Plato

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Platos de fayenza. Göreme (Turquía).
El plato vacío (1968), del pintor austriaco Hans Krenn (1932–2007).

El plato es un recipiente útil para muy diferentes usos pero esencialmente empleado como pieza de la vajilla para comer. Es un utensilio doméstico común a todas las culturas, los diccionarios lo definen como vasija circular y casi plana, ligeramente cóncava en su centro y borde extendido, diferenciando platos soperos u hondos y platos llanos.[1]​ Vasijas hermanas son: el cuenco, la escudilla y la fuente. La cultura del plato lo ha convertido en un lujoso objeto de adorno, presente en los mejores museos del mundo.

El plato es el utensilio más usado en estas épocas y en las anteriores, es un utensilio que se usa en todas las regiones del mundo, un invento que transformó el mundo.

Campo lingüístico[editar]

Etimologías[editar]

Nebrija, en su Diccionario latino-español (1492) y en el Vocabulario español-latino (1494), diferencia:

  • plato: «Platina-ae». «Lanx-cis». «Discus-i».
  • plato grande: «Gobata-ae». «Paropsis-idis». «Manzonorum-i». «Catinus-i».
  • plato de aguamanos: «Malluvium-ii». «Trulleum-i».[2]

Significados por extensión y construcciones compuestas[editar]

Los diccionarios incluyen dos acepciones de plato, cuando hace referencia al alimento que se sirve en él (sirven platos exquisitos) o a la cantidad contenida por el mismo (está tan rico que me comería varios platos). Aparece asociado a menudo con otros términos, creando construcciones descriptivas diferenciadoras, como por ejemplo: "plato trinchero" (el usado para cortar las carnes), "plato montado" (para alimentos vistosamente adornados), "platos típicos" (guisos que definen la gastronomía de una región), etc.[3]

Su presencia en frases hechas, refranes y figuras de pensamiento (como la metáfora y la metonimia), convierte al plato en un buen ejemplo de la riqueza lingüística de la lengua española:

Refranes[editar]

Algunos de los refranes más comunes alusivos al plato son los siguientes:

  • "Del plato a la boca se cae la sopa."
  • "Tajada que lleva el gato tarde vuelve al plato."
  • "Uno caza la liebre en el prado y otro la caza en el plato."
  • "El amor y el interés comen juntos en en un plato; el amor come por horas y el interés, cada rato."
  • "La salud no está en el plato, sino en el zapato." (en prevención de la gula y recomendando el ejercicio)[4]

Frases hechas[editar]

Algunas de las frases hechas acerca del plato son las siguientes:

  • "acabar tirándose los platos a la cabeza": en una relación, acabar mal;
  • "¿Cuándo hemos comido en el mismo plato?": La expresión suele emplearse en sentido negativo, como decir ¿hay familiaridad entre nosotros para que me trate sin respeto?;[5]
  • "Comer de un mismo plato/Comer en un mismo plato": signo o señal de intimidad entre dos o más personas;
  • "La venganza es un plato que se sirve/toma frío": evolución de la frase histórica supuestamente pronunciada por Marco Junio Bruto mientras apuñalaba a Julio César (...la venganza es fría, padre).
  • "No es plato de buen gusto": se refiere a una situación desagradable;
  • "No se puede estar al plato y a las tajadas": advertencia para los que lo quieren todo;
  • "pagar los platos rotos": recibir castigo por lo que otro hizo o por lo que se hizo entre varios;
  • "tener pinta de no haber roto un plato en su vida": dícese sobre todo de los niños buenos en apariencia y de los tímidos engañosos;

Campo arqueológico[editar]

Definición técnica como pieza de la alfarería: recipiente, simple o compuesto, con un diámetro no mayor de 20 cm. y que suele tener un ala o labio destacado. La producción cerámica distingue: platos llanos, hondos, de postre, escurrecubas y tortillero.[6]

Plato griego del periodo de las cabras salvajes, procedente de Cámiros (Rodas).[nota 1]
Plato romano de vidrio del siglo III.
Plato etrusco del grupo de Genucilia (siglo IV a. C.).

En arqueología, el plato tiene en el cuenco su precedente prehistórico.[nota 2]​ En la civilización greco-romana abundan los recipientes que por su uso, formas y aspecto pueden considerarse precursores o inspiradores del plato, como por ejemplo el fiale o la pátera romana. El la cultura islámica el utensilio doméstico más evocador es el ataifor. Algunos investigadores han puesto en duda la existencia de platos en la vajilla doméstica hasta el final del Medievo, dada su escasa presencia en los repertorios conocidos. Así, se ha planteado la posibilidad de que estuvieran hechos de materia perecedera, o bien, que no se necesitasen (según Martín Gómez y Oliva Alonso no hay referencias etimológicas hasta el siglo XV). Sea como fuere, el plato y similares recipientes aparecen en la cerámica islámica desde época temprana: los platos califales de Medina al-Zahra (siglo X y XI) estudiados por Pavón Maldonado; los ataifores, morfológicamente diferentes pero parejos en lo funcional, citados por Roselló Bordoy. Y muy diversos vasos análogos, datados en los siglos XII y XIII, hallados en contextos cristianos castellano-leoneses: Saldaña, Melgar de Arriba, Benavente o Puente Castro.[7]

Tipos de plato y la etiqueta en la mesa[editar]

Un servicio de mesa completo de cerámica de Meissen.
  • Platos llanos.
  • Platos hondos, para tomar cremas, sopas y otros platos de cuchara.
  • Platos de postre, de menor diámetro que los anteriores utilizados para servir el postre.
  • Platos de café, los más pequeños de los cuatro tipos, para servir con la taza del café.
  • Platos de consomé, que combinan con sus correspondientes tazones.

La colocación de los platos en la mesa se hace de la siguiente manera. En primer lugar se colocan los bajoplatos o platos de decoración. Sobre ellos, se sitúan los platos llanos y sobre ellos, los platos hondos o platos de aperitivo, más pequeños que los anteriores. El platillo del pan se coloca a la izquierda, alineado con las copas. Asimismo, la etiqueta aconseja no colocar dos platos iguales juntos (es decir, dos hondos o dos llanos) y no apoyar directamente los platos hondos sobre la mesa.[8]

Platos de oro y calabaza[editar]

Fray Bartolomé de las Casas, en su Historia de las Indias, describe en diferentes pasajes de la obra vasijas y recipientes que él mismo denomina platos o especie de platos, ora de oro puro, ora de barro, ora de cáscara de calabaza. La cita es común a todos los "cronistas de indias", desde Cristóbal Colón y su hijo Hernando a Juan Bautista Muñoz ya en el siglo XVIII, pasando por el Inca Garcilaso y Fray Bernardino de Sahagún

"Así que, acabada la misa, mandó el señor traer de comer, y luego trajeron ciertos altabaques o cestillos de pan de maíz de diversas maneras hecho y cocido; trajeron frutas de la tierra y muchos platos hondos de barro, y quizá eran de las calabazas que llaman jícaras, muy pintadas por de fuera, llenas de potaje de carne bien guisada."
Bartolomé de las Casas.[9]

Platos nativos americanos[editar]

"Num-pa -yu" (Iris Nampeyo), alfarera hopi (Estados Unidos), en 1900.

Una de las cerámicas más vivas y especialmente rica en la producción de platos decorados, es la común a los pobladores precoloniales, los pueblos de las tres Américas. Ejemplos muy atractivos pueden encontrarse en:

Platos de diseño[editar]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. ASALE, RAE-. ««Diccionario de la lengua española» - Edición del Tricentenario». «Diccionario de la lengua española» - Edición del Tricentenario. 
  2. Completar estas referencias visitando los enlaces propuestos a Wikcionario y el DRAE.
  3. Diccionario enciclopédico abreviado Espasa-Calpe, tomo VI, Madrid, 1957, octava edición.
  4. «Citas y frases célebres». Archivado desde el original el 26 de abril de 2018. Consultado el 15 de febrero de 2019. 
  5. «DICHOS POPULARES. Su significado / Panizo Rodriguez, Juliana - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes». www.cervantesvirtual.com. 
  6. Carmen Padilla Montoya 2002
  7. Villanueva Zubizarreta, Olatz. Actividad alfarera en el Valladolid bajomedieval. Universidad de Valladolid. 1998. ISBN 84-7762-809-2.
  8. Editorial, protocolo org. «¿Qué platos pongo en la mesa? La vajilla Cómo se...». Protocolo y Etiqueta. 
  9. Bartolomé de las Casas Historia de las Indias v.3 (pág. 409)

Notas[editar]

  1. El estilo de la «cabra salvaje», atribuido tradicionalmente a Rodas tras los descubrimientos realizados en la necrópolis de Cámiros, y que se extendió por toda Asia Menor, con centros de producción en Mileto y Quíos. Predominan dos formas: las jarras del tipo enócoe, que copiaban modelos de bronce, y los platos, con o sin pies. La decoración estaba organizada en registros superpuestos en los que los animales estilizados, sobre todo las cabras salvajes (que han dado nombre al estilo) centraban el tema. Los numerosos motivos decorativos (triángulos, esvásticas, rosetas, motivos florales) llenaban los espacios vacíos.
  2. En el ajuar de la Edad Neolítica, hay vasijas cuyos dibujos han sido trazados por incisiones hechas en la pasta negruzca y rellenas con otra blanquecina. Tal es la decoración que muestran los platos (cuencos) neolíticos de Ciempozuelos (Madrid), imitando a otros igualmente decorados en el Egipto prehistórico, y también similares a vasijas de la civilización minoica o cretense, donde pudieron inspirarse los modelos hallados en la península ibérica.

Bibliografía[editar]

  • Carmen Padilla Montoya, Equipo Staff, Paloma Cabrera Bonet, Ruth Maicas Ramos (2002). Diccionario de materiales cerámicos. Madrid: Subdirección General de Museos. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Secretaría General Técnica. Centro de Publicaciones. ISBN 8436936388. 

Enlaces externos[editar]