Viorica Agarici

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Viorica Agarici
Información personal
Nacimiento 24 de febrero de 1886 Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 18 de febrero de 1979 Ver y modificar los datos en Wikidata
Bucarest (República Socialista de Rumania) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio de Bellu Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Rumana
Familia
Cónyuge Ioan C. Agarici Ver y modificar los datos en Wikidata
Hijos 3 Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Enfermera Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones

Viorica Agarici (1866-1979) fue una enfermera rumana, jefa de la Cruz Roja local de la ciudad de Roman durante la Segunda Guerra Mundial y el régimen de Ion Antonescu. En su calidad de protectora de la población judía durante el Holocausto en su país, forma parte de los rumanos considerados Justos entre las Naciones, conmemorados por los israelíes en Yad Vashem.[1][2][3]

Familia[editar]

Viorica Agarici era hija de un antiguo alcalde de Roman, conocido por haber intervenido en favor de los judíos y haberlos ayudado a construir la sinagoga local y una escuela moderna.[4]​ También fue la madre de Horia Agarici, un destacado piloto de la Real Fuerza Aérea Rumana.[5][6]

Ayuda a los judíos[editar]

La noche del 2 de julio de 1941, luego de haber atendido a los soldados de las Fuerzas Terrestres Rumanas, que venían del frente oriental, escuchó unos lamentos provenientes de un tren que transportaba a los judíos sobrevivientes del pogromo de Iași. Los deportados, hacinados, estaban de camino a Călărași sin agua ni comida.[2][6]​ Varios de ellos habían muerto antes de llegar a Roman, en el viaje desde Iaşi, que normalmente llevaba dos horas.[2][6]​ Ese transporte estaba supervisado por la gendarmería, fue descrito como un «tren de la muerte».[2][3][5][6]​ Los gendarmes, instigados por el segundo teniente Aurel Triandaf y el suboficial Anastase Bratu, impedían el acceso de los prisioneros al agua y dispararon a aquellos que intentaba obtenerla.[7]​ Al mismo tiempo, muchos civiles locales y soldados intentaron vender agua a los prisioneros a precios exorbitantes, mientras que las tropas (locales y alemanas) les arrojaban piedras.[7]

Gracias a las ventajas de su posición, Agarici solicitó permiso para brindarles agua y comida a los pasajeros, dejarlos lavarse y quitar los cadáveres.[2][7]​ La Cruz Roja rumana y algunos voluntarios judíos de la localidad colaboraron en esta primera operación de ayuda y lograron retrasar el tren por un día entero.[2][6]​ Según un testimonio, Agarici en realidad ordenó a las tropas que obedecieran, cosa que hicieron por el respeto que tenían por su hijo.[6]​ El 4 de julio todos los prisioneros judíos fueron trasladados a otro tren y recibieron agua y comida. Pese a la mejora de las condiciones, 75 fallecieron durante el viaje, y 69 un tiempo después.[7]​ De los 2 530 pasajeros obligados a subirse al tren por la fuerza en Iaşi, solo 1 011 seguían vivos en Călăraşi.[5][6][7]​ Es probable que el número original fuera aún mayor y que los oficiales hayan contado menos bajas de las que verdaderamente hubo, ya que no quedó evidencia de los cadáveres arrojados desde el tren.[8]

La comunidad de Roman condenó con vehemencia las acciones de Agarici, lo que la obligó a renunciar y mudarse a Bucarest.[5]​ Parece ser que inmediatamente se la consideró una heroína y se expandieron por todo el país los rumores sobre sus actos.[6]​ En 1947, tres años después del golpe de Estado que acabó con el gobierno de Antonescu, Aurel Triandaf recibió una sentencia de cadena perpetua y trabajos forzados por crímenes de guerra y crímenes contra la paz.[9]

Reconocimientos[editar]

Junto con el reconocimiento de Yad Vashem, Agarici recibió varios tributos locales: la estación de tren de Roman aloja su busto y una placa conmemorativa y en el verano de 2005 se honró su recuerdo a través de una ceremonia organizada por las autoridades de la ciudad y representantes de la comunidad judía.[2]​ También fue reconocida por el rabino Alexandru Șafran, el líder de la comunidad judía durante la Segunda Guerra Mundial, que la citó entre «la gente humana en tiempos inhumanos»; en esta lista también figuraba la reina Elena de Grecia.[10]

Referencias[editar]

  1. «Agarici Viorica» (en inglés). Righteous Among the Nations Database. Consultado el 18 de septiembre de 2020. 
  2. a b c d e f g Eva Galambos, "Pentru prima dată, Comunitatea Evreilor din Roman a comemorat victimele «Trenului Morţii»" (en rumano) en Realitatea Evreiască, Nr.233-234, junio-julio 2005, p.4. Consultado el 18 de septiembre de 2020
  3. a b Petre Iancu, "«Drept între Popoare»" Archivado el 21 de julio de 2011 en Wayback Machine. (en inglés) en Dilema Veche, 7 de octubre de 2005. Consultado el 18 de septiembre de 2020
  4. «Four centuries of living together» (en inglés). Romanian Jewish Community. 2003. Archivado desde el original el 20 de septiembre de 2003. Consultado el 18 de septiembre de 2020. 
  5. a b c d International Commission on the Holocaust in Romania, 2004, p. 287.
  6. a b c d e f g h Ion C. Butnaru, Waiting for Jerusalem: Surviving the Holocaust in Romania, Praeger/Greenwood, Westport, 1993, p.204
  7. a b c d e David Cesarani, Holocaust: Critical Concepts in Historical Studies, Routledge, Londres, 2004, p.498-499
  8. International Commission on the Holocaust in Romania, 2004, p. 126.
  9. International Commission on the Holocaust in Romania, 2004, p. 329.
  10. Iancu, Carol (agosto de 2006). «Alexandru Safran: o viata de lupta, o raza de lumina». Revista 22 (en rumano) (857). Archivado desde el original el 8 de octubre de 2007. Consultado el 19 de septiembre de 2020. 

Bibliografía[editar]

  • International Commission on the Holocaust in Romania (2004). Tuvia Friling, Radu Ioanid, Mihail E. Ionescu, ed. Final Report (en inglés). Polirom. Archivado desde el original el 29 de junio de 2007. Consultado el 19 de septiembre de 2020.