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Codex Gigas, traducido del latín como "libro grande". Es un gigastesco libro asimilado al demonio y amo del infierno Satanás. Captura de una de las páginas del libro donde está contenida una imagen de acuarela del diablo.

El Codex Gigas (en latín significa "libro grande"), también conocido como Código Gigas, Código de Satanás o Biblia del Diablo, es un antiguo manuscrito medieval en pergamino creado a principios del siglo XIII y escrito en latín por un monje del monasterio de Podlažice (en Chrudim, centro de la actual República Checa) destruido durante las guerras de religión en el siglo XV. El libro se encuentra actualmente en la Biblioteca Nacional de Suecia, en Estocolmo. Diariamente se realizan exposiciones de este libro, y ha salido pocas veces de su lugar actual desde su confiscación en el siglo XV.

Fue considerado en su época como la "octava maravilla del mundo" debido a su impresionante tamaño (92 x 50,5 x 22 cm), su grosor de 624 páginas y su peso de 75 kg. Está iluminado con tintas roja, azul, amarilla, verde y pan de oro, tanto en letras capitales como en otras páginas, en las que la miniatura puede ocupar la página completa. Se encuentra en un excelente estado de conservación y mantiene la unidad estilística con la que fue creado, a pesar de que el lugar donde se encontraba sufriera un incendio de grandes magnitudes.

El Codex contiene la Biblia, antiguas historias, curas medicinales, encantamientos mágicos, dos trabajos del historiador judío Flavio Josefo que viviera en Roma en el primer siglo de nuestra era, las famosas "Etimologías" del arzobispo San Isidoro de Sevilla del siglo VII y tratados sobre el cuerpo humano del médico griego Galeno. Contiene una combinación de textos que no existen en otro lugar, calificado por Christopher de Hamel, profesor de la Universidad de Cambridge como "un objeto de lo más peculiar, extraño, fascinante, raro e inexplicable".

La Biblia es de un precio incalculable, ha sido robado gran cantidad de veces y fue guardada en secreto por un emperador del Sacro Imperio Germano. A través de su historia, el Codex ha inspirado temor y la obsesión de poseerlo. Se cree que posee un poder sobrenatural inimaginable y que, el manuscrito, fue realizado por el propio Diablo. Sin embargo, algunos expertos califican este texto como uno «escrito por un aficionado, producto de una penitencia o de un auto-exorcismo, pero que llevaría a su monasterio a ser venerado por la eternidad».

Contexto[editar]

La Iglesia Católica representaba un máximo poder durante la Edad Media. A través de su poder, cursaban inquisiciones y organizaciones con alto poder. La herejía era un pecado castigado muy cruelmente, al igual que cualquier otro. Representación de un auto de fe (alrededor de 1495).[1]​ Muchas de las representaciones artísticas de ese tiempo describían actos de castigos como decapitaciones, asfixiamientos, entre otros.[2]​ Hoy en día, es todavía increíble cómo un libro como el Codex pudo haber sobrevivido debido a las duras imposiciones de parte de doctrina cristiana.

La Iglesia en la Edad Media[editar]

Antes de la ciencia, de la Ilustración, la Edad Oscura «arrasaba como un terrorífico demonio», desastres naturales, guerras, enfermedades mortales. La superstición reinaba, razón por la cual gente cayó presa ante mitologías preocupantes. El Codex fue escrito en tiempo turbulentos, durante los cuales la Iglesia era la máxima autoridad. Desastres inminentes bordeaban esos siglos como la peste bubónica que acabó por matar a casi un tercio de la población humana. La Edad Media, una época de esplendor y riqueza arquitectónica, del fomento de la vida litúrgica y del elitismo clerical se encontraba llena de luchas de poder entre los señores feudales, los regentes y los soberanos por el cobro de impuestos. Los beneficios eran atesorados por el Estado y por la Iglesia. Todos cobraban a la gente común. Pocos beneficios llegaron al pueblo. Eran la carne de la guerra y eran los incluidos en «las celebraciones de los señores». La migajas que caían de la mesa de los feudales, primeramente se las comían los perros y luego la gente (siervos). Cualquier organización de la «gente común» era controlada y aniquilada por los señores feudales y sus redes de espionaje. El temor de los «Señores» a peder sus poderes de sangre, se decía que era herencia divina.

Las Cruzadas[editar]

Las cruzadas fueron una serie de campañas militares comúnmente sostenidas por motivos religiosos llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana, en particular, de los francos de Francia y el Sacro Imperio Romano. Las cruzadas con el objetivo específico para restablecer el control cristiano de Tierra Santa se libraron durante un período de casi 200 años, entre 1095 y 1291. Básicamente, parece que fueron motivadas por los intereses expansionistas de la nobleza feudal, el control del comercio con Asia y el afán hegemónico del papado sobre las monarquías y las iglesias de Oriente, aunque se declararan con principio y objeto de recuperar Tierra Santa para los peregrinos, de los cuales los turcos selyúcidas, una vez conquistada Jerusalén, abusaban sin piedad. Posiblemente, las motivaciones de quienes participaban en ellas fueron muy diversas, aunque en muchos casos se puede suponer también un verdadero fervor religioso.

La Inquisición[editar]

La Inquisición era un término utilizado para referirse a varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía en el seno de la Iglesia Católica.[3][4]​ Durante el tiempo en que se escribió el Codex, la Inquisición le pisó los talones a los distintos monasterios en los que anduvo este libro.[5]​ Aunque el procedimiento inquisitorial como medio para combatir la herejía es una práctica antigua de la Iglesia católica, la Inquisición medieval fue establecida en 1184 mediante la bula del papa Lucio III Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía cátara. El Codex corrió con mucha suerte al no ser «quemado», ni tachado por la Iglesia católica como un texto sacrilégico como fue en el caso de un texto de Erasmo de Rotterdam.[6]

Historia[editar]

Historia de la publicación[editar]

Escritura[editar]

Llevaría décadas realizar un libro de tal magnitud, siendo confeccionado por un autor solitario, ya que éste envejece sufre de enfermedades, pierde la vista y le falta coordinación. Aún así, página tras página el libro es perfecto para los críticos, y éstos observan que no tiene errores ni omisiones notables. Los eruditos creen que el libro tiene las claves necesarias para saber quién fue su creador o creadores.

Michael Coddick realizó una investigación en la que recreó la tinta del siglo XIII, escribiendo a mano cada línea de únicamente una columna del texto. Al final de su investigación, Coddick llegó al resultado de que una línea sin parar se escribe únicamente en veinte segundos, una columna en treinta minutos, una página en una hora y que el libro completo en aproximadamente cinco años. Pero, debido a la «colorida artesanal» que se le dio al libro, trazo de líneas y márgenes, la creación de iniciales llamativas, dibujos que expresaran ciertas cosas lo llevaron a que posiblemente tardara diez años en escribir dicho libro. Sin embargo, los monjes en esos tiempos contaban con pocas horas libres, tenían que realizar penitencias, dirigían misas, rezaban y realizaban sus labores diarias; lo que posiblemente haya hecho de que el libro fuera escrito en un intervalo de aproximadamente veinticinco años.

Trabajar bajo las difíciles condiciones del siglo XIII, recreando un libro de tal inmensidad, era una tarea agotadora, lo que posiblemente pudo haber sido una penitencia. Anna Wolodarski creía que era «una penitencia por la que se podían quitar los pecados a través de escritura de un texto».

La leyenda de su escritura[editar]

En 1230, en Bohemia, un monje implora por su vida tras ser condenado a muerte, su pecado hizo que una regla sagrada monástica se rompiera, y la cual, hasta nuestros días, es guardada en secreto. Es un benedictino o monje negro, sus capas representan la muerte del mundo terrenal, toman votos de obediciencia, castidad y tienen que soportar castigos físicos, silicios, ayunos, depravación de sueño y auto-flagelación, pero los débiles caen en la tentación, vanidad, avaricia, desviación sexual. Los castigos son extremos, reclusión solitaria, inanición, excomunión, o incluso la muerte. Los altos mandos del monasterio elegían si el monje viviría o moría. El monje condenado sería asesinado a la primera hora de la mañana del día siguiente, de una forma brutal, emparedado vivo, pero recibe un "mensaje divino", el monje prometió algo imposible, escribir un libro enorme, el más grande de su época, conteniendo en él, la Biblia y toda la sabiduría humana y glorificara, por siempre, a su monasterio. Para probar su penitencia, escribiría este libro en tan sólo una noche. Los altos mandos se mofan de él, pero éste es insistente y acuerdan darle una oportunidad, su edicto es claro, encarar una muerte al amanecer o acabar el libro, página por página escribe hasta que se le estumece la mano. En su hora más oscura, hace un pacto con el diablo, le pide ayuda al arcángel caído, Satanás. La leyenda dice que éste responde a la llamada del monje, así como los evangelios fueron guiados por la mano de Dios, el Codex Gigas fue guiado por la mano del Diablo.

En Bohemia[editar]

Varias décadas han transcurrido desde que la leyenda contó que un monje vendió su alma al Diablo para escribir un texto inmenso. Su libro adquirió una fama importante, pero el monasterio que lo poseía cayó en bancarrota, para evitar la quiebra, el abad acuerda vender el Codex a otra orden monástica. Ser el dueño de tal libro, en aquellos tiempos, supuestamente, traía estatus, honor y prestigio. Irónicamente, el Codex pasa de las manos de los monjes negros benedictinos a una secta de monjes denominados monjes blancos. El Codex Gigas realizó su viaje a su nuevo lugar, un monasterio a las afueras de Praga. Los monjes blancos ponen el famoso Codex en un lugar de honor, cerca de un cementerio consagrada con tierra del Gólgota, el cerro de cruxifición de Jesucristo. Desafortunadamente, la tragedia ataca, y los dueños del Codex cae en bancarrota. Un poderospieo obispo ordena a los monjes blancos que devuelvan el Codex a su hogar original. Poco después, el claustro es azotado por una fuerte epidemia; la peste bubónica. La «muerte negra» hace trizas a la región y mata a miles. El cementerio desborda de muerte y para el final de la pandemia más de 30.000 cadáveres hacen del lugar una catacumba. Hoy en día, el monasterio se ha convertido en un museo de cráneos; la capilla de los huesos.

En Austria[editar]

En 1561, el príncipe heredero a la corona, Rodolfo II, espera el horóscopo del renombrado astrónomo Nostradamus. El famoso adivino francés elabora un complicado diagrama. En él, predice la muerte del padre de Rodolfo y el ascenso del joven príncipe al trono para convertirse en el Señor del Sacro Imperio Romano. Cuando Rodolfo recibe el horóscopo, las predicciones inician su obsesión de vida hacia lo oculto. Rodolfo codicia el Codex. El monarca se congracia con la abadía benedcitina dueña del libro; les concede honores y favores. La estrategia funciona y los monjes negros le entregan el Codex como un obsequio.

Al obtener la Biblia, el monarca queda cautivado por su tamaño y su contenido. COntrata a expertos para que le traduzcan pasajes y se envuelve en las extrañas páginas del libro; e incluso, del famoso retrato del Diablo. Rodolfo se queda con el Codex, «una gran adquisición para un gran monarca». Sin embargo, la «maldición» le pega a Rodolfo. Propenso a la melancolía desde pequeño, el emperador se vuelve antisocial, errático y paranoico. A causa de esto, el gobierno de Rodolfo se vuelve un desastre. Inadecuado para gobernar, Rodolfo pierde a sus seguidores, su propia familia lo despoja del trono. El emperador muere sin poder y sin casarse, de igual manera, sin un heredero que limpie su nombre. El reino de Rodolfo cae en mano de los suecos, éstos confiscan su más preciado objeto; el Codex Gigas.

En Suecia[editar]

En 1648, en Praga, tras la caída del reino de Rodolfo II, las tropas invasoras de Suecia se llevan un valioso botín y con él, el Codex Gigas. Los soldados empacan el libro en un gigantesco baúl e inician un recorrido de 1500 kilómetros para llevar el presente a su monarca, en Estocolmo. Los oficiales planearon entregarle el Codex a su inusual monarca, Cristina, la «mujer rey de Europa». Veintidós años atrás, el nacimiento de una niña llevó a poderosas profecías: si la niña no moría entre la noche, muchos opinaban que ascendería al trono. Un hombre estuvo predestinado a manejar su destino, Gustavo II Adolfo, su padre, y como anteriormente, dos de sus hijos habían fallecido no podía quedarse sin herederos. Gustavo trató a Cristina como si hubiese sido un varón. Cuando se convierte en monarca, no toma el juramento como reina, sino como «rey».

Durante su reinado, se le obsequió la Biblia del Diablo, regalo por el cual su ejército creyó se sentiría muy agradecida. Cristina ordenó que el Codex se colocara en la biblioteca de su castillo. El texto fue incluido en su catálogo de texto confiscados. Sin embargo, durante su exilio a Roma, tras haberse convertido al catolicismo y haber abdicado su trono, llevó innumerables libros sagrados como biblias, entre otros, más no el Codex Gigas.

Menos de cincuenta años después, el Codex casi es destruido en un incendio en el castillo, según fuentes, un viernes 7 de mayo de 1655. El rey Carlos XI había muerto, y sin previo aviso, se inició un desastre de llamas; la familia real huye por pánico, sacando sus grandes pertenencias del lugar. Según una leyenda, un sirviente tomó el gigantesco Codex y lo aventó a través de una ventana, cayendo éste al piso.

Estructura[editar]

Retrato del Diablo en una página del Codex, Christopher de Hamel califica que la imagen es muy fascinante y espeluznante. Es considerada una imagen tabú en la edad Medieval y se desconoce porqué sobrevivió hasta nuestra era.

El Codex contiene completa la versión "Vulgata" de la Biblia, a excepción de los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis. También incluye una serie de enciclopedias, como las Etimologías de Isidoro de Sevilla, las Antigüedades judías de Flavio Josefo, la Chronica Boemorum (Crónica de los checos, redactada en latín en el siglo XII) de Cosmas de Praga y varios tratados de historia, etimología, fisiología, además de un almanaque con necrológicas y la lista de los hermanos del monasterio, fórmulas mágicas y otras noticias locales. De igual manera, posee una retrato de una página del Diablo, ninguna Biblia en el mundo posee una imagen semejante del "mal internado", a pesar de eso, nadie sabe quién creo la figura ni con qué motivo. Pero ésta se caracterizaba por su enorme tamaño y por tener a Satanás encerrado en una celda, lo que hizo pensar a los expertos que las afirmaciones de que Satanás no está suelto en el infierno sino en una cámara de maldad son ciertos. Christopher de Hamel dio su opinión del impresionante dibujo:

Es un dibujo extraordinario y muy inusual, es inolvidable y hechizante, y eso puede ser intencional.

Peter Stanford, experto en imágenes y en la vida del Diablo, argumentó:

Lo que es interesante en esta imagen es que la tradicional imagen medieval lo tendría al Diablo gobernando el infierno. Aquí no hay nada de eso, está solo. La forma en que está dibujado Satanás puede significa mucho: la era del escritor, su origen, su vocación, influencias y hasta su psicología. La gente en la edad medieval sentía que su vida colgaba de un hilo y personificaban su amenaza a esa existencia como el Diablo, era por eso que se preocupaban más por el Diablo que por la búsqueda de la aceptación de Dios.

Inexplicablemente, hay sombras que envuelven únicamente la imagen del retrato satánico y el Codex es la única obra que sitúa al Nuevo y Viejo Testamento junto con sagrados y violentos actos, como exorcismos demoniacos. Aunque nadie sabe su edad exacta, una cita en el libro revela la posible fecha en la que se terminó de escribir, 1230. Desde entonces, dos preguntas críticas acechan al Codex, quién lo creó y por qué. La caligrafía del libro es altamente consistente, lo que ha llevado a la controversia de que si lo realizaron un grupo de escritores o es el trabajo de un autor en particular.

Generalmente, los libros los hacían individuos, quizás entre tres y dos personas trabajando juntas pero este caso es inusual, parece haber sido creado únicamente por un sólo escritor.
Christopher de Hamel

Autoría del Codex[editar]

Análisis de pigmentación[editar]

Michael Coddick, paleógrafo y experto en documentos y escritos antiguos, realizó una investigación para descubrir quién era el posible escrito del Codex, siguiendo los rastros de tinta. Según él, los monjes, generalmente, mezclaban sus propias tintas usando técnicas y materiales específicos, ofrecienco así una firma química. La mezcla varia de tinta llevó a las variaciones normales de fórmulas de pigmentación, sin embargo, se pudo contar con un identificador, pues en las épocas medievales las tintas se clasificaban en dos tipos: aquellas hechas de metal y las hechas por nidos triturados de insectos. Se hipotetizó que si el Codex fue hecho por un sólo escritor no tuvo que haber cambios en cuanto al uso de la tinta. El escáner de luz ultravioleta de Coddick afirmó que el texto completo usaba tinta de nidos de insectos, debido a que la luz fosforecente era baja.

El Diablo[editar]

La imagen del Diablo en una de las páginas del Codex llevó a la suposición de Hamel de que el autor era un aficionado y no un monje. Stanford creyó que todo el libro pudo haber sido escritor por más de 2 ó 3 personas que jamás variaron sus tintas. Hamel dijo que el aficionado era «obsesivo» y que cada vez quería que el libro fuera «más grande, más raro, más impresionante, más gordo, más detallado». El experto de la Universidad de Cambridge creía que las pistas sobre el autor se encontraban en la propia caligrafía del texto, «bellas y sin error, pero demasiadas sencillas. Probablemente redactado por un autodidacta».

Tradicionalmente los escritores profesionales monásticos trabajan juntos en un cuarto grande denominado el escritorium, intercambiando los últimos métodos y técnicas. Comparando un manuscrito medieval hecho en un escritorium con el Codex, éste último resulto «muy anticuado», como si fuese redactado por un aficionado y demasiado «excéntrico». Hamel cree que «no es una biblia característica del siglo XIII, el escritor se enseñó a escribir por sí mismo y que posiblemente, era un aficionado que copiaba». Estos indicadores de falta de pericia apoyan una sospecha creciente: el Codex fue proyecto de un único individuo.

Stanford argumentaba que «decir que era un gótico aficionado era la prueba más fácil que había, pero se necesitaban pruebas». En los tiempos medievales, pintar la imagen de un demonio era muy provocador. Stanford pensaba «que nadie pudo haber tenido esa imaginación, sino que fue obra misma del Diablo». La evidencia indicaba que únicamente un escritor, solo, había hecho la increíble tarea de hacer un libro de tal magnitud.

Penitencia[editar]

Anna Wolodarski opinaba que el libro era posiblemente una penitencia de algún monje que había cometido un pecado y que querría expulsarlo. Algunos expertos apoyan esta idea debido a que el contenido del libro es altamente inusual: la Biblia, curas medicinales, historias y otros textos que no se han encontrado en otros libros. Los expertos notan que el escritor le daba un mayor énfasis al cuidado del cuerpo y de la mente y a la protección del alma inmortal. Hamel arguye que es un total disparate el texto del Gigas, ya que es una colección de textos que no existen en ningún otro lugar, combinado con textos sagrados. Una sección del Codex, aportó a los expertos de que el escritor estaba ralizando una penitencia ya que se sentía culpable por algún acto; un grupo de encantaciones llamadas «Conjuros», parientes cercanas a un ritual más infame, el exorcismo. Stanford apoya que la idea de que el Diablo puede entrar en el alma de uno, es un error. En el Codex, se encuentra un «conjuro demoníaco» y el propio retrato del Diablo a su lado, lo que ha llevado a pensar de que posiblemente se realizaba un auto-exorcismo.

Los exorcismos medievales y sus conjuros, eran a menudo, teroríficos: ataduras, oraciones agitadas, encantaciones escalofriantes, el clérigo y la víctima batallaban sobre el alma del poseído. A menudo, los conjuros funcionaban como medicina prevetina, sacaban a los demonios del cuerpo antes de que se adueñaran de él. Para los eruditos que buscan el autor verdadero del Codex, el contenido de una penitencia ofrece pistas valiosas. Al descifrar los conjuros, hoy en día, éstos parecen apoyar la idea de que el texto fue realizado por únicamente una persona; «un sólo monje que expiaba sus pecados escribiendo el libro más ambicioso de su época».

Estilo[editar]

Los aspectos más destacables del Codex son sus temas pictóricos y sobre todo, su inmenso tamaño.

Recepción y legado[editar]

Fuentes[editar]

Referencias[editar]

  1. Vidmar, John C. (2005). The Catholic Church Through the Ages. New York: Paulist Press. p. 241. ISBN 9780809142347.
  2. Simon Whitechapel, Flesh Inferno: Atrocities of Torquemada and the Spanish Inquisition (Creation Books, 2003). ISBN 1-84068-105-5
  3. William Thomas Walsh, Characters of the Inquisition (TAN Books and Publishers, Inc, 1940/97). ISBN 0-89555-326-0
  4. J. Baker, History of the Inquisition (1736).
  5. Edward Burman, The Inquisition: The Hammer of Heresy (Sutton Publishers, 2004) ISBN 0-7509-3722-X
  6. Emile van der Vekene: Bibliotheca bibliographica historiae sanctae inquisitionis. Bibliographisches Verzeichnis des gedruckten Schrifttums zur Geschichte und Literatur der Inquisition. Vol. 1–3. Topos-Verlag, Vaduz 1982–1992, ISBN 3-289-00272-1, ISBN 3-289-00578-X (7110 titles on the subject "Inquisition").