Intolerancia a las proteínas de la leche de vaca

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La intolerancia a las proteínas de leche de vaca (IPLV) es un síndrome que se define como una reacción inmunológica adversa (hipersensibilidad) mediada por anticuerpos IgE o una hipersensibilidad retardada hacia los antígenos presentes en la leche de vaca, que afecta a niños lactantes de corta edad.

La patología se instaura generalmente en los seis primeros meses de vida, con evolución transitoria y buen pronóstico en cuanto a su resolución. Se estima que el 90% de los niños a los dos años de vida aproximadamente tolera adecuadamente la leche.

La leche de vaca es uno de los alérgenos alimentarios que con mayor frecuencia afecta a los niños; las proteínas contenidas en ésta hace que el organismo reconoce como extrañas, siendo las primeras que ingiere un lactante, constituyen una de las causas de la alta incidencia de alergia e intolerancia.[1]https://www.facebook.com/FundacionAcunaTuc/

Síntomas[editar]

La manifestación crónica de alergia o intolerancia a la leche de vaca cursa de forma aguda a crónica con:

Los linfocitos estimulados por los antígenos originan el factor de necrosis tumoral (TNF-α) causante en parte de las lesiones intestinales propias del cuadro sintomático.[2]

Diagnóstico[editar]

El diagnóstico de intolerancia a la proteína de la leche de vaca deberá considerar y comprobar:

  • la clínica: el proceso malabsortivo con deposiciones anormales o vómitos esporádicos;
  • IgA sérica elevada, por encima de los niveles que cabe esperar a esa edad;
  • presencia de esteatorrea y/o creatorrea elevadas;
  • en raras ocasiones IgE y RAST positivo a alguna de las proteínas de la leche de vaca.
  • biopsia intestinal para confirmar, aunque no está indicada.[2]

Referencias[editar]