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Ejército Realista en Nueva España

Territorio del Virreinato, en el que actuó el Ejército Real.
Activa 1810-1829
País España 1810-1829
Tamaño 24.000-40.000 (1810-1821), 1.000-3.500 (1821-1829)
Insignias
Símbolo de
identificación


  • Armada y Fortalezas
  • Unidades del Ejército
Guerras y batallas

Pacificación o Reconquista de Nueva España

El Ejército Realista en Nueva España describe las fuerzas armadas realistas para tratar de sostener la monarquía española en Nueva España y restaurarla cuando México se declara independiente.

Las campañas contra la insurgencia mexicana desde 1810 fueron apoyadas por los americanos del ejército realista novohispano hasta la revolución de Iturbide que aseguró la independencia de México en 1821.España rechazó el tratado de Córdoba, no concluyó ninguna paz. Las campañas contra el Imperio y República de México se sostuvieron casi únicamente por la fuerza expedicionaria y España mantuvo desde Cuba su armada y ejército, que resiste en la fortaleza de San Juan de Ulúa de Veracruz hasta 1825 y que dispuso la expedición de Isidro Barrada en 1829.

Todo el esfuerzo militar realista entre los años 1810-1829 tiene el propósito de sostener la monarquía española durante la revolución hispanoamericana .[1][2][2]​ Todos los planes de reconquista cesan y se pone punto final en España a toda operación militar con el fallecimiento del monarca Fernando VII en 1833. Finalmente las cortes españolas renuncian en 1836 a la soberanía del territorio continental americano y autorizan al gobierno a concluir tratados de paz y reconocimiento, siendo México el primer país reconocido por España.


Campañas contra la Insurgencia en México[editar]

Cuando se inició la revolución estadounidense en los años 1775-76 inmediatamente el Reino Unido desplegó una flota que incluía 39 Navíos de guerra y un ejército expedicionario de 25.000 hombres. Al estallar la Revolucion hispanoamerican solo Nueva España entonces ya poseía una población y una extensión mucho mayor que toda la América colonial británica, sin embargo, en contraste, España, que estaba inmersa en su guerra de independencia contra el emperador francés Napoleon Bonaparte no pudo enviar ninguna expedición de refuerzo para ningún lugar de América al estallar la insurgencia americana, tampoco a México hasta el año 1812, cuando ya habían pasado dos años después de iniciado el conflicto militar. A partir de entonces, como en otros lugares del conflicto hispanoamericano, el ejército se constituiría de una proporción de expedicionarios dentro de una mayoritaria tropa novohispana.

El apoyo novohispano[editar]

El ejército de Nueva España, aunque numéricamente el más importante de la América colonial española, nunca antes de la revolución hispanoamericana dice McFarlane que llegó a superar la fuerza permanente de 6.000 hombres.[3]​ Sin embargo la totalidad de la fuerza veterana secundo con disciplina a las autoridades virreinales, y casi toda la milicia lo hizo también. Al estallar el conflicto, la milicia novohispana de México, Puebla y Veracruz y del norte mexicano se mantuvo leal a la autoridad, y formó además la piedra angular del ejército de Calleja que salvó al gobierno virreinal, y con la excepción de los escasos oficiales de algunos batallones provinciales, ninguno más secundó al cura Hidalgo.[1][2]​ Ortiz dice que en 1810 el ejército permanente se componía de 8.257 hombres, más unos cuantos regimientos de provinciales en servicio, de manera que el total de fuerzas efectivas no sumaba más de 27.000 elementos. Pero indica que Humboldt (Humboldt,1966 p566) da una cifra aproximada de 30.000 hombres de los cuales la tercera parte pertenecía al ejército permanente. Mientras que Archer( Archer,1983 p.148) considera que la suma total de estas fuerzas era de 24.462 efectivos, pero no diferencia la fuerza permanente.

En plena explosión revolucionaria la activación y movilización de las milicias borbónicas, y la incorporación de la población civil a la guerra contra los insurgentes fue posible por la extraordinaria actividad de Calleja,[4]​ que había llegado a Nueva España en 1789, a la edad de 36 años, y conocía y convivía con los mexicanos y había creado varias de aquellas milicias en años anteriores. La organización y funcionamiento de las milicias novohispanas pasó según Ortiz por cuatro etapas:

  • Entre octubre 1810-mayo 1811: las activadas con el estallido de la insurrección.
  • Entre junio 1811- febrero 1813:las organizadas por Felix Maria Calleja.
  • Entre marzo 1812-febrero 1821: la reestructuración político-económico-militar.
  • Entre marzo-septiembre 1821: tras la subversión del plan Iguala.

En los años que se sucedieron, la creencia de los gobiernos españoles, de cualquier signo, de la presencia de un apoyo de la opinión publica novohispana hacia la monarquía, incluso mas allá de la consolidación de la independencia mexicana, justificó el envio de expedicionarios europeos para sostener la causa realista hasta el final de la contienda. Este apoyo al régimen español sin embargo se agotó, entre otras razones, debido a la devastación del país producto de una guerra que se hacia perpetua, lo que conlleva a la desarticulacion de la jerarquía virreinal, atomizada por caudillos realistas regionales con mas poder cada vez, a los que se suman los acontecimientos políticos peninsulares que afectan al monarca español y a sus representantes mas directos en el gobierno virreinal.

Estado de Fuerza el 20 de septiembre de 1816[5]

Departamentos Nombres de los comandantes Número de hombres
División de México El virrey 2660
División de Apan Cor. Manuel de la Concha 1310
Secc. Huejutla Tte. Cor. Alejandro Álvarez de Güitián 151
Ejército del Sur Brig. Ciriaco del Llano 6699
División de Veracruz Mariscal José García Dávila1 6482
Tropas destinadas a convoyes Cor. Francisco Hevia 968
Tropas Isla del Carmen Cor. Cosme de Urquiola 339
División Acapulco Cor. José Gabriel de Armijo 2651
Sección Toluca Cor. Nicolás Gutiérrez 282
División Ixtlahuaca Cor. Matías Martín y Aguirre 787
División de Tula Cor. Cristóbal Ordónez 888
División de Querétaro Brig. Ignacio García Rebollo 991
Ejército del Norte Cor. José Castro 3803
Ejército de reserva Mariscal José de la Cruz 3363
División de San Luis Potosí Brig. Manuel María de Torres 614
Div. Provincias Internas de Oriente Brig. Joaquín Arredondo 3987
Div. Provincias Internas de Occidente Mariscal Bonavia 279
Antigua California Cap. Argüello 109
Nueva California Tte. Cor. Pablo Sola 3665
Total 39,436

Las milicias de pueblos y pequeñas localidades. Se trata de cuerpos armados locales, de cada pueblo, no permanentes, no regulares, de caracter voluntario, y composición popular. Estas compañías de voluntarios llamados "patriotas distinguidos defensores de Fernando VII" y "fieles realistas defensores de Fernando VII" se fusionaron formando las compañías de milicias "patrióticas". Estas milicias se crearon para defender cada pueblo de la insurgencia, delegando la responsabilidad de la protección de cada pueblo en las élites locales y sus pobladores. Puso a prueba la capacidad de cada pueblo de organizarse y armarse en defensa de sus intereses locales frente a la insurgencia y al ejército regular que iba en busca de los insurgentes, y que imponían contribuciones,víveres y caballos y recluta de gente.

El sistema de milicias fue eficaz en la lucha contra la insurgencia, pero estableció la base de una estructura que puso los cimientos del triunfo de los pueblos y élites locales contra la centralización del poder y la monarquía. Zarate dice que sería posible que el número de combatientes españoles se elevase hasta 80.000 “hombres sobre las armas”, en base a una carta secreta de 1814 del obispo Abad Queipo quejándose contra el virrey Calleja, sumando estos "realistas de los pueblos".[6][7]

Las expediciones de reconquista[editar]

La primera expedición de reconquista por fin llega en el año 1812, y estas unidades no pretendían constituir una fuerza decisiva, ya que por si mismas no eran una fuerza numericamente significativa, pero buscaron servir de argumento político y materialmente de auxilio, ya que engarzadas en el ejército novohispano cumplían la misión de cohesionar el ejército. La misión consistía en dar asistencia al ejercito del país.

Se debían alejar rápidamente de la costa por el vomito negro. Pero los regimientos prácticamente desaparecían por la extensión del virreinato y los batallones se desintegraron divididos en secciones sirviendo en guarniciones, convoyes y en la lucha contrainsurgencia. De esta forma los escasos destacamentos expedicionarios prolongaron indefinidamente la guerra contra insurgente, pero en 1820 sin paga ni asistencia por el gobierno Liberal, y el giro político mexicano determinó que en 1821 algunos de sus hombres se unieran a Iturbide: Melchor Alvarez,Rafael Bracho y Domingo Luaces. Y que para diciembre de 1821 se dirigiesen al reembarque: 492 oficiales y 3699 sargentos cabos y soldados. Desde La Habana fueron repatriados a España arribando a Cádiz entre el 27 de abril y 3 de octubre de 1822, quedando acantonados en Mahón, Murcia, Alicante, Valencia y Madrid.

Periodo Año Numero Unidades y comandantes (entreparentesis los cambios de nombre de unidades en el año 1820)
Expediciones españolas
1812 - 1817
Bandera Realista
Bandera Realista
año 1812
  • en Total 3.857 hombres
Unidad Composicion Oficiales
Batallón Asturias (Mallorca) 270 soldados -
Batallón Lobera (Infante Don Carlos) 847 soldados Francisco Bucelli, teniente coronel
Regimiento América (Murcia) 817 soldados,
un batallón
Juan Jose Olazábal
Batallón Castilla (Voluntarios de Castilla) 649 soldados Francisco Hevia
Batallón Zamora 910 soldados Rafael Bracho
Batallón Fernando VII -expedicionario- 364 soldados Angel Diaz del Castro, teniente coronel
año 1813
  • en total 1.895 hombres
Unidad Composicion Oficiales
Batallón Extremadura 995 soldados coronel Benito Armiñan
Batallón Saboya (Reina) 900 soldados coronel Melchor Alvarez
año 1815
  • en total 1.749 hombres
Unidad Composicion Oficiales
Regimiento Ordenes Militares 1.126 soldados,
2 batallones
Coronel Francisco LLamas
Batallón Voluntarios de Navarra (Barcelona) 623 soldados Coronel José Ruiz
año 1817
  • en total 1.547 hombres
Unidad Composicion Oficiales
Regimiento de Zaragoza 2 batallones brigadier Domingo Luaces
  • Expedicionarios del año 1812

Parten de puertos españoles un total de 3.857 hombres que llegan al puerto de Veracruz organizados en entidades de batallón. Procedentes de la Coruña arriba el batallón tercero de Asturias el 14 de enero de 1812 formado por 270 soldados, en el barco Miño. El batallón Lobera lo hace dos días más tarde el 16 enero de 1812, también procedente de Coruña, en el barco Algeciras, formado por 847 soldados.

El Regimiento América llega a Veracruz el 29 ene 1812 custodiados por el Navio Asia, en cinco transportes, que incluyen tres Fragatas Vicenta, Coro y Magallanes. Vienen procedentes de Cadiz, bajo el mando de su jefe Juan Jose Olazábal, estaba formado por 817 soldados. Sin embargo el Batallón segundo de América de 520 hombres había quedado en la Habana para reforzar la dotación de la isla de Cuba. El batallón Castilla arriba en Junio, al mando su jefe Francisco Hevia, formado por 649 soldados. El batallón Zamora llega a Veracruz el 23 Agosto 1812 procedente de Pontevedra y Vigo, al mando su jefe Rafael Bracho, formado por 910 soldados. El Batallón Fernando VII -expedicionario- arriba el 28 de septiembre procedente de Cádiz, al mando su jefe teniente coronel Angel Diaz del Castro, formado por 364 soldados.

  • Expedicionarios del año 1813

En el año 1813 zarpan un total de 1.895 hombres desde la península. Son el batallón Extremadura, al mando su jefe el coronel Benito Armiñan, formado por 995 hombres, y el batallón Saboya, al mando su jefe el coronel Melchor Alvarez, formado por 900 soldados.

  • Expedicionarios del año 1815

En el añó 1815 salen de Cádiz un total de 1.749 hombres, que al mando del Brigadier Fernando Miyares y Mancedo, en la Fragata Sabina, arriban a Veracruz el 18 de Junio de ese año. Se trata de dos batallones, formados por 1.126 hombres, del regimiento Ordenes Militares y un batallón de Navarra, formado por 623 hombres.

  • Expedicionarios del año 1817

En el año 1817 parten de puertos españoles 1.547 hombres. Se trata de dos batallones del regimiento de Zaragoza, formados por 1547 hombres que llegan en abril, y vienen al mando del brigadier Domingo Luaces y del Mariscal de Campo Pascual Liñan.

Resultados de la contra-insurgencia[editar]

El orden virreinal se sostuvo sin embargo y todas las sublevaciones populares fueron disueltas. Sus líderes ajustiados, prisioneros o capitulados habían sido derrotados por las armas españolas, y los escasos caudillos insurgentes supervivientes, convertidos en guerrilleros, terminaron refugiados en zonas inhóspitas. En 1821 eran perseguidos Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria en sus propios lugares de refugio, sin embargo todo el país se encontraba devastado tras una década de lucha y violencia entre revolucionarios y realistas, y cerca de medio millón de habitantes habían muerto. [8]

De manera que aunque la autoridad virreinal fue cuestionada y combatida por la insurgencia, sin embargo el acuerdo para la independencia no fue resultado de la lucha armada de sus caudillos, sino del tratado entre Juan O'Donojú, jefe político del gobierno español de una parte, y el jefe del pronunciamiento de una facción del ejército realista, el mexicano Agustín de Iturbide.[1]​ El tratado fue rechazado por el gobierno de España y O'Donoju reemplazado de su cargo.

Campañas contra el ejército trigarante y mexicano[editar]

Trata de los medios empleados durante la defensa del territorio español restante tras la instauración del estado mexicano, como la fortaleza de San Juan de Ulúa en Veracruz, también en la defensa de las islas del Caribe español, y por último la expedición Barradas para restaurar la monarquía española en México.

La revolución de Riego[editar]

Rafael del Riego conduciendo a las tropas expedicionarias sublevadas. España-1820

En Europa, el 1 de enero de 1820, el coronel español Rafael de Riego junto con otros liberales convencieron a los soldados reunidos en la localidad Las Cabezas de San Juan para que se rebelaran y restauraran la Constitución de Cádiz de 1812. Se trata de la rebelión de los 22.000 soldados que formaban la gran expedición a Ultramar que se había concentrado en Cádiz y que abandonaron definitivamente la misión de embarcarse para reprimir a los insurgentes americanos, desautorizando a su jefe Félix María Calleja del Rey. La revolución se expandió en toda la Península ibérica e impuso al monarca un gobierno constitucional durante el llamado Trienio liberal. Sin embargo las potencias europeas de la Santa Alianza enviaron un ejército francés de cien mil soldados que permaneció ocupando España hasta 1833, en que muere Fernando VII, para restaurarle en el trono absoluto.

Crísis del gobierno español de 1821 en Nueva España[editar]

La constitución española fue restablecida en Nueva España por fin el 31 de mayo de 1820 por el virrey Apodaca. El mantenimiento en Nueva España del poder virreinal se había conseguido contra la insurgencia en el campo de batalla por las armas realistas, pero en opinión del historiador Timothy Anna "España ganó la guerra, pero perdió el país" porque perdió su legitimidad en el gobierno. No se había restablecido la "autoridad", de manera que debía mantenerse por la fuerza militar, aún por tiempo indefinido.

El ahora jefe político superior Apodaca tuvo conocimiento de la sublevación de Iturbide en febrero de 1821. Pero no fue hasta el 14 de marzo de 1821 que Apodaca declara a Iturbide fuera de la ley, y manda reunir el ejército del Sur al mando del mariscal de campo Pascual de Liñán para combatirle. El virrey Apodaca no pudo atajar la sublevación de Iturbide y mientras Itúrbide y el plan Iguala iban ganado partidarios aceleradamente, el mando político español en el virreinato enfrentaba fuertes convulsiones internas.

El 5 de julio de 1821 mandos militares españoles dan un ultimatúm para deponer a Juan Ruiz de Apodaca del gobierno de Nueva España. El regimiento Ordenes Militares y el batallón Castilla, junto a un escuadrón llamado de la integridad, más la guardia del palacio virreinal y dos compañías de Marina ocuparon los accesos al Palacio de gobierno. El batallón al mando de subalternos abandonó a su jefe el coronel del Fernando VII, D. Ángel Díaz del Castillo, y se sumaron para sostener la deposición. El oficial más notorio de la revuelta fue D. Francisco Bucelli, teniente coronel graduado de coronel del regimiento Infante Don Carlos (antes Lobera) y sus oficiales y también los oficiales del regimiento de Ordenes Militares. [1] Pedían a la Junta de Guerra la renuncia del virrey y que fuese sustituido por uno de sus sub-inspectores, Francisco Novella. El general Pascual Liñan, implicado en la deposición de Apodaca, hizo muestras de llamar al orden sin resultado. Finalmente el virrey firmó un documento de renuncia que redactó él mismo. Apodaca el 25 de septiembre de 1821 se embarca en Veracruz, en el navío "Asia", el mismo que había traído a Juan de O'Donoju.

No solamente ocurrió el relevo ilegítimo del virrey Apodaca por Francisco de Novella, sino también más tarde se presentaron tensiones entre Francisco Novella y Juan O'Donojú ya que el nuevo jefe político superior de Nueva España estaba asumiendo compromisos con los independentistas en los Tratados de Córdoba para los que no estaba capacitado, y que el gobierno de España rechazó rotundamente. Los jefes españoles abandonan la capital ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, trataron de organizar la resistencia en el puerto de Veracruz donde se negaron a obedecer a un deslegitimado O'Donojú, que murió en México el 8 de octubre de 1821 de pleuresía, con la sospecha de haber sido envenenado. El 26 de octubre el gobernador de Veracruz organiza la resistencia en la fortaleza de San Juan de Ulúa.

La defensa de San Juan de Ulúa[editar]

El puerto de Veracruz fue la última ciudad en disputa entre realistas e independentistas. El 26 de octubre de 1821 José Dávila, gobernador de Veracruz, ordena la resistencia tras las murallas de la fortalezas de San Juan de Ulúa que dominan el puerto. En diciembre de 1821 embarcan los últimos expedicionarios europeos que abandonan México rumbo a Cuba para su repatriación.

Sin embargo un millar de soldados españoles permanecieron en Nueva España, de ellos la mitad quedaron al mando de José Dávila formando los batallones Infante Don Carlos y Barcelona, y se unieron al batallón Cataluña en la defensa de la plaza de San Juan de Ulúa.

El gobierno español en sustitución del fallecido O'Donoju nombra a Francisco Lemaur con como jefe político superior de Nueva España el 10 de mayo de 1822, cargo que aceptó el 27 de julio. Francisco Lemaur toma el mando de la dotación de San Juan de Ulúa el 24 de octubre de 1822, sustituyendo a José Dávila. En noviembre de 1825 motivado por la enfermedad de Lemaur, toma su relevo del mando don José Coppinger, último gobernador de la Florida española, que con el extravío del relevo por mar, que coincide con una epidemia de escorbuto en la guarnición que la inutiliza, se ve obligado en 1825 a la capitulación de la fortaleza.

La Armada y la campaña naval del Caribe[editar]

La armada española derrota a la marina mexicana en la Batalla de Mariel y captura el buque Guerrero siendo muerto su comandante David Henry Porter

El fortalecimiento de la marina cubana proporcionará esperanzas a los que aún aspiran a la restauración española, entre los cuales se encuentran los que se resisten en suelo continental a reconocer el triunfo de los independentistas. El presupuesto naval del jefe de la armada, Ángel Laborde, será bien recibido y es aprobado por el gobierno español que consideraba que la flota es imprescindible para la conservación de las islas del Caribe español.

Sin embargo en noviembre de 1825 cae la fortaleza de San Juan de Ulúa en América septentrional. Y en enero de 1826 se pierden los últimos bastiones españoles en Suramérica, El Callao y Chiloé. Pero también se realizan los preparativos de la división naval que dirige el brigadier Angel Laborde, empresa que aportará optimismo a los partidarios de la españolidad de América y desazón a sus enemigos. Se mejorará la dotación de buques, y se hostilizará a los insurgentes colombianos y mexicanos, frenando cualquier intento invasor contra Cuba y Puerto Rico; y a la par inquietando a los gobiernos independentistas de los países continentales del Caribe, temerosos ante los posibles planes reconquistadores realistas, que sin embargo no cuajarán.

En 1826 se realizan operaciones españolas contra los puertos de Costa Firme y se apoya su guerrilla realista. El apostadero de La Habana consigue proteger el comercio español frente a los navíos independentistas. En 1827 los bergantines Marte y Amalia capturan el barco mexicano Guerrero. A principios de 1828 se incorpora a las fuerzas españolas el navío “Soberano” de 74 cañones, sumando doce buques de guerra, incluido el Guerrero, más otros cuatro barcos menores, hace un total de 482 cañones de la armada. La última en incorporarse es la Fragata “Restauración” escoltando una expedición de dos mil hombres para reforzar la dotación de Cuba. El gobierno mexicano temía un ataque que se materializa en el año 1829.

En 1829 la banca extranjera propuso un préstamo de 750 millones de reales para la reconquista de América pero el préstamo no se aceptó. A México se enviaría finalmente una expedición de unos tres mil quinientos hombres. Fernando VII no dejó de emplear los medios militares para reconquistar América, mediante una expedición sobre México. Pero la expedición de Barradas conducida por la división naval de Laborde distaba mucho de los veinte mil hombres que se requerían previsiblemente para el éxito de su misión. Sin embargo el fracaso en Tampico no acaba con la idea de reconquista, y en abril de 1830 se hablaba de otra nueva expedición contra México. Pero en noviembre de 1830 Laborde recibe la orden del gobierno español de anular cualquier operación militar que no sea para proteger exclusivamente el comercio de Cuba y Puerto Rico.

La expedición de Isidro Barradas[editar]

Bajo unas falsas expectativas del apoyo de la sociedad mexicana hacía la restauración en México del monarca Fernando VII el gobierno español emprende una expedición compuesta por una división de infanteria de 3.500 hombres que al frente del brigadier Isidro Barradas pretende una nueva campaña militar para la reconquista de México.

En definitiva, el gobierno de España aprobó este proyecto por una Real Orden, fechada el 21 de agosto de 1828, donde se disponía que los brigadieres Ángel Laborde, comandante general del Apostadero de la Habana, e Isidro Barradas, coronel del regimiento de Infantería Ligera de la Corona, desembarcaran en algún lugar de la costa de la que todavía llamaban Nueva España. Las tropas destinadas a la empresa de reconquista de México, formadas por el Regimiento de la Corona, fueron acantonadas en el pueblo cubano de Regla frente al puerto habanero, de donde salió la expedición al mando de Barradas el 5 de julio de 1829. Las fuerzas navales, bajo las órdenes de Laborde, y en las que también participaban Aviraneta y el padre Bringas, la integraban el navio Soberano, las fragatas Lealtad y Restauración y siete transportes más: el bergantín Catalina y cuatro fragatas de bergantines norteamericanos, mandados y tripulados por marinos de la misma nacionalidad: Robin Hood, Tritón, Rogger, Bingham, Chillón y Cornelia. Las fuerzas terrestres se limitaban unicamente al ya citado regimiento de la Corona con un total de 3.217 hombres, 135 oficiales y siete jefes; un escuadrón incompleto con 69 soldados y 15 oficiales con su jefe; una compañía de artillería con seis piezas, tres oficiales y 63 combatientes; y otra de guías, con un oficial y 61 soldados. El Estado Mayor estaba compuesto por el comandante del regimiento de la Corona, Fulgencio Salas, y tres oficiales escogidos. Eran en total 3.556 hombres, entre ellos algunas unidades de milicias de negros habaneros.

Durante la travesía un fuerte temporal dispersó los barcos, y la fragata transporte Bingham, con casi 500 soldados a bordo, debió buscar refugio en Nueva Orleans. Barradas desembarcó con sus fuerzas en Punta de Jerez, cerca de Tampico, el 27 de julio. Una vez en suelo mexicano dio a conocer una proclama del capitán general de Cuba,fechada en La Habana el 17 de junio y que en una de sus partes decía:

Yo os ofrezco, Mejicanos, en el Real nombre de S. M. el Señor DON FERNANDO VII, y cumpliendo sus soberanos preceptos: repico que se echará un denso velo sobre todo lo ocurrido en los últimos ocho años; y que nadie será molestado ni perseguido en manera alguna, cualquiera que hayan sido sus opiniones políticas y conducta durante aquel desgraciado periodo, por ser así la expresa voluntad de S. NI., que desde su Real solio ha mirado con ojos de compasión las desgracias y calamidades de sus siempre amados y queridos hijos de Nueva España.

Luego de algunas escaramuzas, y sin encontrar mayor resistencia, los expedicionarios ocuparon Tampico, Altamira y algunos otros puntos de menor importancia en la costa del Golfo de México. Empero, la hostilidad creciente de las tropas mexicanas, guiadas por Santa Anna y Mier y Terán, unida a las enfermedades epidémicas que pronto afectaron a los españoles, acabaron con la empresa de reconquista y finalmente el 11 de septiembre las fuerzas de Barradas terminaron por capitular.

Division de Vanguardia
Bandera Realista
Bandera Realista

Comandante

  • Brigadier Isidro Barrada Valdés

Unidades y Comandantes

  • Regimiento de la Corona (3 batallones)
    • I Batallón Rey Fernando
    • II Batallón Reina Amalia
    • III Batallón Real Borbón (sacados del regimiento

Barcelona 234 hombres regresaron 107)

  • Escuadron desmontado de caballeria (incompleta)
  • Compañía de artilleria (corta)

Fin de la guerra y reconciliación[editar]

El 11 de septiembre de 1829 se da en Nueva España la última batalla de los ejércitos realistas para restaurar la monarquía española de Fernando VII y acabar con la independencia mexicana. En fecha reciente el gobierno de México ha decidido conmemorar la batalla de Pueblo Viejo. Esa expedición de 1829 será último esfuerzo militar de España en suelo continental americano.

Con la caída del gobierno borbónico reaccionario en Francia y el ascenso de Luis Felipe al trono en 1830, el monarca Fernando VII había perdido toda posibilidad de ayuda francesa para reconquistar sus antiguas colonias. México y Colombia, quedaron libres por fin de la amenaza de España.[10]​ François-Xavier Guerra en su obra "Las revoluciones hispánicas: independencias americanas y liberalismo español" dice que: son los hechos ocurridos en 1830 en Europa los que motivan al monarca Fernando VII para acceder que sus ministros traten de la finalización del problema de América.[11]

Finalmente todos los planes de reconquista cesan con el fallecimiento del monarca Fernando VII el 29 de septiembre de 1833, cuando se pone punto final en España a toda operación militar contra la independencia de los estados hispanoamericanos.[12]​ Por último el 4 de diciembre de 1836 las cortes generales del reino autorizan al gobierno para que, no obstante los artículos de la Constitución promulgada en Cádiz en el año de 1812, pueda concluir tratados de paz y amistad con todos los nuevos estados de la América española, sobre la base del reconocimiento de su Independencia, y renuncia de todo derecho territorial ó de soberanía.[2][13]

México fue el primer país hispanoamericano que firma los tratados de paz y reconocimiento con España, lo que ocurre en el mismo año 1836. En el marco de la celebración de los bicentenarios de las independencias hispanoamericanas se sucede un hecho inédito en la historia de América con la permuta de banderas de guerra españolas y mexicanas enfrentadas en el conflicto por la independencia.[14]

Tratados de reconocimiento de las independencias
Fecha País Gobiernos americanos Gobiernos españoles
28 de diciembre de 1836 México Presidente José Justo Corro
Miguel Santa María
Regente María Cristina de Borbón, viuda de Fernando VII
José María Calatrava
10 de mayo de 1850 Costa Rica Presidente Juan Rafael Mora Porras Reina Isabel II
24 de julio de 1850 Nicaragua
29 de mayo de 1863 Guatemala
24 de junio de 1865 El Salvador
17 de noviembre de 1894 Honduras

El Imperio Mexicano, que abarcó momentáneamente al Reino de Guatemala, es abolido en 1823 y da origen a los Estados Unidos Mexicanos. Las Provincias Centroamericanas continuaron su proceso de independencia, declarado el 15 de septiembre de 1821, con la formación de las Provincias Unidas de Centroamérica. Las Provincias Unidas del Centro de América, compuesta por las provincias del Reino de Guatemala que habían declarado su independencia de España en 1821, se forma al separarse del Imperio mexicano y desde el año 1824 se llama República Federal de Centroamérica, y se desintegra finalmente en los siguientes estados con los que España firma sus correspondientes tratados bilaterales de reconocimeinto y Paz:

Referencias[editar]

Torrente, Mariano. HISTORIA DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO. ISBN 968-842-125-1. 

Semprún-Bullón (1992). Editorial MAPFRE, ed. EL EJÉRCITO REALISTA EN LA INDENDENCIA AMERICANA. 

Fernandez, Delfina (1992). Editorial MAPFRE, ed. ÚLTIMOS REDUCTOS ESPAÑOLES. 

Landavazo, Marco Antonio (2006). «El Reconocimiento de España a la Independencia de México». Cuadernos Hispanoamericanos. 

Ortiz, Juan (1997). Universidad de Sevilla, ed. Guerra y gobierno:los pueblos y la independencia de México. 

Notas[editar]

  1. a b c Torrente, Mariano. HISTORIA DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO. ISBN 968-842-125-1. 
  2. a b c Semprún-Bullón (1992). Editorial MAPFRE, ed. EL EJÉRCITO REALISTA EN LA INDENDENCIA AMERICANA. 
  3. "Cuando inició la revolución estadounidense, en 1775-1776, Gran Bretaña no tardó en aumentar este nivel a más de 25 000 soldados regulares. En contraste España nunca fue capaz de alcanzar despliegues militares comparables, en consonancia con la escala territorial mucho mayor de sus colonias. Sólo México tenía una población y un área mayor que todas las colonias británicas de la costa este juntas y, sin embargo, no contaba con un ejército comparable al de la América colonial británica en sus últimos años. El ejército regular de México, apostado principalmente en la ciudad de México, Veracruz y Puebla, nunca superó los 6 000 hombres. Otras grandes colonias continentales contaban con fuerzas regulares aún más pequeñas.".McFarlane, Anthony. «LOS EJÉRCITOS COLONIALES Y LA CRISIS DEL IMPERIO ESPAÑOL, 1808-1810». Historia mexicana. ISSN 0185-0172. 
  4. Ortiz, Juan (1997). Universidad de Sevilla, ed. Guerra y gobierno:los pueblos y la independencia de México. 
  5. Torrente, Mariano. «capítulo VIII (1816)». HISTORIA DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO. ISBN 968-842-125-1. «Estado de Fuerza el 20 de septiembre de 1816 cuando Calleja entrega el mando a Apodaca». 
  6. GUERRA Y GOBIERNO.Juan Ortiz Escamilla
  7. Rey, cortes y fuerza armada en los orígenes de la España liberal, 1808-1823.Roberto Luis Blanco Valdés
  8. Estimates of the number killed range from 250,000 to 500,000 individuals. Additionally, a large number of people fled Mexico. Latin America's Wars: The age of the caudillo, 1791-1899.Robert L. Scheina
  9. Ortiz Escamilla, Juan. Veracruz : la guerra por la Independencia de México, 1821-1825. 
  10. Pedro Molas.Del absolutismo a la Constitución
  11. François-Xavier Guerra.Las revoluciones hispánicas
  12. Jaime Delgado.La independencia hispanoamericana
  13. Pereira, Juan Carlos. Establecimiento de relaciones diplomáticas entre España y Argentina,Paraguay y Uruguay. 
  14. Real Decreto que autoriza la permuta de banderas

Véase también[editar]

Realistas

Enlaces externos[editar]

«El Senado mexicano acuerda conmemorar la Batalla de Tampico de 1829». 2 de septiembre de 2010. «Las comisiones dictaminadoras señalan que en el marco de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, es conveniente recordar y dar sentido a los movimientos, batallas, manifestaciones y logros que permitieron que hoy México sea un país libre y democrático, tal como la gesta histórica del 11 de septiembre de 1829, fecha en la que se consolidó la independencia de nuestra Nación, al derrotar al Real Ejército de Vanguardia Español, en la ciudad de Tampico, Tamaulipas, último intento de la Corona Española por reconquistar México y la última ocasión en que combatieron fuerzas mexicanas y españolas.»