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Usuario:AnaMariaRamTap/Taller

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Teoría interpretativa de la traducción[editar]

Principios básicos[editar]

En cierta medida se trata de una cuestión personal puesto que el surgimiento del sentido depende de los aportes cognitivos de los lectores, los oyentes o los traductores individuales. Su alcance va a variar según los conocimientos, la experiencia de mundo y la ideología de cada individuo. Sin embargo, existe una amplia capacidad de superposición en el sentido comprendido por cada uno de los interlocutores de tal manera que la comunicación pueda establecerse. Si se habla de traducción (aunque lo mismo aplica para la interpretación), son los traductores, responsables de mediar entre los autores cuya intención es comunicar y los lectores que buscan comprender, los que actúan desde esta zona de superposición. Los lectores de la traducción aportarán sus propios complementos cognitivos al texto traducido. La interpretación del traductor les permite tener un primer acercamiento al texto ya sea superficial o profundamente, de la misma forma en que lo hacen los lectores del original. Pueden ofrecer al texto sus interpretaciones personales (al igual que los lectores originales), pero estas constituyen una capa que se suma al sentido y no deben confundirse con el sentido en sí.

La polisemia y la ambigüedad, mencionadas con frecuencia en los estudios de traducción, no aparecen en el discurso oral o escrito a menos que el autor las haya formulado a conciencia. La TIT ha insistido siempre en el hecho de que, si bien la mayoría de las palabras en los sistemas lingüísticos son polisémicas, estas pierden su polisemia dado un contexto determinado; lo mismo ocurre con las ambigüedades presentes en el discurso, siempre y cuando los lectores aporten al texto los conocimientos extralingüísticos necesarios. De todas las diferentes significaciones posibles de una palabra, solo una se vuelve evidente cuando se emplea en un texto. Al mismo tiempo, toda ambigüedad se excluye cuando los conocimientos pertinentes se combinan con las significaciones de las palabras contextualizadas, dando como resultado un sentido pertinente para la situación comunicativa. Una vez más, tal afirmación ha sido corroborada por diversos investigadores.