Discusión:Tratado de Ancón

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no neutral[editar]

El artículo contiene opiniones y valoraciones no objetivas. Aunque se diga que se muestra la opinión de la historiografía peruana no deja de ser no neutral por ello. También hay errores en la cita de artículos. Cratón 19:28 16 ago 2006 (CEST)

Les envío las siguientes interrogantes: 1. ¿Por qué los antiguos limeños sentían repudio por los arequipeños?. En un antiguo texto hallado en "La noche" periódico sátirico decía un cuarteto: Oh valiente arequipeño que al píe del Misti naciste ¿Dónde te metiste? Cuando vineron los chilenos. 2. ¿Por qué la gente de la época tildó de traidor y pro chileno a Iglesias al firmar la paz?. 3. ¿Sabe usted cuántos chilenos ingresaron al Perú y cuántos salieron después del país?. Y ¿cuántos murieron en combate y atentados en Lima y las alturas del Perú? 4. ¿Ha investigado algo sobre el famoso quinteo? 5. ¿Por qué Piérola no permitió al general Canevaro -que garantizaba con su fortuna y la vida de su familia- atacar a la soldadesca chilena en Chorrillos? 6. ¿Ha investigado cuántas familias vinculadas a los chilenos se han sentado en el sillón de Pizarro, antes y despues de la guerra? Cuando lo investigue a fondo se va HORRIZAR y va encontrar la razón de muchas consas que estan ocurriendo. 7.¿por que miguel iglesias no hablaba mucho?—Este comentario es obra de Juanadolfocordovarojas (discusión) (19:01 2 mayo 2007) y de la IP 201.230.157.233 (discusión) (20:06 26 de mayo 2007) que olvidaron firmarlo. --Alpinu (discusión) 22:45 14 feb 2012 (UTC)[responder]

Version anterior Noneutral[editar]

Fue firmado por Chile y Perú el 20 de octubre de 1883, en el distrito metropolitano de Ancón, Lima, Perú. Fue firmado para reestablecer la paz entre los dos países al final de su participación en la Guerra del Pacífico y estabilizar las relaciones post-bélicas entre ellos. Fue firmada por el gobierno del general EP Miguel Iglesias contra la opinión del general del ejército peruano Andrés Avelino Cáceres, partidario de la continuación de la guerra, tras lo cual se ve obligado a movilizar a sus tropas hacia la sierra peruana, lo conocido como la Campaña de la Breña.

Bajo las condiciones del tratado, Chile logró control sobre la provincia de Tarapacá. En él se establece que Chile ocupara las provincias de Tacna y Arica por diez años, después de lo cual se organizaría un plebiscito para determinar la nacionalidad de estas. Sin embargo, por varias décadas, ambos países fueron incapaces de llegar a un acuerdo en cuanto a las condiciones del plebiscito.

Finalmente, en 1929, a través de la mediación del Presidente de los Estados Unidos, Herbert C. Hoover, se alcanzó el acuerdo. Bajo este Tratado de Lima, Chile mantiene Arica, mientras que Perú recupera Tacna; el pago de una indemnización de 6 millones de dólares a Chile, y otras concesiones como la imposibilidad de que Chile pudiese transferir dicho territorio a potencia extranjera alguna.

Contexto histórico del Tratado de Ancón[editar]

Luego de la Batalla de Huamachuco, el general EP Andrés Avelino Cáceres, se retiró para formar el Segundo Ejército de La Breña con la finalidad de continuar la guerra a Chile en las Breñas del Perú.

Sin embargo, dentro del entorno del general Miguel Iglesias, se veía con preocupación la gran ascendencia que tenía Cáceres en los hombres y mujeres andinos y comenzó a circular el rumor que “Cáceres tenía la intención después de dar cuenta de los chilenos asaltar el poder de Lima con ese ejército”. Lo cual no convenía a la élite en poder.

Miguel Iglesias, se apuró entonces a firmar el Tratado de Ancón aprovechando la coyuntura generada por la derrota de Huamachuco, a fin de dar término a la guerra y desvanecer el pretexto de la guerra que argüía Cáceres para formar otro ejército leal a él y desvanecer al aparente peligro del asalto a Lima y la consiguiente toma del poder.

Tacna y Arica, formaron durante 46 años el “colchón territorial” que debía proteger los territorios de Tarapacá ante una contingencia de guerra por parte de Perú. Los chilenos se fueron del Perú dejando una guerra civil entre Miguel Iglesias y Andrés A. Cáceres Dorregaray.

Ya en 1880, el dictador Nicolás de Piérola Villena y Miguel Iglesias como Ministro de Guerra y Marina, habían dado indicios de que preferían una derrota del Primer Ejército del Sur a manos de las tropas chilenas antes que dar apoyo logístico a dicho ejército y poner en peligro su estabilidad política cuando era comandado por el almirante AP Lizardo Montero Flores, rival político de de Piérola años antes. Así antes de la Batalla del Alto de la Alianza, en Tacna, Piérola, prácticamente abandonó a su suerte al contralmirante Lizardo Montero y a sus tropas del Primer Ejército del Sur. No movilizó el Segundo Ejército del Sur que estaba acantonado en Arequipa al mando del coronel Segundo Leiva. Fue un acto de alta traición a la Patria, lo que hizo Nicolás de Piérola y su “camarilla” en Lima.

La personalidad de Nicolás de Piérola Villena, de autosuficiencia o quizá de desconfianza, hizo que descuidara el sur de Lima: en efecto, estaba tan convencido por sus “asesores” pierolistas de que el ataque chileno vendría del norte, específicamente, Ancón, que no dio crédito, a lo que le decían, por otro lado, los militares de carrera, como es el caso de Andrés A. Cáceres Dorregaray, que estaba seguro que el desembarco se produciría al sur de Lima. Piérola desde antes de la Batalla del Alto de la Alianza, fue de error en error.

Luego de la batalla de San Juan del 13 de enero de 1881, Cáceres era de la idea de “salvar” al Ejército de Reserva, los dispersos del derrotado ejército de línea de San Juan, con todo el parque de Lima y el Ejército de Reserva acantonado en Miraflores y llevarlo a Chosica y Matucana, unirlo al Segundo Ejército del Sur intacto en Arequipa y al Ejército del Norte, en total unos 25.000 hombres armados y municionados, para ahí, continuar la guerra en un terreno más propicio para las tropas peruanas: nuevamente de Piérola dio por sentada la “derrota” y presentó batalla en Miraflores.

Luego de las batallas de San Juan y Miraflores, Lima era una ciudad abierta bajo la protección de la Escuadra Neutral que comandaba el almirante Abel Bergasse du Petit Thouars, por tanto, bien podría salvarse ese ejército para ajustar una paz digna. Piérola demostró una obsesión rayando en la locura, por mantenerse en el poder y “evitar”, aún a costa de la derrota del ejército, que alguien más adquiriera prestigio y pusiera en peligro su cómoda posición. Es lo mejor que podemos pensar de él, ya que podría pensarse también, que la posición de Piérola fue adrede y en ese caso sería alta traición a la Patria. Pero sea como fuere, el punto merece a todas luces un juicio histórico, para deslindar responsabilidades y evitar que ella se diluya. En esas condiciones, se llega al Tratado de Ancón: favorable para los chilenos, derrotado el ejército de La Breña en Huamachuco y desconocido por los políticos peruanos, Andrés A. Cáceres Dorregaray. Se comenzó a ajustar el tratado, que culminó con su firma el 20 de octubre de 1883.

Análisis historiográfico peruano del Tratado de Ancón[editar]

Dicho tratado legaliza la anexión de los ricos territorios de Tarapacá y un “colchón” ante cualquier contingencia con los territorios de Arica y Tacna.

El Artículo 2º del tratado así lo dice claramente; por tanto se anexionan a perpetuidad los territorios comprendidos desde la quebrada y río Loa al sur hasta la quebrada y río Camarones por el norte y desde los límites con Bolivia por el este hasta el mar por el oeste.

A pesar de la abierta intención de Cáceres de proseguir la guerra, Chile diseña un “colchón territorial” ante cualquier contingencia bélica que protegiese los ricos yacimientos de guano y salitre de Tarapacá al norte de la quebrada y río Camarones, y diseña la “posesión por el término de diez años” de los territorios comprendidos al norte de la quebrada y río Camarones como límite sur hasta el río Sama por el norte hasta su origen en la cordillera; por el este con los límites con la república de Bolivia y hasta el océano Pacífico por el oeste. Este colchón territorial debía ser el escenario de guerra ante el eventual resurgimiento del Ejército del Perú comandado por Cáceres. El Artículo 3º del tratado establece esta opción.

Durante esos diez años de ocupación chilena de Tacna y Arica, se dan cuenta que el peligro de otra guerra se diluía y comienzan a pensar en quedarse con esos territorios en forma permanente; así después de los diez años, el plebiscito no se convoca. Chile mostraba desinterés inicial en realizarlo; paralelamente comienza el Proceso de chilenización de Tacna y Arica ante la contingencia de tener que realizarlo bajo presión. Al final, no tenía caso el plebiscito; cuando se resuelve el problema, en 1929.

El Artículo 5º es interesante, por cuanto dice:

“Si se descubriesen en los territorios que quedan en dominio del Perú, covaderas o yacimientos de guano, a fin de evitar que los gobiernos de Chile y del Perú se hagan competencia en la venta de esa sustancia, se determinará préviamente por ambos gobiernos, de común acuerdo, la proporción y condiciones a que cada uno de ellos deba sujetarse en la enajenación de dicho abono". "Lo estipulado en el inciso precedente regirá asimismo con las existencias de guano ya descubiertas que pudiesen quedar en las islas de Lobos, cuando llegue el evento de entregarse esas islas al gobierno del Perú, en conformidad a lo establecido en la cláusula IX del presente tratado”.
Artículo 5º del Tratado de Ancón#GGC11C

Lo interesante de este artículo radica en que se elimina totalmente la soberanía del Perú sobre el precio que debe poner Perú a sus riquezas naturales “para evitar la competencia….”. Así, en el hipotético, que Perú tuviera yacimientos con menos ley que el tarapaqueño, el precio no podía ser menor; al tener Chile mejor calidad e igual precio, pues estaba asegurada la venta, del ya guano chileno.

En el Artículo 9º, se acepta que Chile siga explotando guano dentro de territorio peruano, como en isla de Lobos, “…hasta que se dé término en las covaderas existentes a la explotación de un millón de toneladas de guano, en conformidad a lo estipulado en los artículos 4º y 7º. Llegando este caso, se devolverán al Perú”. El artículo 10º, reconoce el 50% de la explotación del guano de las islas Lobo al Perú.

El Artículo 11º compromete al gobierno del Perú a pagar las indemnizaciones de guerra de todos los ciudadanos chilenos que se hayan visto afectados por las acciones de guerra. Para ello nombra un tribunal arbitral.

Finalmente, el Artículo 13º, obliga al Perú a reconocer los actos jurídicos emanados de la administración chilena durante la ocupación del territorio; es decir, la gestión del vicealmirante Patricio Lynch.

El 3 de junio de 1929, se sanciona definitivamente la cuestión de límites con la república de Chile mediante el Tratado de Lima.

Candelejón[editar]

Nicolas Castro Benza

Falta de concordancia temporal[editar]

Sin dudar que Ecuador posiblemente intentó mediar el conflicto, existe un error grave de tipo temporal en este artículo. El presidente ecuatoriano José María Urbina, ocupó la presidencia del Ecuador en los años 1850's y no pudo haber sido él nunca el que propició la mediación de 1879. En ese entonces, la presidencia la ocupaba Ignacio de Veintimilla.--190.131.121.206 (discusión) 05:57 10 abr 2012 (UTC)[responder]

Lo secreto[editar]

El oscuro secreto del tratado dice que Perú tendría que sacrificar a un pejelagarto al siglo provocando su extincion en el siglo 9000, por otro lado Chile seria la Vistima de la parte mas fuerte del secreto es que ahora los chilenos tienen que apoyar a Perú en sus partidos de la fifa creciendo la hinchada Peruana — El comentario anterior sin firmar es obra de 190.239.191.180 (disc.contribsbloq). 23:23 25 jun 2019 (UTC)[responder]

Traducción[editar]

Está mal traducido el párrafo “It is an English war on Peru, with Chili as the instrument” y debe ser: “ Es una guerra inglesa contra Perú, con Chile como instrumento.” 186.79.215.252 (discusión) 14:48 29 jul 2022 (UTC)[responder]