Usuario:SaraMaríaSalcedoMendoza/Taller

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Convenio Montes de Oca - Lamont[editar]

El convenio Montes de Oca - Lamont se firmó el 25 de julio de 1930. Consideraba que las obligaciones financieras que adquiriría el gobierno debían basarse en la capacidad financiera y económica del estado para cumplir con estas de forma muy puntual. Dentro del contenido se determinaba una emisión equivalente a 267,493,240 dólares a 45 años. Dentro de este convenio también se reconocía que México tenía una deuda de 2267 millones de dólares. [1]

Antecedentes[editar]

Tomando en cuenta las dificultades que se habían tenido para cubrir la deuda externa y la situación dada la Gran Depresión a finales de 1929 y las presiones que soportaba la balanza de pagos nacional, el efecto negativo adicional fue aún mayor dentro de la contabilidad comercial y las reservas internacionales, mismas que no abandonaban las tendencias bajistas.

Para mediados de 1930 el decrecimiento de las reservas seguía su cauce impulsado por el pago del gobierno ascendente a 10 millones de pesos oro a los acreedores extranjeros con el objetivo de negociar la deuda pública externa.Aunado a este panorama tenemos la disminución de extracción de petróleo y la fuerte caída en el precio de la plata.

El 25 de julio de 1930 fue firmado el convenio Montes de Oca - Lamont, mismo que, a pesar de no ser aprobado y por ende, no ejecutado, es de gran importancia para los consecuentes acuerdos de 1942 y 1946.[2]

Contenido[editar]

Dentro de este convenio Montes de Oca - Lamont se consideró que el Estado debía ser racional con su capacidad de endeudamiento, para así no incurrir en compromisos que estuvieran fuera de sus posibilidades de pago.[3]

La propuesta radicaba en realizar una emisión ascendente a 267,493,240 dólares a 45 años, dividida en serie “A” y “B”, muy semejantes ambas y destinadas al canjeo de títulos a un interés pactado de 5%, para la serie “A” se ejecutaría a partir del año quinto y a partir del sexto para la serie “B”, antes de este tiempo estipulado el interés sería variable entre 3% y 4%.

Para cumplir de manera puntual con este acuerdo el gobierno estaría comprometido a pagar durante los primeros cinco años y de manera semestral, 6,250,000 dólares para qué, desde el año quinto y hasta el finiquito del acuerdo se extendieran pagos equivalentes a 15 millones de dólares.[4]

Además de esto, los intereses vencidos desde principios de 1914 hasta 1930 fueron cancelados y los bonos de Ferrocarriles Nacionales no fueron incluidos en este convenio para intentar llegar a un acuerdo dentro de una negociación distinta.[5]

Se puede rescatar un poco de lo que él en ese entonces presidente, Pascual Ortíz Rubio, mencionó sobre el convenio:

Con este motivo, me es altamente satisfactorio informar a ustedes que, en cumplimiento de lo mandado por el artículo 3o. de al expresada Ley, de 25 de enero de 1929, y dentro de las bases allí fijadas, el Secretario de Hacienda, a nombre del Ejecutivo, firmó con el Presidente del Comité Internacional de Banqueros el convenio de 25 de julio último nuestra deuda exterior reduce la carga sobre el país en un 45% de su valor nominal total y será redimida dentro de la capacidad de pago determinada por el gobierno, para lo cual se estableció una anualidad compatible con la situación hacendaria del país y se extendió el plazo de reembolso hasta por 45 años.

Las antiguas quince deudas que redituaban diferentes tipos de interés, desde 3% a 6% quedan consolidadas en una nueva emisión con interés del 5% anual (y las anualidades a pagar) representan una proporción inferior a 10% si se compara con el presupuesto total de egresos vigente, mientras que la anualidad que se pagó por igual concepto, el año fiscal de 1912 a 1913 representaba el 23% del presupuesto de aquella época.

De conformidad con el convenio de 25 de julio del presente año, las obligaciones financieras de la Empresa -(ferrocarrilera)- quedan reducidas a un valor nominal de 225 millones de dólares de bonos de la nueva deuda…[6]


Dada la fuerte profundización de la crisis y la baja del cambio sobre nuestro país en conjunto con los bajos ingresos, sería muy complicado que México cumplira con la suma de pesos plata establecidos en el convenio, es por eso que el presidente Pascual Ortiz Rubio acordó en enero de 1931 que no se sometería el convenio al Congreso de la Unión, sino que se autorizó un convenio extra el 29 de enero de 1931 que posponía un par de años la emisión de bonos propuesta y los pagos a tenedores, utilizando el Convenio Montes de Oca -Lamont como base para la creación de las cláusulas que se fijarían en los acuerdos subsecuentes.

Referencias[editar]

  1. Pablo Moctezuma Barragán. «El grave oroblema de la deuda hoy y ayer». Consultado el 23 de septiembre de 2022. 
  2. «Evolución de la Economía Mexicana». 
  3. Anaya Merchant, Luis (2020). "Luis Montes de Oca (1894 - 1958) El renovador, el hacendista, el banquero y la familia revolucionaria. Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Estudios Regionales. 
  4. Bazant, Jan (1995). Historia de la Deuda Exterior de México, 1823 - 1946. El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos. 
  5. Berenice Rodríguez Tovar. «Costumbres y dineros hacen a los hijos caballeros: la producción del papel moneda en México entre 1913 y 1925». Consultado el 23 de septiembre de 2022. 
  6. «Informes Presidenciales - Pascual Ortiz Rubio».