Vaporización vaginal

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La vaporización vaginal es una práctica en donde la vulva se expone a vapor caliente infusionado con plantas medicinales.[1]​ Se asume que las vaporizaciones ayudan a reducir algunas dolencias relacionadas con la menstruación —como calambres— y a limpiar la zona genital.[2]​ La práctica ha recibido críticas negativas por parte de instituciones y personas vinculadas a la biomedicina, reúne posibles riesgos a la salud para la persona y a la fecha no existe evidencia científica que respalde los beneficios relacionados al tratamiento de afecciones vaginales.[3]

En la medicina tradicional coreana, a la vaporización vaginal se la llama chai-yok.[4]​ En Corea, es utilizada para tratar el frío y la mala circulación en la parte baja del cuerpo.[5]​ Las vaporizaciones y ahumaciones vaginales son prácticas vinculadas al mantenimiento de la salud y utilizadas por mujeres en Mozambique, Surinam, Sudáfrica, Indonesia y Tailandia.[6]

Descripción[editar]

La práctica consiste en hervir agua, colocarla luego en un contenedor y agregar hierbas medicinales, como manzanilla (Chamaemelum nobile), artemisa (Artemisia vulgaris), ajenjo (Artemisia absinthium), albahaca (Ocimum basilicum), romero (Salvia rosmarinus), orégano (Origanum vulgare) o caléndula (Calendula officinalis).[2]​ Luego, la persona desnuda de cintura para abajo y se sienta sobre el recipiente, por lo general con una toalla envuelta alrededor de la parte inferior del cuerpo para evitar que se escape el vapor. A veces se utilizan sillas especiales con un agujero en el asiento.[7]​ La duración del proceso varía entre 20 a 60 minutos.[8]

Según la doctora en obstetricia y ginecología Alyssa Dweck, el vapor favorece la circulación sanguínea, lo que ayuda a relajar y reparar el tejido de la zona, además de reducir el estrés.[4]

Estudios[editar]

La Escuela de Medicina Harvard, otras instituciones médicas, doctores y especialistas han declarado que no existe evidencia científica que respalde los supuestos beneficios de las vaporizaciones vaginales.[2][3][9]

Un estudio publicado en la revista médica BMJ Open en 2019 llevado a cabo en 2009 y 2010 en Surinam buscó determinar una relación entre la aplicación de tratamiento herbales y la prevalencia de la infección vaginal por la bacteria Chlamydia trachomatis.[10]​ El estudio involucró a 1040 mujeres de cinco grupos étnicos del país —hindustanis, javaneses, cimarrones, criollos y mestizos— y se utilizaron encuestas y toma de muestras a partir de hisopado vaginal.[11]​ Si bien se encontraron mujeres de las cinco etnias que utilizaban remedios herbales aplicados a la vagina, la mayoría de mujeres eran cimarronas y criollas. Asimismo, declararon que lo hacían principalmente por razones de higiene y placer sexual.[12]​ A partir de los análisis, se determinó que no había relación entre la vaporización vaginal y la infección vaginal por C. trachomatis.[13]

Contraindicaciones y riesgos[editar]

Se recomienda que la persona interesada en llevar a cabo la práctica consulte antes a su ginecólogo.[4][8][14]​ Está contraindicada para mujeres gestantes, con candidiasis, que se encuentran en tratamiento de fertilidad asistida y menstruando.[14]

Riesgos asociados a la temperatura[editar]

También se recomienda controlar la temperatura del vapor para evitar quemaduras o escaldaduras en un lugar tan sensible.[3][4][8]​ En 2019 una mujer de 62 años en Canadá que buscaba tratar su prolapso vaginal resultó con quemaduras de segundo grado luego de una vaporización vaginal.[15]

Riesgos asociados al uso de plantas medicinales[editar]

Se recomienda que las plantas a utilizar provengan de cultivos ecológicos, ya que las plantas cultivas en la ciudad, de la calle o que utilizan agroquímicos pueden contener sustancias contaminantes como pesticidas y residuos químicos del aire o desagüe.[14]

Además es importante seleccionar una planta que no genere reacciones alérgicas en la persona usuaria,[8]​ considerar una cantidad apropiada de la planta y no utilizar aceites esenciales debido a su alta concentración de metabolitos secundarios que podría causar irritaciones en el área.[3][4]

Críticas[editar]

Algunos doctores se han manifestado contra esta práctica argumentando que «la vagina se limpia sola y que no es necesario usar ningún tipo de producto o tratamiento especial para limpiar los órganos genitales femeninos internos, puesto que se puede romper el equilibrio natural de la microbiota vaginal»,[16]​ alterando la cantidad de bacterias endógenas y el nivel de pH, además de causar irritación e infecciones (como candidiasis) e inflamación, y provocar quemaduras de segundo grado en la delicada piel alrededor de la vagina y la vulva.[17][18]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Vandenburg y Braun (2017): 1.
  2. a b c Biolatto, Daniela Echeverri Castro,Leonardo (28 de septiembre de 2021). «Baños de vapor vaginales: usos y recomendaciones». Mejor con Salud. Consultado el 27 de marzo de 2022. 
  3. a b c d Udaeta, Marta Palomo de (23 de noviembre de 2014). «La última locura americana: 'detox' íntimo». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 27 de marzo de 2022. 
  4. a b c d e «Me hice una limpieza vaginal con vapor». www.vice.com. Consultado el 27 de marzo de 2022. 
  5. Heifetz, Sari (20 de diciembre de 2010). «Vaginal steam bath finds a place among Southern California spa options». Los Angeles Times (en inglés estadounidense). Consultado el 28 de marzo de 2022. 
  6. Hull et al. (2011): 6.
  7. Insider, Sanjana Gupta | (2 de abril de 2021). «Por qué es peligrosa y carece de respaldo científico la vaporización vaginal». Business Insider México | Noticias pensadas para ti. Consultado el 27 de marzo de 2022. 
  8. a b c d «Vaginal Steaming: Use, Safety, Benefits, and More». Healthline (en inglés). 7 de noviembre de 2017. Consultado el 28 de marzo de 2022. 
  9. «What is vaginal steaming?». Harvard Health (en inglés). 1 de enero de 2017. Consultado el 27 de marzo de 2022. 
  10. Van der Helm et al. (2019): 1.
  11. Van der Helm et al. (2019): 2.
  12. Van der Helm et al. (2019): 6.
  13. Van der Helm et al. (2019): 7.
  14. a b c «Cuando sí y cuando NO hacer vapores vaginales.». 25 de octubre de 2018. Consultado el 27 de marzo de 2022. 
  15. Robert, Magali (2019-06). «Second-Degree Burn Sustained After Vaginal Steaming». Journal of Obstetrics and Gynaecology Canada (en inglés) 41 (6): 838-839. doi:10.1016/j.jogc.2018.07.013. Consultado el 27 de marzo de 2022. 
  16. «¿Tienen algún beneficio para la salud los baños de vapor vaginales?». BBC News Mundo. Consultado el 27 de marzo de 2022. 
  17. «Los peligros de la moda de los baños de vapor vaginales». BBC News Mundo. Consultado el 27 de marzo de 2022. 
  18. Ghose, Tia (30 de enero de 2015). «No, Gwyneth Paltrow, Vaginas Don't Need to Be Steam Cleaned». livescience.com (en inglés). Consultado el 27 de marzo de 2022. 

Bibliografía[editar]