Batalla de Montejurra (1835)

La batalla de Montejurra de 1835 fue una de las batallas de la primera guerra carlista librada cerca de Estella (Navarra).

Batalla de Montejurra
Parte de Primera Guerra Carlista
Fecha 16 de noviembre de 1835
Lugar Montejurra
Coordenadas 42°37′50″N 2°02′39″O / 42.63055556, -2.04416667
Resultado Victoria carlista
Beligerantes
Carlistas Isabelinos ("cristinos")
Comandantes
Nazario Eguía Luis Fernández de Córdova
Vista de Montejurra desde el Monasterio de Irache.

Antecedentes[editar]

La rebelión estalló después de la convocatoria de las Cortes el 20 de junio de 1833 cuando el pretendiente Carlos María Isidro de Borbón, refugiado en Portugal se negó a jurar lealtad a María Cristina de Borbón-Dos Sicilias y el 1 de octubre, apoyado por Miguel I de Portugal reclamó su derecho al trono. La revuelta no tuvo el apoyo del ejército y la guerra empezó el 6 de octubre cuando el general Santos Ladrón de Cegama tomó Logroño, pasando a Navarra para unirse con los sublevados,[1]​ siendo capturado en la batalla de Los Arcos[2]​ y fusilado a los pocos días. En Cataluña, la rebelión de José Galcerán en Prats de Llusanés el 5 de octubre fue sofocada por el capitán general Manuel Llauder.

La presencia carlista quedó debilitada con la campaña del liberal Pedro Sarsfield[3]​ y Tomás de Zumalacárregui asumió la dirección de los contingentes navarros, el 15 de noviembre, y de los vascos tres semanas después, reactivando la rebelión en el norte. Organizando el ejército carlista,[4]​ Zumalacárregui capturó la Real Fábrica de Armas de Orbaiceta, provocando la sustitución del general Gerónimo Valdés por Vicente Genaro de Quesada, quién empezó a tomar represalias.[5]

El ejército liberal de José Ramón Rodil trató de destruir el ejército de Zumalacárregui y arrestar a Carlos María Isidro de Borbón pero después de una desastrosa campaña se vio obligado a renunciar al mando por Manuel Lorenzo Oterino. Las tropas isabelinas de Navarra no fueron capaces de contener el ejército de Zumalacárregui, que capturó un convoy de armas que iba de Burgos en Logroño por el camino real, pero sin poder destruir el ejército liberal,[6]​ la tentativa sobre Madrid quedó abortada[7]​ y Jerónimo Valdés se decidió a atacar a Zumalacárregui y a su reducto del valle de Amescoas con 21.000 hombres, la mayor movilización de tropas cristinas desde el inicio del conflicto.[8]

Edward Granville Eliot llegó el 25 de abril al valle de la Berrueza donde se había retirado Zumalacárregui desde las Améscoas (alta y baja) y consiguió que los dos bandos firmaran el Convenio de Eliot.[9]

Después del desastre de Artaza Valdés se retiró a la orilla sur del Ebro, ordenando la evacuación de las guarniciones isabelinas entre Logroño, Vitoria y Pamplona y la frontera francesa, abriendo el camino a Zumalacárregui para conquistar el País Vasco, ocupando Guipúzcoa en pocas semanas sacado de San Sebastián y Fuenterrabía, consiguiendo numerosas piezas de artillería. Después de la muerte de Zumalacárregui se nombró nuevo comandante a Francisco Benito Eraso[10]​ y después a Vicente González Moreno, con el frustrado Asedio de Bilbao los carlistas movieron el mando a Estella. Vicente González Moreno en octubre del mismo año fue relevado por Nazario Eguía.[11]

Luis Fernández de Córdova se decidió a recuperar los territorios ocupados durante la primavera por Zumalacárregui y las comunicaciones entre Vitoria y Pamplona, por un lado, y entre Vitoria y San Sebastián, por otro, e intentó tomar Estella el 15 de noviembre.

La batalla[editar]

Las tropas liberales fueron atacadas por las carlistas el 16 de noviembre en Montejurra[12]​ cuando salían de Estella, en un ataque envolvente del que pudieron escapar en dirección a Lerín, mientras los carlistas recuperaban la ciudad.

Consecuencias[editar]

Mientras Luis Fernández de Córdova marchaba por la solana de Montejurra le notificaron que los carlistas habían cruzado el río Arga, ocupando Mendigorría, donde lo esperaban. El 16 y 17 de enero de 1836 los liberales salieron de Vitoria para tratar de ocupar el puerto de Arlabán, sin conseguirlo.[13]

El general Miguel Gómez Damas, que había tomado Oviedo, salió, con ocho batallones de infantería y cuatro piezas de artillería, pero prácticamente sin caballería[14]​ en una expedición para tomar Madrid, y se dirigió al encuentro de Ramon Cabrera para unir sus fuerzas, siendo derrotado en la Batalla de Villarrobledo, y abandonando la idea de atacar Madrid. Pero en una acción de audacia dirigida por Cabrera, se conquistó la ciudad de Córdoba. Llegados a Extremadura, las diferencias con Gómez y la presa cristina de Cantavieja[15]​ hicieron que este lo obligara a abandonarla con una pequeña escolta, esto si, quedándose Gómez con todos los batallones de Cabrera.[16]

Referencias[editar]

  1. anònim, 1846, p. 276.
  2. anònim, 1846, p. 277-279.
  3. anònim, 1846, p. 280.
  4. Museo Zumalakarregi Museoa (ed.). «Nazar y Asarta (29-XII-1833)». 
  5. «ALSASUA, BATALLA DE». Gran Enciclopedia Navarra.  (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  6. Pirala, 1856, p. 268.
  7. Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana: etimologías sánscrito, hebreo, griego, latín, árabe, lenguas indígenas americanas, etc. : versiones de la mayoría de las voces en francés, italiano, inglés, alemán, portugués, catalán, esperanto. J. Espasa. 1907. Consultado el 6 de julio de 2023. 
  8. Lawrence, 2014, p. 78.
  9. Orellana, Francisco José (1852). Historia del General Prim 1. Centro editorial artístico de Miguel Seguí. p. 660. 
  10. de Ramón Carbonell, Ignacio (1847). Revista de España, de Indias y del extrangero 9. Imprenta de Alegria y Charlain. p. 125. 
  11. Morón, D.F.G. Egia octubre 1835&f=false Reseña política de España - Rápida ojeada de la guerra civil y de la situación política de la Península, desde 1833 hasta nuestros días. Artículo 29. Imprenta de Alegria y Charlain. 
  12. Norzagaray, Fernando (1841). Causas formadas a consecuencia de la sedición militar que tuvo lugar en esta corte en la noche del 7 de octubre de 1841. Madrid: Compañía General de Impresores y Libreros. 
  13. Evans, Luis (1837). Memorias de la guerra de Navarra y las provincias. Barcelona: Imprenta de Antonio Bergnes y Comp. 
  14. Flávio, 1870, p. 233.
  15. Flávio, 1870, p. 248.
  16. Calbo y Rochina de Castro y Cabrera y Griñó, 1843, p. 240-241.

Bibliografía[editar]