población albanesa de Kosovo contra el régimen chovinista serbio de Belgrado hasta que los separatistas albaneses se convirtieran simplemente en un peón de los designios depredadores de la OTAN. Para los marxistas, el derecho democrático de autodeterminación de los albanokosovares está necesariamente subordinado ahora a la lucha contra los bombardeos imperialistas y las amenazas de invasión;
  8. De hecho, el baño de sangre nacionalista en todos los bandos en los Balcanes fue instigado directamente por los imperialistas en su afán por destruir el antiguo estado obrero deformado de Yugoslavia mediante la contrarrevolución capitalista. La República Federal Socialista de Yugoslavia nació de la Segunda Guerra Mundial, cuando los partidarios comunistas de Tito lucharon contra la Wehrmacht alemana nazi ocupante, así como contra los fascistas croatas Ustacha y los chetniks realistas serbios. Los partidarios de Tito fueron la única fuerza en Yugoslavia durante la guerra que se opuso al comunalismo;
  9. Pero los ideales socialistas y democráticos a los que apeló públicamente el régimen de Josip Broz Tito fueron socavados por las deformaciones burocráticas y las limitaciones inherentes del estalinismo, con su programa de construir el socialismo en un solo país. Tito introdujo el “socialismo de mercado”, que abrió Yugoslavia a la penetración económica imperialista y reforzó las disparidades entre las distintas regiones, alimentando el resurgimiento del nacionalismo;
  10. Después de la muerte de Tito, la burocracia comenzó a fracturarse a lo largo de líneas nacionales. Milosevic, que promovió “reformas de mercado” como jefe del banco central, lanzó su carrera política apelando al chovinismo de la “gran Serbia”, particularmente contra los albanokosovares. En esto, encarnó el vínculo entre la restauración capitalista y el nacionalismo;
  11. Su homólogo croata, Franjo Tudjman, idolatra al fascista Ustacha de la Segunda Guerra Mundial y el líder bosnio Alija Izetbegovic es un nacionalista rabioso y un reaccionario islámico;
  12. Los marxistas se oponen al veneno del nacionalismo y luchan por la unidad de clase de los trabajadores de Serbia, Croacia, Eslovenia, Bosnia, Macedonia, Montenegro y Kosovo para derrocar a todos los sangrientos regímenes nacionalistas de la región, desde Milosevic hasta Tudjman;
  13. La crisis terminal de la Yugoslavia titoista se produjo a principios de 1991, cuando los gobiernos nacionalistas de derecha recién elegidos en Croacia y Eslovenia declararon la secesión del Estado federado. Alemania intervino para presionar a sus aliados europeos para que reconocieran su independencia;
  14. Luego, Estados Unidos se unió a Alemania para apoyar una Bosnia independiente bajo el liderazgo de fuerzas nacionalistas musulmanas. En Croacia, Estados Unidos y Alemania proporcionaron al régimen fascista de Tudjman no sólo grandes cantidades de armamento moderno sino también entrenamiento y asesores de alto nivel;
  15. Esto permitió al ejército croata a mediados de 1995, aliado con el ataque aéreo de la OTAN, derrotar a las fuerzas militares serbias de Croacia (Guerra de Croacia). Cientos de miles de civiles serbios fueron expulsados ​​por las fuerzas croatas en el mayor acto de “limpieza étnica” de la guerra;
  16. La guerra es siempre una prueba decisiva para los revolucionarios. Trotsky insistió en que una posición proletaria sobre la guerra requería "una ruptura completa y real con la opinión pública oficial sobre la cuestión más candente de la 'defensa de la patria'";
  17. La falsa izquierda demuestra negativamente el punto de vista de Trotsky. Se unen al grito de guerra de los imperialistas por el “pobre pequeño Kosovo” y al mismo tiempo rechazan la defensa de Serbia, cuyo derecho mismo a la existencia nacional está bajo ataque de las potencias imperialistas;
  18. A pesar de un barniz pacifista de oposición al bombardeo, marchan al unísono detrás de los objetivos de guerra de sus propios imperialismos y de los gobiernos socialdemócratas o de frente popular cuya elección apoyaron;
  19. El camuflaje: detener los bombardeos de la OTAN; el mensaje: ir a la guerra en los Balcanes con tropas terrestres bajo control de la UE. Para los izquierdistas de hoy “muerte del comunismo”, que hace mucho tiempo renunciaron a toda confianza en la capacidad revolucionaria del proletariado, los sangrientos imperialistas –ya sea bajo las banderas de la ONU, la UE o la OTAN– son el medio para hacer realidad los “derechos humanos”. ¡A los pueblos oprimidos del mundo!;
  20. En su propaganda supuestamente “contra la guerra”, la “izquierda” europea simplemente actúa como portavoz de sus propias burguesías imperialistas, cuyos intereses no son de ninguna manera los mismos que los de los imperialistas estadounidenses;
  21. “La asociación con la OTAN en la crisis yugoslava es simplemente un manto que enmascara grandes diferencias entre Estados Unidos y sus aliados europeos”. La intervención en Kosovo es esfuerzo apenas disfrazado para imponer la voluntad de Washington sobre el futuro de Europa”;
  22. En Francia, los comentarios de los periódicos son tan incesantemente hostiles hacia los Estados Unidos que un lector bien podría imaginar que París está en guerra con el Pentágono, en lugar de con el ejército yugoslavo, mientras que el ex canciller alemán Helmut Schmidt se quejaba de estar “atado por una correa” (los americanos);
  23. Por lo tanto, la “izquierda” es el punto de partida de su propia clase dominante capitalista: su “antiamericanismo” es un sustituto barato y un obstáculo para el internacionalismo proletario antiimperialista. Nadando con la marea de la “opinión pública” burguesa, las consignas de la “izquierda” encajan con las de los fascistas declarados; por ejemplo, en Alemania los nazis lanzan el grito: “¡No a la sangre alemana para intereses extranjeros!”;
  24. Quizás los “izquierdistas” pro-guerra más flagrantes sean los antiguos partidos estalinistas, ejemplificados por el Partido Comunista Francés (PCF), que por supuesto está en el gobierno. Titulado “Europa y Francia deben participar en la construcción de la paz”, un folleto firmado por el PCF junto con la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) en Rouen se quejaba de que los bombardeos de la OTAN no habían acabado con Milosevic: “¡Milosevic todavía está en el lugar! ¡Los albaneses están siendo perseguidos o masacrados! Estos son los primeros resultados de la aventura militar. Por el contrario, la paz en la región implica un apoyo activo y decidido a las débiles fuerzas sociales y democráticas que luchan contra las dictaduras nacionalistas y por los derechos de las minorías étnicas”;
  25. La falsa trotskista LCR, la organización francesa del Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (SU-CI), es más explícita en su propia prensa al tocar los tambores a favor de la guerra. La LCR llamó abiertamente a una intervención militar imperialista en Kosovo bajo la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), un bloque militar dominado por Europa, o las Naciones Unidas;
  26. En la semana siguiente, la LCR defendió un acuerdo con Serbia que estaría vigilado por “una fuerza multinacional bajo control de la ONU”. La ONU –verdadera cueva de ladrones y sus víctimas– ha sido un instrumento para el militarismo imperialista desde la guerra de 1950-53 contra el estado obrero deformado de Corea del Norte hasta la matanza de decenas de miles de iraquíes en la guerra de 1991 en el Golfo Pérsico;
  27. El SU-CI de Alain Krivine está actuando como portavoz de los intereses del imperialismo francés, oponiendo a la intervención de la OTAN dominada por Estados Unidos el llamado a una fuerza expedicionaria imperialista europea en los Balcanes;
  28. Rifondazione Comunista (RC) en Italia y Die Linke en Alemania (así como algunos miembros del Partido Socialdemócrata de Alemania como el ex presidente del partido Oskar Lafontaine) impulsan prácticamente el mismo tipo de antiamericanismo nacionalista;
  29. Si bien el gobierno estadounidense es la principal potencia militar imperialista, este intento de presentar a los estados imperialistas europeos como más benévolos que Estados Unidos no es más que un vil patriotismo social. ¿Presumiblemente, entonces, la burguesía alemana de Auschwitz es moralmente mejor que su contraparte estadounidense? ¿Y qué pasa con la sucia historia del colonialismo francés en Argelia e Indochina, o la historia de saqueos y asesinatos del Imperio Británico en Irlanda, El subcontinente indio, África y Oriente Medio? Y fue la burguesía italiana la que inventó los campos de concentración en Libia, la que utilizó por primera vez gas venenoso contra la población etíope y la que llevó a cabo innumerables actos de carnicería en los Balcanes durante la Segunda Guerra Mundial;
  30. La organización pseudotrotskista francesa Lutte Ouvrière (LO) tiene una reputación bien merecida por atender los prejuicios retrógrados de la clase trabajadora ignorando opresiones especiales, ya sea la opresión de las mujeres, la homofobia, el racismo o la cuestión nacional en Francia, donde junto con con el resto de la falsa izquierda niega el derecho de autodeterminación de los vascos en Francia;
  31. Pero ellos también se han convertido repentinamente en defensores del derecho a la autodeterminación del pueblo de Kosovo. En su número del 9 de abril, Lutte Ouvrière escribe: “Si el gobierno francés, así como los demás gobiernos occidentales, estuvieran realmente ayudando a los kosovares, sería notable y no veríamos las interminables filas de refugiados que vemos en la televisión.";
  32. A pesar de su supuesta oposición a los ataques militares de la OTAN, la lógica de esta posición es que los imperialistas deberían intervenir más decisivamente y aplastar realmente a los serbios. Al demonizar a Milosevic — en lugar de a los imperialistas — como el principal enemigo en este conflicto, LO sirve como un apologista de izquierda de la burguesía;
  33. En la misma línea, la minúscula Tendencia Bolchevique Internacional, que se burla de la independencia de Quebec y, en general, es conocida por su indiferencia hacia los derechos de los pueblos oprimidos, como los católicos de Irlanda del Norte, hoy clama por la “independencia de Kosovo”, aparentemente sólo defienden la independencia de aquellos que cuentan con el patrocinio imperialista;
  34. En Italia, Rifondazione predica la confianza en la ONU y pide una conferencia de las potencias capitalistas europeas para resolver la crisis de los Balcanes. RC se deleita en el antiamericanismo para justificar su apoyo a su propia clase dominante. El llamado de RC a cerrar la base aérea de la OTAN en Italia se plantea desde la perspectiva del nacionalismo italiano y en interés de una Europa capitalista más fuerte dirigida contra sus rivales imperialistas (como Estados Unidos);
  35. Nosotros, los trotskistas, no apelamos al Estado burgués, sino al proletariado italiano para movilizar acciones laborales contra las bases de Estados Unidos y la OTAN, desde las cuales se está lanzando una guerra mortal contra los intereses de todos los trabajadores: serbios, italianos, albaneses y estadounidenses. Decimos: ¡Aplastar la alianza contrarrevolucionaria de la OTAN mediante la revolución obrera!;
  36. Un suplemento de cuatro páginas publicado el 10 de abril por Proposta , la floja “oposición de izquierda” de RC, nunca pide la retirada inmediata de las tropas italianas de los Balcanes. Proposta apoyó al anterior gobierno burgués de “Ulivo”/RC que invadió Albania;
  37. El socialchovinismo significa defensa de los “intereses nacionales”, es decir, llamar a la clase trabajadora a identificarse con los objetivos imperialistas de la clase capitalista dominante. Significa el abandono explícito de la lucha de clases por parte de líderes sindicales reformistas y procapitalistas. Así, los burócratas italianos de la CGIL-CISL-UIL cancelaron una huelga ferroviaria tan pronto como estalló la guerra. ¡Los trabajadores serbios no son enemigos de los ferroviarios italianos! ¡El enemigo es la burguesía italiana!;
  38. Como afirmó Lenin: “El oportunismo y el socialchovinismo tienen el mismo contenido político-ideológico: colaboración de clases en lugar de lucha de clases, renuncia a los métodos revolucionarios de lucha, ayudar al 'propio' gobierno en su situación embarazosa, en lugar de aprovechar estas ventajas (situaciones embarazosas) para hacer avanzar la revolución”;
  39. Los dirigentes sindicales reformistas son sobornados con las migajas de las ganancias imperialistas. En Francia, los sindicatos obtienen más ingresos del Estado y de los capitalistas que de sus propios miembros. Grupos falsos de izquierda como LO y LCR emulan esta corrupción política tomando sus propios subsidios financieros del estado burgués. ¡Pero el que paga las cuentas es el que manda en la política! ¡Luchamos por la total independencia de los sindicatos del Estado capitalista!;
  40. Bajo el impacto de una gran guerra en Europa que involucra a las potencias imperialistas, se nos presenta el espectáculo de antiguos “revolucionarios” y “antiimperialistas” que se unen a manifestaciones de guerra proimperialistas. El centrista Workers Power se unió a la profundamente laborista Alianza por la Libertad de los Trabajadores en una manifestación de “Ayuda a los Trabajadores para Kosovo”, dominada por banderas y pancartas de la OTAN y Albania que gritaban “Buena suerte para la OTAN” y “OTAN ahora o nunca”;
  41. La “Ayuda a los Trabajadores para Kosovo” sigue el modelo de la “Ayuda a los Trabajadores para Bosnia”, iniciada en 1993, que, con el pretexto de proporcionar ayuda humanitaria a los trabajadores en Bosnia, promovió el apoyo al gobierno musulmán bosnio y trabajó mano a mano con las tropas de la ONU en la guerra fratricida entre serbios, croatas y musulmanes;
  42. Una declaración distribuida en una reunión pública en Londres el 30 de marzo por la organización internacional del WP, la Liga para una Internacional Comunista Revolucionaria (LRCI), afirmaba defender a los serbios contra el ataque de la OTAN, “¡aunque no en Kosovo, que no tienen derecho a ocupar”! Al mismo tiempo, WP insta a los separatistas albaneses “a aprovechar plenamente el bombardeo imperialista para expulsar a las fuerzas 'yugoslavas'”, añadiendo: “Si la principal preocupación [de Clinton y Blair] fuera por los kosovares, reconocerían su condición de Estado, y darle al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) las armas para expulsar a las tropas serbias”. Se trata de un llamamiento sin adornos a los imperialistas de la OTAN;
  43. De hecho, Workers Power ha apoyado a todas las fuerzas reaccionarias en los Balcanes (incluida Serbia) siempre y cuando se opongan al principal enemigo actual de los imperialistas, Milosevic. Así, en junio de 1991, cuando el Cuarto Reich alemán estaba diseñando la destrucción del estado obrero deformado yugoslavo, pidieron el reconocimiento inmediato de las declaraciones de independencia capitalistas-restauracionistas de Eslovenia y Croacia;
  44. Un año más tarde, el afiliado austriaco del WP, el ArbeiterInnenstandpunkt, participó en un “frente único” con el capítulo local del Movimiento de Renovación Serbio de Vuk Draskovic, una organización de monárquicos y chetniks de la Gran Serbia, entonces en oposición a Milosevic. Durante los ataques aéreos de la OTAN de 1995, WP se negó, incluso en el papel, a defender a los serbios de Bosnia contra el imperialismo;
  45. No podría estar más claro que las falsas izquierdas son socialchovinistas cuyo objetivo final es el apoyo a los objetivos bélicos imperialistas en los Balcanes, a pesar de las contorsiones teóricas por las que pasan al tratar de conciliar su oposición verbal a la OTAN con su apoyo a los separatistas del Ejército de Liberación de Kosovo, que ahora es simplemente un peón de la OTAN.;
  46. Contra los socialchovinistas de su tiempo, Lenin polemizó contra Karl Kautsky, un líder central del SPD alemán que durante la Primera Guerra Mundial mantuvo “lealtad al marxismo de palabra y subordinación al oportunismo de hecho”. Lenin escribió que “Kautsky 'concilia' de una manera sin principios la idea fundamental del socialchovinismo, el reconocimiento de la defensa de la patria en la guerra actual, con una concesión diplomática falsa a las izquierdas: su abstención de votar por créditos de guerra, su afirmación verbal de estar en la oposición, etc.” (Lenin, “Socialismo y guerra”, 1915). Pero los “izquierdistas” de hoy como Workers Power están de hecho muy a la derecha de Karl Kautsky;
  47. Fue necesario el comienzo de la Primera Guerra Mundial y una orgía de chauvinismo para destrozar la Segunda Internacional y para que los “socialistas” de esa época condujeran a la clase trabajadora a la masacre. Hoy, cuando se lanzaban las primeras bombas sobre los pueblos balcánicos, lo que pasa por la “izquierda” ya estaba postrado ante su propio imperialismo. Ante la Primera Guerra Mundial, Lenin llamó a los trabajadores a convertir la guerra interimperialista en una guerra civil en todos los países beligerantes, exigiendo una escisión de los auténticos socialistas de la Segunda Internacional;
  48. La postración ideológica de la falsa izquierda ante el imperialismo refleja su apoyo de muchos años al imperialismo occidental contra la Unión Soviética en nombre de la “democracia” y los “derechos humanos”;
  49. Mientras existieron la Unión Soviética y los estados obreros deformados de Europa del Este, como trotskistas exigíamos su defensa militar incondicional contra el imperialismo y la contrarrevolución interna;
  50. Luchamos por la revolución política proletaria para derrocar a las burocracias nacionalistas estalinistas. En contraste, la falsa izquierda apoyó todo tipo de fuerzas procapitalistas en nombre del “antiestalinismo”;
  51. El Socialist Workers Party (SWP) británico, históricamente dirigido por Tony Cliff, junto con sus satélites y falsos trotskistas como el SU-CI y Workers Power (este último con cierta contradicción) se opusieron a la intervención del ejército soviético en Afganistán, el último acto objetivamente progresista de la burocracia del Kremlin;
  52. A principios de la década de 1980 se unieron en un ferviente apoyo al Solidarnosc polaco, patrocinado por la CIA y el Vaticano, que estaba en la vanguardia de la campaña para la restauración capitalista en Europa del Este. Una década más tarde, todos estos grupos aplaudieron a Yeltsin y sus “demócratas” proimperialistas cuando lanzaron la contrarrevolución que iba a destruir a la Unión Soviética;
  53. El SWP, que se alegró cuando el Nuevo Laborismo fue elegido, sigue a los laboristas que “abandonaron” a Tony Benn, diciendo: “Tony Benn se ha opuesto a la Guerra de las Malvinas, a la Guerra del Golfo y a esta guerra”. Tony Benn es un nacionalista de la “pequeña Inglaterra” que pidió sanciones de la ONU durante la Guerra del Golfo y hoy se queja de que el bombardeo no cuenta con la autorización de la ONU;
  54. Mientras tanto, la prensa del Partido Socialista (anteriormente “Militant”) llama a una “acción de los trabajadores para derrocar a Milosevic” mientras, nunca llama a los trabajadores británicos a derrocar al capitalismo británico;
  55. Políticamente aparte del grupo británico del “pobre pequeño Kosovo” está el Socialist Labour Party (SLP-Reino Unido), encabezado por el líder de los mineros Arthur Scargill. Un comunicado de prensa del SLP tachó Tony Blair, el primer ministro del Partido Laborista, abiertamente de asesino. Señaló la hipocresía de los imperialistas y señaló que “Gran Bretaña todavía ocupa parte de Irlanda”;
  56. Sin embargo, la afirmación de Scargill de que el bombardeo se está llevando a cabo “sin siquiera la hoja de parra de una Resolución de Seguridad de las Naciones Unidas” implica confianza en esa institución de los imperialistas. Una declaración más izquierdista del SLP del distrito electoral de Normanton se titula: “Defender Yugoslavia e Irak — luchar contra el imperialismo”. La declaración califica correctamente al Nuevo Partido Laborista de Blair como “antiobrero y proimperialista”. Dice, "Creemos firmemente en el principio del derecho de las naciones a la autodeterminación, y en el caso de Yugoslavia eso significa el derecho de una nación soberana a resolver sus propios problemas". Sin embargo, ambas declaraciones del SLP no critican el virulento chovinismo serbio de Milosevic;
  57. Sin embargo, en la edición de abril/mayo de su Socialist News, el SLP no dice nada sobre derrotar al imperialismo, insinúa un llamado a tropas terrestres (“Ni Clinton ni Blair tienen intención alguna de enviar a sus soldados a Kosovo del lado del Ejército de Liberación de Kosovo”) y pide al “Secretario General de la ONU, Kofi Annan, el Primer Ministro ruso Yevgeni Primakov y el Papa para idear una forma de negociaciones de paz que detengan los bombardeos”! Hablemos de una alianza impía: el Papa, que fue un agente clave de la contrarrevolución de Solidarnosc en Polonia, el jefe de la ONU que invadió Haití y Somalia y está matando de hambre a Irak, y el primer ministro de la Rusia capitalista “post-soviética” que ahora suplica el SLP, para traer la paz!
  58. Los militantes del SLP que quieran oponerse al imperialismo británico deben comprender que la “vieja tradición política laborista” a la que el SLP recuerda con cariño es cualquier cosa menos antiimperialista;
  59. El presidente imperialista estadounidense Jimmy Carter libró la Segunda Guerra Fría bajo la rúbrica de “derechos humanos”. Hoy en día, el imperialismo de los “derechos humanos” es el lema de los imperialistas y sus seguidores para justificar sus objetivos de guerra;
  60. Durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña y Francia justificaron su guerra contra Alemania en nombre de la liberación de Bélgica, mientras que Alemania afirmaba estar luchando por la liberación de Polonia de Rusia;
  61. Lenin ridiculizó salvajemente este engaño burgués. Si bien apoyaba firmemente el derecho de Polonia a la autodeterminación, argumentó que plantear este lema en el contexto de una guerra interimperialista sólo podría significar “rebajarse... a la humilde servidumbre de una de las monarquías imperialistas”;
  62. Mientras las burguesías hoy aúllan contra el “pobre pequeño Kosovo”, perpetúan numerosos casos de opresión nacional y racial, incluso en Europa occidental. La burguesía francesa oprime y expulsa a miles de norteafricanos y otros sin papeles de “la belle France”. Alemania ha deportado a kurdos a Turquía para sufrir una represión segura y posible muerte, mientras que los refugiados bosnios fueron víctimas de deportaciones masivas por parte del Cuarto Reich. Italia hundió un barco de refugiados albaneses en alta mar. Los pueblos romaní y sinti están horriblemente atormentados en toda la Europa “socialista”;
  63. La represión del pueblo vasco expone de qué se trata la “unidad europea” capitalista: la coordinación transnacional del terror por parte de un Estado policial contra los pueblos oprimidos que luchan por la liberación. ¡Exigimos la libertad de los nacionalistas vascos en las cárceles francesas y españolas y reclamamos el derecho de autodeterminación de los vascos, tanto a este como a oeste de los Pirineos!;
  64. Mientras gritan contra Milosevic, los imperialistas guardan silencio sobre la opresión –incluidos los masivos traslados forzosos de población – de los kurdos en Turquía. El gobierno de Turquía, bastión sureste de la OTAN, ha llevado a cabo una guerra de 14 años contra la oprimida población kurda que ha dejado unos 30.000 muertos, destruido totalmente 3.500 aldeas y obligado a más de tres millones de kurdos a huir de sus hogares. Es de destacar que el líder del nacionalista pequeñoburgués Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, fue localizado por la CIA y todos los países europeos le negaron asilo, mientras que en Alemania el PKK está prohibido;
  65. La cara interna del nacionalismo burgués es el fuerte aumento del racismo dirigido a las comunidades de inmigrantes de piel oscura y de Europa del Este de Europa, que enfrentan deportaciones masivas y violencia estatal y fascista. Los inmigrantes que ya no son necesarios como “trabajadores invitados” para realizar trabajos sucios y mal pagados están siendo expulsados, mientras que los gobernantes ven con desprecio a los jóvenes de segunda generación en particular: sin empleo ni futuro para estos jóvenes, teme la clase dominante ellos como yesca social a punto de explotar;
  66. En toda Europa, los regímenes capitalistas administrados por supuestos “socialistas” liberan a sus policías para aterrorizar a los jóvenes minoritarios, mientras que en la Gran Bretaña de Blair la opresión de los negros y asiáticos se ha convertido en una vergüenza tan grave que el gobierno se vio obligado a reconocer el “racismo institucionalizado” en la policía;
  67. A medida que la burguesía busca aumentar la tasa de explotación, los inmigrantes no sólo son objeto de deportación sino que también se los utiliza como chivos expiatorios convenientes para el desempleo y la miseria;
  68. El racismo antiinmigrante es la vanguardia de los ataques contra toda la clase trabajadora. Los intereses de la clase trabajadora y de las minorías deben avanzar juntos, o retrocederán por separado. El movimiento obrero debe luchar por plenos derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes y refugiados de la represión de derecha;
  69. La “unidad” de la UE se ha dirigido contra el proletariado y los oprimidos: lanzando bombas sobre Yugoslavia, vigilando las fronteras contra los inmigrantes “ilegales”, entregando a Abdullah Öcalan a las cámaras de tortura de Turquía.

La Cuarta Internacional Lambertista y la Guerra de Kosovo[editar]

En diciembre de 1992, la Cuarta Internacional Lambertista publicó el artículo: "¿Qué son los Balcanes?" (La question nationale dans le miroi de La Youguslavie)[57]​ en la revista "La Vérité".

La Corriente Marxista Internacional y la Guerra de Kosovo[editar]

El 26 de marzo de 1999, la Corriente Marxista Internacional publicó un artículo[58]​ en el que afirmó que:

  1. Por segunda noche consecutiva, las sirenas de ataque aéreo perforan la noche en Belgrado y Pristina. El argumento de la OTAN y sus defensores es que se trata de una misión estrictamente humanitaria diseñada para ayudar y proteger a la oprimida población albanesa en Kosovo. ¡Qué altruismo tan conmovedor! La OTAN busca llevar paz y armonía a los Balcanes arrojando a su población explosivos de alta potencia. Pero los destinatarios de este mensaje de los pacificadores del mundo no parecen estar del todo convencidos de su intención humanitaria;
  2. Es cierto que las personas de las que estamos hablando son serbios y, por lo tanto, desde el punto de vista de la OTAN, no merecen gran preocupación humanitaria. El bombardeo, como ve, tenía como objetivo ayudar a los kosovares y salvarlos de la agresión serbia. Este argumento ha sido utilizado por Tony Blair para justificar la prisa indecente con la que asoció a Gran Bretaña con la última escapada militar de Estados Unidos;
  3. No sólo la derecha laborista se ha apresurado a defender la acción de la OTAN, sino también las llamadas izquierdas, e incluso algunos autodenominados marxistas, han hecho lo mismo. Todo en nombre de defender a los kosovares, detener la agresión serbia, oponernos al dictador Milosevic y, por supuesto, defender el derecho a la autodeterminación. Desgraciadamente, nada de esto resiste el más mínimo escrutinio;
  4. ¿Desde cuándo la alianza imperialista que es la OTAN libra guerras para defender a las naciones oprimidas, oponerse a las dictaduras y defender el derecho de las naciones a la autodeterminación? La sola idea es ridícula. Si las fuerzas de la OTAN están en los Balcanes es para defender los intereses del imperialismo y nada más. Ya hemos explicado las causas profundas de la crisis en los Balcanes, no ahora, sino hace siete años, al comienzo mismo del conflicto. También, recordemos, hubo quienes defendieron la desintegración de Yugoslavia basándose en la autodeterminación de Croacia y Eslovenia. Aconsejamos a esas personas que repitan ahora lo que dijeron entonces. Por nuestra parte, dijimos que la destrucción de Yugoslavia era un acto criminal que iría en contra de los intereses de todos los pueblos. Y hoy los resultados hablan por sí solos. La pesadilla de la limpieza étnica;
  5. Lenin defendió el derecho a la autodeterminación como un derecho democrático. Pero nunca lo consideró como un derecho absoluto, independiente del tiempo y del espacio. De lo contrario. Dijo que estaba subordinado a los intereses generales del proletariado y de la revolución mundial. ¿De qué manera la matanza y la limpieza étnica de los últimos siete años hacen avanzar la causa de la clase trabajadora y el socialismo internacional? El desmembramiento de Yugoslavia no tiene ni un solo átomo de contenido progresista;
  6. Al poner a un pueblo en el cuello de otro, al despertar todos los viejos demonios del odio nacional, ha hecho retroceder la causa del socialismo y no ha traído más que calamidades sobre las cabezas de los trabajadores de todos los estados en pugna. Invocar el nombre de Lenin para justificar semejante crimen es una burla y un escándalo;
  7. Se está hablando mucho de la difícil situación de los albaneses en Kosovo. ¿Qué persona decente no se sentiría conmovida y horrorizada al ver a miles de civiles asustados y angustiados huyendo de sus hogares, quemando aldeas y asesinando a hombres, mujeres y niños? Por parte de los trabajadores, esa simpatía es sincera y bien intencionada. En manos de los imperialistas y su maquinaria propagandística, el sufrimiento de las masas es sólo un medio para jugar con las emociones y movilizar a la opinión pública detrás de la "necesidad de una acción firme", es decir, de la masacre de otros hombres, mujeres y niños, la creación de nuevos refugiados y el incendio de pueblos y ciudades, todo en nombre de la paz y el humanitarismo;
  8. En 1914, se invocó el derecho de la "pobre pequeña Bélgica" a la autodeterminación para justificar los objetivos bélicos del imperialismobritánico y francés;
  9. Por supuesto, los marxistas se opusieron a la brutal ocupación alemana de Bélgica por parte del imperialismo alemán. Pero se opusieron a ello con políticas de clase, sin jugar con el nacionalismo. De manera similar, la opresión de los musulmanes bosnios se presentó como justificación de la intervención imperialista en Bosnia;
  10. Es cierto que los musulmanes bosnios fueron las principales víctimas de ese conflicto (aunque no las únicas). Pero, en primer lugar, la pesadilla de Bosnia fue el resultado directo del criminal desmembramiento de Yugoslavia en el que el imperialismo alemán jugó un papel fatal;
  11. En segundo lugar, en las arenas movedizas y traicioneras de los conflictos nacionales, una nacionalidad oprimida puede transformarse en una nación opresora con bastante rapidez. ¿Qué ha solucionado la intervención estadounidense en Bosnia? Los Acuerdos de Dayton condujeron a una división arbitraria de Bosnia que es evidentemente insostenible. Ninguna de las partes en conflicto está satisfecha;
  12. Mientras tanto, los estadounidenses han estado armando silenciosamente a croatas y musulmanes. El gobierno de Sarajevo se ha convertido en títeres de los estadounidenses, dependientes de la buena voluntad de Washington para obtener ayuda y armas;
  13. Ahora el conflicto en Kosovo amenaza con socavar el frágil acuerdo de Dayton, preparando una nueva fase de matanza mutua entre personas que antes vivían juntas en ritmo y armonía;
  14. El impulso para la destrucción de Yugoslavia (aparte del repugnante y criminal papel desempeñado por los ex líderes estalinistas convertidos en chovinistas serbios, croatas y eslovenos) lo proporcionó el imperialismo alemán;
  15. Después de la unificación de Alemania, redescubrió la vieja política de Drang nach Osten (el avance hacia el Este), intentando recuperar sus antiguas colonias y esferas de influencia en Europa del Este y los Balcanes, incluidas Eslovenia y Croacia;
  16. Eso ya fue bastante malo. Ahora, la visión de los aviones alemanes bombardeando Yugoslavia por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial habrá enfurecido a los serbios que sufrieron terribles atrocidades a manos de las SS de Hitler y sus agentes fascistas croatas, y que tienen una memoria muy larga. Esto añade sal a la herida y inflamará aún más la situación;
  17. Es irónico que la primera intervención militar alemana desde 1945 tenga lugar bajo un gobierno socialdemócrata, con un ministro de Asuntos Exteriores verde. Pero Tony Blair es también el jefe de un gobierno laborista y muestra el mayor entusiasmo por cada aventura militar lanzada por Washington;
  18. La ala derecha de la socialdemocracia fue siempre los servidores más fieles del capital en casa y los lacayos más serviles del imperialismo (especialmente del imperialismo estadounidense) en el exterior. No importa que su amigo Clinton le haya dado una patada en los dientes por el tema de los plátanos. A Washington le basta con silbar y su caniche llega corriendo con la esperanza de que al final del día reciba un pequeño bocado, o al menos una palmadita en la cabeza. Sin embargo, a pesar de todo el ruido, la participación de Gran Bretaña es patética, como corresponde a su posición real en el mundo;
  19. El espectáculo más patético lo presentan los reformistas de izquierda. Balan sobre la necesidad de paz y negociaciones y, como siempre, invocan a las Naciones Unidas. Pero las Naciones Unidas son sólo un foro para ventilar diferencias secundarias entre las potencias imperialistas. Nunca podrá resolver ninguna cuestión en lo que respecta a los intereses fundamentales de las principales potencias;
  20. Por eso los estadounidenses recurren a la OTAN, ignorando completamente a las Naciones Unidas, cada vez que ven la necesidad de una acción militar. Rusia ha avisado que planteará el asunto en el Consejo de Seguridad. Yeltsin, sintiendo temblar el suelo bajo sus pies, se ve obligado a protestar. Pero es un gesto inútil diseñado para aplacar a sus críticos internos;
  21. Los estadounidenses y sus agentes vetaron la medida. Toda la historia muestra que los problemas graves entre naciones se resuelven en última instancia por la fuerza;
  22. Las declaraciones pacifistas del imperialismo estadounidense no son del todo falsas. Sin duda, preferirían permanecer fuera de Yugoslavia; es decir, preferirían dejar que otros lucharan por ellos. Pero este es un deseo vano. Aunque le gustaría mucho que sus "aliados" europeos cargaran con la mayor parte del peso de la acción yugoslava (razón por la cual ha empujado a Alemania a participar), Washington sabe que tendrá que proporcionar la mayor parte del poder de fuego;
  23. Mediante sus acciones de uso masivo de poder aéreo contra Yugoslavia, el imperialismo estadounidense está intentando aterrorizar a sus enemigos para que se sometan. Pero toda la historia muestra que el poder aéreo por sí solo nunca es suficiente para ganar una guerra. Con misiles de largo alcance es posible destruir aeropuertos y cuarteles del ejército. Sin embargo, el problema de Kosovo es de una magnitud completamente diferente;
  24. Allí no se trata de objetivos fijos, sino de pequeñas unidades móviles. Estos objetivos no pueden destruirse por esos medios. Si la OTAN es seria en sus afirmaciones de defender a los kosovares contra el ejército serbio, tendría que enviar un gran número de tropas terrestres a la región. Pero esos pensamientos están muy lejos de la mente de los imperialistas.
  25. Los estadounidenses saben muy bien que no se pueden desplegar tropas terrestres en Kosovo. Éste es un país guerrillero clásico. Además, el ejército yugoslavo, que libra lo que considera una guerra defensiva, no sería fácilmente derrotado. En la Segunda Guerra Mundial, Hitler nunca logró derrotar a los yugoslavos que retenían a cientos de miles de tropas alemanas;
  26. De ahí que recurran a la táctica del feroz bombardeo aéreo. Se imaginan que pueden darle una lección a Milosevic, no porque sea un dictador (el jefe croata Tudjman no es menos dictador y ha emprendido una cruel limpieza étnica tanto de serbios como de musulmanes bosnios, pero no se trata de bombardear a él). El motivo del ataque contra Milosevic es que no hará lo que le dicen y amenaza con socavar la estabilidad de los Balcanes;
  27. Todas las partes en la disputa de Kosovo han desempeñado un papel pernicioso. La crisis actual tiene su origen - como ya hemos explicado - en la disolución arbitraria de la autonomía de Kosovo por parte de Slobodan Milosevic hace diez años;
  28. Esto trastornó el sistema de controles y equilibrios cuidadosos establecido por Josip Broz Tito para evitar que una República obtuviera el control de Yugoslavia. Esto abrió el camino para la desintegración de Yugoslavia;
  29. Las pretensiones incompatibles del gran nacionalismo serbio, del gran nacionalismo croata, etc. condujeron automáticamente a la guerra con los resultados más catastróficos. Posteriormente, los militantes del llamado Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), impacientes por la falta de resultados obtenidos por la tendencia nacionalista moderada de Rugova, iniciaron una campaña de terror individual que predijimos en su momento traería los resultados más catastróficos;
  30. La actual conflagración confirma completamente nuestra actitud negativa hacia el nacionalismo pequeñoburgués y sus tácticas concomitantes de terrorismo individual y guerrillismo. Ahora los líderes del ELK, después de haber conducido a su pueblo a un callejón sin salida sangriento del que no hay solución posible, han vuelto su mirada hacia Washington en busca de salvación. También se han convertido en herramientas del imperialismo estadounidense en su conflicto de largo plazo con Serbia. Cuánto dure esta relación es otra cuestión;
  31. A Estados Unidos no le interesa un Kosovo independiente. En un momento dado traicionarán a los kosovares, como siempre traicionan a las naciones pequeñas que confían en el imperialismo. La historia de los Balcanes está llena de ejemplos de este tipo;
  32. Estados Unidos, Gran Bretaña y el resto son absolutamente indiferentes al destino de los kosovares, del mismo modo que fueron indiferentes al destino de los bosnios. Su verdadera preocupación es que el conflicto en Kosovo se extienda a la vecina Macedonia y desencadene una guerra que involucre no sólo a Serbia sino también a Albania, Bulgaria, Grecia y Turquía. Esto es algo que desean evitar a toda costa. Con el pretexto de proteger a la población albanesa de Kosovo, intentan imponer su voluntad a Belgrado. Pero no lo conseguirán;
  33. Belgrado estaba preparado para estos ataques con mucha antelación y dispersó sus fuerzas de modo que la mayoría de los objetivos estuvieran vacíos. Si bien es indudable que se han causado graves daños a las instalaciones militares, esto de ninguna manera impedirá que las fuerzas serbias en Kosovo puedan infligir graves daños a los albaneses;
  34. Ya están llegando informes que indican que el ejército yugoslavo ha intensificado su ofensiva en Kosovo. Además, los ataques aéreos han conducido inevitablemente a la expulsión de periodistas y "observadores" occidentales, lo que hace que los kosovares sean más vulnerables que antes a los ataques. El argumento de que los ataques aéreos tienen como objetivo defender a los kosovares queda expuesto como una pretensión vacía. El destino de estas personas no preocupa a Occidente excepto como propaganda barata para avivar el sentimiento contra los serbios;
  35. El imperialismo estadounidense en su intervención en los Balcanes ha demostrado una estupidez colosal. Clinton y sus asesores son vulgares advenedizos con sólo una comprensión muy superficial de la política, que ven en el sentido más estrecho y provinciano: es decir, cómo apoderarse de los frutos del cargo y aferrarse a ellos. A ese nivel incluso demuestran cierto talento, o al menos tenacidad;
  36. Pero en el amplio ámbito de la política mundial están completamente fuera de su alcance. Esto lo demuestra su error en la cuestión de Kosovo. No muestran ninguna comprensión de la historia, de los Balcanes o de la guerra en general. Han sembrado viento y ahora deben cosechar un torbellino. Los estrategas más inteligentes del capital se han manifestado en contra de la participación militar en Kosovo. Denis Healey ha advertido que "los ataques aéreos no afectarán a los combates en Kosovo."
  37. La idea de que los imperialistas puedan desempeñar algún tipo de papel progresista en Kosovo es una abominación y una mentira. Fue el colmo de la estupidez por parte del Ejército de Liberación de Kosovo imaginar que podrían obtener la independencia con la ayuda de Washington. En realidad, el imperialismo estadounidense considera a los kosovares, al igual que considera a todas las demás naciones pequeñas, como pequeñas monedas para utilizar en sus relaciones diplomáticas;
  38. Al final, traicionarán a los kosovares, porque no pueden permitir que Kosovo sea más independiente que Belgrado. Temen que un Kosovo independiente se vincule con Albania y que esto, a su vez, conduzca a la desintegración de Macedonia. Este es el escenario de pesadilla para el imperialismo, como hemos señalado desde el principio. No es casualidad que Estados Unidos haya tenido tropas basadas en Macedonia desde el principio, como garantía contra las ambiciones serbias;
  39. Se suponía que se retirarían el año pasado. Ahora han encontrado una excusa para incrementar masivamente su presencia en esta República frágil e inestable. De esta manera Washington espera apuntalar a Macedonia, temiendo que su desintegración provoque una desastrosa guerra en los Balcanes, en la que Grecia y Turquía, dos miembros de la OTAN, estarían en bandos opuestos;
  40. Paradójicamente, las acciones de los imperialistas, dirigidas principalmente a impedir la desintegración de Macedonia y un conflicto más amplio, pueden al final ser responsables del resultado opuesto;
  41. Los bombardeos pueden sembrar devastación y terror, pero no pueden poner fin al conflicto en Kosovo, sino sólo empeorarlo. El ejército yugoslavo ya ha intensificado su campaña contra el ELK. Hay informes de chauvinistas serbios que atacaron a los kosovares, quemaron aldeas, ejecuciones sumarias y la barbarie consuetudinaria asociada con la "limpieza étnica";
  42. El resultado ha sido un éxodo masivo de refugiados. Muchos de ellos se están concentrando en las fronteras de Macedonia. Si entran, desestabilizarán un Estado donde hay una minoría albanesa considerable. Si, como se ha insinuado, se les mantiene alejados por la fuerza con la ayuda de las tropas de la OTAN, esto enojará a los albaneses y también conducirá a la desestabilización. Ya ha habido disturbios contra la OTAN en Macedonia y Bosnia. A medida que el conflicto se prolongue, esto se extenderá;
  43. Ya se ha demostrado que los bombardeos son inútiles y contraproducentes. Los serbios no sólo han intensificado sus ataques contra los kosovares, sino que también han bombardeado Albania. Esto es claramente un intento de ampliar el conflicto y provocar a los albaneses a la guerra, algo que los imperialistas temen. Este sería el camino hacia una guerra total en los Balcanes, con todo tipo de implicaciones desagradables;
  44. No es la primera vez que el conflicto de los Balcanes tiene repercusiones mucho más amplias. Cuando en 1906 Austria declaró la anexión de Bosnia, Rusia se sintió humillada. De este conflicto surgió la Primera Guerra Mundial;
  45. Ahora una vez más los imperialistas han tratado a los rusos con desprecio. Yevgueni Primakov se vio obligado a dar media vuelta en el aire y cancelar su viaje a Washington. Yeltsin se vio obligado a criticar a los americanos. Probablemente los rusos se verán obligados a armar a los serbios. Lo que es más grave, la agresión contra Serbia ha provocado una reacción masiva en Rusia. Ha habido manifestaciones violentas frente a la embajada estadounidense en Moscú y San Petersburgo, e incluso informes de jóvenes rusos que se ofrecieron como voluntarios para luchar en Yugoslavia;
  46. Los generales del ejército deben estar furiosos por esta última humillación. En el contexto del colapso económico general, esto puede conducir incluso al derrocamiento de Yeltsin y a la reversión de la "reforma" del mercado, como advirtió Denis Healey.
  47. Incluso en esta primera etapa se están abriendo grietas entre los "aliados" de la OTAN. El uso de Italia como base para las operaciones militares estadounidenses contra Yugoslavia ha provocado protestas en Italia. D'Alema ya empezó a quejarse. El gobierno griego, que ya ha tenido suficientes problemas por su papel en el secuestro de Abdullah Öcalan, está aún más descontento. Grecia mantiene desde hace tiempo una alianza de facto con Serbia sobre la crisis de los Balcanes y siempre tiende a ponerse de su lado;
  48. A medida que el conflicto se prolongue, con víctimas civiles cada vez mayores, la oposición crecerá. Incluso en Gran Bretaña y Estados Unidos no hay entusiasmo público por la guerra. Tarde o temprano, los serbios derribarán los aviones de la OTAN. Tan pronto como comiencen a llegar informes de víctimas, el sentimiento de oposición aumentará. Las inevitables bajas civiles provocarán repulsión. Opinión pública. que al principio se mostró tibia, se volverá contra la guerra. El resultado será una mayor inestabilidad en un país tras otro.
  49. Después de la segunda ola de bombardeos, el New York Times calificó la acción de la OTAN como "un salto en la oscuridad". Sin duda, eso es correcto. En última instancia, la campaña de bombardeos fracasará. ¿Cuánto tiempo podrán seguir bombardeando los estadounidenses? ¿Días? ¿Semanas? Pero el bombardeo de Irak se ha prolongado durante años sin dar el resultado deseado. La única manera de derrotar a Milosevic sería enviando tropas terrestres.;
  50. La presencia de una fuerza considerable de la OTAN en Macedonia en una situación tan explosiva plantea el peligro de que puedan verse arrastrados a una confrontación militar, con resultados fatídicos. Clinton no desea verse involucrado en una guerra sobre el terreno, pero ha caído en un campo minado sin un plan ni una perspectiva claros;
  51. Estados Unidos no puede alcanzar sus objetivos bombardeando únicamente. Pero si se ve obligado a retirarse sin al menos alguna fórmula para salvar las apariencias, sería un golpe humillante al prestigio estadounidense a escala mundial. Incluso si se logra algún compromiso bajo la presión de Rusia, no resolvería nada;
  52. Al poco tiempo estallarían nuevamente las hostilidades. La posibilidad de algún tipo de acuerdo negociado es aún más lejana que antes de la participación de la OTAN. La amargura y el fanatismo se han vuelto más intensos en ambos lados. El conflicto inevitablemente empeorará y se extenderá. La posibilidad de algún tipo de acuerdo negociado es aún más lejana que antes de la participación de la OTAN;
  53. La bárbara campaña de bombardeos contra Yugoslavia es la manifestación más reciente de un nuevo período de convulsiones a escala mundial. Hace diez años se hablaba de un Nuevo Orden de las Palabras. Ahora vemos la realidad de un Nuevo Desorden Mundial. Después del colapso de la Unión Soviética, Estados Unidos surgió como la única superpotencia mundial. Nunca en la historia del mundo se había concentrado tanto poder militar y económico en manos de una sola potencia;
  54. Ahora Estados Unidos ha desplazado a Gran Bretaña como gendarme mundial. Pero mientras Gran Bretaña logró enriquecerse como resultado de su dominación mundial, el papel mundial de Estados Unidos en el período de decadencia capitalista mina su riqueza y la amenaza con convulsiones internas. Si los Estados Unidos se ve obligado a enviar tropas terrestres a Yugoslavia, se encontrará atrapado durante años, como en Vietnam. Semejante evolución tendría consecuencias explosivas, sobre todo en los propios Estados Unidos;
  55. Kosovo no es Ruanda. Es parte de Europa. Se puede volar allí desde Italia en una hora. Los turistas europeos solían ir de vacaciones a Yugoslavia. Ahora la ex Yugoslavia está en ruinas y su pueblo reducido a una pulpa sangrienta;
  56. Ésta es la manifestación más gráfica de la imposibilidad de resolver el problema nacional sobre la base del capitalismo. Esto plantea una amenaza mortal para toda Europa. Hace cien años, [[Piotr Kropotkin] dijo que "la guerra es la condición normal de Europa". Esto era cierto. Sólo durante el período excepcional de auge capitalista de 1948-74 la amenaza de guerra pareció retroceder hacia un pasado distante;
  57. Ahora las olas de la crisis mundial azotan las costas de Europa. Las pesadillas del pasado (guerra, odio nacional, genocidio, campos de concentración) han aparecido, no en África Central, pero en medio de un pueblo europeo civilizado. Esta es una sombría advertencia al proletariado europeo de lo que puede suceder si la clase trabajadora no pone fin al monstruoso gobierno del Capital;
  58. El barniz de civilización es mucho más tenue de lo que la mayoría de la gente supone. Marx predijo que sólo hay dos alternativas ante la humanidad: el socialismo o la barbarie. En el camino del nacionalismo sólo es posible la segunda alternativa. Sólo luchando contra el capitalismo y el imperialismo, por la transformación socialista de la sociedad, se podrá evitar este horror;
  59. Quienes se apartan de un punto de vista de clase sobre la cuestión nacional caen inevitablemente en una posición reaccionaria. Durante las primeras guerras balcánicas antes de 1914, Lenin y Trotsky no apoyaron a ninguna de las partes en conflicto, aunque al menos en las primeras etapas se podría argumentar que un cierto contenido progresista estaba presente en la forma de la lucha de los pueblos eslavos contra los turcos;
  60. La posición de los marxistas era luchar por la Federación Democrática de los Balcanes, como única salida para los pueblos de los Balcanes. Ahora esta política revolucionaria e internacionalista conserva toda su fuerza, con una enmienda importante. Hoy la única manera de resolver los problemas de los Balcanes es la Federación Socialista de los Balcanes, como parte importante de la lucha por los Estados Unidos Socialistas de Europa y, en última instancia, una Federación Mundial Socialista.

La League for the Fourth International y la Guerra de Kosovo[editar]

El 02 de abril de 1999, la League for the Fourth International publicó un artículo[59]​ en el que afirmó que:

  1. El 24 de marzo, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzó ataques aéreos masivos contra la República Federal de Yugoslavia. Esta será una matanza sin sentido. Y no se trata sólo de Estados Unidos: una vez más la Luftwaffe está haciendo llover muerte desde los cielos sobre el sudeste de Europa. La última vez, en 1941, la fuerza aérea alemana mató a 17.000 habitantes de la capital yugoslava. Entonces sus aviones de guerra llevaban la esvástica del Tercer Reich de Hitler, hoy llevan la Cruz de Hierro del Cuarto Reich del imperialismo alemán. Mientras se acurrucan en refugios, no sorprende que la población serbia compare el ataque de hoy de la OTAN con los bombardeos terroristas nazis;
  2. En la Segunda Guerra Mundial imperialista, las legiones de Hitler marcharon por todo el continente buscando establecer un Nuevo Orden fascista dominado por los alemanes en Europa. Hoy, con los socialdemócratas en el poder en cinco de las siete principales potencias europeas, los imperialistas “democráticos” lanzan sus bombas en nombre de los “derechos humanos”. Este es un mero pretexto;
  3. Para Washington, la guerra contra los serbios – que se suma a los bombardeos de diciembre y los continuos ataques con misiles contra Irak, así como el ataque contra Sudán y Afganistán en agosto pasado – tiene como objetivo imponer un Nuevo Orden Mundial dominado por Estados Unidos;
  4. El propósito es establecer la “credibilidad” de la OTAN, mostrar que “va en serio” cuando emite sus ultimátums. Esto es “imperialismo de derechos humanos”. El ataque a Yugoslavia tiene claramente la intención de ser una advertencia a Rusia, sentando las bases para una intervención imperialista occidental en el Cáucaso, rico en petróleo, por ejemplo y su objetivo es mantener a raya a los aliados imperialistas de Estados Unidos, evitando una acción militar europea fuera del marco de la OTAN;
  5. En medio de crecientes rivalidades interimperialistas, esto marca un paso hacia unanueva guerra mundial imperialista;
  6. Las víctimas de las bombas de la OTAN ya se cuentan por centenares y pronto serán muchas más. Mientras tanto, los trabajadores yugoslavos prometen resistir: los trabajadores de una planta automotriz ocuparon la fábrica, diciendo a la OTAN que si la bombardean sería el asesinato deliberado de más de 1.000 personas;
  7. El Grupo Internacionalista y la Liga por la Cuarta Internacional hacen un llamado al movimiento obrero y a todos los defensores de los oprimidos a movilizarse contra la agresión imperialista asesina y defender a las víctimas previstas. Nosotros demandamos:EE.UU./ONU/OTAN ¡Fuera de los Balcanes! ¡Defienda Yugoslavia – Derrote el ataque imperialista! El GI y el LQI también levantan las siguientes consignas: “¡Por ​​la acción obrera contra la agresión imperialista, construir un Partido de los Trabajadores Revolucionario!” “UCK/ELK son marionetas imperialistas: ¡no al protectorado colonial de la OTAN en Kosovo!” “¡Contra todos los nacionalistas burgueses asesinos, por una Federación Socialista de los Balcanes!” y “¡Aplastar al imperialismo mediante la Revolución Socialista Internacional!”;
  8. Mientras el Pentágono y el cuartel general de la OTAN en Bruselas hablan de “ataques quirúrgicos” y “bombardeos puntuales” mientras hacen llover muerte sobre la población serbia, los gobiernos imperialistas y los medios de comunicación marchan al unísono, bombardeando al resto del mundo con propaganda de guerra;
  9. La guerra se lanzó, dicen, porque el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic se negó a aceptar un “acuerdo de paz” para la región de Kosovo supuestamente negociado en el castillo francés de Rambouillet. Estas “negociaciones” consistieron en un dictado imperialista que habría establecido un protectorado colonial en Kosovo, bajo el mando de 28.000 tropas de la OTAN (ahora llamadas “fuerzas de paz”);
  10. Cuando anunció el ataque, EE.UU. El presidente Bill Clinton afirmó que este ataque bárbaro era un “imperativo moral” para “salvar” a la población albanesa de la región yugoslava de Kosovo de la “limpieza étnica”. De hecho, el ataque de la OTAN ha producido un éxodo masivo de albanokosovares mientras el ejército yugoslavo avanza para asegurar las fronteras y atacar a los títeres imperialistas del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK).
  11. Los internacionalistas proletarios denuncian las viciosas políticas nacionalistas del nacionalista burgués asesino Milocevic, pero la guerra de la OTAN para imponer un protectorado colonial imperialista es un peligro incomparablemente mayor para la humanidad, y para los kosovares en particular. Están siendo sacrificados tal como lo fueron los kurdos iraquíes después de la Masacre del Desierto encabezada por Estados Unidos contra Irak;
  12. Mientras los comandantes de la OTAN bombardean Belgrado, sus líderes políticos afirman que están evitando un “genocidio”. Semejante discurso es grotesco viniendo de políticos alemanes que administran los asuntos de la clase dominante capitalista que financió y armó a Hitler y construyó los campos de exterminio para el Holocausto que mató a seis millones de judíos, así como a millones de eslavos, comunistas, romaníes (gitanos), homosexuales y cualquier otra persona que los nazis consideraran Untermenschen (infrahumano);
  13. El mes pasado se reveló oficialmente que el Deutsche Bank concedió créditos para financiar la construcción de Auschwitz y la producción del gas Zyklon-B que allí se utilizó. Y ahora la burguesía de Auschwitz acusa a los serbios de genocidio!
  14. El imperialismo estadounidense, a su vez, masacró a decenas de miles de japoneses en los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, a más de un millón de coreanos en la Guerra de Corea, a más de dos millones de vietnamitas y otros pueblos de Indochina en la Guerra de Vietnam;
  15. Recientemente se ha publicado evidencia documental que muestra que el régimen genocida guatemalteco patrocinado por Washington en el transcurso de tres décadas exterminó a más de 100.000 indígenas mayas de ese país centroamericano. El bloqueo hambreador de Washington ha matado a cientos de miles de niños iraquíes en los últimos ocho años. Y los propios Estados Unidos se construyeron sobre la base del genocidio;
  16. La idea de que la Casa Blanca afirme que existe un imperativo moral para cualquier cosa es ridícula. Hoy Clinton cita la “masacre de Racak”, donde fueron asesinados 43 albaneses, para justificar el bombardeo de Yugoslavia. Convenientemente omitió que hubo una batalla militar que duró todo el día entre el ejército yugoslavo y el ELK en ese lugar, así como una serie de aspectos que han sido cuestionados incluso por los periodistas franceses pro-OTAN que estuvieron en el lugar;
  17. Sin embargo, Clinton es el político capitalista que en 1993 ordenó cínicamente el asalto del FBI/ATF/Guardia Nacional que masacró a 86 hombres, mujeres y más de dos docenas de niños en un complejo de un grupo religioso inofensivo en Waco, Texas. Su excusa entonces fue “salvar a los niños” del presunto abuso infantil;
  18. Al mismo tiempo, amenazaba con bombardear a los serbios de Bosnia (como lo hizo dos años después) y privar a millones de madres y niños de alimentos y refugio para “acabar con el bienestar tal como lo conocemos” (que la demócrata Clinton y el republicano El Congreso lo hizo tres años después). Decimos: "Demócratas y republicanos asesinan a iraquíes y serbios, matan de hambre a madres y niños de asistencia social";
  19. Para justificar los bombardeos de la OTAN, los gobiernos y los medios imperialistas ahora presentan al presidente yugoslavo Milosevic como una combinación de Hitler, Stalin y Pol Pot. De hecho, es un hombre fuerte nacionalista burgués asesino bastante típico. Lejos de ser un “vestigio del comunismo”, ya a mediados de los años 1980 este pirata estalinista se codeaba con los financieros imperialistas como funcionario de alto nivel del Banco Mundial en Washington;
  20. Mientras los estados obreros burocráticamente deformados y gobernados por los estalinistas de Europa del Este se tambaleaban a finales de los años 80, Milosevic tomó la bandera del nacionalismo serbio contrarrevolucionario. Saltó a la prominencia política organizando una gigantesca manifestación nacionalista serbia atacando a los albanokosovares en 1989, apelando descaradamente al simbolismo religioso chetnik y ortodoxo;
  21. La República Federal Socialista de Yugoslavia, fundada por Josip Broz Tito, surgió de la lucha partidista (guerrillera) contra los ocupantes fascistas alemanes e italianos y sus títeres durante la Segunda Guerra Mundial y contra los realistas chetniks serbios;
  22. Aunque llama a su vehículo político burgués Partido Socialista de Serbia, Milosevic ha estado alineado durante años con elementos nacionalistas serbios fascistas como Željko Ražnatović, conocido como Arkan, y sus escuadrones de la muerte “Tigre”;
  23. Pero esto no convierte al hombre fuerte serbio en un caso único entre los nacionalistas burgueses enfrentados. Croacia está gobernada por un régimen fascista encabezado por Franjo Tudjman, un antisemita que declaró que el Holocausto fue un engaño y que elogia al gobierno ustashe de Ante Pavelic, un títere nazi que masacró a decenas de miles de judíos, serbios y comunistas en campamentos de concentración;
  24. Milosevic y compañía tampoco tienen el monopolio de fomentar pogromos nacionalistas asesinos: El mayor ejemplo de “limpieza étnica” en la ex Yugoslavia fue la expulsión de 250.000 serbios de Croacia en 1995, en una operación planificada con la ayuda de ex generales estadounidenses que asesoraban al ejército de Tudjman;
  25. Mientras tanto, el presidente islámico bosnio, Alija Izetbegović, que expulsó sistemáticamente a los serbios de Sarajevo, era un funcionario de un cuerpo de tropas mercenarias bosnias que sirvieron a los nazis en la Segunda Guerra Mundial;
  26. El derramamiento de sangre nacionalista en todas partes fue el instrumento para desgarrar a Yugoslavia, como parte de la ola de contrarrevoluciones patrocinadas por las potencias imperialistas en toda Europa del Este y la ex URSS. Después de todo, el capitalismo se basa en el Estado-nación. Y entre los frutos amargos de la restauración capitalista están los crecientes conflictos interétnicos avivados por los políticos burgueses que buscan hacerse un hueco para la explotación en el Nuevo Desorden imperialista mundial iniciado con la destrucción de la Unión Soviética;
  27. La cruzada nacionalista serbia de Milosevic ciertamente ayudó a preparar el terreno para la contrarrevolución en Yugoslavia, empujando a otras nacionalidades a los brazos de los Tudjman y los Izetbegovic. Pero el impulso final para la destrucción del estado obrero multinacional deformado lo dio el Cuarto Reich alemán bajo Helmut Kohl, que junto con Austria consiguió el apoyo de la Unión Europea a las declaraciones de independencia de Eslovenia y Croacia a mediados de 1991 (y envió secretamente armas soviéticas de las existencias que había adquirido al anexarse ​​Alemania Oriental el año anterior);
  28. Desde los primeros años del siglo XX, los gobernantes imperialistas de Alemania han tratado de extender su dominio a los Balcanes, anexar (política y/o económicamente) las áreas que antes formaban parte del Imperio Austro-Húngaro y obtener acceso a las áreas ricas en minerales en el sur. En la Primera y Segunda Guerra Mundial, el Segundo y Tercer Reich del imperialismo alemán declararon que “Serbia debe morir”. Hoy el Cuarto Reich hace lo mismo;
  29. En la Yugoslavia de Tito, Kosovo tenía el estatus de provincia autónoma de Serbia. En 1980-81, tras la muerte de Tito, hubo una revuelta estudiantil en Kosovo y en 1989 Milosevic canceló el estatus autónomo de la provincia. Los marxistas reconocen el derecho a la autodeterminación de la población albanokosovar, incluido el derecho a la separación de una Yugoslavia dominada por el chovinismo serbio. Sin embargo, aquellos como el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), que hoy aparentemente luchan por la independencia, en realidad están invitando a los imperialistas a establecer un protectorado colonial. Y ante el ataque de la OTAN, esta cuestión queda reemplazada por la necesidad de defender a Yugoslavia y a todos los pueblos de los Balcanes contra el ataque imperialista;
  30. Además, el ejercicio de este derecho democrático no debe realizarse a expensas de los derechos de otros pueblos. En áreas de poblaciones interpenetradas, los derechos en conflicto de diferentes naciones y nacionalidades que ocupan el mismo territorio hacen imposible la realización equitativa de estos derechos democráticos bajo el capitalismo, donde un grupo nacional se enfrenta inevitablemente a otro en competencia por recursos escasos;
  31. Estas regiones, caracterizadas por un mosaico de naciones, nacionalidades y pueblos prenacionales, generalmente se encuentran en el cruce histórico entre diferentes imperios, como el Cercano Oriente y los Balcanes, donde los imperios otomano y austrohúngaro colindaron durante siglos, son otra región de ese tipo;
  32. En Kosovo, la gran mayoría de la población ha sido durante mucho tiempo albanesa, un pueblo no eslavo cuyo idioma no está relacionado con el idioma dominante yugoslavo, el serbocroata. Sin embargo, las comunidades albanesa y serbia estaban mezcladas y la población se entremezclaba en las ciudades;
  33. Si hoy los albaneses constituyen más del 80 por ciento de la población de Kosovo, esto es en buena parte el resultado de una campaña de los nacionalistas albaneses durante las últimas dos décadas para expulsar a los serbios de la región, con un éxito considerable;
  34. Y a medida que las tensiones nacionalistas fueron explotadas al servicio de la contrarrevolución capitalista y continuaron aumentando en medio de las guerras civiles étnicas, el movimiento de “liberación” de Kosovo ha estado completamente subordinado al imperialismo;
  35. La Liga Democrática de Kosovo de Ibrahim Rugova ha sido durante mucho tiempo una criatura de los imperialistas occidentales, particularmente de Estados Unidos, que ha canalizado grandes sumas de fondos “humanitarios” para apoyar sus instituciones educativas y cuasi gubernamentales;
  36. Sin embargo, a finales de la década de 1990, el tipo de resistencia pasiva de Rugova se había desacreditado y una generación más joven de disidentes kosovares comenzó a unirse en torno al ELK. Los gobiernos occidentales y la prensa burguesa “libre pero responsable” retratan al ELK como “luchadores por la libertad”. No son nada de eso, el ELK es un “ejército” mercenario, comprado, pagado, entrenado, abastecido y equipado por las potencias de la OTAN que actúa como tapadera para la imposición del gobierno de la OTAN – el contenido real de los “acuerdos” de Rambouillet – mientras los imperialistas continúan desmembrando lo que queda de Yugoslavia. Los marxistas revolucionarios no pueden brindar apoyo a estos títeres imperialistas;
  37. Si bien entre sus fundadores se encuentran antiguos partidarios de la Albania de Enver Hoxha, el ELK ha recibido apoyo económico de exiliados en Alemania que huyeron tras el colapso del Tercer Reich y la derrota del levantamiento de posguerra en Kosovo liderado por albaneses que habían formado parte de una campaña organizada por los nazis;
  38. Más importante aún, este mal llamado “ejército de liberación” es en realidad una creación del Cuarto Reich alemán. El otoño pasado, el programa "Monitor" (24 de septiembre de 1998) de la cadena de televisión alemana ARD emitió un informe especial en el que informaba que ya en 1990-91, la inteligencia militar alemana (Militärische Abschirmdienst-MAD) suministraba equipos de "vigilancia electrónica y óptica" junto con otros materiales de inteligencia al servicio secreto albanés;
  39. Incluso el lector más superficial de la prensa imperialista debe preguntarse de dónde vino este “ejército de liberación”. Hasta principios de 1998, casi nadie había oído hablar de él, y de repente, la primavera pasada, lanzó una operación militar a gran escala. ¿Cómo se llegó a esto? El levantamiento albanés del año pasado, en el que miles de Kalashnikovs fueron saqueados de los arsenales del gobierno, ciertamente juega un papel. Algunas de esas armas acabaron en manos del ELK;
  40. Sin embargo, los soldados de este ELK están vestidos con uniformes alemanes y portan armas alemanas de alto poder. Sus líderes viajan por las zonas rurales de Kosovo en costosos vehículos todo terreno nuevos y 4x4. Se publican fotografías de “escuelas de formación” para oficiales del ELK;
  41. Pero como también ocurrió en Croacia y Bosnia, ahora los EE.UU. han entrado decisivamente. Mientras que el principal objetivo de los imperialistas alemanes ha sido atacar a Serbia, a la que consideran un obstáculo para sus planes expansionistas, los imperialistas estadounidenses quieren imponer su “Nueva Orden mundial";
  42. Mientras se hacía cargo de la financiación y el entrenamiento del ELK, le proporcionaba vigilantes de la CIA, le ofrecía viajes al Pentágono, etc., Estados Unidos ha tratado de subordinar a estos “luchadores independentistas” a sus propios intereses. Washington quiere establecer un nuevo papel para la OTAN como alianza militar dominada por Estados Unidos que seguirá “manteniendo a los rusos fuera, a los alemanes abajo y a los estadounidenses dentro” de Europa, incluso después de la destrucción del bloque soviético;
  43. De hecho, el ELK está estrechamente vinculado al ex presidente albanés Sali Berisha, de derecha y vinculado a la mafia, que fue derrocado en un levantamiento caótico en 1997. Mientras una multitud de pseudoizquierdistas aclamaban con entusiasmo una mítica “Revolución albanesa”, el Estado albanés simplemente se desmoronó y elementos mafiosos establecieron sus bailía locales;
  44. El actual gobierno “socialista” es en gran medida impotente, particularmente en la parte norte del país todavía controlada por los partidarios de Berisha y donde se encuentran las bases de retaguardia del ELK. También hay numerosos informes que atribuyen parte de los considerables recursos financieros del ELK al tráfico de drogas;
  45. Es sorprendente que la guerra de la OTAN contra Yugoslavia no haya sido lanzada por derechistas como Reagan y Thatcher sino por gobiernos liderados por socialdemócratas en Europa y el Partido Demócrata de los Estados Unidos. Los “nuevos demócratas” de Clinton en Washington, el “nuevo laborismo” de Tony Blair en Londres, los socialistas de Lionel Jospin en París, los socialdemócratas de Gerhard Schröder en Berlín, la izquierda democrática de Massimo D'Alema en Roma: éstos son los belicistas de hoy. Incluso el secretario general de la OTAN, Javier Solana, es miembro de los [[Partido Socialista Obrero Español|socialistas españoles;
  46. Esto no es un accidente. Después de la contrarrevolución en el estado obrero degenerado soviético y en toda Europa del Este, las rivalidades imperialistas (alguna vez controladas por intereses comunes anticomunistas) se han ido intensificando;
  47. Tras la introducción del euro el 1 de enero de 1999, cuyo propósito es competir con el dólar estadounidense, los imperialistas europeos y estadounidenses se han enfrentado entre sí en una extraña “guerra del plátano” por las exportaciones de sus respectivas neocolonias;
  48. La historia muestra que las guerras comerciales conducen a guerras de tiros, y mientras las burguesías se preparan para la guerra, preparándose para enviar a sus jóvenes (y algunas mujeres jóvenes) a morir por Kosovo, buscan superar el sentimiento pacifista entre las masas mirando hacia el “partidos populares” del dominio capitalista;
  49. Cuando estos toman la forma de partidos obreros (burgueses) reformistas, su lealtad al capitalismo a menudo está garantizada a través de “frentes populares” con partidos burgueses como los Verdes;
  50. Desde Hamburgo hasta Viena, la prensa burguesa de lengua alemana elogia el hecho de que Alemania se ha convertido en un país “normal y consciente de sí mismo”, es decir, “no más disculpas” por el nazismo. Hoy, los aviones Tornado de la Luftwaffe atacan Yugoslavia, mientras los tanques Leopard 2 de la Bundeswehr aceleran sus motores en Macedonia del Norte;
  51. Las tropas alemanas desembarcan en Tesalónica, lugar de una deportación masiva de 50.000 judíos sefardíes a los campos de exterminio nazis durante la Segunda Guerra Mundial (en la que participó el ex presidente de Austria y secretario general de la ONU, Kurt Waldheim). Y esto lo lleva a cabo un gobierno de socialdemócratas (Partido Socialdemócrata de Alemania - SPD) y ex ecologistas de la Nueva Izquierda;
  52. El canciller del SPD, Gerhard Schröder, en los años 1960, era un joven izquierdista, un líder de Jusos (Jóvenes Socialistas) cuando denunciaron el “Stamokap” (capitalismo monopolista de Estado) de Alemania Occidental; ahora es el jefe de Stamokap. El Ministro de Asuntos Exteriores de los Verdes, Joschka Fischer, era un luchador callejero en el grupo Lucha Revolucionaria de Frankfurt. El Ministro de Guerra del SPD, Rudolf Scharping, participó activamente en el movimiento por la “paz” de los años 80. Pero todos eran y son nacionalistas alemanes;
  53. Si esta guerra hubiera sido desatada por partidos de derecha, probablemente hoy habría cientos de miles en las calles. El hecho de que sólo haya unas decenas de miles de personas protestando, y muchos de ellos nacionalistas serbios, se debe al papel de los reformistas en la defensa de los intereses de sus respectivas burguesías;
  54. En Francia e Italia, los partidos “comunistas”, socialdemócratas desde hace mucho tiempo, organizan “protestas” pro forma mientras respetan obedientemente la disciplina del gabinete, si están en el cargo, o se limitan a maniobrar en el parlamento, si están en la “oposición”;
  55. Si se envían tropas terrestres, los barcos cargados de material de guerra tendrán que ser enviados por mar desde el puerto francés de Toulon, donde una huelga decidida por parte de los trabajadores portuarios podría bloquear su movimiento;
  56. Los bombarderos de la OTAN despegan regularmente de bases aéreas en Italia, donde un movimiento obrero con conciencia de clase podría movilizar masas para rodearlos, obstaculizando la entrega terrestre de suministros;
  57. Cualquier intento serio de movilizar una oposición masiva de la clase trabajadora a la guerra probablemente ya habría derribado al inestable gobierno de Roma. Nada de eso ha sucedido;
  58. En Alemania, los ex socialdemócratas estalinistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS) cumplen diligentemente sus tareas como oposición leal. Mientras que el PDS votó en el Bundestag en contra del envío de tropas alemanas a Yugoslavia, el líder del PDS, Gregor Gysi, insinuó tímidamente que las tropas de la ONU serían otra cuestión;
  59. Un folleto del PDS para una manifestación del 25 de marzo en Hamburgo criticaba el bombardeo de la OTAN por “negar el monopolio de la violencia del Consejo de Seguridad de la ONU”, ese instrumento de la política imperialista que allanó el camino para el ataque a Irak de 1990-91;
  60. Mientras los reformistas socialpatriotas se sientan cómodamente en sus sillas ministeriales y parlamentarias, los ostensibles “extremistas de izquierda” les brindan apoyo extraparlamentario. Sin duda, una panoplia de falsos trotskistas socialdemócratas piden el fin de los bombardeos (al igual que el laborista Tony Benn y el alcalde socialdemócrata de Hamburgo, Harald Voscherau). Pero evitan asiduamente pedir la defensa de Yugoslavia;
  61. En Gran Bretaña, el Partido Socialista, liderado por Peter Taaffe pide “no confiar en las potencias capitalistas” y “autodeterminación para Kosovo”;
  62. El igualmente reformista Partido Comunista Británico ataca a Benn desde la derecha por su afirmación de que el ELK estaba “armado y financiado por Alemania”, diciendo que, sea cierto o no, el ELK está librando una “guerra justa”. Criticar el ataque de la OTAN "no significa apoyar a Serbia", dice el CPGB, dejando muy claro que no apoya "al enemigo". La “oposición” pseudosocialista de Su Majestad sólo quiere sugerir respetuosamente una política alternativa para el imperialismo;
  63. Mientras la Unión Soviética se desmoronaba en 1990, el grupo Workers Power y su Liga para una Internacional Comunista Revolucionaria (WP/LICR) sacaron a relucir esta lógica contrarrevolucionaria al pedir al gobierno conservador de Thatcher que armara a los nacionalistas fascistas Sąjūdis en Lituania;
  64. Siguiendo esta misma línea, un folleto del grupo de la LICR en Alemania (Arbeitermacht), distribuido en una manifestación “contra la guerra” el 27 de marzo en la Alexanderplatz de Berlín, después de cierta retórica ritual de “paz” (el fin del despliegue de la Bundeswehr, detener el ataque de la OTAN, no tropas de la OTAN en Kosovo, etc.) e incluso un guiño a la defensa de Serbia y Yugoslavia, termina pidiendo “fuera de las tropas serbias de Kosovo” – la misma demanda que la OTAN justifica el bombardeo – y “¡Armas para el movimiento por la libertad en Kosovo!” que es la misma línea que muchas fuerzas burguesas de derecha;
  65. Un folleto del 26 de marzo del grupo austriaco de la LICR (ArbeiterInnenstandpunkt), va aún más lejos, diciendo que “en Kosovo, por lo tanto, no podemos apoyar actualmente ni a las fuerzas represivas serbias ni a la OTAN”, y pidiendo un “apoyo crítico al ELK”. ¡Sin embargo, la OTAN está utilizando al ELK para encabezar su ataque contra Yugoslavia en Kosovo, con el “apoyo crítico” de los oportunistas del WP/LICR!
  66. La Liga Socialista Revolucionaria (Revolutionär Sozialistischen Bund, RSB), filial alemana del Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (SU-CI) del difunto Ernest Mandel, que está desapareciendo rápidamente, sostiene que en lugar de tropas de la OTAN debería haber “un número significativo de cascos azules [de la ONU] que escolten a los refugiados [albaneses] de regreso a sus hogares” (Avanti, noviembre de 1998). Los mandelitas alemanes y el resto de esta multitud miran el ejemplo de la “Ayuda Obrera a Bosnia”, en la que una variedad de pseudotrotskistas recaudaron dinero y suministros para una Bosnia “multiétnica” (en realidad dominada por los islámicos), que luego fueron entregados, con la ayuda de tropas y tanques estadounidenses. Terminan llamando a retomar la política del Socialist Workers Party estadounidense durante la Guerra de Vietnam, resumida en el lema “Traed a los muchachos a casa”. A diferencia de estos socialpatriotas, los leninistas toman partido contra la burguesía en la guerra imperialista. ¡Nuestros “muchachos” en la guerra de Vietnam eran el Viet Cong!
  67. En el caso de Vietnam, había una revolución social en marcha. Hoy en lo que queda de Yugoslavia existe un régimen nacionalista burgués asesino que enfrenta el ataque del imperialismo. Si bien el régimen de Milosevic no está llevando a cabo el “genocidio” del que lo acusan los imperialistas, los nacionalistas serbios tienen muchos asesinos ultraderechistas que están más que dispuestos a suministrar los cadáveres de albaneses que la OTAN quiere para justificar su propio asesinato en masa;
  68. En lugar de intentar expulsar a toda la población albanesa de Kosovo, el régimen yugoslavo parece estar preparándose para dividir la región, lo que necesariamente implicará brutales transferencias forzadas de población, como las que llevaron a cabo los sionistas israelíes en 1948, por ejemplo, que expulsó a la mayoría de los palestinos de sus hogares y de sus tierras;
  69. Los comunistas, que defienden el internacionalismo proletario que une a los trabajadores de todas las naciones, deben combatir los mortíferos ataques nacionalistas de Milosevic & Co. contra los albanokosovares y luchar contra el chauvinismo serbio en las protestas contra la OTAN, al tiempo que se oponen a la campaña del ELK para sacar a los serbios de Kosovo;
  70. Al mismo tiempo, reconocemos que la amenaza mucho mayor para los trabajadores y los oprimidos proviene de los imperialistas de la OTAN, quienes detrás de su actual máscara de “derechos humanos” están llevando a cabo asesinatos en masa;
  71. Si las “democracias” imperialistas triunfan contra Yugoslavia, simplemente instalarán otro “limpiador étnico” como lo han hecho en Croacia o Bosnia. Así como Hitler utilizó a los alemanes de los Sudetes para desmembrar Checoslovaquia en 1938, hoy la OTAN está utilizando a los albanokosovares para desmembrar lo que queda de Yugoslavia;
  72. La falsa “autonomía” o incluso la “independencia” de Kosovo no sería más que una fachada para el dominio colonial, en el que cualquier oposición sería aplastada por miles de tropas imperialistas de “mantenimiento de la paz”. Por otro lado, una debacle de la OTAN en Yugoslavia podría tener repercusiones en todo el mundo, incluso en la lucha de clases en Europa, ya que el mito de la invencibilidad del orden imperialista quedaría hecho añicos;
  73. A los trabajadores y oprimidos de todo el mundo les conviene derrotar al gigante de Estados Unidos y la OTAN. Hoy los imperialistas están probando todo su armamento de alta tecnología en la guerra contra Yugoslavia, tal como Hitler utilizó la Legión Cóndor en España para probar sus cazabombarderos Messerschmitt.;
  74. Por lo tanto, el derribo del “invencible” bombardero furtivo F-117A es un espectáculo alentador para las víctimas del imperialismo en todas partes, ya que el mito de la invencibilidad del orden imperialista quedaría destrozado;
  75. La única solución justa, equitativa y democrática a la cuestión nacional en esta turbulenta región es a través de una federación socialista voluntaria de los Balcanes. Esta demanda fue planteada por la temprana Internacional Comunista, que incorporó el llamado a una federación balcánica planteado por los socialistas revolucionarios de Bulgaria y Serbia en la época de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, fue abandonado debido al nacionalismo estalinista;
  76. Cuando el Partido Comunista Yugoslavo liderado por Tito y el Partido Comunista Búlgaro liderado por Jorge Dimitrov plantearon brevemente el llamado a una federación Balcánica-Danubio después de la Segunda Guerra Mundial, esto fue rápidamente sofocado por el Kremlin;
  77. Cuando el Partido Comunista de Grecia enfrentó el poder del imperialismo británico y estadounidense en una sangrienta guerra civil, Tito no hizo nada para ayudarlo. El resultado fue una derrota decisiva para toda la región;
  78. Después de romper con Stalin en 1948, Yugoslavia sólo pudo existir entre líneas de la Guerra Fría con la tolerancia del imperialismo. Cuando los imperialistas ya no vieron que este acuerdo satisfacía sus intereses, se propusieron destruir y desmembrar el Estado obrero deformado yugoslavo;
  79. No es el legado nacionalista estalinista de Tito lo que los comunistas deben mirar ante la catástrofe yugoslava, sino la herencia de los bolcheviques bajo Lenin y Trotsky y de los internacionalistas proletarios en los Balcanes;
  80. En 1912-1913, se libraron dos guerras balcánicas que prepararon el escenario para la Primera Guerra Mundial. En marzo de 1913, León Trotsky, trabajando como corresponsal de guerra, escribió: “En vísperas de la guerra de los Balcanes, cuando todos los partidos burgueses de los Balcanes fueron capturados en un ataque de entusiasmo bélico, el joven movimiento socialdemócrata alzó valientemente su voz en señal de advertencia y protesta”. [...] el socialista serbio Dragiša Lapčević y el socialista búlgaro Yanko Sakazov votaron audazmente contra los créditos de guerra y denunciaron la política de sangre y hierro.(León Trotsky, The Balkan Wars, 1912-1913));
  81. Siguiendo esta tradición internacionalista, en 1924, la Federación Comunista de los Balcanes, que agrupaba a los partidos comunistas de la región, aprobó una serie de resoluciones, incluso sobre la cuestión nacional en Yugoslavia. La resolución señalaba que “los tratados imperialistas han entregado a grupos compactos de húngaros, alemanes y rumanos en el norte de Voivodina y de turcos, albaneses, búlgaros y rumanos en Macedonia a la opresión de la burguesía serbia” y, en este contexto, destacó: “La emancipación nacional, política y económica de los pueblos de los Balcanes sólo puede obtenerse mediante la acción común de los trabajadores y campesinos de cada pueblo de los Balcanes para el establecimiento de un gobierno de trabajadores y campesinos, y por medio de una Confederación de todos los trabajadores de todos los países balcánicos, la creación de una República balcánica federativa”;
  82. Las cuestiones nacionales en los Balcanes desencadenaron la primera guerra mundial imperialista y podrían ser las precursoras de una tercera. La desintegración contrarrevolucionaria de Yugoslavia fue el resultado del colapso del régimen estalinista en toda Europa del Este. Si bien la Yugoslavia de Tito era multinacional, todavía tenía un carácter nacionalista, basada en el mito de construir el “socialismo en un solo país”, lema del estalinismo;
  83. El socialismo, una sociedad sin clases, sólo puede construirse internacionalmente, en el nivel más alto de desarrollo de las fuerzas productivas. De lo contrario, como ya predijo Marx hace un siglo y medio, “toda la vieja basura volverá”, como lo demuestra el resurgimiento del nacionalismo reaccionario;
  84. La única manera de salir de este caldero humeante de odios nacionales es la revolución socialista internacional. Y lo que se necesita sobre todo es una dirección revolucionaria que dirija esa lucha;
  85. La Liga por la Cuarta Internacional afirma que es necesario construir núcleos de partidos trotskistas en todas las tierras de la ex Yugoslavia, forjados en la lucha por derrotar a todos los nacionalistas burgueses asesinos. Hoy, en la lucha por una federación socialista balcánica es crucial derrotar al imperialismo de la OTAN en la guerra que ha desatado contra los pueblos de la región y los trabajadores del mundo. Sólo la revolución proletaria internacional puede derrotar el creciente peligro de una guerra mundial imperialista;
  86. En Estados Unidos, la principal organización que patrocina las protestas contra el ataque de Estados Unidos y la OTAN a Yugoslavia es el Workers World Party (WWP). Lejos de presentar cualquier tipo de oposición socialista al ataque imperialista, el WWP , a través de su creación del Centro de Acción Internacional (CAI), ha proporcionado un frente izquierdista para la reaccionaria política nacionalista serbia;
  87. Una manifestación convocada por el cai que se reunió frente a la terminal Grand Central de Nueva York estaba cubierta de carteles que proclamaban "Kosovo es Serbia y siempre lo será", "Los albaneses van a Albania" y "Amamos a Pat Buchanan" (el republicano ultraderechista America Firster, que se ha opuesto a los bombardeos de Clinton). La multitud coreó repetidamente: "Nunca abandonaremos Kosovo";
  88. En otra protesta, que marchó hasta el edificio del New York Times para protestar por la cobertura belicista distorsionada de ese portavoz imperialista, carteles incluían “Albanokosovares: ¡Busquen la independencia en Albania!” “Kosovo: la Jerusalén de Serbia” y el omnipresente “Kosovo es Serbia”. Hubo numerosos llamamientos al cristianismo ortodoxo contra los albaneses predominantemente musulmanes;
  89. Si bien el WWP/CAI repartió sus habituales carteles de “Alto a los bombardeos” y “Dinero para empleos, no para la guerra”, el tenor abrumador de estas manifestaciones fue el chovinismo serbio contra los albanokosovares;
  90. Workers World ha hecho de su marca registrada la organización de manifestaciones para exhibir a políticos burgueses disidentes como el demócrata negro Jesse Jackson y el ex policía de alto rango de Lyndon B. Johnson, Ramsey Clark, quien arrestó a manifestantes pacifistas de Vietnam en Chicago en 1968 y envió al FBI tras los Panteras Negras;
  91. Ahora, Jackson, el hombre de Clinton, se da vuelta y apoya el bombardeo estadounidense de Irak. ¿Pero qué les importa a los oportunistas del WWP? Ésa es la lógica del frente popular, que vincula al movimiento obrero y a los izquierdistas con sectores de la burguesía;
  92. En contraste, el Grupo Internacionalista y la Liga por la Cuarta Internacional llaman a la defensa revolucionaria de Yugoslavia y a la derrota del ataque imperialista de EE.UU., la OTAN y la ONU. Luchamos por una federación socialista de los Balcanes – forjada en combate contra todas las fuerzas nacionalistas burguesas, desde Milosevic hasta el ejército títere albanés del ELK – y para aplastar al imperialismo mediante la revolución socialista internacional;
  93. El inveterado seguidismo del WWP se combina con un tipo idiosincrásico de política estalinista: el fundador de Workers World, el fallecido Sam Marcy, se separó del movimiento trotskista después de apoyar el aplastamiento estalinista del levantamiento de los trabajadores húngaros de 1956;
  94. En la década de 1980, Marcy viajó a Pyongyang con otros miembros del WWP para abrazar al líder norcoreano Kim Il Sung y a su hijo Kim Jong-il;
  95. Los marcyistas pretenden que incluso después del desmembramiento de la ex República Federativa Socialista de Yugoslavia, lo que queda de Yugoslavia sigue siendo un “Estado socialista”. Un artículo sobre “Kosovo: Potencias imperialistas y autodeterminación” en Workers World afirma: “Hoy, lo que queda del Estado socialista yugoslavo se resiste a una toma contrarrevolucionaria total del poder por parte de las grandes potencias capitalistas de Europa, Estados Unidos y el resto del mundo";
  96. En una línea similar, los partidarios estadounidenses del estalinismo castrista, el [[Partido Socialista de los Trabajadores (Estados Unidos)|Socialist Workers Party (EE. UU.)] (SWP), lifrado por Jack Barnes, se refieren al “asalto militar de Washington contra el Estado obrero en Yugoslavia”. El objetivo final de los gobernantes estadounidenses, dice el SWP, es "derrocar el estado obrero y restaurar las relaciones sociales capitalistas en toda Yugoslavia". Sin embargo, el Estado obrero burocráticamente deformado hace tiempo que ha sido derrocado en toda la ex Yugoslavia, todos cuyos componentes están ahora gobernados por regímenes nacionalistas burgueses;
  97. Al mismo tiempo que declara que Yugoslavia sigue siendo un estado obrero, el SWP barnesita proclama su apoyo a la “lucha por la independencia en Kosovo”, la misma causa defendida por la derecha burguesa. Los oportunistas a menudo tienen problemas para saber a quién persiguen en ese momento;
  98. El WWP y el SWP tergiversan sus delirantes fantasías sobre lo que queda de Yugoslavia para darle un barniz socialista a su política absolutamente reformista. De hecho, el propio régimen de Milosevic eliminó la palabra “socialista” del nombre del país allá por 1991, y ahora lo llama simplemente República Federal de Yugoslavia. Hoy, el gobierno de Belgrado incluye a personas como Vojislav Seselj, cuyas milicias fascistas eran famosas por sus atrocidades asesinas contra los musulmanes en Bosnia. Y es aclamado por gente como el antisemita fascista ruso Vladimir Zhirinovsky;
  99. Quienes hacen la vista gorda ante la innegable realidad de que ha habido una contrarrevolución en Yugoslavia y en toda Europa del Este inevitablemente abrazan a las fuerzas políticas burguesas, incluidas algunas de las más reaccionarias. En el caso de Workers World, estos “socialistas” oportunistas terminan en una coalición “rojo-marrón” con los contrarrevolucionarios serbios Chetnik.

Guerra Civil Libia[editar]

La International Socialist Tendency y la Guerra Civil Libia[editar]

El 20 de marzo de 2011, la International Socialist Tendency, publicó una declaración[60]​ en el que afirmó que:

  1. Más de un mes después del estallido de la Revolución Libia, el Consejo de Seguridad de la ONU (después de discutir la cuestión libia en reuniones secretas) impuso una zona de exclusión aérea;
  2. El Consejo de Seguridad ha elegido la intervención militar como primer paso, sin siquiera precederla con intentos de proporcionar ayuda humanitaria o armas a los rebeldes. A continuación, varios estados anunciaron su disposición a iniciar las operaciones militares que comenzaron ayer;
  3. Los regímenes árabes, y los países del Magreb árabe en particular, han sido testigos de una carrera armamentista acompañada de la formación de alianzas con la Unión Europea y los Estados Unidos que los han enfrentado unos a otros. Este proceso ha hecho que el dinero procedente del petróleo crudo, controlado por monopolios internacionales, regrese a la región para comprar armas. Esto confirma que los enormes presupuestos de armas, que dirigieron el sudor y el trabajo de los pueblos árabes a los bolsillos de las compañías armamentistas globales, fueron diseñados para comprar armas para la represión interna o guerras con países vecinos;
  4. No escuchamos la voz del Consejo de Seguridad, de la Unión Europea ni de los estadounidenses durante décadas, mientras Gadafi, y sus semejantes entre los regímenes árabes, reprimieron a sus pueblos con la mayor brutalidad y acumularon riquezas. No dijeron nada, mientras estos regímenes implementaran las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional para la abolición de cualquier apoyo social a los pobres, que era el único consuelo para los pueblos árabes. Mientras las empresas mantuvieron abiertas sus puertas al capitalismo global, guardaron silencio;
  5. Pero una vez que el pueblo decidió derrocar sus regímenes corruptos, y de hecho derrocó al jefe del régimen, primero Ben Ali y luego Hosni Mubarak, y las oportunidades ofrecidas por el imperialismo moderno a los regímenes árabes para masacrar a su pueblo se agotaron, entonces la solución iba a intervenir;
  6. Intervención significa el sacrificio de unos cuantos chivos expiatorios, mientras se trabaja para contener las revoluciones árabes dentro del marco de sutilezas “democráticas” y aliviar la presión de las masas, a cambio de la eliminación de las demandas sociales y económicas, y de las demandas nacionales de los anti-liberales;
  7. El imperialismo moderno utiliza varios mecanismos para lograr su único objetivo, que es garantizar que los regímenes árabes permanezcan fieles a la obediencia de los monopolios del capitalismo global y a la política del colonialismo. Esto se logra en alianza con las clases que se benefician de mantener vivo el antiguo régimen y que temen la expansión de la revolución popular;
  8. La intervención adopta muchas formas: a través de propaganda y el uso de fuentes de financiación dudosas vinculadas con la administración estadounidense y empresas que apoyan al imperialismo sionista estadounidense, así como mediante operaciones militares. La entrada de la fuerza Peninsula Shield en Bahrein, el anuncio de una intervención militar en Libia, la visita de Hillary Clinton, las bolsas de dólares que aparecen bajo el pretexto de "apoyar la democracia" y difundir la conciencia democrática "son todos parte del mismo esquema Esto no significa que sea una "conspiración", pero existe naturalmente una estrecha interdependencia de intereses, entre sistemas y gobiernos, y monopolios capitalistas internacionales;
  9. La intervención extranjera no es para apoyar la democracia, sino que es parte de la contrarrevolución. Los regímenes gobernantes están aliados para preservar sus intereses, contra las revueltas populares. Lo que nos lleva lógicamente, y no como una cuestión de retórica, a reconocer la inevitabilidad de continuar la revolución, para lograr la eliminación definitiva de todos los sistemas de opresión y explotación, y no sólo reformas temporales. Este objetivo no puede alcanzarse dentro de los límites de una revolución regional;
  10. No a la injerencia extranjera. No a la contrarrevolución;
  11. Viva la revolución de los pueblos.

El Comité Internacional y la Guerra Civil Libia[editar]

Jacob Zuma

El 19 de marzo de 2011, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CI-CI) publicó una declaración[61]​ en el que afirmó que:

  1. El CI-CI se opone categóricamente a cualquier intervención militar en Libia. El impulso hacia la guerra, que recibió luz verde el jueves del Consejo de Seguridad de la ONU, no tiene nada que ver con los pretextos humanitarios ofrecidos por las grandes potencias. Más bien, representa la violenta subyugación imperialista de una antigua colonia;
  2. El bombardeo de Libia por parte de aviones franceses, británicos y estadounidenses no protegerá la vida humana, pero transformará el país en un campo de batalla con miles de víctimas inocentes. Esta es una guerra imperialista. Libia es un país ex colonial oprimido. El CI-CI rechaza fundamentalmente y en todas las circunstancias los ataques militares de las potencias imperialistas contra tales países;
  3. Además, esta guerra tendrá lugar sin ninguna legitimidad democrática. No hay el más mínimo indicio de que cuente con el apoyo de las poblaciones de los países implicados. Una vez más, se están gastando enormes sumas de dinero en una guerra, incluso cuando los mismos gobiernos declaran que no hay dinero para programas sociales;
  4. Quienes dicen que un ataque militar a las bases de Gadafi reforzaría un movimiento de oposición democrática contra una dictadura sangrienta deben responder a la siguiente pregunta: ¿Por qué las grandes potencias no aplican los mismos criterios en Afganistán y Pakistán, donde los regímenes que respaldan emplean una violencia brutal contra cualquier país? ¿oposición? ¿Y qué pasa con Bahréin, cuartel general de la Quinta Flota estadounidense, donde el jeque Hamad bin Isa Al Jalifa ha derribado a manifestantes desarmados con apoyo saudí? ¿Qué pasa en la Franja de Gaza, donde esas mismas potencias se mantienen al margen mientras los israelíes masacran a los palestinos? ¿Qué pasa con Yemen, donde el presidente Ali Abdullah Saleh, respaldado por Occidente, mató a tiros el viernes a unos 50 manifestantes?
  5. Ningún gobierno o periódico que apoye un ataque militar contra Libia se ha tomado la molestia de explicar estas flagrantes contradicciones. Sin embargo, el verdadero objetivo de la acción violenta contra Libia está claro, si se considera la lógica de los acontecimientos recientes;
  6. Han pasado sólo dos meses desde que el gobernante tunecino, Zine El Abidine Ben Ali, fue derrocado en un levantamiento popular. Un mes después, lo sucedió el presidente egipcio [Hosni Mubarak]]. Como resultado, las potencias occidentales han perdido a dos de sus aliados clave en la región;
  7. Al igual que el propio Gadafi, Estados Unidos y Europa habían colaborado estrechamente con estos dictadores hasta el último minuto. Francia, que ahora es el país que pide más fuerte una acción militar contra Libia, incluso ofreció asistencia policial a Ben Ali cuando el levantamiento contra él estaba en pleno apogeo;
  8. Sólo unas semanas después, las grandes potencias preparan una intervención militar en el norte de África. ¿Coincidencia? Sólo alguien políticamente ciego puede no ver la relación entre estos acontecimientos;
  9. La oposición interna a Gadafi, un tirano brutal y un aliado cercano de las potencias occidentales, puede haber expresado inicialmente agravios reales hacia el pueblo libio. Pero en el subdesarrollado estado desértico de Libia, rápidamente se materializaron fuerzas que estaban listas para hacer el trabajo sucio de las grandes potencias. Se encontraban en las figuras que integraban el llamado Consejo Nacional de Transición, que no sólo garantizaba a las compañías petroleras internacionales la explotación sin trabas de la riqueza mineral del país, sino que también pedía el bombardeo de su propio país;
  10. El Consejo de Transición está compuesto por altos funcionarios del antiguo régimen que le dieron la espalda a Gadafi en respuesta al cambio de las potencias imperialistas;
  11. La intervención militar en Libia, cuyos recursos energéticos la han convertido en objeto de intrigas imperialistas durante décadas, se utiliza tanto para asegurar el acceso al petróleo como para contener los movimientos revolucionarios en la región, que se dirigen cada vez más contra los intereses de las potencias imperialistas y propiedad capitalista. Una presencia militar en Libia, que limita con Egipto al este y Túnez al oeste, ayudaría a las principales potencias a intimidar a los movimientos revolucionarios en todo el mundo árabe;
  12. La referencia en la resolución de la ONU a excluir la ocupación militar del país por tropas extranjeras es una tontería. La necesidad militar tiene su propia lógica. Oficialmente, ni Afganistán ni Irak están “ocupados” por tropas estadounidenses, pero esto no cambia el hecho de que en ambos países decenas de miles de soldados estadounidenses han establecido su residencia permanente;
  13. Es significativo que fue la Liga Árabe la que pidió una zona de exclusión aérea sobre Libia, dando a Estados Unidos y sus aliados imperialistas una cobertura de “apoyo regional” a la intervención militar. ¡Los representantes de Arabia Saudita, Bahréin y otros emiratos, que están arrestando, torturando y fusilando a opositores de sus propios regímenes, han votado a favor de una intervención militar con el supuesto propósito de fortalecer la democracia en Libia!
  14. Las grandes potencias están actuando con extrema imprudencia. Aparte de la codicia por el petróleo y la dominación, no parecen tener una estrategia bien pensada;
  15. El presidente Sarkozy, que recibió a Gadafi hace cuatro años con gran pompa en París para negociar acuerdos comerciales por valor de miles de millones, reconoció al Consejo Nacional de Transición como el representante oficial de Libia sin siquiera consultar a su propio ministro de Asuntos Exteriores, y mucho menos a sus aliados de la OTAN;
  16. Nadie parece haber considerado las probables implicaciones económicas, geopolíticas y de seguridad de una guerra más larga en Libia, un país del Mediterráneo en las inmediaciones de Europa. Quienes expresan advertencias sobre las consecuencias de la acción militar provienen principalmente de círculos militares conservadores que, después de Afganistán e Irak, tienen pocos deseos de otra aventura militar;
  17. Tanto el Presidente Sarkozy como el Primer ministro del Reino Unido, David Cameron, también tienen sus propias razones políticas internas para intervenir. A un año de las próximas elecciones presidenciales, Sarkozy cae en los sondeos de opinión y espera recuperar terreno mediante una política exterior agresiva;
  18. Cameron enfrenta una creciente oposición a sus medidas de austeridad y, haciéndose eco de la Guerra de las Malvinas de 1982 de su modelo Margaret Thatcher, espera que una guerra contra Libia pueda desviar la atención. Dado que el ejército británico se ha visto debilitado por las guerras en Irak y Afganistán y apenas puede intervenir de forma independiente, Cameron ha trabajado duro para involucrar a Estados Unidos;
  19. La aventura imperialista contra Libia está reavivando viejas divisiones en Europa. La Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la Unión Europea está una vez más hecha jirones. Alemania se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU, subrayando que no sería parte en ninguna intervención militar. Por lo tanto, se encontró en un bloque con Rusia, China, India y Brasil contra los aliados de la OTAN, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, un acontecimiento con implicaciones de largo alcance;
  20. Estas divisiones son el resultado del carácter imperialista de la guerra. Es significativo que, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña y Francia estén involucradas conjuntamente en un conflicto militar y hayan adoptado una posición a la que Alemania se opone. También hay que recordar que la última guerra entre los ejércitos alemán y británico incluyó importantes batallas en el norte de África;
  21. En principio, Alemania no rechaza emprender acciones militares contra Libia, y el gobierno alemán ha presionado para que se apliquen duras sanciones económicas. Sin embargo, hasta la fecha ha basado su influencia en el norte de África y Oriente Medio menos en factores militares que en factores económicos, y teme perder cualquier aventura militar. "Alemania apoya plenamente las sanciones económicas, porque el gobierno de Muamar el Gadafi ha terminado y debe ser detenido", afirmó el embajador ante la ONU, Peter Wittig, para justificar la abstención de Alemania. "Pero el uso del ejército siempre es extremadamente difícil y vemos grandes riesgos";
  22. Si bien hay desacuerdos dentro de la clase dominante europea y estadounidense sobre una ofensiva militar contra Libia, entre los imperialistas “humanitarios” hay una aprobación total y entusiasta. Esta categoría también incluye tendencias políticas que apoyan operaciones militares en nombre de una “humanidad” abstracta, ignorando las cuestiones de clase y las cuestiones de la historia, como los Verdes, los socialdemócratas, el Partido de Izquierda, etc.;
  23. Desde que los Verdes alemanes apoyaron el bombardeo de Yugoslavia por parte de la OTAN en 1999, se han convertido en entusiastas partidarios de la guerra y desempeñan un papel irremplazable en la propaganda de guerra imperialista. Lo mismo se aplica a la preparación de una intervención militar contra Libia;
  24. Los Verdes atacaron al Ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, porque no apoyó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. "Tenemos la responsabilidad de defender los derechos humanos", afirmó la líder de la facción parlamentaria Renate Kuenast. Los socialdemócratas también atacaron a Westerwelle porque no está a favor del esfuerzo bélico;
  25. El representante verde del Parlamento de la UE, Daniel Cohn-Bendit, una figura importante del movimiento estudiantil de 1968, hizo una agresiva campaña para el reconocimiento del Consejo Nacional de Transición de Libia y el establecimiento de una zona de exclusión aérea. El parlamento finalmente adoptó dicha resolución el 10 de marzo por una abrumadora mayoría;
  26. Además de los Verdes, una variedad de organizaciones pseudoizquierdistas en Francia han exigido el reconocimiento del Consejo Nacional de Transición. Una resolución a tal efecto del Comité de Solidaridad con el Pueblo Libio lleva las firmas del Partido Comunista Francés, el Partido de Izquierda y el Nuevo Partido Anticapitalista. El Presidente Sarkozy está cumpliendo ahora esta exigencia y lanzando una ofensiva militar;
  27. El CI-CI llama a los trabajadores y jóvenes a rechazar la propaganda de guerra bajo un disfraz humanitario con el disgusto que merece. La lucha contra la opresión política, la explotación social y la guerra es inseparable de la construcción de un movimiento socialista que una a la clase trabajadora internacional en una lucha contra el capitalismo y el imperialismo.

La Cuarta Internacional Posadista y la Guerra Civil Libia[editar]

El 26 de febrero de 2011, la Cuarta Internacional Posadista publicó un artículo[62]​ en el que afirmó que:

  1. El desarrollo de los procesos de independencia nacional y su evolución está en la base estructural de la crisis que en todo Medio Oriente y Grecia estallan con distintas y diferencias expresiones, porque se desarrollan sin barreras geográficas lo cual corresponde a un planteo universal y que pasa por el sentido político y cultural en el avance del capitalismo al socialismo, aún cuando éste no pueda ser programática y políticamente entendido de igual forma en todo el mundo;
  2. El imperialismo, al que no hay que subestimar nunca, ha tratado de “vacunarse” ante esta realidad incontrastable, armar procesos con sectores acomodados de la sociedad para girando en torno a “la Libertad” del individuo en abstracto tratar de arrastrar a la juventud que es el sector de la humanidad en permanente evolución y por lo tanto más permeable a la lucha por los derechos humanos y las libertades individuales;
  3. En 1951, el Rey Idris constituyó una Monarquía Federal Independiente, luego de los 40 años de la ocupación por Italia, iniciada en 1911. Se cambió en la forma la condición del país y la vida del pueblo líbico dejando intactas las relaciones de dependencia del gran imperialismo europeo, que ansiaba controlar la producción del petróleo para garantizar la energía a gran parte de la Europa industrial;
  4. La crisis que esta dependencia de Libia a Italia y Europa occidental planteó infinidad de conflictos por esos años, hasta que en septiembre de 1969 un grupo de jóvenes oficiales del ejército derrocan al Rey e instauran una República. Los oficiales que encabezan el movimiento son nacionalistas, musulmanes y entre los cuales había dos que habían avanzado en relaciones con el marxismo y concretamente el Trotskismo Posadista, razón por el cual posteriormente fueron alejados del gobierno;
  5. El papel de la URSS, su dirección política burocrática, fue combinadamente un factor de afirmación de la revolución líbica como también de freno al progreso de estos jóvenes oficiales;
  6. El papel de Coronel Muammar al-Gaddafi en toda esta etapa será central para la recuperación de las riquezas del país, con la nacionalización del petróleo, las tierras y el control del comercio exterior por el Estado;
  7. Las combinadas formas de la democracia, entre lo místico-religioso y la participación del pueblo organizado en los consejos-asambleas-parlamentos del pueblo fue durante estos 40 años parte de las políticas contradictorias de la dirección de Gaddafi, cayendo en el último periodo en un retroceso importante y llegando a acuerdos con el imperialismo y en particular con el europeo a quién vende el petróleo que se extrae de Libia;
  8. El curso social revolucionario está planteando hace ya varias décadas la necesidad de volver a la lucha por la verdadera independencia, no solo del imperialismo como parte de un movimiento nacionalista burgués, sino socialista en su estructura del cambio de las relaciones de producción y distribución;
  9. En Libia trabajan 2 millones de trabajadores de otros países;
  10. Con la caída de la burocracia y disolución formal de la URSS y los llamados países socialistas, también entró en declive la seguridad social que era parte de la estrategia libia para enfrentar al imperialismo e Libia perdió gran parte de su espíritu inicial revolucionario;
  11. Estos países enormemente ricos en materias primas fueron expoliados por los imperialismo Inglés, Francés, Alemán e Yanqui en particular;
  12. No debes perder la visión de conjunto del papel progresista que significó la revolución nacionalista árabe de septiembre de 1969, cuya cabeza Gaddafi reivindicaba al Nasserismo como ideología y el antiimperialismo como política y que ese proceso que se desdibujó con el tiempo hoy vuelve a replantearse en toda el área;
  13. Es necesario ver, y recordar, cuantas direcciones enteras se pasaron al capitalismo cuando la caída de la URSS, cuantos sacaban cuentas cuanto duraría Fidel Castro y la Revolución Socialista en Cuba, cuantos dijeron que Hugo Chávez era un fascista, carapintada y reaccionario. Cuantos pusieron a disposición del basurero al marxismo;
  14. Este curso que de manera muy combinada se está planteando desde Egipto mismo no significa un retroceso del curso del progreso de la lucha de los pueblos árabes y musulmanes en todas sus corrientes, sino que la necesidad que plantea en el mundo la lucha por el socialismo también allí se expresa en forma desigual y sumamente combinada;
  15. Es por ello central poder separar, en el análisis, lo que expresa progreso con la intervención de parte del pueblo en la lucha por la “libertad” y lo que significa concentradamente derrotar la política imperialista, de las trasnacionales para controlar la producción y flujo del petróleo;
  16. Es lograr hacer avanzar, que en el caso de Libia pensamos se hará de otra forma que el Egipto porque la dirección política con todos sus desaciertos y retrocesos es otra, para impedir que se afirme una política global del imperialismo como cabeza del sistema capitalista mundial para controlar militarmente las fuentes de producción vitales para la vida como el agua, los mares, la producción agrícola alimentaria y en particular, como ya lo hicieron en Irak, para invadirlo inventando su posesión de “armas de destrucción masivas” que nunca existieron pero le permite controlar la producción petrolera de uno de los países centrales;
  17. Todo eso está detrás de la actual crisis. Como también estuvo para destruir el progreso y la competencia industrial-comercial que significaba el Estado Obrero Yugoslavo donde asesinaron a decenas de miles de trabajadores invadiéndolo por la OTAN y seccionándolo, como ahora están planeando hacer en Libia;
  18. El imperialismo que es responsable de la crisis que atraviesa la economía mundial, de la desocupación de mano de obra, la emigración de millones de seres humanos deambulando por el planeta buscando formas de sobrevivir, que un tercio de la población mundial – millones - viven en la miseria y no tienen perspectivas de progreso en la vida mientras se producen alimentos para dos veces y media la población del mundo, existe una sobre producción de bienes y se despilfarra la energía como en los EEUU que consume el 27% del total producido;
  19. Una sociedad, un sistema, que ha entrado en su proceso involutivo de crisis final y que como previera los maestros Carlos Marx y Friedrich Engels, tiene su contrincante permanente en la lucha de clases y en lo que ellos analizaron y anunciaron y nosotros, los posadistas venimos planteando desde hace 20 años se expresaría con el sinceramiento del curso histórico que es la Rebelión de las Fuerzas Productivas un aliado de la lucha de clases que el sistema no puede impedir;
  20. El imperialismo en ese curso hace la guerra por estos medios, por ahora, pero no significa que no siga preparando la guerra atómica contra la humanidad. Por eso se adelanta y trata de confundir a la opinión publica con una agresiva política mediática de prensa. Lo que denuncian se estaría produciendo en Libia en estos momentos, con miles de muertos y decenas de miles de heridos no se corresponde con la realidad que empiezan a aparecer por medios realmente independientes;
  21. Hay aquí una alianza táctica y tácita de fuerzas que siendo antiimperialistas en el plano de la lucha mundial, a su vez tienen viejas disputas religiosas con la dirección de Gaddafi. La complejidad que plantea la diversidad étnica y las disputas de hegemonías de poder político y económicos, son un aliado para el imperialismo en estos momentos, pero a su vez curso involuntario de los procesos de la revolución árabe, musulmán de lo que significan la culturas milenarias del Islam, como de la Hindú, etcétera;
  22. El imperialismo intervino y dio todo apoyo militar a Sadam Huseín usando a Irak contra Irán y la revolución islámica que estaba preñada de un contenido socialmente socialista como se puede ver hoy claramente en la política del gobierno Iraní;
  23. El imperialismo armó y produjo millones de muertos iraníes e iraquíes, para, en 2003, terminar invadiendo Irak para controlar el petróleo, pero también para impedir que los pueblos, con religiones similares, lograran la unidad y asaltaran dialécticamente por ellas;
  24. En Afganistán y Pakistán crearon a los “Muyahidines” contra el progreso que significaba la intervención de la URSS en Afganistaán apoyando un gobierno que liberalizaba a la mujer a los jóvenes y desenvolvía un estado revolucionario socialmente;
  25. Creó la Al Qaeda y su agente Bin Laden, y asesinó en nombre de la democracia imperial a 5 mil personas en el autoatentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, con lo que justifica su avance y ampliación de la política terrorista mundial en nombre del estado de los EEUU. Organizó más recientemente el Golpe de Estado en Honduras de 2009, en nombre de la democracia;
  26. Ahora esta incentivando la contradicción que en amplias capas de la juventud se plantea en la perspectiva de vida. Un sistema que en decadencia final tiene que recurrir a todas las estratagemas aprendidas por los círculos del poder para sostenerse en la historia de la humanidad. Por eso los procesos que avanzan en países que se liberan del imperialismo y desarrollan una política independiente, aún en etapas democrático burguesas, están objetivamente en peligro de entrar en la lista de países “no amigos” a conquistar;
  27. El enfrentamiento entre el gobierno de Cristina Kirchner y el Departamento de Estado y el Pentágono de los EEUU, por el caso del avión espía detenido y confiscadas sus valijas “secretas” defendidas por 8 cuerpos especiales de seguridad de los EEUU, muestran claramente que es allí donde se fabrican los atentados, sabotajes, eliminación de dirigentes sindicales, políticos que no se someten;
  28. Y la agresividad de la Cuarta Flota dando vueltas por el continente latinoamericano, sus actividades en bases propias de los EEUU como en las cercanías de la Triple Frontera, y otras en Colombia, etcétera son cosas materiales, concretas que hay que discutir y prepararse a enfrentar y resolver en forma independiente y revolucionaria;
  29. Pero también la Quinta Flota de los EEUU, base de apoyo de la OTAN que se encuentra lista para invadir Libia. Y Israel que cuenta con 200 ojivas nucleares con las que ponen en peligro a toda la existencia de en el planeta tierra y sin embargo los EEUU, Francia, Inglaterra etc, no dicen nada, y taponean en la ONU cualquier acción;
  30. Es decir el imperialismo que destruyo Yugoslavia, asesino a miles de pobladores indefensos en bombardeos durante 78 días y noches, ese imperio tiene “derecho de pernada”, como los feudales dueños de la vida de los siervos sus esclavos humanos;
  31. En América del Sur el objetivo de la política de los EEUU es intentar dividir los países, romper la Integración regional, y en algunos países como Venezuela, Nicaragua, dividir el país. Ahora lo intenta hacer en Libia en nombre de la “libertad y la democracia”, mañana lo va a implementar contra Venezuela, Argentina o capturando el Amazonía brasilera. En Venezuela van por una división de los Estados Zulia y Táchira colindantes con Colombia. Para ellos tienen las bases militares cercanas ya instaladas;
  32. Todo esto hay que analizar viendo el curso mundial que avanza para enterrar el sistema capitalista y reconstruir la historia de la humanidad volviendo a lo mejor del desarrollo de su civilización, las relaciones humanas fraternales, solidarias y comunitarias y eso se llama socialismo;
  33. Nosotros apoyamos abierta y concretamente la digna y revolucionaria posición de los gobiernos de Cuba y Venezuela que si decidieron enfrentar la mudes de direcciones y gobiernos que se callan ante esta acción contrarrevolucionaria que quiere crear una guerra civil en Libia. Saludamos las declaraciones de Fidel y de Nicolás Maduro canciller de Venezuela Bolivariana;
  34. En Libia se ha entrado en un curso donde los objetivos de septiembre de 1969 vuelven a estar planteados en la mesa y como dijera Juan Posadas, cuando Gaddafi miró y desechó a la revista marxista en árabe que publicaban los camaradas libios. “...pero miró a donde la dejaba...”;
  35. El libro verde no se opuso a todo el socialismo, sino que lo puso bajo la religión. Hoy las masas libias van a saber derrotar al atraso como al imperialismo y la revolución volverá pero mirando para adelante junto al resto de los países árabes, musulmanes, hindúes; las religiones ni las ascendencias étnicas son el problema a solucionar sino el capitalismo y el invasor imperialista.

La International Communist League y la Guerra Civil Libia[editar]

En 2011, la International Communist League (Fourth Internationalist) (ICL-FI), publicó un artículo[63]​ en el que afirmó que:

  1. Desde el 19 de marzo, las fuerzas de la OTAN han atacado Libia en su intento por derrocar el régimen del hombre fuerte burgués Muamar el Gadafi;
  2. A mediados de abril, Gran Bretaña, Francia e Italia (antiguos gobernantes coloniales del norte de África) enviaron oficiales militares a Bengasi para apuntalar a las fuerzas de oposición que han actuado como tropas terrestres de los imperialistas y ponerlas en forma. A estas fuerzas se unieron “asesores” militares del pequeño Qatar, rico en petróleo, un importante aliado de Estados Unidos en el Golfo Pérsico. El gobierno de Obama, que afirma haber descartado la presencia de “botas en el terreno” en Libia, ordenó el 22 de abril potencia de fuego adicional al cielo en forma de drones Predator pilotados remotamente y armados con misiles AGM-114 Hellfire;
  3. El gobierno canadiense ha aportado siete cazabombarderos CF-18 a la fuerza de asalto, que ha realizado cientos de bombardeos. El comandante de la operación militar de la OTAN es el teniente general canadiense Charles Bouchard. El Parlamento apoyó unánimemente la guerra contra Libia, incluido el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático;
  4. La continua escalada de la guerra contra Libia expone aún más las mentiras difundidas por los imperialistas y sus portavoces mediáticos para justificar la campaña de bombardeos. Presentada como una acción a corto plazo para establecer una “zona de exclusión aérea” y “proteger a los civiles” (los términos de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que encubren el bombardeo terrorista), la intervención es un impulso de los imperialistas para imponer su dictado en este país rico en petróleo;
  5. Desde el principio, la OTAN estuvo bombardeando las fuerzas del gobierno libio y, poco después, bastiones de Gadafi como su ciudad natal de Surt. Los únicos civiles en riesgo eran los que estaban a punto de explotar las municiones de la OTAN;
  6. Antes del ataque imperialista a Libia, el país estaba siendo desgarrado por una guerra civil de bajo nivel entre el gobierno de Gadafi, que había estado jugando con los imperialistas, y una oposición respaldada por los imperialistas;
  7. En la lucha entre estas dos fuerzas burguesas el proletariado no tenía bando. Pero una vez que comenzaron los bombardeos liderados por Estados Unidos, la guerra civil quedó subordinada a la intervención militar imperialista. Como enfatizamos en una declaración de la Liga Comunista Internacional del 20 de marzo, en esta sangrienta guerra imperialista, los trabajadores del mundo tienen un bando: la defensa militar de la Libia semicolonial contra el imperialismo y las fuerzas de oposición, que están actuando sobre la base de en nombre de los imperialistas;
  8. Para los marxistas, la defensa militar de Libia contra los imperialistas no implica el más mínimo apoyo político al sangriento gobierno capitalista de Gadafi. Es necesario oponerse a toda ocupación militar y ataque emprendido por los imperialistas para promover su dominación del planeta. Cada revés que sufren debilita al enemigo de clase del proletariado mundial y ayuda a las luchas de los trabajadores y los oprimidos. Es el proletariado de Egipto, Túnez y otras partes del norte de África y el Cercano Oriente el que tiene el poder social potencial y el interés de clase para liderar a todos los empobrecidos y oprimidos en la revolución socialista contra todos los regímenes asesinos de la región;
  9. Un portavoz del gobierno libio denunció el ataque del 25 de abril a Trípoli como “un acto de terrorismo, un acto digno de bandas mafiosas, no de gobiernos”. Los gánsteres imperialistas dejaron claro desde el principio que su intención era derrocar a Gadafi de una forma u otra. Una carta conjunta emitida el 15 de abril por Barack Obama, el primer ministro británico David Cameron y el presidente francés Nicolas Sarkozy declaró que cualquier resultado que no fuera la destitución de Gadafi sería una “traición desmedida”;
  10. Cada oferta de alto el fuego de Gadafi ha sido recibida con un rotundo rechazo. Como para recalcar este punto, el ataque con bomba del 25 de abril arrasó el edificio donde Jacob Zuma de Sudáfrica y otros dos presidentes africanos mantuvieron conversaciones con Gadafi a principios de abril para tratar de llegar a un acuerdo de paz;
  11. A pesar de su abrumador poder militar, las potencias imperialistas se encuentran entre la espada y la pared cuando tratan con Libia, particularmente ahora que Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y otras potencias de la OTAN están sumidos en la ocupación de Afganistán, que dura casi una década y también em la ocupación estadounidense de Irak;
  12. Las fuerzas de oposición libias son un grupo heterogéneo sin un mando unificado, y las propias potencias occidentales están lejos de estar unidas sobre hacia dónde llevar esto, lo que refleja sus intereses divergentes;
  13. Alemania se abstuvo en la votación de marzo del Consejo de Seguridad de la ONU y retiró sus barcos de la misión de la OTAN que imponía el embargo de armas a Libia. Más recientemente, ofreció tropas para una propuesta fuerza de combate de 1.000 efectivos aprobada por la Unión Europea (UE) el 1 de abril, cuya misión, si la ONU la solicitara, sería aparentemente “asistencia humanitaria” para la ciudad portuaria occidental de Misurata;
  14. Lo que los imperialistas han hecho en Misurata — además de ayudar a arrasarla — es hacer un espectáculo transportando a varios miles de trabajadores migrantes fuera de la ciudad sitiada a Bengasi. Pero esa preocupación por la desesperada situación de los refugiados norteafricanos se desvanece en el momento en que llegan a las costas de Europa, donde se están aplicando nuevas medidas drásticas en las fronteras;
  15. La LCI dice: ¡Abajo la racista “Europa Fortaleza”! ¡Sin deportaciones! ¡Plenos derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes!
  16. Mientras Gran Bretaña, Francia e Italia llevaban oficiales militares a Bengasi, el Financial Times informó que un alto funcionario del Ministerio de Defensa británico descartó la posibilidad de que se desplegaran fuerzas terrestres bajo el mando de la UE en Libia. París, que ha estado ejerciendo su fuerza militar en Costa de Marfil y otras partes de África, continúa expresando su apoyo al plan de la UE. En The Guardian, Simon Tisdall expuso claramente la situación: “Gran Bretaña está haciendo ahora públicamente lo que dijo expresamente que no haría cuando comenzó la intervención de exclusión aérea: desplegar tropas sobre el terreno en Libia. Francia está tomando medidas similares [...]. La escalada está en el aire y en tierra. La UE está discutiendo lo que dice es un "concepto de operaciones" aprobado para enviar tropas europeas a Libia para proteger a los refugiados y los esfuerzos de ayuda humanitaria. Los aviones de ataque de la OTAN, inadecuados para matar francotiradores en los callejones, están ampliando su alcance para incluir las líneas de comunicación de Gadafi y su ciudad natal de Sirte. Y extraoficialmente, nadie se molesta en negar que las fuerzas especiales británicas y de otro tipo ya están operando en el teatro de operaciones”.
  17. The Independent describió a los asesores británicos como “un equipo cuidadosamente seleccionado por su trayectoria en sus campos de especialización”, incluido “uno de los comandantes más curtidos en batalla del ejército británico, con amplia experiencia de combate en Afganistán”;
  18. Independientemente de cómo se vistan, estos asesinos entrenados claramente no son un equipo de avanzada de la Cruz Roja, como tampoco lo son sus homólogos franceses o italianos;
  19. Como enseñó el líder bolchevique Vladímir Ilích Uliánov (Lenin), el imperialismo es la etapa más alta del capitalismo, marcada por la concentración, dominación y exportación de capital financiero. En su insaciable afán de lucro, las burguesías imperialistas explotan a los países atrasados ​​del mundo en busca de materias primas, mano de obra barata y nuevos mercados;
  20. En los albores de la época imperialista moderna, a finales del siglo XIX, esta explotación se logró en gran medida mediante la ocupación colonial directa y la anexión territorial. Hoy en día, casi todos los países del Tercer Mundo han obtenido la independencia formal pero siguen subordinados a las potencias imperialistas, con la excepción de los estados obreros deformados de China, Corea del Norte, Cuba, Vietnam y Laos;
  21. Los pueblos de Libia no son ajenos a los estragos del imperialismo. La guerra turco-italiana de 1911, en la que miles de árabes fueron masacrados, fue un conflicto por la posesión de lo que se convertiría en Libia. Ese conflicto, a su vez, desencadenó una lucha de resistencia de 20 años contra los imperialistas italianos, que arrojaron gas venenoso sobre civiles y encarcelaron a más de 100.000 en campos de concentración;
  22. Después de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual tanto las fuerzas del Eje como las aliadas causaron estragos en el país y su pueblo, los imperialistas recompusieron el estado de Libia, reemplazando el dominio italiano por una monarquía impuesta por los británicos. Esa monarquía, a su vez, fue derrocada en 1969 por el Movimiento de Oficiales Libres que instaló a Gadafi en el poder;
  23. A defensa de Libia contra los bombardeos imperialistas debería ser elemental, no sólo para los opositores proletarios al gobierno capitalista sino para cualquiera que se sienta rechazado por las potencias capitalistas que imponen su dictado a los países del Tercer Mundo mediante un poder militar abrumador;
  24. Sin embargo, la mayor parte de la izquierda “socialista” a nivel internacional ha trabajado para alinear a los trabajadores y a los jóvenes detrás de los asesinos imperialistas defendiendo a la oposición que actúa como sus tropas terrestres;
  25. Lo han hecho en nombre de la llamada “revolución libia”. ¡Pero estos “revolucionarios” libios apelaron a los imperialistas a imponer una “zona de exclusión aérea”, lanzar ataques aéreos o intervenir militarmente de otra manera en su país!;
  26. El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) francés prometió desde el principio su “apoyo total a los insurgentes”. En Libia, este grupo socialdemócrata – establecido hace dos años por la sección francesa del Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (SU-CI) – logró una convergencia con el presidente francés Sarkozy, quien dio la bienvenida a líderes anti-Gaddafi clave en el Palacio del Eliseo el 10 de marzo y declaró que el opositor Consejo Nacional de Transición era el gobierno legítimo de Libia;
  27. El día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU votara para autorizar el “uso de la fuerza en Libia”, el NPA intervino con una declaración declarando que “al pueblo libio... se le deben dar los medios para defenderse y las armas que necesita para sacar al dictador”. El NPA apoyó la convocatoria de una manifestación celebrada al día siguiente en apoyo a los títeres de los imperialistas en Libia, que tuvo lugar cuando comenzaron los bombardeos;
  28. Si bien la declaración del NPA murmuraba que “la intervención militar no es la solución”, Gilbert Achcar, un izquierdista radicado en Londres que se asocia con el SU-CI y el Partido Socialista de los Trabajadores (SWP) británico, no tenía tales reservas. Haciendo eco del mentiroso pretexto de los imperialistas de “proteger a los civiles” de la venganza de las fuerzas de Gadafi, declaró que “nadie puede oponerse razonablemente” a la resolución de la ONU que autoriza los ataques aéreos;
  29. En Gran Bretaña, el primer ministro conservador David Cameron, uno de los primeros defensores de atacar a Libia, contó con el respaldo de Ed Miliband. el líder del Partido Laborista. Y, detrás del Partido Laborista, están los reformistas británicos formados en el país, el SWP, que aconsejaron: “En lugar de bombardear Libia, los gobiernos occidentales podrían entregar todos los activos que han confiscado al régimen de Gaddafi a las fuerzas revolucionarias”. En otras palabras, los gánsteres imperialistas que han desvalijado los bienes de un país soberano deberían entregárselos a sus lacayos;
  30. Los primos estadounidenses distanciados del SWP en la International Socialist Organization (ISO), que inicialmente abrazaron con los brazos abiertos al Frente de Salvación Nacional financiado por la CIA, ahora afirman haber descubierto que algunas fuerzas bastante reaccionarias están en el liderazgo de la oposición anti-Gadafi;
  31. La ISO se reserva algunas palabras, sobre el papel, para expresar su oposición al bombardeo. Pero eso no le impide seguir abrazando a las fuerzas de oposición, sin importar las atrocidades que los imperialistas cometan en su nombre. En un foro celebrado el 20 de marzo en la ciudad de Nueva York, el jefe de ISO, Ahmed Shawki, declaró: “Hoy, Occidente está bombardeando Libia como una forma de recuperar su posición en Medio Oriente. Pero no deberíamos tener nada que ver con el régimen libio ni con su defensa, y unirnos a todos los involucrados en la lucha por la gente de Medio Oriente para deshacerse de sus dictadores”;
  32. En Canadá, los International Socialists (IS), afiliados a la International Socialist Tendency, también elogió a los oponentes de Gadafi respaldados por el imperialismo mientras afirmaba oponerse al bombardeo. La absoluta hipocresía de esta postura quedó expuesta en una manifestación el 19 de marzo en Toronto convocada por la creación de los IS: la Campaña de Solidaridad Árabe de Toronto, donde los IS eran hombro con hombro con personas que portaban enormes banderas francesas y canadienses y coreaban “¡Maten a Gadafi!” Un camarada de la Trotskyist League/Ligue trotskyste informó: “Una vez que vimos el carácter vil de la manifestación, aumentamos el tamaño de nuestro equipo: no para ser parte de él, sino para hacer más clara nuestra oposición a este carnaval proimperialista y darle más impacto. Nos quedamos a un lado, con pancartas y cánticos, declarando 'Los imperialistas quitan las manos de Libia'”;
  33. La destrucción del degenerado estado obrero soviético en 1991-92 envalentonó a los imperialistas, principalmente a Estados Unidos, a llevar a cabo una serie de bombardeos, guerras y ocupaciones contra países más débiles;
  34. La contrarrevolución capitalista en la ex Unión Soviética eliminó lo que había sido el principal impedimento a las depredaciones imperialistas, hoy ejemplificadas por la masacre de afganos e iraquíes por parte de las fuerzas de ocupación encabezadas por Estados Unidos;
  35. La “izquierda” socialdemócrata ayudó a allanar el camino para estas atrocidades al saludar a las fuerzas contrarrevolucionarias, desde el polaco Solidarność hasta los “demócratas” rusos de Boris Yeltsin. Habiendo descartado incluso la pretensión de defender el socialismo proletario, los reformistas marchan cada vez más y más abiertamente bajo la bandera de la “democracia” burguesa;
  36. El SU-CI, entre otros, promovió la intervención militar imperialista contra Serbia en 1995 con el pretexto de proporcionar ayuda humanitaria a los trabajadores en Bosnia. Cuatro años más tarde, los mismos personajes pedían una fuerza expedicionaria imperialista europea en Kosovo;
  37. Es digno de mención que una “Declaración Conjunta” del 22 de marzo de varios Partidos Comunistas alrededor del mundo—incluido el KKE griego, el Partido Comunista de Canadá, el Partido Comunista Portugués, el Partido Comunista de la India y el Partido Comunista de la India (Marxista) condena la intervención imperialista contra Libia y no apoya la oposición proimperialista (que simplemente evita mencionar). Sin embargo, la declaración no pide una defensa militar de la Libia neocolonial, sino que impulsa un llamamiento pacifista para que “los pueblos” exijan el fin de la intervención imperialista;
  38. El Workers World Party (WWP) y el Partido Socialismo y Liberación (PSL) de Estados Unidos expresan una oposición similar al ataque a Libia, impulsada principalmente por su apoyo político de larga data a las fuerzas burguesas y pequeñoburguesas en los países del Tercer Mundo que fingen ser "antiimperialista.";
  39. La coalición ANSWER, fundada por el WWP y ahora controlada por el PSL, organizó recientemente una serie de manifestaciones pidiendo “detener el bombardeo de Libia” y planteando la demanda reformista-pacifista de que los gobernantes imperialistas gasten dinero en empleos y educación, no en guerra;
  40. Esta es la fórmula trillada que el WWP, el PSL y otros han utilizado para construir “movimientos pacifistas” de colaboración de clases que unen a “el pueblo” detrás de un ala supuestamente más benigna de la clase dominante capitalista empapada de sangre e inflada de ganancias;
  41. Por último, cabe mencionar el Partido Socialista por la Igualdad (PSI) de David North, cuya propaganda hoy parece bastante crítica con Gadafi y la oposición de los Estados a la intervención militar imperialista. Instamos a cualquier lector que tome por buena moneda el “marxismo” del PSI a que mire más de cerca a estos bandidos políticos, que constituyen una categoría especial en los anales de los renegados del trotskismo;
  42. El PSI hace desaparecer egoístamente su historia como partícipe de las escuálidas maquinaciones pro Gadafi llevadas a cabo por el partido dominante en el “Comité Internacional de la Cuarta Internacional” (CI-CI), el Workers World Party (WRP) en Gran Bretaña dirigido por Gerry Healy. Después de años de aclamar la mítica “Revolución Árabe”, el CI-CI de Healy defendió abiertamente regímenes burgueses empapados de sangre como el de Gadafi en su periódico News Line;
  43. La naturaleza mercenaria de esto es un asunto de dominio público. Según admitieron más tarde, el CI-CI de Healy recibió al menos más de un millón de libras de una variedad de jeques y carniceros bonapartistas del Cercano Oriente durante un período de años que comenzó a mediados de los años 1970, incluyendo más de 500.000 libras de Libia;
  44. Y esto fue realmente por los servicios prestados. En “Healyites, Messengers of Gaddafi”, señalamos que en la Libia de Gadafi “donde los comunistas van a ser encarcelados y masacrados y sus libros quemados, los izquierdistas ostensibles tendrían que hacer algunas cosas bastante peculiares para sobrevivir, y News Line ha dejado claro que el WRP estaría más que dispuesto a hacerlo”. Los Healyitas continuaron elogiando el asesinato de miembros del Partido Comunista Iraquí por Saddam Hussein en 1979;
  45. Como escribimos en “Healyism Implodes” ( Spartacist [edición en inglés] No. 36-37, invierno de 1985-86): “Una vez que se descarta la lucha por la construcción de partidos leninistas para liderar a la clase trabajadora en la liberación de la humanidad, , y parte en busca de planes para hacerse rico rápidamente, terminará en un lugar despreciable: si no un Healy, tal vez el tipo más común de sinvergüenza que vota créditos de guerra para su propia clase dominante”;
  46. Las guerras imperialistas, las ocupaciones y las campañas de bombardeos terroristas son inherentes al sistema del capitalismo en su decadencia. La búsqueda de mano de obra barata, materias primas y mercados exclusivos que obliga a los gobernantes imperialistas a emprender aventuras militares en el extranjero va acompañada de ataques incesantes a los salarios y las condiciones de los trabajadores en el frente interno. La actual crisis económica capitalista mundial ha traído un desempleo masivo acompañado de recortes salariales, eliminación de servicios sociales y un ataque total a los sindicatos. La única salida es la que abrió la revolución obrera de octubre de 1917 encabezada por Lenin y el Partido Bolchevique de Trotsky.

El Comité por una Internacional de los Trabajadores y la Guerra Civil Libia[editar]

El 20 de marzo de 2011, el Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT), publicó un artículo[64]​ en el que afirmó que:

  1. La Revolución Libia se encuentra en una encrucijada. Pero el punto de inflexión no es simplemente el rápido cambio de las líneas de batalla alrededor del Golfo de Sirte. No, estamos asistiendo a un esfuerzo decidido de las potencias occidentales por tomar el control de la revolución y explotarla para sus propios fines;
  2. Esto es algo que posiblemente podría fortalecer al régimen de Gadafi, si aún no ha agotado su capital político en el país, particularmente en las zonas densamente pobladas controladas por él y sus partidarios;
  3. Está absolutamente claro que la intervención militar encabezada por la OTAN no tiene como objetivo simplemente "salvar" a la población civil. Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han dejado claro que quieren, o les gustaría, la destitución de Gadafi. En la práctica actúan como fuerza aérea de los rebeldes y, por ejemplo, no hicieron nada para detener el bombardeo de los civiles en Sirte por parte de las fuerzas rebeldes. Sin embargo, en la actualidad, a pesar de los ataques aéreos, las fuerzas de Gadafi se mantienen firmes y avanzan de nuevo;
  4. Obama, temeroso de verse involucrado en otro Irak o Afganistán, ha descartado enviar tropas terrestres, a diferencia de David Cameron, que ya ha enviado pequeñas unidades SAS (Special Air Service) al país. Pero ésta es una estrategia peligrosa, no sólo en Libia sino también en casa, ya que las encuestas en Gran Bretaña y Estados Unidos muestran dudas y oposición crecientes a cualquier intervención terrestre;
  5. Sin embargo, con las fuerzas de Gadafi nuevamente a la ofensiva, hay una discusión abierta sobre el suministro de armas a los rebeldes, al menos aquellas prooccidentales en las que confía la OTAN; pero esto no les garantizaría automáticamente la victoria;
  6. La Conferencia de Londres del 29 de marzo sobre Libia se abstuvo de seguir los pasos de Nicolas Sarkozy y de reconocer inmediatamente al autoproclamado Consejo Nacional de Transición (CNT) como núcleo de un nuevo gobierno. Esto no fue posible ya que, en el momento de la conferencia, sólo podía pretender controlar una parte del país con una minoría de la población y sus fuerzas estaban en retirada;
  7. La conferencia misma estuvo llena de hipocresía. Su declaración final proclama que "el pueblo libio debe ser libre de determinar su propio futuro", pero las potencias presentes en la conferencia, como mucho, sólo han criticado levemente la opresión y la falta de derechos democráticos en Bahréin, Arabia Saudita, Siria o Yemen;
  8. En verdad, las potencias occidentales están actuando para robar los frutos del levantamiento popular que comenzó en febrero. Este proceso tiene algunas similitudes con la forma en que, hace más de 20 años, los movimientos de masas por los derechos democráticos y el fin de los privilegios en la ex Unión Soviética y Europa del Este fueron desviados hacia el canal de la restauración capitalista en estos países, con resultados catastróficos para la masa de la población;
  9. Hoy en Libia, la ausencia de un movimiento independiente de trabajadores que pueda comenzar a construir una alternativa democrática real al gobierno de Gadafi está permitiendo que la combinación de desertores recientes del régimen y elementos pro occidentales intenten construir su poder, con la apoyo de la OTAN;
  10. El último líder comandante de campo rebelde, Jalifa Hafter, es un ex aliado de Gadafi a quien, hasta hace unas semanas, el gobierno de Estados Unidos le había permitido vivir cómodamente cerca de Washington durante casi 20 años. Pasó ese tiempo intentando construir una fuerza militar para combatir al régimen. Presumiblemente, las administraciones Clinton y Bush vieron a Hifter como un aliado;
  11. Pero ni Estados Unidos ni los demás gobiernos occidentales tienen ninguna preocupación genuina por los intereses reales de la mayoría del pueblo libio; por el contrario, buscan recuperar un mayor control sobre el petróleo y el gas de Libia y al mismo tiempo demostrar su poder en Medio Oriente. Ésta es una de las razones por las que, desde el principio, ha habido una rivalidad abierta entre las diferentes potencias. Las potencias occidentales no tienen ningún interés fundamental en la democracia;
  12. Mire cómo apoyan al podrido régimen saudita: apenas en septiembre pasado, Estados Unidos hizo un acuerdo de armas por valor de 123 mil millones de dólares con los regímenes dictatoriales de Arabia Saudita y los Estados del Golfo. Estos son los estados que no tienen derechos democráticos, o que tienen derechos democráticos muy limitados, y sin embargo están armados hasta los dientes por Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países;
  13. El programa del CNT, “Una visión de una Libia democrática”, fue presentado a los medios de comunicación por el Ministerio de Asuntos Exteriores británico durante la conferencia de Londres. Está lleno de generalidades sobre la “libertad”, la “democracia” y otros excelentes objetivos. Pero con poca consideración por la democracia, el autoproclamado CNT se dio a sí mismo, en este programa, el poder de redactar una nueva constitución, aunque más tarde sería “respaldada en un referéndum”. Significativamente, en un gesto hacia el imperialismo, el CNT declaró que “los intereses y derechos de los ciudadanos y empresas extranjeros serán protegidos”;
  14. No es seguro que el programa del CNT obtenga el apoyo de los dos tercios de la población libia que vive en el oeste del país. Simplemente depende de una combinación del poder aéreo de la OTAN y el deseo de cambio de las masas para asegurar la victoria. Pero esto está facilitando que el régimen de Gadafi se mantenga en el poder. Gadafi puede presentar correctamente al CNT como si estuviera en el regazo de las potencias occidentales a las que les gustaría explotar más a Libia;
  15. Al mismo tiempo, incluso los periodistas occidentales informan que muchos en el oeste de Libia temen lo que sucedería si Gadafi fuera derrocado; ¿Libia tendería a fragmentarse como Somalia, habría un régimen basado en el fundamentalismo islámico, qué pasaría con los grandes avances sociales en salud, educación, etc. logrados en los últimos 40 años?;
  16. El testimonio del comandante supremo de la OTAN, el almirante James Stavridis ante el Senado de Estados Unidos, de que las fuerzas rebeldes en Libia muestran "parpadeos" de una posible presencia de Al Qaeda podría ayudar a que Gadafi parezca, al menos para algunos libios, un "mal menor" frente a una alianza de las potencias occidentales y los fundamentalistas;
  17. Por eso la clave para salvar la revolución libia está en manos de las masas trabajadoras. Túnez y Egipto ya han demostrado que una lucha decidida puede derrocar dictaduras. Sin embargo, los acontecimientos de este año en estos tres países han demostrado que, por sí sola, la voluntad de luchar no es suficiente. Las masas trabajadoras necesitan estar organizadas independiente y democráticamente en sindicatos y en un partido de masas de trabajadores y pobres con un programa claro, para poder luchar para impedir que los logros de sus revoluciones sean arrebatados por elementos de la vieja elite o por una nueva élite en formación, en colaboración con el imperialismo;
  18. Las masas de libios se enfrentan a graves peligros a medida que continúan los combates y aumenta la intervención extranjera. Concretamente en Libia, las fuerzas genuinamente revolucionarias de las masas trabajadoras deben rechazar cualquier dependencia de la ONU o la OTAN y exigir el fin inmediato de esta intervención;
  19. Para derrotar al régimen de Gadafi, los trabajadores y los jóvenes necesitan construir su propia fuerza que pueda llevar la revolución a la victoria, una victoria que no sólo consiga derechos democráticos sino que garantice que la riqueza de Libia sea genuinamente poseída y controlada y gestionada democráticamente en interés de las masas;
  20. Esto sentaría las bases para la liberación y un socialismo genuino, no la versión falsa de Gadafi, que podría atraer a las masas trabajadoras en Medio Oriente, África y más allá.

La Cuarta Internacional Lambertista y la Guerra Civil Libia[editar]

En diciembre de 2011, la Cuarta Internacional Lambertista publicó el artículo: "Révolution et contre-révolution au Maghreb et au Moyen-Orient" (Revolución y contrarrevolución en el Magreb y Oriente Medio)[65]​ en la revista "La Vérité", en el que afirmó que:

  1. Fue la la administración estadounidense quien decidió la intervención en Libia y no Nicolas Sarkozy o David Cameron;
  2. La ofensiva llevada a cabo por los auxiliares europeos, en nombre de la nueva nueva doctrina imperialista conocida como la "responsabilidad de proteger", fue dirigida desde el cuartel general del AFRICOM (la fuerza militar estadounidense para África) en Frankfurt;
  3. La prensa estadounidense y el presidente Obama han definido esta estrategia como "mando desde atrás";
  4. Para el imperialismo estadounidense en crisis, ante el empantanamiento de su ejército en Afganistán e Irak, el imperialismo europeo tenía que implicarse plenamente en la lucha y financiación de la guerra;
  5. El imperialismo estadounidense también otorgó un papel central al Emirato de Catar, que no sólo envió aviones de guerra, sino que sobre todo la financió en gran medida;
  6. Los gobiernos imperialistas, al lanzar esta guerra, amenazaban directamente las revoluciones tunecina y egipcia en curso en los dos países vecinos de Libia;
  7. La intervención imperialista fue también una advertencia a todos los pueblos que pretenden luchar por su propia soberanía. su propia soberanía. Enmascarada como si fuera una "acción humanitaria", el verdadero objetivo era legitimar el "derecho de injerencia", el "derecho" a cambiar por la fuerza los regímenes por la fuerza, para impedir que la gente decidan por sí mismas;
  8. La Internacional Socialista apoyó esta guerra. Grupos de extrema izquierda, incluido el Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (SU-CI), apoyaron con algunas reservas;
  9. La Guerra Civil Libia ha desestabilizó toda la región, en particular el Sahel. Todos los países vecinos (Níger, Chad, Malí, Túnez y Argelia) sufren las consecuencias directas;
  10. La proliferación de milicias de carácter étnico o comunitario se interpone en el camino de la reconstrucción del Estado libio como entidad soberana;
  11. El gobierno argelino, que, para disgusto de las grandes potencias y del FMI (que exigen "reformas" y privatizaciones), desde la Crisis Financiera de 2007-2008, ha restablecido el control parcial del Estado argelino sobre la economía, se negó a apoyar la intervención en Libia;
  12. Louisa Hanoune, Secretaria General del Partido de los Trabajadores (de Argelia) y Abdelmadjid Sidi Saïd, Secretario General de la UGTA, han lanzado conjuntamente un llamamiento para celebrar una conferencia "contra las guerras de ocupación, contra injerencia en los asuntos internos de la integridad y la soberanía de las naciones", que se celebrará en los días 10, 11 y 12 de diciembre de 2012, en Argel;
  13. En Libia se formaron grupos político-militares islamistas o de bereberes del este y oeste del país (Cirenaica y Tripolitania);
  14. El Consejo Nacional de Transición (CNT) era un grupo de antiguos ministros de Gadafi (incluido el Ministro de Justicia durante más de diez años) y representantes político-militares;
  15. Los tuaregs, sospechosos de ser pro-Gadafi, han buscado refugio en los países vecinos del Sahel, donde viven otras poblaciones tuaregs, lo que les ha llevado a reclamar una República Tuareg;
  16. En 2005, Gadafi ya había propuesto la creación de un "Targuistán" (el país de los tuaregs), troceando los países de la región, en particular amputando el sur Argelia;
  17. Los "boutous" (que viven principalmente en el sur de Libia y el norte del Chad), que ocupan las zonas petrolíferas del sur de Libia, exigieron la autonomía y que uno de ellos fuera ministro de Hidrocarburos. El resultado de la acción de las grandes potencias fue la dislocación y "tribalización" de Libia;
  18. Es decir, todo lo contrario de la soberanía de las naciones, que trasciende los particularismos producto de la historia. La misma situación prevalece en Afganistán, o en el dislocado Iraq. Estamos en un momento en que toda la situación puede volcarse en revolución o contrarrevolución. La penetración del imperialismo en el . norte de África no sólo resultará en la dislocación de Libia, porque amenaza directamente a todos los países de la región;
  19. La táctica de Occidente y de sus aliados en las monarquías árabes es tomar la iniciativa en los levantamientos. Eso es lo que ocurrió en Libia;
  20. La formación de un "gobierno" en Libia tras la ejecución de Gadafi se llevó a cabo bajo el control directo del imperialismo. Las milicias bereberes, así como los islamistas radicales y los salafistas, y todas las tribus que no se ven representadas, ya se oponen a este gobierno, allanando el camino para más violencia;
  21. No es insignificante que este gobierno, presentado por los imperialistas como un gobierno democrático, haya declarado explícitamente que Libia debe regirse por la sharia;
  22. Por tanto, la guerra en Libia no tenía otro objetivo que frenar la marea revolucionaria, en una situación en la que los regímenes en el poder, serviles al imperialismo, no tenían la capacidad de hacerlo;
  23. Por lo tanto, el imperialismo estadounidense tuvo que encontrar nuevos relevos para aplicar esta política. La transición democrática significaba implicar plenamente a la "oposición", en particular a los partidos islamistas que, durante décadas habían sido reprimidos por dictaduras que trabajaban en nombre del imperialismo;
  24. Recordemos que el argumento desarrollado en Europa y el para apoyar a regímenes "autoritarios" como el de Ben Ali, Hosni Mubarak y Gadafi, fue la lucha contra contra el terrorismo islámico y Al Qaeda;

https://www.cermtri.com/system/files/Adherents/72-678.pdf

La Liga por la Quinta Internacional y la Guerra Civil Libia[editar]

El 19 de marzo de 2011, la Liga por la Quinta Internacional publicó un artículo,[66]​ en el que afirmó que:

  1. La rebelión contra la dictadura de Gadafi merece un apoyo incondicional y eso no se ve alterado por la decisión de la ONU;
  2. Quienes se oponen a los Estados poderosos tienen derecho a hacerse con las armas dondequiera que puedan y a aprovechar cualquier debilidad de la situación de sus opresores. Esto sigue siendo cierto incluso cuando las debilidades son resultado de la [Intervención militar en Libia de 2011|acción imperialista]]. Si, al amparo de la zona de exclusión aérea, los insurgentes y revolucionarios libios pueden retomar posiciones, socavar la moral o la lealtad de las tropas de Gadafi e incluso avanzar hacia la capital, Trípoli, eso es un paso adelante para la revolución libia y debe ser bienvenido;
  3. Al mismo tiempo debemos oponernos al ataque estadounidense, británico y francés. El ataque imperialista permite a Gadafi presentarse en casa como defensor de la nación. Le proporciona una causa popular que antes no tenía. Ahora puede intentar reunir a parte del pueblo y desplegarlo contra la revolución;
  4. Los imperialistas obviamente están buscando aliados potenciales dentro de la oposición a Gadafi con quienes puedan llegar a un acuerdo que garantice sus propios intereses. Un acuerdo así podría incluir incluso elementos de la actual administración de Gadafi. La composición exacta del Consejo Nacional de Transición en Bengasi no está clara, pero es probable que contenga figuras preparadas para llegar a un acuerdo de ese tipo y establecer un nuevo régimen no mejor que el de Gadafi;
  5. Sin embargo, reconocer el peligro no es lo mismo que concluir que es inevitable. En el aquí y ahora, la tarea clave de los revolucionarios en Libia es fortalecer el papel y la capacidad de la clase trabajadora y los pobres urbanos en la lucha contra Gadafi. Necesitan construir sus propias organizaciones, sindicatos, grupos de mujeres de la clase trabajadora, comités vecinales y su propia milicia;
  6. Esto se necesita ahora en Bengasi contra Gadafi; puede que se necesite mañana contra los que hacen concesiones, incluso contra los propios imperialistas. Lo primero es lo primero. Hoy en día, la población está movilizada contra Gadafi pero dirigida por líderes autoproclamados que no rinden cuentas; los trabajadores deberían exigir que estas personas se subordinen al control popular; ¡abrir sus reuniones, informar de sus decisiones, vetarlas si no avanzan en la causa!;
  7. Al igual que Gadafi, al igual que los imperialistas, los trabajadores de Libia necesitan aliados internacionales. Primero deberían dirigirse a sus vecinos, los trabajadores de Egipto y Túnez y el resto del mundo árabe. Un retroceso en Libia sería una amenaza para un mayor progreso de las revoluciones en toda la región. Del mismo modo, el apoyo de los trabajadores de la región a la revolución libia podría cambiar el rumbo no sólo contra Gadafi sino también contra los planes de los imperialistas;
  8. La velocidad de los acontecimientos en Libia subraya la necesidad de que la clase trabajadora desarrolle su propia organización política y su liderazgo, un partido revolucionario comprometido no sólo a derrocar a Gadafi mediante movilizaciones y organizaciones de la clase trabajadora sino también a poner el poder en manos de esas organizaciones. Sólo esa estrategia, la estrategia de la revolución permanente, puede internacionalizar la revolución y defenderla contra la contrarrevolución y los imperialistas.

La Fracción Trotskista y la Guerra Civil Libia[editar]

El 18 de enero de 2012, la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI) publicó un artículo[67]​ en el que afirmó que:

  1. A principios de 2011, la Libia se convirtió en uno de los focos avanzados de la "primavera árabe", es decir, el ciclo de levantamientos masivos contra las dictaduras que derrocaron a Ben Ali en Túnez y a Hosni Mubarak en Egipto. En este último país clave de la región (por su peso económico, demográfico y geopolítico en el dispositivo de dominación imperialista), se abrió un proceso revolucionario de enorme importancia por sus contornos más "clásicos" (en primer lugar, la fuerza y papel creciente del proletariado), que ahora entra en una segunda fase, caracterizada por el enfrentamiento con el gobierno, a pesar del proceso electoral planteado como una distracción;
  2. Allí, las movilizaciones regresaron a la Plaza Tahrir y las mujeres comenzaron a salir a las calles mientras continuaban las huelgas obreras. Mientras tanto, las tendencias hacia la guerra civil en Siria y Yemen siguen abiertas y mientras se completa el "Año I" de la rebelión en el mundo árabe, las tendencias hacia la polarización están diluyendo las ilusiones de una "democratización pacífica" en el contexto de la crisis. mundial. El imperialismo intenta contener el proceso apoyando a los regímenes más reaccionarios o maniobrando con políticas de "transición democrática" que combinan la represión con soluciones electorales cuando éstas han resultado insostenibles (como en Egipto y Túnez);
  3. En Libia, sin embargo, se produjo de manera particular. Allí, el proceso revolucionario iniciado en febrero desembocó en una guerra civil, ya que Gadafi se mantuvo fuerte en Trípoli, aunque en Bengasi y en el este del país triunfó el levantamiento. El dictador perdió el apoyo del imperialismo, que tras algunas vacilaciones se reubicó, apoyando a los rebeldes y cooptando la dirección del Consejo Nacional de Transición (CNT), con el resultado de que la rebelión quedó política y militarmente subordinada a la intervención imperialista;
  4. La intervención de la OTAN bajo la máscara de "humanitaria" y "democrática" permitió a los imperialistas presentarse como "amigos del pueblo libio" y garantizar que el derrocamiento del dictador estuviera mediado no sólo por la formación de un gobierno títere, sino también por una abierta injerencia de las grandes potencias en cuestiones de "reconstrucción" económica y política;
  5. Con ello, el imperialismo intenta estabilizar un país en convulsiones hasta en sus estructuras y, además, utilizar a Libia como “laboratorio” de estrategias de intervención contrarrevolucionarias frente a los procesos de lucha de clases que sacuden la región;
  6. Pero, ¿fue la caída de Gadafi el resultado de una "conspiración imperialista"? ¿El triunfo de una colosal "revolución democrática"? ¿O fue -como sostenemos- un proceso mucho más contradictorio, en el que el potencial revolucionario de su derrocamiento fue mediado, abortado, por la intervención imperialista? En el complejo proceso libio se combinaron el levantamiento de masas contra un dictador calificado de antiimperialista por un ala de la izquierda, el armamento de sectores populares entre los rebeldes y la intervención militar de la OTAN bajo pretextos "humanitarios" y "democráticos" para acelerar su derrocamiento. El debate en la izquierda continúa en torno a estas cuestiones y a cómo posicionarse ante la situación actual;
  7. La Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (LIT-CI), ha publicado una nueva nota en polémica con nuestra corriente: "¿Dónde está la revolución y la contrarrevolución en Libia?". Esto nos da la oportunidad de reexaminar algunos de los problemas del proceso libio y desarrollar el debate;
  8. En este texto, sin responder a nuestras principales críticas a sus posiciones, la LIT-CI insiste en "gravarnos" con la política de apoyo a Gadafi de Fidel Castro, Hugo Chávez y sus seguidores, en una maniobra polemista para encubrir la lamentable posición política de la LIT-QI, que celebró la caída del dictador con la ayuda de los bombardeos imperialistas;
  9. El autor no puede utilizar ni una sola cita de nuestras declaraciones y artículos para ayudarse, pero nos dice que terminaríamos "en la misma posición que el castrochavismo" como "su correa de transmisión dentro del trotskismo";
  10. Toda la lógica de su exposición trata de argumentar que había dos y sólo dos posibilidades en la izquierda: estar con Gadafi (en la que él nos quiere encuadrar) o contra él (la que ellos adoptaron). Pero en realidad, está claro que no había sólo dos, sino tres estrategias (que apoyaban cuatro corrientes políticas principales). Veamos:
  11. La de los sectores estalinistas y nacionalistas (como Chávez y Castro y sus seguidores) que veían la rebelión libia como una pura conspiración imperialista contra un líder "antiimperialista", poniéndose del lado del dictador contra el levantamiento de las masas, y separándola de todo el proceso de la "primavera árabe";
  12. La que concebía el proceso como una "guerra de regímenes" en la que se enfrentaban "concretamente" un régimen dictatorial y la "lucha por la democracia". Una vertiente de esta posición, francamente oportunista, fue defendida por sectores de la intelectualidad europea, como el intelectual francés Gilbert Achcar (cuyos artículos sobre Libia reproducían las publicaciones del mandelismo), que desde una lógica democratista daba un "apoyo crítico" a la intervención de la OTAN como "mal menor" porque era contra una feroz dictadura. Sin embargo, esta percepción de una "guerra de regímenes", que absolutiza el antagonismo entre dictadura y democracia, sin entender que son formas de la misma dominación burguesa, también se reflejó en tendencias de la izquierda trotskista que, al denunciar la intervención, atribuían la visión de una "revolución democrática" que desembocaba en un "colosal triunfo popular" donde la injerencia imperialista era un factor totalmente secundario en el amplio frente de "todos contra el dictador" que la contenía, visión que permeaba las posiciones de la LIT-CI y la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores - Cuarta Internacional (UIT-CI), llevando a la adaptación política a las direcciones "combativas" del campo rebelde;
  13. Una estrategia de clase, independiente y fundada en la tradición del trotskismo, que considera a la lucha contra la dictadura como un motor de la movilización popular, no se detiene a realizar esta tarea aisladamente, sino que, utilizándola transicionalmente, impulsa que la clase obrera conquiste la hegemonía para imponer un gobierno obrero y popular. Esta es la estrategia que desde la FT-CI hemos apoyado desde el inicio de los levantamientos, por el derrocamiento revolucionario de Gadafi, contra toda injerencia imperialista en Libia y por el desarrollo de la movilización revolucionaria de masas, resumida en la consigna "¡Abajo la intervención militar imperialista en Libia! ¡Abajo Gadafi! Por un gobierno obrero y popular!";
  14. La LIT-QI no puede refutar que afirmamos que: "el imperialismo no interviene para que triunfe el levantamiento popular contra Gadafi, sino para intentar imponer un gobierno títere al servicio de sus intereses". La solución tampoco es, como dicen Hugo Chávez y otros "progresistas", subordinarnos a Gadafi, que no sólo se ha transformado en un dictador proimperialista, sino que también está librando una guerra contrarrevolucionaria para aplastar el levantamiento popular que puso en duda su dominio, como parte de los levantamientos en la región;
  15. La única salida progresista para el pueblo libio es luchar enérgicamente tanto contra la intervención imperialista como para derrotar a la dictadura reaccionaria de Gadafi. En esta lucha los aliados del pueblo libio son los trabajadores y sectores populares que se levantaron en el norte de África y otros países árabes contra los regímenes dictatoriales y las monarquías proimperialistas; los trabajadores, los jóvenes y los millones de inmigrantes que en los países imperialistas pueden boicotear la política belicista de Sarkozy, José Luis Zapatero y compañía; y a todos los explotados de todo el mundo". En varios artículos, que pueden leerse en el portal FT-QI y en las publicaciones de organizaciones de nuestra corriente internacional, seguimos el proceso libio y el conflicto árabe y mantuvimos esta orientación estratégica y política;
  16. La simplificación de la LIT-CI no es inocente. No es casualidad que ni siquiera exista una cita textual de nuestras posiciones. Se intenta crear un adversario, distorsionando nuestra política mediante una fusión del apoyo indefendible a Gadafi por parte de chavistas y castristas. Una maniobra tan escandalosa que resulta absurda al leer cualquier nota sobre la "primavera árabe", y en particular sobre el proceso libio, sobre el que hemos escrito. Aunque realice esta maniobra, no deja de ser revelador que la LIT-CI no considere necesario combatir posiciones como la de Achcar, quien aceptó la intervención imperialista de la OTAN como un "mal menor" para asegurar la derrota de Gadafi, tal vez porque estos sectores son parte de la "unidad de acción entre el imperialismo y las masas para derrocar a Gadafi" que la LIT-CI descubrió en Libia?;
  17. ¿Por qué se necesitan trucos de tan bajo nivel para discutir nuestras posiciones? No es que la realidad del proceso libio ratifique lo escrito por la LIT-QI, sino precisamente todo lo contrario, que la situación que describieron como una "impresionante victoria de un pueblo que se levantó en armas", menospreciando toda la importancia de la participación de la OTAN en el resultado;
  18. De hecho, si la ya mala calidad de sus métodos controvertidos disminuye aún más, es porque la calidad de su política hacia Libia ha caído varios peldaños más en la escala oportunista, como veremos más adelante, al examinar su política hacia los dirigentes de las milicias;
  19. El levantamiento popular de febrero significó el inicio de un proceso revolucionario, y para enfrentarlo surgieron dos formas de contrarrevolución. Uno es el que intentó Gadafi: el camino del aplastamiento mediante una guerra civil abierta (como hemos escrito decenas de veces en contra de la visión de los chavistas y castristas, Gadafi no defendió la soberanía libia contra el imperialismo; su triunfo sobre el levantamiento popular habría significado una victoria contrarrevolucionaria disfrazada de fascista);
  20. La segunda, que, ante los riesgos de la anterior en las condiciones de la crisis del Estado libio, de su propia debilidad hegemónica y en el contexto de la "Primavera Árabe", adoptó después de algunas vacilaciones el imperialismo: una estrategia de "contrarrevolución democrática";
  21. En otras palabras, la contrarrevolución imperialista revestida con un barniz "humanitario" y "por la democracia", para imponer la salida del dictador, controlar el levantamiento y allanar el camino a una "transición" como en Túnez y Egipto. Debido a las características estructurales del Estado de Jammairiya que hacían muy difícil la salida negociada de Gadafi, dado el grado de fusión del Estado, régimen y gobierno en torno a la figura del "rey de reyes" (que nos permite llamar a "Gadafi" el construido por Gadafi en 42 años, que podría decir "el Estado soy yo" como los antiguos monarcas) y ante la virtual partición del país (con los levantamientos victoriosos en Benghazi a pesar de que la dictadura contraatacó desde Trípoli), el imperialismo, con Francia en primera línea, decidió intervenir militarmente con la OTAN en virtud de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, con la complicidad de los gobiernos de la Liga Árabe y apoyándose en la cooptación de los líderes rebeldes;
  22. Esto significó un cambio decisivo en el proceso, ya que permitió que el imperialismo se reubicara. Si todavía era posible que el levantamiento popular se desarrollara hasta derrotar revolucionariamente al régimen de Gadafi con una gran acción históricamente independiente de las masas; la combinación entre la ofensiva militar gadafista y la intervención imperialista con la colaboración de la dirección del CNT acabó ahogando esta posibilidad;
  23. Incluso miembros del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado brasileño sugirieron que algo importante estaba sucediendo: "En las primeras semanas de la guerra civil, los rebeldes rechazaron cualquier tipo de intervención extranjera. Las manifestaciones en Benghazi, por ejemplo, fueron contra la acción de las potencias imperialistas. Seis británicos Los soldados llegaron a ser detenidos por los rebeldes mientras sobrevolaban zonas controladas por la insurgencia, sin embargo, con el paso de los días, la superioridad militar del dictador cambió la correlación de fuerzas en la guerra civil, cambio que aprovecharon el imperialismo norteamericano y europeo para imponerse;
  24. La LIT-CI reconoció que "Esto generó una actitud de expectativa de alguna ayuda externa al pueblo libio, amenazado por las masacres del dictador". Efectivamente, desde entonces, el repudio a los imperialistas ha desaparecido y desde el CNT y los cuarteles militares rebeldes se ha impulsado una estrategia reaccionaria de alcanzar la victoria apoyándose en la acción militar, política, comercial y financiera del imperialismo;
  25. Sin embargo, la LIT-QI no sacó ninguna conclusión estratégica de las consecuencias de esta intervención y, fiel a su método objetivista y mecanicista, no dejó constancia del impacto material y subjetivo de la intervención imperialista que cooptó al CNT y a los principales líderes rebeldes. lAunque rechazó la intervención de la OTAN (al contrario de lo que decían Achcar y otros), concebía que, después de todo, se había establecido de hecho una "unidad de acción" entre las masas y el imperialismo contra la dictadura;
  26. Por el contrario, ante esta situación, desde FT-QI escribimos: "Mientras Gadafi persigue sus objetivos contrarrevolucionarios de aplastar el levantamiento, la dirección de la oposición actúa en común con la OTAN, que bombardea el país, y busca ganar la apoyo de los gobiernos de las grandes potencias así como de las monarquías y regímenes reaccionarios del mundo árabe para seguir sometiendo al pueblo libio, como ya hemos comentado en otras notas contra quienes aportan argumentos de “izquierda” para sustentar esta política contrarrevolucionaria, la intervención no tiene nada que ver con cuestiones "humanitarias" y menos aún con lograr la "democracia", sino con lograr que surja un régimen más proimperialista que el propio Gadafi y relegitimarse colocándose del lado de los "rebeldes" para intervenir más decididamente y poner límite a la “Primavera Árabe” (...) La clave de la política revolucionaria ante la situación en Libia es plantear un programa independiente para luchar contra el imperialismo y la dictadura de Gadafi, buscando la solidaridad de las masas árabes, que abre el camino para luchar por un gobierno obrero y popular";
  27. Durante todo el proceso la LIT-QI llamó a enfrentar la dictadura gadafista, es decir, el régimen de contrarrevolución directa que terminó derrotado; sin embargo, devaluó sistemáticamente la contrarrevolución "democrática" imperialista, que acabó cooptando el levantamiento y garantizando decisivamente la caída de Gadafi;
  28. Para la LIT-QI, la caída de una dictadura sería en sí misma un triunfo colosal de las masas, sin importar en qué condiciones o en qué constelación de fuerzas sociales y políticas se produzca, o incluso si se produce bajo las alas de intervención imperialista;
  29. La política de la LIT-QI se basa en la teoría de la "revolución democrática" heredada de Nahuel Moreno (que tiene un carácter semietápico y revisa la Teoría de la Revolución Permanente que defienden los trotskistas);
  30. Sin embargo, para los trotskistas la lucha contra una dictadura no puede concebirse como una fase semiindependiente de "revolución en el régimen" donde se alcanzaría la democracia, ya que la conquista de la libertad política, el pan, el trabajo y la independencia del sometimiento imperialista son tareas democráticas de una revolución que, liderada por la clase trabajadora, tiene que derrocar la dictadura para imponer el poder de la clase trabajadora y del pueblo en lucha. Decimos una vez más: "(...) la teoría de la revolución permanente significa que la verdadera y completa solución de sus tareas democráticas y liberadoras nacionales sólo es concebible a través de la dictadura del proletariado, que asume la dirección de la nación oprimida y , en primer lugar, de sus masas campesinas";
  31. No hay ni puede haber un verdadero triunfo democrático a manos de la intervención imperialista y esto lo demuestra el hecho de que el resultado en Libia no fue un triunfo de la "revolución democrática" que abre el camino a la revolución socialista, según el esquema de la LIT-QI;
  32. Aun así, la LIT-QI informó exultante que estábamos ante "una tremenda victoria política y militar para el pueblo libio y para todo el proceso revolucionario que sacude al mundo árabe";
  33. El imperialismo, reubicándose con bombas de la OTAN en apoyo a los rebeldes, logra realizar una actividad importante en el país, que buscará aprovechar no sólo para estabilizar Libia, sino también para mantener uno de los límites que marcan los levantamientos árabes;
  34. La LIT-QI ni siquiera tuvo en cuenta que en el mundo árabe hubo muchas manifestaciones de solidaridad con el pueblo libio, pero prácticamente ninguna levantó consignas contra la intervención de la OTAN. Restarle toda importancia al hecho de que la OTAN fue un actor fundamental en las acciones que llevaron a la caída de Gadafi, alimenta ilusiones de que el imperialismo puede actuar a favor de los intereses populares, debilita la conciencia antiimperialista y, en última instancia, facilita la política reaccionaria de "transición democrática";
  35. La LIT-QI sufre la miseria de la dialéctica y no puede comprender de manera marxista la interacción entre factores objetivos y subjetivos. Fiel a su visión objetivista de que todo empuja hacia adelante la revolución, incluso hacia el socialismo, ni siquiera se pregunta por los efectos sobre la subjetividad de las masas y la vanguardia, la influencia sobre su conciencia y estado de ánimo. Pero no se puede hacer un análisis marxista, un "análisis concreto de la realidad concreta" como decía Lenin, y mucho menos en tiempos de agudización de las crisis y de la lucha de clases, sin tener en cuenta aspectos subjetivos: factores políticos, estado de ánimo de las masas, etc.;
  36. Consideramos una victoria importante la caída impuesta por la movilización popular de Ben Ali en Túnez y Mubarak en Egipto, como pasos adelante en el proceso revolucionario, pero en Libia, cuando la caída del dictador se impuso con los bombardeos de la OTAN, hay que tener en cuenta que el imperialismo tiene un fuerte control en la crisis libia;
  37. Este no es un problema puramente analítico, ni sólo una debilidad teórica, ya que tiene graves consecuencias políticas y de hecho implica ceder a la presión de la contrarrevolución democrática;
  38. Por lo tanto, no se puede clasificar simplemente como un triunfo colosal de las masas. A diferencia de Túnez o Egipto, donde los trotskistas celebrarían con las masas la caída de Ben Alí o Mubarak, en Trípoli y Bengasi, la LIT-QI - si tuviera alguna presencia allí - debería pensárselo dos veces antes de sumarse alegremente a las manifestaciones que celebraron con banderas francesas e inglesas;
  39. Si los castristas y chavistas vieron las operaciones de la OTAN simplemente como una guerra colonial, la LIT-QI (y con ella la UIT-QI) devaluó sistemáticamente la importancia de la intervención y sus consecuencias políticas, viendo nada más que debilidad en ella. Sin embargo, por alguna razón ésta fue considerada "una de las operaciones más exitosas en la historia de la Alianza";
  40. En el marco de la operación denominada "Protector Unificado", decenas de barcos y centenares de aviones de 19 países llevaron a cabo más de 26.000 misiones, 7.000 bombardeos, además de enviar grupos especiales como el Special Air Service (SAS) británico y los "asesores" franceses y contando sobre la presencia de tropas qataríes en los frentes de batalla trabajando junto a las milicias rebeldes;
  41. Todo esto fue fundamental para romper el aparato militar gadafista y canalizar el avance y triunfo de los rebeldes dentro de los límites que fortalecieran los intereses del imperialismo. Si "la guerra es la continuación de la política por otros medios", es evidente que tal desarrollo no dejó de tener un impacto decisivo en el resultado y la reubicación de los actores ante la caída de Gadafi;
  42. Evidentemente, los objetivos contrarrevolucionarios de recomponer el Estado y reconstruir el Ejército aún no se han materializado, además del problema político de discutir un nuevo reparto de la riqueza petrolera y negocios de "reconstrucción" entre las distintas capitales;
  43. Recordemos que bajo el régimen de Gadafi, Libia se había convertido en un socio importante de Italia (por un lado, grandes inversiones de la Ente Nazionale Idrocarburi (ENI) y otras empresas en Libia cuyo petróleo fluía en gran medida hacia la Península; por otro lado, Libia era el tercer inversor en Italia). Ahora es Francia quien reclama su parte (el CNT ya le había ofrecido hace meses un tercio del negocio petrolero). El gobierno provisional acaba de seleccionar una lista de una decena de empresas transnacionales entre las más de 50 que acudieron a Trípoli para cerrar nuevos contratos petroleros;
  44. Precisamente con estos objetivos, Francia, Italia y EE.UU. envían a sus máximos representantes a Libia y multiplican sus actividades en el país, pero en lugar de ser expulsados ​​ante el "triunfo colosal", hasta el momento no han afrontado ni una sola acción importante de repudio;
  45. La visita del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, Alain Juppé, confirmó el interés de Francia en consolidar su papel económico, político y militar en el país, desplazando a Italia. Posiblemente reforzar los vínculos con Bengasi (donde se crearía una "Embajada de Francia") para reforzar sus puntos de apoyo en el centro petrolero del país;
  46. A cambio, el Presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Monti, y el jefe del CNT, Mustafa Abdel Jalil, reactivaron el tratado de amistad entre ambos países, descongelando fondos y créditos para Libia mientras ENI actualiza sus operaciones petroleras;
  47. El 16 de Diciembre de 2011, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos visitó Trípoli para reunirse con el Primer ministro de Libia, Abdurrahim El-Keib y anunciar que "esta nueva Libia libre puede convertirse en un importante aliado de seguridad de Estados Unidos";
  48. Si los líderes imperialistas y las corporaciones transnacionales pueden moverse con tanta libertad y orgullo en Libia ante el derrocamiento de Gadafi, es precisamente porque las potencias occidentales han logrado una reubicación en el proceso;
  49. La LIT-QI insiste "¿fue su caída una victoria de las masas o del imperialismo?" describiéndolo como "una gran victoria para el pueblo libio y la revolución árabe". Lejos de admitir una respuesta fácil y mecánica a los gustos simples de sus líderes, tenemos que asumir que la caída del dictador se produjo gracias a los bombardeos de la OTAN, las medidas de bloqueo financiero de la UE y los EE.UU. y la presencia de comandantes británicos y franceses y tropas qataríes en el terreno, que medió las consecuencias revolucionarias de la desintegración del Estado, puso límites y subordinó los aspectos independientes de la acción de masas, y fortaleció los puntos de apoyo para la reconstrucción del Estado burgués y la reconstitución del dominio imperialista;
  50. La implosión del Estado obliga al imperialismo a la urgente necesidad de reconstruir la autoridad política y una fuerza armada, recuperando el monopolio de las armas, para evitar perspectivas de pesadilla: por un lado, un "escenario iraquí" de lucha por el poder entre tribus, comunidades religiosas, antiguos miembros del régimen gadafista, etc., que reabren tendencias hacia la guerra civil (como ocurrió en Irak tras la caída de Saddam Hussein) pero sin poder contar con tropas propias en Libia; otro, el de un nuevo levantamiento revolucionario de las masas, como en febrero, pero esta vez se enfrentaría directamente a una débil CNT y sus padrinos imperialistas; y también, el riesgo de una situación de “Estado fallido” al estilo de Somalia u otros países africanos, es decir, de descomposición social y política sin que el proletariado emerja como un sujeto capaz de dar una salida, donde la guerra se vuelva incontrolable. Además, existen los problemas de la salida de inmigrantes africanos hacia Europa (cuyo control estaba garantizado por Gadafi) y el tráfico de armas procedentes de los arsenales libios;
  51. Estamos de acuerdo en que al frente de Libia hay un gobierno burgués, contrarrevolucionario y títere. Pero es necesario profundizar este análisis. El gobierno del CNT no ha podido controlar la situación y, además, está atravesado por crisis y luchas constantes por diferencias regionales, entre sectores islámicos o laicos, ex gadafistas, etc., con diferentes proyectos políticos y intereses enfrentados entre sí;
  52. Varias camarillas discuten su parte de poder en vista de los acuerdos con las empresas transnacionales y la "ayuda" internacional, en los que los distintos imperialismos también participan en la competencia por el petróleo y la "reconstrucción". Y, además, se enfrenta a la desconfianza de sectores populares en los que promete avanzar en una "transición democrática" (con un discurso confuso en el que conviven promesas liberales e islámicas), intentando encauzar las aspiraciones democráticas a través de elecciones en un calendario aún impreciso, que debería culminar en una asamblea constituyente el próximo año;
  53. El CNT surgió a partir del levantamiento de las masas y pronto, desde su base territorial en Bengasi durante los meses de la guerra civil, contó con el apoyo de la OTAN. Está formado por cincuenta miembros en un conglomerado heterogéneo de ex gadafistas, peces gordos burgueses, líderes tribales y de milicias y busca afirmar su débil legitimidad presentándose como la dirección que logró la victoria sobre la dictadura;
  54. En un contexto donde la dictadura de Gadafi impidió y reprimió cualquier manifestación de vida política independiente, no hay partidos con peso, ni sindicatos, ni organizaciones de masas preexistentes al levantamiento y los órganos de control de la Jammairiya han implosionado;
  55. Dos tipos de estructura aparecen entonces como las principales instancias sociales y políticas en las que la CNT busca apoyarse: por un lado, las formas tradicionales de clanes y tribus, de influencia regional y entrelazadas con las redes del islamismo, a partir de ellas surgen corrientes políticas islamistas, como las moderadas, vinculadas a los Hermanos Musulmanes egipcios y los fundamentalistas islámicos o salafistas; y por otro, las milicias surgidas en decenas de pueblos y ciudades al calor del levantamiento popular, de carácter heterogéneo y de base territorial, ligadas también a divisiones tribales y regionales y con influencia musulmana;
  56. Debido a la rivalidad entre las distintas facciones, la formación del nuevo gobierno significó fuertes disputas y sólo se produjo después de una importante negociación. Mientras Mustafá Abdel Jalil, que había anunciado que la nueva Libia se basaría en la sharia (ley islámica), era desplazado a principios de noviembre al segundo plano (bajo la presión imperialista que prefiere a los liberales) y Abdel Rahim al Kib era elegido como primer ministro al frente del gobierno provisional;
  57. Abdel Rahim al Kib es un ingeniero petrolero y empresario formado en Estados Unidos (de perfil "modernizador", prooccidental y laico) que debe mediar en un gabinete de compromiso entre las distintas alas;
  58. Los islamitas, aunque que bien representados en el CNT, consideran que el CNT es "demasiado laico";
  59. En el marco de este enfrentamiento, Abdel Jalil declaró: "Somos capaces de perdonar y de tolerar, somos capaces de integrar a nuestros hermanos que lucharon contra los revolucionarios (...) La tolerancia y la reconciliación son un principio musulmán", haciendo el primer llamamiento a la conciliación con los gadafistas desde la instalación del gobierno del CNT en Trípoli;
  60. El gobierno provisional enfrenta enormes problemas de todo tipo que conspiran contra su consolidación y el cumplimiento efectivo de estos planes. No sólo debe lograr la recuperación del aparato económico (aunque ya se está rehabilitando la producción petrolera y se negocia la rehabilitación de los recursos financieros), también debe avanzar en planes para la reconstrucción de un Estado y un régimen viables, para superar la situación de desintegración de la dictadura y sus instituciones, incluidas las Fuerzas Armadas, la policía y los diversos servicios de inteligencia y paramilitares de Gadafi. Además, la CNT debe responder a una situación de necesidad y pobreza entre las masas, que se han movilizado ampliamente y siguen convulsionadas, después de casi un año de división del país, guerra civil, bombardeos y desorganización económica y de servicios;
  61. Reconstruir un Ejército y una Policía centralizados supone enmarcar las diferentes facciones según una división del poder difícil de organizar, asimilar a sus cuadros y a parte de los milicianos y ex soldados, y desarmar al resto, un plan difícil de llevar a cabo en un corto plazo;
  62. En los shocks y tensiones que esto genera, la LIT-QI encuentra nuevos fundamentos para su lógica de campo: en el campo progresista frente al reaccionario y así nunca sigue los criterios básicos de una estrategia trotskista: “Lo que tenemos que salvaguardar en el curso de la revolución es principalmente el partido independiente del proletariado que evalúa constantemente la revolución desde el punto de vista de los tres campos y es capaz de de luchar por la hegemonía del tercer campo y en la revolución en su conjunto”;
  63. Antes, frente a Gadafi, la LIT-QI se adaptó al bando liderado por la dirección proimperialista del CNT, afirmando que le correspondía "unificar sólidamente todas las fuerzas sociales, políticas y militares que apoyan la lucha" pese a que "Esto no significa, sin embargo, que todos los que participan en la lucha deban tener los mismos intereses o pensar en las mismas medidas cuando, tras la caída de Gadafi, haya que construir un nuevo poder para la nueva Libia";
  64. Ahora, frente al gobierno del CNT, se adapta a la dirección burguesa y pequeñoburguesa de las milicias, viendo una oposición prácticamente absoluta entre el campo gubernamental y el campo miliciano, que sería, en sí mismo y sin más análisis, la representación de "gente en armas.";
  65. Escribiendo a miles de kilómetros de distancia, sin conocer la lengua árabe y guiándose por artículos sesgados en la prensa internacional que buscan moldear la opinión pública (exagerando la incontrolabilidad de las milicias para apoyar el plan de centralización y desarme), los líderes de la LIT-QI deberían ser un poco más cautelosos en su apoyo entusiasta al fenómeno tal como está;
  66. Para empezar hay que recordar el “pequeño” dato de que la intervención de la OTAN supuso la cooptación de las milicias a través del CNT, subordinándolas al plan imperialista y degradándolas al papel de infantería subordinada militar y políticamente a sus operaciones. Aunque el CNT nunca logró un liderazgo completo de la lucha y de lo que se convertiría en su brazo armado: el nuevo Ejército Nacional Libio, que es débil y no jugó un papel relevante en los combates, fue el único centro que reivindicó la suma de fuerzas políticas y militares a lo largo de todo el país y ninguna de las facciones armadas lo ignoró abiertamente;
  67. Ya hemos destacado la participación de Qatar, de los comandantes de la OTAN y otros mecanismos que hicieron posible esta subordinación como "infantería de la OTAN". A LIT-QI le sorprende la analogía, pero no refuta los argumentos. La LIT-QI no aprendió nada de lo ocurrido en Kosovo, donde el ELK (Ejército de Liberación de Kosovo) empezó expresando un movimiento nacional progresista de separación de Serbia, y acabó cumpliendo el papel de "infantería", al servicio de la intervención que convirtió a Kosovo en un "protectorado" imperialista;
  68. En segundo lugar, la LIT-QI devalúa por completo otro "pequeño" dato: que las milicias formen parte del CNT y que varios de sus dirigentes figuran entre los puestos clave del gobierno provisional. A mediados de noviembre se alcanzó un acuerdo por el que Osama al-Juwali, líder militar de la milicia que detuvo y mató a Gadafi, era nombrado ministro de Defensa, mientras que Fawzi Abdelal, de la milicia de Misrata, era nombrado ministro del Interior;
  69. En medio de esto, Abdel Hakim Belhaj (del antiguo Grupo Islámico Combatiente Libio vinculado a Al Qaeda) encabezó el Comité Militar de la capital, apoyado por el Qatar, que poco después del final de la misión de la OTAN asumió un papel central en el asesoramiento y financiación de la reorganización militar;
  70. En tercer lugar, el fenómeno de las milicias, surgido al calor de las primeras semanas del levantamiento antidictatorial, es muy heterogéneo y, aunque tienen una base social plebeya, se han conformado a la asimilación de muchos ex oficiales del ejército gadafista, elementos de tribus locales, líderes musulmanes, etc.;
  71. Según informaciones occidentales, un centenar de grupos, principalmente delimitados territorialmente, vinculados a diferentes intereses regionales y tribales, reúnen a unos 125.000 hombres;
  72. La rebelión en Bengasi y otras zonas de la costa oriental jugó un papel central. Allí, "en momentos clave, los componentes militares que desertaron se reunieron en las líneas del frente oriental, permaneciendo la mayoría de ellos observadores pasivos de lo que estaba sucediendo en el resto del país". Evidentemente, esperaban que los bombardeos de la OTAN aplastaran a las fuerzas de Gadafi, preservándoselas para más adelante. A partir de las deserciones de numerosos oficiales del bando de Gadafi se creó el "Ejército Nacional Libio", aunque sin poder constituirse como una fuerza de alcance nacional, tendría al menos autoridad formal sobre algunas brigadas del Este;
  73. Sobre esta base, actualmente se intenta construir un ejército burgués centralizado, incorporando aproximadamente 50.000 milicianos en unos meses y reintegrando al resto a la vida civil;
  74. Un punto importante en este plan sería el Consejo Militar de Trípoli, encabezado por Abdul Hakim Belhaj, ex miembro del GIL, que fue entregado por los británicos hace 7 años a los servicios de Gadafi y que cuenta con el apoyo de Qatar y Arabia Saudita. Al menos formalmente, unas 11 brigadas de la capital están bajo su autoridad, pero parece enfrentarse a la rivalidad de otros líderes y a la presencia de milicias de otras regiones;
  75. El Consejo Militar Occidental afirma coordinar unas 140 milicias locales en una zona que se extiende desde la frontera con Túnez hasta Misrata. Su núcleo es la ciudad de Zintan, donde el levantamiento fue liderado por oficiales que desertaron del Ejército, recibieron dinero y armas de la CNT en Bengasi y controlaron su distribución en el frente occidental;
  76. También tienen peso las milicias de Misrata, que se formaron con carácter civil, resistiendo el asedio de las tropas de Gadafi y ganando posteriormente fuerza y ​​prestigio;
  77. Las milicias, tras la derrota del régimen, desmantelaron lo que quedaba del antiguo régimen, detuvieron a ex agentes del dictador, ocuparon casas y edificios, se armaron con arsenales militares abandonados y comenzaron a organizar la seguridad local y, en algunos casos, tareas de administración y restablecimiento de la vida cotidiana de la población;
  78. Sin embargo, no trascendieron acciones que denotaron mayor radicalización, como la formación de comités de trabajadores en el control y operación de campos petroleros, fábricas, servicios, etc.;
  79. Sin embargo, parecen ser muchos los casos de abusos incontrolados, robos y represalias que ha sufrido la población de zonas consideradas leales a Gadafi y en casos como Sirte, Bani Walid, barrios de inmigrantes negros y el pueblo tuareg, han tenido que abandonar sus pueblos. En particular, los tuaregs, una minoría nacional que representa el 10% de la población, han sufrido duras represalias y ataques racistas en venganza indiscriminada por su apoyo al régimen;
  80. Además, las milicias han intentado cada vez más luchar por la participación en el poder entre camarillas y los enfrentamientos armados se han multiplicado, como los incidentes por el control en la frontera con Túnez entre la tribu warshefanna y la milicia Zawiyah a mediados de noviembre, etc.;
  81. Hace unos meses, fue asesinado en Bengasi el jefe del Estado Mayor rebelde, el general Abdul Fattah Younes, que había sido oficial de los siniestros servicios de inteligencia de Gadafi antes de trasladarse al otro campo. Su muerte permitió al general Khalifa Hiftar consolidarse como uno de los principales jefes militares, quien, sin embargo, aún no ha logrado consolidar su autoridad entre las milicias de la capital, hasta el punto de sufrir un ataque a su convoy cuando se dirigía al aeropuerto, aparentemente, realizado por elementos de la milicia de Zintan, mientras que otro líder, el coronel Mukhtar Farnana, líder de las milicias de Libia occidental, lo acusó de "intentar tomar el aeropuerto por la fuerza";
  82. Ante esta situación, el ICG, expresando su orientación de ala imperialista, advirtió: "Por ahora, el CNT debe trabajar con las autoridades y milicias locales para llegar a acuerdos sobre las normas operativas y allanar el camino para instituciones policiales, militares y civiles reestructuradas", es decir, una política de integración gradual y funcional a la campaña del CNT y del imperialismo por el desarme, a la que se ha sumado incluso Ban ki Moon, de la ONU, que sólo aparece cuando el imperialismo está en problemas;
  83. Ban ki Moon denunció los abusos reales e imaginarios de las milicias, entre ellos el de mantener aproximadamente 7.000 prisioneros, entre los cuales habría muchos inmigrantes del África subsahariana;
  84. Evidentemente, las milicias son un factor de inestabilidad cuando lo que el imperialismo necesita es organizar rápidamente el “orden”, lo que genera grandes contradicciones por su oposición a renunciar a la independencia, entregar armas o ceder el control territorial para descartar la posibilidad de que un sector del milicias retomen un rumbo progresista o que, con la abundancia de armas dispersas entre la población, se desarrollen nuevos fenómenos que escapen al control de las camarillas gobernantes, pero nada de esto les garantiza hoy, como están, automática y colectivamente, la revolución revolucionaria;
  85. La LIT-CI quiere hacernos creer que la "lógica de hierro" en Libia sería apoyar a las milicias y a sus dirigentes o, alternativamente, apoyar al CNT y su intención de desarmarlas. Otro dirigente de la LIT-CI explica: "La perspectiva es una aguda polarización entre los bandos que estaban unidos. Por un lado, el Consejo Nacional de Transición (CNT), formado por ex ministros y altos funcionarios del gobierno de Gadafi, que saltó del barco cuando comenzó a hundirse, firmemente apoyados por el imperialismo, especialmente francés e inglés, y del otro lado están los líderes políticos y militares locales que jugaron un papel decisivo en la liberación de varias ciudades libias, incluida la capital. Son combatientes y activistas que lideraron combates y ahora forman parte de los consejos militares y de las administración locales";
  86. Para la LIT-QI, tiene que ubicarse junto a los "líderes políticos y militares locales", ya que lideran a miles de hombres armados. Ni siquiera pide a los dirigentes de las milicias que rompan con el CNT y su gobierno. Ni siquiera se molesta en pensar cuál de los bloques de milicias que se enfrentan casi a diario a tiros puede estar cumpliendo un papel progresista y cuál no. La LIT-QI "naturaliza" el hecho de que la única expresión visible son las milicias, y se adapta a su dirección sin poner en marcha un programa para diferenciarse y desarrollar sus elementos progresistas a través de un programa para que la clase obrera emerja y gane hegemonía en las milicias;
  87. Se ajusta al "programa mínimo" que ofrecen las direcciones: no entregar armas ni disolverse... y nada más, lo que deja en pie numerosos problemas políticos, como, por ejemplo, de qué lado estar frente a las milicias vecinas y por qué?;
  88. Sólo dice diplomáticamente "defendemos que las milicias mantengan sus armas y su organización completamente independientes del gobierno y del imperialismo";
  89. La política de la LIT-CI recae así en seguir la dirección burguesa y pequeñoburguesa de quienes “están en armas” sin ningún criterio de delimitación política, de clases o de programa, además de resistirse al desarme;
  90. La LIT-CI afirma que “Las milicias populares deben seguir armadas, como única garantía de que no les roben el tremendo logro de haber derrotado al régimen de Gadafi”. Pero, se cree que el triunfo de las masas fue tan colosal y que frente a un poder burgués en crisis hay un poder obrero y popular en armas en condiciones tan favorables, porque sólo propone que sigan armados como "garantía" y no propone una salida a esta situación de "doble poder" fenomenalmente revolucionaria, ¿cómo sería un "gobierno de milicias", según su lógica? Porque aquí también aparece su adaptación política: aceptar que sigan armados como "garantía" (es decir, vigilar, presionar al gobierno de la CNT, que es lo que hacen los jefes de las milicias) esperando una hipotética "centralización" bajo control de una dirección "revolucionaria y socialista";
  91. La ausencia de un enfoque estratégico (es decir, qué fuerza social y política y con qué método se puede llevar a cabo el programa propuesto) no puede ser sustituida por propaganda socialista en general, como "gobierno de los trabajadores, etc...", ni enumerar una serie de lemas que son más o menos correctos como programa;
  92. Es probable y esperado que el choque de las aspiraciones democráticas de las masas con el rumbo del gobierno proimperialista y sus planes desemboque en nuevos episodios de lucha de clases, creando condiciones para el surgimiento de sectores que enfrenten al CNT y propongan expulsar al imperialismo, pero la base de un programa y una política para responder a cómo derrotar al CNT y al imperialismo, superando a las direcciones "combativas" burguesas y pequeñoburguesas (dirigentes de milicias y líderes islámicos) debe partir de una consecuente voluntad obrera y una estrategia revolucionaria;
  93. La importancia de este debate va mucho más allá de las fronteras libias y de tal o cual posición circunstancial. Se trata de qué estrategia adoptar frente al proceso revolucionario egipcio y a las rebeliones de la "Primavera Árabe" en su conjunto;
  94. El imperialismo está demostrando en todas sus acciones, exprimido por la crisis económica y el declive de la hegemonía norteamericana, que afrontará el auge de la lucha de clases en el mundo árabe con todos los medios a su alcance. Su estrategia contrarrevolucionaria general combina dos formas: represión abierta a través de sus agentes o mediante intervención armada, y contrarrevolución "democrática", para detener la dinámica revolucionaria de procesos explosivos como los que sacuden hoy a Egipto, Siria y otros países;
  95. En suelo libio, no sólo la gente se "lava la cara" para presentarse como "amigos del pueblo", sino que asistimos al funcionamiento de un "laboratorio" en el que prueban sus armas ante los procesos que sacuden la región;
  96. Hoy, en el norte de África y Medio Oriente, se concentran muchos de los problemas estratégicos a los que los marxistas deben responder, al comienzo de esta nueva etapa histórica marcada por la crisis capitalista, donde las cuestiones de estrategia, programa y política revolucionaria adquieren ilustre relevancia;
  97. Entre estas tareas, es más importante que nunca desenmascarar sin piedad el carácter profundamente contrarrevolucionario del imperialismo ante las masas, especialmente cuando busca encubrir sus objetivos con una máscara "democrática" o "humanitaria". Esto es inseparable de la lucha por la intervención independiente de la clase trabajadora y sus aliados, que en los distintos países del norte de África han estado liderando la "Primavera Árabe", para preparar el camino para la revolución;
  98. En este problema hay que tener en cuenta que, particularmente en Egipto, el proletariado es una clase mucho más fuerte que en el pasado, con una posición decisiva en sectores como la producción de petróleo, la minería, los servicios modernos o la industria en zonas mucho más urbanizadas, que en etapas anteriores. Por tanto, tiene condiciones estructurales relativamente más favorables para disputar el rumbo del proceso a las corrientes burguesas y pequeñoburguesas, ya sean liberales, nacionalistas, islamistas o reformistas, y preparar así la alianza con los jóvenes que están al frente de las movilizaciones, las mujeres que se levantan contra la opresión centenaria, los pobres urbanos y los campesinos oprimidos;
  99. Mientras algunas tendencias en el movimiento trotskista cedieron ante Gadafi y otras se negaron a combatir las "intervenciones democráticas" de la OTAN; la LIT-QI adapta su lógica programática y política a la presión de la contrarrevolución "democrática" y queda impotente para enfrentar en consecuencia sus maniobras y trampas desde una estrategia obrera y revolucionaria;
  100. En una característica que comparte con otras corrientes y "púas" provenientes del viejo tronco morenista (que se niegan a superar teórica y prácticamente esta tradición, regresando a Trotsky como propusimos), retrocede a cada paso en una lógica de campos, buscando en cada país el fenómeno nacional "progresista" contra el cual acomodarse; sin proponer nunca una estrategia de independencia de clase y hegemonía de la clase obrera en alianza con los sectores populares, ligada a la autoorganización de las masas en el sentido soviético;
  101. La LIT-CI adolece de la falta de una estrategia revolucionaria, basada en las tareas de la clase trabajadora como sujeto social y políticamente determinante para el desarrollo y victoria del proceso revolucionario;
  102. Los dirigentes de la LIT-CI se sienten incómodos con las "frases ortodoxas" (es decir, cualquier referencia incómoda a las ideas del trotskismo) para evitar el debate fundamental sobre estos problemas vitales. Frente a su empirismo "realista" hay una expectativa resignada de "nuevos triunfos de cualquier revolución bajo cualquier dirección";
  103. Esto esconde un profundo escepticismo respecto del potencial revolucionario del proletariado y una aceptación de los hechos "tal como son" en su superficie, sin definir nunca un ancla estratégica revolucionaria y de clase. Pero la confusión de sus propias ideas no puede resolverse refugiándose en el "concreto" del apoyo a tal o cual sector, como en Libia, mientras encubren su adaptación práctica con algo parecido a propaganda socialista. La experiencia libia es una advertencia que no se debe pasar por alto.

La Corriente Marxista Internacional y la Guerra Civil Libia[editar]

El 21 de octubre de 2011, Alan Woods, publicó un artículo[68]​ en el que afirmó que:

  1. La captura y el asesinato del coronel Gadafi han sido descritos detalladamente por los medios de comunicación en todos sus detalles sangrientos. Con la muerte de Gadafi y la toma de Sirte, el Consejo Nacional de Transición (CNT) está hablando de formar un gobierno de transición. El CNT es reconocido por las potencias imperialistas cuyos intereses representa. Sin embargo, muchos libios comunes y corrientes miran con justificada desconfianza al CNT y a sus patrocinadores imperialistas;
  2. Aunque Gadafi fue capturado vivo, le dispararon sumariamente. Pero no es difícil entender por qué no fue arrestado y juzgado. Si se hubiera enfrentado a un juicio, habría expuesto todos sus tratos pasados ​​con personas como Tony Blair, Nicolas Sarkozy y Silvio Berlusconi. Eso explica por qué se han deleitado tanto con su muerte. Su hipocresía apesta hasta el cielo, ya que habían hecho muchos acuerdos lucrativos con Gadafi en el pasado, incluso entregando a personas a su régimen que posteriormente fueron torturadas;
  3. La muerte de Gadafi y el colapso final de su régimen cierran un capítulo. Sin embargo, esto no es más que un punto de inflexión en la situación. Ahora que el antiguo régimen finalmente ha desaparecido, se abrirá una lucha sobre el futuro de Libia. En esta lucha veremos a las fuerzas tanto de la revolución como de la contrarrevolución tratando de tomar la delantera;
  4. La izquierda ha mostrado una enorme confusión sobre los acontecimientos en Libia. Por un lado, algunas personas han capitulado ante el imperialismo hasta el punto de apoyar la intervención militar de la OTAN. Esto fue a la vez ingenuo y reaccionario. Permitir que el coro hipócrita de los medios contratados empañe el propio juicio y tragarse las mentiras sobre una supuesta intervención “humanitaria” para “proteger a los civiles” fue una estupidez extrema;
  5. La intervención de la OTAN no tenía en absoluto fines humanitarios ni para proteger a los civiles. Fue dictado por cálculos fríos y cínicos. Las mismas personas que habían establecido una relación acogedora con Gadafi, que le suministraron armas y enviaron prisioneros políticos a Libia para ser torturados por su policía secreta difícilmente pueden reclamar principios "humanitarios". No han mostrado la misma tierna preocupación por el sufrido pueblo de Bahréin;
  6. La emancipación del pueblo libio es asunto exclusivo del pueblo libio. No se puede confiar a los imperialistas, que han apoyado durante décadas a todos los regímenes dictatoriales empapados de sangre en el norte de África y Oriente Medio. Nuestra primera exigencia es el fin de toda interferencia extranjera en Libia. ¡Dejemos que el pueblo libio resuelva sus propios problemas a su manera!;
  7. Sin embargo, la otra tendencia de la izquierda no fue mejor. Se fueron al otro extremo y respaldaron a Gadafi, a quien pintaron con colores rosados ​​como un “progresista”, “antiimperialista” e incluso un “socialista”. Nada de esto era cierto. Es cierto que el régimen libio (y también el régimen sirio) tenía un carácter diferente al de los regímenes de Túnez y Egipto. Pero eso no cambió fundamentalmente su naturaleza opresiva ni lo calificó como genuinamente antiimperialista;
  8. Para arrojar luz sobre los procesos reales en juego no basta con poner un signo más o menos a estas dos posiciones igualmente incorrectas. Debemos ver el panorama completo y no sólo presentar una visión unilateral.
  9. No debemos pintar la situación de color rosa. Pero, con diferencia, el error más grave desde un punto de vista marxista es negar o minimizar los elementos revolucionarios o potencialmente revolucionarios de la ecuación. Lo que se necesita es un enfoque integral y equilibrado que tenga en cuenta todos los elementos y muestre cómo se pueden resolver las contradicciones. El principal problema es la falta de dirección revolucionaria;
  10. La historia está llena de ejemplos de revoluciones que fueron derrotadas, abortadas o secuestradas por fuerzas de clase ajenas. Libia no es una excepción a esta regla. El hecho de que haya tenido lugar una revolución popular no significa en modo alguno que su éxito final esté garantizado. Pero esta observación general es tan cierta para Túnez y Egipto como para Libia;
  11. En España en el período 1931-37 se daban todas las condiciones objetivas para la victoria de la revolución socialista. Trotsky explicó que la clase obrera española era capaz de hacer no una sino diez revoluciones. Sin embargo, la Revolución Española fue primero asumida por elementos burgueses y luego derrotada, y como resultado el pueblo español tuvo que sufrir cuatro décadas de fascismo;
  12. Por supuesto, las condiciones son muy diferentes, en el sentido de que en la España de los años 30 había poderosas organizaciones obreras, pero a pesar de ello la Revolución Española fue dominada por tendencias que la destruyeron. Exactamente lo mismo podría haber ocurrido en Rusia en 1917. Recordemos que sin la presencia del Partido Bolchevique bajo el liderazgo de Lenin y Trotsky, la Revolución Rusa también habría terminado en derrota;
  13. Inicialmente, Gadafi tenía una base de masas como resultado de su retórica antiimperialista. El régimen, que se hizo pasar por “socialista”, nacionalizó la mayor parte de la economía y, con vastas reservas de petróleo y una pequeña población, pudo proporcionar un nivel de vida, salud y educación relativamente alto para la mayoría de la gente. Esto dio a su régimen una estabilidad considerable durante mucho tiempo. También explica por qué, después del levantamiento inicial contra él, Gadafi, a pesar de todo, todavía pudo reunir apoyo suficiente para resistir durante varios meses y no fue derrocado inmediatamente;
  14. Sin embargo, era un sistema que concentraba todo el poder en manos de un individuo, impidiendo efectivamente el desarrollo de cualquier cosa que se pareciera a instituciones políticas o incluso estatales. No había un partido gobernante (los partidos políticos estaban prohibidos), una burocracia muy pequeña y un ejército débil y dividido. Gadafi se mantuvo en el poder mediante un complicado sistema de clientelismo, alianzas con líderes tribales y una red de contactos informales;
  15. Durante los últimos 20 años – y en particular la última década – el régimen de Gadafi había comenzado a aflojar el control estatal sobre la economía y estaba intentando llegar a un acuerdo con el imperialismo, abriendo sus mercados y adoptando economías de “libre mercado” y neoliberales. Introdujo algunas reformas orientadas al mercado, incluida la solicitud de membresía en la Organización Mundial del Comercio, la reducción de subsidios y el anuncio de planes de privatización. Desde 2003 se han privatizado más de 100 empresas estatales en industrias como la refinación de petróleo, el turismo y el sector inmobiliario, de las cuales 29 son 100 por ciento de propiedad extranjera;
  16. Este paso hacia una economía de mercado provocó una caída del nivel de vida de muchos libios y el enriquecimiento de una minoría, principalmente la familia Gadafi. Ésta fue una de las principales razones del descontento popular que desencadenó el levantamiento. En el último período del gobierno de Gadafi, la vida de la gente corriente se volvió cada vez más difícil. Los niveles de pobreza estaban aumentando como resultado de la adopción de políticas neoliberales, que sólo beneficiaba a una pequeña elite compuesta principalmente por la familia Gadafi, ciertas tribus y miembros del aparato de seguridad;
  17. Esto explica en parte las divisiones en el estrato gobernante, con toda una serie de ex generales, ministros y empresarios prominentes que se vuelven contra el Hermano Líder y abandonan el barco que se hunde, tratando al mismo tiempo de secuestrar el genuino movimiento revolucionario que había estallado desde abajo;
  18. El movimiento en Libia fue parte del fermento revolucionario general que se extendió por el mundo árabe después de los levantamientos en ´Túnez y Egipto. Comenzó con un levantamiento popular en Bengasi. Se trató de un levantamiento espontáneo sin liderazgo y sin objetivos claramente definidos aparte del derrocamiento del odiado régimen. Este movimiento tenía un carácter innegablemente progresista y potencialmente revolucionario;
  19. La principal fuerza motriz del levantamiento fue el pueblo revolucionario: la masa de pobres urbanos, los trabajadores y las filas inferiores de la pequeña burguesía. Un gran número de personas de clase media (médicos, abogados, etc.) también se levantaron contra Gadafi. La principal debilidad es que la clase trabajadora no estaba organizada, o tenían un nivel de organización mucho menor que en Túnez o Egipto;
  20. La clase obrera ee concentraba en el sector petrolero, que a su vez depende en gran medida de la mano de obra extranjera. Por tanto, el proletariado no pudo dejar su sello en el movimiento;
  21. Como en el caso de Túnez y Egipto, el movimiento revolucionario de masas no tuvo una dirección coherente. Además, la situación en Libia se complicó por todo tipo de elementos nacionales, regionales y tribales y, debido al menor papel desempeñado por la clase trabajadora, estos pasaron a primer plano;
  22. Históricamente, el área de Libia estaba compuesta por tres provincias (o estados), Tripolitania en el noroeste, Cirenaica en el este y Fezzan en el suroeste. Estos territorios se unieron bajo la bota del imperialismo italiano, que, en 1934, dividió Libia en cuatro provincias y un territorio: Trípoli, Misrata, Bengasi, Bayda y el Sáhara libio;
  23. Para consolidar su gobierno, Gadafi intentó enfrentar a árabes contra bereberes, este contra oeste, tribu contra tribu. Las rivalidades locales y las alianzas tribales han complicado la situación y han contribuido al rápido descenso hacia la guerra civil;
  24. La naturaleza aborrece el vacío. En ausencia de una dirección, los elementos burgueses pasaron a primer plano. Organizaron el llamado Consejo Nacional de Transición. Estos elementos fueron autodesignados, no elegidos y no responsables ante nadie. Se abrieron paso a la fuerza, haciendo a un lado a codazos a las masas revolucionarias, principalmente a los jóvenes, que luchaban por completo;
  25. Al igual que en Egipto, las primeras protestas en Bengasi se organizaron en Facebook. Se fijó el 17 de febrero como fecha de inicio de las manifestaciones. En un intento por impedir las protestas del 17 de febrero, el 15 de febrero, el régimen de Gadafi arrestó al abogado disidente Fathi Terbil, que era el coordinador de las familias de las víctimas de la prisión de Abu Salim, donde, en 1996, 1.200 prisioneros fueron masacrados en 1996 por orden de Gadafi;
  26. El arresto de Terbil tuvo el efecto contrario, ya que, el 15 de febrero, las familias de los asesinados en esa prisión salieron a las calles a protestar contra su arresto, gritando “¡Despierta Bengasi, ha llegado el día que estabas esperando!" y la gente salió a las calles a protestar. Gran parte del este de Libia se sumó a las protestas: Al-Marj, Al-Bida, Derna, Shahat, Tobruk y Ajdabiya;
  27. Gadafi respondió enviando tropas contra el pueblo, incluidos mercenarios, así como milicias comandadas por sus hijos. Se utilizaron armas pesadas contra personas desarmadas. Muchos fueron asesinados y esto continuó hasta que tomaron el mando de su cuartel militar en Bengasi. Esto empujó inmediatamente la situación hacia una guerra civil;
  28. El heroico levantamiento de las masas en Bengasi puede compararse con el levantamiento de 1936 de los trabajadores de Barcelona que atacaron a los militares fascistas casi con sus propias manos. Los manifestantes desarmados se vieron obligados a defenderse con palos, piedras y botellas llenas de gasolina que arrojaron contra el cuartel militar. Uno de los manifestantes cargó su coche con bombonas de gas de cocina y lo condujo hacia el cuartel, destruyendo dos paredes;
  29. Los insurgentes tardaron días en tomar el cuartel de Bengasi. Bajo la presión del pueblo revolucionario, el ejército comenzó a resquebrajarse. El batallón de Bengasi al mando del general Abdul Fatah Younis se unió al levantamiento, que provocó la caída del cuartel. Cuando la gente de Bengasi entró en el edificio, encontraron los cuerpos de muchos soldados que habían sido fusilados por negarse a seguir las órdenes de disparar contra su propia gente;
  30. Con el tiempo, lo que había comenzado como una revolución exclusivamente oriental se extendió a las ciudades occidentales. Estallaron manifestaciones en Al-Zawia, Misrata, así como en algunas zonas de la capital. La reacción de Gadafi fue inmediata y brutal en extremo. Usó mercenarios para aplastar cualquier movimiento y envió aviones de combate y acorazados para atacar el Este. Varios pilotos desertaron y buscaron asilo político en Malta o Egipto;
  31. Se utilizó una fuerte represión para sofocar un movimiento en Trípoli, donde se produjeron protestas al comienzo del levantamiento. Muchas personas fueron asesinadas, secuestradas y torturadas. Se prohibió cualquier reunión de personas y las calles de la capital fueron patrulladas por mercenarios. Se monitorearon las llamadas telefónicas. El régimen opresivo logró silenciar el movimiento en Trípoli por un tiempo, hasta que estalló nuevamente en agosto;
  32. El régimen estaba preparando una contraofensiva para aplastar toda resistencia en el Este. Un río de sangre separó al régimen del pueblo. Gadafi indicó que no se detendría ante nada para aplastar la revolución y ahogar en sangre Bengasi. La amargura generada por la conducta del régimen transformó rápidamente un levantamiento popular en una sangrienta guerra civil;
  33. El CNT en Bengasi pidió la intervención de la OTAN. Durante todos los levantamientos revolucionarios en el Medio Oriente y el Norte de África, los imperialistas fueron incapaces de intervenir. Pero ahora entendieron que tenían la oportunidad de desempeñar un papel en la situación. Los estadounidenses, franceses y británicos entraron en contacto con el CNT, que es una alianza de elementos burgueses y algunos ex ministros del régimen de Gadafi. Esta acción demuestra el carácter completamente reaccionario de este organismo;
  34. Pero sería incorrecto exagerar el papel del CNT o creer que tenía el control total. Por el contrario, el CNT no tenía un control firme sobre los insurgentes, quienes inicialmente los miraron con sospecha y hostilidad. Esto quedó demostrado por el incidente ocurrido en marzo, cuando las fuerzas secretas británicas fueron capturadas por tropas rebeldes mientras intentaban entrar en Bengasi para contactar con los líderes del CNT. Esto fue extremadamente embarazoso para el gobierno de Londres, que no pudo explicar la presencia de estas fuerzas dentro de Libia;
  35. Lo que cambió la actitud de los rebeldes fue la amenaza inminente de una ofensiva total de Gadafi sobre Bengasi. Saif al-Islam Gaddafi dijo al comienzo del conflicto: "Libia no es Túnez, no es Egipto... Se convertirá en una guerra civil. Habrá derramamiento de sangre en las calles". El propio Gadafi amenazó con perseguir a los rebeldes como ratas: “casa por casa, callejón por callejón”;
  36. El miedo a una masacre, alimentado por los discursos de Gadafi, creó un clima en el que las demandas del CNT de una intervención armada extranjera pudieron tener eco incluso entre las masas y entre aquellos que originalmente se habían opuesto a ella en primer lugar. El fuerte coro a favor de una intervención “humanitaria” presentó a los imperialistas una buena excusa para intervenir. Los políticos de París y Londres estaban particularmente deseosos de intervenir. Esto estuvo determinado en parte por consideraciones de corto plazo: la caída de la popularidad tanto de Nicolas Sarkozy como de la Coalición entre liberales y conservadores en Gran Bretaña;
  37. Una vez más las llamadas Naciones Unidas se han revelado como una fachada de los imperialistas, dando respaldo cínico a una supuesta intervención “humanitaria”. Pero las principales razones fueron de carácter económico y estratégico. No hace falta decir que el deseo de salvar las vidas de los libios no jugó ningún papel;
  38. Francia en particular tiene su propia agenda e intereses. Sarkozy estaba particularmente interesado en restablecer sus credenciales en el mundo árabe, después de haber respaldado al caído dictador Ben Ali en Túnez. Siempre ha considerado a África (especialmente el Norte de África) y Oriente Medio como dentro de su esfera de influencia. No es casualidad que las tropas francesas estuvieran detrás del golpe de Estado en Costa de Marfil que reemplazó a Laurent Gbagbo por un títere occidental (francés), Alassane Ouattara;
  39. Anteriormente, Tony Blair había establecido una relación acogedora con Gadafi. Ahora David Cameron ordenó a la Royal Air Force (RAF) que lo bombardeara. Sin embargo, no hubo ningún cambio real en la política del imperialismo británico. Los británicos siempre han tenido sus ojos puestos en la riqueza petrolera de Libia, con o sin Gadafi. La guerra, como explicó Clausewitz, es sólo la continuación de la política por otros medios;
  40. Los estadounidenses, a diferencia de los franceses y los británicos, se mostraron cautelosos. Después de haberse quemado los dedos en Irak y Afganistán, no tenían prisa por verse envueltos en una guerra aérea en Libia que fácilmente podría terminar en otra guerra terrestre. Sólo aceptaron participar bajo la presión de Londres y París y con la condición de que la misión fuera dirigida por la OTAN, no por Estados Unidos;
  41. Varios generales estadounidenses expresaron serias dudas sobre esta misión. Sabían que es imposible ganar una guerra sólo con el poder aéreo. En Afganistán confiaron en las fuerzas de la Alianza del Norte, y en Kosovo, en el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) para luchar sobre el terreno. En Libia, aunque los ataques aéreos de la OTAN claramente contribuyeron a la destrucción de la capacidad militar de Gadafi, la guerra tuvo que librarse y ganarse sobre el terreno. Esto resultó no ser tan fácil como suponían los imperialistas;
  42. En una guerra civil, la política juega un papel aún más decisivo que en una guerra normal. La falta de una verdadera política revolucionaria hizo difícil ganarse a la gente del otro lado. Otro factor fueron las divisiones entre los líderes rebeldes y el papel de algunos ex oficiales de Gadafi de quienes se sospechaba (probablemente con razón) que querían llegar a un acuerdo con el Hermano Líder. Si la guerra iba a librarse según líneas militares “normales”, las fuerzas de Gadafi tenían la ventaja de contar con un ejército profesional con armamento superior y soldados entrenados;
  43. Por todas estas razones, la guerra civil adquirió un carácter prolongado y sangriento. Las fuerzas rebeldes eran civiles sin entrenamiento y mal armados. Los generales de la OTAN expresaron abierto desprecio por el ejército rebelde. The Economist citó a uno de ellos diciendo: “En realidad no están en pie de guerra y no parecen querer luchar realmente. Es sólo una postura”;
  44. Aunque el poder aéreo puede desempeñar un papel clave en la destrucción de armas en tierra, es un axioma militar bien conocido que las guerras no se ganan sólo con el poder aéreo. La reciente experiencia de Libia lo demuestra una vez más. Los ataques aéreos de la OTAN se utilizaron para detener el avance de Gadafi sobre Bengasi y esto permitió a los rebeldes comenzar una contraofensiva. Pero por sí solos no fueron suficientes para garantizar una victoria militar decisiva. De hecho, después de meses de intensos bombardeos aéreos, la guerra terrestre parecía estar llegando a un punto muerto;
  45. En Londres y París se alzaron voces preocupadas que expresaban preocupación de que el conflicto en Libia pudiera durar, no meses, sino años. La campaña libia estaba costando mucho dinero: a principios de octubre, el gobierno británico había gastado al menos 1.750 millones de libras esterlinas, mientras que Estados Unidos había gastado al menos 1.100 millones de dólares. Esto era difícil de justificar en una época de austeridad, déficits presupuestarios y caída del nivel de vida. El Ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, hizo declaraciones pesimistas para preparar a la opinión pública para una guerra prolongada en Libia;
  46. Los franceses estaban aún más preocupados. Los aviones de combate franceses fueron responsables de aproximadamente un tercio de todos los ataques aéreos de la OTAN. Le Monde se quejó en un titular de primera plana: "Francia ya no tiene los medios militares para satisfacer sus ambiciones políticas". El 11 de mayo, el Jefe de la Defensa francesa, el almirante Edouard Guillard, hizo una admisión sorprendente: “Las fuerzas armadas (francesas) hoy son frágiles y debilitadas. No hay que negarlo ni disfrazarlo. Estamos en una situación difícil”;
  47. Turquía, miembro de la OTAN, también se encontró en una situación muy difícil. Habiendo desarrollado estrechos vínculos con el régimen de Gadafi y habiendo obtenido a cambio contratos lucrativos para empresas turcas, Turquía intentó resistir el entusiasmo de Gran Bretaña y Francia por intervenir. Una vez que se dio cuenta de que la marea se estaba volviendo contra Gadafi, Erdogan también se apresuró a cambiar su posición, intentando forjar un papel para Turquía en Libia después de la inevitable caída del régimen;
  48. Sin embargo, incluso la limitada campaña de bombardeos pronto reveló graves tensiones en las capacidades militares de la OTAN. Se estaban abriendo divisiones en sus filas. Los alemanes no quisieron tener nada que ver con el asunto libio, mientras que otros, como Italia, hicieron una contribución insignificante a los combates. Los británicos y los franceses se quejaron amargamente de que sus “aliados” de la OTAN no estaban haciendo lo suficiente, señalando con el dedo acusador a Alemania e Italia, por ejemplo;
  49. En agosto de 2011, Trípoli cayó, casi sin resistencia de los partidarios de Gadafi. La defensa de Trípoli se derrumbó porque los soldados de Gadafi no vieron ningún motivo para luchar y morir en una causa perdida;
  50. Tras la caída de Trípoli, los Estados Unidos reabrió formalmente su embajada en Libia y el embajador trató de ayudar a las empresas estadounidenses a explotar las oportunidades comerciales en el país. Hillary Clinton ya visitó el país, sin duda buscando contratos lucrativos para empresas estadounidenses;
  51. Los nuevos gobernantes de Libia están aún más ansiosos de arrojarse a los brazos de los imperialistas. En una conferencia de prensa la semana pasada, Mustafa Abdel-Jalil, presidente del Consejo Nacional de Transición de Libia dijo que el nuevo gobierno incluso daría a sus patrocinadores occidentales cierta “prioridad” en el acceso a los negocios libios;
  52. Si bien el gobierno provisional dijo que respetaría “todos los contratos legítimos” del período de Gadafi, estaba llevando a cabo una revisión sistemática “para detectar cualquier corrupción financiera que pudiera haberlos contaminado”;
  53. Sarkozy, que tenía una relación muy amistosa con Gadafi, habló recientemente en una manifestación masiva en Benghazi, expresando la solidaridad de Francia con el nuevo régimen libio. A su lado estaba el primer ministro conservador británico, David Cameron, que decía el mismo tipo de cosas;
  54. El encargado de negocios de la embajada de la Libia en Londres dijo a ejecutivos británicos: "La ayuda de Gran Bretaña para derrocar a Muammar Gaddafi nunca será olvidada y las empresas británicas pueden esperar desempeñar un papel decisivo en la reconstrucción de Libia" [...] "Puedo asegurarles que las empresas británicas tienen un papel que desempeñar y espero que trabajen con nosotros para construir la futura Libia";
  55. Los líderes occidentales han expresado su preocupación por la posibilidad de que militantes islamistas o al menos antioccidentales tomen el control. Pero los islamistas se desviven por enfatizar “la moderación, la democracia y el pluralismo”. Todos están dispuestos a vender Libia al mejor postor. El embajador Gene A. Cretz dijo: "Sabemos que el petróleo es la joya de la corona de los recursos naturales de Libia, pero incluso en la época de Gadafi comenzaban de la A a la Z en términos de construcción de infraestructura y otras cosas" después de que el país comenzara a abrirse a Occidente hace seis años, él dijo: "Si podemos traer aquí empresas estadounidenses a una escala bastante grande, y haremos todo lo posible para lograrlo, entonces esto redundará en mejorar la situación en Estados Unidos con respecto a nuestros propios empleos";
  56. Cretz insistió en que el petróleo nunca fue la “razón predominante” de la intervención estadounidense. Pero sus comentarios revelaron el afán estadounidense por una parte de cualquier beneficio potencial. Sus comentarios son una sorprendente admisión de los intereses económicos de Estados Unidos y otros países occidentales en Libia. Están interesados ​​no sólo en los recursos petroleros de Libia sino también en los bienes y servicios que esos recursos le permiten comprarles. En medio de una crisis, con mercados escasos, es una oportunidad demasiado buena para desaprovecharla;
  57. La injerencia de los imperialistas provocará nuevas contradicciones. Los líderes rebeldes han estado luchando como gatos en un saco. Abdel Fattah Younis, el ex jefe militar de Gadafi que se pasó al lado de los rebeldes, fue asesinado en circunstancias sospechosas el pasado mes de julio. Muchos acusaron a los islamistas, pero el asunto nunca ha sido aclarado;
  58. Después de la caída, a finales de agosto, del bastión de Baba az' Azia de Gadafi, el islamista Abdul Hakim Belhaj (también conocido por su nombre de guerra, Abu Abdullah Assadaq) intentó un golpe de estado y tomó el control como comandante militar de Trípoli;
  59. Esto provocó un enfrentamiento con varios comandantes rivales como Abdullah Naker, quien dijo a CNN: "¿Quién es Abdulhakim Belhaj y quién lo nombró? No lo conocemos. Somos los líderes, somos los revolucionarios, lo sabemos todo". Quién nombró a Belhaj es una muy buena pregunta. Pero se podría hacer la misma pregunta a Abdullah Naker o a todo el CNT. El presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Abdul Jalil, intentó reconciliar las crecientes diferencias. Después de una polémica reunión de grupo con todos los comandantes, la atmósfera se volvió tan caldeada que al día siguiente se vio obligado a reunirse con cada una de las facciones por separado;
  60. Belhaj ha sido acusado de ser un títere de los qataríes que le han enviado dinero para comprar armas. Qatar ha estado interviniendo en Libia como parte de la alianza de la OTAN y, al igual que los británicos, franceses, estadounidenses e italianos, persigue activamente sus propios intereses con la ayuda de agentes y títeres locales. Esta interferencia extranjera agravará las divisiones en el campo rebelde e incluso podría amenazar la unidad de Libia;
  61. Pero a pesar de las manifestaciones de “amistad” en Bengasi, la masa de libios odia y desconfía de los imperialistas. Saben que la revolución libia obtuvo el apoyo occidental porque el país es muy rico en petróleo y que los británicos, franceses y estadounidenses sólo desean saquear los recursos naturales del país. La situación es muy similar a la que prevaleció en Bagdad en 2003, pero con una diferencia muy importante: en Libia no hay tropas estadounidenses sobre el terreno;
  62. Los libios saben que durante décadas los caballeros de Londres y París tuvieron una relación cómoda con Gadafi. Saben que Nicolas Sarkozy abrazó a Gadafi en 2007 y lo bombardeó menos de cuatro años después sin pestañear. Saben que Tony Blair fue a Trípoli para humillarse ante Gadafi con el fin de obtener lucrativos contratos petroleros;
  63. También saben que los llamados demócratas enviaron prisioneros políticos libios a Trípoli para ser interrogados en las cámaras de tortura de su policía secreta. El pueblo de Trípoli pronto tendrá en sus manos los archivos de los ministerios de Petróleo y Asuntos Exteriores de Gadafi y descubrirá los secretos de los negocios de Blair, Sarkozy y Berlusconi con Gadafi, a menos que los servicios de inteligencia británicos y franceses pongan sus manos sobre ellos primero;
  64. Al analizar cualquier fenómeno debemos distinguir cuidadosamente entre las diferentes tendencias, separando lo progresista de lo reaccionario. En el caso de Libia, esto no siempre es fácil. El movimiento en Libia claramente contiene muchos elementos diferentes, tanto reaccionarios como potencialmente revolucionarios. Hay varias fuerzas que compiten por el liderazgo de la revolución. Esta lucha aún no está decidida y puede tomar diferentes direcciones;
  65. Se trata de una situación confusa y contradictoria cuyo resultado aún no está claro. Por un lado, el movimiento de masas, incluida la clase trabajadora, está presionando por sus propias demandas. Por otro lado, los elementos burgueses están maniobrando con los imperialistas para tomar el control de la situación;
  66. La principal fuerza motriz de la Revolución son los jóvenes combatientes rebeldes que son honestos y valientes pero también confundidos y desorientados y pueden ser manipulados por los fundamentalistas y otros demagogos;
  67. Por último, la clase trabajadora está comenzando a moverse y expresar sus demandas de clase independientes, pero es numéricamente débil y carece de un liderazgo adecuado;
  68. Aún no está claro cuál de estas fuerzas ganará. El CNT, respaldado por Estados Unidos, es bastante débil y tiene un apoyo popular limitado. Ya han estallado manifestaciones en su contra en varias ciudades, incluida Bengasi. A mediados de septiembre, el CNT todavía competía con una amplia gama de grupos rebeldes y facciones políticas por el control del país;
  69. No hay garantía de que la NTC pueda establecer un régimen viable. La debilidad del CNT queda demostrada por el hecho de que, incluso después de la caída de Trípoli, permaneció en Bengasi, obviamente temeroso de entrar en la capital que ha sido tomada por milicias armadas;
  70. Nicolas Pelham escribe en The New York Review of Books: “Todos dieron una muestra de unidad cuando el primer alto representante del CNT, el Ministro de Finanzas Alí Tarhouni, llegó a Trípoli procedente de la base rebelde en Bengasi. Pero tan pronto como se reunieron con él en el escenario para una conferencia de prensa, surgieron nuevas fracturas;
  71. Debajo de los candelabros del salón de baile de un hotel, Tarhouni se olvidó de incluir a los tripolitanos en su larga lista de agradecimientos a quienes, dentro y fuera del país, habían expulsado a Gadafi de la ciudad. "No apreció el papel desempeñado por la intifada", dijo furioso un miembro del nuevo consejo de Trípoli, que se retiró al fondo del salón de baile donde hablaba Tarhouni, Dando rienda suelta a las sospechas de que el este de Libia podría intentar eclipsar al oeste, el miembro del consejo añadió: 'Si cree que puede decirle a la gente que liberó su ciudad que depongan las armas, lo despedirán';
  72. Patrick Cockburn escribe: “Los miembros del Consejo Nacional de Transición han tardado en llegar a Trípoli y más lento aún en hacerse cargo cuando llegan. Abdel-Rahman el-Keib, miembro del CNT, me dijo que pensaba que los políticos rebeldes, a pesar de su anterior confianza en la victoria, estaban “desorganizados porque no pensaban que el colapso de Gadafi sería tan rápido. Sus fuerzas no eran tan fuertes como pensábamos”;
  73. Han aparecido divisiones sobre quién tendrá el control de los miles de millones de dólares descongelados de Libia. Han aparecido los padrinos locales. El problema es que muchos libios son leales a la familia, la tribu, el pueblo y la ciudad antes que a la nación;
  74. Patrick Cockburn continúa: “Políticamente, el CNT parece frágil, desunido y no está preparado para hacerse cargo del gobierno. En cambio, los comités locales que protegen las calles de Trípoli parecen muy capaces. Aunque hay escasez de agua, alimentos, combustible y casi todo lo demás en las tiendas, los comités dicen que han acumulado suficientes existencias en los últimos seis meses para defenderse de una crisis humanitaria. Pero el liderazgo político parece débil y es poco probable que las milicias se disuelvan mansamente. El nuevo Estado libio tal vez no sea capaz de soportar mucha presión, pero, por otro lado, a diferencia de Irak y Afganistán, puede que no tenga que hacerlo”;
  75. En ausencia de una verdadera dirección revolucionaria, es posible que tengan éxito. Pero los burgueses se enfrentan a serios problemas. En primer lugar, se enfrentan a un pueblo enardecido y con las armas en la mano. Por tanto, la primera tarea será desarmar al pueblo. Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo. El embajador estadounidense Cretz citó varios factores de preocupación, incluido el desarme de la población recién armada y de muchas milicias autónomas;
  76. Ismail Sallabi, jefe del consejo militar de Bengasi, pidió la dimisión del CNT, criticando a sus miembros como "restos de la era de Gadafi" y "como un grupo de liberales sin seguidores en la sociedad libia";
  77. Muchos combatientes, como Sallabi, insisten en que desempeñaron un papel clave en el derrocamiento de Gadafi. Algunos van más allá, diciendo que su rápida captura de Trípoli había tomado por sorpresa al CNT y que habían derrotado lo que afirman era el verdadero plan de la OTAN para el país: su partición en este y oeste. La estrategia de la OTAN, sostienen, fue congelar el conflicto en el oeste, convirtiendo efectivamente a Brega en la línea divisoria entre el este liberado y el oeste de Gadafi;
  78. Soumaya Ghannoushi ha escrito algunos comentarios interesantes al respecto, aunque hay que tener en cuenta que es hija de Gannoushi, un líder de los islamistas en Túnez. Lo que escribe es muy interesante porque revela las divisiones entre las filas de los rebeldes y el CNT. Ella escribe: “Este conflicto se desarrolla de diversas maneras en toda la región. En cada caso, la dinámica interna de las diversas revoluciones se ve amenazada por la lógica de contención y control de las potencias extranjeras. Lo que está en juego es si la primavera árabe conduce a un cambio calculado, limitado y supervisado, en el que nuevos actores reemplacen a los antiguos mientras las reglas del juego permanecen intactas, y en el que las guerras por poderes se lleven a cabo a través de élites locales aliadas para reciclar los viejo régimen en el nuevo orden. Esto es lo que a varias potencias extranjeras les gustaría ver." [...] “Gaddafi se ha ido, pero Libia ahora será escenario de múltiples batallas: no sólo conflictos entre los hombres de la OTAN y los combatientes en el terreno, sino también entre las fuerzas extranjeras que han invertido en la guerra: los franceses, que están decididos tener ventaja política y económica; los italianos, que consideran a Libia su patio trasero; los británicos, que quieren salvaguardar sus contratos; los turcos, deseosos de revivir su influencia en el antiguo hemisferio otomano; y por supuesto los jugadores perdedores en el orden emergente, los chinos y los rusos”;
  79. La Revolución Libia es un drama inacabado en el que la caída de Gadafi fue sólo el primer acto. El futuro estará determinado por la lucha de las fuerzas vivas y el resultado final aún no está decidido. Son posibles diferentes resultados, tanto revolucionarios como contrarrevolucionarios. Los acontecimientos futuros estarán determinados por los acontecimientos tanto dentro de Libia como a escala internacional. Es necesario plantear la pregunta de manera concreta: ¿fue el derrocamiento de Gadafi una victoria de la Revolución o de la Contrarrevolución?;
  80. Al eliminar un obstáculo colosal en el camino de la clase trabajadora, la Revolución presenta nuevas posibilidades. También plantea nuevos peligros. La falta de una clase trabajadora fuerte fue lo que convirtió la lucha en una sangrienta guerra civil. La juventud rebelde se unió a grupos revolucionarios. Estos a menudo se basaban en lealtades tribales o locales. Estaban armados y financiados por empresarios que les proporcionaban armas y vehículos;
  81. Debido al hecho de que no existe ninguna organización obrera independiente, y mucho menos la de un partido marxista genuinamente revolucionario, las perspectivas políticas de los rebeldes se limitan a buscar una alternativa dentro de los confines del capitalismo, es decir, dentro de los límites de alguna forma de gobierno democrático burgués. Todos estos factores ponen un gran signo de interrogación sobre la evolución futura del movimiento;
  82. ¿Lograrán los imperialistas imponer su dominio y subordinar la revolución libia a sus intereses? Esta cuestión no puede decidirse de antemano con absoluta certeza. Hay fuerzas poderosas que empujan en esa dirección. Pero cada acción tiene una reacción igual y opuesta. El hecho de que algunas personas ondeen banderas francesas y británicas (y egipcias, argelinas y qataríes) no significa necesariamente que el pueblo de Libia esté preparado para ver su país y su riqueza petrolera vendidos al mejor postor;
  83. Una cosa es expresar gratitud a estos países por lanzar bombas sobre los tanques de Gadafi. Otra cosa es aceptar el regreso del dominio colonial en Libia. Fue significativo que, a pesar de su actitud servil hacia Occidente, los dirigentes del CNT se vieran recientemente obligados a manifestarse contra una fuerza de seguridad de la ONU sobre el terreno, lo que refleja las presiones populares que existen. Esto indica que las masas revolucionarias sospechan del CNT y se oponen a que se permita la entrada de las fuerzas imperialistas a Libia;
  84. El testigo en Trípoli que citamos anteriormente escribe: “Estados Unidos y sus aliados continúan intentando subordinar la revolución a sus intereses. Han respaldado a un sector de los rebeldes que parece carecer de una base nacional, en un esfuerzo por controlar el curso de las revoluciones árabes. No están interesados ​​en una democracia genuina, sino en una democracia limitada, administrada y subordinada a sus necesidades”. Y concluye: “A pesar del carácter popular de la revolución, la debilidad de las estructuras políticas en Libia significa que las perspectivas de que de ella surja un ala de izquierda son extremadamente oscuras. Sin embargo, eran aún más débiles bajo Gadafi, y la revolución da a la sociedad libia el espacio para que esas cosas se desarrollen. Puede que no llegue pronto (requeriría una reestructuración de la economía, un crecimiento de la clase trabajadora, etc.), pero por primera vez en su historia, Libia tiene una oportunidad. Sólo por esa razón hay que apoyar la revolución. Además, la victoria ha dado nueva vida a los levantamientos en todo el mundo árabe, particularmente en Siria y Yemen." [...] "Es demasiado pronto para decir quién será el ganador final de la revolución de Libia, pero sí sabemos quién intentará determinar el resultado";
  85. Ésta es una conclusión bastante equilibrada. Es cierto que la clase trabajadora libia es mucho más débil que, digamos, el proletariado egipcio. Hasta ahora no ha podido dejar su sello en la Revolución. La izquierda es muy débil en general y la presión de los elementos burgueses y del imperialismo puede llevar a Libia en una dirección diferente. A pesar de esto, el derrocamiento de Gadafi crea condiciones más favorables para el desarrollo de la lucha de clases dentro de Libia;
  86. La experiencia de cómo se desarrolló la revolución libia, con una dirección burguesa secuestrando el movimiento, con líderes que formaban parte del antiguo régimen disfrazados de demócratas, es también una valiosa lección para los movimientos en curso en Siria y Yemen. Esa lección es la siguiente. Si un régimen es derrocado con la ayuda de potencias imperialistas, entonces las masas tendrán que pagar el precio. En lugar de un cambio genuino, terminarán con gran parte del antiguo régimen reciclado como nuevo y no se abordará ninguna de las cuestiones sociales realmente candentes. Por lo tanto, las masas tendrán que prepararse para una segunda revolución profunda para completar la tarea que se habían propuesto originalmente;
  87. Las condiciones materiales en Libia son decisivas a largo plazo. La situación de las masas es desesperada. El suministro de electricidad y agua se ha visto interrumpido. También hay una escasez desesperada de gasolina. Los trabajadores no pueden vivir para siempre a dieta de discursos y retórica “democrática”. Tienen necesidades inmediatas que deben ser atendidas. Ahora que Gadafi está muerto, el fin de los combates conducirá a una polarización dentro del campo rebelde según líneas de clase;
  88. Los trabajadores ya critican al CNT y protestan contra el mantenimiento de los antiguos directivos en la industria petrolera. Más de cien empleados de la Compañía Nacional de Petróleo de Libia (NOC) protestaron el martes 27 de septiembre frente a sus oficinas en Trípoli contra el fracaso de los directivos a la hora de romper claramente con el pasado: “Esta es una nueva era, una nueva revolución. Pagamos mucha sangre. Buscamos un gran cambio”, dijo Haifa Mohammed, quien dijo que trabajaba en el departamento de desarrollo sostenible de la empresa. “Esperábamos que este cambio ocurriera. Pero lo que estamos viendo es que los viejos siguen ahí, la gente mala, los directivos”;
  89. Antes de eso, The Economist informó, el 9 de abril, sobre una protesta de los trabajadores petroleros en Benghazi frente a las oficinas de la Arabian Gulf Oil Corporation (AGOCO), para exigir cambios en la dirección. La empresa se vio obligada a conservar al jefe del comité elegido por los trabajadores. Los trabajadores lograron esta victoria a pesar de la oposición del CNT. El informe cita las palabras de un sindicalista: "Los padrinos locales están tratando de dividirse el país tan rápido como los actores extranjeros";
  90. Aquí tenemos la auténtica voz de la Revolución Libia: la voz de la clase trabajadora que se ha sacudido una dictadura y no quiere que sea reemplazada por un nuevo tipo de dictadura: la dictadura del capital y el dominio imperialista. Esto indica que la clase trabajadora está empezando a moverse. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para apoyar y alentar cada paso en dirección a un movimiento independiente de la clase trabajadora en Libia;
  91. La situación es muy complicada y hay tendencias que van en diferentes direcciones. No hace falta decir que los marxistas siempre deben basarse en la clase trabajadora y en los elementos más revolucionarios de la juventud, incluso cuando éstos sean una pequeña minoría. Nos basamos en lo progresista y luchamos contra lo reaccionario;
  92. Por encima de todo, la caída de Gadafi es un eslabón más de una reacción en cadena que se está extendiendo por el mundo árabe. Ben Ali y Mubarak se han ido, y Alí Abdalá Salé pende de un hilo;
  93. Ahora que Gadafi ha sido derrocado, esto coloca a Bashar al-Ásad en Siria en mayor peligro. Abdalá II de Jordania todavía enfrenta oposición. El pueblo de Bahréin languidece con resentimiento bajo el control de la monarquía minoritaria sunita, apuntalada por las bayonetas sauditas;
  94. ¿Pero cuánto tiempo pueden durar estos regímenes? Las masas sauditas, que poseen tanta riqueza, no tolerarán para siempre el gobierno de una monarquía corrupta, decadente y decadente. Los acontecimientos libios son parte de una gran revolución árabe, que está lejos de terminar.

La Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores y la Guerra Civil Libia[editar]

El 26 de abril de 2012, la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores - Cuarta Internacional (UIT-CI) publicó un artículo[69]​ en el que afirmó que:

  1. La muerte de Kadafi ratifica el fin de la dictadura que, en realidad, se había producido en agosto cuando los milicianos rebeldes tomaron Trípoli;
  2. Fue el pueblo rebelde armado y no la OTAN los que terminaron con el déspota;
  3. Esto confirma que en Libia hubo un triunfo de una revolución democrática, que es parte de la “primavera árabe” que se inició en Túnez y Egipto;
  4. Los bombardeos de la OTAN en Libia siempre tuvieron el objetivo de buscar una negociación entre Kadafi y los opositores para evitar que triunfara una nueva revolución árabe, pero esta vez de un pueblo armado. En realidad trataban de salvar a un amigo. Por eso tampoco la OTAN nunca dio armas a los rebeldes que se armaron con lo que encontraban a su paso;
  5. Kadafi era un ex nacionalista burgués (al estilo Nasser, Perón o Hugo Chávez hoy) devenido, desde los 90, en aliado y agente del imperialismo y las multinacionales del petróleo. Es lamentable que aún existan dirigentes políticos, como el presidente Hugo Chávez, que definan al dictador y asesino Kadafi como un ”mártir” de la revolución y del antiimperialismo. Hasta los documentos encontrados en su ex bunker, demostraron que fue agente de la CIA y que, durante la guerra civil, lo asesoraban ex funcionarios de Bush;
  6. La muerte de Kadafi no da por terminada la revolución en Libia ni en los demás países árabes. Eso es lo que pretenden el imperialismo y los nuevos gobiernos capitalistas que se hicieron del poder en Egipto, Túnez y Libia. Los Obama, Sarkozy o Berlusconi, que, antes apoyaban a los dictadores árabes, ahora proclaman que ya “triunfó la democracia” para pasar a sostener a los nuevos gobiernos y pactar con ellos la continuidad de las multinacionales y los planes de ajuste a los pueblos;
  7. En realidad el proceso revolucionario árabe continua y en él se combinan distintas tareas. En Siria, Yemen, Bahrein, Argelia, Marruecos y otros países, sigue la lucha por terminar con sus dictaduras. En especial, la tarea de apoyar durante la guerra civil la lucha de los pueblos por derribar al carnicero sirio de Bashar Al Assad y al régimen dictatorial de Alí Abdalá Salé de Yemen;
  8. En Túnez, Egipto y Libia la tarea de los pueblos pasa por enfrentar a los nuevos gobiernos que quieren congelar las revoluciones y que no se salga de los marcos del capitalismo;
  9. En Libia, el gobierno del Consejo Nacional de Transición (CNT) está integrado por ex ministros de Kadafi y ha pactado con la OTAN y el imperialismo seguir los negocios petroleros. Por eso se inicia un nuevo capítulo de la revolución. El pueblo libio que luchó para tener libertades, control sobre el petróleo y un mejor nivel de vida, va a ver defraudadas sus expectativas y terminará enfrentado al nuevo gobierno;
  10. Esto ya empieza a suceder en Túnez y Egipto donde la juventud y los trabajadores no ven cambios sustanciales en su situación social. Ninguna multinacional ha sido expropiada. En Túnez y Egipto se han dado huelgas por reclamos salariales o por trabajo. Solo en Túnez se han registrado más de 1500 conflictos laborales luego de la caída de la dictadura. En el Cairo, los estudiantes salieron a reclamar reformas al sistema educativo. La juventud fue reprimida cuando tomaron la embajada de Israel reclamando una ruptura de relaciones con el sionismo;
  11. Por eso, en Túnez, Egipto y Libia, la tarea de los socialistas revolucionarios es apoyar la movilización de los trabajadores y la juventud por un programa de lucha para lograr salario, trabajo, salud y educación para todos, por la expropiación de las multinacionales y de los bienes de los ex gobernantes, los militares, y sus familias por el juzgamiento y la cárcel a todos los genocidas, en la perspectiva de lograr un nuevo poder de los trabajadores, la juventud y el pueblo;
  12. En ese camino hay que fortalecer y desarrollar todas las formas de autoorganización como los comités revolucionarios y las milicias populares de Libia; las organizaciones juveniles o los nuevos sindicatos independientes como los que han surgido en Túnez y Egipto.

La League for the Fourth International y la Guerra Civil Libia[editar]

El 18 de marzo de 2011, la League for the Fourth International publicó un artículo[70]​ en el que afirmó que:

  1. Anoche el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó por 10 a 0 (con la abstención de Rusia, China, Alemania, Brasil e India) a favor de lanzar una acción militar contra Libia con el pretexto de “proteger a los civiles”. Después de semanas en las que los medios occidentales produjeron propaganda de guerra y los liberales clamaron por una intervención “humanitaria”, la ONU emitió una declaración de guerra imperialista;
  2. Las supuestas preocupaciones “humanitarias” son el mismo tipo de cortina de humo utilizada para justificar el ataque de Estados Unidos y la OTAN a Yugoslavia en 1995 y 1999, así como la invasión estadounidense de Irak en 2003, supuestamente (entre otros pretextos) para defender a los kurdos y chiítas;
  3. La “zona de exclusión aérea” y los ataques aéreos para bombardear a las fuerzas libias autorizados por la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas representan un cambio importante respecto de lo que fue una guerra civil entre el brutal régimen burgués de Gadafi en Trípoli y una oposición monárquica/islamista/proimperialista en Bengasi;
  4. Ahora, frente a la acción de la ONU y sin dar apoyo político a Gadafi, los revolucionarios y todos los opositores al imperialismo tienen el deber de defender Libia mientras piden la derrota de los atacantes de EE.UU., la ONU y la OTAN;
  5. Libia , antigua colonia italiana y luego protectorado británico, es un país semicolonial atacado. Las fuerzas imperialistas lo codician por razones geoestratégicas (vastos depósitos de petróleo de alta calidad y ubicación clave en el Mar Mediterráneo y África) y desean deshacerse de Muamar Gadafi, con quien los gobernantes estadounidenses han tenido una enemistad intermitente durante décadas;
  6. Recientemente, el líder libio había estado cooperando con la “guerra contra el terrorismo” de Estados Unidos contra los islamistas que también amenazaban su gobierno. Pero con los levantamientos populares y el malestar que arrasan el Cercano Oriente y el norte de África, los oponentes de Gadafi, respaldados por la CIA, evidentemente pensaron que ésta era una buena oportunidad para deshacerse del errático hombre fuerte que a veces ha sido una espina clavada en el costado de Washington;
  7. Recordemos cómo Estados Unidos utilizó el terremoto de Haití de 2010 para ocupar el país insular caribeño más afectado. Para los pobres y los trabajadores, la ocupación imperialista es siempre un mal mayor. No pedimos a los EE.UU., la ONU y la OTAN que “ayuden al pueblo”, ¡exigimos que se larguen y se queden afuera!;
  8. La situación en Libia es notablemente diferente de la de Túnez, Egipto, Bahréin y otros lugares del Cercano Oriente, donde ha habido levantamientos plebeyos masivos en defensa de los derechos democráticos contra las dictaduras respaldadas por Estados Unidos;
  9. En Libia, las protestas iniciales fueron convocadas por grupos de oposición en el exilio vinculados a la CIA. En la guerra civil que, siguió los revolucionarios proletarios no tenían bando, porque se enfrentaban el régimen populista islámico de Gadafi contra un variopinto grupo de fuerzas burguesas monárquicas, islamistas y proimperialistas junto con algunos de los secuaces más sangrientos (ahora ex) de Gadafi;
  10. Pero con la votación de la ONU, los rebeldes ahora son garras de gato de las fuerzas imperialistas, y pedimos su derrota y la defensa de Libia. Al mismo tiempo, seguimos estando a favor de una revolución de los trabajadores libios y de los grupos oprimidos (como los bereberes) para derribar a Gadafi, denunciando no sólo su represión de estado policial sino también su repetida colaboración con Estados Unidos (e Italia y imperialismo francés cada vez que se le ha dado la oportunidad;
  11. La lucha contra el asalto imperialista a Libia no se limita al país norteafricano. Los trabajadores egipcios deberían oponerse a la invasión imperialista bloqueando el tránsito de los buques de guerra estadounidenses por el Canal de Suez. Los trabajadores tunecinos deberían impedir que atraquen los buques de guerra de la OTAN;
  12. En Bahréin, en lugar de pedir ayuda a Estados Unidos, como han estado haciendo los manifestantes, cualquier cambio genuinamente democrático no sólo derrocaría a la monarquía sunita aliada de Estados Unidos que ha oprimido durante mucho tiempo a la abrumadora población chiita, sino que también expulsaría a la fuerza naval estadounidense y bases aéreas que son el eje de las operaciones de los imperialistas en el Golfo Pérsico, como parte de la revolución obrera internacional desde los campos petroleros del este de Arabia hasta las fábricas de Irán;
  13. Gran parte de la izquierda socialdemócrata en Estados Unidos y a nivel internacional (incluidas la International Socialist Organization y la Socialist Alternative en Estados Unidos, el Socialist Workers Party (EE. UU.) y Partido Socialista (Inglaterra y Gales) y sus satélites) han estado aplaudiendo una supuesta “revolución” libia y ahora se encuentran en un aprieto, ya que los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido (con el apoyo de la “oposición” del Partido Laborista) lanzan acciones militares supuestamente para ayudar a esos mismos rebeldes;
  14. Otros izquierdistas reformistas de tendencia estalinista (como el Workers World Party y el Partido Socialismo y Liberación) históricamente han aclamado a Gadafi, haciendo que el líder libio sea una especie de antiimperialista, obligándolos a adoptar una posición de mala boca debido a su La alianza más reciente de Gadafi con Washington;
  15. Mientras los socialdemócratas lucen el monárquico libio rojo, negro y verde con una media luna y una estrella en apoyo a los rebeldes que luchan por un gobierno de banqueros e islamistas proimperialistas, y los desesperados apologistas de Gadafi de antaño levantan a medias la bandera verde del populismo islámico (y del capitalismo de compinches), los comunistas de la Liga para la Cuarta Internacional luchan bajo la bandera roja para aplastar al imperialismo mediante la revolución socialista internacional.

El Permanent Revolution Collective y la Guerra Civil Libia[editar]

El 15 de marzo de 2011, la Permanent Revolution Collective publicó una declaración[71]​ en la que afirmó que:

  1. Desde hace varias semanas, las potencias occidentales, que hasta entonces habían reconocido la legitimidad de la dictadura de Gadafi y en ocasiones la habían armado, amenazan con tomar el control del espacio aéreo libio con sus ejércitos. La Liga Árabe los apoya, mientras que el ejército de uno de sus miembros, Arabia Saudita, aplasta la revuelta en Bahréin. Francia y Gran Bretaña incluso consideran bombardear Libia y Austria los apoya;
  2. Contra la revuelta de las masas en Túnez, el coronel Gadafi apoyó en todo momento al régimen de Ben Ali porque temía la expansión de la revolución. Tenía razón: su familia es tan corrupta como la familia Ben Ali y su régimen es mucho más totalitario;
  3. Su dictadura ya no puede esconderse detrás del antiimperialismo. En 2003, Gadafi renunció a sus “armas de destrucción masiva” e hizo las paces con George W. Bush al unirse a su lucha “contra el fundamentalismo islámico”;
  4. En 2006, Libia renovó sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos, comenzó a privatizar las empresas locales y abrió el país a las petroleras estadounidenses;
  5. En 2007, Gadafi firmó con Berlusconi un tratado para impedir que los africanos negros emigren de las costas libias a las islas y costas italianas. Desde entonces: cientos de eritreos, malienses, somalíes, entre otros han sido maltratados, robados, golpeados y violados por la policía libia al servicio de la Unión Europea, abandonados en medio del desierto o encarcelados en condiciones repugnantes;
  6. Todos los países imperialistas del mundo, incluida China, habían apoyado a Ben Ali y Hosni Mubarak hasta el final. Para reprimir la revolución que comenzó en el norte de África y se extiende al Medio Oriente, que amenaza no sólo su suministro de petróleo sino también el orden local, e incluso el orden mundial, las grandes potencias intervienen a través de los cuarteles generales del ejército;
  7. En enero, Obama hizo relevar a Ben Ali por el ejército tunecino, que instaló un "gobierno de transición" burgués. En febrero, Obama hizo que el estado mayor del ejército egipcio dejara de lado a Mubarak, negociara con los islamistas y estableciera un “gobierno de transición”. Todos los países imperialistas siguen pagando tarifas petroleras a Gadafi, quien envía aviones y tanques contra las masas insurgentes;
  8. La amenaza de una intrusión de los ejércitos occidentales, que destruyeron Irak en 2003 y que ocupan Afganistán desde 2001, ha fortalecido políticamente a Gadafi. Sólo la perspectiva de un gobierno de trabajadores y campesinos designado por los consejos de trabajadores y populares, que establecería libertades democráticas, separación entre el Estado y la religión, emancipación de las mujeres, plena igualdad para los trabajadores inmigrantes, control de la población sobre la economía, expropiación de los grupos capitalistas del clan de Gadafi, entre otras medidas: socavaría el control que Gadafi todavía tiene sobre una parte importante del territorio y sobre la compañía petrolera nacional libia;
  9. Para derrotar a Gadafi, liquidar el retroceso feudal, desarrollar el país y emanciparlo realmente del dominio imperialista, es necesaria una revolución social. Para dirigirlo, los trabajadores necesitan un partido propio, independiente de cualquier fracción de la burguesía (ya sea “nacionalista”, “democrática” o “islamista”), basado en el marxismo y especialmente en la estrategia de la Revolución Permanente (en tiempos del imperialismo, sólo la clase obrera puede liderar una revolución, que sólo puede ganar profundizándose y extendiéndose), de un partido relacionado con otros proletariados en el norte de África, Medio Oriente, África subsahariana, de todos la Cuenca Mediterránea, con una Internacional de trabajadores revolucionaria. Los trabajadores y los jóvenes en Túnez y Egipto deben tomar el control de las armas en sus países para ayudar a sus hermanos y hermanas en Libia;
  10. Para ayudar a los jóvenes y a los trabajadores que intentan derrocar a Kaddafi, los trabajadores de América del Norte y de Europa Occidental no pueden depender de sus propios gobiernos. Todos ellos están al servicio de las grandes empresas capitalistas. Están destruyendo todas las conquistas sociales anteriores y apoyando en todas partes a la contrarrevolución, a las monarquías clericales y a las peores dictaduras;
  11. Los trabajadores deben exigir a las organizaciones de masas que ellos mismos crearon, sindicatos y partidos, que exijan la apertura de las fronteras para los trabajadores y estudiantes de toda África, contra toda intervención militar en Libia y en los demás países de la región, para la evacuación total de Irak, por el cierre de las bases militares estadounidenses, francesas y británicas en toda la cuenca mediterránea, por el levantamiento del bloqueo contra Irán;
  12. La lucha directa de los trabajadores contra sus propios gobiernos sería el mejor apoyo para los insurgentes en Libia y para los oprimidos en el norte de África. Asimismo, los trabajadores judíos deben poner fin a la colonización sionista y reconocer el derecho al retorno de los palestinos;
  13. Entonces los trabajadores de Libia podrán derrotar la dictadura burguesa y contribuir a la federación socialista del Norte de África y Medio Oriente, donde los árabes, los bereberes, los turcos, los judíos, los kurdos, los saharauis, los persas... juntos abolirá las fronteras heredadas del colonialismo.

El Comité de Vínculo pela Cuarta Internacional y la Guerra Civil Libia[editar]

El 22 de abril de 2011, el Comité de Vínculo pela Cuarta Internacional publicó una declaración[72]​ en la que defendió/afirmó que:

  1. ¡En defensa incondicional de Libia contra el imperialismo! - ¡Un Frente Militar Único con Gadafi para derrotar a la OTAN y a los "rebeldes" armados por la CIA!;
  2. ¡Ninguna confianza en el gobierno de Trípoli! ¡Sólo armando a todo el pueblo y con la revolución permanente podremos ganar esta lucha!;
  3. La crisis económica mundial ha aumentado el apetito del imperialismo por sobreexplotar a la clase obrera y recolonizar las riquezas del planeta. En nombre de salvar a los capitalistas de la crisis especulativa, los gobiernos burgueses de todo el mundo han transferido mucho dinero de las arcas del Estado al gran capital privado. Ahora, los gobiernos burgueses intentan recapitalizar sus arcas. Para ello, están imponiendo a la clase obrera que pague la factura de la orgía financiera, lo que se hace mediante ajustes fiscales, ataques a los salarios, a las conquistas laborales y sindicales, a la seguridad social, etc. Esto también ha provocado un aumento del coste de la vida para las masas y ha acentuado las disputas interimperialistas por el reparto de las semicolonias;
  4. En Europa, de Grecia a Portugal, la resistencia popular fue contenida por las direcciones sindicales y de los partidos proimperialistas;
  5. En Estados Unidos (Wisconsin), las direcciones sindicales vinculadas al Partido Demócrata hicieron lo mismo;
  6. En América Latina, hasta ahora, pero no por mucho tiempo, los gobiernos de la llamada "centroizquierda" han estado retrasando y amortiguando el conflicto social a través de su control de las organizaciones de masas. Obama ordenó el bombardeo de Libia cuando estaba con Dilma Roussef, el gobierno proimperialista de Brasil;
  7. Ahora, en África, las oposiciones burguesas liberales de las dictaduras de Túnez y Egipto han hecho acuerdos de transición democrática para estabilizar los países con nuevos gobiernos títeres de EEUU e Israel;
  8. No consideramos que estos procesos sean "revoluciones árabes" o "revoluciones democráticas". Son levantamientos populares, auténticas expresiones de indignación ante la subida de precios y el aumento de la opresión provocados por la crisis imperialista que comenzó en 2008, pero el imperialismo trata de desviar estas situaciones potencialmente revolucionarias para extender su dominación en África y Oriente Próximo;
  9. Si el imperialismo no consigue apropiarse "pacíficamente" de lo que quiere, como por ejemplo a través del plebiscito fraudulento que dividió Sudán, la ONU intenta ocupar el país e imponer sus elecciones igualmente fraudulentas por la fuerza militar, como ocurrió en Costa de Marfil. Todo ello con el apoyo de la Unión Africana y del gobierno del Congreso Nacional Africano (CNA) en Sudáfrica;
  10. En Libia, Siria e Irán, el imperialismo pretende dar golpes de Estado bajo un camuflaje "democrático", aprovechando los "levantamientos populares" en los países vecinos. En Irán, EEUU e Israel intentan reeditar la reaccionaria "revolución verde". En Siria, el imperialismo yanqui y su enclave sionista intentan crear el mismo escenario de guerra civil fabricado contra Libia para justificar otra intervención militar extranjera;
  11. En Libia, el imperialismo ha dado un salto cualitativo en su intervención. No sólo por lo que hizo después de que comenzara el proceso "rebelde", sino por lo que preparó antes. El "levantamiento" en Libia no es ningún tipo de revolución, sino una contrarrevolución, con una dirección imperialista apoyada y patrocinada por la CIA. Es la continuación de una serie de intentos de restaurar la monarquía y los privilegios tribales en favor de EEUU y la Unión Europea, que comenzaron poco después de que Gadafi tomara el poder en 1969 y han continuado esporádicamente desde entonces. No por casualidad, la bandera de los "rebeldes" es la bandera de la monarquía impuesta por el imperialismo del Rey Idris (1951-1969);
  12. Los rebeldes libios han sido agentes de la CIA desde el principio, como lo fueron los golpistas antichavistas en Venezuela en 2002. El imperialismo, dirigido por Estados Unidos y Francia, quiere balcanizar Libia, como hizo en Yugoslavia, o dominarla en su conjunto, como en Afganistán e Irak. También podría ocurrir lo que vimos en Bolivia, donde Evo Morales capituló ante un nuevo reparto de la explotación del gas a favor de los golpistas proimperialistas del este del país;
  13. Quienes patrocinan la ingenua noción de que lo que está ocurriendo en Libia es una revolución "de masas", como continuación de los levantamientos de Túnez y Egipto, olvidan que las masas fueron engañadas para que apoyaran la caída del Muro de Berlín, la Revolución de Terciopelo (Checoslovaquia), la Revolución Naranja (Ucrania) y todas las demás "revoluciones" fabricadas por la CIA. Todos estos movimientos eran en realidad contrarrevoluciones patrocinadas por el imperialismo;
  14. Desde el comienzo de la nueva escalada de ataques israelíes contra Palestina, 20 palestinos han muerto y 50 han resultado heridos en la peor ofensiva israelí contra la Franja de Gaza en dos años. Es el ataque más sangriento desde 2008, cuando una operación militar mató a 1.400 palestinos. Estamos a favor de la destrucción del Estado sionista de Israel y de un gobierno obrero y campesino multiétnico, basado en consejos obreros urbanos y rurales;
  15. Durante 21 años, el Partido Nacional Democrático (PND) de Hosni Mubarak en Egipto fue miembro de la Segunda Internacional Socialista (IS), junto con los Partidos Laboristas de Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda;
  16. Fue sólo en enero de 2011, que la Internacional Socialista expulsó el PND de sus filas, tras las manifestaciones masivas que condujeron a la dimisión de Mubarak, pero no derrotó al PND. Sin embargo, fiel a su larga historia de defensa del imperialismo británico, el líder del Partido Laborista británico, Ed Miliband, apoyó inequívocamente a los rebeldes bengasi y el bombardeo de Libia, basándose en la declaración completamente hipócrita de que, "como internacionalistas, tenemos la responsabilidad y la oportunidad de ayudar a aplicar el derecho internacional y salvar a los inocentes de esta masacre";
  17. Utilizando las insensatas amenazas de Gadafi de que "no tendría piedad ni misericordia", Miliband sancionó el ataque que está matando a mucha más gente de la que Gadafi podría haber matado. Pero como "efecto no intencionado", este ataque desviará los recursos petrolíferos de Libia a manos de los imperialistas occidentales para que puedan invertir en los mercados de Wall Street y la City de Londres, restando recursos a las escuelas, los hospitales y el bienestar de Libia y otros países africanos;
  18. El diputado Jim Murphy, asesor laborista del Secretario de Defensa británico, hizo una sugerencia que fue seguida por el resto de la izquierda reformista británica e internacional: "La inercia ha perjudicado la causa de la libertad no sólo de los cientos de miles de personas que se han rebelado contra Gadafi en Libia, sino en otros países donde la gente también lucha por el cambio.;
  19. Y para aquellos que todavía tienen dudas sobre las posiciones asesinas del Partido Laborista imperialista, Murphy escribe: "Nuestras convicciones deben estar con todas las fuerzas británicas en todo el mundo, incluidos los más de 10.000 británicos en Afganistán. Esta valiente acción en el espacio aéreo libio y en el Mediterráneo debe recibir todo el apoyo que necesita, porque su valor es lo que permite aplicar la resolución de la ONU para proteger al pueblo libio." Naturalmente, se deshace en elogios hacia las masacres "para salvar vidas" de civiles y combatientes en Irak y Afganistán o ahora en Libia;
  20. La mayor prueba de que los "rebeldes" libios no son más que carniceros agentes del imperialismo es que invocan los bombardeos de la OTAN contra su propio pueblo, como han hecho los colaboracionistas en todos los momentos de la lucha de clases, desde Adolphe Thiers en la Comuna de París (1871) hasta el Líbano (2006). Cada día que pasa queda más claro que los agentes nativos del imperialismo son meros abridores de la intervención multinacional en el país. Son racistas y xenófobos, enemigos de la clase obrera negra africana que trabaja en Libia. En nombre de la caza de los "mercenarios de Gadafi", persiguen a los negros para devaluar aún más la mano de obra del país, preparándola para la superexplotación de la nueva era de rapiña imperialista extrema. Los "rebeldes" libios son una banda burguesa de matones del régimen de Gadafi al servicio del gran capital internacional;
  21. Los grupos políticos que se reclaman marxistas, que caracterizan los levantamientos populares en los países árabes como "revoluciones", son demagogos que adulan y adormecen a las masas en favor de la estabilización de nuevos gobiernos títeres burgueses proimperialistas;
  22. Pero lo peor es cuando estos grupos, en nombre del apoyo a las masas libias y a la lucha por la democracia, se alían con la propaganda de guerra de los medios de comunicación imperialistas mundiales para camuflar este golpe de Estado de la CIA. Quienes se niegan a establecer un frente militar único con Gadafi para derrotar los intereses del imperialismo externa e internamente, traicionan la lucha antiimperialista mundial y la lucha contra el Estado genocida de Israel que masacra a los palestinos en particular;
  23. Denunciamos a las principales corrientes revisionistas internacionales que comparten formalmente las siguientes posiciones: 1) Caracterizan la existencia de una "revolución árabe" o de "revoluciones democráticas" en África y Oriente Medio; - 2) apoyan a los "rebeldes" proimperialistas en Libia; - Este perfil incluye al Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (Nuevo Partido Anticapitalista NPA - Francia; Enlace/Partido Socialismo y Libertad (PSOL) - Brasil); Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (LIT-CI - Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU) - Brasil); Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores - Cuarta Internacional (UIT) (Izquierda Socialista (Argentina)); Corriente Marxista Internacional (CMI) (Militant - Gran Bretaña, Esquerda Marxista do PT - Brasil); Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT) (Partido Socialista (Inglaterra y Gales), LSR/PSOL - Brasil); International Socialist Tendency (IST) (Socialist Workers Party - Gran Bretaña); Liga por la Quinta Internacional (L5I) (Workers Power - Gran Bretaña); Fracción Trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI) (Partido de los Trabajadores Socialistas PTS - Argentina, LER - Brasil); FLTI (LOI-DO - Argentina);
  24. Fueron las políticas antiobreras y neoliberales de Gadafi de la última década las que allanaron el camino para esta reaccionaria ofensiva imperialista. Gadafi ha establecido nuevos acuerdos con el imperialismo, destruyendo los logros de los procesos posteriores a 1969 de nacionalización de los medios de producción y de la riqueza energética;
  25. Además, Gadafi prohibió los sindicatos y las huelgas, hizo acuerdos racistas contra los inmigrantes con Silvio Berlusconi, patrocinó la campaña electoral del fascista Nicolas Sarkozy y privatizó y subastó la riqueza energética de Libia. De este modo, el caudillo de Trípoli perdió popularidad entre la población libia y africana y alimentó el apetito de sectores de la burguesía nativa por negociar directamente con el imperialismo, deshaciéndose del clan Gadafi;
  26. Las masas no pueden confiar en el antiimperialismo de Gadafi. Por esta razón, exigimos el armamento de todo el pueblo libio contra el imperialismo y la oposición reaccionaria. Exigimos la defensa incondicional de Libia contra el imperialismo y sus agentes. Exigimos un frente militar único con Gadafi contra la OTAN y los "rebeldes" monárquicos que son agentes de la CIA. "Rebeldes" que son políticamente similares a los legalistas proimperialistas en el norte de Irlanda, el Inkatha Freedom Party en Sudáfrica y los "Contras" en Nicaragua;
  27. Esta fue la táctica revolucionaria de Lenin y Trotsky ante la sublevación de Kornílov, el antiguo general de Kerensky que, en agosto de 1917, intentó dar un golpe de Estado en Rusia;
  28. Los bolcheviques llamaron a un frente militar único y exigieron armas a Kerensky, al tiempo que culpaban a éste de allanar el camino a la reacción y preparaban la revolución social. Del mismo modo, responsabilizamos a Gadafi de la reacción golpista e instamos a las masas a combinar las tareas de la lucha antiimperialista con la lucha democrática y socialista para avanzar hacia el establecimiento de un gobierno obrero y campesino donde el panarabismo de Gadafi se haya detenido y retrocedido;
  29. La victoria sobre la ofensiva militar contrarrevolucionaria imperialista daría un inmenso impulso no sólo al proletariado libio para saldar cuentas con el caudillo de Trípoli, sino que también impulsaría la lucha de los trabajadores de Túnez, Egipto, Bahrein, Costa de Marfil, Palestina, Irak y Afganistán contra el imperialismo y los capitalistas nativos;
  30. El primer paso en esta dirección es la lucha en nuestros propios países contra las burguesías imperialistas de Gran Bretaña y las burguesías semicoloniales de Brasil y Sudáfrica. Defendemos la derrota de nuestros propios gobiernos, aliados de la recolonización imperialista del proletariado mundial. Defendemos el pleno derecho de las masas libias a expropiar a las multinacionales británicas, brasileñas y sudafricanas y a todos los capitalistas de Libia, a favor de la nacionalización sin indemnización y bajo control obrero;
  31. ¡Derrota al imperialismo! ¡Luchar por la soberanía, la unidad y la independencia de Libia con los métodos de la revolución permanente!
  32. ¡Frente militar único con el ejército libio contra el Consejo Nacional de Transición (CNT) proimperialista y contra todos los grupos patrocinados por la CIA!
  33. ¡Construir Comités Revolucionarios en cada lugar de trabajo, escuela y hogar contra la intervención imperialista!
  34. Por una Asamblea Constituyente basada en estos comités revolucionarios;
  35. ¡Por un gobierno obrero y campesino!
  36. En defensa del derecho de sindicación y de huelga;
  37. No a los controles de inmigración, ¡igualdad de derechos y condiciones laborales para todos los inmigrantes!
  38. Control obrero de los centros de trabajo y de los yacimientos petrolíferos, subsidios para alimentos y bienes de primera necesidad, salario mínimo vital, pleno empleo para todos;
  39. ¡#xpropiación de las empresas y capitales imperialistas!
  40. ¡Por huelgas y ocupaciones para impedir el envío de tropas y municiones para atacar Libia!
  41. ¡Por una Federación Socialista del Norte de África y Oriente Medio!

Guerra Civil Siria[editar]

El Secretariado Unificado y la Guerra Civil Siria[editar]

El 03 de junio de 2018, el Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (SU-CI), publicó un artículo[73]​ en el que afirmó que:

  1. Reafirma su solidaridad con todos los civiles bombardeados, masacrados, torturados, hambrientos y desplazados en Siria y también con las fuerzas democráticas y progresistas que continúan defendiendo las aspiraciones de una insurrección heroica, siete años después del inicio del levantamiento popular sirio;
  2. Probablemente más de medio millón están muertos y desaparecidos, más del 80% de los cuales fueron asesinados por las fuerzas armadas y los aliados del régimen. Más de 6 millones de personas han huido a través de fronteras y 7,6 millones son desplazados internos, de una población de 22,5 millones en 2011;
  3. Más del 80% de la población vive por debajo del umbral de pobreza. En junio de 2017, el Banco Mundial estimó que alrededor de un tercio de todos los edificios y casi la mitad de todos los edificios escolares y hospitalarios de Siria habían resultado dañados o destruidos;
  4. Condena la barbarie del régimen despótico de la familia Assad y sus aliados, simbolizada a principios de 2018 por su ofensiva en Guta Oriental, cerca de Damasco. Continúan las ofensivas militares y los bombardeos contra civiles, incluido el uso de armas químicas, en diversas zonas fuera del control del régimen de Bashar al-Assad;
  5. Desde 2015, este último, que entonces se encontraba en una situación desesperada, parece haber seguido fortaleciéndose y aumentando el territorio recuperado apoyándose en sus aliados rusos e iraníes, así como en el Hezbollah libanés. Hoy, Damasco controla casi el 60% del territorio y más del 80% de la población;
  6. Es en este contexto que actores estatales con agendas políticas y económicas muy diversas e incluso contradictorias, pero que bombardearon y participaron en la destrucción de Siria, plantean ahora la cuestión de la reconstrucción, cuyos costes se estiman actualmente en más de 350 mil millones de dólares;
  7. Para Assad, sus familiares y los empresarios vinculados a su régimen, la reconstrucción es vista como un medio para consolidar los poderes ya adquiridos y restablecer su dominio político, militar, de seguridad y económico, también con el reasentamiento forzoso de poblaciones. Este proceso también reforzaría las políticas neoliberales de un régimen muy endeudado que no tiene la capacidad de financiar la reconstrucción por sí solo;
  8. Al mismo tiempo, los países aliados del régimen sirio, en particular Rusia e Irán, pero también China, están en primera línea para beneficiarse económica y estratégicamente de la reconstrucción;
  9. Los yihadistas del Estado Islámico (EI o "Daesh") han perdido la gran mayoría de las ciudades y centros urbanos sirios e iraquíes que ocupaban. Actualmente sólo permanecen bajo control del EI regiones fronterizas aisladas entre Irak y Siria, además de algunos focos en territorio sirio;
  10. Otras organizaciones yihadistas y salafistas, que a veces se oponen al régimen de Assad mientras luchan contra las fuerzas democráticas, también han perdido terreno;
  11. Sin embargo, la pérdida de vastos territorios por parte de estas organizaciones no significa el fin de su existencia y de su capacidad de realizar ataques terroristas;
  12. que se opone a estas organizaciones ultrarreaccionarias, que constituyen la otra cara de la contrarrevolución. Nunca debemos olvidar que su ascenso al poder contra las fuerzas democráticas de la insurgencia se debe tanto a las maniobras del régimen sirio tratando de justificar su represión ilimitada ante los ojos del mundo como a la financiación por los regímenes autoritarios de la región que reprimen todas las formas de resistencia democrática y social;
  13. En enero de 2018, el ejército turco, asistido por milicias islámicas y reaccionarias de la oposición armada siria, lanzó una ofensiva aérea y terrestre masiva contra la provincia de Afrin, en el noroeste de Siria, con una población mayoritariamente kurda controlada por el Partido de la Unión Democrática (PYD) y sus Unidades de Protección Popular (YPG). Esta región está ahora ocupada por fuerzas del ejército turco y milicias sirias a su sueldo, que continúan las violaciones de derechos humanos y el desplazamiento forzado de la población;
  14. La operación militar turca contra Afrin en Siria y el rechazo por parte del gobierno iraquí del resultado del referéndum, de octubre de 2017, sobre la independencia del Kurdistán iraquí, organizado por la dirección de Masud Barzani, muestran una vez más que las potencias internacionales y regionales no están preparadas para que las aspiraciones nacionales o autonomistas kurdas se hagan realidad;
  15. Está claro que el apoyo de Moscú y Washington a las YPG en diferentes momentos, como el apoyo de las YPG a la campaña militar y aérea rusa junto al régimen de Assad lanzada a finales de septiembre de 2015 en los alrededores de Alepo, no impidió la agresión militar de Ankara contra Afrin. En su carrera hacia la dictadura, el presidente turco Erdogan quiere aplastar al pueblo kurdo como cualquier aspiración democrática en su país;
  16. Defender el derecho a la autodeterminación del pueblo kurdo, derecho que puede adoptar diversas formas en los distintos países de la región (como la independencia, el federalismo o el reconocimiento del pueblo kurdo como una entidad con iguales derechos dentro de un Estado);
  17. Saludamos el compromiso heroico de las fuerzas que lideran esta lucha contra las fuerzas oscurantistas, incluso si podemos expresar críticas más o menos fuertes a su liderazgo, particularmente en Irak en relación con el liderazgo de Barzani, pero también en Siria en relación con las tácticas del PYD, al tiempo que acoge con satisfacción las experiencias emancipadoras que ha intentado en Rojava;
  18. En cualquier caso, es necesaria la más amplia solidaridad con el pueblo kurdo frente a la feroz represión que sufre en Turquía, Siria, Irak e Irán, que también se refleja en las prácticas de los países europeos;
  19. Todas las fuerzas contrarrevolucionarias, a pesar de su rivalidad, actuaron simultáneamente para derrotar a la revolución siria: sean aquellos que apoyan al régimen de Bashar al-Assad (Rusia, Irán y sus milicias) y que están involucrados en graves crímenes de guerra; o los imperialistas estadounidenses y europeos que hicieron declaraciones de principios sobre la democracia pero se negaron a permitir que los componentes democráticos del levantamiento se defendieran y también bombardearon a poblaciones civiles en nombre de la lucha contra el terrorismo; o el régimen turco que utilizó la revolución siria para aparecer como líder de los "pueblos del Islam" y se transformó en ocupante de parte del norte de Siria, y bombardeó ciudades para luchar contra las organizaciones kurdas; o los Estados del Golfo que apoyan financieramente a todos los movimientos y milicias ultrarreaccionarios siempre que sirvan a sus objetivos; o Israel que, al llevar a cabo bombardeos selectivos en Siria para debilitar a Assad e impedir la expansión militar de Irán y Hezbolá, en realidad los fortalece políticamente;
  20. Luchar por por el cese de todas las ofensivas militares: esto significa que se deben utilizar todos los medios de presión para proteger las últimas regiones que han escapado del régimen y donde se han refugiado cientos de miles de civiles desplazados;
  21. Denunciar todas las intervenciones militares extranjeras que se oponen a las aspiraciones de cambio democrático en Siria, ya sea en apoyo al régimen (Rusia, Irán, Hezbollah) o proclamándose “amigos del pueblo sirio” (Arabia Saudita, Qatar y Turquía, Estados Unidos, etc.);
  22. Las clases populares sirias que luchan por la libertad y la dignidad no tienen un Estado amigo en su lucha... incluso si intentan aprovechar las rivalidades interimperialistas para promover sus propios intereses mientras mantienen la independencia política y la autonomía;
  23. Apoyar la oposición al régimen de Assad, rechazando su relegitimación internacional, no olvidando los crímenes de guerra, las decenas de miles de prisioneros políticos todavía torturados en las cárceles del régimen, los desaparecidos, los refugiados, los desplazados internos, etc.;
  24. El cheque en blanco otorgado hoy a Assad y sus crímenes sería un mayor abandono del pueblo sirio y su heroica revuelta, e inevitablemente aumentaría la sensación de impunidad de todos los Estados autoritarios, permitiéndoles a su vez aplastar a sus poblaciones si se rebelaran. De manera similar, todos los actores que han cometido violaciones de derechos humanos contra civiles deben ser castigados por sus crímenes;
  25. La memoria y las experiencias políticas del proceso revolucionario sirio deben utilizarse ahora para (re)construir la resistencia, en la que los numerosos activistas en el exilio tendrán un papel que desempeñar y el movimiento de solidaridad internacionalista tiene la responsabilidad de apoyar el desarrollo de estas redes;
  26. No hay que olvidar los objetivos originales del levantamiento popular sirio por la democracia, la justicia social y la igualdad, contra todas las formas de racismo y confesionalismo religioso;
  27. En esta perspectiva, es urgente fortalecer todos los esfuerzos en todo el mundo destinados a recrear una genuina solidaridad internacionalista y progresista, denunciando a todas las potencias imperialistas internacionales y regionales sin excepción;
  28. Debe oponerse a las políticas de seguridad neoliberales, racistas e islamófobas. En particular, luchar contra las políticas criminales de cierre de las fronteras de los estados europeos que han convertido el Mar Mediterráneo en un vasto cementerio para personas que huyen de guerras, dictaduras y miseria. Los refugiados sirios tienen derecho a ser recibidos en condiciones dignas en los países que elijan;
  29. ¡La solidaridad internacionalista con las clases populares sirias es más necesaria que nunca!

El Comité Internacional y la Guerra Civil Siria[editar]

El 02 de de septiembre de 2013, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CI-CI) publicó una declaración[74]​ en el que afirmó que:

  1. Llamaba a los trabajadores y jóvenes de Estados Unidos, Europa y de todo el mundo a movilizar su fuerza colectiva contra los planes de la administración Obama y sus aliados de un ataque militar a Siria;
  2. La declaración del Presidente Obama el sábado de que buscaría autorización del Congreso para bombardear Siria significa sólo que el ataque se ha retrasado, no que se haya cancelado;
  3. El recurso a una votación en el Congreso es una maniobra política cínica destinada a legitimar una guerra basada en mentiras. Después de la sorprendente derrota del jueves en el parlamento británico de una resolución pro guerra, la administración Obama está luchando por crear una cobertura política para una guerra ilegal a la que se opone la abrumadora mayoría del pueblo estadounidense. Obama espera que el Congreso sancione el ataque a Siria, porque la farsa de un debate en el Congreso permitirá a Obama afirmar que la decisión de guerra se ha tomado democráticamente y expresa la “voluntad del pueblo”. Se invocará este argumento para justificar una mayor represión contra quienes se oponen a la guerra;
  4. Entre las mentiras centrales empleadas por la administración Obama está la afirmación de que la acción militar será “limitada”, destinada únicamente a castigar al presidente sirio Bashar al-Assad por utilizar armas químicas;
  5. No hay nada limitado en el bombardeo masivo que se desatará contra Siria. En su discurso, Obama afirmó que los ataques buscarían “degradar [la] capacidad” del ejército sirio. Esto requerirá la destrucción a gran escala de equipos y la muerte de miles de soldados y civiles. El plan militar estadounidense será una repetición en todos los sentidos, excepto en el nombre, de las tácticas de “conmoción y pavor” empleadas contra Irak en 2003;
  6. La acción militar estadounidense continuará hasta que cumpla sus objetivos estratégicos: invertir el curso de la guerra civil en Siria a favor de la oposición respaldada por Estados Unidos, matar al presidente Assad si es posible, paralizar al régimen y allanar el camino para la instalación de un gobierno títere de los Estados Unidos;
  7. Más allá de Siria, el objetivo es socavar la influencia de Irán, Rusia y otros competidores estadounidenses en la región. La guerra contra Siria conducirá rápidamente a una confrontación militar con Irán;
  8. El New York Times informó el domingo que Obama dijo a su equipo que la razón más “convincente” para solicitar la autorización del Congreso era que “actuar solo lo debilitaría si en los próximos tres años necesitara la autoridad del Congreso para su próxima confrontación militar en el Medio Oriente”, tal vez con Irán”;
  9. No hay duda de que la administración se encuentra en una grave crisis. El camino hacia la guerra no ha ido tan bien como esperaba Obama. Obama creía que las acusaciones de un ataque con gas venenoso lograrían llevar al público a la guerra. Los misiles debían ser disparados y las bombas arrojadas antes de que se pudieran hacer preguntas, y mucho menos responder. Estos planes sufrieron un revés después de la votación en el Parlamento británico, cuando quedó claro que el Primer Ministro David Cameron no podía fundamentar ninguna acusación sobre el uso de armas químicas por parte de Siria;
  10. Si bien Obama estaba dispuesto a ir a la guerra sin el apoyo público dentro de Estados Unidos (las encuestas sitúan el apoyo a ataques militares en Siria tan solo en un nueve por ciento), la derrota en el Parlamento creó una situación políticamente insostenible. La administración concluyó que sería políticamente peligroso comenzar una guerra sin apoyo interno ni respaldo internacional creíble. La votación en el Congreso tiene como objetivo crear la apariencia de un amplio apoyo público a la guerra;
  11. A solo una semana de la fecha para el inicio de un debate en el Congreso, los próximos días serán testigos de una campaña masiva de propaganda mediática en apoyo de la guerra, centrada en las afirmaciones del uso de armas químicas por parte del gobierno sirio;
  12. Estas acusaciones no tienen credibilidad. Numerosos informes ya implican a la oposición, dominada por organizaciones terroristas afiliadas a Al Qaeda, en el ataque con gas. Estos informes incluyen declaraciones de testigos que afirman que las fuerzas de oposición utilizaron armas químicas proporcionadas por las agencias de inteligencia de Arabia Saudita, que se opone a Assad. Además, es un hecho que las fuerzas de oposición respaldadas por Estados Unidos han utilizado armas químicas antes y han sido sorprendidas en posesión de gas nervioso sarín;
  13. La “evaluación de inteligencia” de las agencias de espionaje estadounidenses publicada por el Secretario de Estado John Kerry es un compendio de mentiras y afirmaciones vacías que no están respaldadas por ninguna evidencia concreta. La administración ha rechazado los llamados de Rusia para que ponga sus pruebas a disposición de las Naciones Unidas para una revisión independiente;
  14. Incluso si se estableciera que el ejército sirio había utilizado gas venenoso, esto no cambiaría el carácter depredador e imperialista de la intervención estadounidense. Durante dos años, Estados Unidos ha trabajado con aliados en la región, junto con Gran Bretaña y Francia, para avivar una guerra civil, con el objetivo de lograr un cambio de régimen. Durante mucho tiempo se ha percibido al régimen de Assad como un obstáculo potencial para las maquinaciones de Estados Unidos en Medio Oriente, en gran parte debido a sus estrechas relaciones con Irán y Rusia;
  15. Las hipócritas afirmaciones de la administración Obama de que está motivada por preocupaciones “humanitarias” quedan expuestas por su largo y sangriento historial en el Medio Oriente. Más recientemente, Estados Unidos no tuvo problemas para aceptar la matanza masiva llevada a cabo por el ejército egipcio, financiada con miles de millones de dólares en subsidios estadounidenses;
  16. Es necesaria una lucha decidida contra el desastre que se está preparando. Sin embargo, al oponerse a la guerra no se puede confiar en el Congreso de los Estados Unidos, una institución que, al igual que la Casa Blanca, está controlada por la élite empresarial y financiera;
  17. Los altos funcionarios de ambos partidos: demócrata y republicano, ya han declarado su apoyo a la guerra, y todo el establishment político ha librado más de una década de guerra interminable, bajo la rúbrica de “guerra contra el terrorismo”;
  18. Incluso si la resolución de guerra es rechazada, en el mejor de los casos retrasará, pero no detendrá, el impulso hacia la guerra. Lo mismo ocurre en Gran Bretaña, donde ya se están llevando a cabo maniobras para celebrar otra votación que autorice la guerra, tras la acción del Congreso de los Estados Unidos;
  19. Si se quiere detener la guerra, los trabajadores, los estudiantes y los jóvenes deben tomar medidas independientes del Congreso y de los dos grandes partidos empresariales. La lucha contra la guerra debe convertirse en la punta de lanza de la lucha contra los incesantes ataques a los niveles de vida y los derechos democráticos básicos de la clase trabajadora. Esta es, en esencia, una lucha contra el capitalismo;
  20. Éste no es un momento de espera vigilante, sino de acción política consciente. Esto debe empezar de inmediato. Es necesario que todos aquellos que se oponen a la guerra hagan oír su voz. La cuestión de la guerra debe ser quitada de las manos de la elite gobernante y sus representantes políticos;
  21. El Partido Socialista por la Igualdad en Estados Unidos (PSI-EE.UU.) y sus partidos hermanos a nivel internacional convocan a la organización de manifestaciones, mítines, seminarios y otras manifestaciones populares de sentimiento contra la guerra. Estos deben organizarse en los lugares de trabajo y en las escuelas;
  22. El CI-CI seguirá analizando la situación política y exponiendo la conspiración de guerra. El PSI-EE.UU. y la Juventud y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social, en solidaridad política con el CI-CI, haremos todo lo que podamos para alentar y organizar la oposición popular a la guerra.

La Cuarta Internacional Posadista y la Guerra Civil Siria[editar]

El 07 de abril de 2018, la Cuarta Internacional Posadista publicó un artículo[75]​ en el que afirmó que:

  1. La región oriental de Ghouta, cerca de Damasco, sufría el acoso de las bandas islamistas armadas y financiadas por la "coalición internacional contra el terrorismo". que engloba a los 29 países miembros de la OTAN y a estados asociados con la OTAN como Arabia Saudita, Israel y otros. No olvidemos tampoco que 5.000 uigures de China se han unido a los ejércitos islamistas además de algunos miles de individuos reclutados en varios países capitalistas para combatir en Siria;
  2. El presidente Bachar Al Asad es el dirigente del gobierno sirio y no el dirigente de un régimen. Llamar la dirección del Estado sirio "un régimen" es una calificación que tiende a diabolizar este Estado sin tener que explicar porque. Esta mentira es parte de la campaña mundial del capitalismo que se reivindica "democrático" y que denuncia como infames e intolerables los estados que se oponen a sus intereses;
  3. En marzo 2011, cuando empezó la guerra civil siria, los principios medios de comunicación de los países capitalistas insistían que la población Siria era tan horriblemente maltratada por su gobierno que no tenia más remedio que rebelarse. Los periódicos no dejaban de afirmar que la oposición al gobierno Asad "originalmente moderada" tuvo que entrar en guerra ante la inflexibilidad y la ferocidad excepcionales del gobierno. Nada de eso era verdad porque los países capitalistas enviaban a Siria hombres que habían preparado militarmente muchos meses antes en países como Jordania, para echar abajo al gobierno;
  4. Estos últimos años la población de Ghouta oriental fue tomada como rehén por las fuerzas islamistas terroristas llamadas moderadas. Estas últimas utilizaban a la población local para protegerse detrás de ella e impedir que el ejército gubernamental pueda desalojarlas. La prensa occidental decía al mundo que Asad ataca a su propia población bombardeando sin piedad y lanzando ataques químicos. Estos ataques con gas se ha demostrado que ha sido una invención, una farsa montada por los grupos islamistas que obligaron a la población a ser cómplices bajo el riesgo de ser asesinados;
  5. Como los dirigentes de los países capitalistas buscan derrocar al gobierno de Bachar Al Asad, justifican y apoyan las acciones de los terroristas. Por eso los llaman "moderados", "rebeldes" o "combatientes". Estos mismos "moderados" vuelven rápidamente a ser "terroristas" cuando sus acciones no corresponden más a los intereses de sus organizadores;
  6. Al final de 2016, después de la recuperación de Alepo y de Palmira, en marzo de 2017, la alianza SiriaRusiaIrán continuó la lucha para terminar con las milicias islamistas – sea con el nombre de Daech, Al Nusra, al Qaeda, Jaish al Islam u otras – para recupera la soberanía nacional del país y defender el gobierno de Bachar al Asad;
  7. Esta acción es una defensa de las conquistas del Estado revolucionario sirio que, hasta 2011, era une Estado laico y multicomunitario, uno de los más as avanzados socialmente en todo el Medio Oriente. Esta fecha marca el comienzo de las agresiones militares en Siria de la coalición internacional organizadas por la OTAN y sus asociados en la región;
  8. Hemos publicado en nuestro blog el ultimo discurso de Bachar Al Jafari, representante del gobierno sirio en las Naciones Unidas, para dar a conocer un punto de vista que consideramos "mucho más legitimo" que el de todos los periodistas y expertos al servicio de los países capitalistas;
  9. No se puede olvidar que el gobierno de Bachar al Asad y sus representantes al parlamento fueron al poder después de elecciones realizadas en plena guerra (el 3 de junio de 2014) en el territorio de Siria que no estaba invadida por la "Coalición Internacional" y las bandas yihadistas. En estas elecciones se había creado un frente con parte de los movimientos que estaban en la oposición en 2011, para defender la Constitución Siria, la integridad y la unidad del país y su carácter multicomunitario;
  10. El gobierno de Bachar al Asad tenia el derecho y la legitimidad para constituir las alianzas que consideraba necesarias para defenderse. Los acuerdos con Rusia no se gestaron con la guerra sino que vienen de la etapa de la Unión Soviética. Han representado un factor esencial para enfrentar la invasión occidental y de sus aliados los más as reaccionarios en Próximo y Medio Oriente como Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Jordania o Israel;
  11. Con su intervención al lado del gobierno sirio, Rusia – bajo la presidencia de Putin, y gracias a su ejército y al apoyo de la mayoría de la población – reanuda con la tradición de solidaridad nacional de la época soviética. No ha defendido intereses económicos inmediatos, ni el acaparamiento del petróleo o del gas sirio;
  12. En cambio es muy importante que Rusia haya enfrentado a las potencias imperialistas – no solamente Estados Unidos – que creían poder continuar impunemente sus invasiones, su dominio económico y militar del mundo, fragmentar y destruir países enteros, como Yugoslavia, Afganistán, Libia, Iraq, provocando caos y con el justificativo de las "guerras humanitarias";
  13. El ataque del 14 de abril en el que EEUU, Francia y Gran Bretaña bombardearon Siria con el objetivo de destruir supuestas instalaciones para la fabricación de armas químicas ha sido un fracaso. Estas infraestructuras se han demostrado inexistentes. Pero el objetivo de este ataque era el ensayo de nuevas armas, dar apoyo a las milicias yihadistas desmoralizadas por las sucesivas derrotas, contener la influencia de Rusia, China e Irán en Medio Oriente y acelerar la fragmentación de Siria en tres territorios;
  14. No han podido cumplir con ninguno de estos objetivos y se mostró la debilidad del aparato militar de Occidente para imponerse militarmente a estos países cuando cuentan con el apoyo de Rusia;
  15. En todo el mundo también las poblaciones han resistido a estas guerras cada vez más as sofisticadas, destructoras y crueles. Ya con la Guerra del Vietnam los jóvenes del mundo entero se negaron a hacer el servicio militar. Recordamos como los veteranos norteamericanos de la guerra de Irak manifestaban tirando al suelo sus medallas. Las potencias capitalistas tienen que recurrir cada vez más a medios tecnológicos más sofisticados a las cyber guerras, a los drones, para compensar el rechazo de la población;
  16. Las potencias capitalistas han dedicado parte del presupuesto militar a la organización mundial de las bandas fascistas bajo cualquier bandera para formar milicias privadas terroristas. Son estos los que los medios de comunicación y los "expertos" llaman "los sectores radicalizados". Además los primeros contingentes de estos terroristas eran afganos, chechenos, y no árabes, musulmanes ni "rebeldes moderados" libios, sirios o iraquíes;
  17. La crisis entre Turquía y Estados Unidos proviene en parte de la hostilidad histórica del capitalismo turco contra los kurdos de Turquía y de Siria. En cambio los Estados Unidos han impulsado alianzas temporarias con los kurdos sirios en función de sus intereses estratégicos;
  18. Es así que Estados Unidos y Turquía – perteneciendo los dos a la OTAN – se encuentran divididos en Siria, y Rusia aprovecha de tales contradicciones. Eso refuerza la lucha antimperialista de las masas de la región y contribuye al debilitamiento del frente otaniano y de sus ambiciones de derrocar al gobierno de Bachar Al Asad;
  19. Hay fuerzas progresistas en las organizaciones kurdas, pero su nacionalismo exacerbado ha permitido a la derecha imponerse y hacer alianzas con el imperialismo. Si los kurdos se encuentran hoy aislados en Siria es porque han rechazado los ofrecimientos de Rusia y de Irán;
  20. Esta situación confirma que no estamos más en la época donde es posible progresar solamente con la única defensa de reivindicaciones nacionalistas y de autodeterminación. Esta etapa necesita desarrollar más mas la planificación mundial y no la formación de nuevas naciones;
  21. Turquía, a través de sus estructuras capitalistas y de su posición estratégica, es un estado clave para la OTAN. Si hace acuerdos con Irán, China o Rusia, es puramente circunstancial;
  22. Siria pone en evidencia lo que la victoria de Vietnam ya había establecido: al capitalismo le quede solamente la fuerza militar para intentar perpetuarse. Pero el desarrollo de la economía, de la tecnología y de la inteligencia humana ya ha creado fuerzas superiores a la potencia militar. Por eso las direcciones en Irán, Rusia y Siria cumplen parcialmente una función social en la historia, aun si esta función las sobrepasa;
  23. La humanidad no esta en búsqueda de petróleo o de gas. Su propia supervivencia exige la derrota de las fuerzas del imperialismo. La derrota de EEUU y sus aliados en Siria con la ayuda de Irán y Rusia contribuyan a la transformación revolucionaria del mundo, empezando por su propia transformación. Eso precipita también la proximidad de la guerra global;
  24. Entramos en un periodo de guerra y de revolución. Rusia e Irán no van a poder retirarse de Siria. Su propia continuidad depende ahora de su disposición a ampliar y profundizar este frente antiimperialista que se acaba de estructurar;
  25. Por otro lado cada lucha para la defensa de las conquistas sociales en los países capitalistas occidentales se enfrenta directamente con el capitalismo global. Eso crea un frente único objetivo en el mundo entre la lucha de la clase obrera y de las masas en los países capitalistas y la valiente alianza anti imperialista China, Rusia, Irán, Siria. En los países capitalistas sobre todo en Estados Unidos y en Europa las organizaciones de izquierda no van a tener otra alternativa y van a ser impulsadas en participar a la construcción de un frente único anti imperialista mundial.

La International Communist League y la Guerra Civil Siria[editar]

En 2011, la International Communist League (Fourth Internationalist) (ICL-FI), publicó un artículo[76]​ en el que afirmó que:

  1. Durante cuatro años, los imperialistas estadounidenses y una multitud de potencias menores han estado agitando el caldero sirio, infligiendo un derramamiento de sangre indecible al pueblo sirio. El resultado de esta intervención y matanza de todos los lados: Gran parte de Siria ha sido devastada, su economía está en ruinas y más de la mitad de su población ha sido expulsada de sus hogares, ya sea como personas desplazadas dentro del país o como refugiados en el extranjero;
  2. La prensa burguesa occidental explica que esos refugiados son causados ​​únicamente por los innegables crímenes del régimen de Bashar al-Assad y sus bombas de barril lanzadas sobre poblaciones civiles. ¿Qué pasa con los bombardeos estadounidenses? Kobani fue “liberada” del control del reaccionario fundamentalista Estado Islámico (ISIS) al ser arrasada. Del mismo modo, en Irak, Ramadi fue recuperada de manos de ISIS por un ejército iraquí que hasta entonces había demostrado ser un cascarón vacío. ¿El secreto de ese notable éxito? La ciudad fue primero reducida a escombros por los ataques aéreos estadounidenses;
  3. Las fuerzas rebeldes en Siria han recibido armas y financiación de países decididos a seguir sus propias agendas a expensas del pueblo sirio. Los regímenes árabes suníes de Arabia Saudita y Qatar están decididos a asestar un golpe al régimen de Assad, que se basa en los alauitas, seguidores de una rama del Islam chiíta;
  4. El Irán chiíta, el gran fantasma de estos Estados del Golfo, es el principal respaldo de Assad, y en los últimos meses Rusia ha proporcionado apoyo aéreo al ejército sirio;
  5. Turquía quiere ver a Assad reemplazado por un régimen fundamentalista sunita complaciente que sirva como plataforma para proyectar el poder y la influencia turcos en el Cercano Oriente. Desde el comienzo de la guerra, Turquía ha abierto sus fronteras al flujo de yihadistas hacia Siria y ha proporcionado fondos y equipo militar para apoyarlos;
  6. Mientras tanto, los imperialistas estadounidenses, respaldados en ocasiones por sus socios imperialistas menores: Gran Bretaña, Francia y Canadá, están dirigiendo sus bombas principalmente contra el ISIS, al tiempo que brindan apoyo a las fuerzas rebeldes “moderadas”;
  7. Como marxistas, nuestro punto de partida es que el principal enemigo, no sólo del pueblo sirio sino de las masas trabajadoras del mundo, es el imperialismo estadounidense, así como las demás potencias imperialistas involucradas. El sangriento caos que ha sufrido el pueblo sirio es la consecuencia directa de la dominación imperialista del Cercano Oriente. No tenemos ningún bando en la guerra civil siria, que es reaccionaria por todos lados. Pero sí tenemos un bando contra el imperialismo estadounidense;
  8. Cualquier derrota o revés infligido a los imperialistas en el Cercano Oriente redunda en interés de los trabajadores a nivel internacional, sobre todo en Estados Unidos, donde los trabajadores han sido aplastados por años de crisis económica y una “recuperación” de la que no se han beneficiado;
  9. Por lo tanto, si bien somos oponentes acérrimos de todo lo que representan los asesinos reaccionarios de ISIS, estamos a favor de la defensa militar de ISIS cuando apunta su fuego contra las fuerzas armadas imperialistas y sus representantes en la región. Estos incluyen a los nacionalistas kurdos sirios, así como al gobierno de Bagdad, las milicias chiítas en Irak y los peshmerga kurdos en el norte de Irak, quienes han actuado como tropas terrestres de la intervención militar estadounidense en el área;
  10. Cualquier golpe que ayude a impedir los designios de los imperialistas en el Cercano Oriente sólo puede ayudar al proletariado y a los oprimidos de la región;
  11. Los pueblos del Cercano Oriente no conocerán la paz, la prosperidad ni la justicia hasta que el gobierno burgués sea derrocado mediante una serie de revoluciones socialistas. Sólo en una federación socialista del Cercano Oriente habrá un lugar pleno e igual para todos los innumerables pueblos de la zona: sunitas, chiítas y cristianos, así como las naciones kurdas, árabes palestinas y judías israelíes;
  12. El foco de los recientes combates en Siria es una franja de tierra crucial que une Alepo, alguna vez la ciudad más grande y centro industrial del país, con la frontera con Turquía. Aquí varias fuerzas respaldadas por rivales regionales e internacionales se chocan en lo que puede ser un punto de inflexión en la guerra;
  13. Desde el sur, el ejército sirio ha avanzado hasta 24 kilómetros de la frontera turca, amenazando con sellar lo que durante años ha sido el principal conducto de ayuda a las fuerzas rebeldes que luchan contra Assad. Después de sufrir graves reveses, el ejército del régimen se ha visto enormemente fortalecido por casi cinco meses de intensificación de la intervención de aviones de combate rusos, que han estado bombardeando posiciones rebeldes y barrios residenciales;
  14. Desde el este, los combatientes kurdos respaldados por Estados Unidos en el norte de Siria, que también se benefician de los ataques aéreos rusos, se han apoderado rápidamente del territorio que bordea la frontera turca; y que a veces luchan contra fuerzas apoyadas por los turcos, avances kurdos de Estados Unidos lo que ha enfurecido a los gobernantes de Turquía, quienes durante toda la guerra siria han buscado para impedir la consolidación de una zona kurda semiautónoma en el norte de Siria;
  15. Esto es aún más vital para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ahora que está involucrado en una brutal ofensiva contra el nacionalista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), con sede en Turquía;
  16. Desde el 13 de febrero, Turquía ha estado bombardeando posiciones en Siria controladas por el Partido de la Unión Democrática (PYD) y su ala militar, las Unidades de Protección Popular (YPG), afiliados al PKK;
  17. Las YPG declararon su intención de apoderarse de todo el tramo fronterizo de 68 millas de largo desde el río Éufrates hasta la ciudad de Azaz, uniendo esencialmente las regiones fronterizas occidental y oriental que controlan. El primer ministro de Turquía amenazó con “una respuesta severa” si eso ocurría. Advirtió: “No dejaremos caer a Azaz”;
  18. La alianza de Washington con las YPG ha aumentado las tensiones entre Estados Unidos y Turquía. Dirigiéndose a su aliado estadounidense, Erdogan preguntó: “¿Está usted de nuestro lado o del lado de las organizaciones terroristas PYD y PKK?”;
  19. Desde el punto de vista de Washington, la respuesta es ambas: por un lado, Turquía es un aliado clave de Estados Unidos y la OTAN, y Washington se suma a Ankara para etiquetar al PKK como “terrorista”. Por otro lado, los combatientes sirios del PYD/YPG han servido como tropas terrestres para la intervención imperialista estadounidense, coordinando operaciones en el campo de batalla con planificadores militares estadounidenses, operando con fuerzas de operaciones especiales estadounidenses y sirviendo como observadores de los bombardeos estadounidenses;
  20. La estrecha cooperación entre los nacionalistas kurdos y sus supuestos benefactores estadounidenses no impedirá que estos últimos se vuelvan contra ellos. En julio pasado, a cambio del uso de la Base Aérea de Incirlik en Turquía para lanzar operaciones contra el ISIS, Estados Unidos dio luz verde al régimen de Ankara para lanzar ataques aéreos en el norte de Irak contra el PKK. Como hemos advertido, al vender sus almas a los imperialistas estadounidenses, los nacionalistas kurdos han cometido un crimen por el cual las masas kurdas, desposeídas durante mucho tiempo, pagarán el precio;
  21. La lucha por la autodeterminación kurda es justa y requiere la derrota de cuatro Estados capitalistas: Siria, Turquía, Irak e Irán. Desde hace mucho tiempo hemos planteado el llamado a una República Socialista del Kurdistán Unido. Sin embargo, en Siria e Irak los nacionalistas kurdos han subordinado la lucha por la autodeterminación kurda a su alianza con el imperialismo estadounidense. Cualquier lucha por la independencia kurda debe tomar como punto de partida la oposición a la intervención imperialista estadounidense y a los partidos nacionalistas que la sirven;
  22. En las últimas semanas, Ankara ha pedido a Estados Unidos y sus socios de coalición que lancen una invasión terrestre en el norte de Siria. Hasta ahora, Estados Unidos ha eludido la cuestión de una posible invasión terrestre de Siria: la administración Obama se ha limitado a enviar fuerzas de operaciones especiales;
  23. Turquía también ha reiterado su viejo llamado a imponer una zona de exclusión aérea en el norte de Siria. Se trata de una amenaza no tan velada contra Rusia, que ha proporcionado el apoyo aéreo crucial para los rápidos avances del ejército sirio y las YPG;
  24. En noviembre, las fuerzas turcas derribaron un avión ruso mientras realizaba incursiones en la Provincia de Latakia, en el norte de Siria, un área donde las milicias rebeldes turcomanas han operado con apoyo de artillería del ejército turco al otro lado de la frontera. En respuesta, el presidente ruso Vladimir Putin denunció al régimen de Erdogan como “cómplices de terroristas”;
  25. Nuestra principal oposición es a los imperialistas, pero también nos oponemos a las otras potencias capitalistas involucradas en Siria y les pedimos que se vayan. Eso incluye no sólo a Turquía y Arabia Saudita sino también a las fuerzas rusas e iraníes, que fueron invitadas por el gobierno sirio;
  26. La política estadounidense en Siria es tan incoherente y torpe como ruinosa para las masas del Cercano Oriente. Detrás de esta incoherencia está el hecho de que Arabia Saudita y Turquía se encuentran entre los aliados clave de Estados Unidos en la región. Al mismo tiempo, el principal objetivo de Washington es ISIS, que cuenta con el respaldo tácito de Riad y Ankara;
  27. Cuando Estados Unidos, Turquía y los Estados del Golfo comenzaron a apoyar fuertemente a los rebeldes sirios hace cuatro años, Washington llenó las ondas de radio con historias de horror sobre la brutalidad del régimen de Assad. De hecho, en años anteriores de la “guerra contra el terrorismo”, Estados Unidos enviaba sospechosos a Damasco para “interrogarlos”, es decir, torturarlos;
  28. Cuando la guerra civil se intensificó, Estados Unidos esperaba que el ejército de Assad colapsara. Esta expectativa se basaba en el hecho de que los alauitas, que constituyen la principal base de apoyo del régimen y representan la mayor parte del cuerpo de oficiales, representan apenas el 12 por ciento de la población del país;
  29. Sin embargo, el régimen sirio, desafiando las expectativas de los imperialistas, demostró una notable capacidad de permanencia. Mientras tanto, los gobernantes estadounidenses, cegados por su arrogancia de gran potencia, no podían entender por qué los grupos rebeldes propiedad de la CIA y operados por ella no tocaban la fibra sensible del pueblo sirio;
  30. Pronto figuras importantes de los círculos gobernantes estadounidenses se dieron cuenta de que el objetivo de Barack Obama de “cambiar el régimen” necesariamente significaba reemplazar a Assad con fundamentalistas islámicos. Como informó Seymour Hersh en el London Review of Books, el Pentágono, a partir del otoño de 2013, llegó incluso a canalizar en secreto inteligencia militar y asesoramiento táctico al régimen de Assad para usarlos contra los mismos rebeldes que la Casa Blanca estaba respaldando;
  31. Hoy en día, se dice que a las fuerzas rebeldes les preocupa que la administración Obama se esté preparando para abandonarlas mientras busca negociar, centralmente con Rusia, una “transición política” que mantendría a Assad en el poder, al menos por un período de tiempo;
  32. Sin embargo, incluso ese “plan de paz” está en problemas. Un funcionario de la administración opinó recientemente que, de hecho, puede haber una solución militar en Siria, “pero no nuestra solución”, sino la de la Rusia de Putin. Tal vez. Putin también podría utilizar su posición fortalecida en Siria para negociar concesiones sobre las sanciones contra Rusia o sobre la creciente presencia de la OTAN en los países bálticos y otras partes de Europa del Este. Si bien Estados Unidos está ansioso por frenar la influencia de Rusia en el Cercano Oriente, también se siente obligado a cerrar algún tipo de acuerdo con Putin sobre Siria;
  33. ¿Qué explica la inesperada resiliencia del régimen de Assad? Si bien la mayor parte del ejército sirio, incluido un número significativo de sus generales, son musulmanes suníes (al igual que las fuerzas rebeldes), las deserciones individuales no estuvieron acompañadas de la prevista ruptura de partes del ejército. En términos más generales, el hecho ineludible es que para muchos en Siria los yihadistas islámicos difícilmente son vistos como una mejora con respecto a la dictadura de Assad;
  34. En territorio controlado por ISIS, como se ha informado ampliamente, quienes no son suníes son decapitados si se niegan a convertirse; un número incalculable de mujeres han sido secuestradas y vendidas para matrimonios forzados;
  35. Los medios de comunicación serviles informan menos ampliamente sobre el hecho de que la ley sharia también ha sido impuesta por sectores del Ejército Libre Sirio, los llamados “moderados” promocionados por Washington;
  36. Los grupos rebeldes han perpetrado repetidamente masacres en aldeas alauitas, cristianas y otras minorías. Del mismo modo, las fuerzas de las YPG han expulsado a los aldeanos árabes suníes y turcomanos;
  37. Ambos candidatos a la nominación presidencial del Partido Demócrata (Estados Unidos) se han posicionado para continuar con la devastadora política del imperialismo estadounidense en Siria. Como secretaria de Estado, Hillary Clinton estuvo consistentemente en el lado más duro dentro de la administración Obama. Fue una de las principales defensoras de la guerra aérea contra Libia y presionó fuertemente para retener una fuerza militar más fuerte en Irak y para suministrar armas a los rebeldes sirios;
  38. Robert Gates, que fue secretario de Defensa durante los gobiernos de George W. Bush y Obama, recordó en Duty: Memoir of a Secretary at War (2014) cómo él y Clinton se unieron en 2009 para forzar la decisión de intensificar la Guerra en Afganistán y, el año siguiente, para retrasar la retirada de fuerzas;
  39. Clinton pide el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Siria, una posición compartida por los aspirantes presidenciales republicanos Marco Rubio y John Kasich;
  40. La administración Obama no ha descartado la idea, pero varios congresistas demócratas han expresado temores (comprensibles) de que tal medida pondría en riesgo un conflicto militar con Rusia. Por otro lado, Clinton dijo que los Estados Unidos necesita hacer frente a la “intimidación” rusa;
  41. El candidato demócrata Bernie Sanders, si bien calificó la idea de la zona de exclusión aérea como “muy peligrosa”, también ha sido un partidario leal de la política belicosa de la administración en Siria y otros lugares. Tanto él como Clinton están de acuerdo en el “cambio de régimen” en Siria: el derrocamiento de Assad;
  42. Sanders simplemente propone una política diferente para promover los intereses del imperialismo estadounidense en la región, pidiendo “formar una coalición de países árabes que deberían liderar el esfuerzo” para derrotar a ISIS. En la práctica, esto significa pedir a los países árabes que proporcionen tropas terrestres en Siria para apoyar los objetivos de Washington;
  43. De hecho, Arabia Saudita, el país que estaría “liderando” la “coalición” de Sanders, es el principal socio árabe de Washington, que afirma adherirse a la variante extrema wahabí del fundamentalismo sunita de la que ISIS deriva su teología. En Arabia Saudita, a las mujeres no se les permite conducir. Sin el consentimiento de un tutor varón, no pueden ir a la universidad ni (si tienen menos de 45 años) viajar al extranjero, y corren el riesgo de ser lapidadas hasta la muerte por adulterio. En cuanto a las decapitaciones, el reino saudí no queda en segundo plano frente al ISIS. En los últimos años, cientos de personas han sido decapitadas en Arabia Saudita por delitos como blasfemia, apostasía, homosexualidad y brujería. En un país donde la observancia pública de cualquier religión además del Islam está prohibida, los trabajadores extranjeros, con sus propias prácticas religiosas, son especialmente vulnerables a ser declarados culpables de brujería y sentenciados a 1.000 latigazos, largas penas de prisión o decapitación. (Una agencia policial especial, la Unidad Anti-Brujería, tiene la tarea de investigar a las supuestas brujas, neutralizar su parafernalia y anular sus hechizos). Los cuerpos de los decapitados a menudo son crucificados y exhibidos públicamente durante varios días, con sus cabezas cosidas nuevamente a sus cuerpos o suspendidos sobre cadáveres en bolsas de plástico;
  44. El mes que viene se cumplirá el 13º aniversario de la invasión estadounidense de Irak, que dio lugar a un régimen proiraní en Bagdad y desató milicias fundamentalistas suníes y chiítas que han llevado a cabo pogromos entre sí. Esto preparó el escenario para el actual y sangriento desmoronamiento de la región, en particular al intensificar marcadamente el conflicto entre los estados suníes del Golfo y el Irán chií;
  45. La ocupación de Afganistán y otras aventuras militares de Estados Unidos han sido los ataques ataque de los gobernantes estadounidenses contra los trabajadores, las minorías y casi todos los demás;
  46. Hay que convencer a la clase trabajadora estadounidense de que su enemigo es su “propia” clase dominante y que necesita oponerse a la agresión imperialista en el extranjero. Es comprensible que muchos trabajadores sientan repulsión por la brutalidad medieval de grupos como ISIS. Pero los horrendos crímenes de ISIS palidecen en comparación con los del imperialismo estadounidense, responsable de la masacre de decenas de millones en todo el mundo. A los trabajadores estadounidenses les conviene que el imperialismo estadounidense sufra reveses y derrotas en sus agresiones y designios militares;
  47. No es ISIS, Al Qaeda o alguna otra fuerza islamista la que ha llevado la desigualdad de ingresos en Estados Unidos a niveles prácticamente sin precedentes. La misma clase dominante que siembra muerte y destrucción en el extranjero se atiborra de ganancias mientras los trabajadores que explota ven sus empleos recortados y sus beneficios de salud y pensiones destruidos. Esta misma clase dominante desata a sus policías para que maten a jóvenes negros en las calles de Estados Unidos, mantiene a casi una cuarta parte de la población carcelaria del mundo en sus mazmorras, deja que la infraestructura del país se pudra y envenena abiertamente ciudades como Flint (Míchigan);
  48. Lo que se necesita desesperadamente es una lucha de clases contra los gobernantes capitalistas, que defendería los intereses de los trabajadores en el país y obstaculizaría las ambiciones del imperialismo estadounidense en el extranjero. Al menos en un nivel superficial, muchos trabajadores en Estados Unidos perciben que las dificultades que soportan están de alguna manera relacionadas con la explotación y opresión llevadas a cabo por sus gobernantes en el extranjero. Nuestro objetivo es ganar a las capas más conscientes de la clase trabajadora para que comprendan que lo que es necesario es el derrocamiento del orden capitalista estadounidense a través de la revolución socialista, que es la única manera de salir de este sistema basado en la explotación, la opresión racista y la guerra imperialista;
  49. Luchamos por construir un partido de los trabajadores, el instrumento necesario para liderar al proletariado multirracial en la lucha por el poder. Un partido así – sección de una Cuarta Internacional reformada – debe construirse en oposición a todos los partidos capitalistas y mediante la lucha política contra los líderes engañosos de los sindicatos, que encadenan al proletariado a su enemigo de clase capitalista, en particular promoviendo la mentira de que el La clase trabajadora y los gobernantes capitalistas comparten intereses comunes;
  50. Sólo las revoluciones obreras victoriosas a escala internacional pueden poner fin a las matanzas imperialistas y al derramamiento de sangre étnica, abriendo el camino para eliminar la escasez material y construir una sociedad socialista igualitaria.

El Comité por una Internacional de los Trabajadores y la Guerra Civil Siria[editar]

El 1º de marzo de 2018, el Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT), publicó un artículo[77]​ en el que afirmó que:

  1. Según Antonio Guterres, el jefe de la ONU, el este de Ghouta, en las afueras de Damasco, es “un infierno en la tierra”. El día después de la decisión de la ONU de organizar un alto el fuego, continuaron los bombardeos. Un médico entrevistado por la BBC dice que su hospital "no tiene electricidad, ni medicamentos, ni oxígeno, ni bombas, ni medicamentos anestésicos, ni analgésicos, ni antibióticos";
  2. Hasta 26 de febrero, 541 personas, entre ellas más de 150 niños, habían sido asesinadas en el este de Ghouta durante la última semana. Más de 2.500 resultaron heridos. Varios hospitales han sido atacados por bombarderos sirios. La decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de un alto el fuego inmediato de 30 días ha tenido poco efecto. El régimen de Bashar al-Ásad en Siria y su aliado Rusia afirman que las condiciones para el alto el fuego no están claras y que tienen derecho a seguir “atacando a los terroristas”;
  3. Las potencias occidentales se están entregando a una hipocresía absoluta. Las fuerzas estadounidenses lideraron varios ataques militares masivos contra ciudades de Irak durante la última década, incluida Faluya, y más recientemente, la demolición de Mosul en 2017. Hoy, las principales potencias respaldan los ataques aéreos del régimen saudí contra Yemen, donde muchos civiles han muerto y padecen hambre crónica;
  4. Desde que comenzó la guerra en Siria en 2011, el este de Ghouta ha estado en manos de varios grupos rebeldes islamistas. Desde 2013, la zona, que hoy cuenta con poco menos de 400.000 habitantes, está sitiada por el ejército sirio con el apoyo de Rusia e Irán. Además de los constantes ataques militares, la ocupación ha provocado una falta total de medicamentos, una hambruna y desnutrición generalizadas debido a la falta de alimentos y los precios extremadamente altos de los alimentos disponibles. Esto ocurre en lo que fue una zona agrícola productiva;
  5. La resolución de la ONU habla de un alto el fuego inmediato excepto en el caso de violaciones por parte del Estado Islámico (ISIS), Al Qaeda y Al Nusra. Este último, anteriormente Al Qaeda en Siria, actúa ahora bajo el nombre de Hayat Tahrir al-Sham (HTS). Los grupos armados dominantes en el este de Gouta son otras dos milicias: Jaysh al-Islam y Faylaq al-Rahman. Estos grupos yihadistas han lanzado periódicamente misiles contra zonas habitadas de Damasco, causando víctimas entre la población civil, aunque en menor escala que los ataques del régimen;
  6. En lugar de paz después de que ISIS fuera obligado a retirarse por las fuerzas de Assad/Rusia/Irán y Estados Unidos y sus aliados, la guerra en Siria ha entrado en una nueva fase, si es posible incluso más sangrienta. Aquellos que supuestamente debían asegurar la paz han intensificado la guerra;
  7. El conflicto se centra en cómo las potencias globales y regionales asegurarán sus posiciones en una futura Siria. Sobre todo, es un choque de poder, influencia y prestigio entre Estados Unidos y Rusia, con Turquía e Irán como participantes activos;
  8. Israel también ha tomado medidas, con aviones de combate utilizados contra las fuerzas iraníes en Siria en las últimas semanas. Rusia ha fortalecido fuertemente su posición respaldando a Assad, mientras que otros regímenes, como el de Erdogan en Turquía, creían que Damasco caería. Hoy, Moscú está llevando a cabo operaciones de bombardeo contra las fuerzas restantes de la oposición armada en el este de Gouta e Idlib en el noroeste. El imperialismo estadounidense, quemado por las experiencias de Irak y Afganistán, se abstuvo de enviar grandes contingentes de tropas;
  9. Al principio, Washington apoyó a los mismos grupos islamistas apoyados por Turquía y Arabia Saudita. Pero con el surgimiento del ISIS, que estableció un “Califato” en 2014, Estados Unidos se vio obligado a buscar nuevos aliados. Sus aliados más importantes en el terreno en los últimos años han sido las fuerzas democráticas sirias, con las tropas de la Unidades de Protección Popular (YPG)/YPJ del Partido de la Unión Democrática (PYD kurdo) a la cabeza;
  10. El posterior enfoque en la lucha contra ISIS y la intervención militar de Rusia en Siria desde el otoño de 2015 rescató el régimen de Bashar al-Assad. Isis no está completamente derrotado y tiene capacidad para llevar a cabo ataques individuales, pero ha perdido su capital, Raqqa, y grandes zonas geográficas;
  11. Otras fuerzas en la guerra aprovecharán el hecho de lutar contra el ISIS para legitimar la acción militar. La propaganda turca sobre la guerra en Afrin habla continuamente del PYD kurdo y del Isis como si fueran una sola entidad. El ISIS es también la justificativa conveniente que los Estados Unidos utilizan para mantener fuerzas militares en el noreste de Siria. Entretanto, en realidad, las acciones de los Estados Unidos tienen como objetivo limitar la influencia tanto de Rusia como de Irán;
  12. Siria ya era una dictadura sacudida por una serie de crisis antes del levantamiento de 2011 y la guerra posterior. Hoy, el país se ha derrumbado, con más de 500.000 muertos y más de 10 millones han huido de sus hogares. Esto es resultado de las guerras del imperialismo, la explotación capitalista y la dictadura de Assad. Contra esto, para evitar más guerras y el resurgimiento de ISIS o grupos similares, se necesita un movimiento socialista revolucionario para todos los trabajadores y oprimidos;
  13. El ataque militar de Turquía contra Afrin comenzó hace un mes. según el PYD kurdo, esse ataque tuvo como resultado: 176 civiles muertos, entre ellos 27 niños; y 484 heridos, 60 de ellos niños. Los socialistas y los oprimidos de todo el mundo condenan la guerra de Turquía. El objetivo del régimen turco es aplastar cualquier dominio kurdo en Afrin y Rojava, en el norte de Siria, mientras aviva el nacionalismo turco en casa para obstaculizar el desarrollo de un movimiento obrero unido contra su gobierno autoritario;
  14. El régimen turco vio la oportunidad de lanzar un ataque cuando disminuyó la dependencia directa de los Estados Unidos de las fuerzas kurdas que luchan contra ISIS. El hecho de que el 'Ejército Sirio Libre' participe junto a Turquía en el asalto contra las zonas kurdas sólo confirma que actúa como un grupo de apoyo del régimen turco. A finales de febrero, el régimen turco parece abierto a una escalada de la guerra o a algún tipo de acuerdo con el régimen de Assad en Siria;
  15. A pesar de la postura muy dura de Erdogan, acusando a los Estados Unidos de estar involucrado en el intento de golpe de Estado contra él durante el verano de 2016 y condenando a Washington por su cooperación con el PYD en Siria, la Casa Blanca ha evitado un conflicto directo con Turquía;
  16. El Departamento de Estado de los Estados Unidos subrayó que la cooperación con el PYD es temporal y se planea reducir su "fuerza de seguridad", incluidas las tropas kurdas, a lo largo de la frontera entre Siria y Turquía. HR McMaster, el asesor de seguridad de Donald Trump, visitó Ankara para tranquilizar a Erdogan;
  17. Sin embargo, los Estados Unidos no ha actuado de acuerdo con la petición de Turquía de abandonar Manbij, en el noreste de Siria, o, alternativamente, de obligar al PYD a abandonar la ciudad. Aunque Rex Tillerson, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, dijo que estaba dispuesto a considerar esta última petición, es una exigencia difícil de realizar, ya que el PYD tuvo una influencia decisiva en la ciudad durante 18 meses y estableció una base entre la población de mayoría árabe, especialmente entre las mujeres que han mejorado dramáticamente sus derechos, como el derecho al divorcio;
  18. El régimen de Erdogan afirma que la guerra en Afrin continuó según lo planeado. Se informa que las fuerzas especiales utilizadas contra los kurdos en el este de Turquía, se desplegarán cuando la guerra de Afrin se acerque a las zonas urbanas. Pero hasta el momento las tropas turcas no están en la ciudad de Afrin y tienen pocos aliados entre los 100.000 habitantes de la zona. El ejército turco dice que la resolución de la ONU sobre el alto el fuego no se aplica a sus acciones militares porque es una “guerra contra el terrorismo”. Según Ankara, esto también se aplica a los bombardeos aéreos;
  19. El hecho de que Rusia, que controla el espacio aéreo sobre Afrin, haya dado luz verde a Turquía para atacar por aire refuerza la teoría de que Erdogan está buscando algún tipo de acuerdo con el régimen de Assad. Rusia también evacuó a sus tropas de la zona antes de la acción militar de Turquía. Las fuerzas armadas que apoyan al régimen sirio llegaron a Afrin a mediados de febrero. Turquía respondió que estas tropas eran bienvenidas si atacaban al PYD, no si venían como defensores de Afrin. Esto puede interpretarse en el sentido de que Erdogan ha abierto algún tipo de acuerdo con Assad, con Rusia como intermediario. Sin embargo, ha habido algunos intercambios de disparos entre las fuerzas turcas y sirias, por lo que el resultado aún no está claro;
  20. Nouri Mahmoud, portavoz de las fuerzas armadas del PYD (YPG), instó al gobierno sirio a enviar tropas para asegurar la frontera con Turquía. Pero no hay razón para que los kurdos de Afrin confíen en las tropas enviadas por Assad. El régimen de Damasco actúa en respuesta a Turquía, pero también para recuperar el control del norte de Siria de manos del dominio kurdo. Bloquear a los kurdos también es una prioridad para el régimen iraní. Las YPG hicieron algunas concesiones al poder central, a través de la mediación rusa. Si el ejército sirio tiene la capacidad de llegar más lejos es una cuestión abierta;
  21. El PYD y el YPG, y sus Unidades Femeninas de Protección (YPJ), demostraron con su defensa de Kobane contra el ISIS que son una fuerza con la que contar. Fueron las acciones políticas del PYD y sus promesas de derechos democráticos y una vida decente las que sentaron las bases de su fuerza militar;
  22. Pero las fuerzas kurdas también confiaron erróneamente en el apoyo de los bombardeos aéreos estadounidenses y rusos, frenando la posibilidad de generar un mayor apoyo para su lucha entre las personas cuyos medios de vida han sido destrozados por estos ataques aéreos. No obstante, las fuerzas militares de Turquía enfrentan una fuerte oposición, reforzada por las fuerzas kurdas que regresan de la victoria en Raqqa;
  23. La lucha de los kurdos por la independencia y las necesidades de clase de los trabajadores y los pobres en el Medio Oriente nunca encontrará aliados en el imperialismo o los gobiernos regionales procapitalistas. Detrás de la profunda crisis de la región se encuentra la crisis del capitalismo y la debilidad histórica del movimiento obrero, cuya lucha por el socialismo democrático es el único camino a seguir.

La Cuarta Internacional Lambertista y la Guerra Civil Siria[editar]

En octubre de 1992, la Cuarta Internacional Lambertista publicó el artículo: "La question nationale dans le miroi de La Youguslavie" (La question nationale dans le miroi de La Youguslavie)[78]​ en la revista "La Vérité", en el que afirmó que:

https://www.cermtri.com/system/files/Adherents/73-679.pdf

Desde la reunificación[editar]

Artículo principal: Secretariado Unificado de la IV Internacional

Desde la reunificación de 1963, se han desarrollado una serie de enfoques dentro del trotskismo internacional hacia la Cuarta Internacional.

  • El Secretariado Unificado de la IV Internacional es la única organización con continuidad organizativa directa a la Cuarta Internacional original a nivel internacional, que surgió de un Congreso de reunificación entre el Comité Internacional y el Secretariado Internacional, celebrado en 1963, pero sin la Socialist Labour League (Liga Socialista del Trabajo) (Organización británica dirigida por Gerry Healy) y la Organización Comunista Internacionalista (Organización francesa dirigida por Pierre Lambert).[79]​ También es la única corriente que se ha presentado continuamente como "la" Cuarta Internacional. Es la corriente más grande y los líderes de algunas otras Internacionales trotskistas ocasionalmente se refieren a ella como "la Cuarta Internacional": el secretario del CICI, Gerry Healy, cuando propuso discusiones de reunificación en la década de 1970, la describió como "la Cuarta Internacional";[80]​ la International Socialist Tendency (heredera de las ideas de Tony Cliff) también suele referirse a ella de esta manera.[81]
  • Los grupos miembros del Comité Internacional de la Cuarta Internacional habitualmente se describen a sí mismos como secciones de la Cuarta Internacional, y la organización en su conjunto se describe a sí misma como el "liderazgo de la Cuarta Internacional".[82]​ Sin embargo, el CICI se presenta como la continuidad política de la Cuarta Internacional y el trotskismo, no como la propia CI. Claramente fecha su creación en 1953, en lugar de 1938.[83]
  • Algunas tendencias argumentan que la Cuarta Internacional se dislocó políticamente durante los años entre el asesinato de Trotsky y el establecimiento del CICI en 1953; en consecuencia, trabajan para "reconstruirlo", "reorganizarlo" o "reconstruirlo". Este punto de vista se originó con Lutte Ouvriere (Lucha Obrera) (organización francesa fundada después de 1968) y la International Communist League (Fourth Internationalist) (se originó en 1964, a partir de una escisión del Socialist Workers Party (Estados Unidos) y que tuvo sesiones en otros países) y es compartido por otros que se apartaron del CICI. Por ejemplo, el Comité por una Internacional de los Trabajadores (organización fundada a principios de la década de 1970 y cuyo partido más importante era a Tendencia Militant (corriente, entonces dirigida por Ted Grant, que operaba dentro del Partido Laborista del Reino Unido)), cuyos fundadores abandonaron la Cuarta Internacional reunificada después de 1965, llama a una nueva "Cuarta Internacional revolucionaria".[84]​ Además, en junio de 1993, 44 secciones del Centro Internacional para la Reconstrucción de la Cuarta Internacional proclamaron la refundación de la Cuarta Internacional (Lambertista).[85]
  • Otros grupos trotskistas argumentan que la Cuarta Internacional está muerta. Piden el establecimiento de una nueva "internacional de los trabajadores" o una Quinta Internacional, según manifiesto publicado el 1 de mayo de 2003.[86]

Referencias[editar]

  1. Iranian Socialists Explain Issues Facing Women, en inglés, consultado el 22/08/2023.
  2. The Iranian Parliament and the American Hostages, en inglés, consultado el 22/08/2023.
  3. Revolution and Counter-revolution in Iran: A Marxist View, en inglés, consultado el 22/08/2023.
  4. Permanent Revolution in Iran, en inglés, consultado el 22/08/2023.
  5. The Iranian Revolution—Forty Years On, en inglés, consultado el 22/08/2023.
  6. Iran in Turmoil, en inglés, consultado el 22/08/2023.
  7. History: Iran 1979: A revolution that was taken from the working class, en inglés, consultado el 25/08/2023.
  8. La Vérité nº 586, Avril, 1979, en francés, consultado el 25/08/2023.
  9. 1979: Iran - Revolution and counter revolution, en inglés, consultado el 25/08/2023.
  10. Iranian Revolution, en inglés, consultado el 25/08/2023.
  11. /historical-origins-of-iranian-revolution, en inglés, consultado el 25/08/2023.
  12. The Iranian Revolution, en inglés, consultado el 25/08/2023.
  13. Thirty years since the Iranian Revolution, en inglés, consultado el 26/08/2023.
  14. Thirty years since the Soviet invasion of Afghanistan, en inglés, consultado el 26/08/2023.
  15. L'AFGHANISTAN ET LA DISCUSSION POUR LE PROGRES DE L'HISTOIRE, en francés, consultado el 26/08/2023.
  16. The Russian Question Point Blank, en inglés, consultado el 26/08/2023.
  17. Imperialist Frenzy over Afghanistan: Hail Red Army!, en inglés, consultado el 07/09/2023.
  18. Afghanistan and the Left: The Russian Question Point Blank - Hail Red Army!, en inglés, consultado el 08/09/2023.
  19. Los trotskistas frente a la invasión a Afganistán, consultado el 26/08/2023.
  20. Nahuel Moreno Intervenciones en el primer Congreso, consultado el 27/08/2023.
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  22. La URSS en guerra, en inglés, consultado el 27/08/2023.
  23. The Betrayal of the Political Revolution by the Renegades Healy, Banda and Slaughter, en inglés, consultado el 27/08/2023.
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  29. a b Solidarność: Union of Polish companies for the CIA and bankers, en inglés, consultado el 07/09/2023.
  30. La Vérité nº 593, Ovtobre, 1980, en francés, consultado el 27/08/2023.
  31. Polonia: La revolución política está en marcha, consultado el 26/08/2023.
  32. Un año de revolución proletaria en Polonia, consultado el 30/08/2023.
  33. La victoria de la contrarrevolución en Polonia, consultado el 30/08/2023.
  34. Esta declaración y las siguientes se hicieron tras el golpe militar del 13 de diciembre de 1981.
  35. Sobre la Revolución Política Polaca (1981/1982), consultado el 03/09/2023
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  37. How Fake Trotskyists Carried the Bags for Imperialism, en inglés, consultado el 06/09/2023.
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