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Situada en el centro del municipio, la Casa de Cultura de Hernialde acoge la sala de exposiciones del municipio. Cabe destacar que se trata de una sala polivalente que se utiliza además de para albergar exposiciones para actividades de diversa índole como conferencias o charlas.

El fuerte de Guadalupe es una de las construcciones defensivas más bellas de Hondarribia. Esta fortaleza está situada en el monte Jaizkibel (545 m), cerca del santuario de Guadalupe.

La ubicación estratégica de la ciudad exigía una gran fortaleza defensiva y no sólo en el casco antiguo, ya que las murallas se extienden, en forma de múltiples fuertes, por todo el municipio.

La construcción comenzó en 1890 y culminó 10 años más tarde. Durante la Guerra Civil funcionó como prisión y, posteriormente, fue cuartel hasta finales de la década de los 80.

Actualmente, se realizan visitas guiadas durante los fines de semana de verano.

Tipo de monumento: Fortaleza.

Estilo artístico: Edificio militar.

Periodo: Siglo XX.

Persona de contacto: Gregorio Berrotarán.

Principales festivales: El 8 de septiembre, dentro de las fiestas de la Virgen de Guadalupe, se celebra el tradicional Alarde que conmemora el sitio y la victoria sobre los franceses en 1638. Además el 15 de mayo, San Isidro, y el Lunes de Pascua se celebran romerías.

Distancia a núcleo urbano: 4 km.

El Castillo de San Telmo, emplazado sobre un acantilado de la bahía de Híger, forma parte, junto a las murallas y el Castillo de Carlos V, del conjunto defensivo de Hondarribia que protegía el puerto de Asturiaga de los ataques de los piratas. Por ello, también es conocido como el Castillo de los Piratas.

Fue mandado construir por el rey Fernando VI en 1598. El encargado de elegir su emplazamiento y de diseñar el edificio fue el ingeniero Felipe Cramer. Fue realizado en aparejo de sillería arenisca.

Los lados norte y este se orientan hacia el mar y se constituyen en una batería con capacidad para cinco cañones, ocupando los otros dos lados, las edificaciones.

Presenta una muralla exterior de mampostería que en su frente tiene acceso en arco escarzano adovelado custodiado por un hermoso garitón. Este muro se prolonga por un lateral en el que hay otro garitón similar.

Las otras dos fachadas no necesitan de muros ya que quedan cortadas directamente sobre el acantilado.

Presenta un cuerpo cúbico, ciego y otro de menor altura en el que se abre un acceso sobre el cual se ve el escudo de Felipe II.

La fachada posterior da al mar, está realizada en mampostería y ladrillo y tiene una plataforma para artillería en la terraza.

Actualmente es una residencia privada, concretamente de Ignacio Zamora , por lo que no se puede visitar.

La muralla del casco antiguo de Hondarribia es una de las pruebas más evidentes del origen medieval de la villa. El trazado de dicha cerca sufría diversas ampliaciones como consecuencia del desarrollo propio del entramado urbano.

Fue a finales del siglo XV y principios del siglo XVI cuando se acometieron las grandes obras de la fortificación. Prueba de ello son los cubos, baluartes, fosos y puentes levadizos que se levantaron protegiendo a la población que habitaba el promontorio. El acceso al espacio intramuros se realizaba a través de dos puertas, la de Santa María y la de San Nicolás, precedidas de sendos puentes levadizos. Ambas han perdurado hasta nuestros días.

A partir del siglo XVII el recinto fortificado se amplió con la construcción de los revellines, el de San Nicolás y el de Guevara, y la contraescarpa.

Las gruesas y altas murallas, realizadas en mampostería con piedra caliza de Jaizkibel, rodearon la ciudad hasta finales del siglo XVIII.

El Cubo de Santa María, el Baluarte de la Reina, la Fortificación de San Nicolás y el Bastión de Santiago son estructuras que se han conservado hasta hoy, no así el Baluarte de la Magdalena, cuyos restos deben localizarse bajo el entramado urbano actual.

Este antiguo caserío de Hondarribia se encuentra en las laderas del monte Jaizkibel, cerca del Santuario de Guadalupe. Se trata de un edificio con muchos años de historia y de considerable tamaño.

Como curiosidad, cabe mencionar que antaño el rey navarro Sancho Abarca empleó la casa para cobijarse, ya que se enamoró perdidamente de una de las doncellas que trabajaban allí.

Hoy en día, es una vivienda privada y también funciona como merendero. Por lo tanto, mucha gente acude a este bello enclave para disfrutar de su gastronomía y de la naturaleza del entorno.


La iglesia Santa María de la Asunción y del Manzano está emplazada en lo alto del casco histórico de Hondarribia, muy cerca del castillo de Carlos V, hoy en día convertido en parador.

Construido en el siglo XVI, el templo posee características góticas, renacentistas y barrocas. La planta de la construcción tiene forma de cruz latina y tres naves a diferentes alturas, así como tres ábsides poligonales que se sitúan en el remate de las naves. Estas naves están cubiertas por bóvedas de crucería muy variadas. Llama especialmente la atención la bóveda colocada sobre un arco decorado con iconografía religiosa y heráldica.

Asimismo, debemos mencionar el retablo de la capilla mayor, de estilo neogótico y realizado en 1910. Conserva dos imágenes del antiguo retablo y predomina el color dorado.

La iglesia presenta dos accesos principales. El del lado norte es el más antiguo. Protegido por un atrio porticado y en arco carpanel, está decorado con bolas y flanqueado por pináculos. La otra entrada se ubica en la calle Mayor y es un pórtico de la altura de la puerta, cubierto de bóveda de cañón.

Únicamente se abre los fines de semana, para los oficios religiosos. No obstante, quien quiera realizar una visita guiada puede ponerse en contacto con Bidasoa Activa Turismo.



El elegante Santuario de la Virgen de Guadalupe, patrona de Hondarribia, es visible desde prácticamente todo el municipio. La ermita está situada en el monte Jaizkibel (545 m) y fue erigida en el siglo XVI. Destruida y reconstruida varias veces tras los asedios sufridos por la ciudad a lo largo de la historia, la construcción actual es del siglo XIX.

Los habitantes de Hondarribia veneran a la Virgen de Guadalupe, rodeada de maquetas de barcos y objetos marinos donados por pescadores en cumplimiento de un voto a la virgen. Cada 8 de septiembre, se celebra una romería en las campas que rodean el santuario. El tradicional alarde, que conmemora la victoria contra las tropas francesas en 1638, desfila hasta la ermita, donde cada compañía realiza una descarga en honor a la Virgen.

Por otro lado, el visitante disfrutará de unas magníficas vistas de la Bahía de Txingudi y de varias fortalezas situadas cerca del santuario.


Esta tradicional fiesta se celebra cada año en virtud del voto que se hizo a la Virgen de Guadalupe en 1639 en agradecimiento a la liberación del asedio al que estuvo sometido el municipio.

Cientos de personas de múltiples compañías recorren las calles de Hondarribia, y a continuación, ascienden al santuario de Guadalupe, un precioso espectáculo que suele ser contemplado por todo el pueblo.


Fecha: 8 de septiembre

Transporte público: Interbus, Pesa, La Estellesa y Continental Auto ofrecen servicio en el municipio. Muy cerca, a la Estación Internacional de Irun, llegan y parten trenes de Renfe y FEVE.


La casa Artzu alberga una larga historia, ya que la primera documentación sobre ella data de hace más de 800 años.

Situada en un entorno privilegiado, entre las laderas del monte Jaizkibel y el mar Cantábrico, a 20 kilómetros de Donostia-San Sebastián, funciona como agroturismo y dispone de seis habitaciones.

Cuenta, además, con un escudo de armas y pergaminos acreditativos que muestran las historias y hazañas vividas en este lugar.

El amplio catálogo de actividades que se pueden realizar en Artzu está coordinado por la Oficina de Turismo de Hondarribia. Destacan actividades como la hípica, el senderismo, la vela, la pesca, el piragüismo, el parapente, el cicloturismo, las excursiones todo-terreno, las rutas culturales con guía, la natación y las visitas a cuevas y playas.

Nos encontramos ante uno de los puertos de bajura más importantes de la costa vasca. Cuenta con un dique en la parte sur que permite el amarre de toda la flota pesquera de Hondarribia. Precisamente la construcción del contradique y muelle Sur, convierten al puerto de Hondarribia en un refugio cerrado, con una línea de atraque de 200 metros.

Estas actuaciones, así como la construcción de la nueva lonja y la reforma de la fábrica de hielo permitieron trasladar casi todas las actividades pesqueras al puerto refugio, liberando el centro del municipio para instalar el puerto deportivo y dar respuesta al carácter de centro turístico de Hondarribia y a la demanda planteada por la importante flota de embarcaciones de recreo existente.

Servicios:

Astillero: La Marina Carros varaderos: 2 La Marina. Cofradía Grúas: 3, de 1,5 y 5 Tm y 1 privada Talleres de reparaciones Tomas de agua Tomas de combustible Tomas de electricidad Suministros navales Cofradía Tf.: (34) 943642152

Situación: l= 43-23,2 N L= 01-47,4 W Carrera de Marea: 4,5 m Boca de entrada: Anchura: 55 m Calado en B.M.V.E: 5 m Orientación: SE


Situado en la Plaza de Armas, en la zona amurallada de Hondarribia, el Castillo del Emperador Carlos V data de la época de los godos.

Antiguamente, esta fortificación era castillo y palacio al mismo tiempo, así que se empleaba para alojar a personajes relevantes y miembros de la realeza.

Contaba con dos grandes naves laterales cubiertas con bóvedas ojivales de gran altura hasta que en 1794 el ejército francés destruyó parte del edificio. En 1968, fue rehabilitado como parador turístico.

Hermosos recovecos y espacios adornados con arcos forjados y artesonados envuelven al viajero en una atmósfera de indescriptible belleza. Lanzas, cañones y armaduras integran la decoración interior aportando un aire de elegancia en el ambiente.


Este centro de interpretación y degustación tiene un marcado carácter divulgativo, pues muestra toda la historia del Queso Idiazabal, elaborado con leche cruda de ovejas latxa y carranzanas por los pastores que han poblado las sierras vascas generación tras generación. Ubicado en una planta baja, cuenta con 210 metros cuadrados distribuidos en varias áreas temáticas que nos permiten conocer a fondo el mundo del pastoreo (desde el pasado hasta la actualidad), ver in situ el proceso de elaboración del queso y realizar una cata en el propio centro.

Así, el espacio que acoge a la familia de Izal, un simpático ratón que mediante una visita virtual nos muestra la historia del queso, está sobredimesionado para el visitante. Otros espacios nos muestran información sobre quesos de otras denominaciones y una reproducción de una tradicional txabola de pastor, con sus enseres y herramientas. Para estimular los sentidos del olfato y el gusto, el visitante puede oler cuatro aromas distintos de queso, además de realizar una cata de iniciación, con la ayuda de un soporte audiovisual de pantalla táctil y guiada por personal del centro. Como complemento, se ofrece una visita a la Quesería Aramburu, una fábrica de queso auténtica situada a escasos metros del centro.

Entradas:

Normal: 2 euros. Grupos de más de 10 componentes: descuento de un 10 % en la entrada. Degustación de queso Idiazabal con agua: 3 euros. Degustación de queso Idiazabal y vino: 4 euros.

Bonos de promoción: 10% de descuento al hospedarse en cualquier alojamiento rural de la comarca de Goierri.

Emplazado en el centro de Idiazabal, la iglesia del arcángel San Miguel es uno de los edificios más emblemáticos de la localidad. El portón de la entrada, de estilo románico-gótico, se construyó entre los siglos XII y XIII. Los grabados laterales y los signos geométricos tallados en él revelan su antigüedad.

El interior está coronado de hermosas bóvedas de crucero, finalizadas en el siglo XVII. Destaca, asimismo, la pila bautismal que fue traída de la ermita Kurutzeta.

Otro de los tesoros que esconde en su interior es el espectacular retablo barroco diseñado por Miguel Irazusta y construido por José Antonio Iparragirre. La mayoría de las esculturas que se ven en él fueron realizadas por Juan Bautista Mendizabal. La ejecución del retablo finalizó en el siglo XVIII.


En este pueblo, cuna del queso Idiazabal, no podía faltar una escultura, un homenaje, al pastor vasco. Ellos son los artífices de que este queso, elaborado con queso crudo de oveja latxa, se haya convertido en el producto estrella de la gastronomía vasca.

El pastoreo es, además, uno de los oficios más duros, ya que pasan parte del año en las cabañas que tienen en las sierras de Aizkorri y Aralar.

Este monumento se erigió en honor a todas esas personas que viven del pastoreo. Se trata de un trabajo esculpido con gran detalle. El pastor, vestido con uno de los trajes típicos vascos, sujeta en sus brazos a un cordero, mientras un perro situado a su derecha le observa.


La ermita de Kurutzeta fue la antigua parroquia de Idiazabal. El retablo es de madera dorada y contiene una talla gótica de la Virgen de Kurutzeta, de finales del siglo XIII. Ha sido restaurada muchas veces y, actualmente, está asentada sobre un trono de plata realizado en los talleres de R. Moreno de Granada.

En la ermita, de estructura rectangular y con techo de madera, también podemos ver una pila bautismal del siglo XVI que ocupa el lugar de otra del siglo VIII. Asimismo, contiene algunos recuerdos relativos al Hermano Sebastián Elorza, agustino que nació en 1882 y que vivió en el caserío Arizkorreta-Saletxe, próximo a la ermita.

Antiguamente mucha gente acudía a este lugar para pedir protección y amparo en los viajes. Fue reformada en 1972.




El Palacio Urdanibia se encuentra a pocos kilómetros del centro urbano de Irun, sobre un vado del arroyo Jaizubia. Se trata de una edificación típica del Antiguo Régimen, ya que en sus alrededores se construyeron un molino y una ferrería, que junto con el palacio, fueron declarados Conjunto Monumental en el año 2000.

Tiene planta rectangular y tres pisos. Cuenta con cubierta a cuatro aguas y una fachada de gran calidad.

En la planta baja se abren dos ventanas de aristas fileteadas, y en el centro un acceso del mismo tipo, flanqueado por dos pilastras entre las que se extiende un tablero liso rematado con una cornisa.

En los dos pisos superiores hay tres ventanas de aristas listeladas, similares a las de abajo, pero en este caso están dotadas de antepechos moldurados colocados como si formaran una línea recta.

En la planta principal, los espacios entre vanos se rellenan con motivos decorativos. A la izquierda, por ejemplo, hay un espejo oval con la siguiente inscripción: "Sebas/tian de Ur/danivia re/difico es/ta ca/sa/ año de /1619". A la derecha también hay un espejo, esta vez para el escudo de armas.

Fue sede de la Federación Internacional de Pelota Vasca desde 1992 hasta 2003. Actualmente, la Filmoteca Vasca cuenta con dos archivos en el Palacio Urdanibia de Irun para salvar los problemas de espacio hasta su entrada en el edificio de Tabakalera.


El Palacio Arbelaiz es una de las casas más representativas de Irun. Construido en el siglo XVII, se vio afectado por el incendio que en 1936 destruyó parte del casco de la localidad, aunque posteriormente fue reconstruido.

Ubicado en las cercanías de la plaza de San Juan, se trata de un elegante edificio de planta rectangular y tejado a cuatro aguas. Consta de tres plantas y su fachada principal es de piedra sillar con dos partes diferenciadas. En sus extremos se alzan dos torres cuadradas y además posee una portada barroca con dos columnas dóricas.

Se trata de una construcción de gran relevancia histórica, ya que alojó a importantes personajes (Enrique III de Francia, Catalina de Médicis, Carlos IV, Catalina de Braganza, Felipe V, Carlos X de Francia, etc.). Fue declarado Monumento Histórico-Artístico Provincial en 1964.


La Ermita de Santa Elena, que forma parte de la oferta de itinerarios temáticos que ofrece el Museo Romano Oiasso, alberga en su interior un conjunto arqueológico de época romana procedente de diversos yacimientos del Bajo Bidasoa: Santa María del Juncal, Cabo de Higuer, Minas de Arditurri y la propia Ermita de Santa Elena.

En el subsuelo de la Ermita se conservan las diferentes etapas de evolución del espacio: Necrópolis romana de incineración, templo pagano de los siglos II y III, lugar de culto cristiano en los siglos X-XI y la ermita actual.

En un recinto bajo el coro, acristalados y cerrados, se ubican los diferentes elementos expositivos, tales como paneles audiovisuales explicativos y objetos museísticos (cerámica de incineración, monedas, utensilios, etc.) que nos muestran y explican la presencia romana en el Bidasoa y su actividad cotidiana, económica y de culto.

La Ermita de Santa Elena sólo puede visitarse con cita previa. Por separado o formando parte de la visita guiada general al conjunto del Museo Romano Oiasso.

Colecciones: Restos arqueológicos romanos.

Exposiciones permanentes: Ermita y yacimiento romano.

El Museo Romano Oiasso de Irun, inaugurado en julio de 2006, muestra la impronta que dejó el legado romano en la comarca del Bidasoa y el Golfo de Bizkaia. Se trata de un centro arqueológico que reúne los restos romanos hallados por la sociedad Arkeolan en torno a la primitiva ciudad de Oiasso que se extiende en una superficie de unas 12-15 hectáreas. Es, además, un espacio de desarrollo de actividades culturales que guardan relación con la historia antigua y la arqueología.

El Museo ofrece la oportunidad de conocer de forma amena el hallazgo arqueológico del puerto y la vida en la ciudad durante los siglos I y II de nuestra era. Todo ello a través de distintos espacios que se centran en el impacto del mundo romano sobre la sociedad local.

Visitas guiadas: Bajo cita previa en el teléfono 943 639 353. La visita se inicia en el Museo y dura aproximadamente una hora. A continuación, se visita la ermita de Santa Elena, durante otros cuarenta y cinco minutos. Las visitas guiadas pueden ser en euskera, castellano, francés e inglés. Se adaptan a la edad de los participantes en la misma.

Martes a viernes: 10:00, 12:00, 16:00 y 18:00. Sábados: 11:00 y 17:00. Domingos: Con cita previa, sin horario establecido.

Entrada: 4 euros (Ermita de Santa Elena 2 euros y la visita guiada 5 euros). Tarifa reducida: 3 euros (Ermita de Santa Elena 1,50 euros y la visita guiada 4 euros). Menores de 6 años, desempleados, miembros de ICOM, festividad de Santiago (25 de julio) y Día Internacional de los Museos (18 de mayo): entrada gratuita.

Colecciones: Restos arqueológicos.

Exposiciones permanentes: Sala Impacto, sobre el impacto de la llegada de los romanos a la zona. Sala Puerto, sobre el puerto romano de Oiasso, identificado en el año 1992 en la calle Santiago de Irun. Sala Oiasso, sobre el carácter urbano del asentamiento.

Programación: El museo programa continuamente cursos, congresos y conferencias relacionadas con la arqueología, así como exposiciones temporales, clases de arqueología, cursos de verano, el Festival Internacional de Cine Arqueológico del Bidasoa – FICAB (en octubre) y viajes de estudios organizados a nivel nacional y al extranjero. También ofrecen visitas guiadas dinamizadas para colectivos de mayores.

Programación infantil: Recorridos temáticos para estudiantes de Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato. Además, cuenta con el taller pedagógico y de animación de juegos romanos Alea jacta est, dirigido a centros docentes, grupos de tiempo libre, familias, grupos de adultos y asociaciones, con el objetivo de desarrollar el conocimiento de la historia y la vida cotidiana en la antigüedad romana, de una forma lúdica.

El edificio, declarado monumento Histórico-Artístico Nacional en junio de 1973, fue erigido en el siglo XVI, aunque su construcción no estuvo exenta de polémica. Teniendo en cuenta el tamaño y la ubicación de la iglesia, tanto la villa de Hondarribia así como el virrey de Navarra se opusieron a esta obra argumentando que podía servir a los enemigos para cobijarse. A pesar de todo, la obra se llevó a cabo, y, a comienzos del siglo XVII, se colocó la veleta de la torre después de más de 100 años de trabajo. De esa forma, la iglesia mezcla elementos del gótico más antiguo y del gótico vasco.

El templo posee planta rectangular de salón con tres naves y ábside de testero plano y una torre elaborada con piedra proveniente de Amasa. En el retablo del altar mayor, se puede apreciar la imagen románica de estilo bizantino de la Virgen del Juncal del siglo XII, la más antigua que se conoce en el territorio histórico de Gipuzkoa.

En el exterior, contemplaremos la fachada realizada en piedra de sillería y una portada barroca del siglo XVII.


Esta ermita esta ubicada en el bello paisaje del monte Aldabe, conocido por los iruneses como San Marcial. El edificio fue construido para conmemorar la victoria sobre los franceses en la batalla del 30 de junio de 1522.

El primitivo templo fue destruido en un incendio provocado por un rayo en 1796, siendo reconstruido en 1804 e instalada la nueva imagen. La torre se erigíó en 1910. El edificio volvió a sufrir desperfectos durante la contienda en 1936.

En el exterior, se halla un pináculo de piedra labrada con dos lápidas que recuerda las batallas de San Marcial.

Todos los años, el 30 de junio, festividad de San Marcial, la gente acude en romería hasta la ermita y se celebra el tradicional alarde.

Existe un mirador junto al templo desde el que puede apreciarse una maravillosa panorámica de la ciudad, bahía de Txingudi, Hondarribia, el Bidasoa, Jaizkibel, etc.

Actualmente se están llevando a cabo las obras de rehabilitación del templo.

La sala de exposiciones cuenta con 200 m2 disponibles para muestras de todo tipo. Tienen prioridad para exponer los artistas premiados, nominados y seleccionados en el Concurso de Pintura Adour-Bidasoa. También se programan muestras de fotografía y artes plásticas. El centro cultural acoge un auditorio, sala de conferencias y sala de danza.

La ermita de Santa Elena, también conocida como Ama Xantalen, está situada cerca del casco viejo de Irun, a la orilla del río Estebenea.

Se trata de una ermita de gran relavancia, ya que ha sido lugar de culto durante muchos siglos. El edificio actual fue construido posiblemente durante el siglo XIV y es de planta rectangular, cubierta a cuatro aguas y muros de piedra sillar. La portada de la ermita es de estilo isabelino.

En la década de los años 70 se llevaron a cabo diversas excavaciones en esta ermita y se encontró una necrópolis de incineración de morfología romana. Así mismo, también se encontraron restos de un templo romano anterior al siglo I.

Reconvertida en museo, Santa Elena muestra los restos hallados allí mismo (monedas, utensilios, cerámica...), a los que se han añadido otros procedentes de diversos yacimientos arqueológicos de la comarca de Bidasoa-Txingudi, materiales que certifican la existencia en Irun de un núcleo de población en época romana, conocido como Oiasso.



En la exposición permanente de Mariposas del Mundo, adquirida a su propietario Manuel Aguirresarobe por el Ayuntamiento de Irun en 2006, se puede admirar la belleza de cerca de 7.000 ejemplares de todo el mundo.

Las mariposas del Estado Español y de Euskal Herria que componen la muestra han sido recolectadas por el propio Manuel Aguirresarobe. Las del resto del mundo proceden de intercambios realizados con colegas e instituciones de todo el mundo.

Cada ejemplar cuenta con una ficha descriptiva donde figuran sus características principales. La visita se completa con la proyección de un documental sobre el ciclo biológico de la mariposa.

Colecciones: Mariposas del mundo y un documental sobre el ciclo biológico de la mariposa.


El cine Oscar Txingudi cuenta con 11 salas en las que se proyectan las últimas producciones del séptimo arte. Además de ofrecer butacas de gran comodidad, posee acceso especial para minusválidos y realizan descuentos para jóvenes, mayores y estudiantes. Cabe la posibilidad de adquirir las entradas por Internet o por teléfono.


Cada 30 de junio, en el alarde de San Marcial, el sonido de los pífanos y los tambores se mezcla con el estruendo de miles de escopetas descargando a la orden del general. Es el momento en el que todo Irun huele a pólvora. Diversas compañías salen a desfilar y llegan hasta el monte San Marcial, donde se celebra una gran romería en honor al Santo.

El alarde de Irun es una fiesta de gran tradición, ya que rememora la victoria que lograron los vecinos de la localidad ante las tropas alemanas y francesas en 1522. Se compone de distintas compañías perfectamente uniformadas con una indumentaria especial que consta de camiseta y pantalones blancos, además de cinturón y boina rojas. La vestimenta varía según al cuerpo o grupo que pertenezca cada uno, infantería, soldados, tamborrada, artillería, caballería, hacheros, etc.

Los iruneses ocupan las calles para presenciar el alarde de armas. Desde hace unos años, se celebran dos desfiles en horarios distintos. El alarde conocido como "tradicional”, en el que las mujeres participan sólo como cantineras, los componen más de 8.000 personas y es el primero en desfilar. En el Alarde de San Marcial Igualitario o "mixto" las mujeres participan como cantineras, como escopeteras o tocando el txilibito y el redoble. Desfilan unas 2.000 personas y parte más tarde que el "tradicional".

Fecha: 30 de junio.

Transporte público: La línea de autobuses que hace el trayecto entre San Sebastián y Hondarribia para en Irun. Además, con motivo de la festividad de San Marcial, tanto Euskotren (Topo) como Renfe ofrecen un servicio especial para acceder al municipio.


Sólo se abre cuando hay alguna exposición. La sala es accesible para discapacitados y dispone de sala de vídeo.

El Ayuntamiento de Itsasondo habilita la sala de reuniones del consistorio para exposiciones puntuales.

La mayoría de las piezas que componen la colección del Museo Etnográfico de Larraul, que tiene como objetivo mostrar el sentido de comunidad de Larraul, hacen referencia al mundo rural: layas y arados, carros y herramientas, la aventadora de trigo, el lagar de sidra, los pucheros, los cofres de madera o la artesa de pan son testigos de una vida de trabajo.

También hay una larga lista de objetos que hablan de religión, de comercio, de deporte, de guerra, de fiesta, de fiesta y de emigración: una máquina de coser, un teléfono, libros, baúles, viejas fotografías y balanzas, entre otros muchos elementos.

Colecciones: Piezas de valor etnográfico de la zona, predominantemente agrícolas.

Exposiciones permanentes: La exposición se divide en zonas dedicadas a diversos aspectos de la vida de Larraul: costumbres, el caserío, el trabajo, la prensa de manzana, la cocina, etc.

La sala de exposiciones de la Casa de Cultura Manuel Lekuona (antiguo cine Tedoso) cuenta con una programación estable que incluye muestras fotográficas, pictóricas, de artes plásticas y otras. Está abierta a exposiciones de particulares y asociaciones. El centro tiene además, biblioteca, sala de conferencias para 150 personas, sala de danza de 200 m², academia de música y dependencias administrativas.

Emplazado al lado del Palacio de los Lazcano, el Convento de los Padres Benedictinos (o Monasterio de Santa Teresa) fue fundado en 1640 por Doña María de Lazcano. Desde 1916, la comunidad benedictina expulsada de Francia ocupó el monasterio.

Hoy en día, el edificio cuenta con una bella iglesia del siglo XVII realizada con piedra de sillería. De planta de cruz latina, el templo posee tres naves de diferentes alturas. Asimismo, destaca el claustro, un pequeño espacio con suelo original de piedra en el patio.

El convento también es muy conocido porque conserva un importante archivo histórico, en el que destacan numerosas publicaciones y libros de la época franquista. Además, el archivo consta de multitud de revistas en euskera.


El Palacio de los Lazcano data del siglo XVII, ya que fue construido entre 1620 y 1640. Erigido de acuerdo con los patrones arquitectónicos de estilo castellano, está rodeado de un amplio jardín.

La fachada del edificio está estructurada en tres cuerpos. La portada está situada en el centro y rematada con un gran escudo. Los cuerpos laterales, en cambio, están dispuestos a modo de torreones. Esta distribución es consecuencia de la última restauración llevada a cabo en 1921.

La disposición interior está efectuada en torno a un patio central que cuenta en su centro con un pozo de agua.

Actualmente el edificio permanece cerrado.


La ferrería de Mirandaola, ubicada dentro del parque de Mirandaola, es la única que se conserva de las siete que existían en Legazpi en el siglo XV. Aunque cerró sus instalaciones en el siglo XIX, fue restaurada en 1952 gracias al mecenazgo de Patricio Etxeberria y Teresa Agirre.

Actualmente, el primer domingo de cada mes de otoño e invierno y todos los domingos a partir de abril, la instalación es accionada por un molino y es posible verla funcionar.

La visita se inicia en la sala de los fuelles, donde se ponen en marcha los fuelles que mantienen viva la fragua que permite fundir el hierro. A continuación, los visitantes pasan a la zona de trabajo, donde los ferrones vestidos de época manejan las maquinas, controlan la fragua y hacen una demostración de forja que asombra a cuantos la presencian. La visita se complementa con las explicaciones del guía. A la conclusión, los visitantes pueden visitar la ermita contigua que alberga unas pinturas de Soler Blasco que describen el hecho milagroso acaecido en esta ferrería el 3 de mayo de 1580.

Cuenta la leyenda que al no respetar los ferrones de Mirandaola el descanso dominical que preceptúa la religión cristiana, y a pesar de preparar vena suficiente para sacar más de 600 libras de hierro, obtuvieron únicamente una pequeña cruz de 12 o 14 libras. El arzobispo de Pamplona declaró este suceso como milagro en 1633.

El Día de Mirandaola, que se celebra el domingo siguiente al 4 de mayo, es uno de los actos más queridos por los habitantes de Legazpi. Ese día se traslada la Santa Cruz desde la parroquia hasta la ermita de Mirandaola, erigida en advocación al citado acontecimiento milagroso. Tras la misa, se celebra una romería con bailes, música y comidas populares.




El Ecomuseo del Pastoreo, ubicado en un caserío del siglo XVI, ofrece la posibilidad de conocer la actividad pastoril y la elaboración del queso de Idiazabal en su entorno natural. Forma parte del Museo-Territorio Lenbur junto con el Museo del Hierro Vasco, el Caserío Igartubeiti, el Museo de los Minerales y Fósiles y El rincón del Pan. Por medio de una proyección audiovisual el Ecomuseo recrea el paisaje humanizado por el pastor y el manejo del ganado según las distintas estaciones del año. Además, la exposición permanente presenta un recorrido por el medio físico, la trashumancia del ganado, el pastoreo de borda, las majadas y txabolas pastoriles, la oveja de raza latxa, el ciclo vital de la oveja, el oficio de pastor y el proceso de elaboración artesanal, tradicional y actual del queso Idiazabal. Existe la posibilidad de concertar una visita que incluye participar en la elaboración del queso.

Programación: El primer domingo de septiembre se celebra el Día del Pastor (Artzain Eguna) con competición de perros pastor, concurso y cata de quesos y exposición de artesanía relacionada con el pastoreo.

Entrada: 2 euros. 1,50 euros reducida. Menores de 6 años gratis.

El Rincón del Pan, ubicado en el Caserío Igaralde-Goena del barrio de Brinkola de Legazpi, muestra las características de la tradición molinera y panadera en la comarca de Urola. Forma parte del Museo-Territorio Lenbur junto con el Museo del Hierro Vasco, el Caserío Igartubeiti, el Museo de los Minerales y Fósiles y el Museo del Pastoreo. Este museo pretende ser un homenaje a la figura del molinero y el consumo de pan, una constante en nuestra historia. Así, El Rincón del Pan explica el proceso que va desde la siembra del grano, pasando por la elaboración de la harina, hasta el instante en que el pan sale del horno. Los aperos de labranza, el molino que muele el grano, el horno que cuece el pan y otros muchos elementos están presentes en este espacio.

Entrada: 2 euros. 1,50 euros reducida. Menores de 6 años gratis.

El museo del Hierro Vasco, ubicado en una antigua fábrica de fundición en Legazpi aborda el Hierro desde sus aspectos tecnológicos, históricos, científicos, patrimoniales, industriales, paisajísticos, etc. Además, muestra los elementos originales de la antigua fábrica "Fundiciones San Miguel" donde se sitúa el museo, reutilizándolos y dotándolos de nuevas funciones de acuerdo con los nuevos usos.

El museo expone la relación entre el ser humano, el medio natural y el trabajo del hierro, y es el punto de partida hacia las rutas "El latido de las ferrerías" o "Un viaje a los años 50: la Ruta Obrera". Consta de 14 áreas en las que se aborda el hierro desde diversos puntos de vista: su influencia en el paisaje, en el arte y la mitología, la extracción del mineral, la energía, las ferrerías, su transformación en acero, la organización socioeconómica, forja y fundición, innovaciones tecnológicas, etc.


El palacio Bikuña Enea, construido en el siglo XVII sobre una torre medieval, es una casa señorial de planta cuadrada y cubierta a cuatro aguas. La fachada principal es de sillería y ladrillo, y consta de cuatro balcones y escudo de armas de los Bikuña.

Otra de las paredes tiene una gran galería de madera, mientras el resto son de mampostería y ladrillo.

Los Bikuña fueron un linaje con gran poder en estas tierras. Eran propietarios de varias de las ferrerías situadas a orillas del río Urola, y participaron, además, en los combates de Navas de Tolosa (1212) y Baeza (1227), tal y como atestigua su escudo de armas.

El palacio Bikuña acoge, actualmente, la sede de la Fundación Lenbur, ente que se encarga de poner en valor el patrimonio natural y cultural de la comarca, especialmente el relacionado con la historia del hierro, y contribuir así al desarrollo económico y social de Urola-Garaia.



El proyecto Lenbur (Legazpi Natura eta Burdina) rompe con la definición del museo como espacio único y propone una ruta por diversas construcciones del Valle del Hierro, en Legazpi, donde el visitante se sumergirá en la vida cotidiana de los años 50 y donde descubrirá el funcionamiento de las antiguas ferrerías.

El Parque de Mirandaola integra varios espacios de la ruta "El latido de las ferrerías": la ferrería de Mirandaola, que ha sido reconstruida y vuelve a funcionar los domingos igual que hace seis siglos, la ermita de Mirandaola y el Museo del Hierro Vasco. Otros, asentados en sendos caseríos, son el Ekomuseo del Pastoreo, sobre la elaboración del queso Idaizabal, el Rincón del Pan y AIKUR-Museo de las Abejas. Además, la "Ruta Obrera" propone un original viaje a la década de los años 50, con visitas a espacios como un aula, una vivienda o una capilla.

En definitiva, el Museo-Territorio Lenbur trata de explicar a través de los elementos patrimoniales que lo integran la relación de los vascos con su entorno, tomando para ello como eje central e hilo conductor la evolución industrial relacionada con el hierro.


El casco antiguo de Leintz-Gatzaga alberga una extensa historia y cuenta con tres calles paralelas y un eje transversal. Destacamos, por ejemplo, el palacio Garro, construido en el siglo XVII. Tiene un precioso escudo de armas realizado en plata.

Asimismo, llama la atención la fuente de los 12 caños, conocida popularmente con el nombre de As de Copas. Esta figura posee 12 caños que manan agua directamente a un pilón.

Para completar la ruta turística, podemos admirar el palacio Soran que antaño sirvió para alojar a reyes. Totalmente restaurado y reconvertido en el Hotel Palacio Soran (www.soranetxea.com), fue inaugurado el 11 de septiembre de 2008.

La oficina de turismo de Leintz-Gatzaga organiza visitas guiadas al casco antiguo durante todo el año. Para concertar una de estas visitas hay que llamar previamente a la oficina de turismo del municipio (943 714 792).




La sala de exposiciones está situada en la primera planta del Palacio Garro, que acoge así mismo el local de la Sociedad Recreativa-Cultural Toki-Eder, la ludoteca, biblioteca, salas de reuniones, etc. Se trata de un local de aproximadamente 70 m2, separado por una puerta corredera y que puede convertirse en dos salas independientes. Se realizan exposiciones de grupos y asociaciones sin ánimo de lucro.

El santuario de Dorleta está emplazado en el territorio histórico de Gipuzkoa, en Leintz-Gatzaga, en lo alto de un pequeño promontorio. Además de ser uno de los emblemas de la localidad, la virgen de Dorleta es la patrona de los ciclistas.

Surgió del castillo construido como vigía y defensa de la vida y economía existentes en torno al manantial salino. Hasta 1331, año en el que Alfonso VI le concedió la carta puebla, el santuario fue la parroquia de la villa, condición que perdió a favor del templo de San Millán, erigida en intramuros. El santuario fue, además, hospedería del Camino de Santiago.

El aspecto que tiene en la actualidad es del siglo XVII. Pero con las reestructuraciones que ha sufrido a lo largo de los años, es una mezcla de estilos, entre las que mantiene relieves de la Edad Media.

La imagen actual de la Virgen, en la que aparecen madre e hijo en actitud de mutua contemplación, es una talla gótica de los siglos XIII-XVI.

De mayo a octubre, se celebra misa en el santuario de Dorleta todos los domingos a las 12:30 (excepto el primer fin de semana de julio). Además, durante las fiestas patronales, a principios de septiembre, tiene lugar una misa mayor, así como otras actividades especiales.


El precioso palacio Garro, construido en el siglo XVII, se halla en el centro de Leintz Gatzaga. Totalmente rehabilitado, es la sede de la casa de cultura y la ludoteca de la localidad desde 1987.

La fachada es especialmente llamativa, puesto que posee un escudo de armas de plata con cruz flordelisada y cuatro lobos andantes y afrontados.

La sala de exposiciones está situada en la primera planta, que acoge asimismo el local de la Sociedad Recreativa-Cultural Toki-Eder, la ludoteca, la biblioteca, y las salas de reuniones. Se trata de un local de aproximadamente 70 metros cuadrados que puede convertirse en dos salas independientes. En ella, se realizan exposiciones de grupos y asociaciones sin ánimo de lucro.


La fábrica de sal de Leintz Gatzaga está ubicada en las afueras de la localidad, al pie del antiguo castillo de Dorleta. La explotación de esta fábrica se remonta a la Edad del Hierro.

En aquella época, esta actividad se centraba en ocho casas situadas al lado del manantial. Cada una de ellas sólo podía emplear una caldera de hierro para obtener la sal. A partir del siglo XVIII, esta práctica se industrializó y las ocho casas se concentraron en una única explotación.

Hoy en día, los turistas pueden contemplar la salina, que es una reproducción realizada totalmente de madera y a tamaño real.


El Museo de la Sal de Leintz Gatzaga muestra las instalaciones utilizadas durante siglos para la producción de sal en la localidad guipuzcoana, una industria estrechamente ligada a la fundación del municipio y a su desarrollo económico a través de la historia.

Hoy es posible conocer la historia de los productores de sal en el mismo lugar donde ésta se obtenía, gracias a las labores para su conservación y a la reconstrucción de algunos de sus elementos más significativos.

Situada en la Plaza del Santo Cristo de Lezo, la Basílica del Santo Cristo fue inicialmente una pequeña ermita. Dentro, se podía visitar una singular talla del Santo Cristo del siglo X, un Cristo sin barba crucificado realizado en estilo bizantino.

Según los expertos, la talla del Santo Cristo de Lezo es de un gran valor artístico pero, sin duda, lo que año tras año atrae a multitud de visitantes son las leyendas que a lo largo de la historia se han formado en torno a él.

De hecho, a finales del siglo XVI la devoción por esta imagen fue extendiéndose y en el lugar donde se ubicaba la antigua ermita empezó a construirse la actual basílica renacentista.

Otra de las curiosidades de esta iglesia son los numerosos exvotos, ofrendas hechas por los devotos al Santo Cristo en señal de un beneficio recibido, del interior. Una de esas ofrendas es una maqueta de una embarcación, ofrecida por marineros de la zona como agradecimiento.

Dentro de la Basílica del Santo Cristo destaca, asimismo, un hermoso retablo del siglo XVIII.

Aunque no se organizan visitas guiadas al templo, hay un Punto Cicerone en la Plaza del Santo Cristo. Este sistema de información y autoguiado por teléfono móvil permite conocer mejor los recursos turísticos de Oarsoaldea. En el caso de Lezo, también ofrece información sobre la Basílica del Santo Cristo.


Es un local que alberga distintas salas y actividades y muestra exposiciones esporádicamente.

La Torre de Berriatua, también conocida como Sulengua, es decir "anterior al fuego", fue una de las pocas edificaciones que sobrevivió al violento incendio que arrasó Mutriku en 1543. Se cree que es el edificio más antiguo de la población. Está considerada la casa-torre medieval más alta de las conservadas en Gipuzkoa. Antiguamente, fue utilizada como torre de vigilancia del puerto.

Se trata de un gran edificio construido en sillería de arenisca con características góticas y renacentistas. Posee ventanas geminadas y conopiales, además de arcos apuntados.

Cuenta, además, con una entrada en la que se puede ver una interesante decoración geométrica.

Actualmente, es una vivienda privada.



La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, nombrada Monumento Nacional de Euskadi y emplazada en el centro de Mutriku, es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura neoclásica guipuzcoana.

Se construyó en base a un proyecto del arquitecto madrileño Silvestre Pérez, pero fue llevada a cabo por Manuel Vicente Laca y Mariano José Lascurain, arquitectos de la academia de San Fernando y vecinos de la villa.

El templo tiene planta de cruz griega y su exterior está realizado en piedra sillar, mientras que en el interior alterna el mampuesto del muro con el sillar de las columnas y los arcos torales.

La fachada del pórtico está compuesta por seis columnas dóricas sobre las que se asienta el arquitrabe.

En el interior, en la capilla izquierda, se puede contemplar un hermoso lienzo de Cristo crucificado realizado por Francisco de Zurbarán.


El casco antiguo de Mutriku, población fundada a comienzos del siglo XIII (año 1209), está formado por estrechas calles adoquinadas por las cuales admiraremos numerosos palacios, torres y casas blasonadas.

El Palacio Galdona, por ejemplo, es una construcción con fachadas de sillería del siglo XVII. La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es otro de los edificios más emblemáticos de la zona, puesto que se trata del ejemplo más representativo de la arquitectura neoclásica de Gipuzkoa.

Destacan, asimismo, la Casa Consistorial; el Palacio de Zabiel, actual casa de cultura; la Casa-Torre de Luardo; el Palacio de Olazarra-Mizkia; el Palacio de Montalivet, una impresionante construcción barroca del siglo XVIII; la Torre de Berriatua, uno de los pocos edificios que sobrevivió al incendio que arrasó la villa en 1543; y la Vieja Lonja, sede de la primera cofradía de Mutriku.





El puerto de Mutriku se emplaza en una pequeña cala de la costa, mientras que el propio municipio de Mutriku se asienta en la ladera de arriba.

El actual puerto lo conforman dos diques en el norte paralelos el uno al otro y un dique en la parte sur.

La actividad pesquera predomina en el puerto y, a su vez, alberga múltiples embarcaciones de recreo. Además, los visitantes acuden a observar el trabajo de los pescadores y en la cofradía vieja realizan demostraciones en lonja.

Servicios:

Rampas de varada: 2 Grúas: 2; de 3 y 5 Tm Tomas de agua Tomas de electricidad. Cofradía Servicios relacionados con la pesca gestionados por la Cofradía: Fábrica de hielo Lonja de venta de pescado Básculas: 2

Situación: l= 43-18,5 N L= 02-23 W Carrera de Marea: 4,5 m Boca de entrada: Anchura: 20 m Calado en B.M.V.E: 5 m Orientación: NE


El capitán Lucas de Olazarra y de Mizkia mandó construir esta casa señorial a finales del siglo XVII, con su fachada principal de sillería, planta baja y tres pisos.

En la planta baja, tiene una entrada con moldura alrededor de la puerta y ventanas con barrotes a los lados.

En el primer piso, cuenta con cuatro huecos unidos de dos en dos por un balcón de hierro forjado, y en su intermedio un gran escudo.

En la segunda planta, un ancho y largo balcón de hierro forjado cubre los cuatro huecos, y lleva en su centro un dibujo en abanico, siendo todos de artesanía.

Por último, en el tercer piso se encuentran también cuatro huecos, dos extremos y los centrales unidos por un balcón de la misma factura que los demás. Como remate lleva un amplio alero con dibujos tallados entre las vigas también dibujadas que son similares a las del Palacio de Galdona.

Actualmente, alberga viviendas particulares.


El Palacio Galdona está situado en pleno casco histórico de la localidad, al lado de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y frente al Ayuntamiento de la villa.

Construido a finales del siglo XVII, es un edificio de planta cuadrangular realizado en aparejo de mampostería, salvo la fachada principal donde se utiliza el sillar. Tiene tres alturas y cubierta a cuatro aguas. En un lateral del primer piso se puede ver un escudo de armas cuartelado.

Al lado de la casa principal, existe otra pequeña construcción que data también del siglo XVII y que actualmente sirve de oficina de turismo. En su entrada se halla la fuente de Arraturriaga.


La sala de exposiciones es parte del equipamiento de la casa de cultura, que cuenta además con biblioteca, local de ensayos, escuela de arte, etc. La sala puede reservarse para muestras de todo tipo de particulares y grupos.

El Palacio Montalivet es un edificio de aspecto señorial que llama la atención por sus ventanas de arco rebajado. Fue construido sobre una casa anterior por mandato del barón de Oña en el siglo XVIII. Francisco Ibero se encargó de dirigir las obras.

Presenta planta cuadrada y cuenta con tres plantas, erigidas sobre una estructura de gran desnivel. Tiene una cubierta a tres aguas.

La fachada principal es de sillería, y en su parte inferior hay un semisótano. Mientras, a la izquierda, entre pilastras, hay un acceso en arco escarzano que tiene un ojo de buey encima.

El balcón corrido que ocupa la fachada principal y el escudo de armas, situado en el ángulo que forman las fachadas delantera e izquierda, son otros de los elementos más destacados del edificio.





La casa consistorial, ubicada en la Plaza Churruca, es una de las construcciones más emblemáticos de Mutriku. Su edificación data del año 1731.

Se trata de un edificio amplio, con tres plantas. Tiene planta rectangular y cubierta a cuatro aguas. Constituido por un edificio central y dos cuerpos laterales, está realizado en sillería y posee un pórtico tradicional y soportales de entrada. Además, cuenta con un balcón corrido y tres escudos que adornan la fachada.




El palacio Zabiel fue erigido en el siglo XVI y su fachada principal está realizada en piedra sillar de arenisca.

Tiene tres alturas. El cuerpo central es el más bonito por la decoración arquitectónica que presenta. En esa segunda planta se pueden apreciar columnas de fuste helicoidal con unos preciosos capiteles jónicos. Además, cuenta con un hermoso escudo, colocado sobre un pequeño frontón. El palacio está coronado por un alero volado de bello artesonado.

El Palacio Zabiel ha conservado algunos de sus antiguos elementos. Por ejemplo, en la parte inferior de la fachada izquierda hay un acceso en arco apuntado con siete dovelas. En la fachada trasera, a su vez, en el camino que conduce a un callejón, pueden verse los vestigios de un matacán de arenisca tallada.

En otra época, se utilizó como escuela. Actualmente, tras ser rehabilitado, funciona como casa de cultura de Mutriku.


La iglesia parroquial de San Esteban presenta una única nave y bóvedas de crucería. Como consecuencia del incendio sufrido en 1476, el templo tuvo que ser reedificado y las obras se prolongaron durante siglos.

El aspecto de fortaleza que presenta es debido a su torre de pocos huecos, diseñada por Nicolás de Lizarraga, y los grandes contrafuertes. En el interior, merece mención especial el retablo mayor, realizado por Juan de Huici en el siglo XVII y declarado Bien Cultural por el Gobierno Vasco.



El Centro de Interpretación Geológica Luberri ofrece una oportunidad única de descubrir la riqueza geológica y paleontológica del valle de Oiartzun, la comarca de Oarsoaldea y el Parque Natural de Aiako Harria. El centro propone un insólito viaje en el tiempo a través de los últimos 1.000 millones de años, gracias al cual descubriremos la historia geológica de nuestra tierra.

Luberri dispone de varias salas temáticas y 40 vitrinas. En ellas, los visitantes encontrarán rocas, fósiles, minerales y una amplia gama de materiales geológicos procedentes del municipio guipuzcoano y diversos puntos de la geografía vasca. Paneles informativos en castellano, euskera y francés muestran las características, origen y el lugar donde han sido hallados dichos materiales.

El área "Roca, Mineral y Fósil" pretende dar a conocer los principios básicos de la geología, los tipos de fósiles, minerales o rocas de nuestra tierra, entre otros temas. Por otro lado, la sala denominada "Historia geológica de Euskal Herria" nos permitirá adentrarnos en la evolución de nuestras montañas a lo largo de 500 millones de años. Para descubrir los pobladores más antiguos de Gipuzkoa, los fósiles más importantes de las diferentes eras geológicas o el "batolito granítico" (única estructura de este tipo de nuestra geografía) nos dirigiremos a la sala Oiartzun. El museo también dispone de un área dedicada a los más recientes hallazgos.

Asimismo, Luberri cuenta con un pequeño laboratorio-taller en el que se podrá observar la labor de los trabajadores del museo.

Entrada:

Normal: 2 euros. Entrada gratuita para los habitantes de Oiartzun.

Programación: Además de visitas guiadas, en Luberri se organizan talleres de trabajo o ciclos culturales, entre otras muchas actividades.

Colecciones: El museo alberga colecciones de rocas, minerales y fósiles obtenidos en Oarsoaldea y el resto de la geografía vasca. También cuenta con una amplia gama de materiales procedentes de diversos puntos del mundo.

Ubicada en el Parque Natural de Aiako Harria, la estación megalítica de Oiartzun conserva restos de diversas épocas de la prehistoria. La ruta comienza en Oiartzun y asciende hasta Bianditz.

Las muestras más antiguas las encontraremos en la cueva Torre, ya que pertenecen al Paleolítico Superior (más de 12.000 años). Asimismo, existen testimonios funerarios de la Edad del Hierro, entre los que destacan los crómlech (Arritxurrieta, Munerre y Errenga, entre otros).

Pero el conjunto de Oianleku es el más relevante de todos, puesto que allí se conserva un dolmen del Eneolítico-Bronce.



Herri Musikaren Txokoa-Rincón de La Música Popular ofrece la posibilidad de observar más de 1.200 instrumentos del País Vasco y del resto del mundo. Asimismo, tiene una biblioteca de más de 5.000 unidades, una fonoteca con más de 2.500 unidades editadas en disco, casete o CD, un importante archivo de imágenes y un taller de construcción y reparación.

El Museo ofrece tres tipos de modalidad para visitar la exposición: normales, con audio y guiadas (individuales y en grupo). Las visitas deben ser concertadas previamente.

Programación: Consultas a la biblioteca, a la fonoteca y al archivo de imagen, así como conciertos de música popular.


La sala se encuentra en las instalaciones de la biblioteca y esporádicamente programa exposiciones.

Construida en el siglo XVII, la Casa Solar o Palacio de Barrena es una de las construcciones arquitectónicas más importantes de la localidad, ya que fue sede de las Juntas Generales de Gipuzkoa durante mucho tiempo.

Se trata de un edificio rectangular con planta baja y tres alturas. Sus tres fachadas están conformadas por diversos estilos arquitectónicos.

Estuvo comunicada, por medio de una galería, con la casa llamada de Jaques (actualmente sede de los servicios sociales del Ayuntamiento) hasta que dicha galería fue derribada en la última guerra carlista, quedando separados ambos edificios.

Llaman la atención del visitante su hermosa escalera principal, de piedra bien labrada, y los magníficos salones del primer piso.

Actualmente alberga las oficinas de la casa de cultura y los locales de la escuela de música, y el bosque ubicado a los pies de la fachada sur, diseñada por Juan de Herrera, director de las obras del monasterio de El Escorial, ha sido habilitado como jardín público.


D'elikatuz es el centro de alimentación y gastronomía ubicado en Ordizia y dirigido tanto a niños como a adultos. Consta de dos áreas temáticas: alimentación en el mundo y gastronomía en Euskal Herria a lo largo del tiempo, además de diversos contenidos generales sobre alimentación, ferias y mercados, cocina vasca, sociedades gastronómicas y sidrerías. Se trata de un espacio en el que se dan a conocer las texturas y sabores de la tierra y que habla de los alimentos, de dietas equilibradas, de trastornos de la alimentación, etc. D'elikatuz ofrece un espacio muy importante a las exposiciones temporales y en el centro se celebran conciertos, conferencias, campañas y similares.

Se trata de un proyecto que engloba, educación, investigación y divulgación, creando interés en la población sobre la alimentación y la gastronomía, incrementando los conocimientos sobre los mismos y organizando actividades para fomentar la alimentación saludable. Además, en la primera planta se puede visitar el centro de interpretación del Goierri, que permite conocer más a fondo esta comarca.

Entrada: 3 euros. Menores de 12 años y grupos de más de diez personas 2 euros. Entrada a la sala polivalente, gratis.

Exposiciones temporales: Exposición micología; Productos alimentarios de calidad; Pastoreo y muchas otras a lo largo de todo el año.

Exposiciones permanentes: Alimentación y nutrición. Gastronomía.

Programación: Exposiciones, conciertos, conferencias, campañas, jornadas, charlas. Consultar web.

Programación infantil: Unidades didácticas adaptadas a cada curso escolar.

La primitiva iglesia de Santa María de la Asunción fue construida a finales del siglo XIII o principios del XIV. No obstante, sólo quedan restos de aquella edificación en la base de la barroca torre actual.

El nuevo templo, erigido en el siglo XVI, es de una única nave presidida por ábside ochavado.

El retablo barroco del altar mayor fue realizado por Bartolomé Cordero en el siglo XVII. Hay también una imagen gótica de la Virgen sedente del siglo XIV. Cuenta, asimismo, con distintas capillas y retablos artísticamente ornamentados.

La iglesia tenía reloj ya en 1516, aunque hubo que sustituirlo por otro en 1753.



El Centro de interpretación del Goierri muestra mediante maquetas, diaporamas, materiales reales y fotografías, las principales características y elementos de interés turístico de la comarca. Así, se pueden conocer los monumentos históricos más destacables, el paisaje, las tradiciones, los parques naturales de Aralar y de Aizkorri, las localidades que componen la comarca y diversas rutas por sus principales enclaves turísticos: Camino de Santiago, Ruta del Valle del Estanda, etc. y la posibilidad de practicar turismo activo. El centro está estructurado en 5 apartados: Naturaleza, Tradiciones y Folklore, Artes e Historia, Rutas y Goierri pueblo a pueblo.

Además, se pueden contratar visitas guiadas al Centro D'elikatuz, al casco histórico de Ordizia y rutas de día completo para grupos de más de 20 personas: Ruta del Queso Idiazabal, Ruta de la feria de Ordizia y sus productos y Goierri Medieval.

Entrada: 3 euros. Menores de 12 años y grupos de más de diez personas 2 euros. Entrada a la sala polivalente, gratis.

Exposiciones permanentes: Naturaleza, Tradiciones y Folklore, Artes e Historia, Rutas y Goierri pueblo a pueblo.

Programación: Exposiciones, conciertos, conferencias, campañas, jornadas, charlas. Consultar web.

Programación infantil: Unidades didácticas adaptadas a cada curso escolar.

Se trata del típico puerto de ría, ubicado en la desembocadura del Oria, con un muelle en la orilla oriental del mismo. El puerto de Orio está a la altura del municipio, en las inmediaciones de la iglesia.

A principios del siglo XX, fue declarado puerto de refugio. Hoy en día, se han construido dos espigones que facilitan la entrada al puerto y unos 9 barcos pesqueros tienen su sede en este puerto por lo que la pesca tiene gran relevancia.

Servicios:

Astillero: Muelle de Ribera Carros varaderos: 2 Muelle de la Arena Grúa: 1 de 5 Tm Talleres de reparaciones Tomas de agua Toma de combustible. Toma de electricidad

Situación: l= 43-16,2 N L= 02-07,6 W Carrera de Marea: 4,5 m Boca de entrada: Anchura: 40 m Calado en B.M.V.E: 5 m. 3 m en canal de entrada difícil y estrecho. Orientación: E


La casa de cultura cuenta con un espacio para exposiciones, una sala para dar clases de danza, una sala para conciertos, conferencias, proyecciones de películas, etc. Además, tiene instalado un equipo de sonido, un proyector de vídeo y un escenario.

El Museo Zumalakarregi está ubicado en la Casa Iriarte-Erdikoa, donde habitó la familia Zumalacárregui, cuyos miembros más destacados fueron los hermanos Tomás, general carlista, y Miguel, político liberal.

El Museo es hoy centro de referencia para el conocimiento y estudio del País Vasco en el siglo XIX. Presenta tanto las biografías de los hermanos Zumalacárregui, como datos sobre la Primera Guerra Carlista, contextualizado todo ello en la difícil y violenta transición del Antiguo Régimen al Liberalismo, entre la Revolución Francesa y la Segunda Carlistada.

Colecciones: Piezas valiosas de las Guerras Carlistas: objetos militares y personales de Tomás Zumalacárregui y su familia; armas y uniformes de época; numismática y prefilatelia; importantes fondos documentales, informes, proclamas, epistolarios; prensa; óleos, acuarelas, grabados y otros soportes iconográficos; fondos bibliográficos, trabajos biográficos, científicas y generalidades de los siglos XVIII, XIX y XX; fondos cartográficos, planos, mapas y atlas.

Programación infantil: Itinerarios didácticos, talleres, juegos de participación y recursos didácticos digitales.



El viaducto de Ormaiztegi fue inaugurado el 15 de agosto de 1864 y se trata del símbolo más emblemático de la localidad. Diseñado por el ingeniero Alexander Lavalley, predecesor de Gustave Eiffel, se halla en un bello paisaje sobre el río Eztanda.

Se trata de la obra más importante de la vía Madrid-París, con un desnivel de 289 metros de largo y 34 metros de alto. Sus 18.000 toneladas se apoyan sobre cuatro pilares. La doble vía se instaló en 1912 y se electrificó en 1928.

Debido a su enorme valor estratégico, las guerras han sido su principal enemigo. Durante la Guerra Civil española, por ejemplo, los obreros de Altos Hornos de Bergara cortaron el puente con sopletes para evitar el avance de las tropas franquistas. Su reconstrucción se reforzó en 1941 con los pilares de hormigón que configuran su aspecto actual.

Remendado de este modo de forma provisional, siguió en activo hasta el 1 de julio de 1995, fecha en la que fue definitivamente sustituido por una nueva estructura construida en paralelo.




La ermita de San Juan, situada a 2 kilómetros del centro urbano de Oñati, en el barrio Garagaltza, es una construcción que data del siglo XVI, aunque fue renovada en el XIX. Se trata de un amplio templo de planta rectangular. Su elemento más destacable es el retablo, elaborado entre 1613 y 1622.

Cerca de la ermita se encuentra el humilladero del Ángel de la Guarda, con una imagen del siglo XVIII.




La torre Garibai, a la que numerosos documentos del siglo XIV hacen referencia, está situada a las afueras del casco urbano de Oñati, junto al río en el barrio Torreauzo. Forma un interesante conjunto con dos casas de los Lazarraga y la ermita de San Pedro.

Es de planta cuadrangular y la fachada está rematada con un pequeño alero, coronado en sus extremos por pináculos de estilo herreriano. Consta de planta baja, una altura y desván.

La torre fue vivienda de los señores feudales de Garibai. Hoy en día es una vivienda privada, por lo que no es posible visitar su interior.


La ermita de San Esteban está situada a la salida de Oñati en dirección a Arantzazu, en el barrio Lezesarri, en un cruce a la izquierda, prácticamente enfrente de la gran Escultura al Pastor de Nestor Basterretxea.

La primera referencia al templo data de 1505, aunque experimentó importantes reformas entre los siglos XVI y XIX.

Tiene una amplia cubierta de madera y una entrada en arco apuntado. Un crucifijo preside el altar. A un lado están las imágenes de San Crispín y San Crispiano, que salen en andas en la procesión del Corpus, y en el otro, la de San Esteban. Además, en una de sus paredes se conserva una copia de 1738 de la bula concedida en 1620 a la cofradia de San Crispín y San Crispiano.




La ermita de San Martín, situada en una colina y rodeada por el paseo de San Martín y un hermoso robledal, fue erigida a principios del siglo XVI. Dentro de su sencillez, destacan la armadura de madera y el arco apuntado de la entrada.

El hermoso retablo central del interior es obra de Pierre Picart. En él, cuatro bajorrelieves representan distintas escenas de la vida de San Martín.

La espadaña, del siglo XVIII, y el pórtico, de finales del siglo XIX -o principios del XX-, son otros de sus elementos más notables.

En esta ermita tenían su sede varias cofradías: la de los Herreros de Oñati, bajo la advocación de San Martín y la Hermandad de San Roke. Las funciones de la ermita se mantienen celebrando una misa el día de San Martín (11 de noviembre).


Juan López de Lazarraga, contador de los Reyes Católicos, y su esposa Juana de Gamboa querían un lugar adecuado para sus sepulcros, por lo que mandaron construir este monasterio a principios del siglo XVI.

En él se pueden apreciar tres estilos artísticos: gótico, mudejar y renacentista, aunque es éste último el que prevalece. Cabe destacar los dos retablos de la iglesia. Uno de ellos, el de la coronación de la Virgen, es de estilo barroco y fue realizado en madera no policromada. El otro es de estilo plateresco, uno de los primeros retablos renacentistas del territorio.

El monasterio está habitado por monjas de clausura de la orden de las Clarisas Franciscanas, por lo que únicamente está permitido el acceso a la iglesia.

El Monumento-Homenaje al Pastor Vasco es una obra de arte del escultor Nestor Basterretxea (Bermeo, 1924), uno de los mejores escultores del siglo XX. Es, como su propio nombre indica, un homenaje a los pastores vascos. La obra fue inaugurada el 20 de septiembre de 1998.

Está realizado en acero corten y tiene una placa en la que se puede leer la siguiente inscripción: "Euskal Herriak euskal artzainari" (El pueblo vasco al pastor vasco).



La Plaza de Santa Marina fue construida entre los siglos XVIII y XIX como resultado del espíritu burgués e ilustrado que estaba prevaleciendo en la clase media-alta de esta villa.

Muestra de ello son los mejestuosos palacios barrocos de Antia y Madinabeitia; la Casa de Moyua, típicamente decimonónica, actual casa de cultura; y el no menos hermoso Palacio de Baruekua, de transición entre barroco y neoclásico. Perteneció al barón de Areizaga, suegro del conde de Peñaflorida.

Mención especial merecen, asimismo, la fuente y los jardines de los palacios.





La iglesia de San Miguel es el ejemplo perfecto de un templo que se ha ido construyendo a lo largo de varios siglos, añadiendo elementos de diferentes estilos.

La primitiva iglesia, erigida en el siglo XIII, era de una única nave. Dos siglos después, le añadieron las dos naves laterales, que son más bajas, y las unieron a través de arbotantes. En el siglo XVI, construyeron el claustro, de estilo gótico flamígero, y el púlpito y la capilla de la piedad, ambos renacentistas. La cripta es del siglo XVII. Cien años después, se terminaron las obras con la portada mayor, los dos retablos barrocos y la torre neoclásica.

Además de los citados retablos, de gran belleza, mención especial merecen los mausoleos y tumbas del interior. El del arzobispo Rodrigo Mercado de Zuazola, por ejemplo, cuenta con imágenes de la Pasión y la vida de la Virgen, santos y profetas.


La estación megalítica de Aizkorri se encuentra dividida entre las tierras de Oñati y las parzonerías de Urbia y Altzania, concretamente, en las campas de Urbia.

Nueve son los monumentos que forman la estación: cinco dólmenes (Aizkorritxo, Artzanburu, Gorostiaran Oeste, Kalparmuñobarrena y Pagobakoitza), tres túmulos (Gorostiaran Este, Malla y San Adrián) y el menhir de Zorrotzarri.

Se trata de la estación megalítica más alta de Gipuzkoa, ya que casi todos los monumentos se encuentran a más de 1.100 metros de altura sobre el mar.

En las excavaciones realizadas se han encontrado algunos restos del Paleolítico, aunque la mayoría de objetos son del Eneolítico y la Edad de Bronce.


Según la leyenda, a un pastor llamado Rodrigo de Balzategi se le apareció la Virgen sobre un espino y éste, asombrado, le preguntó: "Arantzan zu?" (¿Tú en un espino?). Durante los siguiente siglos los frailes franciscanos hicieron de Arantzazu un lugar de devoción y peregrinación, y un exponente del arte y la cultura.

El Santuario de Arantzazu, colgado sobre barrancos y edificado sobre roquedales en una zona agreste y natural, en el término municipal de Oñati, sobrevivió en su larga existencia a tres incendios importantes (1553, 1622 y 1834), teniendo que ser reedificado otras tantas veces.

No obstante, en 1951, en lugar de seguir acometiéndose las continuas tareas de reforma parcial y ampliación, se decidió hacer una basílica nueva que fuese verdaderamente solemne por su dimensión y empaque, pero sobre todo que se expresase en un lenguaje artístico moderno, para lo cual se convocó un concurso de ideas.

El proyecto ganador para la realización de la nueva iglesia fue el de Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga, aunque la huella del escultor Jorge Oteiza, autor de las esculturas de los 14 apóstoles de la fachada, está presente en todo el conjunto. Las puertas de hierro son de Eduardo Chillida y las pinturas de Nestor Basterretxea y Lucio Muñoz.





La pequeña ermita de San Lorenzo está situada en la recta de entrada a Oñati desde Legazpi, a la derecha, junto al centro ETEO.

Sus paredes son de mampostería pero presenta una entrada en forma de arco conopial, con grandes dovelas. Posteriormente, se le añadieron la espadaña, la bóveda y el coro.

Se tienen datos de su existencia desde 1505. En 1609 se establecieron las ordenanzas de los cofrades de la ermita. Hasta la década de los años 30 del siglo XX, la corporación municipal acudía a la ermita en solemne procesión el día 10 de agosto, festividad de San Lorenzo.

En la actualidad, se sigue festejando el día de San Lorenzo con una misa en la ermita.


La Cueva de Arrikrutz abrió sus puertas en junio del 2007, tras más de cuatro años de obras de adecuación. Situada en las proximidades del Santuario de Arantzazu y bajo el macizo de Aizkorri, esta cueva se halla dentro del complejo kárstico Gesaltza-Arrikrutz, una enorme y compleja cavidad de 14 kilómetros de galerías subterráneas.

La visita se realiza en la galería 53, ubicada en el sector oriental del macizo. Así, el recorrido acondicionado en el interior de la cueva consta de 500 metros y se realiza por una pasarela que desciende 55 metros hasta el corazón del macizo por un abrupto trazado franqueado por simas y pasadizos. El circuito tiene una duración de 60 minutos y permite al visitante descubrir los innumerables atractivos históricos, etnográficos, geológicos y minerales del complejo mediante un avanzado sistema informático que posibilita el guiado interior en cinco idiomas (euskara, castellano, inglés, francés y catalán), de forma pedagógica y atractiva.

La Cueva de Arrikrutz ha sido uno de los emplazamientos pioneros en su exploración espeleológica, arqueológica y paleontológica. Llama especialmente la atención por su río subterráneo (Aldaola), sus enormes estalactitas, y, sobre todo, por los hallazgos arqueológicos y paleontológicos, tales como un esqueleto completo de un león de las cavernas, esqueletos parciales y cráneos de panteras y un impresionante yacimiento de osos.

Por otro lado, el centro de acogida se sitúa aproximadamente a unos 10 minutos a pie de la cueva. Se trata de un edificio de 130 m² que presta servicios de información, recepción y venta de tickets a los visitantes. Se aconseja concertar las visitas guiadas con antelación, así como presentarse en el parking de la cueva 40 minutos antes de la visita.



El Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa fue creado por R.O. del...


La ermita de Santa Lucía está situada a aproximadamente un kilómetro del casco urbano de Oñati, en el barrio Berezao. Está documentada desde 1567. Se trata de un sencillo edificio con una entrada en arco apuntado y un amplio pórtico.

En otro tiempo tenía tres retablos: uno dedicado a Santa Lucía, otro a San Jorge y otro a la Santa Cruz. Retirados todos, se abrió una ventana que permite ver el paisaje exterior. Sobre este fondo figura la talla de Santa Lucía.

Antiguamente se celebraba misa en la ermita todos los domingos. Hoy en día, no obstante, tiene lugar un único oficio religioso el 13 de diciembre, festividad de Santa Lucía.


El obispo Rodrigo Mercado de Zuazola estaba convencido de que la gente de las tierras vascas tenía aptitudes especiales para las letras, por lo que decidió crear una universidad en su localidad natal. Esta institución estuvo en marcha desde 1542 hasta 1901, y en ella se impartieron clases de Teología, Cánones, Leyes y Medicina.

El edificio estaba formado por un patio principal, capilla, aulas, cocina y comedor en la planta baja y dormitorios y salón principal en el primer piso.

Lo más destacable de todo el conjunto es la fachada principal. Está compuesta por cinco partes divididas por pilastras decoradas por el escultor Piarres Picart. La iconografía de la portada muestra al estudiante los valores tanto del cristianismo como del paganismo.

Actualmente, alberga las oficinas de Instituto Vasco de Administraciones Públicas, el Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa y el Instituto Nacional de Sociología Jurídica de Oñati.


La casa torre de Olakua, situada a 200 metros del Monasterio de Bidaurreta, se construyó entre los siglos XV y XVI.

Es un edificio de carácter medieval, en el cual pervive la entrada en forma de arco apuntado.

Fue caserío y molino en las últimas centurias y, hasta la finalización del Monasterio de Bidaurreta, lugar donde se cobijaron las hermanas clarisas.

Completamente restaurada, actualmente alberga oficinas municipales.





La ciudad histórica de Oñati alberga monumentos y edificios de gran relevancia histórica. La Parroquia de San Miguel, por ejemplo, es un templo gótico con una torre neoclásica. En el interior, cuenta con un impresionante retablo tallado por Juan Bautista de Suso.

Asimismo, llama la atención el Monasterio de Bidaurreta del siglo XVI, ya que posee rasgos góticos, renacentistas y de estilo mudéjar muy bien combinados. Por otro lado, debemos mencionar la Plaza de Santa Marina; no en vano, se encuentran allí edificios como los palacios barrocos de Antia y Madinabeitia, de gran belleza.

Además, tenemos la posibilidad de conocer la Plaza de los Fueros. El Ayuntamiento preside este lugar, y está acompañado por el Palacio Lazarraga, de estilo gótico y con una torre de aspecto medieval.

La Universidad Sancti Spiritus de Oñati es una de las construcciones más emblemáticas de la localidad. Esta joya renacentista posee elementos arquitectónicos en el interior y en el exterior que lo dotan de un aspecto elegante y señorial.


Tras la incorporación de Oñati a la provincia de Gipuzkoa, surgió un plan para organizar la estructura urbana de la villa. La construcción de esta plaza, presidida por el Ayuntamiento, se incluye dentro de ese plan.

Para llevar a cabo este proyecto, los arquitectos Mariano José de Lascurain y Antonio Cortazar tuvieron que cubrir el río y las regatas que confluían en este punto y se levantaron dos edificios con arcadas. Según la concepción neoclásica, se integró en la plaza un frontón y se dejó abierta la perspectiva al sur.

Junto a la Plaza de los Fueros se encuentra el Palacio de Lazarraga, inicialmente gótica, reformada y ampliada en los siglos XV-XVI.





El afamado autor francés Victor Hugo se alojó en este emblemático edificio en 1843. Se trata de una casa típica de Pasaia, con acceso directo a la bahía y construida en el siglo XVII. Consta de tres plantas: la primera planta alberga la Oficina de Turismo de Pasaia, la segunda, una exposición permanente conocida como "Siglo XIX. La moda de una época" y, la tercera, exposiciones itinerantes. La exposición permanente rememora el estilo de vida de la Pasaia de aquella época, a través de los oficios típicos (carboneros, pescadores, bateleros, carpinteros, marineros...). Especial mención merece el traje de batelera, que cautivó al autor.

Además, desde las balconadas de cualquiera de las tres plantas, los visitantes pueden ver la hermosa bahía que sirvió de inspiración para Víctor Hugo durante su estancia en Pasaia. La recreación virtual "Un Guía Turístico llamado Víctor Hugo", compuesta por multitud de fotografías, muestra a los visitantes el viaje que el escritor realizó por nuestras tierras, que posteriormente plasmó en la novela Los Pirineos. En otras palabras, el testimonio del escritor sirve para mostrar los atractivos de nuestro entorno. La Casa Víctor Hugo alberga dicha novela en varios idiomas. La entrada al museo es gratuita.

Exposiciones permanentes: "Siglo XIX. La moda de una época". Recreación virtual "Un guía turístico llamado Víctor Hugo".

El casco antiguo de Pasai Donibane se extiende en torno a una única calle. Comienza en el barrio Bizkaia y continúa hasta la cala de Bursa. Las calles adoquinadas y estrechas conforman un entorno realmente acogedor.

Paseando por esta zona, nos encontraremos con curiosos pasadizos debajo de las casas que delimitan sectores urbanos. Además, existen multitud de edificios de gran interés que llamarán nuestra atención. Destacamos, por ejemplo, la iglesia parroquial de San Juan, que tiene planta de cruz latina y está construida con piedra sillar arenisca.

Asimismo, multitud de casas adornan las calles del casco antiguo. Están clasificadas por números y cada una de ellas posee características que llaman la atención. La casa Gaviria es uno de los ejemplos más significativos, ya que Víctor Hugo pasó allí algunos veranos.

Debemos resaltar que toda esta zona mira hacia la bahía de Pasaia, y es habitual ver la llegada y salida de embarcaciones. Por otra parte, los montes Ulia y Jaizkibel se encargan de abrigar la zona.


Astillero tradicional ubicado en Pasai Donibane (San Juan) donde se perpetúa el arte de la construcción naval de Euskadi. Entre aromas de roble, cáñamo y brea, el visitante observará cómo los carpinteros de ribera, siguiendo técnicas tradicionales, construyen la réplica de una embarcación antigua.

Este museo da fe del pasado marítimo de la zona, de donde partían las expediciones balleneras vascas de ultramar hacia Terranova o Spitzberg. En Ontziola se recuperan las embarcaciones que desaparecieron junto con la práctica de aquellas artes. Para ello se ha llevado a cabo una exhaustiva investigación a fin de conocer las características de cada diseño y los procesos de construcción. Después, se bota la embarcación para comprobar su estabilidad, maniobrabilidad, velocidad y cómo hubiera cumplido sus funciones en su época.

Además, dispone de una sala donde se exponen fotografías, documentos y otros elementos relacionados con la construcción naval en la comarca de Oarsoaldea. También se ha recuperado un horno ballenero. Se trata de una réplica de uno de los hornos para fundir grasa de ballena que los arrantzales vascos construyeron en las costas canadienses en el siglo XVI.

Exposición permanente: Ontziola dispone de dos espacios íntimamente relacionados con la Construcción Naval Tradicional y la Cultura Marítima: Un espacio constructivo que muestra las artes de la Carpintería de Ribera y donde contemplamos en directo la construcción de una embarcación utilizando técnicas tradicionales. Y un espacio expositivo donde se recuperan conocimientos olvidados de la construcción naval.

Entrada gratuita.

La Iglesia Parroquial de San Juan Bautista es de una única nave en forma de cruz latina, de notables proporciones. Fue construida en el siglo XVII por Miguel Beldarrain y Simón de Pedrosa, en piedra labrada.

Su aspecto exterior está marcado por su severa fachada herreriana. Sobre la puerta adintelada, sobre dos columnas dóricas, se inscribe una hornacina con una imagen de piedra de San Juan Bautista.

En la fachada, nos encontramos con una cabeza de piedra incrustada en el muro de contención que hay frente a la portada. Esta escultura se ha denominado por los habitantes del lugar "Mascarón de Iriberri". Victor Hugo se refiere a esta iglesia como "la escultura misteriosa".

En el interior, el elemento artístico más significativo es el retablo del altar mayor, obra del oiartzuarra Sebastián de Lekuona. Está presidido por una bella imagen de San Juan Bautista, realizada por el donostiarra Felipe Arizmendi. Suyas son también las tallas de San Pedro y San Pablo, erigidas en los laterales de la escultura central.

La imagen de cera de Santa Faustina es una donación del Cardenal Zurla a D. Juan Manuel Ferrer.


La sala de exposiciones está ubicada dentro de las instalaciones de la Oficina de Turismo, es decir, dentro de un edificio del siglo XVI. Se organizan exposiciones de particulares y colectivos.

Además de ser una de las casas más antiguas de nuestro entorno, Ardixarra es uno de los edificios más emblemáticos de Segura. Su construcción data de finales del siglo XVI. Originalmente era una casa-taller, construida por un maestro artesano o un comerciante. Es un buen ejemplo de las casas en las que vivían los habitantes de Segura poco después de la Edad Media y es una de las pocas casas urbanas de madera que se conservan en la actualidad.

El edificio consta de tres plantas. La planta baja alberga la oficina de turismo y un montaje audiovisual en torno a la historia y a la cultura del municipio guipuzcoano. En la primera planta, se pueden contemplar los materiales utilizados en las construcciones de la época y también se organizan diversas exposiciones.

En la segunda planta, los visitantes encontrarán el Centro de Interpretación Medieval, el primero de esta índole en Euskadi. El espacio, que consta de tres secciones, realiza un repaso de nuestra cultura de manera amena y sencilla. En la sección Historia, los visitantes podrán descubrir el proceso fundacional de una villa (incluyendo las villas guipuzcoanas), además de mapas, diversos documentos, información sobre el Camino de Santiago... En cuanto a la sección de Urbanismo, muestra todo los detalles sobre la morfología urbana de Segura durante los siglos XV y XVI, las murallas o la parcelación de los solares. La última de las secciones nos permitirá conocer todos los grupos sociales, las luchas entre bandos, los gremios y cofradías o los conflictos entre espacios privados y públicos.

Además, también organizan visitas guiadas al casco urbano y a la iglesia de la localidad.

Entrada

Normal: 3 euros Descuento del 25% a grupos de más de 10 personas y precios especiales para niños.

Segura fue una villa importante en la Edad Media. Su situación, al lado del camino que unía Gipuzkoa con Castilla, hizo que pasaran por aquí multitud de comerciantes, caballeros, peregrinos, etc. Aquí decidieron instalarse muchas de las familias más importantes del valle que construyeron sus palacios o casas torre, como Lardizabal (actual ayuntamiento), Ardixarra (oficina de turismo), Gebara, Jauregi, Balenzegi y Arrue.

En cuanto a monumentos religiosos, cabe destacar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, erigida en el siglo XVI, y su retablo de estilo barroco-rococó.

Segura fue antaño una villa amurallada, y aún se pueden visitar algunas de las puertas por las que se accedía al interior. Actualmente estas puertas delimitan el recinto del casco histórico.

La Oficina de Turismo de Segura se encarga de organizar visitas guiadas por el casco histórico previa cita.



El aspecto exterior de la ermita de Nuestra Señora de Ezozia, erigida a finales del siglo XVI, es muy parecida al de la iglesia parroquial de Santa María la Real, debido a que los maestros canteros que levantaron ambos templos fueron los mismos: los errezildarras Galarraga y Landerrain.

Alberga en su interior verdaderas joyas artísticas, como la benditera gótica, la hermosa imagen gótica de la Virgen, así como los grabados y motivos geométricos en el maderamen que sustenta el coro.



Esta ruta, apodada "La Ruta de los Dólmenes" por el eminente paleontólogo y etnógrafo José Miguel Barandiaran, se encuentra dentro de la estación megalítica de Elosua-Soraluze, que se extiende desde la cordillera de Irimo (municipio de Urretxu) hasta Maltzaga y Soraluze-Placencia de las Armas, pasando por Elosua y Agerreburu (Bergara).

A lo largo de estas tierras, paso entre los valles del Urola y Deba, nos encontramos con 16 monumentos megalíticos: los dólmenes de Agerreburu, Aitzpuruko Zabala, Atxolin, Iruiya, Irukurutzeta y Keixetako Egiya Sur; y los túmulos de Aizkoin, Atxolin Txiki, Keixeta, Keixetako Egiya Norte, Kutzebakaar, Maurketa, Naasiko Goena, Pagobedeinkatu, Trekutz y Gizaburua.

Algunos de estos monumentos funerarios se pueden observar en el cordal Karakate-Irukurutzeta. Este recorrido, con muy poco desnivel, se realiza en apenas una hora y tiene unas vistas privilegiadas. Las panorámicas, en cualquiera de las direcciones, son espectaculares, ya que a un lado se puede contemplar el mar y en el otro cumbres como Aralar, Aizkorri, Anboto o Gorbeia. Los días despejados incluso pueden divisarse las Peñas de Aia y las estribaciones pirenaicas.




Los primeros datos sobre la iglesia de Santa María la Real son del siglo XIII, aunque la estructura actual de la misma sea del XVI. Años más tarde, en 1632, se le añadieron las dos naves laterales, donde están ubicadas las capillas.

La torre es más nueva aún. Fue realizada a finales del siglo XVII por el elgetarra Juan de Aranzeta. Finalmente, el retablo fue diseñado por Ventura Rodríguez y es de estilo neoclásico.

No obstante, el elemento más destacable de la iglesia es el precioso pórtico construido en 1666. Se trata de uno de los mejores ejemplares del arte popular vasco, una talla de madera que cautiva al visitante y que combina motivos renacentistas y barrocos. Está en perfecto estado de conservación, tras la restauración realizada en los años 80.


Los Carnavales de Tolosa son las principales fiestas de esta localidad guipuzcoana y tienen lugar 40 días antes del inicio de Semana Santa. De todos nuestros Carnavales, el de Tolosa es único por su participación y duración. Aunque oficialmente el Carnaval no llegue hasta el domingo, el espectáculo comienza a las 12:00 horas del Jueves Gordo con el tradicional chupinazo y finaliza el martes siguiente con el entierro de la sardina, que en Tolosa denominan "Asteartita". Durante estos seis días seguidos de fiesta, el buen humor y el ambiente festivo inundan las calles tolosarras.

Los disfraces y la música son los grandes símbolos de esta fiesta, ya que las calles se llenan de cuadrillas que inundan el pueblo de un inmejorable ambiente. Los momentos álgidos tienen lugar el Jueves Gordo, primer día del Carnaval, el domingo, "Zaldunita", y el Martes de Carnaval o "Asteartita". No obstante, el día fuerte es "Zaldunita", Domingo de Carnaval, donde se celebra el gran desfile por las calles de la localidad guipuzcoana, en los cuales las diferentes comparsas tolosarras compiten por el disfraz más original. Dichos desfiles de carrozas y comparsas, junto a las ferias taurinas que se realizan en estas festividades, hacen de Tolosa el carnaval más significativo de todo Euskadi.


Fecha: 40 días antes del inicio de la Semana Santa

Transporte público:

Autobuses: Por un lado, Tolosa dispone de un servicio de autobús urbano y los autobuses de Tolosaldea Bus enlazan las poblaciones de la comarca. Por otro lado, La Compañía del Tranvía San Sebastián-Tolosa une ambos municipios.

Por último, las compañías Pesa, Continental Auto, La Roncalesa, Irbarsa, Bilmanbus, Enatcar, La Estellesa, Vivasa, La Burundés, La Guipuzcoana y Mariezkurrena prestan servicio en la localidad.

Trenes: Renfe cubre el trayecto de tren que une Tolosa con Zumarraga y Donostia-San Sebastián.

La iglesia San Miguel Arcángel está situada a aproximadamente 12 kilómetros del casco urbano de Tolosa, en el pequeño barrio Aldaba, cerca de Alegia.

Se trata de una pequeña iglesia que hasta 1881 fue una ermita. En 1962, tras diversas obras, el templo sufrió una gran transformación. Por ejemplo, detrás del altar mayor se construyó una enorme cristalera desde donde se pueden ver hermosas vistas de la Sierra de Aralar. Es obra de Pérez San Román.

La puerta permanece cerrada, pero no con llave, por lo que todo aquel que quiera puede entrar al templo. No obstante, nada más acceder al interior, se topará con una verja que, aunque no es posible cruzar, permite ver la iglesia al completo.




El Certamen Internacional de Masas Corales de Tolosa acoge cada año a las mejores agrupaciones de todo el mundo. Se trata, por lo tanto, de un evento en el que el objetivo principal es intercambiar estilos de los países participantes. Esta cita inició su andadura en 1969, y se ha ido afianzando poco a poco hasta convertirse en un acontecimiento muy importante.

La entidad organizadora (el Centro de Iniciativas de Tolosa) convoca concursos en múltiples disciplinas: voces mixtas, voces iguales, coros infantiles y grupos vocales. Además, los ganadores de todas estas categorías compiten por lograr el Gran Premio Kutxa, que permite participar en el Gran Premio Europeo de Canto Coral.