Usuario:Spirit-Black-Wikipedista/Espartaco

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Biografía[editar]

Primeros años[editar]

Las fuentes antiguas sugieren que Espartaco nació en Tracia circa del 100 a. C., en un territorio inestable perteneciente al Imperio romano y que se encontraba habitado por tribus guerreras.[1]​ Según el mito, Espartaco nació esclavo, sin embargo, la historiografía debate este punto al asegurar que no fue así, que nació libre; asimismo, que no siempre fue enemigo de Roma, si no que en su momento formó parte de las filas del ejército romano, puesto que la mayoría de los tracios querían formar parte del sistema. Sin embargo, se le ordenó, según las fuentes, que atacase su pueblo nativo a lo que él se negó y desertó. Todos los desertores eran perseguidos y castigados y el castigo de dicha deserción era la esclavitud. Se sabe que su esposa fue capturada junto con él a pesar de que la historia no registre su nombre, convirtiéndose así en un mero producto de un gran comercio con su centro en Roma.

Espartaco y su mujer fueron llevado a Capua, Italia, aproximadamente 1000 kilómetros fuera de su patria. Para los romanos un esclavo era un símbolo de prosperidad personal y la medida del éxito de la nación. Mediante la obtención de esclavos, trabajando hasta la muerte en campos agrarios, un puñado de individuos podía obtener grandes recompensas. Marco Licinio Craso, hasta ese momento, el hombre más rico de Roma, comenzó su grandeza comprando las propiedades de los condenados, con el único fin de buscar más oro y más poder y la única forma de obtener dicha cosa era a través de la esclavitud. Dentro de sus compras, se cree que iba el gladiador tracio Espartaco. Según Plutarco:

Espartaco no sólo poseía una gran fuerza moral y corporal, sino que era más inteligente y noble que la suerte que tuvo.

Rebelión de los Esclavos[editar]

Tras su encierro en Capua, Espartaco fue vendido como gladiador, definido como un soldado entrenado para matar y luchar en espectáculos públicos en el Anfiteatro Flavio. Durante su entrenamiento, Espartaco formó un vínculo con uno de los gladiadores, un galo llamado Crixo. En 73 a. C., un grupo de unos 200 gladiadores de la escuela de Capua, pertenecientes a Lentulus Batiatus, planearon una fuga. Cuando se reveló su plan, una fuerza de unos 70 hombres se armaron con utensilios de cocina ("hachuelas y espetones"), lucharon hasta escapar de la escuela y se apoderaron de varios carros de armas y armaduras de gladiador. Fue la peor pesadilla para los romanos, ya que eran hombres entrenados para matar, éstos escaparon al campo y dejaron cientos de muertes por Capua.[2]​ Convirtiéndose entonces en fugitivos del Imperio romano. De acuerdo a Plutarco:

Los gladiadores repelieron a los soldados que vinieron desde Capua y les quitaron sus armas, más adecuadas para el combate. Estaban contentos de cambiar las armas de gladiadores que ellos consideraban poco honorables y bárbaras.

Una vez libres, los gladiadores fugados eligieron líderes, seleccionando a dos esclavos galosCrixo y Enomao— y a Espartaco,[3]​ que se dice que era o bien un antiguo auxiliar tracio de la legión romana, condenado posteriormente a la esclavitud, o bien un prisionero capturado por las legiones.[4][5]​ Los primeros días tras la huida se basaron en supervivencia y necesitaban comida, ropa y armas, recorriendo toda la compiña del sur de Italia en busca de ésto y dirigéndose al Vesubio. Espartaco pensaba construir un campamento en la zona alta, preparándose así para el momento en que Roma respondiense. Mientras, las noticias de su fuga llegan a la ciudad y los senadores se enteran de lo ocurrido; no siendo considerado como una crisis, puesto que 74 hombres no eran una fuerza de combate. La revuelta y los asaltos en Campania —que era una región vacacional para la gente rica e influyente de Roma y en la que se localizaban muchas fincas—, llamaron rápidamente la atención de las autoridades romanas. A Roma le llevó cierto tiempo darse cuenta de las escala del problema, ya que percibían que la revuelta de esclavos era más una ola de crímenes que una rebelión armada.

Sin embargo, en 73 a. C., Roma envió una fuerza militar bajo mando pretoriano para terminar con la revuelta. Un pretor romano, Claudio Glabro, reunió un cuerpo de 3.000 hombres, no como legiones sino como milicias "escogidas con prisa y azar, porque los romanos todavía no consideraban esto como una guerra, sino como un asalto, algo parecido a un ataque de robo".[6]​ Las fuerzas de Glabro asediaron a los esclavos en el Monte Vesubio, bloqueando el único camino conocido que descendía de la montaña. Con los esclavos contenidos de esa manera, Glabro estaba dispuesto a esperar hasta que el hambre forzara a los esclavos a rendirse.

Como los esclavos carecían de entrenamiento militar, las fuerzas de Espartaco mostraron cierto ingenio en su uso de los materiales locales disponibles, que a su vez resultó en un uso de tácticas inventivas y poco ortodoxas, al enfrentarse a la disciplina de los ejércitos romanos.[7]​ En respuesta al asedio de Glabro, los hombres de Espartaco hicieron cuerdas y escalas a partir de las parras y los árboles que crecían en las laderas del Vesubio y las usaron para descolgarse por los precipicios del lado de la montaña opuesto al de las fuerzas de Glabro. Se desplazaron alrededor de la base del Vesubio, atacaron al ejército por el flanco y aniquilaron a los hombres de Glabro.[8]

Tras esto se envió contra Espartaco una segunda expedición bajo el mando del pretor Publio Varinio. Por alguna razón, parece que Varinio dividió sus fuerzas poniéndolas al mando de sus subordinados Furio y Cosinio. Plutarco menciona que Furio comandaba a unos 2.000 hombres, pero no se conoce la fuerza numérica de las tropas restantes, ni si la expedición estaba compuesta de milicias o legiones. Estas fuerzas también fueron derrotadas por el ejército de esclavos: Cosinio murió, Varinio casi fue capturado y los esclavos se apoderaron del equipamiento de los ejércitos.[9]​ Gracias a estos éxitos, más y más esclavos se unieron a las fuerzas de Espartaco, al igual que "muchos de los arrieros y pastores de la región", engrosando sus filas hasta unos 70.000 hombres.[10]​ Los esclavos rebeldes pasaron el invierno de 73 a. C. armando y equipando a sus nuevos reclutas y expandiendo su territorio de pillaje para incluir las ciudades de Nola, Nuceria, Turios y Metaponto.[11]​ Sin embargo, las victorias de los esclavos rebeldes no se obtuvieron sin coste. En algún momento de estos sucesos, o posiblemente durante los asaltos del invierno a finales de 73 a. C., perdieron a su líder Enomao —quizás en batalla— y no se menciona más en las historias.[12]

Fuentes[editar]

Referencias[editar]

  1. Plutarco, Crasso.
  2. Mommsen, The History of Rome, 3233-3238.
  3. Apiano, Guerras Civiles, 1:116
  4. Plutarco, Craso, 8:1-2
  5. Tito Livio, Periochae, 95:2
  6. Apiano, Guerras Civiles, 1:116.
  7. Frontino, Estratagemas, Book I, 5:20-22 y Book VII:6.
  8. Plutarco, Craso, 9:1-3; Frontino, Estratagemas, Book I, 5:20-22; Apiano, Guerras Civiles, 1:116; Broughton, Magistrates of the Roman Republic, p. 109. Nota: Plutarco y Frontino hablan de expediciones bajo el mando de "Clodio el pretor" y "Publio Varinio", mientras que Apiano habla de "Varinio Glabro" y "Publio Valerio".
  9. Plutaro, Craso, 9:4-5; Livio, Periochae , 95; Apiano, Guerras Civiles, 1:116; Salustio, Historias, 3:64-67.
  10. Plutarco, Craso, 9:3; Apiano, Guerra Civil, 1:116. Livio identifica al segundo comandante como "Publio Vareno" con el subordinado "Claudio Pulcro".
  11. Floro, Epitome, 2.8.
  12. Orosio, Historias 5.24.2; Bradley, Slavery and Rebellion, p.96.