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Nuevamente durante la [[Guerra civil española]], entre 1936 y 1939, acceden a la biblioteca casi medio millón de volúmenes fruto de las distintas incautaciones.
Nuevamente durante la [[Guerra civil española]], entre 1936 y 1939, acceden a la biblioteca casi medio millón de volúmenes fruto de las distintas incautaciones.


En [[1957]] se establece el ''depósito legal'' que sustituye a la primitiva regulación que obligaba a los impresores a entregar un ejemplar de cada obra.<ref name="archivirus">[[Jesús Cuadrado|Cuadrado, Jesús]] en "La [[estricnina]] y los archivirus", de la serie "La Zancadilla", para "[[Hustler]]" núm. 06, Barcelona, octubre de 1992.</ref>}}
En [[1957]] se establece el ''depósito legal'' que sustituye a la primitiva regulación que obligaba a los impresores a entregar un ejemplar de cada obra. La Biblioteca Nacional se convierte, sin embargo, en {{cita|el coladero más grande para desaparecer los productos de la [[cultura popular]]: tebeos, [[cromo]]s, [[fotonovela]]s, novelas (y publicaciones) eróticas, [[Novela policíaca|policiales]], futuristas, [[Novela del oeste|novelas del Oeste]], [[novela gráfica|novelas gráficas]], de bolsillo, por entregas, de a duro, novelas populares, [[Novela romántica|novelas rosas]], verdes, marrones, amarillas, [[pegatina]]s, [[calcomanía]]s, [[recortable]]s, [[diorama]]s, [[cartel]]es, [[pegatina]]s, [[novela]]s, [[nivola]]s, nubolas; todo un mundo de [[kiosko]] que los bedeles y los archiveros del [[franquismo]], durante años, se llevaron para -es un suponer- leer en el [[bus]] o hacer méritos ante la [[esposa|parienta]].<ref name="archivirus">[[Jesús Cuadrado|Cuadrado, Jesús]] en "La [[estricnina]] y los archivirus", de la serie "La Zancadilla", para "[[Hustler]]" núm. 06, Barcelona, octubre de 1992.</ref>}}


Con la llegada de la democracia, la situación no mejoró, ya que los políticos tenían otras prioridades que no pasaban por conservar, mantener, reponer o catalogar la denominada cultura popular. De esta manera, "''más de la mitad de la mitad de la mitad de todos los [[tebeo]]s (apaisados o verticales, es lo mismo) han desaparecido; sólo están, cuando están, las fichas, y no todas''".<ref name="archivirus"/> Lo mismo puede decirse de los cromos o las fotonovelas sobrevivientes, que se encontraban arrumbadas de mala manera.<ref>Cuadrado, Jesús en "La chamarilería europea" de la serie "Al borde del pesebre" núm. 1, para la publicación "Cómic independiente", núm. 5, Madrid, noviembre de 1993.</ref> Debido a esta situación, diversos especialistas de estos sectores convertirían en una constante su reclamación de un ''Centro de Documentación de la Historieta y la Cultura Popular''<ref name="cargancia">Cuadrado, Jesús en "Primera Cargancia", de la serie "Epistolatazo", núm. 1 para "De Tebeos" núm. 02, Almería, septiembre de 1993.</ref> que evitase la "''irreparable pérdida de nuestra memoria gráfica''".<ref>Cuadrado, Jesús en "Las venganzas del desván" de la serie "Rodilla Herida", núm. 4 para "[[Makoki (revista)|Makoki]]" núm. 18, Barcelona, septiembre de 1991.</ref>
Con la llegada de la democracia, la situación no mejoró, ya que los políticos tenían otras prioridades que no pasaban por conservar, mantener, reponer o catalogar la denominada cultura popular. De esta manera, "''más de la mitad de la mitad de la mitad de todos los [[tebeo]]s (apaisados o verticales, es lo mismo) han desaparecido; sólo están, cuando están, las fichas, y no todas''".<ref name="archivirus"/> Lo mismo puede decirse de los cromos o las fotonovelas sobrevivientes, que se encontraban arrumbadas de mala manera.<ref>Cuadrado, Jesús en "La chamarilería europea" de la serie "Al borde del pesebre" núm. 1, para la publicación "Cómic independiente", núm. 5, Madrid, noviembre de 1993.</ref> Debido a esta situación, diversos especialistas de estos sectores convertirían en una constante su reclamación de un ''Centro de Documentación de la Historieta y la Cultura Popular''<ref name="cargancia">Cuadrado, Jesús en "Primera Cargancia", de la serie "Epistolatazo", núm. 1 para "De Tebeos" núm. 02, Almería, septiembre de 1993.</ref> que evitase la "''irreparable pérdida de nuestra memoria gráfica''".<ref>Cuadrado, Jesús en "Las venganzas del desván" de la serie "Rodilla Herida", núm. 4 para "[[Makoki (revista)|Makoki]]" núm. 18, Barcelona, septiembre de 1991.</ref>

Revisión del 13:08 3 nov 2009

Vista de la sede de la B.N.E. y el M.A.N. desde la Plaza de Colón de Madrid.

La Biblioteca Nacional de España es el centro depositario del Patrimonio Bibliográfico y Documental de España y la institución custodia una rica colección histórica y todo tipo de publicaciones producidas en territorio nacional desde comienzos del siglo XVIII. Actualmente, este fondo documental está compuesto por más de 26 millones de piezas que incluyen libros, revistas, mapas, grabados, dibujos, partituras, folletos, etc.

La Biblioteca Nacional difunde este rico patrimonio bibliográfico nacional a través de su catálogo y de la elaboración de la Bibliografía Española y desarrolla una importante gama de servicios al público que van desde las salas de consulta y los servicios a distancia a través su página web (http://www.bne.es), a los servicios de información bibliográfica especializada y el préstamo interbibliotecario. A través del Museo de la Biblioteca se divulgan las colecciones, el funcionamiento y la historia de la Biblioteca Nacional. Además desarrolla un amplio programa de actos culturales.[1]​ Está situada en el número 20 del Paseo de Recoletos de Madrid, compartiendo edificio con el Museo Arqueológico Nacional y tiene además una segunda sede en Alcalá de Henares.


Historia

Estatua sedente de San Isidoro de Sevilla en la escalinata de la Biblioteca, obra de José Alcoverro y Amorós.
Miguel de Cervantes
Fachada de la Biblioteca Nacional de España.

Orígenes

La Biblioteca Nacional fue fundada por Felipe V en 1712 con el carácter de Biblioteca Real, aunque hasta el 2 de enero de 1716[2]​ no se promulgaría el decreto de su creación, con la doble función de hacer llegar el conocimiento a los ciudadanos y recoger las bibliotecas particulares de algunos nobles.

Los impresores venían obligados (como ahora con el depósito legal) a entregar un ejemplar de los libros que publicasen en España. Se publica la primera obra fruto del trabajo de la biblioteca en 1738 bajo el título de Bibliotheca Universal de la Polygraphia Española, realizada por Cristóbal Rodríguez. En 1761, Carlos III funda la Imprenta Real a cargo del bibliotecario mayor, liberando así a la institución de las tareas de edición y favoreciendo la multiplicación de obras.

El siglo XIX

En 1836 la Biblioteca pasa a denominarse Nacional, y su actividad deja de depender de la Casa Real para serlo del Ministerio de la Gobernación. La desamortización provoca el cierre de numerosos conventos e instituciones religiosas, con lo que la Biblioteca inicia una política de recuperación del material hasta ese momento guardado en manos de la Iglesia, incrementando sus fondos y, sobre todo, mejorando la calidad de los mismos.

Entre 1835 y 1860 se crean distintas comisiones encargadas de la especialización de los estudios de la institución. La incautación de obras al clero durante la I República tendrá como destino la Biblioteca.

En 1892, 26 años después de su inicio, terminan las obras del denominado Palacio de Museos, Archivo y Biblioteca Nacionales en Madrid, edificio neoclásico proyectado por el arquitecto Francisco Jareño y Alarcón (18181892), y en 1896 todos los fondos ya habían sido trasladados definitivamente a su nueva sede.

Los siglos XX y XXI

Nuevamente durante la Guerra civil española, entre 1936 y 1939, acceden a la biblioteca casi medio millón de volúmenes fruto de las distintas incautaciones.

En 1957 se establece el depósito legal que sustituye a la primitiva regulación que obligaba a los impresores a entregar un ejemplar de cada obra. La Biblioteca Nacional se convierte, sin embargo, en

el coladero más grande para desaparecer los productos de la cultura popular: tebeos, cromos, fotonovelas, novelas (y publicaciones) eróticas, policiales, futuristas, novelas del Oeste, novelas gráficas, de bolsillo, por entregas, de a duro, novelas populares, novelas rosas, verdes, marrones, amarillas, pegatinas, calcomanías, recortables, dioramas, carteles, pegatinas, novelas, nivolas, nubolas; todo un mundo de kiosko que los bedeles y los archiveros del franquismo, durante años, se llevaron para -es un suponer- leer en el bus o hacer méritos ante la parienta.[3]

Con la llegada de la democracia, la situación no mejoró, ya que los políticos tenían otras prioridades que no pasaban por conservar, mantener, reponer o catalogar la denominada cultura popular. De esta manera, "más de la mitad de la mitad de la mitad de todos los tebeos (apaisados o verticales, es lo mismo) han desaparecido; sólo están, cuando están, las fichas, y no todas".[3]​ Lo mismo puede decirse de los cromos o las fotonovelas sobrevivientes, que se encontraban arrumbadas de mala manera.[4]​ Debido a esta situación, diversos especialistas de estos sectores convertirían en una constante su reclamación de un Centro de Documentación de la Historieta y la Cultura Popular[5]​ que evitase la "irreparable pérdida de nuestra memoria gráfica".[6]

Ya en 1986, se inicia una nueva etapa de obras en la Biblioteca Nacional que tiene como finalidad mejorar la distribución del espacio en su edificio principal y crear un segundo depósito en Alcalá de Henares. Ahora integrará la Hemeroteca Nacional, el Instituto Bibliográfico Hispano y el Centro del Tesoro Documental, todo como un único proyecto.

En 1988 se inicia una nueva fase en la automatización de la Biblioteca Nacional con el nuevo sistema ARIADNA que entró en funcionamiento en 1991 y fué sustituido por el sistema Unicorn en 2007.

En 1991 por Real Decreto (R.D. 1581/1991 de 31 de octubre) se aprueba el Estatuto de la Biblioteca Nacional como Organismo Autónomo.

En 2009, ha presentado su proyecto de Biblioteca Digital Hispánica que aspira a ser la principal aportación española a la Biblioteca Digital Europea contando con la cooperación de todas las bibliotecas españolas.[7]

Gobierno y administración

La Biblioteca depende directamente del Ministerio de Cultura o equivalente y del Director General de la misma, que cuentan con un Real Patronato a quien la ley le atribuye las facultades de "órgano superior consultivo" y que tiene como estructura estable un Consejo de Dirección, una Dirección Técnica y una Gerencia.

Fondos

La colección de la Biblioteca se compone de más de 30.000 manuscritos, cerca de 3.000 incunables, unos 500.000 impresos anteriores a 1831, más de 6.000.000 de monografías modernas, cerca de 110.000 títulos de revistas y una colección de prensa estimada en casi 20.000 periódicos. Dispone de una importante colección de grabados, dibujos, carteles y fotografías. La colección de partituras impresas y manuscritas supone más de 500.000 obras, los documentos sonoros superan los 550.000 ejemplares, la colección de audiovisuales contiene más de 80.000 volúmenes y el Servicio de Cartografía conserva una importante colección de fondos cartográficos antiguos y modernos de todo el mundo.

Catálogos

  • Catálogo automatizado de la Biblioteca Nacional: en el que se pueden consultar gran parte de los fondos de la Biblioteca. Esta base de datos incluye la catalogación de todo lo que se publica en España, que aumenta cada año en más de 100.000 registros bibliográficos y más de 500.000 fondos. Actualmente contiene más de 3.000.000 de obras distintas y más de 7.000.000 de ejemplares.
  • DIBI: es el directorio de bibliotecas y hemerotecas españolas donde se incluyen las descripciones y direcciones de las bibliotecas y centros de documentación nacionales. El Directorio Español de Bibliotecas y Hemerotecas, con más de 10.400 bibliotecas y hemerotecas registradas
  • Inventario General de Manuscritos: consulta en línea de los manuscritos catalogados en los 13 volúmenes del Inventario General de Manuscritos. Recoge las signaturas del 1 al 9.500.
  • Catálogos Impresos y Manuales: para consultar parte del fondo anterior a 1900 todavía es necesario acudir a la consulta de catálogos en fichas e inventarios impresos. El objetivo de la biblioteca es integrar en los próximos años todas sus colecciones en el catálogo automatizado consultable por Internet.

Referencias

  1. Actividades culturales de la BNE.
  2. Real decreto de fundación de 2 de enero de 1716, en La Biblioteca Nacional de España (págs. 254-255), de Luis García Ejarque.
  3. a b Cuadrado, Jesús en "La estricnina y los archivirus", de la serie "La Zancadilla", para "Hustler" núm. 06, Barcelona, octubre de 1992.
  4. Cuadrado, Jesús en "La chamarilería europea" de la serie "Al borde del pesebre" núm. 1, para la publicación "Cómic independiente", núm. 5, Madrid, noviembre de 1993.
  5. Cuadrado, Jesús en "Primera Cargancia", de la serie "Epistolatazo", núm. 1 para "De Tebeos" núm. 02, Almería, septiembre de 1993.
  6. Cuadrado, Jesús en "Las venganzas del desván" de la serie "Rodilla Herida", núm. 4 para "Makoki" núm. 18, Barcelona, septiembre de 1991.
  7. Biblioteca Digital Hispánica.

Enlaces externos